SN 15,6 Sasapa Sutta – La semilla de mostaza

Símil de las semillas de mostaza, que ilustra el incalculablemente largo tiempo del samsara.

 


[Leer en pali]

[6] En Savatthi.

Entonces, cierto monje se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y, sentándose a un lado, le dijo:

“Venerable Señor, ¿qué tan largo es un eón?”.

“Un eón, monje, es largo. No es fácil contarlo ni decir cuántos años, cuántos cientos de años, cuántos miles de años o cuántos cientos de miles de años es”.

“Entonces, ¿sería posible hacerlo a través de un símil, Venerable Señor?”.

“Esto sí es posible, monje”, respondió el Bienaventurado.

«Imagina, monje, una ciudad con muros de hierro de una yojana de largo, una yojana de ancho y una yojana de alto, llena de semillas de mostaza tan densos como un rodete. E imagina que un hombre removiese una semilla de mostaza de allí cada cien años. El gran montón de semillas de mostaza podría agotarse y eliminarse por medio de este esfuerzo, pero, aún así, un eón no llegaría a su fin. Así de largo es un eón, monje. Y hemos deambulado a través de eones semejantemente largos, por cientos de eones, por miles de eones y por cientos de miles de eones. Y, ¿por qué así? Porque, monje, este samsara es sin comienzo discernible. El primer momento de esta itinerancia y vagabundeo, obstaculizado por la ignorancia y encadenado por el deseo de los seres, no es discernible. Por semejante largo tiempo, monje, habéis experimentado el sufrimiento, la angustia, el desastre y el hecho de hincharse en los cementerios. Esto es suficiente como para experimentar repugnancia hacia todas las formaciones, suficiente para llegar a ser desapasionados hacia ellas, suficiente para liberarse de ellas”.

 


FUENTE:

Bodhi, B. (2000). «The Mustard Seed», en The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston: Wisdom Publications, (versión digital), p. 835.

«Abhinandasuttam», en Digital Pali Reader. 


Traducción: Anton P. Baron

Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2015.