AN 4,200 Pema Sutta – Afección

Diferentes combinaciones de afección y odio.


[Leer en pali]

[200] “Monjes, he aquí hay estas cuatro cosas que son nacidas. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La afección nacida de la afección, el odio nacido del odio, la afección nacida del odio y el odio nacido de la afección.

“Y, ¿cómo es, monjes, la afección nacida de la afección? He aquí, una persona es deseable, agradable y encantadora para otra. Y los otros la tratan de manera que es deseable, agradable y encantadora. A este último se le ocurre esto: ‘Las otras personas tratan de manera deseable, agradable y encantadora a aquella persona que me es deseable, agradable y encantadora’. Entonces él siente afección por ellos. Y es así, monjes, cómo la afección nace de la afección.

“Y, ¿cómo es, monjes, el odio nacido de la afección? He aquí, una persona es deseable, agradable y encantadora para otra. Pero los otros la tratan de manera que es indeseable, desagradable y antipática. A este último se le ocurre esto: ‘Las otras personas tratan de manera indeseable, desagradable y antipática a aquella persona que me es deseable, agradable y encantadora’. Entonces él siente odio por ellos. Y es así, monjes, cómo el odio nace de la afección.

“Y, ¿cómo es, monjes, la afección nacida del odio? He aquí, una persona es indeseable, desagradable y antipática para otra. Y los otros la tratan de manera que es indeseable, desagradable y antipática. A este último se le ocurre esto: ‘Las otras personas tratan de manera indeseable, desagradable y antipática a aquella persona que me es indeseable, desagradable y antipática’. Entonces él siente afección por ellos. Y es así, monjes, cómo la afección nace del odio.

“Y, ¿cómo es, monjes, el odio nacido del odio? He aquí, una persona es indeseable, desagradable y antipática para otra. Pero los otros la tratan de manera que es deseable, agradable y encantadora. A este último se le ocurre esto: ‘Las otras personas tratan de manera deseable, agradable y encantadora a aquella persona que me es indeseable, desagradable y antipática’. Entonces él siente odio por ellos. Y es así, monjes, cómo el odio nace del odio.

“Estas son, monjes, las cuatro cosas que son nacidas”.

“Monjes, cuando un monje, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, entra y permanece en el primer jhana, que consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido, en esta ocasión la afección nacida de la afección no existe en él, el odio nacido del odio no existe en él, la afección nacida del odio tampoco existe en él ni el odio nacido de la afección existe en él.

“Cuando, al calmarse el pensamiento aplicado y sostenido, un monje entra y permanece en el segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la unificación mental, y consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el pensamiento aplicado y sostenido, en esta ocasión la afección nacida de la afección no existe en él, el odio nacido del odio no existe en él, la afección nacida del odio tampoco existe en él ni el odio nacido de la afección existe en él.

“Cuando, al desaparecer el arrobamiento, el monje permanece ecuánime, con atención consciente y clara comprensión, y experimenta la felicidad en su cuerpo; y entra y permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘’Él es ecuánime, atentamente consciente y es alguien que tiene una morada feliz’, en esta ocasión la afección nacida de la afección no existe en él, el odio nacido del odio no existe en él, la afección nacida del odio tampoco existe en él ni el odio nacido de la afección existe en él.

“Cuando, al abandonar la felicidad y la pena, con la previa desaparición de la alegría y el abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene la purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad, en esta ocasión la afección nacida de la afección no existe en él, el odio nacido del odio no existe en él, la afección nacida del odio tampoco existe en él ni el odio nacido de la afección existe en él.

“Cuando, con la destrucción de las contaminaciones, el monje ha descubierto por sí mismo, con el conocimiento directo y en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, la cual no abandona, una vez entrado en ella, entonces él ha abandonado la afección nacida del odio, la cortó de raíces, hizo de ella como con un tronco de palmera, destruyéndola de tal manera que no está más sujeta a futuros surgimientos. También ha abandonado el odio nacido de la afección…  la afección nacida del odio… el odio nacido del odio, lo cortó de raíces, hizo de él como con un tronco de palmera, destruyéndola de tal manera que no está más sujeta a futuros surgimientos.

“Este se llama un monje que no recoge ni empuja, no echa humo, no arde ni rumia.

“Y, ¿Cómo es, monjes, un monje que recoge? He aquí, monjes, el monje considera la forma como el yo, o el yo como el poseedor de la forma, o la forma como [si estuviera] en el yo o el yo como [si estuviera] en la forma. Considera la sensación como el yo… la percepción… las actividades volitivas… la conciencia como el yo, o el yo como el poseedor de la conciencia, o la conciencia como [si estuviera] en el yo o el yo como [si estuviera] en la conciencia. Es de esta manera, monjes, que un monje recoge.

“Y, ¿Cómo es, monjes, un monje que no recoge? He aquí, monjes, el monje no considera la forma como el yo, ni el yo como el poseedor de la forma, ni la forma como [si estuviera] en el yo ni el yo como [si estuviera] en la forma. No considera la sensación como el yo… la percepción… las actividades volitivas… la conciencia como el yo, ni el yo como el poseedor de la conciencia, ni la conciencia como [si estuviera] en el yo ni el yo como [si estuviera] en la conciencia. Es de esta manera, monjes, que un monje no recoge.

“Y, ¿cómo es, monjes, un monje que empuja? He aquí, monjes, el monje insulta a quien lo insulta, regaña a quien lo regaña y discute con el que levanta una discusión con él. Es de esta manera, monjes, que un monje empuja.

“Y, ¿cómo es, monjes, un monje que no empuja? He aquí, monjes, el monje no insulta a quien lo insulta, no regaña a quien lo regaña ni discute con el que levanta una discusión con él. Es de esta manera, monjes, que un monje no empuja.

“Y, ¿cómo es, monjes, un monje que echa humo? Cuando hay [la noción] ‘yo soy’, ‘yo soy eso’, ‘soy exactamente así’, ‘soy de otra manera’, ‘soy duradero’, ‘soy perecedero’, ‘puedo ser’, ‘puedo ser así’, ‘puedo ser exactamente así’, ‘puedo ser de otra manera’, ‘que sea así’, ‘que sea exactamente así’, ‘que sea de otra manera’, ‘voy a ser’, ‘voy a ser así’, ‘voy a ser exactamente así’, ‘voy a ser de otra manera’. Es de esta manera, monjes, que un monje echa humo.

“Y, ¿cómo es, monjes, un monje que no echa humo? Cuando no hay [la noción] ‘yo soy’… ni ‘voy a ser de otra manera’. Es de esta manera, monjes, que un monje no echa humo.

“Y, ¿cómo es, monjes, un monje que arde? Cuando hay [la noción] ‘yo soy eso debido a esto’, ‘soy exactamente así debido a esto’, ‘soy de otra manera debido a esto’, ‘soy duradero debido a esto’, ‘soy perecedero debido a esto’, ‘puedo ser debido a esto’, ‘puedo ser así debido a esto’, ‘puedo ser exactamente así debido a esto’, ‘puedo ser de otra manera debido a esto’, ‘que sea así debido a esto’, ‘que sea exactamente así debido a esto’, ‘que sea de otra manera debido a esto’, ‘voy a ser debido a esto’, ‘voy a ser así debido a esto’, ‘voy a ser exactamente así debido a esto’, ‘voy a ser de otra manera debido a esto’. Es de esta manera, monjes, que un monje arde.

“Y, ¿cómo es, monjes, un monje que no arde? Cuando no hay [la noción] ‘yo soy debido a esto’… ni ‘voy a ser de otra manera debido a esto’. Es de esta manera, monjes, que un monje no arde.

“Y, ¿cómo es, monjes, un monje que rumia? He aquí, el monje no ha abandonado la presunción del ‘yo soy’, no la cortó de raíces, ni hizo de ella como con un tronco de palmera, destruyéndola de tal manera que no esté más sujeta a futuros surgimientos. Es de esta manera que un monje rumia.

“Y, ¿cómo es, monjes, un monje que no rumia? He aquí, el monje ha abandonado la presunción del ‘yo soy’, la cortó de raíces, hizo de ella como con un tronco de palmera, destruyéndola de tal manera que no está más sujeta a futuros surgimientos. Es de esta manera que un monje no rumia”.

 


FUENTES

Bhikkhu Bodhi (2012). “Affection” en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston, USA: Wisdom Publications. Versión digital. Pp. 351-353.

“Pemasuttam” en Digital Pali Reader.


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2016.   

 

AN 4,199 Tanha Sutta – El ansia

El Buda enseña sobre las corrientes del ansia que esclavizan el mundo.


[Leer en pali]

[199] “Monjes, voy a enseñaros acerca del ansia —el engañador, difundido, extendido y pegajoso— por medio del cual este mundo ha sido sofocado y envuelto, y por medio del cual se ha convertido en una madeja enredada, en un ovillo de hilo anudado, en una masa de cañas y juncos, razón por la cual no trasciende el plano de la miseria, el mal destino, el mundo bajo, el samsara. Escuchad y prestad atención que voy a hablar”.

“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:

“Y, ¿qué es, monjes, el ansia —el engañador, difundido, extendido y pegajoso— por medio del cual este mundo ha sido sofocado y envuelto, y por medio del cual se ha convertido en una madeja enredada, en un ovillo de hilo anudado, en una masa de cañas y juncos, razón por la cual no trasciende el plano de la miseria, el mal destino, el mundo bajo, el samsara?

“He aquí, monjes, hay estos dieciocho afluentes del ansia relacionados con lo interno y dieciocho afluentes del ansia relacionados con lo externo.

“Y, ¿cuáles son, monjes, los dieciocho afluentes del ansia relacionados con lo interno? Cuando hay aquí [la noción] del ‘yo soy’, hay [la noción] del ‘yo soy así’, hay [la noción] del ‘soy solamente así’, hay [la noción] del ‘soy de otra manera’, hay [la noción] del ‘soy perdurable’, hay [la noción] del ‘soy perecedero’, hay [la noción] del ‘puedo ser’, hay [la noción] del ‘puedo ser así’, hay [la noción] del ‘puedo ser solamente así’, hay [la noción] del ‘puedo ser de otra manera’, hay [la noción] del ‘¡qué sea!’, hay [la noción] del ‘¡qué sea así!’, hay [la noción] del ‘¡qué sea solamente así!’, hay [la noción] del ‘¡qué sea de otra manera!’, hay [la noción] del ‘voy a ser’, hay [la noción] del ‘voy a ser así’, hay [la noción] del ‘voy a ser solamente así’, hay [la noción] del ‘voy a ser de otra manera’. Estos son, monjes, los dieciocho afluentes del ansia relacionados con lo interno.

“Y, ¿cuáles son, monjes, los dieciocho afluentes del ansia relacionados con lo externo? Cuando hay aquí [la noción] del ‘yo soy por causa de esto’, hay [la noción] del ‘yo soy así por causa de esto’, hay [la noción] del ‘soy solamente así por causa de esto’, hay [la noción] del ‘soy de otra manera por causa de esto’, hay [la noción] del ‘soy perdurable por causa de esto’, hay [la noción] del ‘soy perecedero por causa de esto’, hay [la noción] del ‘puedo ser por causa de esto’, hay [la noción] del ‘puedo ser así por causa de esto’, hay [la noción] del ‘puedo ser solamente así por causa de esto’, hay [la noción] del ‘puedo ser de otra manera por causa de esto’, hay [la noción] del ‘¡qué sea por causa de esto!’, hay [la noción] del ‘¡qué sea así por causa de esto!’, hay [la noción] del ‘¡qué sea solamente así por causa de esto!’, hay [la noción] del ‘¡qué sea de otra manera por causa de esto!’, hay [la noción] del ‘voy a ser por causa de esto’, hay [la noción] del ‘voy a ser así por causa de esto’, hay [la noción] del ‘voy a ser solamente así por causa de esto’, hay [la noción] del ‘voy a ser de otra manera por causa de esto’. Estos son, monjes, los dieciocho afluentes del ansia relacionados con lo externo.

“Estos son, monjes, los dieciocho afluentes del ansia relacionados con lo interno y dieciocho afluentes del ansia relacionados con lo externo. Los mismos se llaman los treinta y seis afluentes del ansia. Hay treinta y seis de estos afluentes que pertenecen al pasado, treinta y seis de estos afluentes que pertenecen al futuro y treinta y seis de estos afluentes que pertenecen al presente.  De esta manera hay ciento ocho afluentes que pertenecen al ansia.

“Este es, monjes, aquel ansia —el engañador, difundido, extendido y pegajoso— por medio del cual este mundo ha sido sofocado y envuelto, y por medio del cual se ha convertido en una madeja enredada, en un ovillo de hilo anudado, en una masa de cañas y juncos, razón por la cual no trasciende el plano de la miseria, el mal destino, el mundo bajo, el samsara”.

 


FUENTES

Bhikkhu Bodhi (2012). “Craving” en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston, USA: Wisdom Publications. Versión digital. Pp. 350-351.

Tanha Sutta en Digital Pali Reader   


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2016.

 

AN 4,198 Attantapa Sutta – Auto-tormento

El curso gradual del entrenamiento monástico.


[Leer en pali]

[198] “Monjes, he aquí estas cuatro clases de personas que pueden encontrarse en este mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro?

“He aquí una cierta clase de persona que se atormenta a sí misma y persigue la práctica de atormentarse a sí misma. Pero existe otra clase de persona que atormenta a otros y persigue la práctica de atormentar a otros. Hay todavía otra clase de persona que se atormenta a sí misma y persigue la práctica de atormentarse a sí misma, y también atormenta a otros y persigue la práctica de atormentar a otros. Y todavía hay otra clase de persona que no se atormenta a sí misma ni persigue la práctica de atormentarse a sí misma, y tampoco atormenta a otros ni persigue la práctica de atormentar a otros. Debido a que esta persona no se atormenta a sí misma ni atormenta a otros, en esta presente vida mora sin hambre, con la sed apagada, refrescada, experimentando la felicidad, habiendo ella misma llegado a ser divina.

“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que se atormenta a sí misma y persigue la práctica de atormentarse a sí misma? Es el caso de una persona que anda desnuda, se la pasa rechazando toda señal de buen trato, sin presentarse cuando se le solicita, sin detenerse cuando se le pide; no acepta comida donada o comida especialmente hecha, o una invitación formal para comer; no acepta nada de la olla o del cuenco que esté en un umbral, que esté atravesado por una vara, que haya sido preparado con un mortero; tampoco acepta de dos personas que se encuentren comiendo juntas, de una mujer embarazada, de una mujer amamantando, de una mujer que se encuentre recostada con un hombre, de un lugar donde la comida haya sido anunciada para ser distribuida, donde un perro se encuentre a la espera [de comer], donde las moscas se encuentren cerca; no acepta pescado o carne alguna, no consume licor, vino ni bebida fermentada. Se mantiene a un bocado por casa; se mantiene a dos bocados por cada dos casas… a siete bocados cada siete casas. Sobrevive con una salsa al día, dos salsas al día… siete salsas al día. Come una sola vez al día, una vez cada dos días… una vez cada siete días y así sucesivamente, hasta una vez cada quince días. Recurrentemente sigue la práctica de tomar alimentos a intervalos de tiempo establecidos.

“Consume verduras o arroz salvaje, mijo o musgo, salvado de arroz, harina de arroz o harina de sésamo, restos de arroz, hierbas silvestres o estiércol de vaca. Se sustenta con las raíces de los árboles y se alimenta de los frutos caídos.

“Se viste con cáñamo, con tela de cáñamo mezclado, envuelto en un sudario, con harapos que encuentra en los desperdicios, con corteza de árboles, con piel de antílope, con tiras de piel de antílope, en tela fabricada con hierba kusa, con telas hechas a partir de corteza, con trenzados de cabello, con lana animal, con alas de búho.

“Seguidamente acostumbra sacarse a tirones el pelo y la barba. Constantemente permanece de pie y rechaza sentarse. También gusta de permanecer en cuclillas, es devoto de mantenerse en esta posición. Acostumbra dormir sobre un lecho de espinas. Además, suele bañarse tres veces al día. De diversas formas este individuo practica la mortificación personal y el tormento del cuerpo. Es de esta manera, monjes, como la persona se atormenta a sí misma y persigue la práctica de atormentarse a sí misma.

“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que atormenta a otros y persigue la práctica de atormentar a otros? Es el caso de una persona que es carnicero de ovejas, de puercos, pollero, un cazador, pescador, un ladrón, un verdugo, carcelero, o alguien que sigue cualquier otra ocupación sangrienta. Es de esta manera, monjes, cómo la persona atormenta a otros y persigue la práctica de atormentar a otros.

“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que se atormenta a sí misma y persigue la práctica de atormentarse a sí misma, y también atormenta a otros y persigue la práctica de atormentar a otros? Es el caso de una persona, monjes, que puede ser un rey ungido, un guerrero de casta o un rico brahmán, el cual hace construir en la región oriental de la ciudad principal un altar donde sacrifica animales en ofrenda a sus dioses, habiéndose afeitado el cabello y la barba, se viste con pieles curtidas, además unge su cuerpo con manteca y aceite producto del sacrificio, para después entrar en el templo donde se llevará a cabo el ritual, acompañado de su reina en jefe y su sumo sacerdote. Una vez en el lugar, se recuesta sobre la yerba del suelo, donde una vaca es puesta cerca de él, entonces, el rey comienza a alimentarse de la primer ubre, mientras que la reina en jefe hace lo propio en la segunda y el sumo sacerdote en la tercera; ordeñando la leche de la cuarta ubre y vertiéndola sobre el fuego, permitiendo que el becerro se alimente de lo que queda. Se pronuncian las siguientes palabras: ‘Que tantos toros sean sacrificados, que tantos bueyes sean sacrificados, que tantos novillos sean sacrificados, que tantas cabras sean sacrificadas, que tantas ovejas sean sacrificadas, que tantos árboles sean talados para erigir los postes para la masacre, que tanta yerba sea cortada para el ritual’. Luego sus esclavos, mensajeros y sirvientes hacen los preparativos necesarios para la ejecución, llorando amargamente, con la cara llena de lágrimas, siendo estimulados por las amenazas y los castigos, con el temor siempre presente en el medio. Es de esta manera, monjes, cómo la persona se atormenta a sí misma y persigue la práctica de atormentarse a sí misma, y también atormenta a otros y persigue la práctica de atormentar a otros.

“Y, ¿cómo es, monjes, persona que no se atormenta a sí misma ni persigue la práctica de atormentarse a sí misma, y tampoco atormenta a otros ni persigue la práctica de atormentar a otros; persona que, debido a que no se atormenta a sí misma ni atormenta a otros, en esta presente vida mora sin hambre, con la sed apagada, refrescada, experimentando la felicidad, habiendo ella misma llegado a ser divina?

“He aquí, monjes, el Tathagata aparece en el mundo, realizado y completamente iluminado, perfecto en comportamiento y conocimiento, sublime, conocedor de los mundos, incomparable líder de personas destinadas a ser dóciles, maestro de devas y seres humanos, iluminado, bendito. Habiendo descubierto este mundo con sus dioses, sus Maras y Brahmas, con sus ascetas y brahmanes con el conocimiento directo, se lo da de conocer luego a todas las personas. Enseña el Dhamma que es agradable en el principio, agradable en el medio y agradable al final, con recto espíritu y letra; el cual revela la vida santa perfecta y completamente pura.

“El hombre hogareño o su hijo, o cualquiera que haya nacido en algún otro clan escucha ese Dhamma. Al escucharlo, adquiere fe en el Tathagata. Y una vez que esa fe se cimienta, se afianza y persevera en ella, considera lo siguiente: ‘La vida del hogar es polvorienta y llena de gente, la vida sin hogar amplia y abierta. No es sencillo, mientras se permanece viviendo dentro del clan, llevar una vida santa completamente perfecta y pura. ¿Qué tal si corto mi cabello y barba, y habiéndome envestido con el hábito amarillo, doy paso de la vida hogareña a la vida sin hogar?’. Entonces, habiendo cortado su cabello y barba, y habiéndose envestido con el hábito amarillo, abandonando una pequeña o una gran fortuna, abandonando una pequeña o una enorme cantidad de familiares, da el paso de la vida en el hogar a la vida sin hogar.

“Habiéndose ordenado y llevando propiamente el modo de vida y entrenamiento, el monje abandona la matanza de seres vivientes, se abstiene de toda forma de asesinato; dejando de lado las armas y el garrote, es gentil y considerado, se mantiene lleno de compasión hacia todos los seres vivientes. Abandonando el tomar lo que no le ha sido dado, se abstiene de la enemistad; toma únicamente lo que le ha sido dado —esperando sólo ello— y, al no robar, permanece purificado de tan denigrante condición. Abandonando la sexualidad, observa los beneficios del celibato. De esta manera, viviendo apartado de los deseos sensuales, se abstiene de los actos sexuales, propios de las personas comunes.

“Abandonando la falsedad al hablar, se abstiene de decir mentiras; únicamente habla lo que es verdad, se apega a los hechos, es digno de confianza y uno que no engaña al mundo. Abandonando la maldad al hablar, se abstiene de la malicia en el habla; habiendo escuchado algo aquí se abstiene de repetirlo allá, de esta manera renuncia a generar cismas y confrontaciones que dividan a las personas; por el contrario, es alguien que se alegra en la concordia y busca la unión entre las personas, promotor de la amistad, orador de frases que fomentan la hermandad. Abandonando la frivolidad al hablar, enuncia palabras que son amables, que son agradables al oído, aquellas que infunden amor y llegan al corazón, se expresa de manera cortés, con lo que es deseable por muchos… lo que agrada a la mayoría. Abandonando el enredo y el chisme al hablar, se abstiene de tomar parte en pláticas sin sentido, de esta forma habla únicamente lo que es un hecho, habla lo que es bueno, habla de manera prudente y cuando es requerido, él instruye sobre el Dhamma y la Disciplina; con total prudencia, pronuncia aquello que es digno de recordar, que es razonable, que lleva a la moderación y es benéfico.

“Se abstiene de maltratar plantas y semillas. Únicamente come una vez al día, se abstiene de comer en la noche, fuera del tiempo propicio. Se abstiene de bailar, cantar, de escuchar música o de ser partícipe de cualquier acto de entretenimiento. Se abstiene de usar guirnaldas, de ungirse con ungüentos, o de utilizar esencias o lociones. Se abstiene de sentarse en cojines elevados, además de abstenerse de aceptar oro y plata. Se abstiene de aceptar grano entero… carne entera… mujeres… hombres… esclavos… cabras u ovejas… aves o cerdos… elefantes… ganado… caballos o yeguas… además, se abstiene de aceptar parcelas o tierras. Se abstiene de convertirse en mensajero. Se abstiene de comprar y vender. Se abstiene de pesajes falsos, de falsificar medidas o de cualquier tipo de transacción. Se abstiene de engañar, de hacer trampa, de defraudar o de aventajar a las personas. También se abstiene de herir o de infligir daño a cualquier ser sintiente… de convertirse en bandido, de asaltar y engendrar violencia.

“Se contenta con el triple manto que cubre su cuerpo y con las limosnas que le mantienen con vida y, a donde quiera que va, únicamente lleva esto consigo. De la misma manera que los pájaros sólo llevan sus alas como carga, así también, el monje se contenta únicamente con estas dos cosas. Es así como poseyendo este agregado de noble virtud, experimenta en sí mismo una felicidad que es intachable, una que está completamente libre de culpa.

“De esta manera, al observar una forma con el ojo no se apega a sus signos ni a sus características, pues [sabe que] si dejase la facultad de la vista desprotegida, los perjudiciales estados de codicia o anhelo podrían invadir su mente; es así como practica la restricción al ver, es así como guarda la facultad del ojo, es así como limita la influencia de la facultad del ojo. Al escuchar un sonido con el oído… al oler un olor con la nariz… al probar un sabor con la lengua… al tocar un objeto con el cuerpo… al reconocer un objeto con la mente, bajo ninguna circunstancia se adhiere a sus signos y características, pues si llegara a hacerlo, los perjudiciales estados de codicia y anhelo podrían invadir su mente… Poseyendo estas nobles restricciones sobre sus facultades, experimenta en sí mismo una felicidad que es inmaculada.

“Se convierte en alguien que actúa con clara comprensión, tanto cuando va hacia delante como hacia atrás; alguien que actúa con clara comprensión cuando mira hacia delante como cuando mira en otras direcciones; alguien que actúa con clara comprensión cuando flexiona y extiende sus extremidades; alguien que actúa con clara comprensión cuando se viste con su manto interior y cuando se viste con su manto exterior; alguien que actúa con clara comprensión cuando lleva su cuenco, cuando come, cuando bebe, cuando degusta o consume el alimento; alguien que actúa con clara comprensión cuando defeca u orina; alguien que actúa con clara comprensión cuando camina, cuando está de pie, cuando está sentado, cuando comienza a quedarse dormido, cuando se levanta, cuando habla y cuando se queda callado.

“Es así como, poseyendo este agregado de noble virtud, estas nobles restricciones sobre sus facultades, y poseyendo esta noble atención consciente y clara comprensión, el monje recurre a un lugar apartado: al bosque, al pie de un árbol, una montaña, un barranco, el interior de una cueva, un cementerio, en medio de la selva, un espacio abierto o un montón de paja.

“Y, habiendo retornado de su ronda de limosnas, luego de haber consumido su alimento, se sienta, cruzando las piernas y con su cuerpo erguido establece la atención delante de él. Habiendo abandonado la codicia y el anhelo por el mundo, permanece con la mente libre de obstrucciones; así purifica su mente de impedimentos. Habiendo abandonado la mala voluntad y el odio, permanece con la mente compasiva por el bienestar de todos los seres vivientes; así purifica su mente de impedimentos. Habiendo abandonado la pereza y apatía, permanece libre de obstrucciones, percibiendo la luz, totalmente consciente y despierto; así purifica su mente de impedimentos. Habiendo abandonado la inquietud y el remordimiento, permanece en calma con la mente pacífica hacia el interior; así purifica su mente de impedimentos. Habiendo abandonado la duda, permanece lejos de ella, sin perplejidad acerca de lo que es beneficioso; así purifica su mente de impedimentos.

“Habiendo abandonado estos cinco obstáculos, imperfecciones de la mente que debilitan la sabiduría, apartado de los placeres sensuales, apartado de los perjudiciales estados, el monje entra y permanece en el primer jhana, el cual está acompañado del pensamiento aplicado y sostenido, con felicidad y placer nacidos de la reclusión.

“De nuevo, dejando atrás el pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana, el cual está acompañado de la confianza interior y la unificación de la mente, arrobamiento y placer nacidos de la concentración.

“De nuevo, con el desvanecimiento del arrobamiento, con la mente plenamente consciente, aun siendo sensible al placer con el cuerpo, entra y permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declaran: ‘Ecuánime y plenamente consciente, tiene una morada agradable’.

“De nuevo, con el abandono del placer y el dolor, y con la previa desaparición de la alegría y abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, el cual viene acompañado de la purificación de la atención consciente por medio de la ecuanimidad.

“Cuando su mente está así concentrada, ha sido purificada y se encuentra luminosa, sin mancha, libre de imperfecciones, maleable, manejable, firme y ha alcanzado la imperturbabilidad, la dirige al conocimiento de sus vidas pasadas. Recuerda sus múltiples vidas pasadas, esto es, un nacimiento, dos nacimientos, cinco nacimientos, diez nacimientos, cincuenta nacimientos, cien nacimientos, mil nacimientos, cien mil nacimientos, muchos eones de contracción cósmica, muchos eones de expansión cósmica, muchos eones de contracción y expansión cósmica, así: ‘Allí tuve tal nombre, pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal el final de mi vida. Muriendo en este u otro estado, renací allí o acá. Allí también tuve tal nombre, pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal el final de mi vida’. Así conoce sus múltiples moradas pasadas con sus aspectos y detalles.

“Cuando su mente está así concentrada, ha sido purificada y se encuentra luminosa, sin mancha, libre de imperfecciones, maleable, manejable, firme y ha alcanzado la imperturbabilidad, la dirige al conocimiento del fallecimiento y renacimiento de los seres. Ve por medio del ojo divino, purificado y que supera al humano, seres falleciendo y renaciendo, inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados según su kamma, así: ‘Estos seres involucrados con la mala conducta de cuerpo, palabra y mente, que injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones erróneas y realizaron acciones bajo la influencia de lo incorrecto, con la descomposición del cuerpo, tras la muerte, han renacido en el plano de privación, en el mal destino, en los reinos inferiores y hasta en el infierno. Pero estos otros seres, dotados de buena conducta de cuerpo, palabra y mente, que no injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones correctas y realizaron acciones bajo la influencia de la rectitud, con la descomposición del cuerpo, tras la muerte, han reaparecido en buenos destinos, incluso en el mundo celestial’. Es así, como por medio del ojo divino, purificado y que supera al humano, ve seres falleciendo y reapareciendo, inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados según su kamma.

“Cuando su mente está así concentrada, ha sido purificada y se encuentra luminosa, sin mancha, libre de imperfecciones, maleable, manejable, firme y ha alcanzado la imperturbabilidad, la dirige al conocimiento de la destrucción de las corrupciones mentales. Entiende tal como realmente es: ‘Esta es la insatisfacción’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el origen de la insatisfacción’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el cese de la insatisfacción’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. Y entiende tal como realmente es: ‘Estas son las corrupciones mentales’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el origen de las corrupciones mentales’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el cese de las corrupciones mentales’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el sendero que conduce al cese de las corrupciones mentales´.

«Y cuando conoce y ve de esta manera, su mente es liberada de la corrupción de la sensualidad, de la corrupción de la existencia, de la corrupción de la ignorancia. Con la liberación se da cuenta [de que]: ‘Está liberado’. Y comprende esto: ‘El nacimiento está destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que tenía que hacerse ha sido realizado y, he aquí, no hay más futuros estados de existencia’.

 


FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2012). Self-Torment en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 347-350.

“Attantapasuttam” en Digital Pali Reader


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y  Anton P. Baron

Publicación del Bosque Theravada, 2013.

 

AN 4,197 Mallikadevi Sutta – Princesa Mallika

El Buda explica a la princesa Mallika, la esposa del rey Pasenadi, las causas kármicas a través de los cuales las mujeres pueden adquirir belleza, riquezas e influencia.


[Leer en pali]

[197] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la Arboleda de Jeta, en el Parque de Anathapindika, cerca de Savatthi. Entonces, la princesa Mallika se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:

“Venerable Señor, (1) ¿por qué algunas mujeres aquí son (i) feas, mal formadas y antiestéticas; (ii) pobres, destituidas e indigentes; y (iii) carentes de influencia? (2) ¿Por qué algunas mujeres son (i) feas, mal formadas y antiestéticas, pero (ii) ricas, con grandes posesiones y propiedades; y además (iii) influyentes? (3) ¿Por qué algunas mujeres son (i) hermosas, atractivas y agraciadas, poseedoras de la suprema belleza de la tez; pero (ii) pobres, destituidas e indigentes; además (iii) carentes de influencia? (4) Y, ¿por qué hay algunas que son (i) hermosas, atractivas y agraciadas; poseedoras de la suprema belleza de la tez; (ii) ricas, con grandes posesiones y propiedades; y además (iii) influyentes?”.

“(1) He aquí, Mallika, (i) alguna mujer es propensa a la ira y se exaspera fácilmente. Incluso, cuando es levemente criticada, pierde sus estribos y llega a ser irritada, hostil y obstinada; demuestra su ira, odio y amargura. (ii) Ella no ofrece cosas a los ascetas ni brahmanes: comida ni bebida; ropa ni carros; guirnaldas, perfumes, ungüentos, ropa de cama, viviendas ni lámparas. (iii) Es envidiosa, alguien que recela, se resiente, regatea las ganancias, el honor, el respeto, la estima, el homenaje y las alabanzas a los demás. Cuando fallece de este estado, dondequiera que renace, regresa a este mundo (i) fea, mal formada y antiestética; (ii) pobre, destituida e indigente; y además (iii) carente de influencia.

“(2) He aquí, Mallika, alguna otra mujer (i) es propensa a la ira y se exaspera fácilmente… (ii) Pero ofrece cosas a los ascetas y brahmanes… (iii) Además no es envidiosa, alguien que no recela… Cuando fallece de este estado, dondequiera que renace, regresa a este mundo (i) fea, mal formada y antiestética; (ii) pero es rica, con grandes posesiones y propiedades; y además  (iii) es influyente.

“(3) He aquí, Mallika, alguna otra mujer aún (i) no es propensa a la ira ni se exaspera fácilmente… (ii) Pero no ofrece cosas a los ascetas ni brahmanes… (iii) Además es envidiosa, alguien que recela… Cuando fallece de este estado, dondequiera que renace, regresa a este mundo (i) hermosa, atractiva y agraciada, poseedora de la suprema belleza de la tez; (ii) pero es pobre, destituida y con pocas riquezas; además, (iii) carece de influencia.

“(4) He aquí, Mallika, alguna otra mujer aún (i) no es propensa a la ira ni se exaspera fácilmente… (ii) Ofrece cosas a los ascetas y brahmanes… (iii) Además no es envidiosa, alguien que no recela… Cuando fallece de este estado, dondequiera que renace, regresa a este mundo (i) hermosa, atractiva y agraciada, poseedora de la suprema belleza de la tez; (ii) rica,  con grandes posesiones y propiedades; y además, (iii) es influyente.

“Esta es la razón, Mallika, por la cual (1) algunas mujeres aquí son (i) feas, mal formadas y antiestéticas; (ii) pobres, destituidas e indigentes; y (iii) carentes de influencia. (2) Es por eso que otras mujeres son (i) feas, mal formadas y antiestéticas, pero (ii) ricas, con grandes posesiones y propiedades; y además (iii) influyentes. (3) Es por eso que otras mujeres aún son (i) hermosas, atractivas y agraciadas, poseedoras de la suprema belleza de la tez; pero (ii) pobres, destituidas e indigentes; además (iii) carentes de influencia (4) Y es por eso que aún otras mujeres son (i) hermosas, atractivas y agraciadas; poseedoras de la suprema belleza de la tez; (ii) ricas, con grandes posesiones y propiedades; y además (iii) influyentes”.

Cuando se dijo esto, la princesa Mallika dijo al Bienaventurado:

“(i) Supongo, Venerable Señor, que en alguna de mis vidas previas era propensa a la ira y me exasperaba fácilmente; que incluso, cuando fui levemente criticada, perdía mis estribos y llegaba a ser irritada, hostil y obstinada; demostraba mi ira, odio y amargura. Por eso soy fea, mal formada y antiestética. (ii) Pero supongo también que en alguna vida previa ofrecía cosas a los ascetas y brahmanes: comida y bebida; ropa y carros; guirnaldas, perfumes, ungüentos, ropa de cama, viviendas y lámparas. Por eso soy rica, con grandes posesiones y propiedades. (iii) Y supongo también que en alguna vida previa no era envidiosa, ni alguien que recela, se resiente, regatea las ganancias, el honor, el respeto, la estima, el homenaje y las alabanzas a los demás. Por eso soy influyente. En esta corte hay muchachas de khattiyas, brahmanes y hombres hogareños sobre los cuales ejerzo el poder.

“De aquí en adelante, Venerable Señor, (i) no seré más propensa a la ira ni me exasperaré fácilmente. Incluso, cuando sea levemente criticada, no perderé mis estribos ni llegaré a ser irritada, hostil ni obstinada; no demostraré mi ira, odio ni amargura. (ii) Además, ofreceré cosas a los ascetas y brahmanes: comida y bebida; ropa y carros; guirnaldas, perfumes, ungüentos, ropa de cama, viviendas y lámparas. (iii) Y también no seré envidiosa, ni alguien que recela, se resiente, regatea las ganancias, el honor, el respeto, la estima, el homenaje ni las alabanzas a los demás.

“¡Excelente, Venerable Señor! ¡Excelente, Venerable Señor! El Bienaventurado esclareció el Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la oscuridad de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al Bienaventurado, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el Bienaventurado me considere como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

 


FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2012). Mallika en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 345-347.

“Mallikadevisuttam” en Digital Pali Reader.


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y  Anton P. Baron

Publicación del Bosque Theravada, 2014.

 

AN 4,196 Salha Sutta – Salha

Buda explica a sus dos seguidores laicos la verdadera y profunda esencia de sus enseñanzas, distinguiéndola de las meras expresiones externas, enseñadas por otros maestros.


[Leer en pali]

[196] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el salón con el techo de dos aguas, en el Gran Bosque, cerca de Vesali. Entonces dos licchavi, Salha y Abhaya, se acercaron al Bienaventurado, le rindieron homenaje y se sentaron a un lado. Acto seguido el licchavi Salha dijo al Bienaventurado:

“Venerable Señor, he aquí que algunos ascetas y brahmanes proclaman que se puede cruzar la inundación a través de dos cosas: por medio de la purificación de la conducta virtuosa y por medio de la austeridad y el disgusto. ¿Qué dice al respecto el Bienaventurado?”.

“Yo digo, Salha, que la purificación de la conducta virtuosa es uno de los factores del ascetismo. Pero aquellos ascetas y brahmanes que defienden la austeridad y el disgusto, que consideran la austeridad y el disgusto como algo esencial, y se adhieren a la austeridad y el disgusto, no son capaces de cruzar la inundación. Tampoco aquellos ascetas y brahmanes cuya conducta corporal, verbal y mental es impura, y cuyo modo de vida es impuro, son capaces de [tener] el conocimiento y la visión, la insuperable iluminación.

“Imagina, Salha, a un hombre que quiere cruzar un río y, para eso, toma el hacha afilado y entra al bosque, donde encuentra un joven gran árbol sala, fresco, recto, aún sin brotes de fruta, al cual lo corta de raíces: corta su parte superior, lo despoja completamente de ramas y follaje, lo recorta con el hacha, luego con el pivote, lo raspa con la herramienta apropiada, lo pule con la piedra y finalmente se dirige para cruzar el río. ¿Qué opinas, Salha? ¿Podría aquel hombre cruzar el río?”.

“No, Venerable Señor. Y, ¿por qué no? Porque por más que aquel joven árbol sala haya sido preparado a fondo externamente, aún no ha sido limpiado por dentro. Podría esperarse que aquel joven árbol sala se hundiera y aquel hombre se encontrara con calamidad y desastre”.

“Así también, Salha, aquellos ascetas y brahmanes que defienden la austeridad y el disgusto, que consideran la austeridad y el disgusto como algo esencial, y se adhieren a la austeridad y el disgusto, no son capaces de cruzar la inundación. Tampoco aquellos ascetas y brahmanes cuya conducta corporal, verbal y mental es impura, y cuyo modo de vida es impuro, son capaces de [tener] el conocimiento y la visión, la insuperable iluminación.

“Pero, Salha, aquellos ascetas y brahmanes que no defienden la austeridad ni el disgusto, que no consideran la austeridad ni el disgusto como algo esencial, y no se adhieren a la austeridad y el disgusto, sí, son capaces de cruzar la inundación. También aquellos ascetas y brahmanes cuya conducta corporal, verbal y mental es pura, y cuyo modo de vida es puro, son capaces de [tener] el conocimiento y la visión, la insuperable iluminación.

“Imagina, Salha, a un hombre que quiere cruzar un río y, para eso, toma el hacha afilado y entra al bosque, donde encuentra un joven gran árbol sala, fresco, recto, aún sin brotes de fruta, al cual lo corta de raíces: corta su parte superior, lo despoja completamente de ramas y follaje, lo recorta con el hacha, luego con el pivote, toma un cincel lo limpia a fondo adentro, lo raspa con herramienta apropiada, lo pule con la piedra, y hace de él un barco. Luego lo equipa con remos y timón, y finalmente se dirige para cruzar el río. ¿Qué opinas, Salha? ¿Podría aquel hombre cruzar el río?”.

“Sí, Venerable Señor. Y, ¿por qué sí? Porque aquel joven árbol sala ha sido preparado a fondo externamente, bien purificado por dentro, hecho un bote y equipado con remos y timón. Podría esperarse que aquel joven árbol sala no se hundiera y aquel hombre cruzara a salvo a la otra orilla”.

“Así también, Salha, aquellos ascetas y brahmanes que no defienden la austeridad ni el disgusto, que no consideran la austeridad ni el disgusto como algo esencial, y no se adhieren a la austeridad ni el disgusto, son capaces de cruzar la inundación. También aquellos ascetas y brahmanes cuya conducta corporal, verbal y mental es pura, y cuyo modo de vida es puro, son capaces de [tener] el conocimiento y la visión, la insuperable iluminación.

“Por más que un guerrero pueda hacer muchas diferentes hazañas con las flechas, solamente cuando posee tres cualidades es digno de un rey, de ser asesor real y relacionarse con la realeza. Y, ¿cuáles son esas tres? Es un tirador de larga distancia, un tirador agudo y capaz de partir un gran cuerpo.

“Así como el guerrero es un tirador de larga distancia, así también el noble discípulo posee la recta concentración. Cualquier clase de forma que haya —sea del pasado, futuro o presente; sea interna o externa; ordinaria o sutil; inferior o superior—, un noble discípulo que posee la recta concentración ve todas esas formas tal como realmente son, con la correcta sabiduría así: ‘Esto no es mío, este no soy yo, esto no es mi yo’. Cualquier clase de sensación que haya… Cualquier clase de percepción que haya… Cualquier clase de formaciones volitivas que haya… Cualquier clase de conciencia que haya —sea del pasado, futuro o presente; sea interna o externa; ordinaria o sutil; inferior o superior—, un noble discípulo que posee la recta concentración ve todas esas conciencias tal como realmente son, con la correcta sabiduría así: ‘Esto no es mío, este no soy yo, esto no es mi yo’.

“Así como el guerrero es un tirador agudo, así también el noble discípulo posee el recto punto de vista. El noble discípulo que posee el recto punto de vista comprende tal como realmente es: ‘Esta es la insatisfacción’; comprende tal como realmente es: ‘Este es el origen de la insatisfacción’; comprende tal como realmente es: ‘Este es el cese de la insatisfacción’; comprende tal como realmente es: ‘Este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’.

“Así como el guerrero es un tirador capaz de partir un gran cuerpo, así también el noble discípulo posee la recta liberación. El noble discípulo que posee la recta liberación parte la gran masa de la ignorancia”.

 


FUENTES

Bhikkhu Bodhi (2012). “Salha” en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston, USA: Wisdom Publications. Versión digital. Pp. 344-345.

Salha Sutta en Digital Pali Reader   


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2016.   

 

AN 4,195 Vappa Sutta – Vappa

Un discípulo jainista se convierte a la enseñanza del Buda al escuchar cómo éste le explica los principios del kamma.


[Leer en pali]

[195] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando entre los sakyans, en el parque de las higueras, cerca de Kapilavatthu. Entonces Vappa el sakyano, discípulo de los niganthas, se acercó al Venerable Mahamoggallana, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Acto seguido, el Venerable Mahamoggallana le dijo:

“He aquí, Vappa, si uno está restringido por el cuerpo, el habla y la mente, entonces, con el desvanecimiento de la ignorancia y el surgimiento del conocimiento verdadero, ¿puedes ver  algo que, en las vidas futuras de semejante persona, produzca alguna sensación dolorosa a cuenta de las contaminaciones?”.

“Puedo ver semejante posibilidad, Venerable Señor. En el pasado uno cometió una mala acción, cuyo resultado todavía no ha madurado. Así, en alguna de las vidas futuras de semejante persona, alguna sensación dolorosa puede producirse a cuenta de las contaminaciones”.

Mientras estaba en curso esa conversación entre el Venerable Mahamoggallana y Vappa, el sakyano, llegada la tarde el Bienaventurado emergió de su reclusión y fue al pabellón de la concurrencia. Estando allí, se sentó en el asiento que estaba preparado para él y dijo al Venerable Mahamoggallana: “¿De qué trataba la discusión, Moggallana, en la cual estabais enganchados ahora? Y, ¿de qué trataba esa conversación que estaba en curso?”.

[El Venerable Mahamoggallana repite al Bienaventurado el contenido entero de la conversación, conluyendo:]

“Esta fue, Venerable Señor, la conversación que tuve con Vappa, el sakyano cuando el Bienaventurado había llegado”.

Entonces, el Bienaventurado dijo a Vappa, el sakyano: “Vappa, si admitieras lo que debería ser admitido y rechazaras lo que debería ser rechazado, y si, cuando no entendieras el significado de mis palabras, me hicieras las siguientes preguntas: ‘¿Cómo es esto, Venerable Señor? ¿Cuál es el significado de aquello?, entonces lo podríamos discutir”.

“Venerable Señor, voy a admitir lo que debe ser admitido y voy a rechazar lo que debe ser rechazado y, cuando no entienda el significado de sus palabras, voy a hacer las siguientes preguntas: ‘¿Cómo es esto, Venerable Señor? ¿Cuál es el significado de aquello?, así que discutámoslo”.

“¿Qué opinas, Vappa? Aquellas contaminaciones angustiantes y febriles, que pueden surgir a causa de los emprendimientos corporales, no ocurren cuando uno se abstiene de ellos. Él no crea ningún kamma nuevo y termina el kamma viejo, habiéndolo contactado una y otra vez. El desgaste está directamente visible, inmediato, invitando a uno a venir y ver, aplicable y experimentable directamente por el sabio. ¿Puedes ver algo, Vappa, que, en las vidas futuras de semejante persona, produzca alguna sensación dolorosa a cuenta de las contaminaciones?”.

“No, Venerable Señor.”

“¿Qué opinas, Vappa? Aquellas contaminaciones angustiantes y febriles, que pueden surgir a causa de los emprendimientos verbales, no ocurren cuando uno se abstiene de ellos. Él no crea ningún kamma nuevo y termina el kamma viejo, habiéndolo contactado una y otra vez. El desgaste está directamente visible, inmediato, invitando a uno a venir y ver, aplicable y experimentable directamente por el sabio. ¿Puedes ver algo, Vappa, que, en las vidas futuras de semejante persona, produzca alguna sensación dolorosa a cuenta de las contaminaciones?”.

“No, Venerable Señor”.

“¿Qué opinas, Vappa? Aquellas contaminaciones angustiantes y febriles, que pueden surgir a causa de los emprendimientos mentales, no ocurren cuando uno se abstiene de ellos. Él no crea ningún kamma nuevo y termina el kamma viejo, habiéndolo contactado una y otra vez. El desgaste está directamente visible, inmediato, invitando a uno a venir y ver, aplicable y experimentable directamente por el sabio. ¿Puedes ver algo, Vappa, que, en las vidas futuras de semejante persona, produzca alguna sensación dolorosa a cuenta de las contaminaciones?”.

“No, Venerable Señor”.

“¿Qué opinas, Vappa? Con el desvanecimiento de la ignorancia y el surgimiento del verdadero conocimiento, aquellas contaminaciones, angustiantes y febriles, que surgen con la ignorancia como condición no ocurren más. Él no crea ningún kamma nuevo y termina el kamma viejo, habiéndolo contactado una y otra vez. El desgaste está directamente visible, inmediato, invitando a uno a venir y ver, aplicable y experimentable directamente por el sabio. ¿Puedes ver algo, Vappa, que, en las vidas futuras de semejante persona, produzca alguna sensación dolorosa a cuenta de las contaminaciones?”

“No, Venerable Señor”.

“Un monje así, Vappa, perfectamente liberado en la mente, alcanza las seis constantes moradas. Habiendo visto una forma con el ojo, no es ni alegre ni triste, sino que permanece ecuánime, con atención consciente y clara comprensión. Habiendo escuchado un sonido con el oído… Habiendo olido un olor con la nariz… Habiendo saboreado un sabor con la lengua… Habiendo sentido un objeto táctil con el cuerpo… Habiendo conocido un fenómeno con la mente, no es ni alegre ni triste, sino que permanece ecuánime, con atención consciente y clara comprensión.

“Cuando siente una sensación que termina con el cuerpo, comprende: ‘Siento una sensación que termina con el cuerpo’. Cuando siente una sensación que termina con la vida, comprende: ‘Siento una sensación que termina con la vida’. Y entiende esto: ‘Con el quiebre del cuerpo, tras el fin de la vida, todo lo que se puede sentir, al no haber deleite en ello, se convertirá en frescura aquí’.

“Imagina, Vappa, una sombra aparecida por causa de un tronco y a un hombre llegando con una pala y una cesta. Luego el hombre corta el tronco en sus raíces, cava las raíces y las saca afuera, aún aquellas que son muy finas y hasta sus fibras. Después corta el tronco en pedazos, divide los pedazos y los reduce a briznas. Entonces seca las briznas en el viento y en el sol, las quema en el fuego y las reduce a cenizas. Habiendo hecho esto las tira al viento o las hecha en una rápida corriente de un río. De esta manera, aquella sombra que dependía del tronco, estaría cortada de raíz, hecha como el tronco de una palmera, borrada de tal manera que no habría más para ella futuros nacimientos.

“De la misma manera, Vappa, un monje así, perfectamente liberado en la mente, alcanza las seis constantes moradas. Habiendo visto una forma con el ojo… Habiendo escuchado un sonido con el oído… Habiendo olido un olor con la nariz… Habiendo saboreado un sabor con la lengua… Habiendo sentido un objeto táctil con el cuerpo… Habiendo conocido un fenómeno con la mente, no es ni alegre ni triste, sino que permanece ecuánime, con atención consciente y clara comprensión. Cuando siente una sensación que termina con el cuerpo, comprende: ‘Siento una sensación que termina con el cuerpo’. Cuando siente una sensación que termina con la vida, comprende: ‘Siento una sensación que termina con la vida’. Y entiende esto: ‘Con el quiebre del cuerpo, tras el fin de la vida, todo lo que se puede sentir, al no haber deleite en ello, se convertirá en frescura aquí’.

Cuando esto se dijo, Vappa, el sakyano, el discípulo de los niganthas, dijo al Bienaventurado:

“Imagine, Venerable Señor, a un hombre que busca el lucro criando caballos para la venta, pero que no está pudiendo obtener ganancias y sólo cosecha cansancio y angustia. De la misma manera, buscando los beneficios, estuve atendiendo a los estúpidos niganthas, pero no obtuve ganancia alguna y sólo coseché cansancio y angustia. A partir de hoy, cualquier confianza que tuve en los tontos niganthas, la echaré al fuerte viento o la dejaré caer en la corriente del río.

“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la oscuridad, de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

 


FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2012). Vappa en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 342-344.

“Vappasuttam” en Digital Pali Reader 4.1.


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y  Anton P. Baron

Publicación del Bosque Theravada, 2014.

 

AN 4,194 Samugiya Sutta – Samuga (Sapuga)

El esfuerzo que hay que realizar para la purificación de la conducta, la mente, la visión y la liberación.


[Leer en pali]

[194] En una ocasión el Venerable Ananda estaba morando entre los koliyas, cerca de una de sus ciudades de nombre Samuga. Entonces, un número de jóvenes koliyas de Samuga se acercó al Venerable Ananda, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Acto seguido el Venerable Ananda les dijo:

“Byagghapajjajenses, he aquí estos cuatro factores del esfuerzo por la pureza que el Bienaventurado, el Arahant, el Plenamente Iluminado que conoce y ve, expuso rectamente para la purificación de los seres,  para la superación de la tristeza y el lamento, para la eliminación del dolor y el desaliento, para el logro del método, para la realización del Nibbana. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El factor del esfuerzo por la pureza de la conducta virtuosa, el factor del esfuerzo por la pureza de la mente, el factor del esfuerzo por la pureza de la visión y el factor del esfuerzo por la pureza de la liberación.

(i) Y, ¿qué es, byagghapajjajenses, el factor del esfuerzo por la pureza de la conducta virtuosa? He aquí, un monje es virtuoso, mora restringido mediante el Patimokkha, poseyendo la buena conducta y el soporte, y viendo el peligro hasta en las faltas más minuciosas. Habiéndose sometido a las reglas de entrenamiento, se entrena en ellas. Esto se llama, monjes, la pureza de la conducta virtuosa. El deseo, el esfuerzo, el celo, el entusiasmo, la [condición de] incansable, la atención consciente y la clara comprensión: ‘Justamente de esta manera voy a realizar la pureza de la conducta virtuosa que aún no he realizado, o voy a asistir con sabiduría aquellos de sus aspectos que ya he realizado’. Este se llama el factor del esfuerzo por la pureza de la conducta virtuosa.

(ii) Y, ¿qué es, byagghapajjajenses, el factor del esfuerzo por la pureza de la mente? He aquí, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, el monje entra y permanece en el primer jhana, que consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido. Al calmarse el pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la unificación mental, y consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el pensamiento aplicado y sostenido. Al desaparecer el arrobamiento, permanece ecuánime, con atención consciente y clara comprensión, y experimenta la felicidad en su cuerpo; entonces, entra y permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘Él es ecuánime, atentamente consciente y es alguien que tiene una morada feliz’. Al abandonar la felicidad y la pena, con la previa desaparición de la alegría y el abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene la purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad. Esto se llama, monjes, la pureza de la mente. El deseo, el esfuerzo, el celo, el entusiasmo, la [condición de] incansable, la atención consciente y la clara comprensión: ‘Justamente de esta manera voy a realizar la pureza de la mente que aún no he realizado, o voy a asistir con sabiduría aquellos de sus aspectos que ya he realizado’.Este se llama el factor del esfuerzo por la pureza de la mente.

(iii) Y, ¿qué es, byagghapajjajenses, el factor del esfuerzo por la pureza de la visión? He aquí, un monje entiende tal como realmente es: ‘Esta es la insatisfacción’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el origen de la insatisfacción’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el cese de la insatisfacción’; y entiende tal como realmente es: ‘Este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. Esto se llama, monjes, la pureza de la visión. El deseo, el esfuerzo, el celo, el entusiasmo, la [condición de] incansable, la atención consciente y la clara comprensión: ‘Justamente de esta manera voy a realizar la pureza de la visión que aún no he realizado, o voy a asistir con sabiduría aquellos de sus aspectos que ya he realizado’. Este se llama el factor del esfuerzo por la pureza de la visión.

(iv) Y, ¿qué es, byagghapajjajenses, el factor del esfuerzo por la pureza de la liberación? Aquel mismo noble discípulo, poseyendo ese factor del esfuerzo por la pureza de la conducta virtuosa, poseyendo ese factor del esfuerzo por la pureza de la mente, poseyendo ese factor del esfuerzo por la pureza de la visión, separa su mente de estas cosas que causan el apego y emancipa su mente a través de estas cosas que traen la emancipación. De este modo alcanza la recta liberación. Esto se llama, monjes, la pureza de la liberación. El deseo, el esfuerzo, el celo, el entusiasmo, la [condición de] incansable, la atención consciente y la clara comprensión: ‘Justamente de esta manera voy a realizar la pureza de la liberación que aún no he realizado, o voy a asistir con sabiduría aquellos de sus aspectos que ya he realizado’. Este se llama el factor del esfuerzo por la pureza de la liberación.  

“Estos son, byagghapajjajenses, los cuatro factores del esfuerzo por la pureza que el Bienaventurado, el Arahant, el Plenamente Iluminado que conoce y ve, expuso rectamente para la purificación de los seres,  para la superación de la tristeza y el lamento, para la eliminación del dolor y el desaliento, para el logro del método, para la realización del Nibbana”.

 


FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2012). “Sapuga” en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston, USA: Wisdom Publications. Versión digital. Pp. 341-342.

“Samugiyasuttam” en Digital Pali Reader   


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2016.     

 

AN 4,193 Bhaddiya Sutta – Bhaddiya

El Buda desmiente la acusación de usar la magia para convertir a la gente en sus discípulos, enseñándole a un hombre laico a no confiar en nada que no sea su propia experiencia de lo perjudicial y lo beneficioso.


[Leer en pali]

[193] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el pabellón con techo de dos aguas, en el Gran Bosque, cerca de Vesali. Entonces Bhaddiya, el licchiavi, se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:

“Venerable Señor, he escuchado esto: ‘El asceta Gotama es un mago que conoce la magia de la conversión, a través de la cual convierte a los discípulos de los maestros de los otros credos’. Puesto que no queremos malinterpretar al Bienaventurado, [preguntamos:] los que dicen semejantes cosas, ¿hablan lo que ha dicho el Bienaventurado o lo malinterpretan en contra de los hechos? ¿Lo explican de acuerdo con el Dhamma, o sea, no incurren a críticas razonables ni dan pie a la censura?”.

“Ven, Bhaddiya, no sigas las tradiciones orales, los linajes de los maestros, los rumores, las colecciones de las escrituras, el razonamiento lógico, el razonamiento inferencial, las reflexiones razonadas, las aceptaciones de los puntos de vista mediante su ponderación previa, las aparentes competencias o porque pienses: ‘Este asceta es un gurú’. Pero cuando conozcas por ti mismo: ‘Estas cosas son perjudiciales; estas cosas son reprochables; estas cosas son censuradas por el sabio; estas cosas, cuando uno se somete a ellas y las acepta, conducen al perjuicio e insatisfacción’, entonces, debes abandonarlas.

“¿Qué opinas, Bhaddiya, cuando la avidez surge en alguien, es para su beneficio o perjuicio?”.

“Para su perjuicio, Venerable Señor”.

“Bhaddiya, una persona ávida, superada por la avidez, con la mente obsesionada por ella, destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, comete transgresiones con las esposas de otros y habla con falsedad; además, alienta a otros a hacer lo mismo. ¿Crees que esto lo conducirá al perjuicio e insatisfacción por mucho tiempo?”.

“Sí, Venerable Señor”.

“¿Qué opinas, Bhaddiya, cuando el odio… la falsa ilusión… la impetuosidad surge en alguien, es para su beneficio o perjuicio?”.

“Para su perjuicio, Venerable Señor”.

“Bhaddiya, una persona impetuosa, superada por la impetuosidad, con la mente obsesionada por ella, destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, comete transgresiones con las esposas de otros y habla con falsedad; además, alienta a otros a hacer lo mismo. ¿Crees que esto lo conducirá al perjuicio e insatisfacción por mucho tiempo?”.

“Sí, Venerable Señor”.

“¿Y qué opinas, Bhaddiya, son estas cosas perjudiciales o no perjudiciales?”.

“Perjudiciales, Venerable Señor”.

“¿Son reprochables o irreprochables?”.

“Reprochables, Venerable Señor”.

“¿Censuradas o alabadas por el sabio?”.

“Censuradas, Venerable Señor”.

“Someterse a ellas y aceptarlas, ¿conduce al perjuicio e insatisfacción o no, o cómo lo tomas tú?”.

“Someterse a ellas y aceptarlas, conduce al perjuicio e insatisfacción, así es cómo lo tomamos nosotros”.

“Por eso, Bhaddiya, cuando dijimos: ‘Ven, Bhaddiya, no sigas las tradiciones orales… Pero cuando conozcas por ti mismo: «Estas cosas son perjudiciales… estas cosas, cuando uno se somete a ellas y las acepta, conducen al perjuicio e insatisfacción», entonces, debes abandonarlas’, es por eso que se dijo esto.

“Ven, Bhaddiya, no sigas las tradiciones orales, los linajes de los maestros, los rumores, las colecciones de las escrituras, el razonamiento lógico, el razonamiento inferencial, las reflexiones razonadas, las aceptaciones de los puntos de vista mediante su ponderación previa, las aparentes competencias o porque pienses: ‘Este asceta es un gurú’. Pero cuando conozcas por ti mismo: ‘Estas cosas son beneficiosas; estas cosas son irreprochables; estas cosas son alabadas por el sabio; estas cosas, cuando uno se somete a ellas y las acepta, conducen al bienestar y la felicidad’, entonces, debes vivir en concordancia con ellas.

“¿Qué opinas, Bhaddiya, cuando la no-avidez surge en alguien, es para su bienestar o perjuicio?”.

“Para su bienestar, Venerable Señor”.

“Bhaddiya, una persona sin avidez, no superada por la avidez, con la mente no obsesionada por ella, no destruye la vida, no toma lo que no le ha sido dado, no comete transgresiones con las esposas de otros ni habla con falsedad; tampoco alienta a otros a hacer esto. ¿Crees que esto lo conducirá al bienestar y la felicidad por mucho tiempo?”.

“Sí, Venerable Señor”.

“¿Qué opinas, Bhaddiya, cuando el no-odio… la no-falsa ilusión… la no-impetuosidad surge en alguien, es para su bienestar o perjuicio?”.

“Para su bienestar, Venerable Señor”.

“Bhaddiya, una persona no impetuosa, no superada por la impetuosidad, con la mente no obsesionada por ella, no destruye la vida, no toma lo que no le ha sido dado, no comete transgresiones con las esposas de otros ni habla con falsedad; tampoco alienta a otros a hacer esto. ¿Crees que esto lo conducirá al bienestar y la felicidad por mucho tiempo?”.

“Sí, Venerable Señor”.

“¿Y qué opinas, Bhaddiya, son estas cosas beneficiosas o no beneficiosas?”.

“Beneficiosas, Venerable Señor”.

“¿Son reprochables o irreprochables?”.

“Irreprochables, Venerable Señor”.

“¿Censuradas o alabadas por el sabio?”.

“Alabadas, Venerable Señor”.

“Someterse a ellas y aceptarlas, ¿conduce al bienestar y la felicidad o no, o cómo lo tomas tú?”.

“Someterse a ellas y aceptarlas, conduce al bienestar y la felicidad, así es cómo lo tomamos nosotros”.

“Por eso, Bhaddiya, cuando dijimos: ‘Ven, Bhaddiya, no sigas las tradiciones orales… Pero cuando conozcas por ti mismo: «Estas cosas son beneficiosas… estas cosas, cuando uno se somete a ellas y las acepta, conducen al bienestar la felicidad», entonces, debes vivir en concordancia con ellas’, es por eso que se dijo esto.

“Bhaddiya, la buena persona en el mundo anima a sus discípulos así: ‘Ven, buen hombre, debes eliminar la avidez repetidamente. Cuando eliminas repetidamente la avidez, no cometerás acción alguna originada en la avidez, sea corporal, verbal o mental. Debes eliminar el odio repetidamente. Cuando eliminas repetidamente el odio, no cometerás acción alguna originada en el odio, sea corporal, verbal o mental. Debes eliminar la falsa ilusión repetidamente. Cuando eliminas repetidamente la falsa ilusión, no cometerás acción alguna originada en la falsa ilusión, sea corporal, verbal o mental. Debes eliminar la impetuosidad repetidamente. Cuando eliminas repetidamente la impetuosidad, no cometerás acción alguna originada en la impetuosidad, sea corporal, verbal o mental’”.

Cuando esto fue dicho, Bhaddiya el licchavi dijo al Bienaventurado:

“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la oscuridad, de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

“Ahora bien, Bhaddiya, ¿acaso te dije: ‘Ven, Bhaddiya, conviértete en mi discípulo y yo seré tu maestro’?”.

“Ciertamente no, Venerable Señor”.

“Sin embargo, Bhaddiya, aunque hable de esta manera y declare [mis enseñanzas] de esta manera, algunos ascetas y brahmanes, faltando a la verdad, sin base alguna, falsa y erróneamente me mal interpretan cuando dicen: ‘El asceta Gotama es un mago que conoce la magia de la conversión, a través de la cual convierte a los discípulos de los maestros de los otros credos’”.

“¡Excelente es esa magia de conversión, Venerable Señor! ¡Buena es esa magia de conversión! Si mis amados parientes y familiares pudiesen ser convertidos mediante esa conversión, esto les conduciría a su bienestar y felicidad por mucho tiempo. Si khattiyas… brahmanes… vessas… suddas… pudiesen ser convertidos mediante esa conversión, esto les conduciría a su bienestar y felicidad por mucho tiempo.

“Así es, Bhaddiya, es así. Si todos los khattiyas pudiesen ser convertidos mediante esa conversión al abandono de los perjudiciales estados mentales y a la adquisición de los beneficiosos estados mentales, esto les conduciría a su bienestar y felicidad por mucho tiempo. Si todos los brahmanes… vessas… suddas pudiesen ser convertidos mediante esa conversión al abandono de los perjudiciales estados mentales y a la adquisición de los beneficiosos estados mentales, esto les conduciría a su bienestar y felicidad por mucho tiempo. Si el mundo con sus devas, Mara y Brahma, con su gente y sus ascetas y brahmanes, sus devas y seres humanos, pudiesen ser convertidos mediante esa conversión al abandono de los perjudiciales estados mentales y a la adquisición de los beneficiosos estados mentales, esto les conduciría a su bienestar y felicidad por mucho tiempo. Si estos grandes árboles sala pudiesen ser convertidos mediante esa conversión al abandono de los perjudiciales estados mentales y a la adquisición de los beneficiosos estados mentales, esto les conduciría a su bienestar y felicidad por mucho tiempo, si es que pudiesen elegir. ¡Cuánto más entonces, los seres humanos!”.

 


FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2012). Bhaddiya en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 339-341.

“Bhaddiyasuttam” en Digital Pali Reader 4.1.


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y  Anton P. Baron

Publicación del Bosque Theravada, 2014.

 

AN 4,191 Sotanugata Sutta – Seguir por el oído

Los beneficios de aprender el Dhamma.


[Leer en pali]

[191] “Monjes, cuando alguien siguió las enseñanzas por el oído, las recitó verbalmente, las examinó con la mente y las penetró bien por medio de la visión, se pueden esperar cuatro beneficios. Y, ¿cuáles son esos cuatro?

(i) “He aquí, el monje domina el Dhamma: los discursos, los textos que combinan la prosa y la poesía, las exposiciones, los versos, las exclamaciones inspiradoras, las citas, las historias de los nacimientos, los relatos asombrosos y las preguntas con respuestas. Él siguió estas enseñanzas por el oído, las recitó verbalmente, las examinó con la mente y las penetró bien por medio de la visión. Trascendió la mente nublaba y renació en cierto grupo de devas. Y, he aquí, los felices recitan los pasajes del Dhamma para él. Por más que el surgimiento de su memoria sea lento, al final alcanza rápidamente la distinción. Este es el primer beneficio que se puede esperar cuando alguien siguió las enseñanzas por el oído, las recitó verbalmente, las examinó con la mente y las penetró bien por medio de la visión.

(ii) “Además, el monje domina el Dhamma: los discursos… Y, he aquí, los felices recitan los pasajes del Dhamma para él, pero un monje con los poderes espirituales que ha alcanzado la maestría de la mente enseña el Dhamma en la asamblea de los devas. Entonces esto se le ocurre: ‘Este es el Dhamma y Disciplina bajo el cual viví anteriormente mi vida espiritual’. Por más que el surgimiento de su memoria sea lento, al final alcanza rápidamente la distinción. Imaginad a un hombre hábil en el sonido del címbalo. Si viajara por la carretera y escuchara el sonido del címbalo, no estaría perplejo ni dubitativo acerca de este sonido; más bien concluiría: ‘Aquel es el sonido del címbalo’. Así también, el monje que domina el Dhamma: los discursos… Por más que el surgimiento de su memoria sea lento, al final alcanza rápidamente la distinción. Este es el segundo beneficio que se puede esperar cuando alguien siguió las enseñanzas por el oído, las recitó verbalmente, las examinó con la mente y las penetró bien por medio de la visión.

(iii) “Además, el monje domina el Dhamma: los discursos… Y, he aquí, los felices no recitan los pasajes del Dhamma para él, ni el monje con los poderes espirituales que ha alcanzado la maestría de la mente enseña el Dhamma en la asamblea de los devas. Sin embargo, un joven deva enseña el Dhamma en la asamblea de los devas. Entonces esto se le ocurre: ‘Este es el Dhamma y Disciplina bajo el cual viví anteriormente mi vida espiritual’. Por más que el surgimiento de su memoria sea lento, al final alcanza rápidamente la distinción. Imaginad a un hombre hábil en el sonido de la concha. Si viajara por la carretera y escuchara el sonido de la concha, no estaría perplejo ni dubitativo acerca de este sonido; más bien concluiría: ‘Aquel es el sonido de la concha’. Así también, el monje que domina el Dhamma: los discursos… Por más que el surgimiento de su memoria sea lento, al final alcanza rápidamente la distinción. Este es el tercer beneficio que se puede esperar cuando alguien siguió las enseñanzas por el oído, las recitó verbalmente, las examinó con la mente y las penetró bien por medio de la visión.

(iv) “Además, el monje domina el Dhamma: los discursos… Y, he aquí, los felices no recitan los pasajes del Dhamma para él, ni el monje con los poderes espirituales que ha alcanzado la maestría de la mente enseña el Dhamma en la asamblea de los devas, ni tampoco un joven deva enseña el Dhamma en la asamblea de los devas; sin embargo,  un ser que ha renacido espontáneamente recuerda esto al otro ser que ha renacido espontáneamente: ‘¿Lo recuerdas, querido señor? ¿Recuerdas cuando anteriormente hemos vivido la vida espiritual? Y el otro responde: ‘Lo recuerdo, querido señor, lo recuerdo’. Por más que el surgimiento de su memoria sea lento, al final alcanza rápidamente la distinción. Imaginad a dos amigos, monjes, que han jugado juntos en el barro. Y se encontrasen luego en la vida por una casualidad, y uno preguntase: ‘¿Te acuerdas de esto, amigo?, el otro le respondería: ‘Me acuerdo, amigo, me acuerdo’. Así también, el monje que domina el Dhamma: los discursos… Por más que el surgimiento de su memoria sea lento, al final alcanza rápidamente la distinción. Este es el cuarto beneficio que se puede esperar cuando alguien siguió las enseñanzas por el oído, las recitó verbalmente, las examinó con la mente y las penetró bien por medio de la visión.

“Estos son, monjes, los cuatro beneficios que se pueden esperar cuando alguien siguió las enseñanzas por el oído, las recitó verbalmente, las examinó con la mente y las penetró bien por medio de la visión”.

 


FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2012). “Followed by Ear” en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston, USA: Wisdom Publications. Versión digital. Pp. 336-337.

“Sotanugatasuttam” en Digital Pali Reader   


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2016.      

 

AN 4,190 Uposatha Sutta – Uposatha

El Buda alaba al Sangha de los monjes diligentes como un insuperable campo de méritos, al cual vale la pena viajar miles de kilómetros con el fin de verlo.


[Leer en pali]

[190] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el monasterio Migaramata en el Parque Oriental, cerca de Savatthi. En esta ocasión, el día de Uposatha, el Bienaventurado estaba sentado rodeado por el Sangha de los monjes. Entonces, habiendo reconocido el silencio del Sangha de los monjes, el Bienaventurado se dirigió a los monjes:

“Monjes, esta asamblea está libre de cotorreo, esta asamblea está libre de parloteo, es libre y establecida en lo esencial.  Tal Sangha de los monjes, tal asamblea es raramente vista en el mundo. Tal Sangha de los monjes, tal asamblea es digna de obsequios, digna de hospitalidad, digna de ofrendas, digna de reverenciales saludos y es un incomparable campo de méritos para el mundo. Hasta un pequeño obsequio ofrecido a semejante Sangha de los monjes, a semejante asamblea, se convierte en abundante, y uno grande se convierte en uno más abundante aún. Tal es ese Sangha de los monjes, tal es esa asamblea, que valdría la pena emprender un viaje de muchas yojanas con el equipaje a cuesta para verlo.

“He aquí, monjes, en este Sangha hay monjes que moran habiendo alcanzado el estado de los devas. En  este Sangha hay monjes que moran habiendo alcanzado el estado de los Brahmas. En  este Sangha hay monjes que moran habiendo alcanzado lo imperturbable. En  este Sangha hay monjes que moran habiendo alcanzado el estado de los nobles.

“Y, ¿cómo el monje ha alcanzado el estado de un deva? He aquí, monjes, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, el monje entra y permanece en el primer jhana, que consiste en  arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, acompañados por el pensamiento aplicado y sostenido. Al calmarse el pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la unificación mental, y consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el pensamiento aplicado y sostenido. Al desaparecer el arrobamiento, permanece ecuánime, con atención consciente y clara comprensión, y experimenta la felicidad en su cuerpo; entonces, entra y permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘Él es ecuánime, atentamente consciente y es alguien que tiene una morada feliz’. Al abandonar la felicidad y la pena, con la previa desaparición de la alegría y el abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene la purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad. Es de esta manera, monjes, que el monje ha alcanzado el estado de un deva.

“Y, ¿cómo el monje ha alcanzado el estado de un Brahma? He aquí, monjes, el monje permanece impregnando un cuarto [1] con la mente imbuida de amor benevolente. De la misma forma, el segundo, tercero y cuarto cuadrante, tanto por encima como por debajo, alrededor y en todas partes, para todos como a sí mismo, permanece impregnando el mundo entero con la mente imbuida de amor benevolente, abundante, exaltada, inconmensurable, sin hostilidad ni animadversión. Además, permanece impregnando un cuarto con la mente imbuida de compasión… con la mente imbuida de gozo altruista… con la mente imbuida de ecuanimidad. De la misma forma, el segundo, tercero y cuarto cuadrante, tanto por encima como por debajo, alrededor y en todas partes, para todos como a sí mismo, permanece impregnando el mundo entero con la mente imbuida de ecuanimidad, abundante, exaltada, inconmensurable, sin hostilidad ni animadversión. Es de esta manera, monjes, que el monje ha alcanzado el estado de un Brahma.

“Y, ¿cómo el monje ha alcanzado lo imperturbable? He aquí, con la completa superación de las percepciones de las formas, con la desaparición de la afectación sensorial, con la desatención a la percepción de la diversidad, [percibiendo:] ‘el espacio es infinito’, entra y permanece en la base de la infinitud del espacio. Con la completa superación de la base de la infinitud del espacio, [percibiendo:] ‘la conciencia es infinita’, entra y permanece en la base de la infinitud de la conciencia. Con la completa superación de la base de la infinitud de la conciencia, [percibiendo:] ‘he aquí no hay nada, entra y permanece en la base de la nada. Con la completa superación de la base de la nada, entra y permanece en la base de la ni-percepción-ni-no-percepción. Es de esta manera, monjes, que el monje ha alcanzado lo imperturbable.

“Y, ¿cómo el monje ha alcanzado el estado de los nobles? He aquí, monjes, el monje comprende tal como realmente es: ‘Esta es la insatisfacción’. Comprende tal como realmente es: ‘Este es el origen de la insatisfacción’. Comprende tal como realmente es: ‘Este es el cese de la insatisfacción’. Comprende tal como realmente es: ‘Este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. Es de esta manera, monjes, que el monje ha alcanzado el estado de los nobles”.

 


NOTA:

[1] Un «cuarto», la «cuarta parte», se refiere a la dirección geográfica hacia la cual los monjes deben emanar amor benevolente… compasión… etc. Cada cuarto representa uno de los 4 puntos cardinales [nota del editor].

 


FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2012). Uposatha en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 335-336.

“Uposathasuttam” en Digital Pali Reader.


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Anton P. Baron y Federico Angulo.

Publicación del Bosque Theravada, 2013.