Las dos divinidades opuestas en la mitología budista, pronuncian sus versos en presencia del Buda.
[8] En la arboleda de Jeta, cerca de Savatthi.
En esa ocasión el Bienaventurado había ido allí para su morada diurna y estaba en reclusión. Entonces Sakka, el señor de los devas, y Verocana, el señor de los asuras, se acercaron al Bienaventurado y se quedaron cada uno al lado de un poste de la puerta. Acto seguido, Verocana, el señor de los asuras, recitó este verso en presencia del Bienaventurado:
“Un hombre debe hacer el esfuerzo
Hasta que su meta sea alcanzada.
Las metas brillan cuando son alcanzadas:
Esta es la palabra de Verocana”.
[Sakka:]
“Un hombre debe hacer el esfuerzo
Hasta que su meta sea alcanzada.
De las metas que brillan al ser alcanzadas:
No se puede encontrar otra mejor que la paciencia”.
[Verocana:]
“Todos los seres se empeñan en [conseguir una] meta
Aquí o allá, dependiendo de cada caso.
Pero para todas las criaturas, la asociación
Es lo supremo entre los goces.
Las metas brillan cuando son alcanzadas:
Esta es la palabra de Verocana”.
[Sakka:]
“Todos los seres se empeñan en [conseguir una] meta
Aquí o allá, dependiendo de cada caso.
Pero para todas las criaturas, la asociación
Es lo supremo entre los goces.
De las metas que brillan al ser alcanzadas:
No se puede encontrar otra mejor que la paciencia”.
FUENTE:
Bodhi, B. (2000). Verocana, Lord of the Asuras en The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston: Wisdom Publications, (versión digital), pp. 496-497.
Verocanasurindasuttam en Digital Pali Reader
Traducción: Anton P. Baron
Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.