El Buda desmiente la acusación de usar la magia para convertir a la gente en sus discípulos, enseñándole a un hombre laico a no confiar en nada que no sea su propia experiencia de lo perjudicial y lo beneficioso.
[193] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el pabellón con techo de dos aguas, en el Gran Bosque, cerca de Vesali. Entonces Bhaddiya, el licchiavi, se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, he escuchado esto: ‘El asceta Gotama es un mago que conoce la magia de la conversión, a través de la cual convierte a los discípulos de los maestros de los otros credos’. Puesto que no queremos malinterpretar al Bienaventurado, [preguntamos:] los que dicen semejantes cosas, ¿hablan lo que ha dicho el Bienaventurado o lo malinterpretan en contra de los hechos? ¿Lo explican de acuerdo con el Dhamma, o sea, no incurren a críticas razonables ni dan pie a la censura?”.
“Ven, Bhaddiya, no sigas las tradiciones orales, los linajes de los maestros, los rumores, las colecciones de las escrituras, el razonamiento lógico, el razonamiento inferencial, las reflexiones razonadas, las aceptaciones de los puntos de vista mediante su ponderación previa, las aparentes competencias o porque pienses: ‘Este asceta es un gurú’. Pero cuando conozcas por ti mismo: ‘Estas cosas son perjudiciales; estas cosas son reprochables; estas cosas son censuradas por el sabio; estas cosas, cuando uno se somete a ellas y las acepta, conducen al perjuicio e insatisfacción’, entonces, debes abandonarlas.
“¿Qué opinas, Bhaddiya, cuando la avidez surge en alguien, es para su beneficio o perjuicio?”.
“Para su perjuicio, Venerable Señor”.
“Bhaddiya, una persona ávida, superada por la avidez, con la mente obsesionada por ella, destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, comete transgresiones con las esposas de otros y habla con falsedad; además, alienta a otros a hacer lo mismo. ¿Crees que esto lo conducirá al perjuicio e insatisfacción por mucho tiempo?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“¿Qué opinas, Bhaddiya, cuando el odio… la falsa ilusión… la impetuosidad surge en alguien, es para su beneficio o perjuicio?”.
“Para su perjuicio, Venerable Señor”.
“Bhaddiya, una persona impetuosa, superada por la impetuosidad, con la mente obsesionada por ella, destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, comete transgresiones con las esposas de otros y habla con falsedad; además, alienta a otros a hacer lo mismo. ¿Crees que esto lo conducirá al perjuicio e insatisfacción por mucho tiempo?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“¿Y qué opinas, Bhaddiya, son estas cosas perjudiciales o no perjudiciales?”.
“Perjudiciales, Venerable Señor”.
“¿Son reprochables o irreprochables?”.
“Reprochables, Venerable Señor”.
“¿Censuradas o alabadas por el sabio?”.
“Censuradas, Venerable Señor”.
“Someterse a ellas y aceptarlas, ¿conduce al perjuicio e insatisfacción o no, o cómo lo tomas tú?”.
“Someterse a ellas y aceptarlas, conduce al perjuicio e insatisfacción, así es cómo lo tomamos nosotros”.
“Por eso, Bhaddiya, cuando dijimos: ‘Ven, Bhaddiya, no sigas las tradiciones orales… Pero cuando conozcas por ti mismo: «Estas cosas son perjudiciales… estas cosas, cuando uno se somete a ellas y las acepta, conducen al perjuicio e insatisfacción», entonces, debes abandonarlas’, es por eso que se dijo esto.
“Ven, Bhaddiya, no sigas las tradiciones orales, los linajes de los maestros, los rumores, las colecciones de las escrituras, el razonamiento lógico, el razonamiento inferencial, las reflexiones razonadas, las aceptaciones de los puntos de vista mediante su ponderación previa, las aparentes competencias o porque pienses: ‘Este asceta es un gurú’. Pero cuando conozcas por ti mismo: ‘Estas cosas son beneficiosas; estas cosas son irreprochables; estas cosas son alabadas por el sabio; estas cosas, cuando uno se somete a ellas y las acepta, conducen al bienestar y la felicidad’, entonces, debes vivir en concordancia con ellas.
“¿Qué opinas, Bhaddiya, cuando la no-avidez surge en alguien, es para su bienestar o perjuicio?”.
“Para su bienestar, Venerable Señor”.
“Bhaddiya, una persona sin avidez, no superada por la avidez, con la mente no obsesionada por ella, no destruye la vida, no toma lo que no le ha sido dado, no comete transgresiones con las esposas de otros ni habla con falsedad; tampoco alienta a otros a hacer esto. ¿Crees que esto lo conducirá al bienestar y la felicidad por mucho tiempo?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“¿Qué opinas, Bhaddiya, cuando el no-odio… la no-falsa ilusión… la no-impetuosidad surge en alguien, es para su bienestar o perjuicio?”.
“Para su bienestar, Venerable Señor”.
“Bhaddiya, una persona no impetuosa, no superada por la impetuosidad, con la mente no obsesionada por ella, no destruye la vida, no toma lo que no le ha sido dado, no comete transgresiones con las esposas de otros ni habla con falsedad; tampoco alienta a otros a hacer esto. ¿Crees que esto lo conducirá al bienestar y la felicidad por mucho tiempo?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“¿Y qué opinas, Bhaddiya, son estas cosas beneficiosas o no beneficiosas?”.
“Beneficiosas, Venerable Señor”.
“¿Son reprochables o irreprochables?”.
“Irreprochables, Venerable Señor”.
“¿Censuradas o alabadas por el sabio?”.
“Alabadas, Venerable Señor”.
“Someterse a ellas y aceptarlas, ¿conduce al bienestar y la felicidad o no, o cómo lo tomas tú?”.
“Someterse a ellas y aceptarlas, conduce al bienestar y la felicidad, así es cómo lo tomamos nosotros”.
“Por eso, Bhaddiya, cuando dijimos: ‘Ven, Bhaddiya, no sigas las tradiciones orales… Pero cuando conozcas por ti mismo: «Estas cosas son beneficiosas… estas cosas, cuando uno se somete a ellas y las acepta, conducen al bienestar la felicidad», entonces, debes vivir en concordancia con ellas’, es por eso que se dijo esto.
“Bhaddiya, la buena persona en el mundo anima a sus discípulos así: ‘Ven, buen hombre, debes eliminar la avidez repetidamente. Cuando eliminas repetidamente la avidez, no cometerás acción alguna originada en la avidez, sea corporal, verbal o mental. Debes eliminar el odio repetidamente. Cuando eliminas repetidamente el odio, no cometerás acción alguna originada en el odio, sea corporal, verbal o mental. Debes eliminar la falsa ilusión repetidamente. Cuando eliminas repetidamente la falsa ilusión, no cometerás acción alguna originada en la falsa ilusión, sea corporal, verbal o mental. Debes eliminar la impetuosidad repetidamente. Cuando eliminas repetidamente la impetuosidad, no cometerás acción alguna originada en la impetuosidad, sea corporal, verbal o mental’”.
Cuando esto fue dicho, Bhaddiya el licchavi dijo al Bienaventurado:
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la oscuridad, de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.
“Ahora bien, Bhaddiya, ¿acaso te dije: ‘Ven, Bhaddiya, conviértete en mi discípulo y yo seré tu maestro’?”.
“Ciertamente no, Venerable Señor”.
“Sin embargo, Bhaddiya, aunque hable de esta manera y declare [mis enseñanzas] de esta manera, algunos ascetas y brahmanes, faltando a la verdad, sin base alguna, falsa y erróneamente me mal interpretan cuando dicen: ‘El asceta Gotama es un mago que conoce la magia de la conversión, a través de la cual convierte a los discípulos de los maestros de los otros credos’”.
“¡Excelente es esa magia de conversión, Venerable Señor! ¡Buena es esa magia de conversión! Si mis amados parientes y familiares pudiesen ser convertidos mediante esa conversión, esto les conduciría a su bienestar y felicidad por mucho tiempo. Si khattiyas… brahmanes… vessas… suddas… pudiesen ser convertidos mediante esa conversión, esto les conduciría a su bienestar y felicidad por mucho tiempo.
“Así es, Bhaddiya, es así. Si todos los khattiyas pudiesen ser convertidos mediante esa conversión al abandono de los perjudiciales estados mentales y a la adquisición de los beneficiosos estados mentales, esto les conduciría a su bienestar y felicidad por mucho tiempo. Si todos los brahmanes… vessas… suddas pudiesen ser convertidos mediante esa conversión al abandono de los perjudiciales estados mentales y a la adquisición de los beneficiosos estados mentales, esto les conduciría a su bienestar y felicidad por mucho tiempo. Si el mundo con sus devas, Mara y Brahma, con su gente y sus ascetas y brahmanes, sus devas y seres humanos, pudiesen ser convertidos mediante esa conversión al abandono de los perjudiciales estados mentales y a la adquisición de los beneficiosos estados mentales, esto les conduciría a su bienestar y felicidad por mucho tiempo. Si estos grandes árboles sala pudiesen ser convertidos mediante esa conversión al abandono de los perjudiciales estados mentales y a la adquisición de los beneficiosos estados mentales, esto les conduciría a su bienestar y felicidad por mucho tiempo, si es que pudiesen elegir. ¡Cuánto más entonces, los seres humanos!”.
FUENTES:
Bhikkhu Bodhi (2012). Bhaddiya en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 339-341.
“Bhaddiyasuttam” en Digital Pali Reader 4.1.
Traducido por Anton P. Baron
Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación del Bosque Theravada, 2014.