DN 5 Kutadanta Sutta. III. Sacrificios más perfectos

Fragmento de DN 5 Kutadanta Sutta – Discurso con Kutadanta.

[III. Sacrificios más perfectos]

[21] Cuando esto fue dicho, aquellos brahmines alzaron sus voces tumultuosamente, gritando: “¡Cuán espléndido fue este sacrificio! ¡Qué forma más pura de realizar el gran sacrificio!” Sin embargo, Kutadanta permaneció sentado en silencio. Y cuando los brahmines lo preguntaron por qué no aplaude al asceta Gotama por sus magníficas palabras, respondió:

“No es que no quiera aplaudir las magníficas palabras del asceta Gotama; de hecho, podría partírseme la cabeza en dos, si no lo hiciera. Lo que pasa es que me golpea este pensamiento: ¿Por qué el asceta Gotama no dijo: ‘Esto es lo que he escuchado’ o ‘Esto tiene que hacerse así’, sino que dijo: ¿‘Esto fue así y así en aquel tiempo’? Deduzco de esto, señores, que en aquellos tiempos, el asceta Gotama tuvo que haber sido uno de los dos: o era el rey Mahavijita, el señor del sacrificio, o era el brahmín capellán, que condujo el sacrifico. ¿Podría el venerable Gotama confirmarme si efectivamente, el que celebra semejante sacrificio o hace que otros lo celebren, al disolverse su cuerpo después de la muerte, renace en los planos celestiales felices?”

“Es así, brahmín, lo confirmo. Y yo era aquel brahmín capellán que condujo el sacrificio”.

 

[1. Ofrecer donativos]

[22] “Y, venerable Gotama, existe algún otro sacrificio que fuera más simple, más fácil, más fructífero y más provechoso que éste triple sacrificio satisfactoriamente acompañado por dieciséis requisitos?” “Así es, brahmín, existe”.

“Entonces, venerable Gotama, ¿cuál es?”

“Cuando cualquier familia ofrece regularmente sus donativos a los ascetas virtuosos, esto constituye un sacrificio más fructífero y más provechoso que aquel triple sacrificio satisfactoriamente acompañado por dieciséis requisitos”.

[23] “¿Pero cuál es la razón, cuál es la causa por la cual los donativos a los ascetas virtuosos, ofrecidos regularmente por cualquier familia, se constituyen en un sacrificio más simple, más fácil, más fructífero y más provechoso que aquel triple sacrificio satisfactoriamente acompañado por dieciséis requisitos?”

“Por que, brahmín, cuando los arahants o aquellos que alcanzaron el sendero del arahant, ven este último tipo de sacrificio, no lo realizan. ¿Por qué? Porque ven golpes y estrangulamientos, así que no realizan semejante sacrificio. Pero realizan el sacrificio, en el cual una familia cualquiera ofrece regularmente sus donativos a los ascetas virtuosos, porque en este sacrificio no hay golpes ni estrangulamientos. Es por eso, que este segundo tipo de sacrificio es más fructífero y más provechoso”.

 

[2. Ofrecer refugio para el Sangha]

[24] “Pero, venerable Gotama, existe algún otro sacrificio que fuera aún más simple, más fácil, más fructífero y más provechoso que éstos?” “Así es, brahmín, existe”.

“Entonces, venerable Gotama, ¿cuál es?”

“Cuando alguna persona, brahmín, ofrece el refugio para el Sangha proveniente de las cuatro partes del mundo, está realizando un sacrificio que es aún más provechoso”.

 

[3. Tomar refugio en la Triple Joya]

[25] “Pero, venerable Gotama, existe algún otro sacrificio que fuera aún más simple, más fácil, más fructífero y más provechoso que éstos tres?” “Así es, brahmín, existe”.

“Entonces, venerable Gotama, ¿cuál es?”

“Cuando alguien, con un corazón puro, va por refugio al Buda, al Dhamma o al Sangha, esto constituye el sacrificio aún más provechoso que estos tres”.

 

[4. Practicar la virtud]

[26] “Pero, venerable Gotama, existe algún otro sacrificio que fuera aún más simple, más fácil, más fructífero y más provechoso que éstos cuatro?” “Así es, brahmín, existe”.

“Entonces, venerable Gotama, ¿cuál es?”

“Brahmín, el Tathagata llegó a este mundo, un Arahant, un Buda plenamente iluminado, perfecto en conocimiento y conducta, el Bienhechor, el Conocedor de los mundos, inigualado adiestrador de hombres que han de ser domados, el maestro de dioses y humanos, el Buda, el Bienaventurado Señor. Él revela las cosas tanto del mundo de los dioses, maras y bramas, como del mundo de los ascetas y brahmines con sus príncipes y su gente, habiendo conocido todo esto con su propio entendimiento. El Dhamma que él enseña es agradable en el comienzo, agradable en la mitad y agradable al final. Él enseña su espíritu y su letra, exhibiéndolo perfecta y plenamente y viviendo una vida santa, rigurosa y pura.

“Un dueño de casa o su hijo, o alguien que hubo renacido desde un hogar a otro, al escuchar este Dhamma, obtiene fe en el Tathagata reflexionando de esta manera: ‘La vida hogareña es un camino limitado y cubierto de polvo, mientras que la vida sin hogar es como vivir al aire libre. Esta no es una tarea fácil: vivir en el hogar y practicar una vida totalmente perfecta, totalmente pura y mantenerla brillante como una concha desvainada. ¿Qué tal si afeito mi cabeza y mi barba, me visto con el hábito amarillo y dejo esta vida hogareña para vivir el estilo de vida sin hogar?’

“De modo que, después de cierto tiempo él efectivamente abandona sus riquezas, pequeñas o grandes, deja el círculo de sus parientes, pequeño o grande, afeita su cabeza y su barba, se viste con el hábito amarillo para vivir el estilo de vida sin hogar.

“Y viviendo así, se restringe a sí mismo mediante el código de las reglas monásticas, teniendo cuidado de no cometer la menor falta con su cuerpo, con sus acciones o palabras, enteramente entregado a purificar su vida, a la virtud, guardando las puertas de sus sentidos, conscientemente atento y contento.”

“¿Y cómo, señor, el monje perfecciona la virtud? Dejando de dar la muerte a los seres vivos, él se mantiene distante de la destrucción de la vida; sin garrotes o espadas, se avergüenza de la violencia. Vive compasivo y amable con todos los seres vivos. Así se perfecciona en la virtud.

“Dejando de tomar lo que no le ha sido dado, él se mantiene distante de codiciar aquello que no es de él. Toma solamente lo que le es ofrecido y mientras espera los donativos, transcurre su vida en la honestidad y en la pureza del corazón. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.

“Dejando las impurezas, él vive en castidad. Se mantiene distante de las prácticas vulgares relacionadas con los actos sexuales.De esta manera, también se perfecciona en la virtud.

“Dejando las palabras mentirosas, él se mantiene distante de la falsedad. Habla la verdad sin dobleces, es creíble y digno de confianza; nunca quiebra su palabra. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.

“Dejando la difamación y calumnia, él se mantiene distante de la embustería. Lo que escucha aquí, no lo repite en otro lugar, para no causar riñas con la gente de aquí; y lo que escucha en otro lugar, no lo repite aquí, para no causar riñas con la gente de allá. Así vive él, como el reconciliador de aquellos que están divididos, animando a los que viven en amistad, hacedor y amante de la paz, apasionado por la causa de la paz; sus palabras son siempre pacíficas. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.

“Dejando la rudeza de hablar, él se mantiene distante del lenguaje violento. Cada una de sus palabras es intachable, agradable, encantadora, que toca el corazón y es cortés. La gente ama su forma de hablar y se complace en ella. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.

“Dejando las charlas frívolas, él se mantiene distante de las vanas conversaciones. Sus palabras son siempre correctas, acordes a los hechos y llenas de significado; versan sólo sobre el Dhamma y la Disciplina. Él habla siempre a tiempo justo, y sus palabras son dignas de ser escuchadas, llegan al corazón, son ilustrativas, claramente escogidas y siempre tocan el punto. De esta manera, el monje se perfecciona en la virtud.

“Se abstiene de causar daños a las semillas o las plantas,

“Toma una sola comida al día y nunca come por la noche y se abstiene de comer en el horario indebido (después de mediodía),

“Se abstiene de mirar los espectáculos de entretenimiento,

“Se abstiene de danzar, cantar y escuchar la música,

“Se abstiene de usar adornos, ni se embellece con guirnaldas, perfumes o ungüentos,

“Se abstiene de usar grandes y cómodos lechos,

“Se abstiene de recibir oro y plata,

“Se abstiene de aceptar granos no cocinados,

“Se abstiene de aceptar la comida cruda,

“Se abstiene de aceptar mujeres o muchachas,

“Se abstiene de aceptar esclavos y esclavas,

“Se abstiene de aceptar ovejas y cabras,

“Se abstiene de aceptar aves y cerdos,

“Se abstiene de aceptar elefantes, reses, caballos y yeguas,

“Se abstiene de aceptar campos de cultivo y campos baldíos,

“Se abstiene de mandar recados,

“Se abstiene de comprar y vender,

“Se abstiene del engaño con las falsas pesas o medidas,

“Se abstiene del camino torcido de sobornos, estafas y fraudes,

“Se abstiene de mutilaciones, asesinatos y aprisionamientos,

“Se abstiene de asaltos, robos y de la violencia.

“Todo esto, también forma parte de su perfeccionamiento en la virtud”.

“Mientras algunos ascetas y brahmines, aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a dañar los semilleros y a todo tipo de plantas en crecimiento: propagadas desde las raíces, tallos, recortes, articulaciones y simientes –él se mantiene distante de este tipo de daño hecho a los semilleros y a las plantas en crecimiento. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.

“Mientras algunos ascetas y brahmines, aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a acumular bienes: acumular comida, bebida, vestimentas, equipajes, camas, perfumes o condimentos –él se mantiene distante de semejante uso de cosas acumuladas. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.

“Mientras algunos ascetas y brahmines, aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a visitar los espectáculos de entretenimiento, como la danza, las canciones, la música instrumental, las ferias, los romances, el manualismo, los cánticos de los bardos, los conciertos de las percusiones, el teatro de hadas, las acrobáticas hazañas de los Candalas, el combate de los elefantes, búfalos, toros, cabras, carneros, gallos y codornices, las luchas con duelas, el boxeo, las peleas, las luchas fingidas, los desfiles, las maniobras y los exámenes militares –él se mantiene distante de visitar semejantes espectáculos de entretenimiento. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.

“Mientras algunos ascetas y brahmines, aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a juegos y recreaciones, como los juegos de tabla con ocho o diez hileras de cuadrados, estos mismos juegos jugados imaginariamente en tablas del aire, las rayuelas, removiendo piezas del montón y poniéndolas de vuelta, lanzando dados, golpeando palo corto con el largo, haciendo “dibujos de la mano”, jugando con pelotas, soplando a través de juguetes de hojas, surcando con juguetes arados, girando en un trapecio, jugando con juguetes-molinos de viento hechos de hojas de bambú, jugando con los juguetes-medidas hechos con hojas de bambú, jugando con juguetes-carros o con juguetes que se inclinan, adivinando el contenido de las cartas trazadas en el aire o en la espalda del otro jugador, adivinando los pensamientos del otro jugador e imitando las deformaciones –él se mantiene distante de semejantes juegos y recreaciones. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.

“Mientras algunos ascetas y brahmines, aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos al uso de altos y lujosos sofás; es decir: sofás movedizos, altos de seis pies de altura, divanes con figuras de los animales esculpidos en los soportes, cobertores de pieles de cabras del largo vellón, coloridos retazos cristalinos, mantas blancas, cobertores de lana bordados con flores, edredones rellenados de lana de algodón, cobertores bordados con figuras de leones, tigres y otros animales, alfombras con pelaje de ambos lados, alfombras con pelaje de un solo lado, cobertores bordados con piedras preciosas, cobertores de seda, alfombras de gran tamaño, sufrientes para dieciséis bailarinas, alfombras con elefantes, caballos y carros, alfombras hechas de las pieles de antílopes, cosidas juntas, alfombras hechas de los antílopes machos, alfombras con toldos y sofás con almohadas rojas en la cabecera y en los pies –él se mantiene distante de semejantes altos y lujosos sofás. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.

“Mientras algunos ascetas y brahmines, aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a adornarse y embellecerse; es decir, frotando sus cuerpos con polvos perfumados, limpiando y lavándolos en espumas, dando golpecitos a sus miembros con cachiporras como lo hacen los luchadores, usando espejos, ungüentos de ojos, guirnaldas, coloretes, cosméticos, pulseras, collares, bastones de adorno, lengüetas para sus perros, estoques, sombrillas, pantuflas adornadas, turbantes, diademas, colas batidas de los yak y largos flecos bordeados en sus vestidos –él se mantiene distante de semejantes adornos y formas de embellecimiento. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.

“Mientras algunos ascetas y brahmines, aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a las bajas conversaciones, como estas: los cuentos sobre reyes, ladrones, ministros del estado, cuentos de guerra, de terror y de batallas, charlas acerca de comidas y bebidas, vestimenta, camas, guirnaldas, perfumes; pláticas sobre las relaciones, viajes, pueblos, ciudades, poblados y países; charlas sobre las mujeres y sobre los héroes, chismorreo en las esquinas de las calles o en lugares donde se busca el agua; historias de espíritus, conversaciones desganadas, especulaciones acerca de la creación de la tierra o del mar, o sobre la existencia o la no existencia –él se mantiene distante de semejantes conversaciones bajas. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.

“Mientras algunos ascetas y brahmines, aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a usar las frases reñidas, como por ejemplo: «Tú no entiendes este Dhamma ni esta Disciplina, yo sí, la entiendo; ¿Cómo sería posible que conocieras este Dhamma y esta Disciplina?»; «Has caído en un punto de vista falso. Soy yo, el que mantiene el punto de vista correcto»; «Yo estoy hablando sobre el punto, tú divagas»; «Pusiste al final, lo que debería ir primero; pusiste primero, lo que debería ir al final»; «Lo que creías cierto por tanto tiempo, ha sido refutado»; «Tu desafío ha sido tomado»; «Tú mismo probaste estar equivocado»; «Trabaja para aclarar tu punto de vista» o «Desenrédate tú mismo, si puedes» –él se mantiene distante de usar semejantes frases reñidas. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.

“Mientras algunos ascetas y brahmines, aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a mandar mensajes, enviando recados, haciendo de mensajeros, ofreciendo servicios de inteligencia a los reyes, ministros del estado, a los Castrillas, brahmines o a los jóvenes, diciendo: «Ve allá, ven aquí, toma a éste contigo, trae esto desde allá» –él se mantiene distante de semejantes ocupaciones serviles. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.

“Mientras algunos ascetas y brahmines, aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo embaucadores, parásitos asalariados de palabras santas, adivinos y exorcistas, sedientos de acumular sus ganancias –él se mantiene distante de semejante engaño y golpeteo. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.

“Mientras algunos ascetas y brahmines, aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como por ejemplo, profetizando una larga vida o prosperidad a través de la quiromancia, leyendo las marcas de las manos o pies de los niños, etc.; haciendo adivinanzas de los agüeros o signos; prediciendo augurios de los rayos u otros objetos celestiales, interpretando sueños, leyendo el futuro de las marcas del cuerpo, prediciendo augurios de las marcas que dejan los roedores en la ropa, haciendo sacrificios a Agni, ofreciendo oblaciones de la cuchara, haciendo ofrendas a las divinidades de la cáscara, haciendo ofrendas de granos descascarillados listos para ser hervidos, haciendo ofrendas de miel y aceite; haciendo sacrificios que consisten en echar las semillas de mostaza y otras, desde su propia boca al fuego, derramando sangre de su rodilla derecha como sacrificio a los dioses, mirando los nudillos y otras partes del cuerpo para, luego de refunfuñar el encanto, adivinar si el hombre en cuestión posee un buen nacimiento, o si tiene la suerte o carece de ella; aconsejando sobre las reglas tradicionales, invocando demonios en el cementerio, invocando espíritus, usando los encantamientos para alojarse en una casa de tierra, encantando a la serpiente, haciendo arte de los venenos, arte de los escorpiones, arte de los ratones, arte de las aves y arte del cuervo; prediciendo el número de años que van a vivir los hombres, haciendo encantos para rechazar las flechas y haciendo ruedas de los animales –él se mantiene distante de semejantes artes bajos.

“Mientras algunos ascetas y brahmines, aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como por ejemplo, desarrollando el conocimiento sobre las buenas y las malas cualidades de la gente, sobre sus riquezas y su suerte, a través de los siguientes elementos: el ingenio, las piedras preciosas, las astas, las prendas de vestir, las espadas, las flechas, los lazos, otros tipos de armamentos, a través de las mujeres, los hombres, los muchachos, las muchachas, los eslavos, las eslavas, los elefantes, los caballos, los búfalos, los toros, los bueyes, las cabras, las ovejas, las aves de corral, las codornices, las iguanas, las ratas de bambú, las tortugas y otros animales –él se mantiene distante de semejantes artes bajos.

“Mientras algunos ascetas y brahmines, aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como cuando hacen este tipo de predicciones: «Los líderes marcharán adelante; los líderes retrocederán; nuestros líderes atacarán, mientras los líderes de los enemigos, retrocederán; los líderes de los enemigos atacarán, mientras nuestros líderes retrocederán; nuestros líderes obtendrán la victoria, mientras los otros líderes sufrirán la derrota; los otros líderes obtendrán la victoria, mientras los nuestros sufrirán la derrota; la victoria será para este grupo, la derrota para aquel». –él se mantiene distante de semejantes artes bajos.

“Mientras algunos ascetas y brahmines, aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como cuando hacen esta otra clase de predicciones: «Va a haber un eclipse de la Luna; Va a haber un eclipse del Sol; Va a haber un eclipse de una estrella; Va a haber una anomalía en el Sol o en la Luna; El Sol o la Luna retornarán por su vía habitual; Va a haber una caída de los meteoros; Va a haber un fuego en la jungla; Va a haber un terremoto; El dios va a tronar; Va a haber un levantamiento o una posición determinados del Sol, de la Luna o de las estrellas, una claridad y una disminución de ella. Y con eso, predicen para cada uno de estos quince fenómenos, algún determinado tipo de resultado». –él se mantiene distante de semejantes artes bajos.

“Mientras algunos ascetas y brahmines, aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como estos: prediciendo la abundancia o la escasez de las lluvias; prediciendo una buena cosecha o una escasez de alimentos; prediciendo la tranquilidad o los disturbios; prediciendo la pestilencia o tiempos saludables; contando con los dedos o sin la utilización de los dedos; sumando grandes números, componiendo romances y poesías; haciendo casuística y sofistería –él se mantiene distante de semejantes artes bajos.

“Mientras algunos ascetas y brahmines, aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como estos: disponiendo de fechas felices para realizar matrimonios, en los cuales el novio o la novia están llevados a casa; disponiendo de fechas felices para realizar matrimonios, en los cuales el novio o la novia están llevados afuera; fijando un tiempo feliz para la realización de tratados de paz [o usando los encantamientos para procurar la armonía]; fijando tiempos felices para el comienzo de las hostilidades [o usando los encantamientos para procurar la discordia]; fijando tiempos felices para las deudas [o usando los encantamientos para aventar exitosamente en los dados]; fijando tiempos felices para gastar el dinero [o usando los encantamientos para traer mala suerte al oponente en los dados]; usando encantamientos para hacer la gente feliz, usando encantamientos para hacer la gente infeliz, usando encantamientos para provocar el aborto, haciendo conjuros para enmudecer a alguien, haciendo conjuros para mantener fija la mandíbula de alguien, haciendo conjuros para estirar la mano de alguien, haciendo conjuros para ensordecer a alguien, obteniendo respuestas de los oráculos, como la del espejo mágico; obteniendo respuestas de los oráculos por medio de la muchacha poseída, obteniendo respuestas de los oráculos de parte de la divinidad, adorando al Sol, adornado al Gran Ser, sacando fuegos de su propia boca e invocando a Siri, la diosa de la buena fortuna –él se mantiene distante de semejantes artes bajos.

“Mientras algunos ascetas y brahmines, aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como estos: jurando regalos a la divinidad si se garantice cierto determinado beneficio, pagando estos votos, repitiendo encantamientos mientras se trasladan a las casas de la tierra, causando virilidad, haciendo impotente al hombre, fijando sitios felices para la morada, consagrando los sitios, haciendo ceremonias de los meses, haciendo baños rituales, ofreciendo sacrificios, administrando vomitivos y purgativos, purgando la gente para aliviar sus cabezas (o sea, hacer estornudar la gente administrando drogas), engrasar las orejas de la gente (también, hacerles crecer o curar las llagas que en ellas se encuentren), satisfaciendo los ojos de la gente (o sea, goteando en ellos óleos medicinales), administrando drogas a través de la nariz, aplicando colirio a los ojos, ofreciendo pomadas medicinales para los ojos, practicando como oculistas, practicando como cirujanos, practicando como pediatras, administrando drogas y raíces y administrando medicinas de manera rotativa –él se mantiene distante de semejantes artes bajos.

“Todo esto, también forma parte de su perfeccionamiento en la virtud.

“El monje que ha perfeccionado la virtud, no ve peligro alguno en nada que ayuda a sus restricciones a través de la virtud. Al igual que un noble guerrero ungido que ha derrotado a sus enemigos, no ve peligro alguno por parte de ellos, así también el monje que ha perfeccionado la virtud, no ve peligro alguno en nada que ayuda a sus restricciones a través de la virtud. Envuelto en la noble totalidad de la virtud, él es internamente sensible al placer que deriva de ser intachable. Así es, señor, cómo el monje se perfecciona en la virtud”.

 

[5. Guardar las puertas de los sentidos]

“¿Y de qué manera el monje guarda las puertas de sus sentidos? Cuando mira con sus ojos algún objeto visible, no se apega a él ni a alguno de sus detalles. Porque si alguien vive sin resguardar su sentido de la vista, le sobresaltan la avaricia y el pesar, de modo que, la práctica del monje consiste en resguardar la puerta del ojo. Cuando escucha con sus oídos algún objeto audible… Cuando huele con su nariz algún objeto olfativo… Cuando degusta con su paladar algún objeto gustativo… Cuando percibe con su cuerpo algún objeto táctil… Cuando conoce con su intelecto algún objeto mental, no se apega a él ni a alguno de sus detalles. Porque si alguien vive sin resguardar su sentido de la cognición, le sobresaltan la avaricia y el pesar, de modo que, la práctica del monje consiste en resguardar la puerta de la cognición.

“Dotado de esta noble restricción de las puertas de los sentidos, el monje se vuelve internamente sensible del placer proveniente de ser intachable. Es así, cómo el monje guarda las puertas de sus sentidos.

 

[6. Practicar la atención consciente]

“¿Y de qué manera el monje practica la atención consciente y clara comprensión? Cuando camina hacia adelante o cuando camina hacia atrás, lo hace claramente consciente. Cuando mira hacia adelante o mira hacia atrás, lo hace claramente consciente. Cuando flexiona sus miembros o cuando los extiende, lo hace claramente consciente. Cuando viste la ropa interior o cuando viste el hábito externo, lo hace claramente consciente. Cuando carga su tazón, lo hace claramente consciente. Cuando come, bebe, mastica o saborea… Cuando orina o cuando defeca… Cuando camina, cuando está parado, cuando está sentado, cuando se acuesta para dormir, cuando se despierta, cuando conversa o cuando permanece en silencio, todo eso hace claramente consciente. Es así, cómo el monje practica la atención consciente y clara comprensión.

 

[7. Permanecer contento]

“¿Y de qué manera el monje permanece contento? El monje está satisfecho con la vestimenta que cubre su cuerpo y está satisfecho con los donativos de comida que le quitan el hambre. Dondequiera que vaya, toma solamente aquello que es necesario para satisfacer sus necesidades básicas.

“Como un pájaro que vuela de acá para allá, no llevando más carga que su propio vuelo, satisfecho con lo que tiene, de la misma manera, señor, el monje, permanece contento”.

 

[8. Venciendo los obstáculos]

“Dotado de la totalidad de la noble virtud, de esta noble restricción de los sentidos, de esta noble atención consciente y clara comprensión y de este noble contentamiento, el monje busca una morada solitaria: en el bosque, al pie de un árbol, en la cueva de una montaña, en el cementerio, en la arbolada de la jungla, al aire libre o en una pila de paja. Después de haberse alimentado, al haber regresado de su ronda en busca de los donativos de comida, él se sienta con los pies cruzados y, manteniendo recto su cuerpo, establece su atención consciente enfrente.

“Dejando de lado las codicias mundanas, permanece atentamente consciente y libre de la codicia. Limpia su mente de la codicia. Dejando de lado la maldad y el enojo, permanece atentamente consciente y libre de la maldad, con el amor compasivo hacia el bienestar de los seres vivientes. Limpia su mente de la maldad y del enojo. Dejando de lado la pereza y el letargo, permanece atentamente consciente y libre de la pereza y del letargo, percibiendo la luz atenta y conscientemente. Limpia su mente de la pereza y del letargo. Dejando de lado la agitación y la ansiedad, permanece imperturbable y con la mente calmada. Limpia su mente de la agitación y ansiedad. Dejando de lado la incertidumbre, permanece como alguien que hubo traspasado las dudas, sin perplejidad en consideración de las sanas cualidades mentales. Limpia su mente de la incertidumbre.

“Suponga Usted, que un hombre, al tomar un préstamo, lo invierte en asuntos de negocios y sus negocios le van bien: devuelve toda la vieja deuda y con el resto mantiene a su esposa, pensando así: ‘Al tomar el préstamo, lo invertí en asuntos de negocios y mis negocios me han ido bien; ahora, devolví toda la vieja deuda y con el resto puedo mantener a mi esposa’. A causa de esto, él puede experimentar la alegría y felicidad.

“Suponga también, que un hombre hubo caído enfermo. Y su enfermedad era grave y dolorosa: él no podía disfrutar más de los alimentos y no sentía fuerza alguna en su cuerpo. Al pasar el tiempo, finalmente se recuperó de su enfermedad y volvió a disfrutar de sus comidas, como también volvió a sentir fuerza en su cuerpo, pensando así: ‘al caer enfermo, estuve grave y dolorosamente dolido: no podía disfrutar más de mis alimentos y no sentía fuerza alguna en mi cuerpo. Al pasar el tiempo, finalmente me recuperé de mi enfermedad y volví a disfrutar de mis comidas, como también volví a sentir fuerza en mi cuerpo’. A causa de esto, él puede experimentar la alegría y felicidad.

“Suponga también, que un hombre estaba encerrado en una prisión. Al pasar el tiempo, finalmente fue liberado de este cautiverio, seguro y salvo sin haber perdido sus bienes. Entonces, él podría pensar así: ‘Antes, estaba encerrado en una prisión. Al pasar el tiempo, finalmente fui liberado de este cautiverio y ahora estoy seguro y salvo sin haber perdido mis bienes’. A causa de esto, él puede experimentar la alegría y felicidad.

“Suponga también, que un hombre esclavo, sujeto a la voluntad de otros, no siendo dueño de sí mismo, incapaz de hacer lo que desea, finalmente, al pasar el tiempo, es liberado de esta esclavitud, dueño de sí mismo, no más sujeto a la voluntad ajena, libre y capaz de hacer lo que desea. Entonces, él podría pensar así: ‘Antes, era un hombre esclavo, sujeto a la voluntad de otros, no siendo dueño de mí mismo, incapaz de hacer lo que deseaba; finalmente, al pasar el tiempo, fui liberado de esta esclavitud, ahora soy dueño de mi mismo, no más sujeto a la voluntad ajena, libre y capaz de hacer lo que deseo’. A causa de esto, él puede experimentar la alegría y la felicidad.

“Suponga también, que un hombre, portando el dinero y los bienes, está viajando a lo largo de los caminos de un desolado país. Al pasar el tiempo, él finalmente sale de este país desolado, seguro y salvo, sin haber perdido sus bienes. Entonces, él podría pensar así: ‘Estaba portando el dinero y los bienes, viajando a lo largo de los caminos de un desolado país. Pero finalmente salí de él y ahora estoy seguro y salvo, sin haber perdido mis bienes’. A causa de esto, él puede experimentar la alegría y felicidad.

“De la misma manera, señor, cuando estos cinco obstáculos aún no son abandonados por uno mismo, el monje es como si tuviera deudas, enfermedades, como si fuera prisionero o esclavo, o como si viajara por los caminos de un desolado país. Pero cuando estos cinco obstáculos son abandonados, el monje es como si pagara todas sus deudas, como si recuperara su salud y libertad, o como si saliera de un lugar inseguro. Cuando él se da cuenta de que estos cinco obstáculos hubieron sido abandonados en su interior, nace en él alegría, que produce arrobamiento. Su cuerpo se vuelve tranquilo y sensible a este placer, cuya sensación a su vez, produce la concentración de su mente”.

 

[9. Practicando los jhanas]

“Y estando así, separado de la sensualidad, separado de los insanos estados mentales, él entra y permanece en el primer jhana, acompañado con el pensamiento inicial y analítico, lleno de arrobamiento y placer, nacidos de la reclusión. Y todo su cuerpo está impregnado, bañado y colmado de este arrobamiento y placer nacidos de la reclusión, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no fuera impregnado por el arrobamiento y placer, nacidos de la reclusión.

“Como un hábil especialista en preparar baños o su aprendiz, se adiestra en verter el polvo del baño dentro de la cuenca del latón, amasándolo una y otra vez con el agua, creando una bola de polvo del baño, saturada, suficientemente húmeda e impregnada por fuera y por dentro, sin que caiga de ella una sola gota, así también el monje, impregna, baña y colma su cuerpo con el arrobamiento y placer nacidos de la reclusión, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no fuera impregnado por el arrobamiento y placer, nacidos de la reclusión.

“Y otra vez, el monje, apaciguando el pensamiento inicial y analítico, logrando la calma mental y la unificación de la mente, entra y permanece en el segundo jhana. Lleno de arrobamiento y placer nacidos de la reclusión y libre del pensamiento inicial y analítico. Todo su cuerpo está impregnado, bañado y colmado de este arrobamiento y placer nacidos de la reclusión, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no fuera impregnado por el arrobamiento y placer, nacidos de la reclusión.

“Como un lago con aguas manantiales, sin afluentes del este ni oeste, del norte ni sur, cuando recibe abundantes lluvias, sus aguas que brotan desde adentro, se mezclan con estas aguas frescas, de manera tal que las mismas impregnan e invaden todo el lago, sin que quede una sola parte no impregnada por las aguas frescas, así también el monje, impregna, baña y colma su cuerpo con el arrobamiento y placer nacidos de la reclusión, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no fuera impregnado por el arrobamiento y placer, nacidos de la reclusión.

“Y otra vez, el monje, al extinguirse el arrobamiento, permanece ecuánime, con atención consciente y clara comprensión, sensible a la sensación del placer, del cual los Nobles declararon que “Feliz es aquel que mora en la ecuanimidad y en la atención consciente” y, de esta manera, entra y permanece en el tercer jhana. Todo su cuerpo está impregnado, bañado y colmado de este placer despojado del arrobamiento.

“Como una laguna que tiene flores de loto azules, rojas y blancas que han nacido del agua, han crecido en el agua y no hay ni una sólo flor que hubo crecido fuera del agua, de modo que todas estas flores de loto azules, rojas y blancas están impregnadas, bañadas y colmadas con las aguas frescas, así también el monje, impregna, baña y colma su cuerpo con el placer despojado del arrobamiento, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no fuera impregnado por este placer despojado del arrobamiento.

“Y otra vez, el monje, al abandonar tanto el placer como la pena –con la anterior desaparición de las alegrías y las tristezas- entra y permanece en el cuarto jhana, el cual va más allá de los placeres y las penas, purificado con la ecuanimidad y atención consciente. Impregna su cuerpo con la pureza mental y clara conciencia de manera tal, que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no fuera impregnado por esta ecuanimidad y clara conciencia.

“Como si un hombre estuviera sentado cubierto de pie a cabeza con una ropa blanca, de tal manera que no quedara parte alguna de su cuerpo al descubierto. Así también, el monje permanece sentado cubriendo completamente su cuerpo con la pureza mental y clara conciencia, no quedando lugar alguno en todo su cuerpo que no fuera cubierto por esta pureza mental y clara conciencia.

“Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, él direcciona e inclina su mente hacia el conocimiento y la visión. Entonces, discierne así: ‘Este cuerpo mío es material, compuesto de los cuatro elementos primarios, nacido de padre y madre, nutrido con arroz y avena, es impermanente, friccionado, sujeto a disolución y dispersión. Y esta mi conciencia está ligada a este cuerpo y depende de él’.

“Como si se tratara de una piedra preciosa perfectamente pulida de sus ocho lados, clara, brillante, sin defecto, admirable en todos los aspectos, colgada de un cordón azul, amarillo, rojo, blanco o anaranjado. Si algún hombre, dotado de una buena vista, la tomara en su mano y la inspeccionara diría lo siguiente: ‘Esta piedra preciosa está perfectamente pulida de sus ocho lados, es clara, brillante, sin defecto y admirable en todos los aspectos. Está colgada de un cordón azul, amarillo, rojo, blanco o anaranjado.’ De la misma manera, el monje, con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia el conocimiento y la visión. Entonces, discierne así: ‘Este cuerpo mío es material, compuesto de los cuatro elementos primarios, nacido de padre y madre, nutrido con arroz y avena, es impermanente, friccionado, sujeto a disolución y dispersión. Y esta mi conciencia está ligada a este cuerpo y depende de él’.

“Este es, brahmín, el sacrificio aún más provechoso que los anteriores.

 

[10. Ejerciendo poderes sobrenaturales]

“Después, brahmín, con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, él direcciona e inclina su mente hacia la creación del cuerpo mental. A partir de este cuerpo, crea otro cuerpo, dotado de forma, hecho por la mente, completo en todas sus partes, con ninguna de sus facultades inferior a éste.

“Como si un hombre desvainara un junco y dijera: ‘Éste es el junco y ésta es la vaina. El junco es una cosa y la vaina otra, aunque el junco haya salido de la vaina’. O, como si un hombre desvainara su espada de la funda y dijera: ‘Ésta es la espada y ésta es la funda. La espada es una cosa y la funda otra, aunque la espada haya salido de la funda’. O, como si un hombre sacara a una serpiente de su vieja piel y dijera: ‘Ésta es la serpiente y ésta es su vieja piel. La serpiente es una cosa y la vieja piel otra, aunque la serpiente haya salido de su vieja piel’. De la misma manera, el monje, con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia la creación del cuerpo mental. A partir de este cuerpo, crea otro cuerpo, dotado de forma, hecho por la mente, completo en todas sus partes, con ninguna de sus facultades inferior a éste.

“Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, él direcciona e inclina su mente hacia varios poderes sobrenaturales. Siendo uno, se convierte en muchos y siendo muchos, se convierte en uno. Aparece y desaparece. Sin impedimento alguno, traspasa las paredes, terraplenes y montañas, como si fueran aire. Se zambulle dentro de la tierra, como si fuera agua. Camina sobre el agua sin hundirse, como si fuera tierra seca. Sentado con piernas cruzadas, atraviesa los aires como si fuera un pájaro sobre el viento. Con su mano toca y, hasta da palmadas al sol y la luna, así es de imponente y poderoso. Ejercita la influencia de su cuerpo hasta los mundos del Brama.

“Como un hábil alfarero o su aprendiz, sabe dar muchas formas a la arcilla bien preparada y convertirla en diferentes clases de recipientes cerámicos de acuerdo a sus deseos; o como un hábil tallista de marfil o su aprendiz, sabe trabajar el marfil bien preparado de acuerdo a sus deseos; o como un hábil orfebre o su aprendiz, sabe hacer de oro bien preparado los artículos que de acuerdo a sus deseos –así también, el monje, con su mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia varios poderes sobrenaturales. Siendo uno sólo, se convierte en muchos… Ejercita la influencia de su cuerpo hasta los mundos del Brama.

“Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, él direcciona e inclina su mente hacia el oído divino. Con el oído divino, purificado y que supera el de los seres humanos, escucha a ambas clases de sonidos: los divinos y los humanos, provenientes de lejos o de cerca.

“Como un hombre viajando a lo largo de la carretera, puede escuchar los sonidos de los timbales, pequeños tambores, conchas, címbalos e instrumentos de percusión, y discernir: ‘Éste es el sonido de los timbales, éste de los pequeños tambores, éste de conchas, éste de címbalos y éste de los instrumentos de percusión’. De la misma manera el monje, con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia el oído divino. Con el oído divino, purificado y que supera el de los seres humanos, escucha a ambas clases de sonidos: los divinos y los humanos, provenientes de lejos o de cerca.

“Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, él direcciona e inclina su mente hacia la lectura de otras mentes. Con su propia mente, conoce y distingue la mente de los otros seres o de otras personas. Conoce la mente afectada por la pasión, como mente apasionada, y la mente sin pasión, como la mente liberada de la pasión. Conoce la mente afectada por la aversión, como la mente con aversión, y la mente sin aversión, como la mente liberada de aversión. Conoce la mente afectada por la falsa ilusión, como mente mal ilusionada, y la mente sin falsa ilusión, como la mente liberada de la falsa ilusión. Discierne la mente restringida como tal y sabe cuándo la mente está dispersa. Cuando una mente está expandida, la reconoce como expandida y cuando está estrecha, sabe que está estrecha. A una mente destacada, la reconoce como destacada y una mente corriente reconoce como tal. Sabe cuándo la mente está concentrada y cuando no lo es, en ambos casos lo discierne correctamente, como también cuando la mente está liberada y cuando no.

“Como una mujer, un hombre o un muchacho preocupado por su apariencia, examina cuidadosamente el reflejo de su propio rostro en el brillante espejo o en el tazón con agua pura, sabiendo discernir lunares o motas de las partes libres de manchas, así también, el monje, con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia la lectura de las otras mentes. Con su propia mente, conoce y distingue la mente de los otros seres o de otras personas… Sabe cuándo la mente está concentrada y cuando no lo es, en ambos casos lo discierne correctamente, como también cuando la mente está liberada y cuando no.

“Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, él direcciona e inclina su mente hacia el conocimiento de las existencias pasadas. Se acuerda de sus múltiples vidas pasadas: de un nacimiento, dos nacimientos, tres nacimientos, cuatro, cinco, diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, cien, mil, cien mil nacimientos, muchos eones de las contracciones cósmicas, muchos eones de las expansiones cósmicas, muchos eones de las contracciones y expansiones cósmicas, recordando: ‘En aquel entonces, mi nombre era así, mi linaje era éste y provenía de ésta casta; me alimentaba de ésta clase de comida, experimentaba ésta y aquella clase de alegrías y penas y he vivido ésta cantidad de años. Habiendo terminado mi vida ahí, me he reconectado allá, donde mi nombre era… Habiendo terminado mi vida ahí, me he reconectado aquí’. De esta manera, se acuerda de varias de sus vidas pasadas, con sus condiciones y detalles.

“Como si un hombre saliera de su pueblo para irse al otro, y luego saliera de aquel para irse a uno nuevo y diferente y finalmente volviera a su casa. Entonces, podría tener este pensamiento: ‘Salí de mi pueblo natal y me fui a este otro pueblo. Ahí estuve parado de esta manera, estuve sentado así, hablé de esta forma y permanecí en silencio de esta manera. Salí de este pueblo y me fui a aquel otro pueblo diferente, donde estuve parado de esta manera, estuve sentado así, hablé de esta forma y permanecí en silencio de esta manera. Finalmente, salí de aquel otro pueblo diferente y volví a casa’. De esta misma manera, el monje, con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia el conocimiento de las existencias pasadas. Se acuerda de sus múltiples vidas pasadas: de un nacimiento… se acuerda de varias de sus vidas pasadas, con sus condiciones y detalles.

“Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, él direcciona e inclina su mente hacia la muerte y la reconexión de los seres. A través del ojo divino, purificado y que sobrepasa el humano, ve la muerte de los seres y su reaparición, discerniendo si su destino es inferior o superior, hermoso u horrible, afortunado o desafortunado, de acuerdo a su kamma de cada uno. Conoce de esta manera: ‘Estos seres, que obraron mal con su cuerpo, con su habla o con su mente, los que injuriaban a los nobles, mantenían los incorrectos puntos de vista y asumían acciones resultantes de estos erróneos puntos de vista, al quebrarse su cuerpo, después de la muerte, han reaparecido en el plano de las penurias, de mal destino, en los reinos bajos, en el infierno. Pero aquellos seres, que obraron bien con su cuerpo, con su habla o con su mente, los que no injuriaban a los nobles, mantenían los correctos puntos de vista y asumían acciones resultantes de estos correctos puntos de vista, al quebrarse su cuerpo, después de la muerte, han reaparecido en el buen destino, en el mundo celestial’. De esta manera, a través del ojo divino, purificado y que sobrepasa el humano, él ve la muerte de los seres y su reaparición, discerniendo si su destino inferior o superior, hermoso u horrible, afortunado o desafortunado, de acuerdo a su kamma.

“Como si un hombre, que tuviera una buena vista, estuviera parado en la cima de un edificio en el centro de su ciudad y observara la gente entrando en la casa y saliendo de ella, caminando a lo largo de la calle y gente sentada en la plaza central. Entonces, podría tener este pensamiento: ‘esta gente entra y sale de la casa, camina a lo largo de la calle y está sentada en la plaza central’. De la misma manera, el monje, con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia la muerte y la reconexión de los seres. A través del ojo divino, purificado y que sobrepasa el humano, ve la muerte de los seres y su reaparición, discerniendo si su destino es inferior o superior, hermoso u horrible, afortunado o desafortunado, de acuerdo a su kamma.

 

[11. Liberación final]

“Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, él direcciona e inclina su mente hacia el conocimiento del fin de las impurezas mentales. Él conoce tal como realmente es: ‘Este es el sufrimiento, éste es el origen del sufrimiento, éste es el cese del sufrimiento y éste es el sendero que lleva al cese del sufrimiento’. También conoce esto tal como realmente es: ‘Estas son las impurezas mentales, éste es el origen de las impurezas mentales, éste es el cese de las impurezas mentales y éste es el sendero que lleva al cese de las impurezas mentales’. A través de este conocimiento y la visión, su mente es liberada de las impurezas de la sensualidad, de las impurezas de la existencia y de las impurezas de la ignorancia. Y entonces, el siguiente conocimiento nace en él: ‘¡Ésta es la liberación!’ Y él sabe que ‘el nacimiento está terminado, la vida santa ha sido realizada, la tarea ha culminado. No queda más nada por delante’.

“Éste es, brahmín, el sacrificio más simple, más fácil, más fructífero y más provechoso que todos los demás. Y más allá de éste, no existe otro sacrificio que fuera más grande o más perfecto”.