Mara trata de asustar al Buda asumiendo formas horrendas.
[2] Esto he escuchado:
En cierta ocasión el Bienaventurado moraba a pie de un árbol baniano, a orilla del río Neranjara, cerca de Uruvela, poco después de que llegó a estar plenamente iluminado. En aquella ocasión, el Bienaventurado estaba sentado al aire libre, en la oscuridad de la noche, mientras lloviznaba.
Entonces Mara, el Malvado, deseando que surgiera el temor, la trepidación y el terror en el Bienaventurado, se manifestó a sí mismo en forma de un gigante rey elefante y se acercó al Bienaventurado. Su cabeza era como un enorme bloque de esteatita, sus colmillos como de pura plata, su trompa un enorme poste de arado.
Entonces el Bienaventurado, habiendo entendido: ‘Este es Mara, el Malvado’, se dirigió a él en verso:
“Has recorrido un largo tiempo
Creando formas hermosas y horrendas.
Es suficiente, oh Malvado, con tus trucos:
Estás derrotado, productor del fin”.
Entonces Mara, el Malvado, descubriendo: ‘El Bienaventurado me reconoció, el Afortunado sabe que soy yo’, triste y decepcionado desapareció de allí.
FUENTE:
Bodhi, B. (2000). The King Elephant En The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston: Wisdom Publications, (versión digital), p. 281.
Hatthirajavannasuttam en Digital Pali Reader
Traducción: Anton P. Baron
Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.