AN 3,82 Gadrabha Sutta – El asno

Un monje que no se entrena adecuadamente y piensa que con sólo vestir la túnica amarilla ya es un monje, se parece a un asno que yendo detrás del ganado piensa: “También soy una vaca”.


[Leer en pali]

[82] “Monjes, imaginad a un asno yendo justo detrás del ganado que piense así: ‘Yo también soy una vaca, soy una vaca’. Sin embargo, su apariencia no es de una vaca, su rebuzno no es de una vaca ni su huella es de una vaca. Pero él, yendo justo detrás del ganado piensa así: ‘Yo también soy una vaca, soy una vaca’.

“Así también puede haber un monje que yendo justo detrás del Sangha de los monjes piense así: ‘Yo también soy un monje, soy un monje’. Pero su deseo de la realización del entrenamiento en la conducta virtuosa superior no es como el de los otros monjes, su deseo de la realización del entrenamiento en la mente superior no es como el de los otros monjes, ni el deseo de la realización del entrenamiento en la sabiduría  superior es como el de los otros monjes. Pero él, yendo justo detrás del Sangha piensa así: ‘Yo también soy un monje, soy un monje’.

“Por eso, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘Vamos a tener un gran deseo de realizar el entrenamiento en la conducta virtuosa superior, vamos a tener un gran deseo de realizar el entrenamiento en la mente superior y vamos a tener un gran deseo de realizar el entrenamiento en la sabiduría  superior’. De esta manera, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos”.

 


FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2012). The Donkey en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications. P. 189.

“Gadrabhasuttam” en Digital Pali Reader


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2013.    

 

AN 3,81 Samana Sutta – Ascetas

En qué consiste el triple entrenamiento del monje.


[Leer en pali]

[81] “Monjes, he aquí estas tres tareas del monje que han de ser practicadas por el asceta. Y, ¿cuáles son esas tres? La realización del entrenamiento en la conducta virtuosa superior, la realización del entrenamiento en la mente superior y la realización del entrenamiento en la sabiduría  superior. Estas son, monjes, las tres tareas del monje que han de ser practicadas por el asceta.

“Por eso, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘Vamos a tener un gran deseo de realizar el entrenamiento en la conducta virtuosa superior, vamos a tener un gran deseo de realizar el entrenamiento en la mente superior y vamos a tener un gran deseo de realizar el entrenamiento en la sabiduría  superior’. De esta manera, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos”.

 


FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2012). Ascetics en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications. P. 189.

“Samanasuttam” en Digital Pali Reader


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2013.    

 

AN 3,80 Culanika (Abhibhu) Sutta – Abhibhu

En este sutta se menciona al Bienaventurado Sikhi, un Buda anterior a Gotama, mientras que este último declarado “poderoso y majestuoso” parece guardar más relación con los sutras Mahajana que con el resto de los Cuatro Nikayas.


[Leer en pali]

[80] Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:

“Venerable Señor, esto he escuchado en presencia del Bienaventurado; en su presencia he aprendido esto: ‘Abhibhu, el discípulo del Bienaventurado Sikhi, mientras estaba en el mundo del Brahma, transmitió su voz a través del milenario sistema mundial’. ¿Qué tan lejos, Venerable Señor, puede el Bienaventurado, el Arahant, el Perfectamente Iluminado transmitir su voz?”.

“Él era un discípulo, Ananda; los Tathagatas son inconmensurables”.

Y por segunda vez, el Venerable Ananda dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, esto he escuchado en presencia del Bienaventurado… ¿Qué tan lejos, Venerable Señor, puede el Bienaventurado, el Arahant, el Perfectamente Iluminado transmitir su voz?”.

“Él era un discípulo, Ananda; los Tathagatas son inconmensurables”.

Y por tercera vez, el Venerable Ananda dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, esto he escuchado en presencia del Bienaventurado… ¿Qué tan lejos, Venerable Señor, puede el Bienaventurado, el Arahant, el Perfectamente Iluminado transmitir su voz?”.

“¿Has escuchado, Ananda, acerca del milenario sistema mundial?”.

“Este es el momento, ¡oh Bienaventurado! Este es el momento, ¡oh Bendito! El Bienaventurado debería hablar. Habiendo escuchado esto de la boca del Bienaventurado, los monjes lo retendrán en la mente”.

“Bien, entonces Ananda, escucha y presta atención que voy a hablar”.

“Sí, Venerable Señor”, respondió el Venerable Ananda y el Bienaventurado continuó:

“El milenario sistema mundial, en el cual gira el sol y la luna, e iluminan con su resplandor los cuatro puntos cardinales es llamado el milenario sistema menor. En aquel milenario sistema mundial hay mil lunas, mil soles, mil Sinerus, reyes de la montaña, mil Jambudipas, mil Aparagoyanas, mil Uttarakurus, mil Pubbavidehas y mil grandes océanos; mil Cuatro Grandes Reyes, mil cielos de los devas gobernados por Cuatro Grandes Reyes, mil cielos Tavatimsa, mil cielos Yama, mil cielos Tusita, mil cielos de los devas que se deleitan en la creación, mil cielos de los devas que controlan lo creado por otros y mil mundos del Brahma.

“El mundo que es mil veces el milenario sistema mundial menor, se llama el mil-a-la-segunda-potencia mediano sistema mundial.

“El mundo que es mil veces el mil-a-la-segunda-potencia mediano sistema mundial, se llama el mil-a-la-tercera-potencia gran sistema mundial. Ananda, el Tathagata puede transmitir su voz tan lejos hasta donde quiera dentro del mil-a-la-tercera-potencia gran sistema mundial”.

“Pero, ¿de qué manera, Venerable Señor, puede el Tathagata transmitir su voz tan lejos hasta donde quiera dentro del mil-a-la-tercera-potencia gran sistema mundial?”.

“He aquí, Ananda, el Tathagata cubre con su resplandor el mil-a-la-tercera-potencia gran sistema mundial. Cuando aquellos seres perciben esta luz, entonces el Tathagata proyecta su voz y hace escucharles el sonido. Es de esta manera, Ananda, que el Tathagata puede transmitir su voz tan lejos hasta donde quiera dentro del mil-a-la-tercera-potencia gran sistema mundial”.

Cuando esto fue dicho, el Venerable Ananda, dijo al Bienaventurado: “Para mí, esta es una gran fortuna. Soy muy afortunado de tener un maestro así de poderoso y majestuoso”.

Cuando esto fue dicho, el Venerable Udayi dijo al Venerable Ananda: “¿Qué es para ti, amigo Ananda, que tu maestro es así de poderoso y majestuoso?”.

Cuando esto fue dicho, el Bienaventurado dijo al Venerable Udayi: “No digas esto, Udayi; no digas así, Udayi. Udayí, si Ananda muriese sin ser libre de la codicia, entonces por su fe ejercería el reinado celestial entre los devas siete veces, y el reinado en este Jambudipa siete veces. No obstante, en esta presente vida Ananda alcanzará el nibbana final”.

 


FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2012). Abhibhu en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 313-314.

“Culanikasutta” [en línea] en World Tipitaka Edition 


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2012.    

 

AN 3,79 Gandhajata Sutta – Fragancia

El Buda usa el símil de la fragancia para describir el bien de una recta persona.


[Leer en pali]

[79] Entonces el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:

“Venerable Señor, he aquí estas tres fragancias que se esparcen con el viento pero no en contra del viento. Y, ¿cuáles son esas tres? La fragancia de las raíces, la fragancia del duramen y la fragancia de las flores. Estas son las tres fragancias que se esparcen con el viento pero no en contra del viento. ¿Hay alguna fragancia, Venerable Señor, que se esparce con el viento, en contra del viento y tanto con el viento como en contra del viento?”.

“Sí, Ananda, hay una fragancia que se esparce con el viento, en contra del viento y tanto con el viento como en contra del viento”.

“Y, ¿cuál es, Venerable Señor, esa fragancia?”.

“He aquí, Ananda, cuando en cualquier pueblo o ciudad, un hombre o una mujer va por refugio al Buda, al Dhamma y al Sangha; cuando él o ella es virtuoso o virtuosa y de buen carácter, absteniéndose de destruir la vida, de tomar algo que no le ha sido dado, de la inapropiada conducta sexual, de las mentiras y de tomar licor, vino u otros embriagantes que son la base de la desatención; cuando permanece con el corazón libre de la mancha de la avaricia, libremente generoso, de mano abierta, deleitándose en el renunciamiento, devoto a la caridad, deleitándose en dar y compartir. En este caso, los ascetas y los brahmanes esparcen a los cuatro puntos cardinales la alabanza, diciendo: ‘En este pueblo y en esta ciudad, un hombre o una mujer ha ido por refugio al Buda, el Dhamma y el Sangha… deleitándose en dar y compartir’.

“Las deidades y los espíritus también esparcen a los cuatro puntos cardinales la alabanza, diciendo: ‘En este pueblo y en esta ciudad, un hombre o una mujer ha ido por refugio al Buda, al Dhamma y al Sangha… deleitándose en dar y compartir’.

“Esta es, Ananda, la fragancia que se esparce con el viento, en contra del viento y tanto con el viento como en contra del viento”.

La fragancia de las flores no se esparce en contra del viento,

Tampoco la fragancia del sándalo, la tagara ni el jazmín.

Pero la fragancia de la buena gente se esparce en contra del viento:

La fragancia de una buena persona impregna todos los puntos cardinales.

 


FUENTES

Bhikkhu Bodhi (2012). “Fragance” en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston, USA: Wisdom Publications. Versión digital. P. 187.

Gandhajata Sutta en Digital Pali Reader


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2016.  

 

AN 3,78 Silabbata Sutta – Conducta y observancia

El Venerable Ananda explica qué es lo esencial en la vida santa.


[Leer en pali]

[78] Entonces el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Acto seguido el Bienaventurado le dijo:

“Ananda, toda la conducta y la observancia, la austera forma de vida y la vida espiritual, ¿fructifican cuando se les establece como esencia?”.

“No siempre, Venerable Señor”.

“Bien, Ananda, entonces explícalo”.

“Venerable Señor, suponga que uno cultive toda la conducta y la observancia, la austera forma de vida y la vida espiritual, estableciéndolos como esencia. Pero si los perjudiciales estados mentales se incrementan y los beneficiosos estados disminuyen, entonces semejante conducta y observancia, austera forma de vida y vida espiritual, establecidas como esencia, no son fructíferas. Pero si los perjudiciales estados mentales disminuyen y los beneficiosos estados se incrementan, entonces semejante conducta y observancia, austera forma de vida y vida espiritual, establecidas como esencia, son fructíferas”.

Esto es lo que dijo el Venerable Ananda y el Maestro estuvo de acuerdo. Entonces el Venerable Ananda, pensando, “el Maestro está de acuerdo”, rindió homenaje al Bienaventurado y se retiró de allí, cuidando que el Bienaventurado permaneciera siempre a su lado derecho.

Entonces, no mucho después de que el Venerable Ananda se hubiese ido, el Bienaventurado se dirigió a los monjes así:

“Monjes, Ananda es alguien que se entrena, pero no es fácil encontrar uno igual a él en sabiduría”.

 


FUENTES

Bhikkhu Bodhi (2012). “Setting Up” en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston, USA: Wisdom Publications. Versión digital. Pp. 186-187.

Silabbata Sutta en Digital Pali Reader   


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2016.   

 

AN 3,75 Nivesaka Sutta – Deben ser alentados

La importancia de la fe en el Buda, el Dhamma y el Sangha.


[Leer en pali]

[75] Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Y el Bienaventurado le dijo:

“Ananda, aquellos por los cuales tienes compasión, los que crees que deberían ser atendidos, sean amigos o compañeros, parientes cercanos o lejanos, deberían ser alentados, asentados y establecidos por ti en tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres?

“Deberían ser alentados, asentados y establecidos en la inamovible fe en el Buda así: ‘‘El Bienaventurado es un Arahant perfectamente iluminado, consumado en el conocimiento verdadero y la conducta, Sublime, conocedor del mundo, insuperable entrenador de los que han de ser amansados, maestro de los devas y los seres humanos, un Iluminado, un Bienaventurado’.

“Deberían ser alentados, asentados y establecidos en la inamovible fe en el Dhamma así: ‘El Dhamma está bien expuesto por el Bienaventurado, directamente visible, inmediato, invitando a uno a venir y ver, aplicable, experimentable personalmente por el sabio’.

“Deberían ser alentados, asentados y establecidos en la inamovible fe en el Sangha así: ‘El Sangha de los discípulos del Bienaventurado está practicando de buena manera, está practicando de una manera firme, verdadera y apropiada; es decir, los cuatro pares de personas, los ocho tipos de individuos: este es el Sangha de los discípulos del Bienaventurado que es digno de recibir ofrendas, digno de hospitalidad, donativos y reverenciales salutaciones; el insuperable campo de méritos para el mundo’.

“Ananda, puede haber alteración en los cuatro grandes elementos —el elemento de la tierra, el elemento del agua, el elemento del fuego, el elemento del aire―, pero no puede haber alteración alguna en el noble discípulo que posee la inamovible fe en el Buda. En ese contexto, esta sería una alteración: que este noble discípulo, que posee la inamovible fe en el Buda, renaciese en el infierno, en el reino animal o en la esfera de los espíritus hambrientos. Semejante cosa, es imposible.

“Ananda, puede haber alteración en los cuatro grandes elementos —el elemento de la tierra, el elemento del agua, el elemento del fuego, el elemento del aire―, pero no puede haber alteración alguna en el noble discípulo que posee la inamovible fe en el Dhamma… en el Sangha. En ese contexto, esta sería una alteración: que este noble discípulo, que posee la inamovible fe en el Sangha, renaciese en el infierno, en el reino animal o en la esfera de los espíritus hambrientos. Semejante cosa, es imposible.

“Ananda, aquellos por los cuales tienes compasión, los que crees que deberían ser atendidos, sean amigos o compañeros, parientes cercanos o lejanos, deberían ser alentados, asentados y establecidos por ti en estas tres cosas”.

 


FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2012). Should Be Encouraged en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications. P. 185.

Nivesakasuttam en Digital Pali Reader 4.1.  


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2014.    

 

AN 3,74 Nigantha Sutta – El nigantha

Cómo eliminar las consecuencias del kamma viejo y no producir el nuevo.


[Leer en pali]

[74] En una ocasión, el Venerable Ananda estaba morando en el Gran Bosque, en el pabellón con el techo de dos aguas, cerca de Vesali. Entonces, el licchavi Abhaya y el licchavi Panditakumara se acercaron al Venerable Ananda, le rindieron homenaje y se sentaron a un lado. Acto seguido el licchabi Abhaya dijo al Venerable Ananda:

“Venerable Señor, el Nigantha Nataputta reivindica ser alguien que todo lo sabe y todo lo ve, que tiene un conocimiento todo-abarcante y la visión, diciendo: ‘Mientras camino, estoy de pie, mientras duermo y estoy despierto, el conocimiento y la visión constantemente están presentes en mí’. Él prescribe el fin de los viejos kammas por medio de la austeridad y la demolición del puente mediante la no creación de kamma nuevo. De esta manera, a través de la destrucción del kamma, se destruye el sufrimiento. A través de la destrucción del sufrimiento, se destruye la sensación. A través de la destrucción de la sensación, todo el sufrimiento se lleva lejos. De esta manera, la superación del sufrimiento ocurre mediante esta purificación directamente visible por desgaste. ¿Qué dice el Bienaventurado acerca de eso?”.

“Abhaya, el Bienaventurado, el Arahant, el Perfectamente Iluminado, quien conoce y ve, expuso apropiadamente estas tres clases de purificación por desgaste, lo cual hizo para la purificación de los seres, para la superación de la pena y el lamento, para la desaparición de la pena y el abatimiento, para el logro del método, para la realización del Nibbana. Y, ¿cuáles son esas tres?

“He aquí, Abhaya, un monje que es virtuoso mora restringido por el Patimokkha, posee una buena conducta y respaldo, viendo peligro aún en la más minuciosa falta. Habiéndose comprometido con las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas. Él no crea kamma nuevo alguno y termina el kamma viejo habiéndolo contactado una y otra vez. El desgaste es directamente visible, inmediato, que invita a venir y ver, aplicable, experimentable personalmente por el sabio.

“Además, Abhaya, cuando este monje está realizado así en la conducta virtuosa, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, entra y permanece en el primer jhana, que consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido. Al calmarse el pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la unificación mental, y consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el pensamiento aplicado y sostenido. Al desaparecer el arrobamiento, permanece ecuánime, con atención consciente y clara comprensión, y experimenta la felicidad en su cuerpo; entonces, entra y permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘Él es ecuánime, atentamente consciente y es alguien que tiene una morada feliz’. Al abandonar la felicidad y la pena, con la previa desaparición de la alegría y el abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene la purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad. Él no crea kamma nuevo alguno y termina el kamma viejo habiéndolo contactado una y otra vez. El desgaste es directamente visible, inmediato, que invita a venir y ver, aplicable, experimentable personalmente por el sabio.

“Además, Abhaya, cuando este monje está consumado así en la conducta virtuosa y concentración, entonces, con la destrucción de las contaminaciones, descubre por sí mismo, con el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece allí. Él no crea  kamma nuevo alguno y termina el kamma viejo habiéndolo contactado una y otra vez. El desgaste es directamente visible, inmediato, que invita a venir y ver, aplicable, experimentable personalmente por el sabio.

“Estas son, Abhaya, las tres clases de purificación por desgaste que el Bienaventurado, el Arahant, el Perfectamente Iluminado, quien conoce y ve, expuso apropiadamente para la purificación de los seres, para la superación de la pena y el lamento, para la desaparición de la pena y el abatimiento, para el logro del método, para la realización del Nibbana”.

Cuando se dijo eso, el licchiavi Panditakumara dijo al licchiavi Abhaya: “¿Por qué, amigo, no agradeces al Venerable Ananda por sus palabras tan bien expresadas?”.

“¡Cómo no agradecer al Venerable Ananda por sus palabras tan bien expresadas, amigo! Si alguien no agradeciera al Venerable Ananda por sus palabras tan bien expresadas, partiría su cabeza en dos”.

 


FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2012). The Nigantha en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 184-185.

“Niganthasuttam” en Digital Pali Reader 4.1.  


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2014.    

 

AN 3,73 Mahanamasakka Sutta – Mahanama, el sakia

El Venerable Ananda explica a un paisano del Buda cómo se entrena el monje en la virtud, la concentración y la sabiduría hasta alcanzar la plena liberación.


[Leer en pali]

[73] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando entre los sakias, en el parque de las higueras indias, cerca de Kapilavatthu, un poco después de que se hubiese recuperado de una dolencia. Entonces Mahanama, el sakia se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:

“Por mucho tiempo, Bienaventurado Señor, he entendido el Dhamma enseñando por el Bienaventurado de la siguiente manera: ‘El conocimiento ocurre en alguien que está concentrado, no en alguien que no está concentrado’. ¿Es la concentración la que precede al conocimiento, Venerable Señor, o es el conocimiento el que precede a la concentración?”.

Acto seguido, esto se le ocurrió al Venerable Ananda: “He aquí, el Bienaventurado acaba de recuperarse de una dolencia y este Mahanama, el sakia, le hace esta tan profunda pregunta; ¿qué tal si aparto a Mahanama el sakia de aquí y le enseño el Dhamma?”.

Entonces el Venerable Ananda tomó a Mahanama el sakia del brazo, lo apartó de ahí y le dijo: “El Bienaventurado ha hablado acerca de la conducta virtuosa del que entrena y de la conducta virtuosa del que está más allá del entrenamiento, de la concentración del que entrena y de la concentración del que está más allá del entrenamiento, y de la sabiduría del que entrena y de la sabiduría del que está más allá del entrenamiento.

(i) “Y, ¿cuál es, Mahanama, la conducta virtuosa del que entrena? He aquí, el monje es virtuoso; mora restringido por el Patimokkha, posee una buena conducta y soporte, viendo el peligro en las faltas aún más minuciosas. Habiéndose sometido a las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas. Esta se llama, Mahanama, la conducta virtuosa del que se entrena.

(ii) “Y, ¿cuál es, Mahanama, la concentración del que entrena? He aquí, Mahanama, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, el monje entra y permanece en el primer jhana, que consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido. Al calmarse el pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la unificación mental, y consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el pensamiento aplicado y sostenido. Al desaparecer el arrobamiento, permanece ecuánime, con atención consciente y clara comprensión, y experimenta la felicidad en su cuerpo; entonces, entra y permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘Él es ecuánime, atentamente consciente y es alguien que tiene una morada feliz’. Al abandonar la felicidad y la pena, con la previa desaparición de la alegría y el abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene la purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad. Esta se llama, Mahanama, la concentración del que se entrena.

(iii) “Y, ¿cuál es, Mahanama, la sabiduría del que se entrena? He aquí, Mahanama, el monje entiende tal como realmente es: ‘Esta es la insatisfacción’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el origen de la insatisfacción’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el cese de la insatisfacción’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. Esta se llama, Mahanama, la sabiduría del que se entrena.

“Y cuando este noble discípulo, Mahanama, es realizado así en la conducta virtuosa, en la concentración y en la sabiduría, con la destrucción de las contaminaciones descubre por sí mismo y con el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece allí.

“Es de esta manera, Mahanama, que el Bienaventurado ha hablado acerca de la conducta virtuosa del que entrena y de la conducta virtuosa del que está más allá del entrenamiento, de la concentración del que entrena y de la concentración del que está más allá del entrenamiento, y de la sabiduría del que entrena y de la sabiduría del que está más allá del entrenamiento”.

 


FUENTES

Bhikkhu Bodhi (2012). “The Sakyan” en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston, USA: Wisdom Publications. Versión digital. Pp. 183-184.

“Mahanamasakkasuttam” en Digital Pali Reader   


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2016.    

 

AN 3,70 Uposatha Sutta – Uposatha

El Buda explica en qué consiste la verdadera observancia del día de uposatha y cada uno de los ocho preceptos que los seguidores laicos toman en esa ocasión.


[Leer en pali]

[70] Esto he escuchado:

En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la mansión de Migaramata en el Parque del Este, cerca de Savatthi. Entonces, en el día de uposatha, Visakha Migaramata se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Y el Bienaventurado le dijo:

“Visakha, ¿por qué vienes al mediodía?”.

“Venerable Señor, hoy estoy observando el uposatha”.

“He aquí, Visakha, tres clases de uposatha. Y, ¿cuáles son esas tres? El uposatha de los pastores, el uposatha de los niganthas y el uposatha de los nobles.

“Y, ¿cómo se observa, Visakha, el uposatha de los pastores? Imagina, Visakha, a un pastor que por la tarde retorna el ganado a sus dueños y reflexiona así: ‘Hoy el ganado fue pastoreado en tal y tal lugar, y tomó el agua en tal y tal lugar’. De la misma manera también alguien aquí, observando el uposatha, reflexiona: ‘Hoy comí estos y aquellos alimentos, consumí la comida de esta y otra clase; mañana comeré estos y aquellos alimentos, consumiré la comida de esta y otra clase’. Y así pasa el día con la codicia y el anhelo en su mente. Es de esta manera, Visakha, cómo se observa el uposatha de los pastores. El uposatha de los pastores, observado de esta manera, no es de mucho beneficio y no ofrece un gran fruto, tampoco es algo extraordinariamente brillante ni penetrante.

“Y, ¿cómo se observa, Visakha, el uposatha de los niganthas? He aquí, Visakha, existen esos ascetas llamados niganthas. Ellos ordenan a sus discípulos esto: ‘Ven, buen hombre, echa un vástago hacia los seres vivos que moran más de cien yojanas de distancia hacia el este. Echa un vástago hacia los seres vivos que moran más de cien yojanas de distancia hacia el oeste. Echa un vástago hacia los seres vivos que moran más de cien yojanas de distancia hacia el norte. Echa un vástago hacia los seres vivos que moran más de cien yojanas de distancia hacia el sur’. De esta manera les mandan a ser comprensivos y compasivos hacia algunos seres vivos, pero no así hacia otros. En el día del uposatha ordenan a sus discípulos esto: ‘Ven, buen hombre, habiendo colocado toda tu ropa a un lado, recita esto: «No estoy en lugar alguno que pertenezca a alguien, ni tampoco en lugar alguno dondequiera que vaya hay cosa alguna que sea mía»’. Sin embargo, sus padres conocen esto: ‘Él es nuestro hijo’. Y él conoce esto: ‘Ellos son mis padres’. Su esposa y sus hijos conocen esto: ‘Él es nuestro sostén’. Y él conoce esto: ‘Ella es mi esposa y ellos son mis hijos’. Sus esclavos, trabajadores y sirvientes conocen esto: ‘Él es nuestro amo’. Y él conoce esto: ‘Ellos son mis esclavos, trabajadores y sirvientes’. De esta manera, en una ocasión en la cual deberían ser ordenados en lo verdadero, los niganthas les ordenan decir falsedades. Pues esto —lo declaro yo— es la falsa manera de hablar. Cuando aquella noche haya pasado, él hace uso de sus posesiones que no han sido donadas. Esto es —lo declaro yo— tomar lo que no ha sido dado. Es de esta manera, Visakha, cómo se observa el uposatha de los niganthas. El uposatha de los niganthas, observado de esta manera, no es de mucho beneficio y no ofrece un gran fruto, tampoco es algo extraordinariamente brillante ni penetrante.

“Y, ¿cómo se observa, Visakha, el uposatha de los nobles? La mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo. Y, ¿Cómo se limpia la mente contaminada mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el noble discípulo se recuerda del Tathagata así: ‘El Bienaventurado es un Arahant perfectamente iluminado, consumado en el conocimiento verdadero y la conducta, afortunado, conocedor del mundo, insuperable amansador de las personas que han de ser amansadas, maestro de los devas y seres humanos, un Iluminado, un Bendito’. Cuando el noble discípulo se recuerda del Tathagata así, su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas, de la misma manera como cuando la cabeza de uno está sucia y uno la limpia con esfuerzo.

“Y, ¿cómo, Visakha, uno limpia su cabeza cuando está sucia con esfuerzo? Por medio de jabón, barro, agua y el apropiado esfuerzo de la persona. Es de esa manera que la cabeza de uno, cuando está sucia, se limpia con esfuerzo. Así también, la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo. Y, ¿cómo la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el noble discípulo se recuerda del Tathagata así: ‘El Bienaventurado es un Arahant perfectamente iluminado… maestro de los devas y seres humanos, un Iluminado, un Bendito’. Cuando el noble discípulo se recuerda del Tathagata así, su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas. Este se llama el noble discípulo que observa el uposatha del Brahma, que mora junto con el Brahma y es considerando al Brahma que su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas. Es de esta manera que la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo.

“La mente contaminada, Visakha, se limpia mediante el esfuerzo. Y, ¿cómo se limpia la mente contaminada mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el noble discípulo se recuerda del Dhamma así: ‘El Dhamma está bien expuesto por el Bienaventurado, directamente visible, inmediato, invitando a uno a venir y ver, aplicable, experimentable personalmente por el sabio’.  Cuando el noble discípulo se recuerda del Dhamma así, su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas, de la misma manera como cuando el cuerpo de uno está sucio y uno lo limpia con esfuerzo.

“Y, ¿cómo, Visakha, uno limpia su cuerpo cuando está sucio con esfuerzo? Por medio del cepillo de baño, el polvo de lima, agua y el apropiado esfuerzo de la persona. Es de esa manera que el cuerpo de uno, cuando está sucio, se limpia con esfuerzo. Así también, la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo. Y, ¿cómo la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el noble discípulo se recuerda del Dhamma así: ‘El Dhamma está bien expuesto por el Bienaventurado…  experimentable personalmente por el sabio’.  Cuando el noble discípulo se recuerda del Dhamma así, su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas. Este se llama el noble discípulo que observa el uposatha del Dhamma, que mora junto con el Dhamma y es considerando al Dhamma que su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas. Es de esta manera que la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo.

“La mente contaminada, Visakha, se limpia mediante el esfuerzo. Y, ¿cómo se limpia la mente contaminada mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el noble discípulo se recuerda del Sangha así: ‘El Sangha de los discípulos del Bienaventurado está practicando de buena manera, está practicando de una manera firme, verdadera y apropiada; es decir, las cuatro pares de personas, los ocho tipos de individuos: este es el Sangha de los discípulos del Bienaventurado que es digno de recibir ofrendas, digno de hospitalidad, donativos y reverenciales salutaciones; el insuperable campo de méritos para el mundo’. Cuando el noble discípulo se recuerda del Sangha así, su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas, de la misma manera como cuando la ropa de uno está sucia y uno la limpia con esfuerzo.

“Y, ¿cómo, Visakha, uno limpia su ropa cuando está sucia con esfuerzo? Por medio del calor, lejía, estiércol de vaca, agua y el apropiado esfuerzo de la persona. Es de esa manera que la ropa de uno, cuando está sucia, se limpia con esfuerzo. Así también, la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo. Y, ¿cómo la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el noble discípulo se recuerda del Sangha así: ‘El Sangha de los discípulos del Bienaventurado está practicando de buena manera… este es el Sangha de los discípulos del Bienaventurado que es digno de recibir ofrendas, digno de hospitalidad, donativos y reverenciales salutaciones; el insuperable campo de méritos para el mundo’. Cuando el noble discípulo se recuerda del Sangha así, su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas. Este se llama el noble discípulo que observa el uposatha del Sangha, que mora junto con el Sangha y es considerando al Sangha que su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas. Es de esta manera que la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo.

“La mente contaminada, Visakha, se limpia mediante el esfuerzo. Y, ¿cómo se limpia la mente contaminada mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el noble discípulo se recuerda de su propia conducta virtuosa como inquebrantable, perfecta, sin mancha, intachable, liberada, alabada por los sabios, no aferrada y que conduce a la concentración. Cuando el noble discípulo se recuerda de su propia conducta virtuosa, su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas, de la misma manera como cuando un espejo está sucio y uno lo limpia con esfuerzo.

“Y, ¿cómo, Visakha, uno limpia un espejo cuando está sucio con esfuerzo? Por medio de aceite, cenizas, rollo de tela y el apropiado esfuerzo de la persona. Es de esa manera que un espejo, cuando está sucio, se limpia con esfuerzo. Así también, la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo. Y, ¿cómo la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el noble discípulo se recuerda de su propia conducta virtuosa… que conduce a la concentración. Cuando el noble discípulo se recuerda así de su propia conducta virtuosa, su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas. Este se llama el noble discípulo que observa el uposatha de la conducta virtuosa, que mora junto con la conducta virtuosa y es considerando a la conducta virtuosa que su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas. Es de esta manera que la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo.

“La mente contaminada, Visakha, se limpia mediante el esfuerzo. Y, ¿cómo se limpia la mente contaminada mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el noble discípulo se recuerda de las deidades así: ‘He aquí los devas de los cuatro grandes reyes, devas de Tavatimsa, devas de Yama, devas de Tusita, devas que se deleitan en la creación, devas que controlan lo que ha sido creado por otros, devas de la compañía del Brahma y devas aún más altos que estos. Yo también tengo esa fe que tenían aquellas deidades, razón por la cual, cuando fallecieron allí, renacieron allá; yo también tengo esa conducta virtuosa… ese aprendizaje… esa generosidad… esa sabiduría que tenían aquellas deidades, razón por la cual, cuando fallecieron allí, renacieron allá’. Cuando el noble discípulo se recuerda de la fe, el aprendizaje, la generosidad y la sabiduría, tanto de él mismo como de aquellas deidades, su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas, de la misma manera como cuando el oro impuro se limpia con esfuerzo.

“Y, ¿cómo, Visakha, uno limpia el oro impuro con esfuerzo? Por medio del horno, sal, tiza roja, el soplete, las tenazas y el apropiado esfuerzo de la persona. Es de esa manera que el oro, cuando está impuro, se purifica con esfuerzo. Así también, la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo. Y, ¿cómo la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el noble discípulo se recuerda de las deidades así: ‘He aquí los devas de los cuatro grandes reyes… Yo también tengo esa fe… esa sabiduría que tenían aquellas deidades, razón por la cual, cuando fallecieron allí, renacieron allá’. Cuando el noble discípulo se recuerda de la fe, el aprendizaje, la generosidad y la sabiduría, tanto de él mismo como de aquellas deidades, su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas. Éste es llamado el noble discípulo que observa el uposatha de las deidades, que mora junto con las deidades y que considerando a las deidades es que su mente llega a ser apacible, llega a la dicha y las impurezas mentales son abandonadas. Es de esta manera que la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo.

“Este noble discípulo, Visakha, reflexiona así [1]:

(i) «‘Al tiempo que vivan los arahants, ellos abandonan y se abstienen de la destrucción de la vida; con la vara y el arma depuestos, concienzudos y amables, moran compasivos hacia todos los seres vivos. Hoy, durante esta noche, yo también voy abandonar y me abstendré de la destrucción de la vida; con la vara y el arma depuestos, concienzudo y amable, moraré compasivo hacia todos los seres vivos. Voy a imitar a los arahants a ese respecto y observaré el uposatha.

(ii) “’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de tomar lo que no les ha sido dado; toman solamente lo que se les ofrece, esperan sólo lo que se les ofrece, son honestos de corazón, carentes de robo. Hoy, durante esta noche, yo también voy abandonar y me abstendré de tomar lo que no me ha sido dado; tomaré solamente lo que se me ofrece, esperaré sólo lo que se me ofrece, seré honesto de corazón, carente de robo. Voy a imitar a los arahants a ese respecto y observaré el uposatha.

(iii) “’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de la conducta sexual y viven en celibato, viven aparte, se abstienen de las relaciones sexuales, lo cual la gente común practica. Hoy, durante esta noche, yo también voy abandonar y me abstendré de la conducta sexual y estaré en celibato, viviré aparte, me abstendré de las relaciones sexuales, lo cual la gente común practica. Voy a imitar a los arahants a ese respecto y observaré el uposatha.

(iv) “’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de hablar falsamente, dicen la verdad y se adhieren a la verdad; son dignos de confianza y fidedignos, no son engañadores en el mundo. Hoy, durante esta noche, yo también voy abandonar y me abstendré de hablar falsamente, diré la verdad y me adheriré a la verdad; seré digno de confianza y fidedigno, no seré un engañador en el mundo. Voy a imitar a los arahants a ese respecto y observaré el uposatha.

(v) “’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de los licores, vinos y otras bebidas embriagantes que son la base de la negligencia. Hoy, durante esta noche, yo también voy abandonar y me abstendré de los licores, vinos y otras bebidas embriagantes que son la base de la negligencia. Voy a imitar a los arahants a ese respecto y observaré el uposatha.

(vi) “’El tiempo que viven los arahants, ellos comen una sola vez al día, absteniéndose de comer por la noche y fuera del tiempo apropiado. Hoy, durante esta noche, yo también voy comer una sola vez al día, absteniéndome de comer por la noche y fuera del tiempo apropiado. Voy a imitar a los arahants a ese respecto y observaré el uposatha.

(vii) “’El tiempo que viven los arahants, ellos se abstienen de bailar y cantar, de la música instrumental, de los espectáculos inapropiados, de adornarse y embellecerse vistiendo guirnaldas o aplicándose perfumes y ungüentos. Hoy, durante esta noche, yo también voy abstenerme de bailar y cantar, de la música instrumental, de los espectáculos inapropiados, de adornarme y embellecerme vistiendo guirnaldas o aplicándome perfumes y ungüentos. Voy a imitar a los arahants a ese respecto y observaré el uposatha.

(viii) “’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de usar largas y lujosas camas; más bien se acuestan en bajos lugares de descanso, como pequeñas camas o esteras de paja. Hoy, durante esta noche, yo también voy a abandonar y me abstendré de usar largas y lujosas camas; más bien me voy acostar en bajos lugares de descanso, como pequeñas camas o esteras de paja. Voy a imitar a los arahants a ese respecto y observaré el uposatha’.

“Es de esta manera, Visakha, que un noble observa el uposatha. Cuando alguien observa el uposatha de la manera de los nobles, habrá un gran fruto y beneficio, extraordinariamente brillante y penetrante.

“Y, ¿de qué alcance es este gran fruto y beneficio? ¿De qué alcance es esto extraordinariamente brillante y penetrante? Imagina, Visakha, que uno ejerciera la soberanía y el reinado sobre los dieciséis grandes países donde abundan las siete sustancias preciosas, es decir, el país de los angans, los magadhans, los kasis, los kosalans, los vajjis, los mallas, los cetis, los vangas, los kurus, los pancalas, los macchas, los surasenas, los asakas, los avantis, los gandharans y los kambojans: esto no valdría ni una decimosexta parte del uposatha observado por completo en aquellos ocho factores. Y, ¿por qué así? Porque el reinado humano es pobre en comparación con la felicidad celestial.

“Para los devas de los cuatro grandes reyes, un solo día y su noche equivale a cincuenta años humanos; treinta de esos días hacen el mes y doce de esos meses hacen el año. El tiempo de vida de los devas de los cuatro grandes reyes es de quinientos de esos años celestiales. Es posible, Visakha, que una mujer o un hombre que observe aquí el uposatha completo en aquellos ocho factores, al disolverse su cuerpo después de la muerte, renazca en la compañía de los devas de los cuatro grandes reyes. Fue en referencia a eso que dije que el reinado humano es pobre en comparación con la felicidad celestial.

“Para los devas de Tavatimsa, un solo día y su noche equivale a cien años humanos; treinta de esos días hacen el mes y doce de esos meses hacen el año. El tiempo de vida de los devas de Tavatimsa es de mil de esos años celestiales. Es posible, Visakha, que una mujer o un hombre que observe aquí el uposatha completo en aquellos ocho factores, al disolverse su cuerpo después de la muerte, renazca en la compañía de los devas de Tavatimsa. Fue en referencia a eso que dije que el reinado humano es pobre en comparación con la felicidad celestial.

“Para los devas de Yama, un solo día y su noche equivale a doscientos años humanos; treinta de esos días hacen el mes y doce de esos meses hacen el año. El tiempo de vida de los devas de Yama es de dos mil de esos años celestiales. Es posible, Visakha, que una mujer o un hombre que observe aquí el uposatha completo en aquellos ocho factores, al disolverse su cuerpo después de la muerte, renazca en la compañía de los devas de Yama. Fue en referencia a eso que dije que el reinado humano es pobre en comparación con la felicidad celestial.

“Para los devas de Tusita, un solo día y su noche equivale a cuatrocientos años humanos; treinta de esos días hacen el mes y doce de esos meses hacen el año. El tiempo de vida de los devas de Tusita es de cuatro mil de esos años celestiales. Es posible, Visakha, que una mujer o un hombre que observe aquí el uposatha completo en aquellos ocho factores, al disolverse su cuerpo después de la muerte, renazca en la compañía de los devas de Tusita. Fue en referencia a eso que dije que el reinado humano es pobre en comparación con la felicidad celestial.

“Para los devas que se deleitan en la creación, un solo día y su noche equivale a ochocientos años humanos; treinta de esos días hacen el mes y doce de esos meses hacen el año. El tiempo de vida de los devas que se deleitan en la creación es de ocho mil de esos años celestiales. Es posible, Visakha, que una mujer o un hombre que observe aquí el uposatha completo en aquellos ocho factores, al disolverse su cuerpo después de la muerte, renazca en la compañía de los devas que se deleitan en la creación. Fue en referencia a eso que dije que el reinado humano es pobre en comparación con la felicidad celestial.

“Para los devas que controlan lo que ha sido creado por otros, un solo día y su noche equivale a mil seiscientos años humanos; treinta de esos días hacen el mes y doce de esos meses hacen el año. El tiempo de vida de los devas que controlan lo que ha sido creado por otros es de dieciséis mil de esos años celestiales. Es posible, Visakha, que una mujer o un hombre que observe aquí el uposatha completo en aquellos ocho factores, al disolverse su cuerpo después de la muerte, renazca en la compañía de los devas que controlan lo que ha sido creado por otros. Fue en referencia a eso que dije que el reinado humano es pobre en comparación con la felicidad celestial”.

Uno no debería matar a los seres vivos ni tomar lo que a uno no le ha sido dado;

uno no debería hablar falsedades ni tomar bebidas embriagantes;

uno debería refrenarse de la actividad sexual, de la falta de castidad;

uno no debería comer por la noche ni fuera del tiempo apropiado.

Uno no debería vestir guirnaldas ni aplicarse perfumes;

uno debería dormir en cama baja o en la estera en el suelo;

se dice que esto es el uposatha de ocho factores

proclamado por el Buda,

quien alcanzó el fin de la insatisfacción.

Hasta donde giran el sol y la luna,

arrojando luz tan hermosa al contemplar,

disipan la oscuridad, moviéndose a través del firmamento,

resplandecen en el cielo, iluminando los puntos cardinales.

Cualquier riqueza que exista en las esferas

—perlas, gemas, berilos excelentes,

cuernos dorados y oro de la montaña,

el oro natural llamado hataka—

todo eso no vale ni la decimosexta parte

del uposatha completo en esos ocho factores,

al igual que todas las huestes celestiales

ni se comparan con el resplandor de la luna.

Por eso la mujer virtuosa o el virtuoso hombre,

habiendo observado el uposatha completo en los ochos factores,

y habiendo hecho mérito, productor de felicidad,

van irreprochables al estado celestial.

 


NOTA:

[1] En este punto, el Buda empieza a explicar los ocho preceptos, a los cuales se someten los laicos el día de uposatha.


FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2012). Uposatha en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 294-303.

“Uposathasutta” [en línea] en World Tipitaka Edition 


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2013.

 

 

AN 3,69 Akusalamula Sutta – Las raíces del mal

Este sutta describe cómo las tres raíces del mal —codicia, odio y falsa ilusión― tienen repercusiones terribles en toda la sociedad, originando violencia, la codicia por el poder e injustamente ocasionan el sufrimiento.


[Leer en pali]

[69] “Monjes, he aquí estas tres raíces del mal. Y, ¿cuáles son esas tres? La raíz del mal de la codicia, la raíz del mal del odio y la raíz del mal de la falsa ilusión.

“Monjes, siempre que surge la codicia, es maliciosa. Todo lo que hace una persona codiciosa a través de su cuerpo, habla y mente, también es malicioso. Cuando una persona codiciosa, superada por la codicia, con la mente obsesionada por ella, inflige sufrimiento bajo algún otro falso pretexto —mediante el asesinato, encarcelamiento, confiscación, censura o destierro― pensando: “soy poderoso, quiero el poder”, esto también es malicioso. De esta manera, numerosas malas y perjudiciales cualidades originadas en él nacen a partir de la codicia, son causadas por la codicia, surgen de la codicia y están condicionadas por la codicia.

“Siempre que surge el odio, es malicioso. Todo lo que hace una persona llena de odio a través de su cuerpo, habla y mente, también es malicioso. Cuando una persona llena de odio, superada por el odio, con la mente obsesionada por él, inflige sufrimiento bajo algún otro falso pretexto —mediante el asesinato, encarcelamiento, confiscación, censura o destierro― pensando: “soy poderoso, quiero el poder”, esto también es malicioso. De esta manera, numerosas malas y perjudiciales cualidades originadas en él nacen a partir del odio, son causadas por el odio, surgen del odio y están condicionadas por el odio.

“Siempre que surge la falsa ilusión es maliciosa. Todo lo que hace una persona confundida a través de su cuerpo, habla y mente, también es malicioso. Cuando una persona confundida, superada por la falsa ilusión, con la mente obsesionada por ella, inflige sufrimiento bajo algún otro falso pretexto —mediante el asesinato, encarcelamiento, confiscación, censura o destierro― pensando: “soy poderoso, quiero el poder”, esto también es malicioso. De esta manera, numerosas malas y perjudiciales cualidades originadas en él nacen a partir de la falsa ilusión, son causadas por la falsa ilusión, surgen de la falsa ilusión y están condicionadas por la falsa ilusión.

“Semejante persona, monjes, se llama alguien que habla fuera del tiempo apropiado, que habla falsamente, que dice lo que no es beneficioso, que proclama el no-Dhamma, que proclama la no-Disciplina. Y, ¿por qué a semejante persona se le llama alguien que habla fuera del tiempo apropiado… que proclama la no-Disciplina? Esta persona inflige sufrimiento bajo algún otro falso pretexto —mediante el asesinato, encarcelamiento, confiscación, censura o destierro― pensando: “soy poderoso, quiero el poder”. De esta manera, cuando se habla de acuerdo a los hechos, él menosprecia a aquel que lo reprocha; no admite sus faltas. Cuando se habla de manera contraria a los hechos, no hace esfuerzo para desentrañar lo que se le dijo: ‘Por esta y esta razón esto no es cierto; por esta y esta razón esto es contrario a los hechos’. Por eso, semejante persona se llama alguien que habla fuera del tiempo apropiado, que habla falsamente, que dice lo que no es beneficioso, que proclama el no-Dhamma, que proclama la no-Disciplina.

“Semejante persona, superada por las malas y perjudiciales cualidades nacidas de la codicia… nacidas del odio… nacidas de la falsa ilusión, con la mente obsesionada por ellas, mora en la insatisfacción en esta presente vida, con la aflicción, la angustia y la fiebre, y con el quiebre del cuerpo después de la muerte, se puede esperar para ella un mal destino.

“Imaginad un árbol ahogado por tres enredaderas maluva. Sólo podría encontrar desastre, calamidad o desastre y calamidad. Así también, semejante persona, superada por las malas perjudiciales cualidades nacidas de la codicia… nacidas del odio… nacidas de la falsa ilusión, con la mente obsesionada por ellas, mora en la insatisfacción en esta presente vida, con la aflicción, la angustia y la fiebre, y con el quiebre del cuerpo después de la muerte, se puede esperar para ella un mal destino. Estas son las tres raíces del mal.

“Monjes, he aquí estas tres raíces del bien. Y, ¿cuáles son esas tres? La raíz del bien de la no-codicia, la raíz del bien del no-odio y la raíz del bien de la no-falsa ilusión.

“Monjes, siempre que surge la no-codicia, es beneficiosa. Todo lo que hace una persona no codiciosa a través de su cuerpo, habla y mente, también es beneficioso. Cuando una persona no codiciosa, no superada por la codicia, con la mente no obsesionada por ella, no inflige sufrimiento bajo ningún otro falso pretexto —mediante el asesinato, encarcelamiento, confiscación, censura ni destierro― ni piensa: “soy poderoso, quiero el poder”, esto también es beneficioso. De esta manera, numerosas beneficiosas cualidades originadas en él nacen a partir de la no-codicia, son causadas por la no-codicia, surgen de la no-codicia y están condicionadas por la no-codicia.

“Siempre que surge el no-odio, es beneficioso. Todo lo que hace una persona sin odio a través de su cuerpo, habla y mente, también es beneficioso. Cuando una persona sin odio, no superada por el odio, con la mente sin el odio, no inflige sufrimiento bajo ningún otro falso pretexto —mediante el asesinato, encarcelamiento, confiscación, censura ni destierro― ni piensa: “soy poderoso, quiero el poder”, esto también es beneficioso. De esta manera, numerosas beneficiosas cualidades originadas en él nacen a partir del no-odio, son causadas por el no-odio, surgen del no-odio y están condicionadas por el no-odio.

“Siempre que surge la no-falsa ilusión, es beneficiosa. Todo lo que hace una persona no confundida a través de su cuerpo, habla y mente, también es beneficioso. Cuando una persona no confundida, no superada por la falsa ilusión, con la mente no obsesionada por ella, no inflige sufrimiento bajo ningún otro falso pretexto —mediante el asesinato, encarcelamiento, confiscación, censura ni destierro― ni piensa: “soy poderoso, quiero el poder”, esto también es beneficioso. De esta manera, numerosas beneficiosas cualidades originadas en él nacen a partir de la no-falsa ilusión, son causadas por la no-falsa ilusión, surgen de la no-falsa ilusión y están condicionadas por la no-falsa ilusión.

“Semejante persona, monjes, se llama alguien que habla en el tiempo apropiado, que dice la verdad, que dice lo que es beneficioso, que proclama el Dhamma, que proclama la Disciplina. Y, ¿por qué a semejante persona se le llama alguien que habla en el tiempo apropiado… que proclama la Disciplina? Esta persona no inflige sufrimiento bajo ningún otro falso pretexto —mediante el asesinato, encarcelamiento, confiscación, censura ni destierro― ni piensa: “soy poderoso, quiero el poder”. De esta manera, cuando se habla de acuerdo a los hechos, él no menosprecia a aquel que lo reprocha; admite sus faltas. Cuando se habla de manera contraria a los hechos, hace esfuerzo para desentrañar lo que se le dijo: ‘Por esta y esta razón esto no es cierto; por esta y esta razón esto es contrario a los hechos’. Por eso, semejante persona se llama alguien que habla en el tiempo apropiado, que dice la verdad, que dice lo que es beneficioso, que proclama el Dhamma, que proclama la Disciplina.

“Semejante persona, abandonó las malas y perjudiciales cualidades nacidas de la codicia… nacidas del odio… nacidas de la falsa ilusión, las cortó de las raíces, hizo con ellas como se hace con un tronco de palmera: las destruyó de tal manera que no son más sujetas a futuro surgimiento. Mora en la felicidad en esta presente vida, sin la aflicción, la angustia ni la fiebre, y ya en esta presente vida alcanza el Nibbana.

“Imaginad un árbol ahogado por tres enredaderas maluva. Y a un hombre llegando con una pala y una cesta. Y que aquel hombre cortase las enredaderas de las raíces, excavase y tirase fuera sus raíces, incluso las raíces más finas con sus fibras. Que cortase las enredaderas en pedazos, partiese los pedazos y los redujese en briznas. Y después, secando las briznas en el viento y en sol, los quemase en el fuego, los redujese a cenizas y voltease las cenizas hacia un fuerte viento, permitiendo que el mismo los arrojase a un río de rápidas corrientes. De esta manera, aquellas trepadoras maluva serían cortadas de las raíces, hechas como se hace con un tronco de  palmera: destruidas de tal manera que no fueran más sujetas a futuro surgimiento.

“Así también, semejante persona, abandonó las malas y perjudiciales cualidades nacidas de la codicia… nacidas del odio… nacidas de la falsa ilusión, las cortó de las raíces, hizo con ellas como se hace con un tronco de  palmera: las destruyó de tal manera que no son más sujetas a futuro surgimiento. Mora en la felicidad en esta presente vida, sin la aflicción, la angustia ni la fiebre, y ya en esta presente vida alcanza el Nibbana. Estas son las tres raíces del bien”.

 


FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2012). Roots en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications, pp. 175-176.

Devatasuttam en Digital Pali Reader 4.1.


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación del Bosque Theravada, 2014.