Símil que ilustra cuántos innumerables eones ya transcurrieron en este samsara.
[7] En Savatthi.
Entonces, un grupo de monjes se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y, sentándose a un lado, le dijeron:
“Venerable Señor, ¿cuántos eones ya han transcurrido y han pasado?”.
“Muchos eones han transcurrido y han pasado, monjes. No es fácil contarlos ni decir cuántos eones, cuántos cientos de eones, cuántos miles de eones o cuántos cientos de miles de eones han transcurrido y han pasado”.
“Entonces, ¿sería posible hacerlo a través de un símil, Venerable Señor?”.
“Esto sí es posible, monjes”, respondió el Bienaventurado.
“Imaginad, monjes, a cuatro discípulos cuyo espacio vital fuera de cien años, viviendo cien años y cada día recordasen un cien mil de eones. Cuando muriesen estos discípulos, llegando al fin de sus cien años, aún habría eones no recordados por ellos. Porque no es fácil contar ni decir cuántos eones, cuántos cientos de eones, cuántos miles de eones, o cuántos cientos de miles de eones han transcurrido y han pasado. Y, ¿por qué así? Porque, monjes, este samsara es sin comienzo discernible. El primer momento de esta itinerancia y vagabundeo, obstaculizado por la ignorancia y encadenado por el deseo de los seres, no es discernible. Por semejante largo tiempo, monjes, habéis experimentado el sufrimiento, la angustia, el desastre y el hecho de hincharse en los cementerios. Esto es suficiente como para experimentar repugnancia hacia todas las formaciones, suficiente para llegar a ser desapasionados hacia ellas, suficiente para liberarse de ellas”.
FUENTE:
Bodhi, B. (2000). «Disciples», en The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston: Wisdom Publications, (versión digital), p. 836.
«Savakasuttam», en Digital Pali Reader.
Traducción: Anton P. Baron
Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.