DN 8 Mahasihanada Sutta – Discurso sobre el gran rugido de león

Un asceta desnudo, pregunta al Buda si ha condenado toda clase de austeridades. Buda lo niega, diciendo que (1) hay que discernir cada caso particular y (2) hay que acompañar estas prácticas con la moralidad y la sabiduría, sin las cuales, uno nunca será un verdadero asceta ni un verdadero brahmán. Kassapa sigue al Buda y, tras una diligente práctica, alcanza el estado de Arahant.

 


[Leer en pali]

[1] Esto he escuchado:

En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en el Parque de los Venados de Kannakatthala, cerca de Urunna. Entonces un asceta desnudo, de nombre Kassapa, se acercó al Bienaventurado e intercambió con él cordiales saludos. Cuando terminaron estas amables palabras de bienvenida y cordiales saludos, se quedó a un lado y le dijo:

[2] “Amigo Gotama, yo había escuchado esto: ‘El asceta Gotama desaprueba toda clase de austeridades, censurando y reprochando a todos aquellos que llevan una vida dura y austera. Ahora bien, los que emiten semejantes afirmaciones, ¿lo hacen de acuerdo con lo que dijo el maestro Gotama, o lo malinterpretan con algo que es contrario a los hechos? ¿Lo explican de acuerdo con el Dhamma, de tal modo que no incurren [en algo que daría pie] a una crítica razonable ni proporcionan las bases para la censura? No quisiéramos incurrir en una falsa acusación en contra del maestro Gotama”.

[3] “Kassapa, aquellos que emiten semejantes afirmaciones no dicen la verdad, sino que, por el contrario, malinterpretan mis palabras con algo que es contrario a los hechos.

“He aquí, Kassapa, yo miro al que practica austeridades con el ojo divino, que es purificado y ve más allá del ojo humano, y veo que, después de la disolución del cuerpo, después de la muerte, uno renace en un mal destino, en el mundo bajo, incluso en el infierno, mientras que otro, que también practica las austeridades, después de la disolución del cuerpo, después de la muerte, renace en un buen destino, en el mundo celestial. También, Kassapa, miro al que practica las austeridades en menor escala, y veo que, después de la disolución del cuerpo, después de la muerte, uno renace en un mal destino, en el mundo bajo, incluso en el infierno, mientras que otro, que también practica las austeridades en menor escala, renace en un buen destino, en el mundo celestial. ¿Cómo entonces, podría yo desaprobar toda clase de austeridades, censurando y reprochando a todos aquellos que llevan una vida dura y austera?

[4] “He aquí, Kassapa, hay ascetas y brahmanes que son sabios, hábiles, experimentados en las disputas, tan agudos que saben dividir un pelo en partes, que se desplazan hábilmente a través de los senderos de los puntos de vista. Algunas veces, sus puntos de vista concuerdan con los míos y, otras veces, no. Algunas de esas cosas que ellos aprueban, también las aprobamos nosotros. Y otras de esas cosas, que ellos desaprueban, también los desaprobamos nosotros. Algunas de esas cosas, que ellos aprueban, las desaprobamos nosotros. Y otras de estas cosas, que ellos desaprueban, las aprobamos nosotros. Algunas de esas cosas, que aprobamos nosotros, ellos también las aprueban. Y otras de esas cosas, que desaprobamos nosotros, también las desaprueban ellos. Algunas de esas cosas, que aprobamos nosotros, ellos las desaprueban. Y también otras de esas cosas, que desaprobamos nosotros, ellos las aprueban.

[5] “Y yo, cuando me acerco a ellos les digo: ‘En cuanto a estas cosas, amigos, en las cuales no estamos de acuerdo, dejémoslas de lado. Y en cuanto a las cosas, en las que estamos de acuerdo, pongámonos a discutir acerca de ellas, razonemos acerca de ellas, tanto con sus maestros como con sus discípulos, diciendo: «En cuanto a los malos y perjudiciales estados, señores, que son censurables y conectados con lo perjudicial, que no conducen a la iluminación, y están contados entre lo no beneficioso, ¿quién es aquel que ha abandonado totalmente tales cosas: el asceta Gotama u otros venerables maestros?»’.

[6] “Entonces, Kassapa, el sabio, preguntado de esta manera, respondería esto: ‘El asceta Gotama se conduce a sí mismo como alguien que ha abandonado totalmente estas cosas, mientras que los venerables señores, maestros de las otras escuelas, lo han hecho sólo parcialmente’. Así respondería el sabio, Kassapa, si se le preguntase de esta manera. Los sabios, Kassapa, en este caso nos darían la mayoría de los elogios.

[7] “Además, Kassapa, les digo… ‘«En cuanto a los buenos y beneficiosos estados, señores, que son intachables y conectados con lo beneficioso, que conducen a la iluminación, y están contados entre lo beneficioso, ¿quién es aquel que ha adquirido un dominio total sobre estas cosas: el asceta Gotama u otros venerables maestros?»’.

[8] “Entonces, Kassapa, el sabio, preguntado de esta manera, respondería esto: ‘El asceta Gotama se conduce a sí mismo como alguien que ha adquirido un dominio total sobre estas cosas, mientras que los venerables señores, maestros de las otras escuelas, lo han hecho sólo parcialmente’. Así respondería el sabio, Kassapa, si se le preguntase de esta manera. Los sabios, Kassapa, en este caso nos darían la mayoría de los elogios.

[9-12] [Igual que los versos 5-8 con la diferencia que “asceta Gotama u otros venerables maestros” se reemplaza por “los discípulos del asceta Gotama o los discípulos de otros venerables maestros”].

[13] “He aquí, Kassapa, un sendero, he aquí un método que conduce, a aquel que lo sigue, a conocer y ver por sí mismo así: ‘El asceta Gotama es alguien que predica un Dhamma-y-Disciplina que es recto y beneficioso’.

“Y, ¿cuál es, Kassapa, este sendero, este método que conduce, a aquel que lo sigue, a conocer y ver por sí mismo así? Este es el Noble Óctuple Sendero, es decir, el recto punto de vista, la recta intención, la recta  forma de hablar, la recta acción, la recta forma de vida, el recto esfuerzo, la recta atención consciente y la recta concentración. Este es el sendero, Kassapa, el método que conduce, a aquel que lo sigue, a conocer y ver por sí mismo así: ‘El asceta Gotama es alguien que predica un Dhamma-y-Disciplina que es recto y beneficioso’”.

[14] Cuando se dijo esto, el asceta desnudo Kassapa dijo al Bienaventurado [1]: “Maestro Gotama, algunos ascetas y brahmanes siguen ciertas prácticas de auto-mortificación que, en su opinión, conducen a la meta del ascetismo y a la menta del brahmanismo: alguien va por ahí desnudo, rechazando las convenciones sociales, chupándose los dedos, sin acudir cuando se le llama ni deteniéndose cuando se le saluda. No acepta ofrendas de comida, ni la preparada especialmente para él, ni las invitaciones para comer. No toma alimento que provenga directamente de una olla o sartén, ni en un umbral, ni entre leña y almireces, ni de dos que estén comiendo juntos, ni de una embarazada, ni de mujer que esté dando de mamar, ni de mujer que se amancebe con un hombre, ni de distribuciones públicas, ni de donde haya perros esperando o pululen las moscas. No toma pescado ni carne, ni bebidas alcohólicas o fermentadas. Es hombre de una sola casa y un solo bocado, o de dos, o de tres… o de siete casas y siete bocados. Se sustenta con una ración, con dos… con siete raciones.

«Come una vez al día, o cada dos días, o una vez a la semana, o sigue la práctica de comer a intervalos de quince días. Se alimenta de verduras, mijo, arroz silvestre, pellejos, musgo, cáscaras de arroz, restos de arroz, harina de semillas, hierba, boñiga de vaca. Vive de raíces y frutos silvestres, come frutas caídas. Se viste de arpillera, tela de estopa, mortajas, harapos, corteza de árbol, con piel de ciervo, con retazos de piel de ciervo, con tela hecha de la hierba kusa, de cortezas, de virutas, de pelo humano, de pelo animal o de plumas de lechuza. Se arranca el pelo de la cabeza y de la barba, dedicándose a esta práctica. Permanece siempre de pie y se niega a sentarse. Permanece siempre en cuclillas y se dedica a estar continuamente en cuclillas. Se hace una cama de pinchos y duerme en ella. Vive dedicado a bañarse tres veces al día, una de ellas por la noche”.

[15] “Kassapa, si el practicante de la auto-mortificación anduviese desnudo, rechazase las convenciones sociales, chupándose los dedos e hiciese todas estas cosas con todos los detalles, se alimentase conforme estas reglas en intervalos regulares, incluso de hasta medio mes, pero no practicase ni lograse la realización en la conducta, en la mente y la sabiduría, realmente estaría lejos de la meta del ascetismo y la meta del brahmanismo. Pero, Kassapa, cuando el monje desarrolla una mente libre de odio y animadversión, una mente llena de amor benevolente, abandonando las contaminaciones, entra y permanece en la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, habiéndola descubierto por sí mismo con el conocimiento directo, en esta presente vida, entonces aquel monje es un verdadero asceta y un verdadero brahmán.

[16] Cuando se dijo esto, el asceta desnudo Kassapa dijo al Bienaventurado: “Qué difícil entonces, maestro Gotama, tiene que ser, ser un asceta, y qué difícil, tiene que ser, ser un brahmán”.

“Es común, Kassapa, escuchar que en el mundo se diga: ‘Qué difícil, tiene que ser, ser un asceta, y qué difícil, tiene que ser, ser un brahmán’. Si un asceta anduviese desnudo, rechazase las convenciones sociales… [sigue como en el verso 14]… si el hecho de hacer todas estas cosas fuera la medida de la dificultad de esta práctica, la gran dificultad de ser un asceta o un brahmán, aún así no sería correcto decir: ‘Qué difícil tiene que ser, ser un asceta, y qué difícil, tiene que ser, ser un brahmán’. Y, ¿por qué así? Porque, Kassapa, cualquier hombre hogareño o hijo de hombre hogareño ―incluso una esclava que extrae el agua―, podría decir: ‘Ahora bien, voy a andar desnudo, voy a rechazar las convenciones sociales… [sigue como en el verso 14]… Pero, Kassapa, puesto que existe una muy diferente clase de ascetismo, que trasciende aquel, es correcto decir: ‘Qué difícil, tiene que ser, ser un asceta, y qué difícil, tiene que ser, ser un brahmán’. Kassapa, cuando el monje desarrolla una mente libre de odio y animadversión, una mente llena de amor benevolente, abandonando las contaminaciones, entra y permanece en la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, habiéndola descubierto por sí mismo con el conocimiento directo, en esta presente vida, entonces aquel monje es un verdadero asceta y un verdadero brahmán.

[17] Cuando se dijo esto, el asceta desnudo Kassapa dijo el Bienaventurado: “Qué difícil es, maestro Gotama, reconocer a un verdadero asceta y qué difícil es reconocer a un verdadero brahmán”.

“Es común, Kassapa, escuchar que en el mundo se diga esto: ‘Qué difícil es reconocer a un verdadero asceta y qué difícil es reconocer a un verdadero brahmán’. Si un asceta anduviese desnudo, rechazase las convenciones sociales… [sigue como en el verso 14]… si el hecho de hacer todas estas cosas fuera la medida de la dificultad de esta práctica, la gran dificultad de reconocer a un verdadero asceta o un verdadero brahmán, aún así no sería correcto decir: ‘Qué difícil es reconocer a un verdadero asceta y qué difícil es reconocer a un verdadero brahmán’. Y, ¿por qué así? Porque, Kassapa, cualquier hombre hogareño o hijo de hombre hogareño ―incluso una esclava que extrae el agua―, podría decir: ‘Ahora bien, voy a andar desnudo, voy a rechazar las convenciones sociales… [sigue como en el verso 14]… Pero, Kassapa, puesto que existe una muy diferente clase de ascetismo, que trasciende aquel, es correcto decir: ‘Qué difícil es reconocer a un verdadero asceta y qué difícil es reconocer a un verdadero brahmán’. Kassapa, cuando el monje desarrolla una mente libre de odio y animadversión, una mente llena de amor benevolente, abandonando las contaminaciones, entra y permanece en la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, habiéndola descubierto por sí mismo con el conocimiento directo, en esta presente vida, entonces aquel monje es un verdadero asceta y un verdadero brahmán.

[18-20] Cuando se dijo esto, el asceta desnudo Kassapa dijo el Bienaventurado: “Maestro Gotama, ¿en qué consiste el desarrollo de la moral, de la mente y de la sabiduría?”.

“He aquí, Kassapa, el Tathagata surgió en el mundo, un Arahant, un Perfectamente Iluminado, realizado en el verdadero conocimiento y la conducta, el Afortunado, el conocedor del mundo, incomparable líder de los que han de ser amansados, el maestro de los devas y los seres humanos, el Iluminado, el Bienaventurado. Él, habiéndolo descubierto por sí mismo con el conocimiento directo, lo proclama en este mundo con sus devas, Maras y Brahmas, sus príncipes y la gente común. Enseña el Dhamma que es agradable en el principio, agradable en el medio y agradable al final, tanto en su contenido como en la forma, y despliega una vida santa completamente purificada y perfecta.

“Un hombre hogareño o hijo de hombre hogareño, o alguien que ha renacido desde un hogar a otro, al escuchar este Dhamma, obtiene la fe en el Tathagata… [se repite la porción del DN 2,41-63]. En esto consiste, Kassapa, la perfección de la moral.

“Además, Kassapa, él guarda las puertas de sus sentidos… Y, apartado de los placeres sensuales, apartado de los perjudiciales estados mentales, entra y permanece en el primer jhana… segundo jhana… tercer jhana… cuatro jhana… [igual que en DN 2,64-82]. En esto consiste, Kassapa, la perfección de la mente.

“Además, Kassapa, con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las contaminaciones, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia el conocimiento y la visión… [igual que en DN 2,83-98]. En esto consiste, Kassapa, la perfección de la sabiduría. Y he aquí, Kassapa, que no hay nada más perfecto que esta perfección de la moral, de la mente y de la sabiduría.

[21] “He aquí, Kassapa, algunos ascetas y brahmanes enseñan la moral y profieren elogios sobre la moral. Pero en cuanto a la superior moral aria, Kassapa, no veo otra alguna que la sobrepase, y yo soy el supremo en consideración a ella.

“Además, Kassapa, algunos ascetas y brahmanes enseñan el ascetismo y la austeridad, y profieren elogios sobre el ascetismo y la austeridad. Pero en cuanto al superior ascetismo y la austeridad arios, Kassapa, no veo otro ascetismo ni austeridad algunos que los sobrepase, y yo soy el supremo en consideración a ellos.

“Además, Kassapa, algunos ascetas y brahmanes enseñan la sabiduría, y hablan elogios sobre la sabiduría. Pero en cuanto a la superior sabiduría aria, Kassapa, no veo otra sabiduría alguna que la sobrepase, y yo soy el supremo en consideración a ella.

“Además, Kassapa, algunos ascetas y brahmanes enseñan la liberación y profieren elogios sobre la liberación. Pero en cuanto a la superior liberación aria, Kassapa, no veo otra liberación alguna que la sobrepase, y yo soy el supremo en consideración a ella.

[22] “He aquí, Kassapa, pueden haber ascetas errantes de otras escuelas que digan: ‘El asceta Gotama ruge su rugido de león, pero lo hace en soledad, no en medio de una asamblea’. Si fuera el caso, se tendría que responderles así: ‘No digáis así, señores: el asceta Gotama ruge su rugido de león, pero también lo hace en medio de la asamblea’.

“También, Kassapa, pueden haber ascetas errantes de otras escuelas que digan: ‘El asceta Gotama ruge su rugido de león también en la asamblea, pero lo que ruge no es de plena confianza… pero la gente no le hace preguntas… pero él no las responde… pero sus respuestas no son satisfactorias… pero los hombres no consideran que sus opiniones son dignas de ser escuchadas… pero los hombres no experimentan convicción hacia ellas… pero los hombres no muestran signos exteriores de su fe… pero los hombres no llegan a la verdad’.

“Si fuera el caso, Kassapa, se tendría que responderles así: ‘No digáis esto, señores: el asceta Gotama ruge su rugido de león, pero también lo hace en medio de la asamblea y lo que ruge es de plena confianza, la gente le hace preguntas y él las responde, sus respuestas son satisfactorias y los hombres consideran que sus opiniones son dignas de ser escuchadas, los hombres experimentan convicción hacia ellas y muestran signos exteriores de su fe, y también los hombres penetran la verdad y, habiéndose asido a ella, son capaces de transmitirla a otros’. Esto es, Kassapa, lo que se debe responderles.

[23] “Una vez, Kassapa, estuve morando en el Parque de los Buitres, cerca de Rajagaha, cuando un cierto practicante de la mortificación, de nombre Nigrodha, me consultó acerca de la práctica superior de la austeridad. Y habiéndome preguntado, le expuse este asunto. Y cuando escuchó la respuesta, estuvo muy complacido y tuvo una gran alegría”.

“Y, ¿quién no estuviera complacido, Venerable Señor, de escuchar el Dhamma del Bienaventurado y no tuviera una gran alegría? Yo también, Venerable Señor, al escuchar el Dhamma del Bienaventurado estoy muy complacido y tengo una gran alegría. “¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara, en medio de la oscuridad, de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Así la verdad ha sido explicada por el Bienaventurado de diferentes maneras. ¡Que pueda recibir del Bienaventurado el renunciamiento y la plena ordenación”.

[24] “Kassapa, cualquiera que ha sido miembro de otras escuelas, previamente, y quiere hacer el renunciamiento e iniciarse en este Dhamma-y-Disciplina, debe pasar por un periodo de prueba de cuatro meses. Y al culminar este periodo, establecido en la mente, recibe el renunciamiento y la ordenación plena como monje. Aunque reconozco que, en estos casos, pueden haber diferencias individuales”.

“En este caso, Venerable Señor, puedo pasar por un periodo de prueba de hasta cuatro años y, al culminar este periodo, establecido en la mente, recibiré el renunciamiento y la ordenación plena como monje”.

Entonces, el asceta desnudo Kassapa recibió el renunciamiento y la ordenación plena del Bienaventurado. Entonces, el Venerable Kassapa, morando en soledad, recluido, atento, ardiente y resuelto, no mucho tiempo después, descubrió por sí mismo con el conocimiento directo, en esta presente vida, aquella insuperable realización de la vida santa, en aras de la cual el hombre de familia correctamente renuncia a la vida hogareña y escoge el estilo de vida sin hogar, y una vez entrado, permanece en ella. Y conoció directamente esto: “El nacimiento está destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que se tenía que hacer, fue realizado y, he aquí, no hay futuras vueltas a los estados de existencia”.

Y el Venerable Kassapa llegó a ser uno de los Arahants.

 


NOTA:

[1] La traducción del verso 14 pertenece a Solé-Leris y Vélez de Cea (2004).

 


FUENTES:

Solé-Leris, A. y Vélez de Cea, A. (2004). Mjjhima Nikaya: Los sermones medios del Buddha. Versión digital

Walshe, M. (1995). Mahasihanda: The Great Lion’s Roar en The Long Discourses of the Buddha: A Translation of the Digha Nikaya, pp. 151-157.

Mahasihanadasuttam en World Tipitaka Edition


Traducción: Anton P. Baron

Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2015. 

 

DN 6-7 Mahali y Jaliya Sutta – Discursos con Mahali y Jaliya

El gobernador de los licchavi (DN 6) y un asceta ambulante (DN 7), hacen al Buda la misma pregunta sobre por qué algunas personas no pueden oír los sonidos celestiales. En consecuencia ambos reciben la misma respuesta.

 


DN 6 Mahali Sutta – Discurso con Mahali

[Leer en pali]

[1] Esto he escuchado:

En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en el salón de dos aguas, en el Gran Bosque, cerca de Vesali. En aquella ocasión, un gran grupo de brahmanes, emisarios de Kosala y Maghada, fue  a Vesali por algún negocio. Entonces escucharon esto:

“El asceta Gotama, hijo de los sakia, que ha renunciado del clan de los sakia, está morando en el salón con el techo de dos aguas, en el Gran Bosque, cerca de Vesali. Ahora bien, se propaga muy buena referencia acerca del Maestro Gotama: ‘Este Bienaventurado Señor es un Arahant, un Perfectamente Iluminado, realizado en el conocimiento verdadero y la conducta, el Sublime, conocedor del mundo, insuperable líder de los que han de ser domados, maestro de los devas y los seres humanos, el Iluminado, el Bienaventurado. Él proclama este mundo con sus devas, Maras y Brahmas, esta generación con sus ascetas y brahmanes, con sus devas y seres humanos, habiéndolo conocido, lo transmite a otros. Enseña el Dhamma que es agradable en el principio, agradable en el medio y agradable al final, con el recto significado y correcta forma; revela la vida santa perfectamente completa y pura’. Ahora bien, es bueno ver a semejantes Arahants”.

[2] Entonces, estos brahmanes, emisarios de Kosala y Maghada, fueron al salón de dos aguas, en el Gran Bosque. En ese tiempo, el Venerable Nagita era el asistente personal del Bienaventurado. Así que ellos se acercaron al Venerable Nagita y le dijeron: “Querido Nagita, ¿dónde se encuentra ahora el Venerable Gotama? Nosotros quisiéramos verlo”.

“Amigos, este no es el tiempo apropiado para ver al Bienaventurado. El Bienaventurado se encuentra en reclusión”.

Pero los brahmanes, emisarios de Kosala y Maghada, se sentaron a un lado y dijeron: “Cuando veamos al Venerable Gotama, entonces nos iremos”.

[3] Justo entonces, llegó al salón con dos aguas, en el Gran Bosque, un licchavi de nombre Otthaddha con una gran compañía, se acercó al Venerable Nagita, le rindió homenaje y se quedó a un lado. Estando allí, le dijo: “¿Dónde se encuentra ahora el Bienaventurado, el Arahant, el Plenamente Iluminado? Nosotros quisiéramos verlo”.

“Amigo, este no es el tiempo apropiado para ver al Bienaventurado. El Bienaventurado se encuentra en reclusión”.

Pero Otthaddha se sentó a un lado y dijo: “Cuando vea al Bienaventurado, el Arahant, el Plenamente Iluminado, entonces me iré”.

[4] En eso, el novicio Siha se acercó al Venerable Nagita, le rindió homenaje, se quedó a un lado y le dijo: “Venerable Kassapa [1], estos numerosos brahmanes, emisarios de Kosala y Maghada, han llegado para ver al Bienaventurado y, el licchavi Otthaddha, también ha llegado con una gran compañía para ver al Bienaventurado. Sería bueno que el  Venerable Kassapa permitiera a esta gente ver al Bienaventurado”.

“Bien, entonces, Siha, anunciales al Bienaventurado”.

“Si, Venerable Señor”, respondió el novicio Siha. Acto seguido, se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se quedó a un lado y le dijo:

“Venerable Señor, estos numerosos brahmanes, emisarios de Kosala y Maghada, han llegado para ver al Bienaventurado y, el licchavi Otthaddha, también ha llegado con una gran compañía para ver al Bienaventurado. Sería bueno que el  Bienaventurado permitiera a esta gente que lo viesen”.

“Entonces, Siha, prepara un asiento a la sombra de esta morada”.

“Si, Venerable Señor”, respondió el novicio Siha y así lo hizo. Acto seguido, el Bienaventurado salió de su morada y se sentó en el asiento que estaba preparado para él.

[5] Entonces los brahmanes, emisarios de Kosala y Maghada, se acercaron al Bienaventurado e intercambiaron con él cordiales saludos y se sentaron a un lado. Y Otthaddha, junto con su gran compañía, se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:

“Venerable Señor, no hace mucho tiempo, el hijo de los licchavi, Sunakkhatta, se acercó a mí y me dijo: ‘Pronto se cumplirán tres años desde que me hice un seguidor del Bienaventurado. He visto visiones celestiales, placenteras, deleitosas y encantadoras. Sin embargo, no escuché sonido celestial alguno que fuera placentero, deleitoso y encantador’. ¿Existen, Venerable Señor, estos sonidos celestiales ―que son placenteros, deleitosos y encantadores― que el hijo de los licchavi, Sunakkhatta, no puede escuchar, o no existen?”.

“Estos sonidos existen, Mahali”.

[6] Entonces, ¿cuál es la razón, cuál es la causa, por la cual el hijo de los licchavi, Sunakkhatta, no puede escucharlos’”.

“He aquí, Mahali, este es el caso de un monje que, mirando hacia el oeste, se dirige hacia la concentración unilateral y ve las visiones celestiales placenteras, deleitosas y encantadoras. Sin embargo, no escucha sonidos celestiales placenteros, deleitosos y encantadores. Por medio de esta concentración unilateral es que ve estas visiones celestiales placenteras, deleitosas y encantadoras, pero no escucha los sonidos celestiales placenteros, deleitosos y encantadores. Y, ¿por qué así? Porque esta concentración unilateral sólo conduce a ver las visiones celestiales placenteras, deleitosas y encantadoras, pero no a escuchar los sonidos celestiales placenteros, deleitosos y encantadores.

[7] “Además, es el caso del monje que, mirando hacia el sur, el este y el norte, se dirige hacia la concentración unilateral y, mirando hacia arriba, abajo o de modo trasverso, ve las visiones celestiales placenteras, deleitosas y encantadoras, pero no escucha sonidos celestiales placenteros, deleitosos y encantadores. Por medio de esta concentración unilateral es que ve estas visiones celestiales placenteras, deleitosas y encantadoras, pero no escucha los sonidos celestiales placenteros, deleitosos y encantadores. Y, ¿por qué así? Porque esta concentración unilateral sólo conduce a ver las visiones celestiales placenteras, deleitosas y encantadoras, pero no a escuchar los sonidos celestiales placenteros, deleitosos y encantadores.

[8] “Además, es el caso de un monje que, mirando hacia el oeste, se dirige hacia la concentración unilateral y escucha los sonidos celestiales placenteros, deleitosos y encantadores. Sin embargo, no ve las visiones celestiales placenteras, deleitosas y encantadoras. Por medio de esta concentración unilateral es que escucha estos sonidos celestiales placenteros, deleitosos y encantadores, pero no ve las visiones celestiales placenteras, deleitosas y encantadoras. Y, ¿por qué así? Porque esta concentración sólo conduce a escuchar los sonidos celestiales placenteros, deleitosos y encantadores, pero no a ver las visiones celestiales placenteras, deleitosas y encantadoras.

[9] “Además, es el caso del monje que, mirando hacia el sur, el este y el norte, se dirige hacia la concentración unilateral y, mirando hacia arriba, abajo o de modo trasverso, escucha los sonidos celestiales… pero no ve las visiones celestiales… Por medio de esta concentración unilateral es que escucha estos sonidos celestiales… pero no ve estas visiones celestiales… Y, ¿por qué así? Porque esta concentración sólo conduce a escuchar los sonidos celestiales… pero no a escuchar las visiones celestiales…

[10] “Pero es otro el caso, Mahali, de un monje que, mirando hacia el oeste, se dirige hacia la concentración de ambos lados y, entonces, ve tanto las visiones celestiales placenteras, deleitosas y encantadoras, como escucha los sonidos celestiales placenteros, deleitosos y encantadores. Por medio de esta concentración, a ambos lados, es que ve estas visiones celestiales… y escucha los sonidos celestiales… Y, ¿por qué así? Porque esta concentración de ambos lados conduce tanto a ver las visiones celestiales… como a escuchar los sonidos celestiales…

[11] “Además, es el caso del monje que, mirando hacia el sur, el este y el norte, se dirige hacia la concentración de ambos lados y, mirando hacia arriba, abajo o de modo trasverso, ve tanto las visiones celestiales… como escucha los sonidos celestiales… Por medio de esta concentración de ambos lados es que ve estas visiones celestiales… y escucha los sonidos celestiales… Y, ¿por qué así? Porque esta concentración de ambos lados conduce tanto a ver las visiones celestiales… como a escuchar los sonidos celestiales…

“Es por esa razón, Mahali, que el hijo de los licchavi, Sunakkhatta, no puede escuchar los sonidos celestiales placenteros, deleitosos y encantadores”.

[12] “Venerable Señor, ¿es mediante la realización de esos estados de concentración, que el monje se conduce hacia la vida santa bajo el Bienaventurado?”.

“He aquí, Mahali, hay otras cosas, más elevadas y más perfectas mediante las cuales el monje se conduce hacia la vida santa bajo mi [dirección]”.

[13] “Y, ¿cuáles son esas cosas, Venerable Señor?”.

“He aquí, Mahali, es el caso del monje que, habiendo abandonado los tres grilletes, llega a ser el que entra-en-la-corriente, no más ligado al mundo bajo, con un destino fijo, con la Iluminación como su destino.

“Además, está el caso del monje que, habiendo abandonado los tres grilletes, disminuyó el ansia, el odio y la falsa ilusión, y llega a ser alguien que una-vez-retorna, quien solamente una vez más retornará a este mundo para poner fin a su insatisfacción.

“Además, está el caso del monje que, habiendo abandonado los cinco grilletes menores, toma un renacimiento espontáneo y ―sin retornar más a este mundo― pone fin a su insatisfacción.

“Además, está el caso del monje que, mediante la completa destrucción de las contaminaciones, alcanza en esta presente vida, a través del conocimiento directo, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, descubriéndola por sí mismo.

“Estas son, Mahali, las otras cosas, más elevadas y más perfectas, mediante las cuales el monje se conduce hacia la vida santa bajo mi [dirección]”.

[14] “Venerable Señor, ¿existe algún sendero, existe algún método para la realización de esas cosas?”.

“He aquí, hay un sendero, Mahali, he aquí, hay un método para la realización de estas cosas”.

“Y, ¿cuál es, Venerable Señor, este sendero y cuál es el método?”.

“Es el Noble Óctuple Sendero, es decir, el recto punto de vista, la recta intención, la recta forma de hablar, la recta forma de actuar, la recta forma de vida, el recto esfuerzo, la recta atención consciente y la recta concentración. Este es el sendero, Mahali, y este el método para la realización de estas cosas.

[15] “Una vez, Mahali, estaba en el parque de Ghosita, cerca de Kosambi, donde dos ascetas mendigantes de nombres Mandissa y Jaliya, púpilos del asceta de pelo enmarañado, se acercaron a mí e intercambiaron conmigo cordiales saludos, se sentaron a un lado y me dijeron: ‘¿Cómo es esto, maestro Gotama? ¿Es el cuerpo y el alma lo mismo, o el cuerpo es una cosa y el alma otra?’.

“’Bien, amigos, escuchad y prestad atención que voy a hablar’.

“’Sí, amigo’, respondieron ellos y yo continué:

[16] “’He aquí, amigos, el Tathagata surgió en el mundo, un Arahant, un Perfectamente Iluminado, realizado en el verdadero conocimiento y la conducta, el Afortunado, el conocedor del mundo, incomparable líder de los que han de ser amansados, el maestro de los devas y seres humanos, el Despierto, el Bienaventurado. Él, habiéndolo descubierto por sí mismo y con el conocimiento directo, lo proclama en este mundo con sus devas, Maras y Brahmas, sus príncipes y la gente común. Enseña el Dhamma que es agradable desde principio, agradable en el medio y agradable al final, tanto en su contenido como en la forma, y despliega una vida santa completamente purificada y perfecta.

“’Un hombre hogareño o el hijo del hombre hogareño, o alguien que hubo renacido desde un hogar a otro, al escuchar este Dhamma, obtiene fe en el Tathagata… [se repite la porción del DN 2,41-63].

“’Gracias a su moral, no ve peligro alguno en ningún lado. Y experimenta, en sí mismo, la inmaculada felicidad proveniente del resguardo de la moral de los Nobles. De esta manera, se perfecciona en la moral. ¿Y de qué manera el monje guarda las puertas de sus sentidos?…  [se repite la porción del DN 2,64-74].

“’Y estando así, apartado de los placeres sensuales, apartado de los perjudiciales estados mentales, entra y permanece en el primer jhana, acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido, con el arrobamiento y placer, nacidos de la reclusión. Y todo su cuerpo está impregnado, bañado y colmado de este arrobamiento y placer nacidos de la reclusión, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo que no fuera impregnado por el arrobamiento y placer, nacidos de la reclusión. Entonces, para alguien que conoce así y ve así ¿es apropiado decir «el alma y el cuerpo es lo mismo», o «el alma es una cosa y el cuerpo otra»’ ― ‘Pues no lo es, amigo’ ― ‘Pero yo conozco y veo, y no digo «el alma y el cuerpo es lo mismo», ni digo «el alma es una cosa y el cuerpo otra»’.

[17] “’Además… [sigue lo mismo con el segundo, tercero y cuatro jhana, igual que en DN 2,77-82].

[18] “’La mente se inclina y tiende hacia el conocimiento y la visión. Ahora bien, para alguien que conoce así y ve así ¿es apropiado decir «el alma y el cuerpo es lo mismo», o «el alma es una cosa y el cuerpo otra»?’ ― ‘No, amigo’.

[19] “’Y él conoce esto: «He aquí, no hay nada más aquí». Ahora bien, para alguien que conoce así y ve así ¿es apropiado decir «el alma y el cuerpo es lo mismo», o «el alma es una cosa y el cuerpo otra»?’ ― ‘No, amigo’ ―  ‘Pero yo conozco y veo, entonces no digo «el alma y el cuerpo es lo mismo», ni digo «el alma es una cosa y el cuerpo otra»’”.

Esto es lo que el Bienaventurado dijo y el licchavi Otthaddha se regocijó en las palabras del Bienaventurado.

 

DN 7 Jaliya Sutta – Discurso con Jaliya

[Leer en pali]

[1] Esto he escuchado:

En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en el parque de Ghosita, cerca de Kosambi, cuando dos ascetas mendigantes de nombres Mandissa y Jaliya, púpilos del asceta de pelo enmarañado, se acercaron a él, intercambiaron cordiales saludos, se sentaron a un lado y le dijeron:

[sigue igual que en el sutta anterior: versos 1-5 y 15-19].

 


NOTA:

[1] Probablemente el nombre de pila de Nagita (cf. Walshe, 1995, p. 552).

 


FUENTES:

Walshe, M. (1995). Mahali Sutta: About Mahali. Heavenly Sound, Soul and Body y Jaliya Sutta: About Jaliya en The Long Discourses of the Buddha: A Translation of the Digha Nikaya, pp. 142-148.

Mahali y Jaliyasuttam en World Tipitaka Edition


Traducción: Anton P. Baron

Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2015. 

 

SN 1,25 Arahanta Sutta – Arahant

Un arahant sigue refiriéndose a sí mismo como un “yo”, pero usando semejantes términos como meras expresiones.

 


[Leer en pali]

[25] “Si un monje es un arahant,

Consumado, con las contaminaciones destruidas,

Alguien que soporta su cuerpo final,

¿Diría todavía ‘yo hablo’?

Y, ¿diría todavía ‘ellos me hablan a mí’?”.

“Si un monje es un arahant,

Consumado, con las contaminaciones destruidas,

Alguien que soporta su cuerpo final,

Todavía podría decir ‘yo hablo’,

Y todavía podría decir ‘ellos me hablan a mí’.

Hábil, conociendo el lenguaje del mundo,

Usa semejantes términos como meras expresiones”.

“Cuando un monje es un arahant,

Consumado, con las contaminaciones destruidas,

Alguien que soporta su cuerpo final,

¿Es porque ya llegado bajo la presunción

Que diría todavía ‘yo hablo’

Y, ¿diría todavía ‘ellos me hablan a mí’?”.

No hay nudos para quien abandonó la presunción;

Para él, todos los nudos de la presunción se consumaron.

 Aunque el sabio trascendió lo concebido,

Todavía puede decir ‘yo hablo’

Y todavía puede decir ‘ellos me hablan a mí’;

Él usa semejantes términos como meras expresiones”.

 


FUENTE:

Bodhi, B. (2000). The Arahant en The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston, EE.UU.: Wisdom Publications (versión digital), pp. 97-98.

Maradhitusuttam en Digital Pali Reader 


Traducido y editado por Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2010.

MN16 Cetokhila Sutta – El desierto en el corazón

El Buda enumera los desiertos que deben ser abandonados y los grilletes que deben ser rotos, para escapar de la esclavitud.


[Leer en pali]

[1] Esto he oído. En una ocasión el Bienaventurado se encontraba en Savatthi en la arboleda de Jetta del parque de Anathapindika. Ahí se dirigió a los monjes de esta manera “Monjes”. “Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:

[2] “Monjes, cualquier monje que pretenda crecer, incrementar y completar este Dhamma y Disciplina, y no haya abandonado los cinco desiertos y roto los cinco grilletes en el corazón, se vería imposibilitado de hacerlo.

[3] “¿Cuáles son, monjes, los cinco desiertos en el corazón que él no ha abandonado? He aquí, un monje que duda, que se encuentra perplejo, vacila y desconfía acerca del Maestro; debido a esto su mente no se inclina al ardor, a la devoción, a la perseverancia ni al esfuerzo. Y puesto que su mente no se inclina al ardor, a la devoción, a la perseverancia ni al esfuerzo, este es el primer desierto en el corazón que él no ha abandonado.

[4] “De nuevo, un monje que duda, que se encuentra perplejo, vacila y desconfía acerca del Dhamma… Y puesto que su mente no se inclina al ardor… este es el segundo desierto en el corazón que él no ha abandonado.

[5] “De nuevo, un monje que duda, que se encuentra perplejo, vacila y desconfía acerca del Sangha… Y puesto que su mente no se inclina al ardor… este es el tercer desierto en el corazón que él no ha abandonado.

[6] “De nuevo, un monje que duda, que se encuentra perplejo, vacila y desconfía acerca del entrenamiento… Y puesto que su mente no se inclina al ardor… este es el cuarto desierto en el corazón que él no ha abandonado.

[7] “De nuevo, un monje que se irrita y es descortés con sus compañeros de la vida santa, resentido y cruel para con ellos, [viviendo] con esto en mente, ésta no se dobla en favor del ardor, de la devoción, perseverancia o el esfuerzo. Y puesto que su mente no se inclina al ardor, a la devoción, a la perseverancia ni al esfuerzo, este es el quinto desierto en el corazón que él no ha abandonado.

“Estos son los cinco desiertos que él no ha abandonado.

[8] “¿Cuáles son, monjes, los cinco grilletes en el corazón que él no ha roto? He aquí, un monje que no se encuentra libre de la lujuria, de la codicia, del afecto, de la sed, de la fiebre y del deseo por los placeres sensuales; debido a esto su mente no se inclina al ardor, a la devoción, a la perseverancia ni al esfuerzo. Y puesto que su mente no se inclina al ardor, a la devoción, a la perseverancia ni al esfuerzo, este es el primer grillete en el corazón que él no ha roto.

[9] “De nuevo, un monje que no se encuentra libre de la lujuria, de la codicia, del afecto, de la sed, de la fiebre y del deseo por el cuerpo… Y puesto que su mente no se inclina al ardor… este es el segundo grillete en el corazón que él no ha roto.

[10] “De nuevo, un monje que no se encuentra libre de la lujuria, de la codicia, del afecto, de la sed, de la fiebre y del deseo por las formas… Y puesto que su mente no se inclina al ardor… este es el tercer grillete en el corazón que él no ha roto.

[11] “De nuevo, un monje come tanto como quiere, hasta que su vientre se atiborra, y se entrega a los placeres del dormir, de tomar la siesta o de permanecer recostado… Y puesto que su mente no se inclina al ardor… este es el cuarto grillete en el corazón que él no ha roto.

[12] “De nuevo, un monje vive la vida santa aspirando pertenecer a una orden divina pensando: ´Por esta virtud, observancia, ascetismo o esta práctica de la vida santa, me convertiré en un [gran] dios o algún dios [menor], debido a esto su mente no se inclina al ardor, a la devoción, a la perseverancia ni al esfuerzo. Y puesto que su mente no se inclina al ardor, a la devoción, a la perseverancia ni al esfuerzo, este es el quinto grillete en él corazón que él no ha roto.

“He aquí los cinco grilletes en el corazón que él no ha roto.

[13] “Monjes, para cualquier monje que pretenda crecer, incrementar y completar este Dhamma-y-Disciplina, y no haya abandonado los cinco desiertos y roto los cinco grilletes en el corazón, esto sería imposible.

[14] “Monjes, cualquier monje que pretenda crecer, incrementar y completar este Dhamma-y-Disciplina, y haya abandonado estos cinco desiertos y roto estos cinco grilletes en el corazón, se vería capacitado para hacerlo.

[15] “¿Cuáles son, monjes, los cinco desiertos en el corazón que han sido abandonados? He aquí, un monje que no duda se libera de la perplejidad, no vacila ni desconfía acerca del Maestro; debido a esto su mente se inclina al ardor, a la devoción, a la perseverancia y al esfuerzo. He aquí el primer desierto en el corazón que él ha abandonado. Y puesto que su mente se inclina al ardor, a la devoción, a la perseverancia y al esfuerzo, este es el primer desierto en el corazón que él ha abandonado.

[16] “De nuevo, un monje que no duda, que se libera de la perplejidad, no vacila, ni desconfía acerca del Dhamma… Y puesto que su mente se inclina al ardor… este es el segundo desierto en el corazón que él ha abandonado.

[17] “De nuevo, un monje que no duda, que se libera de la perplejidad, no vacila, ni desconfía acerca del Sangha… Y puesto que su mente se inclina al ardor… este es el tercer desierto en el corazón que él ha abandonado.

[18] “De nuevo, un monje que no duda, que se libera de la perplejidad, no vacila, ni desconfía acerca del entrenamiento… Y puesto que su mente se inclina al ardor… este es el cuarto desierto en el corazón que él ha abandonado.

[19] “De nuevo, un monje que no se irrita ni es descortés con sus compañeros de la vida santa, se libera del resentimiento y de la crueldad para con ellos, [viviendo] con esto en mente, ésta se dobla en favor del ardor, de la devoción, perseverancia o el esfuerzo. Y puesto que su mente se inclina al ardor, a la devoción, a la perseverancia y al esfuerzo, este es el quinto desierto en el corazón que él ha abandonado.

“Estos son los cinco desiertos en el corazón que él ha abandonado.

[20] “¿Cuáles son, monjes, los cinco grilletes en el corazón que se han roto? He aquí, un monje se encuentra libre de la lujuria, de la codicia, del afecto, de la sed, de la fiebre y del deseo por los placeres sensuales; debido a esto su mente se inclina al ardor, a la devoción, a la perseverancia y al esfuerzo. Y puesto que su mente se inclina al ardor, a la devoción, a la perseverancia y al esfuerzo, este es el primer grillete en el corazón que él ha roto.

[21] “De nuevo, un monje que se encuentra libre de la lujuria, de la codicia, del afecto, de la sed, de la fiebre y del deseo por el cuerpo… Y puesto que su mente se inclina al ardor, a la devoción, a la perseverancia y al esfuerzo, este es el segundo grillete en el corazón que él ha roto.

[22] “De nuevo, un monje que se encuentra libre de la lujuria, de la codicia, del afecto, de la sed, de la fiebre y del deseo por las formas… Y puesto que su mente se inclina al ardor, a la devoción, a la perseverancia y al esfuerzo, este es el tercer grillete en el corazón que él ha roto.

[23] “De nuevo, un monje no come tanto como quiere, hasta que su vientre se atiborre, ni se entrega a los placeres del dormir, tomar la siesta ni permanecer recostado… Y puesto que su mente se inclina al ardor, a la devoción, a la perseverancia y al esfuerzo, este es el cuarto grillete en el corazón que él ha roto.

[24] “De nuevo, un monje no vive la vida santa aspirando pertenecer a una orden divina pensando: ´Por esta virtud, observancia, ascetismo o esta práctica de la vida santa, me convertiré en un [gran] dios o algún dios [menor]; debido a esto su mente se inclina al ardor, a la devoción, a la perseverancia y al esfuerzo. Y puesto que su mente se inclina al ardor, a la devoción, a la perseverancia y al esfuerzo, este es el quinto grillete en él corazón que él ha roto.

[25] “Monjes, cualquier monje que pretenda crecer, incrementar y completar este Dhamma-y-Disciplina, y haya abandonado estos cinco desiertos y roto estos cinco grilletes en el corazón, se vería capacitado para hacerlo.

[26] “[Afianzándose en esto] él desarrolla la base del poder espiritual a partir de la concentración debido al deseo, a la determinación y al correcto esfuerzo; desarrolla la base del poder espiritual a partir de la concentración debido a la energía…, desarrolla la base del poder espiritual a partir de la concentración debido a [la pureza de] la mente…, desarrolla la base del poder espiritual a partir de la concentración debido a la investigación… [Culminando en] el entusiasmo como quinto factor.

[27] “Con cinco factores para desarrollar de tres formas distintas [concentración, esfuerzo y determinación], dotado de estas quince características uno es capaz de entender completamente, de alcanzar la insuperable paz de la unión, de realizar la insuperable iluminación, uno es capaz de pasar a la otra orilla.

“Supongamos que hubiera una gallina con ocho, diez o doce huevos, que ella haya cubierto…, una vez incubados, habiendo sido nutridos apropiadamente, aun si ella no deseara: ´Que mis polluelos puedan perforar sus cascarones con la punta de sus garras para romperlo y eclosionar con seguridad´, aun así, los polluelos serían capaces de hacerlo. Así también, un monje que posee estos quince factores, incluyendo el entusiasmo, es capaz de romper [el velo de la ignorancia], es capaz de la iluminación, capaz de alcanzar la suprema seguridad libre de la esclavitud“.

Esto es lo que el Bienaventurado dijo y los monjes se deleitaron con sus palabras.


FUENTE:

Ñanamoli, B. y B. Bodhi (2001). 16 Cetokhila Sutta: The Wilderness in the Heart. En The Middle Discourses of the Buddha: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 194-197.


Traducción: Rodolfo

Revisión, corrección y edición: Anton P. Baron y Federico Angulo

Publicación de Bosque Theravada, 2012-2014.

Borrador de Daniela

El Buda advierte sobre los peligros de la belleza femenina.


Esto he oído: En una ocasión, el Bienaventurado se había quedado en Savatthi, en el bosquecillo de Jeta, en el Parque de Anathapindika. Entonces, el Bienaventurado se dirigió a los monjes de esta forma:

“Monjes”.

“Sí, venerable señor”, respondieron los monjes. Entonces, el Bienaventurado les dijo estas palabras:

“Monjes, yo no conozco ninguna otra forma particular, que sea tan esclavizante para el corazón del hombre, que la forma de la mujer. Monjes, la forma de la mujer obsesiona el corazón del hombre.

“Monjes, yo no conozco ningún otro sonido particular, que sea tan esclavizante para el corazón del hombre, que la voz de la mujer. Monjes, la voz de la mujer obsesiona el corazón del hombre.

“Monjes, yo no conozco ningún otro perfume… ningún otro sabor… ningún otro tacto particular, que sea tan esclavizante para el corazón del hombre, que el tacto de la mujer. Monjes, el tacto de la mujer obsesiona el corazón del hombre.

“Monjes, yo no conozco ninguna otra forma particular, ningún otro sonido, perfume, sabor y tacto, que sea tan esclavizante para el corazón de la mujer que la forma, el sonido, el perfume, el sabor y el tacto del hombre. Monjes, todas estas cosas obsesionan el corazón de la mujer.

 


1. Bikkhus en pali


 

 

Traducido y editado por Isidatta para el Bosque Theravada © 2008

Esta traducción está basada en las siguientes fuentes: el texto en pali “Chattha Sangayana” en CD-Rom, versión 3. Texto en inglés: “The Book of the Gradual sayings” Vol. I (Ones, Twos, Threes) Traducido por F.L. Woodward, M.A. Lancaster, Pali Text Society. Págs. 1-2.

Para libre distribución. Esta obra se puede volver a publicar, formatear, imprimir y redistribuir por medio de cualquier soporte, siempre y cuando no sea para los fines lucrativos. Es el deseo del autor, sin embargo, que dicha publicación y distribución sea accesible a todo publico sin restricciones algunas, como también toda traducción u otra obra derivada sea señalada como tal.