SN 22,78 Siha Sutta – Discurso con el león

Cómo alcanzar la liberación de la identificación con los cinco cúmulos (khandhas).

[Leer en pali]

[78] {78} En Savatthi. «Monjes, cuando llega la tarde, el león, el rey de los animales, sale de su guarida. Habiendo salido, estira su cuerpo, inspecciona los cuatro puntos cardinales y emite su rugido de león tres veces. Entonces, se sienta afuera en busca de la caza.

 

«Y cuando el león, el rey de los animales, ruge, cualquier animal que escucha el sonido, en la mayor parte de los casos, se llena de miedo, de sentido de urgencia y de terror. Aquellos que viven en los hoyos, entran a sus hoyos, los que viven en el agua, entran al agua, los que viven en el bosque, entran al bosque, y los pájaros vuelan al aire. Hasta aquellos elefantes reales grandes, atados con fuertes correas en los pueblos, en las ciudades y en las capitales, rompen y hacen estallar sus cadenas en pedazos, atemorizados orinan y defecan, escapándose por ahí y por allá. Así de poderoso es, monjes, el león, el rey de los animales, el más majestuoso y poderoso entre los animales.

 

«Así también, monjes, cuando el Tathagata surge en el mundo, un arahant, plenamente despierto, realizado en el verdadero conocimiento y la conducta, el afortunado, el conocedor del mundo, incomparable domesticador de los que han de ser domados, el maestro de los devas y seres humanos, el Despierto, el Bienaventurado, enseña el Dhamma de esta manera: ‘Así es la forma, así su origen y así su desaparecer; así es la sensación… así es la percepción… así son las formaciones mentales… así son los estados de consciencia, así su origen y así su desaparecer.

 

«Entonces, monjes, cuando aquellos devas que tienen una larga expectativa de vida, devas hermosos, que gozan de gran felicidad, viviendo por largo tiempo en los elevados palacios, escuchan la enseñanza del Dhamma del Tathagata, en la mayor parte de los casos, se llenan de miedo, de sentido de urgencia y de terror, [diciendo:] ‘parece, señores, que somos impermanentes, por más que nos consideremos a nosotros mismos como permanentes; parece, señores, que somos inestables, por más que nos consideremos a nosotros mismos como estables; parece, señores, que no somos eternos, por más que nos consideremos a nosotros mismos como eternos. Parece, señores, que somos impermanentes, inestables y que no somos eternos, incluidos dentro de la identidad.’ Así de poderoso es, monjes, el Tathagata sobre este mundo con sus devas , el más majestuoso y poderoso».

 

Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Y habiendo dicho esto, el Afortunado, el Maestro, pronunció luego lo siguiente:

 

Cuando el Buda, mediante el conocimiento directo,

 

Puso en movimiento la Rueda del Dhamma,

 

El incomparable Maestro en este mundo

 

Con sus devas, [les hizo saber esto:]

 

El cese de la identidad,

 

Y el origen de la identidad,

 

Así como el Noble Óctuple Sendero

 

Que conduce al apaciguamiento del sufrimiento.

 

Entonces aquellos devas con largo espacio vital,

 

Hermosos, resplandecientes de gloria,

 

Están atacados por el miedo, llenos de terror,

 

Como los animales que escuchan el rugido del león.

 

Nosotros no hemos transcendido la identidad;

 

Esto parece, señores: somos impermanentes.

 

[Dijeron esto] habiendo escuchado la proclamación

 

Del Arahant, del liberado, el Estable.


 

 

FUENTES:

 

Bhikkhu Bodhi (2000) «The Lion» en The Connected Discourses of the Buda: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Págs. 913-914.

 

«Sihasutta» en World Tipitaka Edition, http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/13S3/1/1.2/1.2.3/1.2.3.6 13 de mayo de 2008


 

Traducido y editado por Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2010.