Este sutta demuestra que Sakka y los devas honran a los sabios y los hombres santos, mientras los asuras (representados aquí por Vepacitti, su señor) los desprecian.
[9] En Savatthi.
[Dijo el Bienaventurado:]
“Monjes, una vez en el pasado remoto un grupo de videntes, que eran virtuosos y de buen carácter, se habían establecido en unas chozas de hojas en una extensión del bosque. Entonces Sakka, el señor de los devas y Vepacitti, el señor de los asuras, se acercaron a aquellos videntes.
“Vepacitti, el señor de los asuras, se puso las botas, tomó su espada con firmeza y, con su sombrilla levantada en alto, entró a la eremita por la puerta principal; entonces, habiendo vuelto su lado izquierdo hacia ellos, pasó al lado de aquellos videntes que eran virtuosos y de buen carácter. Pero Sakka, el señor de los devas, sacó sus botas, dejó su espada a otros y, bajando su sombrilla, entró a la eremita por la puerta [ordinaria]; entonces, habiéndose quedado a un lado, levantó sus manos con las palmas juntas en un reverencial saludo y rindió homenaje a aquellos videntes que eran virtuosos y de buen carácter.
“Entonces, monjes, aquellos videntes se dirigieron a Sakka en verso:
“’El olor de los videntes está atado a sus votos,
Emitido por sus cuerpos, va con el viento,
Y retorna de allí, oh dios de mil ojos,
Para quien el olor de los videntes es tonto, oh rey de los devas”.
[Sakka:]
“’Que el olor de los videntes esté atado a sus votos,
Emitido por sus cuerpos, vaya con el viento;
Nosotros añoramos este olor, oh Venerables Señores,
Como las flores de la guirnalda en la cabeza,
Los devas no lo perciben como repulsivo”.
FUENTE:
Bodhi, B. (2000). Verocana, Seers un a Forest en The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston: Wisdom Publications, (versión digital), p. 498.
Arannayatanaisiuttam en Digital Pali Reader
Traducción: Anton P. Baron
Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.