Introducción al “Gran Libro” (Mahavagga)

BhikkhuBodhi3

Introducción del Venerable Bhikkhu Bodhi a la quinta y última parte del Samyutta Nikaya que es el Mahavagga, el Gran Libro, en  que señala la razón por la cual el mismo se llama «grande» y explica la importancia de las treinta siete ayudas de la iluminación compuestas en siete conjuntos,  las cuales constituyen el contenido principal de estos samyuttas.

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SN 25,1-10 Cakkhuvagga – Capítulo sobre el ojo

Estos diez suttas cortos, todos ellos repitiendo la misma estructura, analizan las diez experiencias de la práctica, las cuales pueden encontrarse también Rahulasamyutta (18). En el capítulo de este samyutta se hace una distinción, única en todos los Nikayas, entre los que alcanzan la entrada en la corriente por fe (saddhanusari) y por la experiencia directa del Dhamma (dhammanusari).

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SN 46,30 Udayi Sutta – Discurso con Udayi

El Venerable Udayi, agradecido por las enseñanzas del Buda, hace recuento de su historia de haber alcanzado el despertar.

 


[Leer en pali]

[30] En cierta ocasión el Bienaventurado estaba morando entre los sumbhas, en una ciudad llamada Sedaka. Entonces el Venerable Udayi, acercándose al Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a un lado diciéndole: 

«¡Esto es maravilloso Venerable Señor! Es asombroso, Venerable Señor, lo provechosa que ha sido mi devoción y reverencia hacia el Bienaventurado, y mi sentido de vergüenza y temor de actuar de mala manera. En el pasado, Venerable Señor, cuando era todavía un hombre hogareño no tenía mucho miramiento por el Dhamma y el Sangha, pero cuando consideré mi devoción y reverencia hacia el Bienaventurado, y mi sentido de vergüenza y temor de actuar de mala manera, abandoné el estilo de vida hogareño para escoger el estilo de vida renunciante. Entonces el Bienaventurado me enseñó el Dhamma de esta manera: ‘Así es la forma, así es su origen, así su desvanecimiento; así es la sensación, así es su origen, así su desvanecimiento; así es la percepción, así es su origen, así su desvanecimiento; así son las formaciones mentales, así es su origen, así su desvanecimiento; así son los estados de consciencia, así es su origen, así su desvanecimiento’. 

«Entonces, Venerable Señor, mientras estaba morando en una choza vacía, siguiendo la trayectoria del surgimiento y el declive de los cinco cúmulos [1] sujetos al apego, conocí directamente cómo esto realmente es: ‘Este es el sufrimiento’; conocí directamente cómo esto realmente es: ‘Este es el origen del sufrimiento’; conocí directamente cómo esto realmente es: ‘Este es el cese del sufrimiento’; conocí directamente cómo esto realmente es: ‘Este es el sendero que conduce al cese del sufrimiento’. He realizado la ruptura del Dhamma, Venerable Señor, y he alcanzado el sendero, el cual, siendo desarrollado y cultivado, me ha conducido hacia adelante mientras permanecía en el camino apropiado, hasta que comprendí aquel estado donde: ‘El nacimiento ha sido destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que estaba por hacerse ha sido hecho y, he aquí, no hay nada mas por realizar’. 

«He alcanzado el factor del despertar de la atención consciente, el cual, siendo desarrollado y cultivado, me ha conducido hacia adelante mientras permanecía en el camino apropiado, hasta que comprendí aquel estado donde: ‘El nacimiento ha sido destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que estaba por hacerse ha sido hecho y, he aquí, no hay nada mas por realizar’. He alcanzado el factor del despertar de de la investigación de las cualidades… de la energía… del arrobamiento… de la tranquilidad… de la concentración… de la ecuanimidad, el cual, siendo desarrollado y cultivado, me ha conducido hacia adelante mientras permanecía en el camino apropiado, hasta que comprendí aquel estado donde: ‘El nacimiento ha sido destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que estaba por hacerse ha sido hecho y, he aquí, no hay nada más por realizar’. 

«Éste es, Venerable Señor, el sendero que he alcanzado, el cual, siendo desarrollado y cultivado, me condujo hacia adelante mientras permanecía en el camino apropiado, hasta que comprendí aquel estado donde: ‘El nacimiento ha sido destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que estaba por hacerse ha sido hecho y, he aquí, no hay nada mas por realizar’.

 

«¡Bien, muy bien Udayi! Realmente éste es el sendero que has alcanzado, el cual, siendo desarrollado y cultivado, te ha conducido hacia adelante mientras permanecías en el camino apropiado, hasta que comprendiste aquel estado donde: ‘El nacimiento ha sido destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que estaba por hacerse ha sido hecho y, he aquí, no hay nada mas por realizar'».

 


NOTA:

[1]  Khandas, cúmulos, conglomerado.

 


 FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2000) «Udayi» en The Connected Discourses of the Buda: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Pág. 1588-1589.

«Udayisutta» en World Tipitaka Edition, http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/14S5/2/2.3/2.3.10 13 de mayo de 2008 


Traducción: Anton P. Baron

Edición: Anton P. Baron y Federico Angulo

Publicación de Bosque Theravada, 2010, 2020.