Conversación con un monje de Wat Pah Nanachat

Supongo que leyendo las entradas de este blog sobre Wat Pah Nanachat habréis pensado que posiblemente lo más interesante de visitar el monasterio sería hablar con un monje.

Eso mismo pensé yo. El único problema es que llegué a Wat Pah Nanachat justo cuando los monjes habían acabado de comer. Vi a dos novicios: uno fue el que me dijo las zonas que podía visitar (si recordáis el mapa del monasterio se veía que Wat Pah Nanachat es bastante grande). También me dijo si quería fotografiar la casa de los laicos que lo hiciera desde el camino que llevaba de la entrada a una sala de meditación que hay apartada.

 

Sala de meditación

 

Allí me dirigí, y tuve mucha suerte de ver a un monje. Él parecía eludirme, pero me acerqué a él para preguntarle por el feto que había en una vitrina. Os muestro las fotos (pulsar en ellas para ampliarlas).

 

Vitrina

 

 

 

 

 

De esta forma comenzamos a hablar, por supuesto en inglés, pero al preguntarme de donde era y decirle que español resultó que él era alemán, pero su madre era española, y él hablaba español. ¡Eso sí que fue tener suerte: estar en Tailandia, en Wat Pah Nanachat , encontrar sólo un monje y encima que hable español!

Así que estuvimos conversando un rato. Se llamaba José Manuel.

Le pregunté por los monjes y me dijo que acababan de comer y que estaban meditando. A él le costaba meditar después de comer.

Me contó que en Wat Pah Nanachat eran unas 40 personas, entre laicos, novicios y monjes. En Wat Pah Nanachat hay hombres y mujeres. Si una persona quiere ordenarse monje debe estar seis meses como laico. Si la shanga le acepta, pasa a ser novicio, visten de blanco, y después de un año de novicio, si de nuevo la shanga lo acepta, es ordenado monje. Tras ordenarse monje, se tiene profesor durante cinco años. Este profesor puede decidir enviarte a otro monasterio. Me contó que ahora hay pocos iluminados («enlighteneds», me dijo) y que la forma de aprender del profesor era distinto a como se hacía antes.

En la web de Wat Pah Nanachat dicen que si se quiere ir a estar unos días o más tiempo debe escribirse una carta y enviarla con antelación (de hecho yo la envié, pero nunca recibí contestación). El monje me dijo que realmente no era necesario, que llegabas al monasterio y te quedabas. Me dijo que normalmente aceptaban a todo el que quisiese ser novicio y después monje, aunque también me dijo que se habían dado casos de personas, sobre todo occidentales,  que se ponían muy nerviosas e incluso agresivas.

 

 

Monje

 

 

Me dijo que allí lo mejor era dejarse llevar y aceptar las cosas tal como son. En su opinión, los occidentales estamos acostumbrados a perseguir objetivos, a vivir siempre persiguiéndolos, y que allí eso no funcionaba. En referente a este tema de dejarse llevar, me contó que ellos se inclinaban ante la estatua de Buda, pero que hay mucha gente que diría que eso no es budismo.

En la próxima entrega del blog os seguiré contando la conversación.