El Buda alaba al Sangha de los monjes diligentes como un insuperable campo de méritos, al cual vale la pena viajar miles de kilómetros con el fin de verlo.
[190] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el monasterio Migaramata en el Parque Oriental, cerca de Savatthi. En esta ocasión, el día de Uposatha, el Bienaventurado estaba sentado rodeado por el Sangha de los monjes. Entonces, habiendo reconocido el silencio del Sangha de los monjes, el Bienaventurado se dirigió a los monjes:
“Monjes, esta asamblea está libre de cotorreo, esta asamblea está libre de parloteo, es libre y establecida en lo esencial. Tal Sangha de los monjes, tal asamblea es raramente vista en el mundo. Tal Sangha de los monjes, tal asamblea es digna de obsequios, digna de hospitalidad, digna de ofrendas, digna de reverenciales saludos y es un incomparable campo de méritos para el mundo. Hasta un pequeño obsequio ofrecido a semejante Sangha de los monjes, a semejante asamblea, se convierte en abundante, y uno grande se convierte en uno más abundante aún. Tal es ese Sangha de los monjes, tal es esa asamblea, que valdría la pena emprender un viaje de muchas yojanas con el equipaje a cuesta para verlo.
“He aquí, monjes, en este Sangha hay monjes que moran habiendo alcanzado el estado de los devas. En este Sangha hay monjes que moran habiendo alcanzado el estado de los Brahmas. En este Sangha hay monjes que moran habiendo alcanzado lo imperturbable. En este Sangha hay monjes que moran habiendo alcanzado el estado de los nobles.
“Y, ¿cómo el monje ha alcanzado el estado de un deva? He aquí, monjes, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, el monje entra y permanece en el primer jhana, que consiste en arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, acompañados por el pensamiento aplicado y sostenido. Al calmarse el pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la unificación mental, y consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el pensamiento aplicado y sostenido. Al desaparecer el arrobamiento, permanece ecuánime, con atención consciente y clara comprensión, y experimenta la felicidad en su cuerpo; entonces, entra y permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘Él es ecuánime, atentamente consciente y es alguien que tiene una morada feliz’. Al abandonar la felicidad y la pena, con la previa desaparición de la alegría y el abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene la purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad. Es de esta manera, monjes, que el monje ha alcanzado el estado de un deva.
“Y, ¿cómo el monje ha alcanzado el estado de un Brahma? He aquí, monjes, el monje permanece impregnando un cuarto [1] con la mente imbuida de amor benevolente. De la misma forma, el segundo, tercero y cuarto cuadrante, tanto por encima como por debajo, alrededor y en todas partes, para todos como a sí mismo, permanece impregnando el mundo entero con la mente imbuida de amor benevolente, abundante, exaltada, inconmensurable, sin hostilidad ni animadversión. Además, permanece impregnando un cuarto con la mente imbuida de compasión… con la mente imbuida de gozo altruista… con la mente imbuida de ecuanimidad. De la misma forma, el segundo, tercero y cuarto cuadrante, tanto por encima como por debajo, alrededor y en todas partes, para todos como a sí mismo, permanece impregnando el mundo entero con la mente imbuida de ecuanimidad, abundante, exaltada, inconmensurable, sin hostilidad ni animadversión. Es de esta manera, monjes, que el monje ha alcanzado el estado de un Brahma.
“Y, ¿cómo el monje ha alcanzado lo imperturbable? He aquí, con la completa superación de las percepciones de las formas, con la desaparición de la afectación sensorial, con la desatención a la percepción de la diversidad, [percibiendo:] ‘el espacio es infinito’, entra y permanece en la base de la infinitud del espacio. Con la completa superación de la base de la infinitud del espacio, [percibiendo:] ‘la conciencia es infinita’, entra y permanece en la base de la infinitud de la conciencia. Con la completa superación de la base de la infinitud de la conciencia, [percibiendo:] ‘he aquí no hay nada, entra y permanece en la base de la nada. Con la completa superación de la base de la nada, entra y permanece en la base de la ni-percepción-ni-no-percepción. Es de esta manera, monjes, que el monje ha alcanzado lo imperturbable.
“Y, ¿cómo el monje ha alcanzado el estado de los nobles? He aquí, monjes, el monje comprende tal como realmente es: ‘Esta es la insatisfacción’. Comprende tal como realmente es: ‘Este es el origen de la insatisfacción’. Comprende tal como realmente es: ‘Este es el cese de la insatisfacción’. Comprende tal como realmente es: ‘Este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. Es de esta manera, monjes, que el monje ha alcanzado el estado de los nobles”.
NOTA:
[1] Un «cuarto», la «cuarta parte», se refiere a la dirección geográfica hacia la cual los monjes deben emanar amor benevolente… compasión… etc. Cada cuarto representa uno de los 4 puntos cardinales [nota del editor].
FUENTES:
Bhikkhu Bodhi (2012). Uposatha en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 335-336.
“Uposathasuttam” en Digital Pali Reader.
Traducido por Anton P. Baron
Editado por Anton P. Baron y Federico Angulo.
Publicación del Bosque Theravada, 2013.