MN 17 Vanapattha Sutta – Discurso sobre la espesura de la jungla

El Buda explica las condiciones bajo las cuales un monje debería permanecer en la espesura de la jungla o debería buscar otro lugar. 


[Leer en pali]  

Esto he escuchado,

En cierta ocasión, el Bienaventurado estaba morando en Savatthi, en la arboleda de Jeta del Parque de Anathapindika. Estando allí se dirigió a los monjes diciendo: “Monjes”.

«Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:

“Monjes, voy a enseñaros el discurso sobre la espesura de la jungla. Escuchad y prestad atención que voy a hablar”.

«Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado dijo:

“Monjes, he aquí que un monje mora en la espesura de la jungla. Y mientras está morando allí su inestable atención consciente no llega a establecerse, su desconcentrada mente no llega a concentrarse, sus contaminaciones no destruidas no llegan a destruirse y no alcanza la inalcanzada suprema liberación de la esclavitud. Al mismo tiempo, los requisitos para la vida que deben ser obtenidos por el renunciante —ropa, comida de las limosnas, lugar de descanso, requisitos medicinales— le son difíciles de conseguir. En tal situación, el monje debería considerar esto: ‘Estoy morando en la espesura de la jungla. Y mientras estoy morando aquí mi inestable atención consciente no llega a establecerse… no alcanzo la inalcanzada suprema liberación de la esclavitud. Al mismo tiempo, los requisitos para la vida que deben ser obtenidos por el renunciante… me son difíciles de conseguir’. Habiendo reflexionado así, aquel monje debería partir de aquella espesura de la jungla esa misma noche o aquel mismo día y no debería continuar viviendo allí.

“Monjes, he aquí que un monje mora en la espesura de la jungla. Y mientras está morando allí su inestable atención consciente no llega a establecerse, su desconcentrada mente no llega a concentrarse, sus contaminaciones no destruidas no llegan a destruirse y no alcanza la inalcanzada suprema liberación de la esclavitud. Al mismo tiempo, los requisitos para la vida que deben ser obtenidos por el renunciante —ropa, comida de las limosnas, lugar de descanso, requisitos medicinales— le son fáciles de conseguir. En tal situación, el monje debería considerar esto: ‘Estoy morando en la espesura de la jungla. Y mientras estoy morando aquí mi inestable atención consciente no llega a establecerse… no alcanzo la inalcanzada suprema liberación de la esclavitud. Pero los requisitos para la vida que deben ser obtenidos por el renunciante… me son fáciles de conseguir’. Habiendo reflexionado así, aquel monje debería partir de aquella espesura de la jungla esa misma noche o aquel mismo día y no debería continuar viviendo allí.

“Monjes, he aquí que un monje mora en la espesura de la jungla. Y mientras está morando allí su inestable atención consciente llega a establecerse, su desconcentrada mente llega a concentrarse, sus contaminaciones no destruidas llegan a destruirse y alcanza la inalcanzada suprema liberación de la esclavitud. Pero, los requisitos para la vida que deben ser obtenidos por el renunciante —ropa, comida de las limosnas, lugar de descanso, requisitos medicinales— le son difíciles de conseguir. En tal situación, el monje debería considerar esto: ‘Estoy morando en una espesura de la jungla. Y mientras estoy morando aquí mi inestable atención consciente ha llegado a establecerse… he alcanzado la inalcanzada suprema liberación de la esclavitud. Pero los requisitos para la vida que deben ser obtenidos por el renunciante… me son difíciles de conseguir. Sin embargo, no he renunciado a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar, con el fin de obtener ropas, comida de las limosnas, lugar de descanso y requisitos medicinales. Además, mientras estoy morando aquí mi inestable atención consciente ha llegado a establecerse… he alcanzado la inalcanzada suprema liberación de la esclavitud’. Habiendo reflexionado así, aquel monje debería continuar viviendo allí y no partir.

“Monjes, he aquí que un monje mora en la espesura de la jungla. Y mientras está morando allí su inestable atención consciente llega a establecerse, su desconcentrada mente llega a concentrarse, sus contaminaciones no destruidas llegan a destruirse y alcanza la inalcanzada suprema liberación de la esclavitud. Además, los requisitos para la vida que deben ser obtenidos por el renunciante —ropa, comida de las limosnas, lugar de descanso, requisitos medicinales— le son fáciles de conseguir. En tal situación, el monje debería considerar esto: ‘Estoy morando en la espesura de la jungla. Y mientras estoy morando aquí mi inestable atención consciente ha llegado a establecerse… he alcanzado la inalcanzada suprema liberación de la esclavitud. Además, los requisitos para la vida que deben ser obtenidos por el renunciante… me son fáciles de conseguir’. Habiendo reflexionado así, aquel monje debería continuar viviendo en aquella espesura de la jungla por el resto de su vida y no debería partir.

“Monjes, he aquí que un monje mora dependiendo de una aldea…

“Monjes, he aquí que un monje mora dependiendo de un pueblo…

“Monjes, he aquí que un monje mora dependiendo de una ciudad…

“Monjes, he aquí que un monje mora dependiendo de un país…

“Monjes, he aquí que un monje mora dependiendo de una persona… (igual que el verso 3)… Habiendo reflexionado así, aquel monje debería alejarse de aquella persona esa misma noche o aquel mismo día sin despedirse y no debería continuar junto a ella.

“Monjes, he aquí que un monje mora dependiendo de una persona… (igual que el verso 4)… Habiendo reflexionado así, aquel monje debería alejarse de aquella persona después de haberse despedido y no debería continuar junto a ella.

“Monjes, he aquí que un monje mora dependiendo de una persona… (igual que el verso 5)… Habiendo reflexionado así, aquel monje debería continuar siguiendo a esa persona y no debería separarse de ella.

“Monjes, he aquí que un monje mora dependiendo de una persona… (igual que el verso 6)… Habiendo reflexionado así, aquel monje debería continuar siguiendo a esa persona por el resto de la vida y nunca debería separarse de ella”.

Esto fue lo que dijo el Bienaventurado y los monjes, satisfechos, se regocijaron en las palabras del Bienaventurado.  

 


 FUENTE:

BHIKKHU ÑANAMOLI y BHHIKHU Bodhi (2001) “Vanapattha Sutta: Jungle Thickets” en The Middle Length Discourses of the Buddha: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Págs. 198–200.

“Vanapatthasutta” en World Tipitaka Edition http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/9M/2/2.7 (5/13/2008)


Traducción: Anton P. Baron

Edición: Federico Angulo

Publicación de Bosque Theravada, 2008, 2019.  

 

 

 

MN 85 Bodhirajakumara Sutta – El príncipe Bodhi

El Buda rechaza la idea según la cual el placer debe ser ganado mediante el dolor, contando la historia de su propia búsqueda de la iluminación.


[Leer en pali]

[1] Esto he escuchado:

En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Sumsumaragira del Parque de los Venados, en el país de los bhaggas, en Sutinsumaragira.

[2] Fue cuando se construyó recientemente un palacio del príncipe Bodhi, llamado Kokanada, que aún no se encontraba habitado por asceta, brahmán o ser humano alguno.

[3] Entonces, el Príncipe Bodhi se dirigió al estudiante de brahmán Sanjikaputta así: “Ven, querido Sanjikaputta, ve junto al Bienaventurado y ríndele homenaje en mi nombre con tu cabeza inclinada a sus pies y pregúntale si está libre de enfermedad y aflicción, si se encuentra saludable y confortable, diciéndole esto: ‘Venerable Señor, el príncipe Bodhi le rinde homenaje con su cabeza inclinada a sus pies y le pregunta si está libre de enfermedad y aflicción, si se encuentra saludable y confortable’. Acto seguido, dile esto: ‘Venerable Señor, que el Bienaventurado, junto con el Sangha de los monjes, consienta en aceptar mañana una comida del príncipe Bodhi’”.

Si señor”, respondió Sanjikaputta y fue junto al Bienaventurado e intercambio cordiales saludos con él. Cuando concluyeron sus corteses y amables charlas y palabras de bienvenida, se sentó a un lado y dijo: “Maestro Gotama, el Príncipe Bodhi rinde homenaje con su cabeza inclinada a los pies del maestro Gotama y le pregunta si está libre de enfermedad y aflicción, si se encuentra saludable y confortable. Y también me dijo: ‘Que el Bienaventurado, junto con el Sangha de los monjes, consienta en aceptar mañana una comida del príncipe Bodhi’”.

[4] Y el Bienaventurado aceptó en silencio. Entonces, sabiendo que el Bienaventurado había aceptado, Sanjikaputta se levantó de su asiento, se fue junto al Príncipe Bodhi y le contó lo que había ocurrido, añadiendo: “El asceta Gotama ha aceptado”.

[5] Entonces, acabada la noche, el príncipe Bodhi exhibió varias clases de buena comida preparada en su propia residencia, además adornó el Palacio Kokanada con una tela blanca poniéndola como alfombra que cubría hasta el último escalón de la escalera. Acto seguido, el príncipe Bodhi se dirigió al estudiante de brahmán Sanjikaputta así: “Ven, querido Sanjikaputta, ve junto al Bienaventurado e infórmale que ya es tiempo, de esta manera: ‘Ya es tiempo, Venerable Señor, la comida está lista’”.

Si señor”, respondió Sanjikaputta y fue junto al Bienaventurado a anunciarle que era tiempo de esta manera: “Ya es tiempo, Venerable Señor, la comida está lista”.

[6] Entonces, de mañana temprano, el Bienaventurado se vistió, tomó su cuenco y hábito exterior, y se fue a la residencia del príncipe Bodhi.

[7] En esa ocasión el príncipe Bodhi se encontraba esperando al Bienaventurado en el atrio exterior. Cuando vio al Bienaventurado desde cierta distancia acercarse, salió a recibirle y rendirle homenaje; acto seguido, permitiendo a que el Bienaventurado le precediera, se dirigieron al palacio Kokanada. Sin embargo, el Bienaventurado se detuvo en el primer peldaño de la escalera. Entonces, el príncipe Bodhi le dijo: “Venerable Señor, que el Bienaventurado pise la tela, que el Sublime pise la tela, esto conducirá a mi bienestar y felicidad por mucho tiempo”. Pero cuando se dijo esto, el Bienaventurado permaneció en silencio.

Y por segunda vez… por tercera vez el Principe Bodhi le dijo: “Venerable Señor, que el Bienaventurado pise la tela, que el Sublime pise la tela, esto conducirá a mi bienestar y felicidad por mucho tiempo”.

Entonces, el Bienaventurado miró al Venerable Ananda y el Venerable Ananda dijo al Príncipe Bodhi: “Príncipe, la tela debe ser retirada. El Bienaventurado no pisará una tira de tela; el Tathagata tiene compasión de las futuras generaciones [1]”.

[8] Acto seguido, el príncipe Bodhi hizo retirar la tela. Y en los apartamentos superiores del palacio Kokanada había asientos preparados [para esa ocasión], de modo que el Bienaventurado y el Sangha de los monjes subieron al palacio Kokanada y se sentaron en los asientos que estaban preparados para ellos.

[9] Entonces, el príncipe Bodhi sirvió con sus propias manos las diferentes clases de buena comida al Sangha de los monjes, encabezada por el Buda, hasta satisfacerles. Cuando el Bienaventurado había terminado de comer y había retirado su mano del cuenco, el príncipe Bodhi se sentó a un lado y dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, hemos pensado esto: ‘El placer no se obtiene por medio del placer, el placer se obtiene por medio del dolor’ [2].

[10] “Príncipe, antes de mi Iluminación, cuando aún era un Bodhisatta no plenamente iluminado, se me ocurrió este pensamiento: ‘El placer no se obtiene por medio del placer, el placer se obtiene por medio del dolor’.

[11] «Más tarde, cuando era joven, un hombre de cabello negro, dotado de la bendición de la juventud, en la primicia de la vida, aunque mi madre y padre desearon otra cosa y derramaron lágrimas, afeité mi cabeza y la barba, me puse el hábito amarillo y salí del hogar para asumir un estilo de vida sin hogar.

[12] «Habiendo renunciado, príncipe, en busca de lo que es saludable, buscando el estado supremo de la de paz sublime, fui junto a Alara Kalama y le dije: ‘Amigo Kalama, quiero llevar la vida santa en este Dhamma-y-Disciplina’. Alara Kalama me contestó: ‘El venerable señor se puede quedar aquí. Este Dhamma es tal que un hombre sabio puede entrar pronto y morar en él, alcanzando por sí mismo a través del conocimiento directo la doctrina de su maestro’. Y así, pronto aprendí aquel Dhamma. En cuanto a la mera recitación y enumeración [de los puntos] de su enseñanza, podía hablar con conocimiento y seguridad; entonces, afirmé: ‘Conozco y veo’. Y hubo otros que hicieron lo mismo.

«Entonces, consideré esto: ‘No es solamente a través de la mera fe que Alara Kalama declara: «Alcanzándolo por mí mismo con conocimiento directo, entro y permanezco en este Dhamma». Ciertamente, Alara Kalama permanece conociendo y viendo este Dhamma’. Entonces, fui junto a Alara Kalama y le pregunté: ‘Amigo Kalama, ¿de qué forma declaras que, alcanzándolo por ti mismo con el conocimiento directo entras y permaneces en este Dhamma?’. Y contestando, me declaró la base de la nada.

«Entonces, consideré esto: ‘No solamente Alara Kalama tiene la fe, la energía, la atención consciente, la concentración y la sabiduría. Yo también tengo la fe, la energía, la atención consciente, la concentración y la sabiduría. ¿Qué tal si me esfuerzo por alcanzar el Dhamma en el que Alara Kalama declara que entra y permanece, alcanzándolo por sí mismo con el conocimiento directo?’.

«Y así, pronto entré y moré en ese Dhamma, alcanzándolo por mí mismo con el conocimiento directo. Entonces fui junto a Alara Kalama y le pregunté: ‘Amigo Kalama, ¿es de esta manera que declaras que entras y moras en este Dhamma habiéndolo alcanzado por ti mismo con el conocimiento directo?’. ‘Esa es la manera, amigo’. ‘Es de esta manera, amigo, que también yo entro y resido en este Dhamma, habiéndolo alcanzado por mí mismo con el conocimiento directo’. ‘Es una ganancia para nosotros, amigo, una gran ganancia para nosotros, que tengamos semejante venerable señor como compañero en la vida santa. Así que el Dhamma en el que yo declaro que entro y permanezco, habiéndolo alcanzado por mí mismo, con el conocimiento directo, es el Dhamma en el que también tú entras y permaneces, habiéndolo alcanzado por ti mismo con el conocimiento directo. Y el Dhamma en el que tú entras y permaneces, habiéndolo alcanzado por ti mismo con el conocimiento directo, es el mismo Dhamma en el que yo declaro que también entro y permanezco, habiéndolo alcanzado por mí mismo con el conocimiento directo. Así pues, conoces el Dhamma que yo conozco y yo conozco el Dhamma que tú conoces. Así como soy yo, eres tú; y como eres tú, soy yo. Ven, amigo, dirijamos esta comunidad juntos’.

«De esta manera, Alara Kalama, mi maestro, me puso a mí, su alumno, en el mismo nivel que él y me otorgó el honor más elevado. Pero se me ocurrió esto: ‘Este Dhamma no conduce al desencanto, al desapasionamiento, al cese, a la paz, al conocimiento directo, al Despertar, al Nibbana, sino solo a la reaparición en la base de la nada’. No estando satisfecho con ese Dhamma, decepcionado, me marché.

[13] «Siguiendo con la búsqueda de lo que es saludable, buscando el estado supremo de la de paz sublime, fui junto a Uddaka Ramaputta y le dije: ‘Amigo, quiero llevar la vida santa en este Dhamma-y-Disciplina’. Uddaka Ramaputta contestó: ‘El venerable señor se puede quedar aquí. Este Dhamma es tal que un hombre sabio puede entrar pronto y permanecer en él, alcanzando por sí mismo a través del conocimiento directo la doctrina de su maestro’. Así que pronto aprendí ese Dhamma. En cuanto a la mera recitación y enumeración [de los puntos] de su enseñanza, podía hablar con conocimiento y seguridad; entonces, afirmé esto: ‘Conozco y veo’. Y hubo otros que hicieron lo mismo.

«Entonces, consideré esto: ‘No fue solamente a través de la mera fe que Rama declaró: «Alcanzado por mí mismo con conocimiento directo, entro y permanezco en este Dhamma». Ciertamente Rama permanece conociendo y viendo este Dhamma’. Entonces fui junto a Uddaka Ramaputta y le pregunté: ‘Amigo, ¿de qué forma declaró Rama que, alcanzado por él mismo con el conocimiento directo entró y permaneció en este Dhamma?’. Y contestando, Uddaka Ramaputta declaró la base de la ni-percepción-ni-no-percepción.

«Entonces, consideré esto: ‘No solamente Rama tiene la fe, la energía, la atención consciente, la concentración y la sabiduría. Yo también tengo la fe, la energía, la atención consciente, la concentración y la sabiduría. ¿Qué tal si me esfuerzo por alcanzar el Dhamma en el que Rama declaró que entró y permaneció, alcanzándolo por sí mismo con el conocimiento directo?’.

«Y así, pronto entré y permanecí en ese Dhamma, alcanzándolo por mí mismo con el conocimiento directo. Entonces fui junto a Uddaka Ramaputta y le pregunté: ‘Amigo, ¿es de esta manera que Rama declaró que entró y permaneció en este Dhamma alcanzándolo por sí mismo con el conocimiento directo?’. ‘Esa es la manera, amigo’. ‘Es de esta manera, amigo, que yo también entro y permanezco en este Dhamma, alcanzándolo por mí mismo con el conocimiento directo’. ‘Es una ganancia para nosotros, amigo, una gran ganancia para nosotros, que tengamos a semejante venerable señor como compañero en la vida santa. Así que el Dhamma en el que Rama declaró que entró y permaneció, alcanzándolo por sí mismo con el conocimiento directo, es el mismo Dhamma en el que tú entras y permaneces, habiéndolo alcanzado por ti mismo con el conocimiento directo. Y el Dhamma en el que tú entras y permaneces, alcanzándolo por ti mismo con el conocimiento directo, es el Dhamma en el que Rama declaró que entró y permaneció alcanzándolo por sí mismo con el conocimiento directo. Así pues, conoces el Dhamma que conoció Rama y Rama conoció el Dhamma que tú conoces. Como fue Rama, eres tú; como eres tú, fue Rama. Ven, amigo, dirige ahora tú esta comunidad’.

«De esta manera, Uddaka Ramaputta, mi compañero en la vida santa, me puso en la posición de un maestro y me concedió el honor más elevado. Pero se me ocurrió esto: ‘Este Dhamma no lleva al desencanto, al desapasionamiento, al cese, a la paz, al conocimiento directo, al Despertar, al Nibbana, sino solo a la reaparición en la base de la ni-percepción-ni-no-percepción’. No estando satisfecho con ese Dhamma, decepcionado, me marché.

[14] «Siguiendo con la búsqueda, príncipe, de lo que es saludable, buscando el estado supremo de la de paz sublime, recorrí por partes el país de Magadha, hasta que finalmente llegué a Uruvela, en Senanigama. Allí vi un terreno agradable, un bosque encantador con un río de aguas claras con agradables y suaves riberas, que estaba cerca de un pueblo donde obtener la comida de las limosnas. Entonces, consideré esto: ‘Este es un terreno agradable, este es un bosque encantador con un río de aguas claras con agradables y suaves riberas, que está cerca del pueblo donde obtener la comida de la limosnas. Esto será apropiado para que el hijo de clan haga el esfuerzo, que intente esforzarse’. Y me senté allí pensando: ‘Esto será apropiado para hacer el esfuerzo’.

[15] «Entonces, se me ocurrieron tres símiles nunca antes oídos. Imagínate un trozo de madera verde y húmeda sumergida en el agua, y un hombre que se acercara a ella con un palo pensando: ‘Encenderé un fuego y generaré calor’.

«¿Qué te parece, príncipe? ¿Será capaz ese hombre de encender un fuego y generar calor frotando su palo con el trozo de madera verde y húmeda sumergida en el agua?».

«No, Maestro Gotama, porque se trata de un trozo de madera verde y húmeda sumergida en el agua. Ese hombre no hará más que cansarse y exasperarse».

«De igual modo, aquellos ascetas y brahmanes que, aun no [3] viviendo con cuerpos y mentes retirados de los placeres de los sentidos, no han renunciado y sosegado íntegramente en su interior el deseo impulsivo, obsesivo, obnubilado, ansioso y ardiente por los placeres de los sentidos, aunque sientan dolores penetrantes y punzantes, provocados por el esfuerzo, están incapacitados para el conocimiento y la visión, la más elevada iluminación. Este es el primer símil nunca antes oído que se me ocurrió.

[16] «Luego se me ocurrió el segundo símil nunca antes oído. Imagínate un trozo de madera verde y húmeda que está en tierra firme lejos del agua y un hombre que se acercara a ella con un palo pensando: ‘Encenderé un fuego y generaré calor’.

«¿Qué te parece, príncipe? ¿Será capaz ese hombre de encender un fuego y generar calor frotando su palo con el trozo de madera verde y húmeda que está en tierra firme lejos del agua?».

«No, Maestro Gotama, porque se trata de un trozo de madera verde y húmeda, aunque esté en tierra firme lejos del agua. Ese hombre no hará más que cansarse y exasperarse».

«De igual modo, aquellos ascetas y brahmanes que no vivan con cuerpos y mentes retirados de los placeres de los sentidos, que no hayan renunciado y sosegado íntegramente en su interior el deseo impulsivo, obsesivo, obnubilado, ansioso y ardiente por los placeres de los sentidos, aunque sientan dolores penetrantes y punzantes, provocados por el esfuerzo, están incapacitados para el conocimiento y la visión, la más elevada iluminación. Éste es el segundo símil nunca antes oído que se me ocurrió.

[17] «Luego se me ocurrió el tercer símil nunca antes oído. Imagínate un trozo de madera seca y sin humedad que está en tierra firme, lejos del agua, y un hombre que se acercara a ella con un palo pensando: ‘Encenderé un fuego y generaré calor’.

«¿Qué te parece, príncipe? ¿Será capaz ese hombre de encender un fuego y generar calor frotando su palo con el trozo de madera seca y sin humedad que está en tierra firme lejos del agua?».

«Sí, Maestro Gotama, porque se trata de un trozo de madera seca y sin humedad que está en tierra firme y lejos del agua».

«De igual modo, aquellos ascetas y brahmanes que viven con cuerpos y mentes retirados de los placeres de los sentidos, que han renunciado y sosegado íntegramente en su interior el deseo impulsivo, obsesivo, obnubilado, ansioso y ardiente por los placeres de los sentidos, tanto si sienten dolores penetrantes y punzantes, como si no los sienten, ésos sí que están capacitados para el conocimiento y la visión, la más elevada iluminación. Éste es el tercer símil que me vino a la cabeza y que no había oído anteriormente.

«Éstos son los tres símiles nunca antes oídos que se me ocurrieron.

[18] «Entonces, pensé: ‘¿Y si apretando los dientes y con la lengua tocando el paladar sometiera, subyugara y dominara la mente con la mente?’. Así, con los dientes apretados y la lengua tocando el paladar, sometí, subyugué y dominé la mente con la mente. Haciendo tal esfuerzo, me corría el sudor por los sobacos. Al igual que un hombre fuerte, agarrando por la cabeza o los hombros a un hombre débil, lo sometería, subyugaría y dominaría, apretando los dientes con la lengua tocando el paladar, sometí, subyugué y dominé la mente con la mente, mientras me corría el sudor por los sobacos. Pero, a pesar de poner infatigable energía y establecer ininterrumpida atención, mi cuerpo estaba excitado y desasosegado por el doloroso esfuerzo al que fue sometido.

[19] «Entonces, pensé: ‘¿Y si me concentrara en meditar sin respirar?’. De manera que dejé de inhalar y exhalar por boca y nariz. Al hacer esto me zumbaban poderosamente los oídos como cuando sopla un fuerte viento. Como el fuerte resuello del fuelle de un herrero, al dejar de inhalar y exhalar por boca y nariz me zumbaban poderosamente los oídos. Pero, a pesar de poner infatigable energía y establecer interrumpida atención, mi cuerpo estaba excitado y desasosegado por el doloroso esfuerzo al que fue sometido.

[20] «Luego, pensé: ‘¿Y si me concentrara aún más en meditar sin respirar?’. De manera que dejé de inhalar y exhalar por boca, nariz y oídos. Al hacer esto me zumbaba poderosamente la cabeza como cuando sopla un fuerte viento. Como si un hombre fuerte me clavara una espada afilada en la cabeza, al dejar de inhalar y exhalar por boca, nariz y oídos, me zumbaba poderosamente la cabeza. Pero, a pesar de poner infatigable energía y establecer ininterrumpida atención, mi cuerpo estaba excitado y desasosegado por el doloroso esfuerzo al que fue sometido.

[21] «Luego, pensé: ‘¿Y si me concentrara aún más en meditar sin respirar?’. De manera que dejé de inhalar y exhalar por boca, nariz y oídos. Al hacer eso, sufrí fuertes dolores de cabeza. Como si un hombre fuerte me estrujara la cabeza con una correa de cuero, al dejar de inhalar y exhalar por boca, nariz y oídos sufrí fuertes dolores de cabeza. Pero, a pesar de poner infatigable energía y establecer ininterrumpida atención, mi cuerpo estaba excitado y desasosegado por el doloroso esfuerzo al que fue sometido.

[22] «Luego, pensé: ‘¿Y si me concentrara aún más en meditar sin respirar?’. De manera que dejé de inhalar y exhalar por boca, nariz y oídos. Al hacer eso, fuertes zumbidos de vientos me desgarraban el vientre. Como si un carnicero experto o su aprendiz destripasen una res con un afilado cuchillo de carnicero, al dejar de inhalar y exhalar por boca, nariz y oídos, fuertes zumbidos de vientos me desgarraban el vientre. Pero, a pesar de poner infatigable energía y establecer ininterrumpida atención, mi cuerpo estaba excitado y desasosegado por el doloroso esfuerzo al que fue sometido.

[23] «Luego, pensé: ‘¿Y si me concentrara aún más en meditar sin respirar?’. De manera que dejé de inhalar y exhalar por boca, nariz y oídos. Al hacer eso, el cuerpo me ardía intensamente. Como si dos hombres fuertes, agarrando por ambos brazos a un hombre débil lo abrasaran sobre un pozo de carbones al rojo, al dejar de inhalar y exhalar por boca, nariz y oídos, el cuerpo me ardía intensamente. Pero, a pesar de poner infatigable energía y establecer ininterrumpida atención, mi cuerpo estaba excitado y desasosegado por el doloroso esfuerzo al que fue sometido.

[24] «Entonces, príncipe, al verme en tal estado, algunos dioses decían: ‘El asceta Gotama ha muerto’. Otros dioses decían: ‘El asceta Gotama no ha muerto pero está moribundo’. Otros dioses decían: ‘El asceta Gotama ni ha muerto ni está moribundo, el asceta Gotama es un santo y así es como viven los santos’.

[25] «Luego, pensé: ‘¿Y si dejara de comer del todo?’. Entonces los dioses se me acercaron y me dijeron: ‘Señor, no dejéis de comer del todo. Si lo hacéis, os alimentaremos con la comida de los dioses a través de los poros de la piel y os sustentaréis con ella’.

«Entonces pensé: ‘Si afirmo que practico la abstinencia, pero los dioses me alimentan con su comida y me sustento con ella, entonces estaré mintiendo’. De manera que desistí diciendo a los dioses: ‘Está bien’.

[26] «Después pensé: ‘¿Y si comiera sólo un poco cada vez, una sola cucharada de sopa de judías o de lentejas o de garbanzos o de guisantes?’. Así lo hice y mi cuerpo quedó extenuado. De comer tan poco, mis miembros parecían los tallos de una enredadera marchita, mi trasero la pezuña de un buey, mis vértebras las cuentas de un abalorio, mis costillas sobresalían como las canaleras de un tejado en ruinas, mis ojos se hundían en sus órbitas como el agua en un pozo profundo, mi cuero cabelludo se arrugaba y encogía como una calabaza verde y amarga que, arrancada antes de tiempo, expuesta al viento y al sol, se arruga y encoge. La piel del vientre llegó a pegarse a mi espina dorsal y, si se me ocurría tocarla, era mi espina dorsal lo que tocaba; si se me ocurría tocar mi espina dorsal, era la piel de mi vientre lo que tocaba. Cuando tenía que hacer mis necesidades, me caía de bruces allí mismo. Si trataba de aliviarme dándome friegas, el pelo, podrido en sus raíces, se me caía a medida que iba dando friegas.

[27] «Algunos hombres al verme decían: ‘El asceta Gotama es negro’; otros decían: ‘El asceta Gotama no es negro sino moreno’; otros decían: ‘El asceta Gotama no es ni negro ni moreno, es amarillo’.

«Hasta ese punto, príncipe, el puro y limpio color de mi piel se deslució, y todo ello de comer tan poco.

[28] «Entonces pensé: ‘Ha habido en el pasado, habrá en el futuro y hay también hoy en día, ascetas y brahmanes que han experimentado dolores penetrantes y punzantes provocados por el esfuerzo, pero no los hay que en nada superen a éstos. Sin embargo, no he llegado a través de ellos a ningún estado sobrehumano ni a ningún conocimiento y visión propios de los Nobles, ¿no habrá otro camino hacia la iluminación?’.

[29] «Entonces, príncipe, recordé: ‘Un día, cuando mi padre, del clan de los sakyas, estaba trabajando, yo me encontraba sentado tomando la fresca a la sombra de un árbol. Allí, apartado de los deseos de los sentidos, apartado de lo que es perjudicial, alcancé y permanecí en la primera abstracción meditativa, en la que hay gozo y felicidad nacidos del aislamiento y va acompañada de ideación y reflexión’. ¿No podría ser ése el camino hacia la iluminación?’.

«Y, a la luz de aquel recuerdo, comprendí: ‘Éste es el camino hacia la iluminación’.

[30] «Entonces pensé: ‘¿Por qué temer a una felicidad que no tiene nada que ver con los placeres de los sentidos ni con lo que es perjudicial?’.

«Y me dije: ‘No temo a esa felicidad que no tiene nada que ver con los placeres de los sentidos ni con lo perjudicial’.

[31] «Entonces, príncipe, pensé: ‘No es fácil lograr esa felicidad con un cuerpo llegado a tanta extenuación, ¿y si comiera algo sólido, arroz hervido y cuajada?’.

«Así que comí algo sólido, arroz hervido y cuajada. En aquella ocasión me acompañaban cinco monjes que pensaban: ‘Si el asceta Gotama logra la Enseñanza, nos lo dirá’. Pero, por tomar algo sólido, arroz y cuajada, se decepcionaron conmigo y se fueron pensando: ‘El asceta Gotama se pega la buena vida, ha dejado de lado el esfuerzo dándose a la buena vida’.

[32] «Así que, tras ingerir comida sólida y haber recuperado fuerza, apartado de los deseos de los sentidos, apartado de lo que es perjudicial, alcancé y permanecí en la primera abstracción meditativa [4], en la que hay gozo y felicidad nacidos del apartamiento, y va acompañada de ideación y reflexión.

[33] «Luego, al cesar la ideación y la reflexión, alcancé y permanecí en la segunda abstracción meditativa, en la que hay gozo y felicidad nacidos de la concentración, está libre de ideación y reflexión, y va acompañada de unificación de la mente y serenidad interior.

[34] «Luego, al desvanecerse el gozo, permanecí ecuánime, atento y lúcido, experimentando con el cuerpo aquel estado de felicidad que los Nobles llaman: ‘Vivir feliz, atento y ecuánime’, con lo que alcancé y permanecí en la tercera abstracción meditativa.

[35] «Luego, al renunciar al placer, al renunciar al dolor, y previa desaparición de la alegría y la aflicción, alcancé y permanecí en la cuarta abstracción meditativa, sin dolor ni placer, completamente purificada por la atención y la ecuanimidad.

[36] «Entonces, con la mente así concentrada, completamente purificada, nítida, intachable, libre de impurezas, maleable, dispuesta para la acción, equilibrada, inmutable, la dirigí hacia el conocimiento y recuerdo de mis vidas anteriores. Recordé mis múltiples vidas anteriores, es decir, un nacimiento, dos, tres, cuatro, cinco, diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, cien, mil, cien mil nacimientos, muchos ciclos cósmicos de contracción, muchos ciclos cósmicos de expansión, muchos ciclos cósmicos de contracción y expansión: ‘Allí, así me llamaba, tal era mi familia, tal era mi apariencia, tal era mi alimento, así experimenté placer y dolor, tanto así duró mi vida, allí fallecí y en otra parte reaparecí; allí, así me llamaba, tal era mi familia, tal era mi apariencia, tal era mi alimento, así experimenté placer y dolor, tanto así duró mi vida, allí fallecí y aquí reaparecí’.

«Así recordé mis múltiples vidas anteriores con sus características y detalles.

[37] «Éste, príncipe, fue el primer conocimiento que logré en el primer tercio de la noche. La ignorancia se desvaneció y el conocimiento surgió, las tinieblas se desvanecieron y la luz surgió, como sucede cuando uno permanece alerta, constante y diligente.

[38] «Luego, con la mente así concentrada, completamente purificada, nítida, intachable, libre de impurezas, maleable, dispuesta para la acción, equilibrada, inmutable, la dirigí hacia el conocimiento del nacer y morir de los seres. Con el ojo divino purificado, que va más allá del humano, vi a los seres falleciendo y reapareciendo, conocí a los seres inferiores, superiores, bellos, feos, afortunados y desafortunados según sus acciones anteriores, y supe: ‘Ciertamente, los seres de mala conducta corporal, de mala conducta verbal, de mala conducta mental, que insultan a los Nobles, que sostienen concepciones erróneas, cuyas acciones se derivan de concepciones erróneas, tras la muerte y descomposición del cuerpo, reaparecen en la perdición, en un mal destino, en lugares de sufrimiento, en los infiernos. Pero aquellos seres de buena conducta corporal, de buena conducta verbal, de buena conducta mental, que no insultan a los Nobles, que sostienen concepciones verdaderas, cuyas acciones se derivan de concepciones verdaderas, tras la muerte y descomposición del cuerpo reaparecen en un buen destino, en algún mundo celestial’.

«Así, con el ojo divino purificado que va más allá del humano, vi a los seres falleciendo y reapareciendo, conocí a los seres inferiores, superiores, bellos, feos, afortunados y desafortunados, y supe que renacen según sus acciones anteriores.

[39] «Éste, príncipe, fue el segundo conocimiento que logré en el segundo tercio de la noche. La ignorancia se desvaneció y el conocimiento surgió, las tinieblas se desvanecieron y la luz surgió, como sucede cuando uno permanece alerta, constante y diligente.

[40] «Luego, con la mente así concentrada, completamente purificada, nítida, intachable, libre de impurezas, maleable, dispuesta para la acción, equilibrada, inmutable, la dirigí hacia el conocimiento de la aniquilación de las corrupciones.

«Supe tal y como es: ‘Esto es el sufrimiento’; supe tal y como es: ‘Éste es el origen del sufrimiento’; supe tal y como es: ‘Éste es el cesar del sufrimiento’; supe tal y como es: ‘Éste es el camino que lleva al cesar del sufrimiento’. Supe tal y como son: ‘Éstas son las corrupciones’; supe tal y como es: ‘Éste es el origen de las corrupciones’; supe tal y como es: ‘Éste es el cesar de las corrupciones’; supe tal y como es: ‘Éste es el camino que lleva al cesar de las corrupciones’.

[41] «Cuando supe y vi así, mi mente quedó liberada de la corrupción del deseo de los sentidos, mi mente quedó liberada de la corrupción del devenir, mi mente quedó liberada de la corrupción de la ignorancia.

«Cuando quedé liberado, supe que estaba liberado y constaté: ‘Aniquilado está el renacer, cumplida la vida de santidad, hecho lo que había que hacer, ya no hay más devenir’.

[42] «Éste, príncipe, fue el tercer conocimiento que logré en el último tercio de la noche. La ignorancia se desvaneció y el conocimiento surgió, las tinieblas se desvanecieron y la luz surgió, como sucede cuando uno permanece alerta, constante y diligente.

[43] «Entonces, consideré esto: ‘Este Dhamma alcanzado por mí es profundo, difícil de ver, difícil de entender, apacible, excelso, que trasciende la dialéctica, sutil, inteligible para aprender. Sin embargo, esta generación se deleita en los placeres sensuales, está habituada a deleitarse en los placeres sensuales y se regocija en los placeres sensuales. Y para una generación que se deleita en los placeres sensuales, que está habituada a deleitarse en los placeres sensuales y se regocija en los placeres sensuales, sería un asunto muy difícil el ver la verdad, o sea, la condicionalidad y el surgimiento dependiente. También sería un asunto muy difícil de ver, calmar las formaciones mentales, renunciar a todos los apegos, destruir la avidez, alcanzar el desapasionamiento, el cese, el Nibbana. De modo que, si yo enseñara este Dhamma a otros y ellos no me entendieran, esto podría llegar a ser una fatiga para mí, podría llegar a ser una vejación para mí’. Y más adelante, surgieron de mí estos versos, nunca antes escuchados en el pasado:

Esto lo he ganado mediante una gran fatiga.

¡Suficiente! ¿Por qué debería darlo a conocer?

Para la gente consumida por la codicia y el odio,

este Dhamma es incomprensible.

Yendo en contra de la corriente,

sutil, profundo, difícil de ver y delicado,

oculto detrás de la esclavitud de las pasiones:

[invisible para los que] están encapotados por las tinieblas de la ignorancia.

«Considerando esto, mi mente se inclinó más bien hacia la inactividad y no hacia la enseñanza del Dhamma.

[44] «Entonces al Brahma Sahampati, al haber conocido en su mente esta forma mía de razonar, se le ocurrió este pensamiento: ‘¡Ay, el mundo está perdido! ¡Ay, el mundo está destruido en la medida que la mente del Tathagata, el Arahant plenamente despierto, se inclina más hacia la inactividad antes que hacia la enseñanza del Dhamma!’. Acto seguido, tan rápido como un fuerte hombre estira su brazo recogido o tan rápido como recoge su brazo estirado, el Brahma Sahampati, despareciendo del mundo del Brahma y se manifestó frente a mí. Entonces, habiendo arreglado su vestimenta exterior sobre uno de sus hombros, extendió sus manos en un reverencial saludo y dijo: ‘Venerable Señor, que el Bienaventurado enseñe el Dhamma, que el Tathagata enseñe el Dhamma. He aquí, hay seres con poco polvo en los ojos, quienes, al no escuchar el Dhamma, están decayendo, pero si a ellos se les enseñara el Dhamma, acrecentarían su imperfecto conocimiento’. Así habló el Brahma Sahampati y, habiendo dicho esto, agregó luego estos versos:

He aquí, ha aparecido en Magadha antes de ti,

un Dhamma no claro, divisado por las mentes impuras.

Abre esta puerta a lo inmortal y hazles escuchar

el Dhamma que es sin mancha y conduce al Despertar.

Como un hombre que estuviera parado en la cima de una montaña,

Pudiendo observar la gente abajo aunque estuviera muy lejos,

asimismo hazlo tú, ¡Oh, poseedor de la preciosa sabiduría!

¡Oh, tú que ves todo desde la terraza más alta de la verdad!

Mira hacia abajo, desde la liberación del dolor, hacia la gente

hundida en el dolor, oprimida por el nacimiento y la vejez.

¡Levántate, héroe! ¡Conquistador de la batalla!

Tú, que eres liberado sin resto alguno, el Hombre de la Caravana,

que camina delante del mundo;

Qué el Bienaventurado Enseñe el Dhamma.

[45] «Entonces, habiendo entendido la súplica del Brahma, a causa de la compasión hacia los seres, inspeccioné el mundo con la vista de un Despierto. Y cuando inspeccioné el mundo con la vista de un Despierto, vi a los seres con poco polvo en sus ojos, vi a los seres con mucho polvo en sus ojos, seres con facultades perspicaces y seres con facultades adormecidas, seres con buena predisposición y seres con mala predisposición, seres dóciles y seres indómitos, pocos que vieran el temor en las faltas y en los mundos venideros. Al igual que en un estanque de agua de lotos azules, o en un estanque de agua de lotos rojos, o en un estanque de agua de lotos blancos, pocos son los lotos azules, rojos o blancos que, al nacer en el agua y al crecer en el agua, no emergen del agua y, sin embargo, florecen mientras estén completamente sumergidos; y pocos son también los lotos azules, rojos o blancos que, al nacer en el agua y al crecer en el agua, alcanzan la superficie del agua; y pocos son también los lotos azules, rojos o blancos que, al nacer en el agua y al crecer en el agua, se levantan emergiendo del agua, purificados por el agua. De la misma manera, cuando inspeccioné el mundo con la vista de un Despierto, vi a los seres con poco polvo en sus ojos, vi a los seres con mucho polvo en sus ojos, seres con facultades perspicaces y seres con facultades adormecidas, seres con buena predisposición y seres con mala predisposición, seres dóciles y seres indómitos, pocos que vieran el temor en las faltas y en los mundos venideros. Y viendo al Brahma Sahampati, me dirigí a él con este verso:

Abiertas están, para aquellos que escuchen, las puertas de lo inmortal;

hagámosles renunciar a su fe.

Pensando en la inútil fatiga no he predicado, Brahma,

Este sublime y excelso Dhamma a los hombres.

«Entonces, el Brahma Sahampati pensó: ‘La oportunidad ha sido dada por mí para que el Bienaventurado enseñe el Dhamma’. Y, saludándome, desapareció de ahí, manteniéndome siempre a su lado derecho.

[46] «Entonces, consideré esto: ‘¿A quién podría enseñar el Dhamma primero? ¿Quién podrá entender este Dhamma rápidamente?’. Entonces, se me ocurrió lo siguiente: «Ciertamente, este Alara Kalama es instruido, experimentado, sabio y, por mucho tiempo, ha tenido poco polvo en sus ojos. ¿Qué tal si le enseño este Dhamma primero a Alara Kalama? Él lo entenderá rápidamente’. Pero entonces, unos devas me anunciaron esto: ‘Venerable Señor, Alara Kalama murió hace siete días’. Y así surgió el conocimiento en mí de que Alara Kalama había muerto hacía siete días. Y pensé esto: ‘Alara Kalama era muy inteligente. Si él hubiese escuchado este Dhamma, lo habría comprendido rápidamente’.

[47] «Entonces, consideré esto: ‘¿A quién podría enseñar el Dhamma primero? ¿Quién podrá entender este Dhamma rápidamente?». Entonces, se me ocurrió lo siguiente: ‘Ciertamente, este Uddaka Ramaputta es instruido, experimentado, sabio y, por mucho tiempo, ha tenido poco polvo en sus ojos. ¿Qué tal si le enseño este Dhamma primero a Uddaka Ramaputta? Él lo entenderá rápidamente’. Pero entonces, unos devas me anunciaron esto: «Venerable Señor, Uddaka Ramaputta murió anoche’. Y así surgió el conocimiento en mí de que Uddaka Ramaputta había muerto anoche. Y pensé esto: ‘Uddaka Ramaputta era muy inteligente. Si él hubiese escuchado este Dhamma, lo habría comprendido rápidamente’.

[48] «Entonces, consideré esto: ‘¿A quién podría enseñar el Dhamma primero? ¿Quién podrá entender este Dhamma rápidamente?’. Entonces, se me ocurrió lo siguiente: ‘Para aquel grupo de cinco monjes, que me han esperado cuando resolví esforzarme, esto sería muy útil. ¿Qué tal si le enseño este Dhamma, primero, al grupo de los cinco monjes?’. Acto seguido, se me ocurrió esto: ‘Pero, ¿dónde estará morando este grupo de cinco monjes ahora?’. Entonces, con el ojo divino, purificado y que sobrepasa el humano, visualicé al grupo de los cinco monjes morando cerca de Benarés, en Isipatana, en el Parque de los Venados.

[49] «Entonces, príncipe, cuando consideré que mi estadía en Uruvela era suficiente, partí de ahí y me dirigí hacia Benares. En esta ocasión, mientras caminaba a lo largo de la ruta que va desde Gaya, al Árbol de la Iluminación, me vio el Ajivaka Upaka en el camino y, viéndome, me habló de esta manera: ‘Amigo, tus órganos sensoriales son realmente puros, tu tez, brillante y muy clara. ¿Quién es tu maestro? ¿De quién es el Dhamma que profesas?’. Entonces, respondí a Ajivaka Upaka en verso:

Victorioso sobre todo, conocedor de todo, soy yo,

entre todas las cosas incorruptibles,

dejando todo, libre de la muerte y la avidez,

conociendo por mí mismo, ¿a quién podría yo seguir?

Para mí, no hay maestro,

uno como yo, no existe,

en este mundo con sus devas,

no hay nadie igual a mí.

Desde que soy perfecto en el mundo,

el Maestro Supremo soy yo.

Yo sólo soy el Despierto a todo,

llegué a estar sereno, a alcanzar el Nibbana.

Para poner en movimiento la rueda del Dhamma,

voy a la ciudad de Kasi,

tocando el tambor de la inmortalidad,

en el mundo que llegó a enceguecer.

[Upaka dijo:] «De acuerdo a lo que reclamas, amigo, deberías ser el victorioso de lo interminable».

Como yo, son los victoriosos, realmente,

quien ha conseguido destruir las impurezas;

desvanecidas fueron por mí, todas las cosas perjudiciales,

así que, soy yo, Upaka, el Victorioso.

«Cuando esto fue dicho, Upaka, el asceta desnudo, habiendo exclamado: ‘Esto puede ser, amigo’, sacudió la cabeza y se fue por otro camino.

[50] «Entonces, príncipe, recorriendo los estados, finalmente llegué a Benarés, al Parque de los Venados, en Isipatana, donde estaba el grupo de los cinco monjes y me acerqué a ellos. En ese momento, el grupo de los cinco monjes me vio venir desde cierta distancia. Y, viéndome, se pusieron de acuerdo entre sí de esta manera: ‘Amigos, el asceta Gotama está viniendo; él vive ahora en abundancia, está vacilando en su esfuerzo y ha vuelto a la vida abundante. Él no debería ser saludado, ni deberíamos ponernos de pie, ni debería ser recibido su cuenco ni su hábito amarillo; sin embargo, el asiento pude ser puesto y él puede sentarse, si lo desea. Sin embargo, mientras me acercaba, aquellos monjes se encontraron con que no fueron capaces de adherirse a su propio acuerdo previo; pues uno salió a recibirme, otro tomó mi cuenco y hábito exterior, otro me preparó el asiento y otro trajo el agua para lavar mis pies. Sin embargo, se dirigían a mí por mi nombre, usando el epíteto ‘amigo’.

[51] «Por eso les dije: ‘No os dirijáis, monjes, al Tathagata por su nombre, usando el epíteto «amigo». El Tathagata, monjes, es un Arahant, perfectamente despierto. Prestad atención, monjes, lo inmortal ha de ser hallado. Voy a instruiros y voy a enseñaros el Dhamma, haciendo recorrido acorde a lo que debe ser disfrutado, realizado pronto, aquí y ahora, por vuestro propio conocimiento: la meta suprema de la vida santa, por la cual el joven hombre de clan correctamente renuncia a la vida hogareña, para vivir el estilo de vida sin hogar’.

«Cuando esto fue dicho, el grupo de los cinco monjes se dirigió a mí con estas palabras: ‘Pero tú, amigo Gotama, no alcanzaste el estado del hombre superior, la eminencia de la visión del verdadero noble conocimiento, la perfección de la conducta mediante el curso de la práctica de austeridades. ¿Cómo puedes tú llegar al estado del hombre superior, a la eminencia de la visión del verdadero noble conocimiento, mientras vivas en abundancia, estés vacilando en tu esfuerzo y hayas vuelto a la vida abundante?’. Cuando esto fue dicho, me dirigí al grupo de los cinco monjes con estas palabras: ‘El Tathagata, monjes, no vive en abundancia, no está vacilando en su esfuerzo ni ha vuelto a la vida abundante. El Tathagata, monjes, es un Arahant perfectamente iluminado. Prestad atención, monjes, lo inmortal ha de ser hallado. Voy a instruiros y voy a enseñaros el Dhamma, haciendo recorrido acorde a lo que debe ser disfrutado, realizado pronto, aquí y ahora, por vuestro propio conocimiento: la meta suprema de la vida santa, por la cual el joven hombre de clan correctamente abandona la forma de vida hogareña, para vivir el estilo de vida sin hogar’.

«Y por segunda vez, el grupo de los cinco monjes se dirigió a mí con estas palabras: ‘Pero tú, amigo Gotama, no alcanzaste el estado del hombre superior…’ y por segunda vez me dirigí al grupo de los cinco monjes con estas palabras: ‘El Tathagata, monjes, no vive en abundancia…’. Y por tercera vez, el grupo de los cinco monjes se dirigió a mí con estas palabras: ‘Pero tú, amigo Gotama, no alcanzaste el estado del hombre superior… ¿Cómo puedes tú llegar al estado del hombre superior, a la eminencia de la visión del verdadero noble conocimiento, mientras vivas en abundancia, estés vacilando en tu esfuerzo y hayas vuelto a la vida abundante?’.

[52] «Cuando esto fue dicho, les pregunté a los cinco monjes: ‘¿Aceptáis, monjes, que nunca antes he hablado a vosotros de esta manera?’. ‘No lo hiciste, Venerable Señor’. ‘El Tathagata, monjes, es un Arahant plenamente iluminado. Prestad atención, monjes, lo inmortal ha de ser hallado. Voy a instruiros y voy a enseñaros el Dhamma, haciendo recorrido acorde a lo que debe ser disfrutado, realizado pronto, aquí y ahora, por vuestro propio conocimiento: la meta suprema de la vida santa, por la cual el joven hombre hogareño correctamente abandona la forma de vida hogareña, para vivir el estilo de vida sin hogar.

[53] «Entonces, supe convencer al grupo de los cinco monjes. Después de esto sucedió que, algunas veces instruía a dos monjes, mientras los otros tres salían en busca de la comida de las limosnas y, los seis, nos alimentábamos de lo que aquellos tres monjes traían de las limosnas. Otras veces instruía a tres monjes, mientras los otros dos salían en busca de la comida de las limosnas y, los seis, nos alimentábamos de lo que aquellos dos monjes traían de las limosnas.

[54] “Entonces, los monjes del grupo de los cinco, no mucho después de haber sido enseñados e instruidos por mí, mediante el descubrimiento por ellos mismos y con el conocimiento directo, en esta presente vida, entraron y permanecieron en aquella meta suprema de la vida santa, por la cual los hombres de clan correctamente abandonan la vida hogareña y asumen el estilo de vida sin hogar”.

[55] Cuando se dijo esto, el principe Bodhi dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, cuando un monje encuentra al Tathagata para que le entrene, ¿cuánto tiempo tarda para descubrirlo por sí mismo y con el conocimiento directo, en esta presente vida, entrar y permanecer en aquella meta suprema de la vida santa, por la cual los hombres de clan correctamente abandonan la vida hogareña y asumen el estilo de vida sin hogar?”.

En referencia a eso, príncipe, le contestaré con una pregunta. Contéstela como mejor le parezca. ¿Qué cree usted, príncipe? ¿Es usted experto en el arte de esgrimir la lanza mientras monta un elefante?”.

Sí, lo soy, Venerable Señor”.

[56] “Y, ¿qué opina, príncipe? Imagine a un hombre llegando aquí que pensara así: ‘El príncipe Bodhi es un experto en el arte de esgrimir la lanza mientras monta un elefante; voy a entrenarme en ese arte bajo su tutela’. Si él no tuviera fe, no podría lograr lo que puede ser logrado por alguien que tiene fe; si se encontrara muy enfermo, no podría lograr lo que puede ser logrado por alguien que es libre de enfermedad; si fuera un hombre fraudulento y mentiroso, no podría lograr lo que puede ser logrado por alguien que es honesto y sincero; si fuera perezoso, no podría lograr lo que puede ser logrado por alguien que es enérgico; si fuera necio, no podría lograr lo que puede ser logrado por alguien que es sabio. ¿Qué opina, príncipe? ¿Podría ese hombre entrenarse bajo su tutela en el arte de esgrimir la lanza mientras monta un elefante?”.

Venerable Señor, incluso si él tuviera solamente una de esas deficiencias, no podría entrenar bajo mi tutela, y menos si tuviera las cinco”.

[57] “Y, ¿qué opina, príncipe? Imagine a un hombre llegando aquí que pensara así: ‘El príncipe Bodhi es un experto en el arte de esgrimir la lanza mientras monta un elefante; voy a entrenarme en ese arte bajo su tutela’. Si él tuviera fe, podría lograr lo que puede ser logrado por alguien que tiene fe; si estuviera libre de enfermedad, podría lograr lo que puede ser logrado por alguien que es libre de enfermedad; si fuera un hombre honesto y sincero, podría lograr lo que puede ser logrado por alguien que es honesto y sincero; si fuera enérgico, podría lograr lo que puede ser logrado por alguien que es enérgico; si fuera sabio, podría lograr lo que puede ser logrado por alguien que es sabio. ¿Qué opina, príncipe? ¿Podría ese hombre entrenarse bajo su tutela en el arte de esgrimir la lanza mientras monta un elefante?”.

Venerable Señor, incluso si él tuviera solamente una de esas cualidades, podría entrenar bajo mi tutela, y más si tuviera las cinco”.

[58] “De la misma manera, príncipe, he aquí estos cinco factores del esfuerzo. Y, ¿cuáles son esos cinco? He aquí, un monje tiene fe, deposita su fe en la Iluminación del Tataghata de esta manera: ‘El Bienaventurado es realizado, completamente iluminado, perfecto en el verdadero conocimiento y la conducta, Sublime, el conocedor de los mundos, el incomparable líder de personas que han de ser amansadas, maestro de los dioses y seres humanos, Iluminado, Bienaventurado’.

Entonces es libre de enfermedad y aflicción, posee una buena digestión, la cual no es demasiado fría ni demasiado caliente, sino moderada, capaz de soportar la tensión del esfuerzo.

Además, es honesto y sincero, y se muestra a sí mismo tal como realmente es, tanto al Maestro como a sus compañeros de la vida santa.

Además, es enérgico en el abandono de los perjudiciales estados mentales y en la realización de los estados mentales beneficiosos; es resuelto, pone en marcha su esfuerzo de cultivar los estados mentales beneficiosos con firmeza y perseverancia.

Además, es sabio, posee la sabiduría con respecto al surgimiento y desaparición, la cual es noble y penetrante, y que conduce a la completa destrucción de la insatisfacción. Estos son los cinco factores del esfuerzo.

[59] “Príncipe, cuando un monje que posee estos cinco factores del esfuerzo encuentra al Tathagata para que lo entrene, podría permanecer siete años hasta que lo descubra por sí mismo y con el conocimiento directo, y en esta presente vida, entre y permanezca en aquella meta suprema de la vida santa, por la cual los hombres de clan correctamente abandonan la vida hogareña y asumen el estilo de vida sin hogar.

Por no hablar de siete años, príncipe: cuando un monje posee estos cinco factores del esfuerzo y encuentra al Tathagata para que lo entrene, podría permanecer seis años… cinco años… cuatro años… tres años… dos años… un año… Por no hablar de un año, príncipe: …podría permanecer siete meses… seis meses… cinco meses… cuatro meses… tres meses… dos meses… un mes… medio mes… Por no hablar de medio mes, príncipe: …podría permanecer siete días y siete noches… seis días y seis noches… cinco días y cinco noches… cuatro días y cuatro noches… tres días y tres noches… dos días y dos noches… un día y una noche.

Por no hablar de un día y una noche: cuando un monje posee estos cinco factores del esfuerzo y encuentra al Tathagata para que lo entrene, entonces, siendo instruido por la tarde, podría llegar a la distinción por la mañana; siendo instruido por la mañana, podría llegar a la distinción por la tarde”.

[60] Cuando se dijo esto, el Príncipe Bodhi dijo al Bienaventurado: “¡Oh, el Buda! ¡Oh, el Dhamma! ¡Oh, qué bien ha sido proclamado el Dhamma! Alguien instruido por la tarde, podría llegar a la distinción por la mañana, y alguien instruido por la mañana, podría llegar a la distinción por la tarde”.

[61] Cuando se dijo esto, el estudiante de brahmán Sanjikaputta dijo al Príncipe Bodhi: “El Maestro Bodhi dice: ‘¡Oh el Buda! ¡Oh el Dhamma! ¡Oh, qué bien ha sido proclamado el Dhamma!’. Pero no dice: ‘Voy por refugio al Maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de monjes’”.

No digas eso, mi querido Sanjikaputta. He escuchado y aprendido esto de labios de mi madre: en una ocasión, cuando el Bienaventurado moraba en el parque de Ghosita, cerca de Kosambi, y mi madre estaba embarazada, se acercó al Bienaventurado y, después de haberle rendido homenaje, se sentó a un lado. Y estando sentada allí, le dijo: ‘Venerable Señor, el príncipe o la princesa en mi vientre, cualesquiera que sea, va por refugio al Bienaventurado, al Dhamma y al Sangha de monjes. Que el Bienaventurado recuerde (al niño/a) como su seguidor laico que ha ido a él por refugio de por vida’. También hubo otra ocasión, en la que el Bienaventurado moraba en la arboleda de Bhesakala, del Parque de los Venados, en el país de los bhaggas, cerca de Sumsumaragira,. Estando allí, mi nodriza, cargándome en la cadera, se acercó al Bienaventurado y, después de haberle rendido homenaje, se paró allí a un lado y le dijo ‘Venerable Señor, este príncipe Bodhi va por refugio al Bienaventurado, al Dhamma y al Sangha de monjes. Que el Bienaventurado recuerde (a este niño) como su seguidor laico que ha ido a él por refugio de por vida’. Ahora, querido Sanjikaputta, por tercera vez voy por refugio al Bienaventurado, al Dhamma y al Sangha de monjes. Que el Bienaventurado me recuerde como su seguidor laico que ha ido a él por refugio de por vida”.


NOTAS:

[1] “Compasión” se eligió aquí por la lectura que se encuentra de este pasaje en Vinaja (Tathagato apaloketi). Los Comentarios explican que Ananda tuvo en mente lo siguiente: “En los postreros días, la gente va a manifestar honra a los monjes como manera de asegurarse el cumplimiento de sus deseos mundanos y perderá la fe en el Sangha si sus manifestaciones de honra no cumplieran sus deseos”.

[2] Este es el principio básico del jainismo (cf. MN 14,20).

[3] Solé-Leris y Vélez de Cea traducen aquí “viviendo”, lo cual ha de ser un error de tipeo ya que en el original pali se encuentra el prefijo negativo (avupakattha viharanti).

[4] Jhana.


FUENTES:

Ñanamoli, B. y B. Bodhi (2001). MN 85 Bodhirajakumara Sutta – King Makhadeva. En The Middle Discourses of the Buddha: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston: Wisdom Publications.Pp. 704-709.

Ñanamoli, B. y B. Bodhi (2001). «Ariyapariyesana Sutta: The Noble Search» en The Middle Discourses of the Buda: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Págs. 253-268.

«Pasarasisutta» en World Tipitaka Edition, http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/9M/3/3.6 13 de mayo de 2008.

SOLÉ-LERIS, Amadeo y Abraham Vélez de Cea (2004) Majjhima Nikāya: Los sermones medios del Buddha. Versión digital


Traducción: Anton P. Baron

Excepto los versos 15-42, correspondientes a Solé-Leris, A. y A. Valdéz de Cea en el Mahasaccaka Sutta,

Revisión y edición: Anton P. Baron y Federico Angulo

Publicación del Bosque Theravada 2012, 2014.

MN 89 Dhammacetiya Sutta – Monumentos del Dhamma

El rey Pasenadi ofrece las razones por las cuales muestra tanto respeto al Buda.

 


[Leer en pali]

[1] Esto he escuchado:

En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el país de los sakyas, en una de sus ciudades de nombre Medalumpa.

[2] Entonces el rey Pasenadi, de Kosala, arribó a Nagaraka por algún negocio. Al llegar se dirigió a Digha Karayana: “Querido Karayanha, ten estos carruajes estatales preparados. Vamos al jardín placentero para mirar el lugar placentero”.

Sí, señor”, respondió Digha Karayana. Y cuando los carruajes estatales estaban preparados, informó al rey: “Señor, los carruajes estatales están listos para ti. Ahora es tiempo que hagas lo que tenías pensado”.

[3] Entonces, el rey Pasenadi montó en un carruaje estatal y, acompañado por otros carruajes, se condujo de Nagaraka con gran pompa real hacia el parque. Se fue tan lejos por el camino en los carruajes hasta donde esto era posible. Luego descendió del carruaje y entró al parque caminando.

[4] Mientras caminaba y recorría el parque por el ejercicio, el rey Pasenadi vio unos pies de árboles muy placenteros e inspiracionales, en un lugar quieto y no perturbado por las voces, con una atmósfera de reclusión, remoto a la gente, favorable para el retiro. Esta vista le recordó al Bienaventurado de esta manera: “Estos pies de árboles se ven muy placenteros e inspiracionales, este lugar es quieto y no perturbado por las voces, con una atmósfera de reclusión, remoto a la gente, favorable para el retiro, es parecido al lugar que usamos para rendirle respetos al Bienaventurado, realizado y plenamente iluminado”. Entonces comentó esto a Digha Karayana y le preguntó: “¿Dónde está viviendo ahora el Bienaventurado, realizado y plenamente iluminado?”.

[5] “He aquí, señor, está la ciudad de los sakyas de nombre Medalumpa. El Bienaventurado, realizado y plenamente iluminado, ahora está morando allí”.

¿Qué tan lejos está Medalumpa de Nagaraka?”.

No es muy lejos, señor; unas tres leguas. Hay todavía suficiente luz del día para llegar allí”.

Entonces, querido Karayana, ten estos carruajes estatales preparados. Vamos a ver al Bienaventurado, realizado y plenamente iluminado”.

Sí, señor”, respondió Digha Karayana. Y cuando los carruajes estatales estaban preparados, informó al rey: “Señor, los carruajes estatales están listos para ti. Ahora es tiempo que hagas lo que tenías pensado”.

[6] Entonces, el rey Pasenadi montó en un carruaje estatal y, acompañado por otros carruajes, se condujo de Nagaraka hacia Medalumpa, la ciudad de los sakyas. Se fue de allí cuando todavía era de día y se dirigió al parque. Se fue tan lejos por el camino en los carruajes hasta donde esto era posible. Luego descendió de su carruaje y entró al parque caminando.

[7] En esta ocasión un número de monjes estaba caminando de arriba abajo al aire libre. Entonces, el rey Pasenadi se les acercó y preguntó: “Venerables Señores, ¿dónde está morando ahora el Bienaventurado, realizado y plenamente iluminado? Deseamos ver al Bienaventurado, realizado y plenamente iluminado”.

Aquella es su morada, gran rey, con la puerta cerrada. Acércate en quietud sin hacer ruido, entra en el atrio, aclara la garganta y toca el panel: entonces, el Bienaventurado abrirá la puerta para ti”. Entonces, en el acto, entregó su espada y el turbante a Digha Karayana. Y Didha Karayana pensó: “Así que el rey está yendo a una sesión en secreto ahora. Entonces, voy a esperar solo ahora. Y sin hacer ruido, el rey Pasenadi se acercó quietamente a la morada con la puerta cerrada, entró en el atrio, aclaró la garganta y tocó el panel. Y el Bienaventurado abrió la puerta.

[9] Entonces, el rey Pasenadi entró en la morada. Postrándose a sí mismo con su cabeza a los pies del Bienaventurado, cubrió los pies del Bienaventurado con besos y los acariciaba con sus manos, pronunciando su nombre: “Soy el rey Pasenadi de Kosala, Venerable Señor. Soy el rey Pasenadi de Kosala, Venerable Señor”.

Pero, gran rey, ¿cuál es la razón que tienes para hacer semejante supremo honor a este cuerpo y para mostrar semejante amistad?”.

[10] “Venerable Señor, yo infiero de acuerdo con el Dhamma acerca del Bienaventurado: ‘El Bienaventurado está plenamente iluminado, el Dhamma está bien proclamado por el Bienaventurado, el Sangha de los discípulos del Bienaventurado practica de manera recta’. Ahora bien, Venerable Señor, yo veo a algunos ascetas y brahmanes que se conducen en una vida santa limitada por diez años, veinte años, treinta años o cuarenta años, y entonces, en una posterior ocasión, los veo bien arreglados y bien ungidos, con el pelo y la barba recortados, disfrutando ellos mismos bien proveídos y dotados de las cinco cuerdas de los placeres sensuales. Pero aquí veo a monjes que se conducen en una vida santa perfecta, a lo largo de su vida hasta el último suspiro. Ciertamente, no veo otra vida santa vivida de manera más perfecta y pura que esta. Es por esto que, Venerable Señor, infiero de acuerdo con el Dhamma acerca del Bienaventurado: ‘El Bienaventurado está plenamente iluminado, el Dhamma está bien proclamado por el Bienaventurado, el Sangha de los discípulos del Bienaventurado practica de manera recta’.

[11] “Además, Venerable Señor, los reyes pelean con los reyes, los nobles con los nobles, los brahmanes con los brahmanes, los hombres hogareños con los hombres hogareños; la madre pelea con el hijo, el hijo con la madre, el padre con el hijo, el hijo con el padre; el hermano pelea con el hermano, el hermano con la hermana, la hermana con el hermano, el amigo con el amigo. Pero aquí veo a los monjes viviendo en concordia, en mutuo aprecio, sin disputas, mezclados como la leche y el agua, viéndose uno al otro con ojos amables. No veo otra asamblea alguna con semejante concordia. Es también por esto que, Venerable Señor, infiero de acuerdo con el Dhamma acerca del Bienaventurado: ‘El Bienaventurado está plenamente iluminado, el Dhamma está bien proclamado por el Bienaventurado, el Sangha de los discípulos del Bienaventurado practica de manera recta’.

[12] “Además, Venerable Señor, he caminado y recorrido de parque en parque y de jardín a jardín. Y he visto algunos ascetas y brahmanes que son magros, miserables, antiestéticos, ictéricos, con las venas del pie salidas de sus miembros, semejantes a la gente que uno no quisiera mirar de nuevo. Y he pensado así: ‘Ciertamente, estos venerables señores conducen la vida santa en el descontento, o han hecho algunas malas acciones y lo quieren ocultar, y por eso son tan flacos y miserables, semejantes a la gente que uno no quisiera mirar de nuevo’. Y me acercaba a ellos y les preguntaba: ‘¿Por qué, venerables señores… son tan flacos y miserables, semejantes a la gente que uno no quisiera mirar de nuevo’. Entonces me respondían: ‘Es por el pecado de nuestra familia, oh gran rey’. Pero aquí veo a los monjes sonrientes y alegres, completamente contentos, con sus facultades frescas, viviendo con felicidad, ecuánimes, subsistiendo de lo que los demás les ofrecen, morando con la mente [retirada] como un venado salvaje. Y he pensado esto: ‘Ciertamente, estos venerables señores perciben los sucesivos estados sublimes distinguidos en la dispensación del Bienaventurado, ya que moran así sonrientes y alegres, completamente contentos, con sus facultades frescas, viviendo con felicidad, ecuánimes, subsistiendo de lo que los demás les ofrecen, morando con la mente [retirada] como un venado salvaje’. Es también por esto que, Venerable Señor, infiero de acuerdo con el Dhamma acerca del Bienaventurado: ‘El Bienaventurado está plenamente iluminado, el Dhamma está bien proclamado por el Bienaventurado, el Sangha de los discípulos del Bienaventurado practica de manera recta’.

[13] “Además, Venerable Señor, siendo un noble rey ungido, fui capaz de ejecutar a los que deberían ser ejecutados, multar a lo que deberían ser multados y exiliar a los que deberían ser exiliados. Y con todo eso, cuando estaba en el concilio, ellos irrumpían y me interrumpían. Por eso decía: ‘Caballeros, no irrumpáis ni interrumpáis cuando estoy sentado en el concilio; esperad hasta que termine mi discurso’, pero aún así ellos irrumpían y me interrumpían. Pero aquí veo a los monjes que, cuando el Bienaventurado enseña en la asamblea de varios de cientos de seguidores, no hacen ruido alguno, los discípulos del Bienaventurado no tosen ni aclaran sus gargantas. Una vez que el Bienaventurado haya enseñado el Dhamma a una asamblea de varios cientos de seguidores, si hay algún discípulo que aclara su garganta, entonces uno de sus compañeros en la vida santa le da un codazo en su rodilla para indicarle: ‘Este quieto, venerable señor, no haga ruido; el Bienaventurado, el Maestro está enseñando el Dhamma’. Y pensé: ‘Esto es maravilloso, es asombroso cómo una asamblea puede ser así de bien disciplinada sin el uso de la fuerza ni las armas’. Realmente no encuentro otra asamblea alguna así de bien disciplinada. Es también por esto que, Venerable Señor, infiero de acuerdo con el Dhamma acerca del Bienaventurado: ‘El Bienaventurado está plenamente iluminado, el Dhamma está bien proclamado por el Bienaventurado, el Sangha de los discípulos del Bienaventurado practica de manera recta’.

[14] “Además, Venerable Señor, he visto aquí ciertos estudiosos nobles que son astutos, conocedores de las doctrinas de los demás, tan agudos como aquellos que pueden dividir un cabello; ellos deambulan por ahí, por decirlo así, demoliendo los puntos de vista de los demás con sus agudos ingenios. Y cuando escuchan: ‘El asceta Gotama va a visitar este u otro pueblo o ciudad’, formulan sus preguntas así: ‘Vamos a acercarnos al asceta Gotama y le haremos esta pregunta. Si él responde de esta manera, vamos a preguntar esto y así refutaremos su doctrina de esta manera. Y si él, preguntado de otra manera, responde así, entonces le refutaremos de esta forma’. Y cuando escuchan: ‘El asceta Gotama ha llegado a visitar este u otro pueblo o ciudad’, entonces se acercan al Bienaventurado, y el Bienaventurado les instruye, urge, eleva y les anima con una plática del Dhamma. Y después, al ser instruidos, urgido, elevados y animados por la plática del Dhamma del Bienaventurado, ni siquiera le hacen una pregunta, así que ¿cómo podrían refutar su doctrina? Y de hecho, se convierten en sus discípulos. Es también por esto que, Venerable Señor, infiero de acuerdo con el Dhamma acerca del Bienaventurado: ‘El Bienaventurado está plenamente iluminado, el Dhamma está bien proclamado por el Bienaventurado, el Sangha de los discípulos del Bienaventurado practica de manera recta’.

[15] “Además, Venerable Señor, he visto aquí ciertos estudiosos brahmanes que son astutos…

[16] “Además, Venerable Señor, he visto aquí ciertos estudiosos hombres hogareños que son astutos…

[17] “Además, Venerable Señor, he visto aquí ciertos estudiosos ascetas que son astutos… así que ¿cómo podrían refutar su doctrina? Y de hecho, le piden al Bienaventurado poder renunciar al hogar y vivir el estilo de vida sin hogar, y él les ofrece el renunciamiento. No mucho después de su renunciamiento, morando en soledad, retirados, diligentes, ardientes y resueltos, descubren por ellos mismos con el conocimiento directo, en esta presente vida, la meta suprema de la vida santa y permanecen en ella; la meta, por la cual la cual el miembro de clan con justeza abandona la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar. Y luego dicen: ‘Estábamos casi perdidos, estábamos cerca de la perdición, porque anteriormente pretendíamos ser ascetas aunque en realidad no lo éramos; pretendíamos ser brahmanes aunque en realidad no lo éramos; pretendíamos ser arahants aunque en realidad no lo éramos. Pero ahora somos ascetas, ahora somos brahmanes, ahora somos arahants’. Es también por esto que, Venerable Señor, infiero de acuerdo con el Dhamma acerca del Bienaventurado: ‘El Bienaventurado está plenamente iluminado, el Dhamma está bien proclamado por el Bienaventurado, el Sangha de los discípulos del Bienaventurado practica de manera recta’.

[18] “Además, Venerable Señor, Isidatta y Purana, mis dos inspectores, comen mi comida y usan mis carruajes; yo les proveo para su modo de vida y les traigo la fama. Sin embargo, a pesar de eso, ellos tienen menos respeto por mí que lo que tienen por el Bienaventurado. Una vez, cuando yo había salido al frente del ejército y estaba probando a estos inspectores, Isidatta y Purana, se me ocurrió ponerlos en cuartos muy estrechos. Entonces esos dos inspectores, Isidatta y Purana, después de pasar una gran parte de la noche, se acostaron con sus cabezas en la dirección, en la cual estaba el Bienaventurado y sus pies en la dirección donde estaba yo. Y pensé: ‘¡Esto es maravilloso, esto es asombroso! Estos dos inspectores míos, Isidatta y Purana, comen mi comida y usan mis carruajes; yo les proveo para su modo de vida y les traigo la fama. Sin embargo, a pesar de eso, ellos tienen menos respeto por mí que lo tienen por el Bienaventurado. Ciertamente esta buena gente percibe los sucesivos estados elevados distinguidos en la dispensación del Bienaventurado’. Es también por esto que, Venerable Señor, infiero de acuerdo con el Dhamma acerca del Bienaventurado: ‘El Bienaventurado está plenamente iluminado, el Dhamma está bien proclamado por el Bienaventurado, el Sangha de los discípulos del Bienaventurado practica de manera recta’.

[19] “Además, Venerable Señor, el Bienaventurado es un noble y yo soy un noble; el Bienaventurado es un kosala y yo soy un kosala; el Bienaventurado tiene ochenta años y yo tengo ochenta años. Puesto que eso es así, pienso que es apropiado hacer semejante supremo honor al Bienaventurado y mostrar semejante amistad.

[20] “Y ahora, Venerable Señor, vamos a partir. Estamos ocupados y tenemos mucho qué hacer”.

Es tiempo ahora, gran rey, de hacer lo que tienes pensado”.

Entonces el rey Pasenadi de Kosala se levantó de su asiento, rindió homenaje al Bienaventurado y, cuidando que el Bienaventurado quedase siempre a su mano derecha, se retiró de allí”.

[21] Entonces, un poco después de que se hubo ido, el Bienaventurado se dirigió a los monjes de esta manera: “Monjes, antes de haberse levantado de su asiento y partir, el rey Pasenadi pronunció los monumentos del Dhamma. Aprended los monumentos del Dhamma, monjes; dominad los monumentos del Dhamma; recordad los monumentos del Dhamma. Los monumentos del Dhamma son beneficiosos, monjes, y pertenecen a los fundamentos de la vida santa”.

Esto es lo que el Bienaventurado dijo. Y los monjes fueron satisfechos y se deleitaron en las palabras del Bienaventurado.

 


FUENTES:

Bhikkhu Ñanamoli y Bhikkhu Bodhi (1995). Dhammacetiya Sutta – Monuments of Dhamma en The Middle-Length Discourses of the Buda: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Pp. 728-733.

Dhammacetiyasuttam en Digital Pali Reader 4.1.


 

Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2015.

 

 

MN 94 Ghotamukha Sutta – Discurso con Ghotamukha

Un brahmán y un monje discuten sobre el significado de la vida de renunciamiento de acuerdo con el Dhamma.

 


[Leer en pali]

[1] Esto he escuchado:

En una ocasión, el Venerable Udena estaba morando en la arboleda de los mangos de Khemiya, cerca de Benarés.

[2] En aquella ocasión llegó a Benarés el brahmán Ghotamukha, por algún que otro asunto. Y mientras caminaba para ejercitarse, llegó a la arboleda de los mangos de Khemiya. En ese momento, el Venerable Udena estaba caminando al aire libre. Entonces, el brahmán Ghotamukha se acercó al Venerable Udena e intercambió con él cordiales saludos. Cuando terminaron las amables palabras de bienvenida y los cordiales saludos, caminando aún al lado del Venerable Udena, le dijo: “Digno asceta, yo opino que no existe una vida de los ascetas coherente con el Dhamma, puede ser porque no he visto a los venerables señores como usted aquí o [porque no he visto] el Dhamma”.

[3] Cuando se dijo esto, el Venerable Udena dejó de caminar y entró en su morada, donde se sentó en el asiento que estaba preparado para él. Y también Ghotamukha dejó de caminar y se acercó a la morada del Venerable Udena, donde se quedó en la puerta. Entonces el Venerable Udena le dijo: “He aquí que hay asientos, brahmán. Tome asiento si lo desea”.

Nosotros no nos hemos sentado porque estábamos esperando al maestro Udena. Por qué, ¿cómo alguien como yo pensaría en tomar el asiento sin ser primero invitado a hacerlo?”.

[4] Acto seguido el brahmán Ghotamukha tomó un asiento más bajo, se sentó a un lado y dijo al Venerable Udena: “Digno asceta, yo opino que no existe una vida de los ascetas coherente con el Dhamma, puede ser porque no he visto a los venerables señores como usted aquí o [porque no he visto] el Dhamma”.

Brahmán, si usted tiene en mente alguna declaración mía con la cual esté de acuerdo, manifieste su acuerdo; si tiene en mente alguna declaración mía con la cual está en desacuerdo, argumente en contra; si no entiende el significado de alguna declaración mía, pídame que se la clarifique así: ‘¿Cómo es esto, maestro Udena? ¿Cuál es el significado de esto?’. De esa manera podremos discutir este asunto”.

Maestro Udena, cuando tenga en mente alguna declaración suya con la cual esté de acuerdo, manifestaré mi acuerdo; cuando tenga en mente alguna declaración suya con la cual esté en desacuerdo, argumentaré en contra; cuando no entienda el significado de alguna declaración suya, pediré que me la clarifique así: ‘¿Cómo es esto, maestro Udena? ¿Cuál es el significado de esto?’. De esta manera podremos discutir este asunto”.

[5] “He aquí, brahmán, hay cuatro clases de personas que pueden ser encontradas en el mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Hay una clase de personas que se atormenta a sí misma y persigue la práctica de torturarse a sí misma. Además, hay otra clase de personas que atormenta a otros y persigue la práctica de torturar a otros. Además, hay otra clase de personas que se atormenta a sí misma y persigue la práctica de torturarse a sí misma, y también atormenta a otros y persigue la práctica de torturar a otros. Y también hay una clase de personas que no se atormenta a sí misma ni persigue la práctica de torturarse a sí misma, y tampoco atormenta a otros ni persigue la práctica de torturar a otros. Puesto que no se atormentan a sí mismos ni a los demás, aquí y ahora permanecen sin hambre, sin sed, templados y moran experimentando la dicha, habiéndose convertido en santos. ¿Cuál de esas cuatro clases de personas satisface su mente, brahmán?”.

Las primeras tres clases no satisfacen mi mente, maestro Udena, pero la última, sí satisface mi mente”.

[6] “Pero, brahmán, ¿por qué las primeras tres clases de personas no satisfacen su mente?”.

Maestro Udena, la clase de personas que se atormenta a sí misma y persigue la práctica de torturarse a sí misma, se atormenta y se tortura a sí misma aunque desea el placer y el retroceso de la pena; es por eso que esta clase de personas no satisface mi mente. Y la clase de personas que atormenta a otros y persigue la práctica de torturar a otros, atormenta y tortura a otros que desean el placer y el retroceso de la pena; es por eso que esta clase de personas no satisface mi mente. Y la clase de personas que se atormenta a sí misma y persigue la práctica de torturarse a sí misma, y también atormenta a otros y persigue la práctica de torturar a otros, atormenta y tortura tanto a sí misma como a los demás, todos ellos deseando el placer y el retroceso de la pena; es por eso que esta clase de personas no satisface mi mente. Pero la clase de personas que no se atormenta a sí misma, ni persigue la práctica de torturarse a sí misma, y tampoco atormenta a otros ni persigue la práctica de torturar a otros, los cuales, puesto que no se atormentan a sí mismos ni a los demás, aquí y ahora permanecen sin hambre, sin sed, templados y moran experimentando la dicha, habiéndose convertido en santos, no se atormentan ni torturan a sí mismos ni a otros, todos ellos deseando el placer y el retroceso de la pena; es por eso que esta clase de personas satisface mi mente. Y ahora, maestro Udena, vamos a marcharnos. Estamos ocupados y tenemos mucho qué hacer”.

[7] “He aquí, brahmán, dos clases de asambleas. Y, ¿cuáles son esas dos? He aquí cierta asamblea que es deseosa de las joyas y los pendientes, que busca mujeres e hijos, esclavos y esclavas, campos y tierras, oro y plata. Pero también hay otra asamblea que no es deseosa de las joyas ni los pendientes, que no busca mujeres ni hijos, esclavos ni esclavas, campos ni tierras, oro ni plata, que renuncia a la vida hogareña y asume el estilo de vida sin hogar. Y hay esta clase de personas que no se atormenta a sí misma ni persigue la práctica de torturarse a sí misma, y tampoco atormenta a otros ni persigue la práctica de torturar a otros, los cuales, puesto que no se atormentan a sí mismos ni a los demás, aquí y ahora permanecen sin hambre, sin sed, templados y moran experimentando la dicha, habiéndose convertido en santos. ¿En cuál de estas dos clases de asambleas usted ve usualmente a los brahmanes y a esa clase de personas? ¿En la asamblea que es deseosa de las joyas… o en la otra asamblea… que renuncia a la vida hogareña y asume el estilo de vida sin hogar?”.

Usualmente veo a los brahmanes y a esa clase de personas en la asamblea que renuncia a la vida hogareña y asume el estilo de vida sin hogar”.

[8] “Pero hace un momento le escuchamos decir: ‘Digno asceta, yo opino que no existe una vida de los ascetas coherente con el Dhamma, puede ser porque no he visto a los venerables señores como usted aquí o [porque no he visto] el Dhamma’, brahmán”.

Ciertamente, maestro Udena, fue en aras de aprender que dije estas palabras. He aquí, existen ascetas cuya vida es coherente con el Dhamma y el maestro Udena me recuerda eso. Sería bueno, por compasión, que el maestro Udena me expusiera en detalle aquellas cuatro clases de personas que mencionó en resumen”.

[9] “Entonces, brahmán, escuche y preste atención que voy a hablar”. “Sí, señor”, respondió el brahmán Ghotamukha y el Venerable Udena continuó:

[10] “Brahmán, ¿qué clase de personas se atormenta a sí misma y persigue la práctica de torturarse a sí misma? He aquí una persona que va desnuda, rechaza las convenciones, se lame sus manos, no viene cuando se le llama, no se detiene cuando se le pregunta; no acepta comida que se le trae, ni comida hecha especialmente para él, ni las invitaciones a comer; no recibe nada que proviene de una olla, de un cuenco, lo que se le ofrece a través de un umbral, a través de un palo o a través de una mano de mortero; nada proveniente de dos comidas, de una mujer preñada, de una mujer que da de mamar, de una mujer que se acuesta con hombre, de un lugar en el que se anuncia la distribución de alimentos, de donde un perro esté esperando, de donde zumban las moscas; no acepta pescado ni carne, no toma licor, vino ni bebidas embriagantes. Se mantiene de un bocado de una casa; se mantiene de dos bocados de dos casas… de siete bocados de siete casas. Vive de un platillo diario, de dos platillos diarios… de siete platillos diarios. Toma una sola comida al día, una vez cada dos días… una vez cada siete días y así sucesivamente hasta comer una vez cada quince días; mora procurando la práctica de comer en determinados intervalos. Es alguien que come verduras, mijo, arroz salvaje, musgo, salvado de arroz, escoria de arroz, harina de sésamo, hierba o estiércol de vaca. Vive de las raíces del bosque y las frutas, alimentándose de los frutos caídos. Se viste con cáñamo, con cáñamo mezclado con tela, con sudarios, con harapos desechos, con corteza de árboles, con piel de antílope, con tiras de piel de antílope, con tela fabricada con la hierba kusa, con telas hechas de la corteza de los árboles, con trenzados de cabello, con lana animal, con alas de búho. Es alguien que sacándose el pelo y la barba, persigue la práctica de sacarse el pelo y la barba. Es alguien que permanentemente está de pie, rehusando sentarse. Es alguien que permanentemente permanece en cuclillas, dedicándose a mantenerse en esta posición. Es alguien que usa un colchón de espigas, y del colchón de espigas hace su cama. Sigue persiguiendo la práctica de bañarse tres veces al día, incluyendo el atardecer. Esta es la variedad de formas en las cuales mora persiguiendo el tormento y la mortificación del cuerpo. Así es la clase de personas que se atormenta a sí misma y persigue la práctica de torturarse a sí misma.

[11] “Brahmán, y ¿qué clase de personas atormenta a otros y persigue la práctica de torturar a otros? He aquí una persona que es un carnicero de ovejas, un carnicero de cerdos, un cazador de aves, alguien que pone trampas a las bestias salvajes, un cazador, un pescador, un ladrón, un ejecutor, un guarda de prisión o alguien que tiene otra semejante ocupación sangrienta. Así es la clase de personas que atormenta a otros y persigue la práctica de torturar a otros.

[12] “Brahmán, y ¿qué clase de personas se atormenta a sí misma y persigue la práctica de torturarse a sí misma, y atormenta a otros y persigue la práctica de torturar otros? He aquí una persona que es un ungido rey o un brahmán de buena conducta. Habiendo construido un nuevo templo de los sacrificios al este de la ciudad, y habiendo afeitado su cabeza y barba, vistiéndose con piel áspera, untando su cuerpo con manteca y aceite, arañando su espalda con un cuerno de ciervo, entra al templo de los sacrificios con su primer príncipe y el brahmán, el sumo sacerdote. Allí se acuesta desnudo en el suelo, cubierto con hierba. El rey vive de la leche de la primera ubre de la vaca y del ternero del mismo color, el primer príncipe vive de la leche de la segunda ubre y el brahmán, el sumo sacerdote, vive de la leche de la tercera ubre; la leche de la cuarta la ponen sobre el fuego y el ternero vive de lo que sobra. Entonces dice: ‘Que muchos toros sean matados para el sacrificio, que muchos bueyes sean matados para el sacrificio, que muchos novillos sean matados para el sacrificio, que muchas cabras sean matadas para el sacrificio, que muchas ovejas sean matadas para el sacrificio, que muchos árboles sean cortados para los postes sacrificiales, que mucha hierba sea cortada para ser hierba sacrificial’. Y entonces, sus esclavos, mensajeros y sirvientes hacen los preparativos, llorando, con los rostros lacrimosos, se ven impulsados por las amenazas de castigo y por el miedo. Así es la clase de personas que se atormenta a sí misma y persigue la práctica de torturarse a sí misma, y atormenta a otros y persigue la práctica de torturar otros.

[13] “Brahmán, y ¿qué clase de personas no se atormenta a sí misma ni persigue la práctica de torturarse a sí misma, y tampoco atormenta a otros ni persigue la práctica de torturar a otros, aquellos que, al no atormentarse a sí mismos ni a los demás, aquí y ahora permanecen sin hambre, sin sed, templados y moran experimentando la dicha, habiéndose convertido en santos?

[14] “He aquí, brahmán, que aparece el Tathagata en el mundo, un Arahant plenamente Iluminado, perfecto en el verdadero conocimiento y la conducta, sublime, conocedor de los mundos, incomparable líder de personas que han de ser amansadas, maestro de los devas y seres humanos, con sus Maras y sus Brahmas, de esta generación con ascetas y brahmanes, con sus devas y seres humanos, y lo hace saber a otros. Enseña el Dhamma que es agradable en el principio, agradable en el medio y agradable al final, con el recto significado y correcta forma; revela la vida santa perfectamente completa y pura.

[15] “Un hombre hogareño, un hijo de hombre hogareño, o alguien nacido en alguna otra clase, escucha el Dhamma. Al escuchar el Dhamma, adquiere fe en el Tathagata. Poseyendo aquella fe, considera esto: ‘La vida hogareña es concurrida y polvorienta. La vida renunciante es ampliamente abierta. Viviendo en el hogar no es fácil llevar una vida santa completamente pura, como una concha pulida. Mejor afeito mi cabeza y barba, me visto con el hábito amarillo y salgo hacia la vida sin hogar’. De modo que más tarde abandona su pequeña o gran fortuna, abandona su pequeño o gran círculo familiar, afeita su cabeza y barba, se viste con el hábito amarillo y sale hacia la vida sin hogar.

[16] “Habiendo renunciado así y asumiendo el entrenamiento de los monjes como su manera de vivir, habiendo abandonado la destrucción de la vida, se abstiene de destruir la vida. Con la vara y el arma puestos a un lado, consciente y bondadosamente mora compasivo hacia todos los seres vivos. Habiendo abandonado la toma de lo que no le ha sido dado, se abstiene de tomar lo que no le ha sido dado; tomando solamente lo que se le ofrece, espera solo lo que se le ofrece y, al no robar, vive en la pureza. Habiendo abandonado la conducta sexual, viviendo aparte, se abstiene de la indebida conducta sexual.

Habiendo abandonado el falso hablar, se abstiene de hablar falsamente; dice la verdad, se adhiere a la verdad, es veraz e inspira confianza, alguien que no engaña al mundo. Habiendo abandonado el hablar malicioso, se abstiene del habla malicioso; habiendo escuchado algo aquí, no lo repite en otra parte para causar divisiones entre la gente; o, habiendo escuchado algo en otra parte, no lo repite a esas personas para causar divisiones entre la gente. De esta manera, es alguien que reúne lo que está dividido, promueve la unidad, disfruta de la concordia, se regocija en la concordia, se deleita en la concordia y profiere palabras que producen la concordia.

Habiendo abandonado el hablar áspero, se abstiene de hablar ásperamente; profiere palabras que son gentiles, placenteras para oír, amables, que llegan al corazón, corteses y que agradan a muchos. Habiendo abandonado las charlas frívolas, se abstiene de las charlas frívolas. Habla en el tiempo apropiado, habla verdad, habla lo que es beneficioso, profiere palabras del Dhamma y Disciplina, en el tiempo apropiado profiere palabras dignas de ser recordadas, palabras racionales, sucintas y beneficiosas.

Se abstiene de herir semillas y plantas. Practica la forma de comer solamente hasta una cierta parte del día, absteniéndose a comer de noche, fuera del tiempo apropiado. Se abstiene de danzar y cantar, de la música y de los espectáculos teatrales. Se abstiene de vestir guirnaldas, ponerse perfumes y embellecerse con ungüentos. Se abstiene de camas altas y lujosas. Se abstiene de comer granos crudos. Se abstiene de aceptar la comida cruda. Se abstiene de aceptar mujeres y muchachas. Se abstiene de aceptar a hombres y mujeres como esclavos. Se abstiene de aceptar cabras y ovejas. Se abstiene de aceptar aves de corral y cerdos. Se abstiene de aceptar elefantes, ganado, caballos y yeguas. Se abstiene de aceptar campos y tierras. Se abstiene de ir a llevar mensajes y hacer recados que luego se ejecutan. Se abstiene de la compra y venta. Se abstiene de usar falsos pesos, falsos metales y falsas medidas. Se abstiene de hacer trampas, engaños, defraudaciones y estafas. Se abstiene de herir, asesinar y aprisionar, del bandolerismo, el saqueo y la violencia.

[17] “Llega a estar contento con los hábitos que protegen su cuerpo y con la comida de las limosnas para sostener su estómago y, dondequiera que vaya, solamente esto lleva consigo. Al igual que un pájaro que, a dondequiera que va, vuela con el viento como su única carga, así también el monje llega a estar contento con los hábitos que protegen su cuerpo y con la comida de las limosnas para sostener su estómago y, dondequiera que vaya, solamente esto lleva consigo. Poseyendo este cúmulo de la noble virtud, experimenta dentro de sí mismo la dicha que es inmaculada.

[18] “Al ver una forma con el ojo, no ansía sus signos ni características. Puesto que si dejara la facultad del ojo no resguardada, malos y perjudiciales estados de codicia y pena lo invadirían; practica el camino de la restricción y resguarda la facultad del ojo, comprometiéndose con la restricción de la facultad del ojo. Al escuchar un sonido con el oído… Al oler un olor con la nariz… Al saborear un sabor con la lengua… Al tocar un objeto tangible con el cuerpo… Al pensar un objeto mental con la mente, no ansía sus signos ni características. Puesto que si dejara la facultad de la mente no resguardada, malos y perjudiciales estados de codicia y pena lo invadirían; practica el camino de la restricción y resguarda la facultad de la mente, comprometiéndose con la restricción de la facultad de la mente. Poseyendo esta noble restricción de las facultades, experimenta dentro de sí mismo la dicha que es inmaculada.

[19] “Llega a ser alguien que actúa con plena conciencia cuando va adelante y cuando retorna. Que actúa con plena conciencia cuando mira adelante y cuando mira atrás. Que actúa con plena conciencia cuando dobla su brazo y cuando lo endereza. Que actúa con plena conciencia cuando viste sus hábitos, cuando lleva su hábito exterior o el cuenco. Que actúa con plena conciencia cuando come, toma, consume los alimentos y los saborea. Que actúa con plena conciencia cuando defeca y orina. Que actúa con plena conciencia cuando camina, está de pie, está sentado, se acuesta a dormir, se despierta, conversa o guarda silencio.

[20] “Poseyendo este cúmulo de la noble virtud y esta noble restricción de las facultades, y poseyendo esta noble atención consciente y plena comprensión, recurre a los solitarios lugares de reposo: el bosque, el pie de un árbol, la montaña, un barranco, la cueva de una colina, el cementerio, la espesura de la jungla, un espacio abierto o un montículo de paja.

[21] “Al retornar de su ronda, en búsqueda de la comida de las limosnas, después de comer se sienta con las piernas cruzadas, con la espalda recta y la atención consciente establecida delante de él. Al abandonar la codicia por el mundo, mora con la mente libre de la codicia; purifica su mente de la codicia. Al abandonar la animadversión y el odio, mora con la mente libre de la animadversión, compasivo por el bienestar de los seres; purifica su mente de la animadversión y el odio. Al abandonar la pereza y la somnolencia, mora libre de la pereza y la somnolencia, percibiendo la luz, atentamente consciente y despierto; purifica su mente de la pereza y la somnolencia. Al abandonar la preocupación y el remordimiento, mora sin agitación alguna, con una mente internamente pacífica; purifica su mente de la preocupación y el remordimiento. Al abandonar la duda, mora habiéndose ido más allá de la duda, sin la perplejidad acerca de los estados beneficioso; purifica la mente de la duda.

[22] “Habiendo abandonado así, estos cinco impedimentos, imperfecciones de la mente que debilitan la sabiduría, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, entra y permanece en el primer jhana, que consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido.

[23] “Al calmarse el pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la unificación mental y consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el pensamiento aplicado y sostenido.

[24] “Al desaparecer el arrobamiento, permanece ecuánime, con atención consciente y clara comprensión, y experimenta la felicidad en su cuerpo; entonces, entra y permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘Él es ecuánime, atentamente consciente y es alguien que tiene una morada feliz’.

[25] “Al abandonar la felicidad y la pena, con la previa desaparición de la alegría y el abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene la purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad.

[26] “Cuando su mente está así concentrada, purificada, radiante, sin mácula, libre de corrupción, flexible, maleable, firme y ha alcanzado la imperturbabilidad, la dirige al conocimiento de sus moradas pasadas. Recuerda sus múltiples moradas pasadas esto es, un nacimiento, dos nacimientos, cinco nacimientos, diez nacimientos, cincuenta nacimientos, cien nacimientos, mil nacimientos, cien mil nacimientos, muchos eones de contracción cósmica, muchos eones de expansión cósmica, muchos eones de contracción y expansión cósmica, así: ‘Allí tuve tal nombre, pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal el final de mi vida. Muriendo en este estado, renací allá. Ahí también tuve tal nombre, pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal el final de mi vida. Muriendo en ese estado, renací acá’. Así conoce sus múltiples moradas pasadas con sus aspectos y detalles.

[27] “Cuando su mente está así concentrada, purificada, radiante, sin mácula, libre de corrupción, flexible, maleable, firme y ha alcanzado la imperturbabilidad, la dirige al conocimiento del fallecimiento y renacimiento de los seres. Ve —por medio del ojo divino, purificado y que supera al humano— seres falleciendo y renaciendo, inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados según su kamma, así: ‘Estos seres —involucrados con la mala conducta de cuerpo, palabra y mente, que injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones erróneas y realizaron acciones bajo la influencia de las opiniones erróneas—, con la descomposición del cuerpo, tras la muerte, han renacido en el plano de la privación, en el destino malo, en los reinos inferiores, en el infierno. Pero estos seres —dotados de buena conducta de cuerpo, palabra y mente, que no injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones correctas y realizaron acciones bajo la influencia de las opiniones correctas—, con la descomposición del cuerpo, tras la muerte, han reaparecido en los destinos buenos, en el mundo celestial’. Así —por medio del ojo divino, purificado y que supera al humano—, ve seres falleciendo y reapareciendo, inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados, según su kamma.

[28] “Cuando su mente está así concentrada, purificada, radiante, sin mácula, libre de corrupción, flexible, maleable, firme y ha alcanzado la imperturbabilidad, la dirige al conocimiento de la destrucción de las corrupciones mentales. Entiende tal como realmente es: ‘Esta es la insatisfacción’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el origen de la insatisfacción’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el cese de la insatisfacción’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. Y entiende tal como realmente es: ‘Estas son las corrupciones mentales’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el origen de las corrupciones mentales’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el cese de las corrupciones mentales’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el sendero que conduce al cese de las corrupciones mentales’.

[29] «Y cuando conoce y ve de esta manera, su mente es liberada de la corrupción de la sensualidad, de la corrupción de la existencia, de la corrupción de la ignorancia. Con la liberación, aparece el conocimiento: ‘[Eso es estar] liberado’. Y comprende esto: ‘El nacimiento está destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que tenía que hacerse ha sido realizado y, he aquí, no hay futuros estados de existencia’.

[30] “Así es, brahmán, la clase de personas que no se atormenta a sí misma ni persigue la práctica de torturarse a sí misma, ni tampoco atormenta a otros ni persigue la práctica de torturar a otros; aquellos que, al no atormentarse a sí mismos ni a los demás, aquí y ahora permanecen sin hambre, sin sed, templados y moran experimentando la dicha, habiéndose convertido en santos”.

[31] Cuando se dijo esto, el brahmán Ghotamukha dijo al Venerable Udena: “¡Excelente, maestro Udena! ¡Excelente, maestro Udena! El maestro Udena esclareció el Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la oscuridad, de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al maestro Udena, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Udena me considere como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

[32] “No venga por refugio a mí, brahmán. Vaya por refugio al mismo Bienaventurado a quien yo he ido por refugio también”.

Y, ¿dónde mora ahora el Maestro Gotama, el Arahant plenamente Iluminado, maestro Udena?”.

Aquel Bienaventurado, el Arahant plenamente Iluminado, ha alcanzado su Nibbana final, brahmán”.

Si escuchásemos que el Maestro Gotama viviera a diez leguas de aquí, iríamos las diez leguas en aras de ver al Maestro Gotama, el Arahant plenamente Iluminado. Si escuchásemos que el Maestro Gotama viviera a veinte… treinta… cuarenta… cincuenta… cien leguas de aquí, iríamos las cien leguas en aras de ver al maestro Gotama, el Arahant plenamente Iluminado. Pero puesto que el Maestro Gotama ya alcanzó su Nibbana final, nosotros vamos por refugio al Maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Udena me considere como su seguidor laico a partir de hoy, que ha ido por refugio de por vida.

[33] “Ahora bien, maestro Udena, puesto que el rey de Anga me ofrece un donativo diario, que el maestro Udena me permita también ofrecerle una parte de este donativo regular”.

Y, ¿qué clase de donativo regular le ofrece el rey de Anga, brahmán?”.

Quinientos kahapanas [1], maestro Udena”.

A nosotros no nos es permitido aceptar oro ni plata, brahmán”.

Si esto no es permitido al maestro Udena, voy a construir un monasterio para el maestro Udena”.

Si usted desea construir un monasterio para mí, brahmán, construya un salón de asamblea para el Sangha de Pataliputta”.

Estoy aún más satisfecho y complacido, con la sugerencia del maestro Udena, de realizar un donativo al Sangha. De manera que, con este donativo regular y con otro donativo regular, voy a construir un salón de asamblea para el Sangha de Pataliputta”.

Acto seguido, con aquel donativo regular y con aquel otro donativo regular, el brahmán Ghotamukha construyó el salón de asamblea para el Sangha de Pataliputta. Y aquel salón es conocido hoy como el Ghotamukhi.

 


 NOTA:

[1] La principal unidad monetaria de la época.

 


FUENTES:

Bhikkhu Ñanamoli y Bhikkhu Bodhi (1995). Ghotamukha Sutta – To Ghotamukha The Middle-Length Discourses of the Buda: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Pp. 523-525.

Ghotamukhasuttam en Digital Pali Reader 4.1. 

Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2015. 

 

 

 

MN 143 Anathapindikovada Sutta – Consejos a Anathapindika

El Venerable Sariputta acude al lecho de muerte del hombre hogareño Anathapindika, donde le ofrece un conmovedor discurso sobre el desapego.

 


[Leer en pali]

[1] Así lo he oído:

En cierta ocasión el Bienaventurado estaba viviendo en Savatthi, en la arboleda de Jeta, en el parque de Anathapindika.

[2] En aquella ocasión el hombre hogareño Anathapindika estaba afligido, sufriendo y gravemente enfermo. Entonces se dirigió a cierto hombre así: “Ve, hombre de bien, ve al Bienaventurado, ríndele homenaje en mi nombre poniendo tu cabeza en sus pies y di: ‘Venerable Señor, el hombre hogareño Anathapindika está afligido, sufriendo y gravemente enfermo, él le rinde homenaje colocando su cabeza a los pies del Bienaventurado’. A continuación dirígete al Venerable Sariputta, ríndele homenaje en mi nombre poniendo tu cabeza a sus pies y di: ‘Venerable señor, el hombre hogareño Anathapindika está afligido, sufriendo y gravemente enfermo, él le rinde homenaje colocando su cabeza a los pies del Venerable Sariputta’. Una vez hecho esto di: ‘Sería bueno, venerable señor, si el Venerable Sariputta viniera a la residencia del hombre hogareño Anathapindika, por compasión’”.

Sí, señor”, respondió el hombre y se dirigió al Bienaventurado. Después de rendir homenaje al Bienaventurado, se sentó a un lado y dio su mensaje. Luego se dirigió al Venerable Sariputta y, después de rendir homenaje al Venerable Sariputta, entregó su mensaje diciendo: “Sería bueno, venerable señor, si el Venerable Sariputta viniera a la residencia del hombre hogareño Anathapindika, por compasión”. El Venerable Sariputta consintió en silencio.

[3] Entonces el Venerable Sariputta se vistió y, tomando su cuenco y hábito exterior, se dirigió hacia la residencia del hombre hogareño Anathapindika, con el Venerable Ananda como su asistente. Una vez allí, se sentó en un asiento preparado para él y se dirigió al hombre hogareño Anathapindika: “Espero que se mejore, hombre hogareño, espero que se sienta cómodo. Espero que las sensaciones dolorosas estén disminuyendo y no aumentando, y que su disminución, no su aumento, sea evidente”.

[4] “Venerable Sariputta, no estoy mejorando, no me siento cómodo. Mis sensaciones dolorosas están aumentando, no disminuyendo, su aumento y no su disminución es lo que se hace evidente. Como si un hombre fuerte partiera mi cabeza, abriéndola con una espada afilada, así de fuertes son los vientos que atraviesan mi cabeza. No lo estoy soportando bien… Como si un hombre fuerte apretara una correa de cuero duro alrededor de mi cabeza, así de fuertes son los dolores que tengo. No lo estoy soportando bien… Como si un carnicero experto, o su aprendiz, abriera el vientre de un buey con un cuchillo afilado, así de violentos son los vientos que atraviesan mi vientre. No lo estoy soportando bien… Como si dos hombres fuertes cogieran a un hombre más débil por los dos brazos y lo asaran sobre un pozo de carbón caliente, así de violenta es la quemazón en mi cuerpo. No lo estoy soportando bien, no me siento cómodo. Mis sensaciones dolorosas están aumentando, no disminuyendo, su aumento y no su disminución es lo que se hace evidente”.

[5]. “Entonces, hombre hogareño, deberías entrenar así: ‘No voy a aferrarme al ojo y mi conciencia no va a depender del ojo’ [1]. Así deberías entrenarte. Deberías entrenar así: ‘No voy a aferrarme al oído… No voy a aferrarme a la nariz… No voy a aferrarme a la lengua… No voy a aferrarme al cuerpo… No voy a aferrarme a la mente y mi conciencia no va a depender de la mente’. Así deberías entrenarte.

[6] “Hombre hogareño, deberías entrenarte así: ‘No voy a aferrarme a las formas… No voy a aferrarme a los sonidos… No voy a aferrarme a los olores… no voy a aferrarme a los sabores… no voy a aferrarme a los objetos tangibles… No voy a aferrarme a los objetos mentales y mi conciencia no va a depender de los objetos mentales’. Así deberías entrenarte.

[7] “Hombre hogareño, deberías entrenarte así: ‘No voy a aferrarme a la conciencia del ojo… No voy a aferrarme a la conciencia del oído… No voy a aferrarme a la conciencia de la nariz… No voy a aferrarme a la conciencia de la lengua… No voy a aferrarme a la conciencia del cuerpo… No voy a aferrarme a la conciencia de la mente y mi conciencia no va a depender de la mente’. Así deberías entrenarte.

[8] “Hombre hogareño, deberías entrenarte así: ‘No voy a aferrarme al contacto visual… No voy a aferrarme al contacto auditivo… No voy a aferrarme al contacto olfativo… No voy a aferrarme al contacto gustativo… No voy a aferrarme al contacto corporal… No voy a aferrarme al contacto mental y mi conciencia no va a depender del contacto mental’. Así deberías entrenarte.

[9] “Hombre hogareño, deberías entrenarte así: ‘No voy a aferrarme a la sensación surgida del contacto del ojo… No voy a aferrarme a la sensación surgida del contacto del oído… No voy a aferrarme a la sensación surgida del contacto de la nariz… No voy a aferrarme a la sensación surgida del contacto de la lengua… No voy a aferrarme a la sensación surgida del contacto del cuerpo… No voy a aferrarme a la sensación surgida del contacto mental y mi conciencia no va a depender de la sensación surgida del contacto mental’. Así deberías entrenarte.

[10] “Hombre hogareño, deberías entrenarte así: ‘No voy a aferrarme al elemento de la tierra… No voy a aferrare al elemento del agua… No voy a aferrarme al elemento del fuego… No voy a aferrarme al elemento del aire… No voy a aferrarme al elemento del espacio… No voy a aferrarme al elemento de la conciencia y mi conciencia no va a depender del elemento de la conciencia’. Así deberías entrenarte.

[11] “Hombre hogareño, deberías entrenarte así: ‘No voy a aferrarme a la forma… No voy a aferrarme a la sensación… No voy a aferrarme a la percepción… No voy a aferrarme a las formaciones mentales… No voy a aferrarme a la conciencia y mi conciencia no va a depender de la conciencia’. Así deberías entrenarte.

[12] “Hombre hogareño, deberías entrenarte así: ‘No voy a aferrarme a la base del espacio infinito… No voy a aferrarme a la base de la conciencia infinita… No voy a aferrarme a la base de la nada… No voy a aferrarme a la base de la ni-percepción-ni-no-percepción y mi conciencia no va a depender de la base de la ni-percepción-ni-no-percepción’. Así deberías entrenarte.

[13] “Hombre hogareño, deberías entrenarte así: ‘No voy a aferrarme a este mundo y mi conciencia no va a depender de este mundo. No voy a aferrarme al mundo del más allá y mi conciencia no va a depender del mundo del más allá’. Así deberías entrenarte.

[14] “Hombre hogareño, deberías entrenarte así: ‘No voy a aferrarme a lo que se ve, oye, siente, conoce, encuentra, busca y examina por la mente, y mi conciencia no va a depender de eso’. Así deberías entrenarte”.

[15] Cuando esto fue dicho, el hombre hogareño Anathapindika lloró y derramó lágrimas. Entonces el Venerable Ananda le preguntó: “¿Se siente usted fracasado, hombre hogareño, se encuentra abatido?”.

No me siento fracasado, Venerable Ananda, no me encuentro abatido. Aunque he esperado mucho tiempo al Maestro y a los monjes dignos de estima, nunca antes escuché semejante charla sobre el Dhamma”.

Esta charla sobre el Dhamma, hombre hogareño, no se le da a los laicos vestidos de blanco. Esta charla sobre el Dhamma se da a aquellos que han renunciado” [2].

Pues bien, Venerable Sariputta, dejemos que esta charla sobre el Dhamma pueda darse a los laicos vestidos de blanco. Hay miembros de clan con poco polvo en sus ojos que se desvían por no oír [tales charlas sobre] el Dhamma. Habrá los que entiendan bien este Dhamma”.

[16] Entonces, después de haber dado al hombre hogareño Anathapindika este consejo, el Venerable Sariputta y el Venerable Ananda se levantaron de sus asientos y se fueron. Poco después de que se fueran, el hombre hogareño Anathapindika murió y reapareció en el cielo Tusita.

[17] Cuando la noche estaba muy avanzada, Anathapindika, ahora con la forma de un joven dios de bella apariencia, se dirigió al Bienaventurado, iluminando toda la arboleda de Jeta. Tras rendir homenaje al Bienaventurado, se puso de pie a un lado y se dirigió a él en verso:

¡Oh! bendita es esta arboleda de Jeta

habitada sabiamente por el Sangha,

en donde reside el rey del Dhamma

la fuente de toda mi felicidad.

Por la acción, el conocimiento y el Dhamma,

por la virtud y la noble forma de vida,

por esto son los mortales purificados,

no por el linaje o la riqueza.

Por lo tanto, la persona sabia que ve

lo que realmente conduce a su propio bien,

debe investigar el Dhamma

y purificarse con él.

Sariputta ha llegado a la cima

en virtud, paz y sabiduría;

cualquier bhikkhu que transcienda,

a lo sumo, sólo le podría igualar”.

[18] Eso es lo que dijo el joven dios Anathapindika y el Maestro lo aprobó. Entonces el joven dios Anathapindika pensó: “Mis palabras han sido aprobadas por el Maestro”; rindió homenaje al Bienaventurado y, manteniéndolo a su derecha, se desvaneció.

[19] Cuando hubo terminado la noche, el Bienaventurado se dirigió a los monjes: “Monjes, ayer por la noche, cuando la noche estaba muy avanzada, vino a mí un cierto joven dios de bella apariencia que iluminó toda la arboleda de Jeta. Tras rendirme homenaje, se puso de pie a un lado y se dirigió a mí en verso tal y como sigue:

¡Oh! bendita es esta arboleda de Jeta…

… a lo sumo, sólo le podría igualar’.

Eso es lo que dijo el joven dios. Entonces, el joven dios pensó: ‘Mis palabras han sido aprobadas por el Maestro’; me rindió homenaje y manteniéndome a su derecha, se desvaneció”.

[20] Cuando esto fue dicho, el Venerable Ananda dijo al Bienaventurado: “Sin duda, Venerable Señor, ese joven dios era Anathapindika. El hombre hogareño Anathapindika tuvo perfecta confianza en el Venerable Sariputta”.

¡Bien, bien, Ananda! Con tu razonamiento has llegado a la conclusión correcta. Ese joven dios era Anathapindika, nadie más”.

Eso es lo que dijo el Bienaventurado. Entonces el Venerable Ananda quedó satisfecho y complacido con las palabras del Bienaventurado.

 


NOTAS:

[1] Los Comentarios señalan que al apego al ojo se lleva a cabo a través del deseo y la codicia; la conciencia depende del ojo a través del anhelo y los puntos de vista. Sin embargo, puesto que Anathapindika ya era uno entrado-en-la-corriente, la dependencia para él solamente habría implicado el anhelo, ya que los puntos de vista habrán sido erradicados mediante el sendero de uno que entra-en-la- corriente.

[2] Esta declaración no implica que exista una exclusividad inherente o discriminación arbitraria en el modo de presentar la enseñanza del Buda. Pero, como los que permanecen en la vida laica deben cuidar de sus familias, posesiones y tienen varias ocupaciones, tales charlas que llevan al desapego completo no habrían sido apropiadas para ellos.

 


FUENTE:

Ñanamoli, B. y Bodhi, B. (2001). MN143 Anathapindikovada Sutta – Advice to Anathapindika en The Middle Discourses of the Buddha: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 1109-1113

Traducción del inglés: Alfon

Revisión y edición: Anton P. Baron y Federico Angulo

Publicación del Bosque Theravada 2013.  

 

 

MN 127 Anuruddha Sutta – Anuruddha

El Venerable Anuruddha clarifica la diferencia entre la inconmensurable liberación de la mente y la exaltada liberación de la mente.

 


[Leer en pali]

[1] Esto he escuchado:

En una ocasión el Bienaventurado estaba viviendo en Savatthi, en la arboleda de Jeta del parque de Anathapindika.

[2] En aquel entonces, el carpintero Pancakanga se dirigió a un hombre de esta manera: «Venga, buen hombre, vaya donde está el Venerable Anuruddha y ríndale homenaje en mi nombre poniendo la cabeza a sus pies, diciendo: ‘Venerable señor, el carpintero Pancakanga le rinde homenaje con su cabeza a los pies del Venerable Anuruddha y diciendo: «Venerable señor, deje que el Venerable Anuruddha, junto a otros tres [monjes], consienta en aceptar la comida de mañana de parte del carpintero Pancakanga, y permita que el Venerable Anuruddha llegue puntualmente, ya que el carpintero Pancakanga está muy ocupado y tiene mucho trabajo que hacer para el rey»'».

«Sí, señor», respondió el hombre y se dirigió a donde estaba el Venerable Anuruddha. Luego de rendir homenaje al Venerable Anuruddha, se sentó a un lado y entregó su mensaje. Entonces, el Venerable Anuruddha consintió en silencio.

[3] Cuando la noche terminó y llegó la mañana, el Venerable Anuruddha se vistió y —tomando su cuenco y hábito exterior— partió a casa del carpintero Pancakanga, donde se sentó en un lugar preparado para la ocasión. Luego, con sus propias manos, el carpintero Pancakanga sirvió y satisfizo al Venerable Anuruddha con varios tipos de buena comida. Entonces, cuando el Venerable Anuruddha había comido y retirado su mano del cuenco, el carpintero Pancakanga tomó un asiento bajo a un lado del Venerable Anuruddha y le dijo:

[4] «He aquí, venerable señor, que han venido a mí algunos monjes ancianos que me han dicho: ‘Hombre hogareño, desarrolle la inconmensurable liberación de la mente’, y otros que me han afirmado: ‘Hombre hogareño, desarrolle la exaltada liberación de la mente’. Luego, venerable señor, ¿la inconmensurable liberación de mente y la exaltada liberación de la mente [1] son estados diferentes en nombre y significado, o son idénticos en significado y diferentes sólo en el nombre?».

[5] «Hombre hogareño, explique como lo entiende y, luego, lo aclararé para usted».

«Venerable señor, lo entiendo así: la inconmensurable liberación de la mente y la exaltada liberación de la mente son estados de igual significado, pero diferentes sólo en el nombre».

[6] «Hombre hogareño, la inconmensurable liberación de la mente y la exaltada liberación de la mente son estados diferentes en nombre y significado. Y, de la siguiente manera, deberá entenderse cómo ambos estados son diferentes en nombre y significado.

[7] «¿Qué es, hombre hogareño, la inconmensurable liberación de la mente? He aquí, un monje permanece impregnando un cuarto [2] con la mente imbuida de amor benevolente. De la misma forma para el segundo, tercer y cuarto cuadrante, tanto por encima como por debajo, alrededor y en todas partes, para todos como a sí mismo, el monje permanece impregnándolo todo, abarcando al mundo con la mente imbuida de amor benevolente, abundante, exaltada, inconmensurable, sin hostilidad ni animadversión. Permanece impregnando un cuarto con la mente imbuida de compasión… Permanece impregnando un cuarto con la mente imbuida de alegría altruista… Permanece impregnando un cuarto con la mente imbuida de ecuanimidad… abundante, exaltada, inconmensurable, sin hostilidad ni animadversión. Esto es lo que se conoce como la inconmensurable liberación de la mente.

[8] «¿Y qué es, hombre hogareño, la exaltada liberación de la mente? He aquí, un monje permanece resueltamente [concentrado] sobre un área [que abarca] el tamaño de la raíz de un árbol, impregnándolo exaltado: esto se conoce como la exaltada liberación de la mente [3]. He aquí, un monje permanece resueltamente [concentrado] en un área [que abarca] el tamaño de las raíces de dos o tres árboles, impregnándolo exaltado: esto también se conoce como la exaltada liberación de la mente. He aquí, un monje permanece resueltamente [concentrado] sobre un área del tamaño de un poblado… de dos o tres pueblos… de un gran reino… de dos o tres reinos principales… de un continente rodeado por el océano, impregnándolo exaltado: esto también se conoce como la exaltada liberación de la mente. Es de esta manera, hombre hogareño, cómo debe entenderse que ambos estados son diferentes en nombre y significado.

[9] «Hay, hombre hogareño, estos cuatro tipos de reaparición [en un futuro estado de] existencia. ¿Cuáles cuatro? He aquí, alguien que permanece resueltamente emanando ‘resplandor limitado’, con la disolución del cuerpo después de la muerte, reaparecerá en compañía de los dioses de Resplandor Limitado. He aquí, alguien que permanece resueltamente emanando ‘resplandor inconmensurable’, con la disolución del cuerpo después de la muerte, reaparecerá en compañía de los dioses de Resplandor Inconmensurable. He aquí, alguien que permanece resueltamente emanando ‘resplandor impuro’, con la disolución del cuerpo después de la muerte, reaparecerá en compañía de los dioses de Resplandor Impuro. He aquí, alguien que permanece resueltamente emanando ‘resplandor puro’, con la disolución del cuerpo después de la muerte, reaparecerá en compañía de los dioses de Resplandor Puro. Estos son los cuatro tipos de reaparición [en un futuro estado de] existencia [4].

[10] «Hay una ocasión, hombre hogareño, cuando los dioses se reúnen, cuando, estando en un solo lugar juntos, una diferencia en su color puede ser discernida, pero no una diferencia en su resplandor. Del mismo modo como un hombre que tiene varias lámparas de aceite en su casa, puede discernir una diferencia en las llamas, pero ninguna en su resplandor, así, también, cuando los dioses se reúnen… pero no una diferencia en su resplandor.

[11] «Hay una ocasión, hombre hogareño, cuando los dioses se dispersan [de su reunión], que una diferencia en sus colores se puede discernir y también una diferencia en su resplandor. Del mismo modo como un hombre, al quitar diferentes lámparas de aceite de su casa puede discernir la diferencia en las llamas y el resplandor de las lámparas, así, también, cuando los dioses se dispersan… y también una diferencia en su resplandor.

[12] «Que no se les ocurra pensar a estos dioses: ‘Esta [vida] nuestra es permanente, duradera y eterna’, dondequiera que estas deidades se establezcan y encuentren allí placer. Del mismo modo que a un grupo de moscas, llevadas sobre una canasta o pértiga, no se les ocurre pensar: ‘Esta [vida] nuestra es permanente, duradera y eterna’, sea cualquier parte donde estas moscas se establezcan y allí encuentren placer, así, también, que no se le ocurra a estos dioses… y encuentren allí placer».

[13] Cuando esto fue dicho, el Venerable Abhiya Kaccana dijo al Venerable Anuruddha:

«Bien dicho, Venerable Anuruddha, tengo algo que preguntar, ¿son todos estos seres resplandecientes deidades del Resplandor Limitado, o algunos de ellos son dioses del Resplandor Inconmensurable?».

«A causa del factor [responsable del renacimiento], amigo Kaccana, algunos son deidades del Resplandor Limitado y otros dioses del Resplandor Inconmensurable».

[14] «Venerable Anuruddha, ¿cuál es la causa y razón por la cual, entre las deidades que han reaparecido en un solo orden de dioses, algunos sean deidades del Resplandor Limitado y otros dioses del Resplandor Inconmensurable?».

«En cuanto a eso, amigo Kaccana, voy a hacerle una pregunta a cambio. Responda como usted mejor prefiera. ¿Qué piensa usted, amigo Kaccana? Cuando un monje permanece resueltamente [concentrado] sobre un área [que abarca] el tamaño de la raíz de un árbol, impregnándolo exaltado y, otro monje, permanece resueltamente [concentrado] sobre un área [que abarca] el tamaño de las raíces de dos o tres árboles, también impregnándolo exaltado, ¿cuál de estos dos tipos de desarrollo mental es el más elevado? «.

«El segundo, venerable señor».

«¿Qué piensa usted, amigo Kaccana? Cuando un monje permanece resueltamente [concentrado] sobre un área [que abarca] el tamaño de las raíces de dos o tres árboles, impregnándolo exaltado y, otro monje, permanece resueltamente [concentrado] sobre un área [que abarca] el tamaño de un poblado… un poblado y un área del tamaño de dos o tres pueblos… dos o tres pueblos y un área del tamaño de un gran reino… un gran reino y un área del tamaño de dos o tres reinos principales… dos o tres reinos principales y el área de un continente rodeado por el mar, impregnándolo exaltado, ¿cuál de estos dos tipos de desarrollo mental es el más elevado? «.

«El segundo, venerable señor».

«Esta es la causa y razón, amigo Kaccana, por la cual, entre las deidades que han reaparecido en un solo orden de dioses, algunos son deidades del Resplandor Limitado y otros dioses del Resplandor Inconmensurable».

[15] «Bien dicho, Venerable Anuruddha, pero aún tengo algo más que preguntar, ¿son todos aquellos seres resplandecientes deidades del Resplandor Impuro, o algunos de ellos son dioses del Resplandor Puro?».

«A causa del factor [responsable del renacimiento], amigo Kaccana, algunos son deidades del Resplandor Impuro y otros dioses del Resplandor Puro».

[16] «Venerable Anuruddha, ¿cuál es la causa y razón por la cual, entre las deidades que han reaparecido en un solo orden de dioses, algunos son deidades del Resplandor Impuro y otros dioses del Resplandor Puro?».

«En cuanto a eso, amigo Kaccana, daré un símil, con el objeto de que algunos hombres sabios comprendan, por medio del símil, el significado de lo declarado aquí. Supongamos una lámpara de aceite que arde con aceite y mecha impuros, entonces, debido a la impureza de su mecha y combustible, arde débilmente. Así, también, el monje permanece resuelto impregnando [un área] de resplandor impuro. Su inercia corporal no ha desaparecido del todo, su indolencia y letargo no han sido totalmente eliminados, ni su intranquilidad y remordimientos han sido totalmente removidos. Debido a esto su meditación es, por así decirlo, oscura [5]. De esta forma, luego de la disolución del cuerpo después de la muerte, reaparecerá en compañía de los dioses del Resplandor Impuro.

«Supongamos, ahora, una lámpara de aceite que arde con aceite y mecha puros, entonces, debido a la pureza de su mecha y combustible arde con fuerte resplandor. Así, también, el monje permanece resuelto impregnando [un área] de resplandor puro. Su inercia física ha desaparecido totalmente, su indolencia y letargo han sido totalmente eliminados, su intranquilidad y remordimientos han sido totalmente removidos. Debido a esto su meditación es, por así decirlo, resplandeciente. De esta forma, luego de la disolución del cuerpo después de la muerte, reaparecerá en compañía de los dioses del Resplandor Puro.

«Esta es la causa y razón, amigo Kaccana, por la cual, entre las deidades que han reaparecido en el mismo orden de dioses, algunos son deidades del Resplandor Impuro y otros dioses del Resplandor Puro».

[17] Cuando esto fue dicho, el Venerable Abhiya Kaccana dijo al Venerable Anuruddha:

«Bien dicho, Venerable Anuruddha. El Venerable Anuruddha no dice: ‘Esto he escuchado’ o ‘Esto debería ser así’. Más bien, el Venerable Anuruddha afirma: ‘Estos dioses son así y aquellos dioses son tal’. Se me ocurre, venerable señor, que el Venerable Anuruddha se ha asociado con estas deidades y mantenido charlas y conversaciones con ellas».

«Ciertamente, amigo Kaccana, sus palabras son ofensivas y faltas de cortesía [6], sin embargo le responderé. Durante mucho tiempo me he asociado con estas deidades y mantenido charlas y conversaciones con ellas «.

[18] Cuando esto fue dicho, el Venerable Abhiya Kaccana dijo el carpintero Pancakanga:

«Esto es una ganancia para usted, hombre hogareño, es una gran ganancia que usted haya abandonado su estado de duda y tenido la oportunidad de escuchar este discurso sobre el Dhamma».

 


NOTAS:

[1] Appamana cetovimutti, mahaggata cetovimutti. El MN 43,31 explica, como en este caso, la inconmensurable liberación de la mente como los cuatro Brahmaviharas. Puesto que la fórmula para cada brahmavihara incluye la palabra «exaltado», Pancakanga se confunde suponiendo que las dos liberaciones son de igual significado.

[2] Un «cuarto», la «cuarta parte», se refiere a la dirección geográfica hacia la cual los monjes deben emanar amor benevolente… compasión… etc. Cada cuarto representa uno de los 4 puntos cardinales [nota del editor].

[3] Los Comentarios explican que se cubre un área del tamaño de la raíz de un árbol con el signo del kasina, impregnándolo con la exaltación del jhana. El mismo método se aplica a los casos siguientes.

[4] Según los Comentarios, los dioses del Resplandor Impuro y del Resplandor Puro no existen como reinos separados o esferas independientes, sino que son subdivisiones dentro de los reinos de los dioses del Resplandor Limitado y del Resplandor Inconmensurable. El renacimiento, entre los dioses de Resplandor Limitado, está determinado por la consecución del segundo jhana a través del limitado signo del kasina, mientras que, el renacimiento entre los dioses del Resplandor Inconmensurable, está dado por el logro del mismo jhana, pero con el signo del kasina extendido. El renacimiento con ‘resplandor impuro’ es para aquellos que no dominan el jhana ni han purificado los estados obstructivos, mientras que el renacimiento con ‘resplandor puro’ es para los que han alcanzado este dominio y purificación.

[5] Se trata de un juego de palabras. En pali el verbo jhayati significa tanto «quemar» como «meditar», aunque ambos significados derivan de diferentes verbos sánscritos: kshayati (quemar) y dhyayati (meditar).

[6] Las palabras de Abhiya son consideradas descorteses porque preguntan directamente sobre una experiencia personal del Venerable Anuruddha. Los Comentarios indican que, aunque había realizado las diez perfecciones (paramis) en vidas pasadas, Anuruddha habría progresado como recluso alcanzando los logros meditativos y pasando trescientas existencias, sin interrupción, en el mundo de Brahma. De ahí su respuesta.

 


FUENTE:

Ñanamoli, B. y Bodhi, B. (2001). MN 127 Anuruddha Sutta – Anuruddha, en The Middle Discourses of the Buddha: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 1002 – 1007

Traducción del inglés: Federico Angulo

Revisión y edición: Anton P. Baron y Federico Angulo

Publicación del Bosque Theravada 2013.  

 

 

MN 151 Pindapataparisuddhi Sutta – La Purificación de las limosnas

El Buda enseña a Sariputta cómo un monje debería examinarse a sí mismo para ser digno de los donativos de la comida.

 


[Leer en pali]

[1] Así lo he oído:

En cierta ocasión el Bienaventurado estaba residiendo en Rajagaha, en la arboleda de bambúes del Santuario de las Ardillas. Cuando llegó la noche, el Venerable Sariputta se levantó de su meditación y se dirigió al Bienaventurado. Tras rendirle homenaje, se sentó a un lado. Entonces el Bienaventurado se dirigió a Sariputta:

[2] “Sariputta, tus facultades son claras. El color de tu piel es puro y brillante. ¿En qué estado has morado y habitualmente permaneces morando, Sariputta?”.

Ahora, Venerable Señor, permanezco morando en la vacuidad”. [1]

¡Bien, bien, Sariputta! Tú moras en los estados en los que suele permanecer morando un gran hombre. Porque esta es la morada de un gran hombre, a saber, la vacuidad. [2]

[3] “Por lo tanto, Sariputta, si un monje deseara esto: ‘¿Puedo morar ahora en la vacuidad?’, debería tener en cuenta esto: ‘En el camino que lleva al pueblo para pedir limosna, o en el lugar donde estoy recogiendo las limosnas, o en el camino de vuelta de la ronda de limosnas, ¿hubo algún deseo, lujuria, odio, engaño o aversión en mi mente con respecto a las formas cognoscibles por el ojo? [3]. Si, haciéndose esta pregunta, conoce esto: ‘En el camino que lleva al pueblo para pedir limosna, o en el lugar donde estoy recogiendo las limosnas, o en el camino de vuelta de la ronda de limosnas, hubo deseo, lujuria, odio, engaño o aversión en mi mente con respecto a las formas cognoscibles por el ojo’; entonces debe hacer el esfuerzo para abandonar aquellos estados insanos. Pero si, al preguntarse de ese modo, conoce esto: ‘En el camino que lleva al pueblo para pedir limosna, o en el lugar donde estoy recogiendo las limosnas, o en el camino de vuelta de la ronda de limosnas, no surgió el deseo, la lujuria, el odio, el engaño o aversión en mi mente con respecto a las formas cognoscibles por el ojo’; entonces debería morar feliz y regocijado, durante el día y la noche, en esos estados sanos.

[4-8] “Además, Sariputta, el monje debe considerar esto: ‘En el camino que lleva al pueblo para pedir limosna, o en el lugar donde estoy recogiendo las limosnas, o en el camino de vuelta de la ronda de limosnas, ¿hubo algún deseo, lujuria, odio, engaño o aversión en mi mente con respecto a los sonidos cognoscibles por el oído?… respecto a los olores cognoscibles por la nariz?… respecto a los sabores cognoscibles por la lengua?… respecto a los objetos tangibles cognoscibles por el cuerpo?… respecto a los objetos mentales cognoscibles por la mente?’ Si, haciéndose esta pregunta, conoce esto: ‘En el camino que lleva al pueblo para pedir limosna, o en el lugar donde estoy recogiendo las limosnas, o en el camino de vuelta de la ronda de limosnas…, hubo deseo, lujuria, odio, engaño o aversión en mi mente con respecto a los objetos mentales cognoscibles por la mente’; entonces debe hacer el esfuerzo para abandonar aquellos estados insanos. Pero si, al preguntarse de ese modo, conoce esto: ‘En el camino que lleva al pueblo para pedir limosna, o en el lugar donde estoy recogiendo las limosnas, o en el camino de vuelta de la ronda de limosnas…, no surgió el deseo, la lujuria, el odio, el engaño o aversión en mi mente con respecto a los objetos mentales cognoscibles por la mente’; entonces debería morar feliz y regocijado, durante el día y la noche, en esos estados sanos.

[9] “Además, Sariputta, el monje debe considerar esto: ‘¿Están las cinco cuerdas de los placeres sensuales abandonadas en mí?’ [4]. Si, mediante esta pregunta, conoce esto: ‘Las cinco cuerdas de los placeres sensuales no están abandonadas en mí’; entonces debería hacer el esfuerzo para abandonar esas cinco cuerdas de los placeres sensuales. Pero si, al preguntarse aquello, conoce esto: ‘Las cinco cuerdas de los placeres sensuales fueron abandonadas en mí’; entonces debería morar feliz y regocijado, durante el día y la noche, en esos estados sanos.

[10] “Además, Sariputta, el monje debe considerar esto: ‘¿Los cinco obstáculos han sido abandonados en mí?’ Si, mediante esta pregunta, conoce esto: ‘Los cinco obstáculos no han sido abandonados en mí’; entonces debe hacer el esfuerzo para abandonar esos cinco obstáculos. Pero si, al preguntarse aquello, conoce esto: ‘Los cinco obstáculos fueron abandonados en mí’; entonces debería morar feliz y regocijado, durante el día y la noche, en esos estados sanos.

[11] “Además, Sariputta, el monje debe considerar esto: ‘¿Están los cinco agregados afectados por el apego, completamente entendidos por mí?’ Si, mediante esta pregunta, conoce esto: ‘Los cinco agregados afectados por el apego no han sido entendidos completamente por mí’; entonces debe hacer el esfuerzo para entender completamente los cinco agregados afectados por el apego. Pero si, mediante aquella pregunta, conoce esto: ‘Los cinco agregados afectados por el apego están completamente entendidos por mí’; entonces debería morar feliz y regocijado, durante el día y la noche, en esos estados sanos.

[12-20] “Además, Sariputta, el monje debe considerar esto: ‘¿Están los cuatro fundamentos de la atención completamente desarrollados en mí?… ¿Están los cuatro tipos de esfuerzo adecuado completamente desarrollados en mí?… ¿Están las cuatro bases del poder espiritual desarrolladas en mí?… ¿Están los siete factores de la iluminación desarrollados en mí?… ¿Está el Noble Óctuple Sendero desarrollado por mí?… ¿Están la serenidad y la visión desarrolladas en mí?… ¿Está el verdadero conocimiento y la liberación realizados por mí?’ Si, mediante esta pregunta, conoce esto otro: ‘El verdadero conocimiento y la liberación no están realizados por mí’; entonces debe hacer el esfuerzo para comprender el verdadero conocimiento y la liberación. Pero si, al preguntarse aquello, sabe esto otro: ‘He realizado el verdadero conocimiento y la liberación’; entonces debería morar feliz y regocijado, durante el día y la noche, en esos estados sanos. [5]

[21] “Sariputta, siempre que los ascetas y brahmanes del pasado hayan purificado sus comidas de las limosnas, todos lo hicieron mediante la repetida revisión de esos factores. Siempre que los ascetas y brahmanes del futuro hayan de purificar sus comidas de las limosnas, todos lo harán mediante la repetida revisión de esos factores. Siempre que los ascetas y brahmanes del presente purifiquen sus comidas de las limosnas, todos lo hacen mediante la repetida revisión de esos factores. Por lo tanto, Sariputta, debes entrenarte así: ‘Nosotros purificaremos nuestras limosnas mediante la revisión repetida de los factores mencionados’”.

Eso es lo que dijo el Bienaventurado. Y el Venerable Sariputta quedó satisfecho y complacido con las palabras del Bienaventurado.

 


NOTAS:

[1] Según los Comentarios: realización del fruto de vacuidad de un Arahant.

[2] Según los Comentarios: Esta es la morada de los «grandes hombres» (Mahapurisa) como Budas, Paccekabudas y los grandes discípulos del Tathagata.

[3] Entre los cinco términos, el deseo y la lujuria son sinónimos, como lo son el odio y la aversión.

[4] A partir de esta sección aparece la secuencia de desarrollo del camino: el abandono de las cinco cuerdas de los placeres sensuales es el paso previo para el desarrollo de los jhanas y el abandono de los cinco impedimentos (v.10) el antecedente inmediato a la realización del primer jhana; la comprensión total de los cinco agregados (v.11) produce la sabiduría necesaria para alcanzar el camino de la entrada en la corriente y las secciones de las treinta y siete ayudas para la iluminación (v.12-18), el cultivo de los factores necesarios para llegar a las etapas intermedias de la santidad; la sección sobre la serenidad y la introspección (v.19), aunque aplicable a todas las etapas, puede ser vista como totalmente realizada por el esfuerzo del que no-retorna hacia el arahantado. Por último, la sección sobre el verdadero conocimiento y liberación significa el logro del sendero y el fruto del arahantado.

[5] Aunque el arahant, que ha comprendido plenamente el verdadero conocimiento y liberación, no tiene necesidad de una formación continua, se sigue cultivando la serenidad y la visión con el fin de entrar en la bienaventuranza de los jhanas, el logro del fruto del arahantado y el cese de la percepción y la sensación.

 


FUENTE:

Ñanamoli, B. y Bodhi, B. (2001). MN 151 Piṇḍapataparisuddhi Sutta – The Purification of Almsfood en The Middle Discourses of the Buddha: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 1143 – 1146

Traducción del inglés: Alfon

Revisión y edición: Anton P. Baron y Federico Angulo

Publicación del Bosque Theravada 2013.  

 

 

MN 150 Nagaravindeyya Sutta – Discurso con los nagaravindas

El Buda explica a un grupo de brahmanes, hombres hogareños, qué clase de reclusos y brahmanes deberían ser honrados.

 


[Leer en pali]

[1] Así lo he oído:

En una ocasión, el Bienaventurado estaba viajando por el país de Kosala con un gran Sangha de monjes. Un día llegó a un pueblo del país de Kosala llamado Nagaravinda.

[2] Los brahmanes, hombres hogareños de Nagaravinda, oyeron: “El asceta Gotama, el hijo de los Sakyas que abandonó su clan de los Sakyas, ha estado viajando por el país de Kosala con un gran Sangha de monjes y ha llegado a Nagaravinda. Ahora bien, una buena referencia sobre el Maestro Gotama se ha difundido de este modo: ‘Que el Bienaventurado es realizado, plenamente iluminado, perfecto en el verdadero conocimiento y la conducta, bien encaminado, conocedor de los mundos, incomparable líder de los que han de ser amansados, el maestro de los dioses y los seres humanos, iluminado y sublime. Él declara lo referente a este mundo con sus dioses, sus Maras y sus Brahmas, a esta generación con sus ascetas y brahmanes, con sus príncipes y el pueblo, todo lo cual ha descubierto con el conocimiento directo. Enseña el Dhamma que es agradable en el principio, agradable en el medio y agradable al final; lo hace rectamente tanto en su significado como en la forma y exterioriza la vida santa absolutamente perfecta y pura’. Ahora bien, es bueno ir a ver a semejantes arahants”.

[3] Entonces los brahmanes hombres hogareños de Nagaravinda fueron a ver al Bienaventurado. Algunos rindieron homenaje al Bienaventurado y se sentaron a un lado; otros intercambiaron saludos con él y, cuando terminarón su conversación cortés y amable, se sentaron a un lado; otros extendieron sus manos en un saludo reverencial hacia el Bienaventurado y se sentaron a un lado; otros pronunciaron su nombre y su clan ante el Bienaventurado y se sentaron a un lado, algunos guardaron silencio y se sentaron a un lado. Cuando todos estuvieron sentados, el Bienaventurado dijo:

[4] “Hombres hogareños, si fuerais preguntados por los seguidores de otras sectas de esta manera: ‘Hombres hogareños, ¿qué tipo de ascetas y brahmanes no deben ser honrados, respetados, reverenciados ni venerados?’, deberíais contestar así: ‘Aquellos ascetas y brahmanes que no están auto-liberados de la codicia, el odio y la ignorancia con respecto a las formas cognoscibles por el ojo, cuyas mentes no están interiormente tranquilas y que se comportan a veces rectamente y a veces incorrectamente con el cuerpo, el habla y la mente; tales ascetas y brahmanes no deben ser honrados, respetados, reverenciados ni venerados. ¿Por qué así? Porque nosotros no estamos auto-liberados de la lujuria, el odio y la ignorancia con respecto a las formas cognoscibles por el ojo, nuestras mentes no están interiormente tranquilas y nos comportamos a veces rectamente y a veces incorrectamente en cuerpo, palabra y mente. Puesto que no vemos ninguna conducta mejor por parte de esos ascetas y brahmanes, ellos no deben ser honrados, respetados, reverenciados ni venerados.

“‘Los ascetas y brahmanes que no están auto-liberados de la codicia, el odio y la ignorancia con respecto a los sonidos cognoscibles por el oído … a los olores cognoscibles por la nariz … a los sabores cognoscibles por la lengua … a los objetos tangibles cognoscibles por el cuerpo … a los objetos mentales cognoscibles por la mente, cuyas mentes no están interiormente tranquilas y que se comportan a veces rectamente y a veces incorrectamente con el cuerpo, el habla y la mente; tales ascetas y brahmanes no deben ser honrados, respetados, reverenciados ni venerados. ¿Por qué así? Porque nosotros no estamos auto-liberados de la lujuria, el odio y la ignorancia con respecto a los sonidos cognoscibles por el oído … a los olores cognoscibles por la nariz … a los sabores cognoscibles por la lengua … a los objetos tangibles cognoscibles por el cuerpo … a los objetos mentales cognoscibles por la mente, nuestras mentes no están interiormente tranquilas y nos comportamos a veces rectamente y a veces incorrectamente en cuerpo, palabra y mente. Puesto que no vemos ninguna conducta mejor por parte de esos ascetas y brahmanes, ellos no deben ser honrados, respetados, reverenciados ni venerados’. Al ser preguntados, hombres hogareños, deberíais responder así a los seguidores de esas otras sectas.

[5] “Sin embargo, hombres hogareños, si los seguidores de otras sectas os preguntasen: ‘Hombres hogareños, ¿qué tipo de ascetas y brahmanes deben ser honrados, respetados, reverenciados y venerados?’; deberíais contestar así: ‘Aquellos ascetas y brahmanes que están auto-liberados de la codicia, el odio y la ignorancia con respecto a las formas cognoscibles por el ojo, cuyas mentes están interiormente tranquilas y que se comportan rectamente con el cuerpo, el habla y la mente; tales ascetas y brahmanes deben ser honrados, respetados, reverenciados y venerados. ¿Por qué así? Porque nosotros no estamos auto-liberados de la lujuria, el odio y la ignorancia con respecto a las formas cognoscibles por el ojo, nuestras mentes no están interiormente tranquilas y nos comportamos a veces rectamente y a veces incorrectamente en cuerpo, palabra y mente. Puesto que vemos una conducta mejor por parte de esos ascetas y brahmanes, ellos deben ser honrados, respetados, reverenciados y venerados.

“‘Los ascetas y brahmanes que están auto-liberados de la codicia, el odio y la ignorancia con respecto a los sonidos cognoscibles por el oído … a los olores cognoscibles por la nariz … a los sabores cognoscibles por la lengua … a los objetos tangibles cognoscibles por el cuerpo … a los objetos mentales cognoscibles por la mente, cuyas mentes están interiormente tranquilas y que se comportan rectamente con el cuerpo, el habla y la mente; tales ascetas y brahmanes deben ser honrados, respetados, reverenciados y venerados. ¿Por qué así? Porque nosotros no estamos auto-liberados de la lujuria, el odio y la ignorancia con respecto a los sonidos cognoscibles por el oído … a los olores cognoscibles por la nariz … a los sabores cognoscibles por la lengua … a los objetos tangibles cognoscibles por el cuerpo … a los objetos mentales cognoscibles por la mente, nuestras mentes no están interiormente tranquilas y nos comportamos a veces rectamente y a veces incorrectamente en cuerpo, palabra y mente. Puesto que vemos una conducta mejor por parte de esos ascetas y brahmanes, ellos deben ser honrados, respetados, reverenciados y venerados.

[6] “Hombres hogareños, si seguidores de otras sectas os preguntan esto: ‘Pero, ¿cuáles son las razones y cuál es la prueba por la cuál afirman esto: «Ciertamente estos venerables ascetas y brahmanes carecen de codicia o están practicando para la erradicación de la codicia, carecen de odio o están practicando para la erradicación del odio, carecen de ignorancia o están practicando para la erradicación de la ignorancia?»’. Si vosotros fuerais preguntados así por esos seguidores de otras sectas, deberíais responder esto: ‘Es porque esos venerables ascetas y brahmanes recurren a los lugares apartados del bosque para su reclusión. Porque no hay formas cognoscibles por el ojo, tales que pudieran ser vistas para su propio deleite. No hay sonidos cognoscibles por el oído, tales que pudieran ser oídos para su propio deleite. No hay olores cognoscibles por la nariz, tales que pudieran ser olidos para su propio deleite. No hay sabores cognoscibles por la lengua, tales que pudieran ser saboreados para su propio deleite. No hay objetos tangibles cognoscibles por el cuerpo, tales que pudieran ser tocados para su propio deleite. Estas son nuestras razones, amigos, esta es nuestra prueba por la que afirmamos esto acerca de esos venerables ascetas y brahmanes: «Ciertamente estos venerables carecen de la codicia, el odio y la ignorancia, o están practicando para su erradicación»’. Si así fuerais preguntados, hombres hogareños, deberíais responder de este modo a los seguidores de las otras sectas”.

[7] Cuando esto fue dicho, los brahmanes, hombres hogareños de Nagaravinda, dijeron al Bienaventurado: «¡Magnífico, Maestro Gotama, magnífico! El Maestro Gotama ha enseñado el Dhamma de diversas maneras, como si hubiese levantando lo que estaba derribado, como si hubiese revelado lo que estaba oculto, como si mostrara el camino al que se ha perdido o alzara una lámpara en medio de la oscuridad, para que los que tengan buena vista puedan ver. Vamos al Maestro Gotama al Dhamma y al Sangha de los monjes en busca de refugio. A partir de hoy rogamos al Maestro Gotama que nos acepte como seguidores laicos que han acudido a él en busca de refugio para toda la vida».

 


FUENTE:

Ñanamoli, B. y Bodhi, B. (2001). MN 150 Nagaravindeyya Sutta – To the Nagaravindans en The Middle Discourses of the Buddha: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 1140-1142

Traducción del inglés: Alfon

Revisión y edición: Anton P. Baron y Federico Angulo

Publicación del Bosque Theravada 2013.  

 

 

MN 138 Uddesavibhanga Sutta – Resumen y exposición

Cómo atender un objeto externo, sin que la mente se esparza externamente, y cómo focalizar fuertemente la mente hacia el interior, sin que la misma sea internamente posicionada. No es fácil hacerlo, pero es posible.


[Leer en pali]

[1] Así he oído:

En una ocasión el Bienaventurado estaba viviendo en Savatthi, en la arboleda de Jeta del parque de Anathapindika. Allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes así: “Monjes”. “Venerable Señor”, respondieron los monjes. Y el Bienaventurado continuó:

[2] “Monjes, os enseñaré un resumen y una exposición. Escuchad y atended con atención lo que voy a decir”. “Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes.

[3] “Monjes, un monje debe examinar las cosas de tal manera que, mientras las está examinando, su conciencia no esté distraída y dispersa externamente ni apegada internamente, así, al no aferrarse, no se agita. Si su conciencia no está distraída y dispersa externamente ni apegada internamente y así, al no aferrarse, no se agita, para él no hay un origen para el sufrimiento, el nacimiento, la vejez y la muerte en el futuro”.

[4] Eso es lo que dijo el Bienaventurado y, una vez dicho esto, el Sublime se levantó de su asiento y se retiró a su morada [1].

[5] Entonces, una vez el Bienaventurado se hubo marchado, los monjes consideraron: “Ahora, amigos, el Bienaventurado se ha levantado de su asiento y se ha retirado a su morada, después de dar un resumen en pocas palabras y sin exponer el significado con detalles. ¿Ahora, quién va a exponerlo en detalle?”. Entonces otros tuvieron en cuenta esto: “El Venerable Maha Kaccana es alabado por el Maestro y estimado por sus compañeros en la vida santa. Él será capaz de exponer el significado detallado. Supongamos que vamos a él para preguntarle el significado de este resumen”.

[6] A continuación, los monjes fueron al Venerable Maha Kaccana e intercambiaron saludos con él. Cuando hubo terminado la charla cortés y amable, se sentaron a un lado, le contaron lo que había sucedido y agregaron: “Que el Venerable Maha Kaccana nos explique en detalle la exposición del Bienaventurado”.

[7] “Amigos, es como si un hombre necesitando duramen, buscando duramen, vagando en busca de duramen, pensando en buscar duramen, lo busca por entre las ramas y las hojas de un gran árbol, creyendo que poseen duramen después de haber pasado por alto la raíz y el tronco. Lo mismo sucede con vosotros, venerables señores, que pensáis que me deberíais preguntar a mí por el significado de esto cuando habéis estado cara a cara con el Bienaventurado, habiendo dejado atrás al Maestro. Debéis recordar que el Bienaventurado sabe; que viendo, ve; y que él es la visión, el conocimiento, el Dhamma; él es el santo, el predicador, el que muestra el significado, el dador de la Inmortalidad, el Señor del Dhamma, el Tathagata. Ese fue el momento en el que deberíais haber preguntado al Bienaventurado el significado en detalle. Y tal como él os lo hubiese explicado, así lo deberíais recordar”.

[8] “Sin duda, amigo Kaccana, sabemos que el Bienaventurado sabe; que viendo, ve; y que él es la visión… el Tathagata. Ese debió ser el momento en el que deberíamos haber preguntado al Bienaventurado el significado en detalle. Y tal como él nos lo hubiese dicho, nosotros lo hubiésemos recordado. Sin embargo, el Venerable Maha Kaccana es alabado por el Maestro y estimado por sus compañeros en la vida santa. El Venerable Maha Kaccana es capaz de exponer el significado detallado de este resumen expuesto por el Bienaventurado. Que el Venerable Maha Kaccana nos lo explique sin que esto le suponga una molestia”.

[9] “Así, pues, escuchad amigos y prestad atención a lo que voy a decir”. “Sí, amigo”, respondieron los monjes. Entonces el Venerable Maha Kaccana dijo lo siguiente:

[10] “¿Cómo, amigos, es la conciencia llamada distraída y dispersa externamente? [2] He aquí, si cuando un monje ha visto una forma con el ojo y después su conciencia sigue el signo de la forma, la gratificación por el signo de la forma lo ata y encadena, quedando encadenado por el grillete de la gratificación, por el signo de la forma. Entonces su conciencia se llama distraída y dispersa externamente.

“Si cuando escucha un sonido con el oído… huele un olor con la nariz … prueba un sabor con la lengua … toca un objeto tangible con el cuerpo … conoce un objeto mental con la mente y después su conciencia sigue el signo del objeto mental, la gratificación por el signo del objeto mental lo ata y encadena, quedando encadenado por el grillete de la gratificación, por el signo del objeto mental. Entonces su conciencia se llama distraída y dispersa externamente.

[11] “¿Y cómo, amigos, es la conciencia llamada no distraída ni dispersa externamente? He aquí, si cuando el monje ha visto una forma con el ojo y después su conciencia no sigue el signo de la forma, no queda vinculado ni encadenado por la gratificación en el signo de la forma. No quedando encadenado por el grillete de la gratificación en el signo de la forma, entonces su conciencia se llama no distraída ni dispersa externamente.

“Si cuando él ha oído un sonido con el oído … huele un olor con la nariz … prueba un sabor con la lengua … toca un objeto tangible con el cuerpo … conoce un objeto mental con la mente y después su conciencia no sigue el signo del objeto mental, no queda vinculado ni encadenado por la gratificación en el signo del objeto mental. No quedando encadenado por el grillete de la gratificación en el signo del objeto mental, entonces su conciencia se llama no distraída ni dispersa externamente.

[12] “¿Y cómo, amigos, es la mente llamada apegada internamente? [3] He aquí, apartado de los placeres sensuales, apartado de los estados malsanos, el monje entra y permanece en el primer jhana, acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido, con entusiasmo y placer nacidos de la reclusión. Si después su conciencia sigue el signo del entusiasmo y el placer nacidos de la reclusión, la gratificación por el signo del entusiasmo y el placer, nacidos de la reclusión, lo atan y encadenan. Entonces su conciencia se llama apegada internamente.

[13] “Además, con el cese del pensamiento aplicado y sostenido, el monje entra y permanece en el segundo jhana, en el cual se tiene confianza en sí mismo y la mente está unificada, pero sin pensamiento aplicado ni sostenido, y con entusiasmo y placer nacidos de la concentración. Si después su conciencia sigue el signo del entusiasmo y el placer nacidos de la concentración, la gratificación por el signo del entusiasmo y el placer, nacidos de la concentración, lo atan y encadenan. Entonces su conciencia se llama apegada internamente.

[14] “Además, con el desvanecimiento del rapto, el monje permanece ecuánime y plenamente consciente, sintiendo placer con el cuerpo entra y permanece en el tercer jhana, por el cual los nobles declaran: ‘Él tiene una morada placentera, ecuánime y plenamente consciente’. Si después su conciencia sigue el signo del placer surgido de la ecuanimidad y la plena consciencia, la gratificación por el signo del placer, surgido de la ecuanimidad y la plena consciencia, lo atan y encadenan. Entonces su conciencia se llama apegada internamente.

[15] “Además, con el abandono del placer y el dolor —y con la previa desaparición de la alegría y la pena, el monje entra y permanece en el cuarto jhana, el cual carece de dolor y placer, y posee la pureza de la atención consciente a través de la ecuanimidad. Si después su conciencia sigue el signo de la carencia de dolor y placer, la gratificación por el signo de la carencia de dolor y placer lo atan y encadenan. Entonces su conciencia se llama apegada internamente.

[16] “¿Y cómo, amigos, es la mente llamada no apegada internamente? He aquí, apartado de los placeres sensuales, apartado de los estados malsanos, el monje entra y permanece en el primer jhana, que se acompaña del pensamiento aplicado y sostenido, con entusiasmo y placer nacidos de la reclusión. Si después su conciencia no sigue el signo del entusiasmo y el placer nacidos de la reclusión, no queda vinculado ni encadenado por la gratificación en el signo del entusiasmo y el placer nacidos de la reclusión. Entonces su conciencia se llama no apegada internamente.

[17] “Además, con el cese del pensamiento aplicado y sostenido, el monje entra y permanece en el segundo jhana, en el cual se tiene confianza en sí mismo y la mente está unificada, pero sin pensamiento aplicado ni sostenido, y con entusiasmo y placer nacidos de la concentración. Si después su conciencia no sigue el signo del entusiasmo y el placer nacidos de la concentración, no queda vinculado ni encadenado por la gratificación en el signo del entusiasmo y el placer nacidos de la concentración. Entonces su conciencia se llama no apegada internamente.

[18] “Además, con el desvanecimiento del rapto, el monje permanece ecuánime y plenamente consciente, sintiendo placer con el cuerpo entra y permanece en el tercer jhana, por el cual los nobles declaran: ‘Él tiene una morada placentera, ecuánime y plenamente consciente’. Si después su conciencia no sigue el signo de la ecuanimidad y la plena consciencia, no queda vinculado ni encadenado por la gratificación en el signo de la ecuanimidad y la plena consciencia. Entonces su conciencia se llama no apegada internamente.

[19] “Además, con el abandono del placer y el dolor y con la previa desaparición de la alegría y la pena—y, el monje entra y permanece en el cuarto jhana, el cual carece de dolor y placer, y posee la pureza de la atención debida a la ecuanimidad. Si después su conciencia no sigue el signo de la carencia de dolor y placer, no queda vinculado ni encadenado por la gratificación en el signo de la carencia de dolor y placer. Entonces su conciencia se llama no apegada internamente.

[20] “¿Cómo, amigos, hay agitación debido al apego? [4] He aquí, una persona común e ignorante que no tiene respeto por los nobles y es inexperta e indisciplinada en su Dhamma, se refiere a la forma material como ‘yo’, o al ‘yo’ como poseedor de la forma material, o a la forma material como dentro del ‘yo’, o al ‘yo’ como dentro de la forma material. Cuando esa forma material cambia y se convierte en otra cosa, con el cambio y conversión de esa forma material, su conciencia se preocupa por los cambios de la forma material. Como los estados mentales agitados nacen de la preocupación por el cambio de la forma material, surgiendo juntos [5], permanecen obsesionando su mente. Debido a que su mente está obsesionada, está ansioso, angustiado y preocupado, y debido al apego surge la agitación [6].

Se refiere a la sensación como ‘yo’… Se refiere a la percepción como ‘yo’… Se refiere a las formaciones mentales como ‘yo’… Se refiere a la conciencia como ‘yo’, o al ‘yo’ como poseedor de la conciencia, o la conciencia como dentro del ‘yo’, o al ‘yo’ como dentro de la conciencia. Cuando esa conciencia cambia y se convierte en otra cosa, con el cambio y conversión de esa conciencia, su conciencia se preocupa por los cambios de la conciencia. Como los estados mentales agitados nacen de la preocupación por el cambio de la conciencia, surgiendo juntos, permanecen obsesionando su mente. Debido a que su mente está obsesionada, está ansioso, angustiado y preocupado, y debido al apego surge la agitación.

[21] “¿Y cómo, amigos, la agitación no surge cuando no hay apego? [7] He aquí, un noble discípulo bien entrenado, que respeta a los nobles y es experto y disciplinado en su Dhamma, no se refiere a la forma material como ‘yo’, o al ‘yo’ como poseedor de la forma material, o a la forma material como dentro del ‘yo’, o al ‘yo’ como dentro de la forma material. Cuando esa forma material cambia y se convierte en otra cosa, con el cambio y conversión de esa forma material su conciencia no se preocupa por los cambios de la forma material. Como los estados mentales agitados nacen de la preocupación por el cambio de la conciencia, al no surgir juntos no obsesionan su mente. Dado que su mente no está obsesionada, no está ansioso, angustiado ni preocupado, y debido a que no hay apego no surge la agitación.

No se refiere a la sensación como ‘yo’… No se refiere a la percepción como ‘yo’… No se refiere a las formaciones mentales como ‘yo’… No se refiere a la conciencia como ‘yo’, o al ‘yo’ como poseedor de la conciencia, o a la conciencia como dentro del ‘yo’, o al ‘yo’ como dentro de la conciencia. Cuando esa conciencia cambia y se convierte en otra cosa, con el cambio y conversión de esa conciencia, su conciencia no se preocupa por los cambios de la conciencia. Como los estados mentales agitados nacen de la preocupación por el cambio de la conciencia, al no surgir juntos no obsesionan su mente. Dado que su mente no está obsesionada, él no está ansioso, angustiado ni preocupado, y debido a que no hay apego no surge la agitación.

[22] “Amigos, el Bienaventurado se levantó de su asiento y fue a su morada después de dar un resumen en pocas palabras y sin exponer el significado detallado, esto es: ‘Monjes, un monje debe examinar las cosas de tal manera que, mientras las está examinando, su conciencia no está distraída ni dispersa externamente, ni apegada internamente, así, al no aferrarse, no se agita. Si su conciencia no está distraída ni dispersa externamente, ni apegada internamente y así, al no aferrarse no se agita, para él no hay un origen para el sufrimiento, el nacimiento, la vejez y la muerte en el futuro’. Así es como entiendo el significado detallado de este resumen, tal y como lo he expuesto. Ahora, amigos, si lo deseáis, id a ver al Bienaventurado y le preguntáis sobre el significado de esto. Y así como Él os lo explique, así deberéis recordarlo”.

[23] A continuación, los monjes, se deleitaron y regocijaron en las palabras del Venerable Maha Kaccana, se levantaron de sus asientos y se dirigieron al Bienaventurado. Tras rendirle homenaje, se sentaron a un lado y le expusieron todo lo que había tenido lugar después de que él se hubiera retirado, y agregaron: “Entonces, Venerable Señor, nos fuimos al Venerable Maha Kaccana y le preguntamos por el significado en detalle. El Venerable Maha Kaccana expuso el significado para nosotros con estos términos, declaraciones y frases”.

[24] “Maha Kaccana es sabio, monjes, Maha Kaccana tiene una gran sabiduría. Si me hubierais preguntado a mí por el significado detallado, lo habría explicado de la misma manera que Maha Kaccana lo ha hecho. Tal es su significado y así debéis recordarlo”.

Eso es lo que dijo el Bienaventurado. Entonces los monjes se mostraron satisfechos y deleitados con las palabras del Bienaventurado.


NOTAS:

[1] Es extraño que el Buda, después de haber anunciado que va a enseñar un resumen y una explicación, expone sólo el resumen y se va sin dar la explicación detallada. Aunque en otras partes del Canon el Buda se va después de hacer una declaración enigmática (por ejemplo, en MN 18), en esta ocasión no había declarado su intención de dar una explicación de su declaración con anterioridad. Los comentarios no ofrecen ninguna explicación.

[2] La conciencia está «distraída y dispersa externamente», es decir, entre los objetos externos, cuando se presenta a modo de apego hacia un objeto externo.

[3] La mente está «apegada internamente» por medio del apego a un objeto interno. El texto del sutta en sí mismo produce el cambio de viññana, en el resumen del Buda, a citta en la exposición de Maha Kaccana.

[4] Todas las ediciones conocidas del texto en Pali del MN 138 leen aquí anupada paritassana, literalmente, «la agitación debido a la falta de apego», que evidentemente contradice lo que enseña constantemente el Buda: que la agitación surge del apego y cesa con la eliminación del apego. Sin embargo, esta lectura aparentemente precede a los Comentarios, los cuales aceptan “Anupada” como correcto y ofrecen la siguiente explicación: “¿En qué sentido hay agitación debido a la falta de apego? A través de la no-existencia de algo a lo cual aferrarse”. Ñanamoli habría seguido esta lectura y, sobre la base de la explicación de los Comentarios, construyó esta frase «la angustia (agitación) debido a no encontrar nada a que aferrarse». Él no discutió el problema en sus notas. Un sutta del Samyutta Nikaya (SN 22,7) es prácticamente idéntico a este pasaje del MN 138, excepto que aquí se lee, como era de esperar, upada paritassana, «agitación debido al apego». Desde el texto del Samyutta podemos inferir con seguridad que la lectura del Majjhima es un antiguo error que se debe descartar. Mi traducción aquí se basa en la lectura de SN 22,7. Horner también sigue el último texto de la PTS en The Collection of the Middle Length Sayings.

[5] Los comentarios explican esta inusual frase paritassana dhammasamuppada como «la agitación de las ansias y el nacimiento de (otros) estados insanos».

[6] Por lo tanto, la agitación es el resultado de la falta de una esencia permanente en las cosas que podría proporcionar un refugio para el sufrimiento.

[7] Esta frase es idéntica en las versiones del Samyutta y Majjhima.


FUENTE:

Ñanamoli, B. y Bodhi, B. (2001). MN 138 – Uddesavibhanga Sutta – The Exposition of a Summary, en The Middle Discourses of the Buddha: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 1080 – 1086

Traducción del inglés: Alfon

Revisión y edición: Anton P. Baron y Federico Angulo

Publicación del Bosque Theravada 2013.  

MN 133 Mahakaccanabhaddekaratta Sutta – Mahakaccana y la noche auspiciosa

Dado que el Buda sólo ofrece el resumen del discurso sobre la noche auspiciosa (MN 131), el Venerable Maha Kaccana explica sus detalles.

 


[Leer en pali]

[1] Así he oído:

En una ocasión el Bienaventurado estaba viviendo en Rajagaha, en el Parque de las Termas. Entonces, cuando estaba a punto de amanecer, el Venerable Samiddhi fue a las termas para lavar sus extremidades. Después del baño salió del agua, se secó y vistió con su túnica. Más tarde, cuando la noche estaba avanzada, cierta deidad de hermosa apariencia iluminó toda la terma y se acercó al Venerable Samiddhi. Permaneciendo de pie a un lado, la deidad dijo:

[2] “Monje, ¿recuerdas el resumen y la exposición de la enseñanza de ‘Alguien que ha tenido una noche auspiciosa’?”.

Amigo, no recuerdo el resumen ni la exposición de la enseñanza de ‘Alguien que ha tenido una noche auspiciosa’. Pero, amigo, ¿tú recuerdas el resumen y la exposición de ‘Alguien que ha tenido una noche auspiciosa’?”.

Monje, yo tampoco recuerdo el resumen y la exposición de la enseñanza de ‘Alguien que ha tenido una noche auspiciosa’. Pero, monje, ¿recuerdas las estrofas de ‘Alguien que ha tenido una noche auspiciosa’?”.

Amigo, no recuerdo las estrofas de ‘Alguien que ha tenido una noche auspiciosa’. Pero, amigo, ¿tú recuerdas las estrofas de ‘Alguien que ha tenido una noche auspiciosa’?”.

Monje, yo tampoco recuerdo las estrofas de ‘Alguien que ha tenido una noche auspiciosa’. Pero, monje, aprende el resumen y la exposición de ‘Alguien que ha tenido una noche auspiciosa’. Monje, domina el resumen y la exposición de ‘Alguien que ha tenido una noche auspiciosa’. Monje, recuerda el resumen y la exposición de ‘Alguien que ha tenido una noche auspiciosa’. Monje, el resumen y la exposición de ‘Alguien que ha tenido una noche auspiciosa’ es beneficiosa y es parte del fundamento de la vida santa”.

Eso es lo que dijo la deidad y acto seguido se desvaneció.

[3] Luego, cuando la noche hubo terminado, el Venerable Samiddhi fue donde el Bienaventurado. Tras rendirle homenaje, se sentó a un lado y, diciéndole al Bienaventurado todo lo que había ocurrido, añadió: “Sería bueno, Venerable Señor, que el Bienaventurado me enseñara el resumen y la exposición de ‘Alguien que ha tenido una noche auspiciosa’”.

[4] “Entonces, monje, escucha y atiende lo que voy a decir”. “Sí, Venerable Señor”, respondió el Venerable Samiddhi. Y el Bienaventurado dijo:

[5] “No revivas el pasado

Ni vivas las expectativas del futuro,

Deja atrás el pasado, el futuro, aún no ha llegado.

Pero mira claramente cada uno de los estados que surgen en el presente.

Que te sean conocidos tal cual son y que estés seguro de ellos;

Y que seas [en relación a ellos] invencible e inamovible.

Es hoy cuando el esfuerzo debe ser hecho:

Mañana puede llegar la muerte, ¿quién lo sabe?

No negociando con la Mortalidad,

Mandando fuera sus hordas,

Alguien que mora ardientemente

No aflojando de día ni de noche,

Él es —lo dijo el Pacífico Sabio—:

Uno que ha tenido una noche auspiciosa”.

[6] Eso fue lo que dijo el Bienaventurado y, una vez dicho esto, el Sublime se levantó de su asiento y se retiró a su morada.

[7] Entonces, poco después de que el Bienaventurado se retirara, los monjes consideraron: “El Bienaventurado se ha levantado y se ha retirado a su morada después de dar un resumen de la enseñanza, sin exponer el significado detalladamente. Ahora, ¿quién va a exponer en detalle la enseñanza?”. Luego consideraron: “El Venerable Maha Kaccana es alabado por el Maestro y estimado por sus compañeros sabios en la vida santa. Él es capaz de exponer el significado detalladamente. Supongamos que vamos con él y le preguntamos el significado de esto”.

[8] A continuación, los monjes fueron con el Venerable Maha Kaccana e intercambiaron saludos con él. Cuando hubo terminado la charla cortés y amable, se sentaron a un lado, le contaron lo que había pasado y agregaron: “Que el Venerable Maha Kaccana nos exponga el significado detallado de esto”.

[9] “Amigos, es como si un hombre necesitara duramen, buscara duramen, vagara en busca de duramen y pensara que el duramen se debe buscar entre las ramas y hojas de un gran árbol, después de haber pasado por alto la raíz y el tronco. Y así es como, venerables señores, pensáis vosotros que debo ser preguntado acerca de la enseñanza, después de haber dejado pasar la oportunidad de preguntar al Bienaventurado, estando con el Maestro cara a cara. Por saber, el Bienaventurado sabe, por ver, él ve, él es la visión, es el conocimiento, él es el Dhamma, él es santo, él es el predicador, el transmisor del significado, el dador de la inmortalidad, el Señor del Dhamma, el Tathagata. Ese fue el momento en el que deberíais haber pedido al Bienaventurado la explicación. Tal como él lo hubiese explicado, así deberíais haberlo recordado”.

[10] “Sin duda, amigo Kaccana: por saber, el Bienaventurado sabe, por ver, él ve, él es la visión, él es el conocimiento, es el Dhamma, él es santo, él es el predicador, el transmisor del significado, el dador de la inmortalidad, el Señor del Dhamma, el Tathagata. Ese fue el momento en el que deberíamos haber preguntado al Bienaventurado el significado con detalle. Tal como él lo hubiese explicado, así deberíamos haberlo recordado. Sin embargo, el Venerable Maha Kaccana es alabado por el Maestro y estimado por sus compañeros sabios en la vida santa. El Venerable Maha Kaccana es capaz de exponer con detalle la enseñanza dada en resumen por el Bienaventurado. Solicitamos que el Venerable Maha Kaccana lo exponga sin que le suponga una molestia”.

[11] “Entonces, amigos, escuchad y atended cuidadosamente lo que voy a decir”. “Si, amigo”, respondieron los monjes. Y el Venerable Maha Kaccana dijo lo siguiente:

[12] “Amigos, cuando el Bienaventurado se levantó de su asiento y se retiró, después de exponer el resumen de su enseñanza, es decir:

“’No revivas el pasado

Ni vivas las expectativas del futuro […]

Uno que ha tenido una noche auspiciosa’.

Yo entiendo el significado en detalle tal y como sigue.

[13] “¿Cómo, amigos, uno revive el pasado? Pensado: ‘Mi ojo fue así en el pasado y las formas fueron estas’, la conciencia de uno surge ligada al deseo y la lujuria por este pensamiento. Debido a que la conciencia de uno surge ligada al deseo y la lujuria, uno se deleita en esto. Cuando uno se deleita en esto, uno revive el pasado.

Pensando: ‘Mi oído era así en el pasado y los sonidos eran estos… mi nariz y los olores… mi lengua y los sabores… mi cuerpo y los objetos tangibles… mi mente fue así en el pasado y los objetos mentales eran estos’, la conciencia de uno surge ligada al deseo y la lujuria por este pensamiento. Debido a que la conciencia de uno surge ligada al deseo y la lujuria, uno se deleita en esto. Cuando uno se deleita en esto, uno revive el pasado. Es así cómo uno revive el pasado.

[14] “¿Cómo uno no revive el pasado? Pensando: ‘Mi ojo fue así en el pasado y las formas fueron estas’, mas la conciencia de uno no se vincula al deseo ni a la lujuria por este pensamiento. Dado que la conciencia de uno está desvinculada del deseo y la lujuria, uno no se deleita en ello. Cuando uno no se deleita en esto, uno no revive el pasado.

Pensando: ‘Mi oído era así en el pasado y los sonidos eran estos… mi nariz y los olores… mi lengua y los sabores… mi cuerpo y los objetos tangibles… mi mente fue así en el pasado y los objetos mentales eran estos’, mas la conciencia de uno no se vincula al deseo ni a la lujuria por este pensamiento. Dado que la conciencia de uno está desvinculada del deseo y la lujuria, uno no se deleita en ello. Cuando uno no se deleita en esto, uno no revive el pasado. Es así cómo uno no revive el pasado.

[15] “¿Cómo, amigos, se crean expectativas del futuro? Pensando: ‘Mi ojo puede ser así en el futuro y las formas pueden ser de tal manera’, uno predispone su corazón para obtener algo que aún no se ha obtenido. Debido a que uno predispone su corazón así, uno se deleita en ese pensamiento. Cuando uno se deleita en eso, uno crea expectativas del futuro.

Pensando: ‘Mi oído puede ser así en el futuro y los sonidos pueden ser de tal manera… mi nariz y los olores… mi lengua y los sabores… mi cuerpo y los objetos tangibles… mi mente puede ser así en el futuro y los objetos mentales pueden ser de tal manera’, uno predispone su corazón para obtener algo que aún no se ha obtenido. Debido a que uno predispone su corazón así, uno se deleita en ese pensamiento. Cuando uno se deleita en eso, uno crea expectativas del futuro. Es así cómo uno crea expectativas de futuro.

[16] “¿Cómo, amigos, no se crean expectativas del futuro? Pensando: ‘Mi ojo puede ser así en el futuro y las formas puede ser de tal manera’, uno no predispone su corazón para obtener algo que aún no se ha obtenido. Debido a que uno no predispone su corazón así, uno no se deleita en ese pensamiento. Cuando uno no se deleita en eso, uno no crea expectativas del futuro.

Pensando: ‘Mi oído puede ser así en el futuro y los sonidos pueden ser de tal manera… mi nariz y los olores… mi lengua y los sabores… mi cuerpo y los objetos tangibles… mi mente puede ser así en el futuro y los objetos mentales pueden ser de tal manera’, uno no predispone su corazón para obtener algo que aún no se ha obtenido. Debido a que uno no predispone su corazón así, uno no se deleita en ese pensamiento. Cuando uno no se deleita en eso, uno no crea expectativas del futuro. Es así cómo uno no crea expectativas del futuro.

[17] “¿Cómo uno es vencido por los estados surgidos en el presente? En relación al ojo y las formas que surgen en el presente, la conciencia que surge lo hace ligada al deseo y el ansia por lo que ha surgido. Debido a que la conciencia surge con deseo y ansia, se deleita en eso. Cuando uno se deleita en eso, es vencido por los estados que surgen en el presente.

En relación al oído y los sonidos… a la nariz y los olores… la lengua y los sabores… el cuerpo y los objetos tangibles… la mente y los objetos mentales que surgen en el presente, la conciencia que surge lo hace ligada al deseo y el ansia por lo que ha surgido. Debido a que la conciencia surge con deseo y ansia, se deleita en eso. Cuando uno se deleita en eso, es vencido por los estados que surgen en el presente. Es así cómo uno es vencido por los estados que surgen en el presente.

[18] “¿Cómo uno es invencible en relación con los estados surgidos en el presente? En relación al ojo y las formas que surgen en el presente, la conciencia que surge lo hace libre de deseo y ansia por lo que ha surgido. Debido a que la conciencia está libre de deseo y ansia, no se deleita en eso. Cuando uno no se deleita en eso, uno es invencible en relación con los estados que surgen en el presente.

En relación al oído y los sonidos… a la nariz y los olores… la lengua y los sabores… el cuerpo y los objetos tangibles… la mente y los objetos mentales que surgen en el presente, la conciencia que surge lo hace libre de deseo y ansia por lo que ha surgido. Debido a que la conciencia está libre de deseo y ansia, no se deleita en eso. Cuando uno no se deleita en eso, uno es invencible en relación con los estados que surgen en el presente. Es así cómo uno es invencible en relación con los estados que surgen en el presente.

[19] “Amigos, cuando el Bienaventurado se levantó de su asiento y se retiró, después de exponer el resumen de su enseñanza, es decir:

“‘No revivas el pasado

Ni vivas las expectativas del futuro […]

Uno que ha tenido una noche auspiciosa’.

Yo entiendo el significado en detalle de esta manera. Ahora, amigos, si lo deseáis, id con el Bienaventurado y consultadle el significado detallado de esto. Como el Bienaventurado lo exponga, así deberéis recordarlo”.

[20] Seguidamente, los monjes, habiéndose deleitado y regocijado con las palabras del Venerable Maha Kaccana, se levantaron de sus asientos y se dirigieron al Bienaventurado. Tras rendirle homenaje, se sentaron a un lado y contaron al Bienaventurado todo lo que había tenido lugar después de que él se hubiera marchado y agregaron: “Entonces, Venerable Señor, fuimos al Venerable Maha Kaccana y le consultamos sobre el significado en detalle. Y el Venerable Maha Kaccana expuso el significado en estos términos, declaraciones y frases…” [Se repite lo expuesto por el Venerable Maha Kaccana]

[21] “Maha Kaccana es sabio, monjes, Maha Kaccana tiene una gran sabiduría. Si me hubierais preguntado el significado de esto, lo hubiera expuesto de la misma manera que Maha Kaccana lo ha explicado. Así es el significado y así deberéis recordarlo”.

Eso fue lo que dijo el Bienaventurado, entonces los monjes se mostraron satisfechos y encantados con las palabras del Bienaventurado.

 


FUENTE:

Ñanamoli, B. y Bodhi, B. (2001). MN 133 – Mahakaccanabhaddekaratta Sutta – Maha Kaccana and A Single Excellent Night, en The Middle Discourses of the Buddha: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 1044 – 1049.

Traducción del inglés: Alfon

Revisión, corrección y edición: Anton P. Baron y Federico Angulo

Publicación del Bosque Theravada 2013.