Las Cuatro Nobles Verdades

Introducción de Bhikkhu Bodhi al Majjhima Nikaya que es la segunda gran colección de los discursos del Buda dentro de la Canasta de los Discursos (el Sutta Pitaka) del Canon Pali, una compilación de textos autorizados por la escuela budista Theravada, como palabras del Buda.

Por Bhikkhu Bodhi

La enseñanza del Buda se llama Dhamma, una palabra que puede significar tanto la verdad transmitida a través de la enseñanza como el medio verbal y conceptual, mediante el cual dicha verdad se expresa para que pueda ser comunicada y vuelta comprensible. El Dhamma no es un cuerpo dogmático inmutable ni un sistema de pensamiento especulativo, sino algo que esencialmente significa la balsa para cruzar de la «orilla cercana», de la ignorancia, avidez y sufrimiento a la «orilla lejana» de la paz y libertad trascendentales (MN 22,13). Siendo que su propósito de exponer las enseñanzas es pragmático -el de liberarse del sufrimiento- el Buda puede dejar ir toda la gama de las especulaciones metafísicas como una tentativa fútil. Los cometidos dedicados a eso compara con un hombre herido por una ponzoñosa flecha, quien se rehúsa recibir la ayuda médica hasta tanto conozca todos los detalles acerca  sus asaltantes y sus armas (MN 63,5). La humanidad, siendo herida por la flecha de la avidez, afligida por la vejez y la muerte, necesita urgentemente la ayuda. El remedio que Buda como médico ofrece al mundo (MN 105,27) es el Dhamma, el cual revela dos cosas: la verdad de nuestra situación existencial y la manera, en la cual podemos sanar nuestras heridas.

El núcleo del Dhamma que Buda descubrió y enseñó cosiste en Cuatro Nobles Verdades:

  • la noble verdad del sufrimiento (dukkha)
  • la noble verdad del origen del sufrimiento (dukkhasamudaya)
  • la noble verdad del cese del sufrimiento (dukkhanirodha)
  • la noble verdad del sendero que conduce al cese del sufrimiento (dukkhanirodhagamini patipada)

Son esas cuatro verdades a las cuales el Buda despertó la noche de su iluminación (MN 4,31; MN 36,42) y las dio a conocer al mundo cuando puso en movimiento la inmaculada Rueda del Dhamma en Benares (MN 141,2), al igual que durante su ministerio de cuarenta y cinco años como «la enseñanza especial de los Budas» (MN 56,18). En el Majjhima Nikaya las Cuatro Nobles Verdades están expuestas concisamente en MN 9,14-18 y en detalles en MN 141, mientras que en MN 28 el venerable Sariputta desarrolla una exposición original de las verdades, única en todos los suttas. Aunque aparecen de manera explícita solamente en algunas ocasiones, las Cuatro Nobles Verdades estructuran la enseñanza entera del Buda, contienen muchos de sus otros elementos, al igual que una huella del elefante contiene las huellas de todos los demás animales (MN 28,2).

La noción fundamental alrededor de la cual giran las verdades es el dukkha, traducida como «sufrimiento» [1]. La palabra pali originalmente significa pena y sufrimiento y este significado se conserva en los textos cuando se la usa como una cualidad de la sensación: en estos casos el mismo puede ser traducido como «dolor» o «doloroso». Sin embargo, en la primera noble verdad el dukkha tiene un significado mucho más amplio ya que refleja la visión de una comprensión filosófica. Mientras que obtiene su tinte afectivo de esta conexión con la pena y el sufrimiento, de hecho los incluye, apunta más allá de su significado estricto: hacia todo lo que es inherentemente insatisfactorio en tanto condicionado. Esta insatisfacción de la condicionalidad, es a causa de su transitoriedad, su vulnerabilidad al dolor y su incapacidad de ofrecer una satisfacción completa y última.

La noción de la transitoriedad (aniccata) es la base de la enseñanza del Buda, habiendo sido la visión inicial que impulsó al Bodhisatta a dejar el palacio en busca de un sendero de la iluminación. La transitoriedad, según el punto de vista del Buda, comprende la totalidad de la existencia condicionada, que va desde lo cósmico a lo microscópico. En un extremos del espectro de la visión del Buda se revela el universo de dimensiones inmensas, evolucionando y desintegrándose en los repetitivos ciclos a través de tiempo sin comienzo alguno: «muchos eones de las contracciones del mundo, muchos eones de las expansiones del mundo y muchos eones de las contracciones y expansiones del mundo» (MN 4,27). En el mediano rango, el rasgo de la transitoriedad se manifiesta en nuestra mortalidad, de la cual no tenemos escape, en nuestra condición de seres atados a la vejez, enfermedad y muerte (MN 26,5). Y en el otro extremo de su espectro, la enseñanza del Buda expone la transitoriedad radical que puede ser descubierta tan sólo con la atención sostenida en la inmediatez vivida de la experiencia: el hecho de que todos los constitutivos de nuestro ser, tanto los corporales como mentales, se encuentran en un constante proceso de surgimiento y desaparición, en una rápida sucesión de un momento a otro sin la permanencia de substancia subyacente alguna. En el mismo acto de la observación se experimenta «la destrucción, el desvanecimiento, la desaparición y el cese» (MN 74,11).

Esta característica de la transitoriedad que rotula a todas las cosas condicionadas, lleva directamente al reconocimiento de la universalidad del dukkha o sufrimiento. El Buda subraya este aspecto todo penetrante del dukkha cuando, en sus explicaciones de la primera noble verdad dice: «en breve, los cinco conjuntos afectados por el apego son sufrimiento». Los cinco conjuntos afectados por el apego (panc’upadanakkhandha) constituyen el esquema que el Buda había ideado para demostrar la naturaleza compuesta de la personalidad. El esquema abarca a todos los posibles tipos de estados condicionados, los cuales se distribuyen en cinco categorías: la forma material, la sensación, la percepción, las formaciones mentales y la conciencia. El conjunto de la forma material (rupa) incluye al cuerpo físico con sus facultades sensoriales al igual que los objetos materiales externos. El conjunto de la sensación (vedana) es el elemento afectivo de la experiencia, tanto placentero como doloroso o neutral. La percepción (sanna), el tercer conjunto, es el factor responsable de notar las cualidades de las cosas y también de contar con el reconocimiento y la memoria. El conjunto de las formaciones (sankhara) es un término general que incluye todos los aspectos -volitivos, emocionales e intelectivos de la vida mental. Y la conciencia (vinnana), el quinto conjunto, es la conciencia básica de un objeto, indispensable para toda la cognición. Tal como lo demuestra magistralmente el venerable Sariputta en su análisis de la primera noble verdad, representantes de todos los cinco conjuntos están presentes en cada ocasión de la experiencia, surgiendo en conexión con cada una de las seis facultades sensoriales y sus objetos (MN 28,28).

La declaración del Buda sobre que los cinco cúmulos son dukkha revela que cada cosa con la cual nos identificamos y la cual sostenemos como fuente de la felicidad, correctamente vista, es la base del sufrimiento que tanto tememos. Aún cuando nos sentimos confortables y seguros, la inestabilidad de los cúmulos, por sí misma, es la fuente de la opresión que nos mantiene perpetuamente expuestos al sufrimiento en sus formas más evidentes. Toda esta situación llega a multiplicarse hacia las dimensiones incalculables cuando tomamos en cuenta la exposición del Buda sobre el hecho del renacimiento. Todos los seres, en los cuales la ignorancia y la avidez permanecen presentes vagan a través del repetido ciclo de las existencias, el samsara, en el cual, cada una se convierte en el sufrimiento de un nuevo nacimiento, vejez, enfermedad y muerte. Todos los estados dentro del samsara, siendo necesariamente transitorios y sujetos a cambio, son incapaces de proveer la seguridad completa. La vida en todo el mundo es inestable, es barrida, no tiene refugio ni protección y no tiene nada propio (MN 82,36).


NOTA DEL TRAD.:

[1] A veces dukkha se traduce también como «insatisfacción», tal es el caso de los textos que traduzco para el Bosque Theravada.


FUENTE:

BHIKKHU BODHI (2001) «Introduction» en BHIKKHU NANAPOLI y BHIKKHU BODHI The Middle Length Discourses of the Buda: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Págs. 19-58.


Traducido y editado por Isidatta para el Bosque Theravada, 2011

Publicación del Bosque Theravada © 2011