No importa que alguien sea pobre e indigente para que pueda dar sentido a su vida.
[14] En cierta ocasión el Bienaventurado moraba en el Santuario de las Ardillas, en la arboleda de los bambúes cerca de Rajagaha. Estando allí se dirigió a los monjes así: “Monjes”.
“Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, una vez en el pasado remoto, en este mismo Ragajaha, vivía un hombre pobre, paupérrimo e indigente. [A pesar de ello] él adquirió la fe, la virtud, el aprendizaje, la generosidad y la sabiduría en el Dhamma-y-Disciplina proclamado por el Tathagata. Habiendo hecho esto, con la desintegración de su cuerpo, después de la muerte renació en un buen destino, en el mundo celestial, en la compañía de los devas del Tavatimsa, donde eclipsó a otros dioses en cuanto a gloria y belleza.
“Por eso los devas del Tavatimsa encontraron defecto en esto, gruñeron y se quejaron sobre esto diciendo: ‘¡Qué maravilloso es esto! ¡Realmente asombroso! Anteriormente este joven deva, cuando era un ser humano, era pobre, paupérrimo, indigente. Y aún así, con la desintegración de su cuerpo, después de la muerte, renació en un buen destino, en el mundo celestial, en la compañía de los devas del Tavatimsa, donde eclipsó a otros dioses en cuanto a gloria y belleza’.
“Monjes, entonces Sakka, el señor de los dioses, se dirigió a los devas del Tavatimsa así: ‘Queridos señores, no encuentren falta en el joven deva. Anteriormente, cuando era un ser humano, este joven deva era pobre, paupérrimo e indigente, [sin embargo,] adquirió la fe, la virtud, el aprendizaje, la generosidad y la sabiduría en el Dhamma-y-Disciplina proclamado por el Tathagata. Habiendo hecho esto, con la desintegración de su cuerpo, después de la muerte, renació en un buen destino, en el mundo celestial, en la compañía de los devas del Tavatimsa, donde eclipsó a otros dioses en cuanto a gloria y belleza’.
“Entonces, monjes, habiendo instruido a los devas del Tavatimsa, Sakka, el señor de los dioses, recitó estos versos:
“’Cuando uno tiene fe en el Tathagata,
Inquebrantable y bien establecida,
Y una buena conducta construida sobre la virtud,
Es querido y alabado por los Nobles.
Cuando uno tiene confianza en el Sangha
Y la visión de uno es recta,
Ellos dicen que aquel no es pobre;
La vida de alguien así no se vive en vano.
Por lo tanto, la persona inteligente
Recordando las Enseñanzas del Buda,
Debe dedicarse a la fe y a la virtud.
A la confianza y a la visión del Dhamma”.
FUENTE:
Bodhi, B. (2000). «Poor», en The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston, Wisdom Publications, pp. 507-508.
«Daliddasuttam» en Digital Pali Reader
Traducción: Anton P. Baron
Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.