Mara pretende contradecir al Buda sobre la duración del espacio vital de los seres humanos.
[9] Esto he escuchado:
En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de los bambúes, en el Santuario de las Ardillas, cerca de Rajagaha.
Entonces, el Bienaventurado se dirigió a los monjes:
“Monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, el espacio vital de los seres humanos es corto. Uno tiene que pasar a la vida venidera. Uno debe hacer lo que es beneficioso y conducente a la vida santa. Alguien que tomó el nacimiento, no puede evitar la muerte. Alguien que vive mucho, monjes, vive cien años o un poco más”.
Entonces Mara, el Malvado se acercó al Bienaventurado y se dirigió a él en verso:
“Largo es el espacio vital de los seres humanos,
El buen hombre no debe desdeñarse de él.
Uno debe vivir como un lactante:
La muerte no ha hecho su llegada”.
[El Bienaventurado:]
“Corto es el espacio vital de los seres humanos,
El buen hombre debe desdeñarse de él.
Uno debe vivir como alguien con la cabeza en llamas:
He aquí, no se puede evitar la llegada de la muerte”.
Entonces Mara, el Malvado, descubriendo: «El Bienaventurado me reconoció, el Afortunado sabe que soy yo», triste y decepcionado desapareció de allí.
FUENTE:
Bodhi, B. (2000). Life Span En The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston: Wisdom Publications, (versión digital), p. 288.
Pathamaayusuttam en Digital Pali Reader
Traducción: Anton P. Baron
Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.