Khn 22,1 (Cv 12,1) {4V.12.1,446-452} Pathamabhanavara – La primera sección de 8.000 letras

Los monjes vajjianos que viven en Vesali, cien años después de la muerte del Buda, promulgan 10 reglas que, en su mayoría, atentan en contra de las reglas promulgadas por el mismo Bienaventurado. La más grave de ellas resulta la que permite a los monjes recibir el oro y la plata. A raíz de la visita que el venereble Yasa hizo a los monjes de Vesali y el posterior desacuerdo que surgió entre ellos en este punto, se convoca a este lugar a los más venerables monjes que viven en los bosques y siguen estrictamente las reglas del Vinaya, entre los cuales resalta el sabio y realizado venerable Revata.

El sistema de numeración entre corchetes corresponde al sistema de Oldenberg, seguido luego por Horner, en las ediciones de Pali Text Society y, y el de entre las llaves, de World Tipitaka Edition

[Leer en pali]

[1] {446} En una ocasión, cien años después del paso al Parinibbana del Bienaventurado, los monjes vajjianos que vivían en Vesali, promulgaron en Vesali, estos diez puntos, diciendo: “la práctica concerniente al ‘cuerno con la sal’, está permitida [1]; la práctica concerniente al ‘ancho de dos dedos’, está permitida; la práctica concerniente a ‘entre los pueblos’, está permitida; la práctica concerniente a las ‘residencias’, está permitida; la práctica concerniente al ‘consentimiento’, está permitida; la práctica concerniente a ‘lo que se acostumbra’, está permitida; la práctica concerniente al ‘suero de mantequilla revuelto’, está permitida; la práctica concerniente a ‘tomar el ponche no fermentado’, está permitida; una pieza del paño para sentarse que no tiene bordes, está permitida; el oro y la plata están permitidos”.

En esta ocasión, el venerable Yasa, hijo de Kakandaka, estaba caminando en búsqueda de la comida de las limosnas entre los vajjianos y llegó a Vesali. Entonces, el venerable Yasa, hijo de Kakandaka tomó la residencia en Vesali, en la Gran Arboleda a la entrada del Techo de las Dos Aguas. Entonces, los monjes vajjianos de Vesali, teniendo un bote de bronce lleno de agua el día de Uposatha, habiéndolo puesto en el medio del Sangha, se dirigieron a los seguidores laicos de Vesali que llegaron ahí, con estas palabras: “Ofreced, señores, una moneda de media corona para el Sangha y [el valor de la] media moneda con la figura estampada: algo debe ser donado para el Sangha en concepto de los requisitos”.

Cuando esto fue dicho, el venerable Yasa, hijo de Kadandaka, se dirigió a los seguidores laicos de Vesali con estas palabras: “No hagáis esto, señores, no ofrendad una moneda de media corona para el Sangha ni [el valor de] la media moneda con la figura estampada para el Sangha: el oro y la plata no están permitidos a los ascetas que son hijos de los sakyanos. Los ascetas que son hijos de los sakyanos no aceptan el oro ni la plata. Los ascetas que son hijos de los sakyanos no reciben el oro ni la plata. Los ascetas que son hijos de los sakyanos no usan joyas costosas hechas de oro o plata, ni usan el oro refinado.” A pesar de lo dicho por el venerable Yasa, hijo de Kadandaka, los seguidores laicos de Vesali ofrendaron una moneda de media corona para el Sangha y [el valor de] la media moneda con la figura estampada para el Sangha. Entonces, los monjes vajjianos de Vesali, al terminar el día, repartieron las monedas de oro de acuerdo al número de los monjes. Acto seguido, los monjes vajjianos de Vesali, hablaron al venerable Yasa, hijo de Kadandaka con estas palabras:

“Esta porción de las monedas de oro te corresponde a ti, amigo Yasa”.

“Yo no necesito la porción de las monedas de oro, amigos. No acepto las monedas de oro”.

[2] Entonces los monjes vajjianos de Vesali dijeron: “Este amigo Yasa, hijo de Kadandaka, cometió una irreverencia y un abuso en contra de la fe y confidencia de los seguidores laicos. Venid: llevemos a cabo un acto de reconciliación formal con él. Entonces, el venerable Yasa, hijo de Kadandaka, habló así a los monjes vajjianos de Vesali:

“Amigos, el Bienaventurado estableció que un monje con el cual se lleva a cabo un acto formal de reconciliación debe tener a un monje mensajero acompañante. Asignadme, amigos, a un monje mensajero acompañante”.

Entonces, los monjes vajjianos de Vesali han acordado a asignarle al venerable Yasa, hijo de Kadandaka, a un monje mensajero acompañante. Acto seguido, el venerable Yasa, hijo de Kadandaka, entró a Vesali junto con el monje mensajero acompañante, y se dirigió a los seguidores laicos de Vesali con estas palabras:

“Se dijo, señores, que he cometido una irreverencia y un abuso en contra de vuestra fe y confidencia, siendo que sólo me he permitido hablar de lo que no es el dhamma, como el no-dhamma y de lo que es el dhamma como dhamma; y me he permitido hablar de lo que no es la disciplina, como la no-disciplina y de lo que es la disciplina como disciplina.

[3] {447} “Amigos, una vez, el Bienaventurado estaba morando en Savatthi en la Arboleda Jeta del parque de Anathapindika. Allí, amigos, el Bienaventurado se dirigió a los monjes con estas palabras: ‘Monjes, hay cuatro manchas, impurezas sólidas que tiene la Luna y el Sol, por culpa de las cuales la Luna y el Sol no arden, no brillan y no resplandecen. ¿Cuáles son estas cuatro? Las densas nubes, monjes, es una mancha, una impureza sólida por culpa de la cual, la Luna y el Sol no arden, no brillan y no resplandecen. La escarcha de hielo, monjes, es una mancha, una impureza sólida por culpa de la cual, la Luna y el Sol no arden, no brillan y no resplandecen. El humo negro, monjes, es una mancha, una impureza sólida por culpa de la cual, la Luna y el Sol no arden, no brillan y no resplandecen. El asura Rahu [2], monjes, es una mancha, una impureza sólida por culpa de la cual, la Luna y el Sol no arden, no brillan y no resplandecen. Éstas son, monjes, las cuatro manchas, impurezas sólidas que tiene la Luna y el Sol, por culpa de las cuales la Luna y el Sol no arden, no brillan y no resplandecen.

“’Así también, monjes, hay cuatro manchas, impurezas sólidas de los ascetas y brahmanes, por culpa de las cuales, algunos de los ascetas y brahmanes no alumbran, no brillan y no resplandecen. ¿Cuáles son estas cuatro? He aquí, monjes, algunos ascetas y brahmanes toman bebidas espirituosas, tomas bebidas fermentadas y toman bebidas embriagantes y no se abstienen de tomar estos licores. Ésta es, monjes, la primera mancha, impureza sólida de los ascetas y bramanes, por culpa de la cual, algunos de los ascetas y brahmanes no alumbran, no brillan y no resplandecen. Además, monjes, algunos ascetas y brahmanes, dan rienda suelta a las relaciones sexuales y no se abstienen de las relaciones sexuales. Ésta es, monjes, la segunda mancha, impureza sólida de los ascetas y brahmanes, por culpa de la cual, algunos de los ascetas y brahmanes no alumbran, no brillan y no resplandecen. Además, monjes, algunos de los ascetas y brahmanes consienten en aceptar oro y plata y no se abstienen de aceptar oro y plata. Ésta es, monjes, la tercera mancha, impureza sólida de los ascetas y brahmanes, por culpa de la cual, algunos de los ascetas y brahmanes no alumbran, no brillan y no resplandecen. Además, monjes, algunos ascetas y brahmanes, llevan un incorrecto modo de vida y no se abstienen de llevar el incorrecto modo de vida. Ésta es, monjes, la cuarta mancha, impureza sólida de los ascetas y brahmanes, por culpa de la cual, algunos de los ascetas y brahmanes no alumbran, no brillan y no resplandecen. Éstas son, monjes, las cuatro manchas, impurezas sólidas de los ascetas y brahmanes, por culpa de las cuales, algunos de los ascetas y brahmanes no alumbran, no brillan y no resplandecen.’ Después de haberlo dicho, amigos, el Bienaventurado, el Bienhechor, continuó diciendo:

Algunos ascetas y brahmanes están manchados

por avidez y animadversión, envueltos en la ignorancia,

deleitándose en los placeres provenientes de las formas,

tomando licores embriagantes fermentados,

siguiendo su lujuria sexual, completamente enceguecidos.

Toman regalos de oro y plata y viven erróneamente.

Esto fue llamado «manchas» por el Bienaventurado.

Los parientes del Sol, manchados por esto,

no alumbran, no resplandecen;

impuros, empañados, cubiertos por la oscuridad, esclavos de la avidez.

Incrementan su contaminación y se acercan a una nueva, terrible existencia.

“Es por haber hablado estas cosas, amigos, se dijo que he cometido una irreverencia y un abuso en contra de vuestra fe y confidencia, siendo que sólo me he permitido hablar de lo que no es el dhamma, como el no-dhamma y de lo que es el dhamma como dhamma; y me he permitido hablar de lo que no es la disciplina, como la no-disciplina y de lo que es la disciplina como disciplina.

[4] {448} “Amigos, en una ocasión el Bienaventurado estaba morando cerca de Rajagaha en el parque Veluvana donde las ardillas encuentran la comida. Entonces, amigos, en las privadas habitaciones reales surgió ésta conversación entre los miembros de la asamblea real, mientras estaban todos reunidos sentados juntos: ‘El oro y la plata están permitidos a los ascetas que son hijos de los sakyanos; los ascetas que son hijos de los sakyanos consienten en aceptar oro y plata; los ascetas que son hijos de los sakyanos reciben oro y plata’. En este momento, amigos, estaba sentado ahí, dentro de la asamblea, un jefe del pueblo llamado Maniculaca. Entonces, amigos, Maniculaca, el jefe del pueblo se dirigió a la asamblea con estas palabras: ‘No habléis de este modo, señores. El oro y la plata no están permitidos a los ascetas que son hijos de los sakyanos; los ascetas que son hijos de los sakyanos no consienten en aceptar oro y plata; los ascetas que son hijos de los sakyanos no reciben oro y plata; los ascetas que son hijos de los sakyanos no usan oro y plata; ellos han renunciado al oro y la plata’. De esta manera, amigos, Maniculaca fue capaz de convencer aquella asamblea. Entonces, amigos, Maniculaca, habiendo convencido aquella asamblea, se acercó al Bienaventurado. Habiéndose acercado al Bienaventurado y habiendo intercambiado con él cordiales saludos, se sentó a un lado, a una distancia respetuosa. Y mientras estaba sentado a una distancia respetuosa, Maniculaca, el jefe del pueblo, se dirigió al Bienaventurado con estas palabras: ‘Venerable señor, en las privadas habitaciones reales surgió ésta conversación entre los miembros de la asamblea real, mientras estaban todos reunidos sentados juntos: «El oro y la plata están permitidos a los ascetas que son hijos de los sakyanos… los ascetas que son hijos de los sakyanos no usan oro y plata; ellos han renunciado a oro y plata » . De esta manera, bienaventurado señor, fui capaz de convencer aquella asamblea. Tengo la esperanza, venerable señor, que actuando de esta manera, he sido alguien que ha acertado lo que realmente ha sido afirmado y no he tergiversado al Bienaventurado con algo que no ha sido conforme a los hechos, sino que he mantenido la doctrina conforme a lo enseñado, y que nadie que la sigue y mantiene el mismo punto de vista, se haya avergonzado’.

“’Realmente, jefe del pueblo, actuando de esta manera, has sido alguien que ha acertado lo que realmente yo he afirmado y no me has tergiversado con nada que no ha sido conforme a los hechos, sino que has mantenido la doctrina conforme a lo que he enseñado, y nadie que la sigue y mantiene el mismo punto de vista, pueda sentirse avergonzado. El oro y la plata, jefe del pueblo, no están permitidos a los ascetas que son hijos de los sakyanos; los ascetas que son hijos de los sakyanos no consienten en aceptar oro y plata; los ascetas que son hijos de los sakyanos no reciben oro y plata; los ascetas que son hijos de los sakyanos no usan oro y plata; ellos han renunciado al oro y la plata. Cualquiera, jefe del pueblo, que tiene permitido [el uso del] oro y la plata, también tiene permitido [el goce de] las cinco cuerdas de los placeres sensuales; cuando alguien tiene permitido [el goce de] las cinco cuerdas de los placeres sensuales -lo puedes entender jefe del pueblo- no se trata del Dhamma de los ascetas, no se trata del Dhamma de los hijos de los sakyanaos. Es por eso, jefe del pueblo, que he dicho esto: «la hierba puede ser considerada por alguien que necesite de la hierba; la madera puede ser considerada por alguien que necesite de la madera; el carro puede ser considerado por alguien que necesite del carro; el hombre puede ser considerado por alguien que necesite del hombre»; pero nunca y de ninguna manera, jefe del pueblo, he dicho que pueden ser considerados el oro y la plata ‘.

“Es por haber hablado estas cosas, amigos, se dijo que he cometido una irreverencia y un abuso en contra de vuestra fe y confidencia, siendo que sólo me he permitido hablar de lo que no es el dhamma, como el no-dhamma y de lo que es el dhamma como dhamma; y me he permitido hablar de lo que no es la disciplina, como la no-disciplina y de lo que es la disciplina como disciplina.

[5] {449} “En otra ocasión, amigos, cuando el Bienaventurado estaba morando en Rajagaha, como antes, en relación al caso de Upananda, ha objetado el hecho, según el cual los hijos de los sakyanos usen oro y plata y ha dejado la respectiva regla de entrenamiento [3].

“Es por haber hablado estas cosas, amigos, se dijo que he cometido una irreverencia y un abuso en contra de vuestra fe y confidencia, siendo que sólo me he permitido hablar de lo que no es el dhamma, como el no-dhamma y de lo que es el dhamma como dhamma; y me he permitido hablar de lo que no es la disciplina, como la no-disciplina y de lo que es la disciplina como disciplina.”

Cuando esto fue dicho, los seguidores laicos de Vesali hablaron de esta manera a Yasa, hijo de Kakandaka: “Venerable señor, maestro Yasa, hijo de Kakandaka es el único asceta, el hijo de los sakyanos. Aquellos, todos y cada uno de ellos, no son ascetas, ni hijos de los sakyanos. Por favor, que el venerable señor, el maestro Yasa, hijo de Kakandaka, se quede en Vesali y nosotros haremos el esfuerzo en consideración a los requisitos y los hábitos, a la comida de las limosnas y las medicinas”.

Entonces, el venerable Yasa, hijo de Kakandaka, habiendo convencido a los seguidores laicos de Vesali, volvió al monasterio junto con su mensajero acompañante.

[7] Acto seguido, los monjes vajjianos que vivían en Vesali preguntaron al monje que fue el mensajero acompañante, diciendo: “Amigo, ¿ha pedido perdón Yasa, hijo de Kakandaka a los seguidores laicos de Vesali?”

“Amigos, algo peor nos ha pasado: Yasa, hijo de Kakandaka, es ahora considerado como el único asceta, el hijo de los sakyanos y nosotros, todos y cada uno, como monjes falsos, ni tampoco hijos de los sakyanos”.

Entonces, los monjes vajjianos que vivían en Vesali dijeron: “Amigos, este Yasa, hijo de Kakandaka, no teniendo nuestro permiso ha ofrecido información a los hombres hogareños. Vayamos y llevemos a cabo un acto formal de suspensión en su contra” Acto seguido, se reunieron juntos deseosos de llevar a cabo un acto formal de suspensión en su contra. Entonces, el venerable Yasa, hijo de Kakandaka, al sobreponerse a esto, reapareció en Kosambi.

{450} Luego, el venerable Yasa, hijo de Kakandaka, envió mensajeros a los monjes de Pava y aquellos de la región sureña de Avanti, diciendo:

“Venerables señores, venid, por favor, para atender un problema legal antes de que el no dhamma brille y el dhamma sea disminuido; antes de que la no disciplina brille y la disciplina sea disminuida. Antes de que aquellos que hablan el no dhamma se vean fortalecidos y los que hablan el dhamma sean debilitados y antes de que aquellos que hablan la no disciplina se vean fortalecidos y los que hablan la disciplina sean debilitados.”

[8] En esta ocasión, el venerable Sambhuta, que vestía un áspero lienzo de cáñamo, estaba morando en la ladera de la montaña Ahoganga. Entonces, el venerable Yasa, hijo de Kakandaka, se acercó a la ladera de la montaña Ahoganga y al venerable Sambhuta, que vestía un áspero lienzo de cáñamo. Habiéndose acercado y habiendo intercambiado cordiales saludos, el venerable Sambhuta, que vestía un áspero lienzo de cáñamo se sentó a un lado, a una distancia respetuosa. Y mientras estaba sentado una distancia respetuosa, el venerable Yasa, el hijo de Kakandaka, habló así al venerable Sambhuta, que vestía un áspero lienzo de cáñamo:

“Venerable señor, estos monjes vajjianos que viven en Vesali promulgaron estos diez puntos, diciendo: ‘la práctica concerniente al «cuerno con la sal» , está permitida [1]; la práctica concerniente al «ancho de dos dedos» , está permitida; la práctica concerniente a «entre los pueblos», está permitida; la práctica concerniente a las «residencias» , está permitida; la práctica concerniente al «consentimiento» , está permitida; la práctica concerniente a «lo que se acostumbra» , está permitida; la práctica concerniente al «suero de mantequilla revuelto» , está permitida; la práctica concerniente a «tomar el ponche no fermentado» , está permitida; una pieza del paño para sentarse que no tiene bordes, está permitida; el oro y la plata están permitidos’ Ven, por favor, venerable señor, para atender este problema legal antes de que el no dhamma brille y el dhamma sea disminuido; antes de que la no disciplina brille y la disciplina sea disminuida. Antes de que aquellos que hablan el no dhamma se vean fortalecidos y los que hablan el dhamma sean debilitados y antes de que aquellos que hablan la no disciplina se vean fortalecidos y los que hablan la disciplina sean debilitados.”

“Bien, venerable señor”, respondió el venerable Sambhuta, que vestía el áspero lienzo de cáñamo al venerable Yasa, hijo de Kakandaka. Entonces, cerca de sesenta monjes de Pava, todos los moradores de  los bosques, todos los que se sustentaban de la ofrenda de las limosnas, todos los que vestían hábitos haraposos, todos los que vestían los tres hábitos, todos y cada uno de los hombres perfectos, se reunieron juntos en la ladera de la montaña Ahoganga. También unos ochenta y ocho monjes, la mayoría de ellos moradores de los bosques, los que se sustentaban de la ofrenda de las limosnas, los que vestían hábitos haraposos, los que vestían los tres hábitos, todos y cada uno de los hombres perfectos, se reunieron juntos en la ladera de la montaña Ahoganga.

[9] En esta ocasión, estos monjes que eran venerables ancianos estaban considerando la situación y ésto se les había ocurrido: “Este problema legal es duro e inoportuno. ¿Cómo podremos obtener la facción que pueda ser más poderosa en este problema legal?”

{451} En esta ocasión, el venerable Revata estaba morando en Soreyya. Y él era un monje muy instruido, experto en los cuatro Nikayas [4], experto en Dhamma, experto en la Disciplina, experto en las reglas Patimokkha, sabio y realizado, modesto y escrupuloso, deseoso de guardar todas las reglas de la práctica. Entonces, a los monjes que eran venerables ancianos se les ocurrió esto: “Este venerable Revata esta morando en Soreyya. Es un monje muy instruido, experto en los cuatro Nikayas… deseoso de guardar todas las reglas de la práctica. Si pudiésemos conseguir que el venerable Revata esté en nuestra facción, esto podría fortalecernos en este problema legal”.

En este momento, el venerable Revata, mediante la condición de su oído divino, el cual fue purificado y superior al oído humano, pudo escuchar a aquellos monjes que eran venerables ancianos mientras hacían estas consideraciones. Y habiéndoles escuchado, se le ocurrió lo siguiente: “Este problema legal es duro e inoportuno. No es apropiado para mí no refrenar un problema legal como éste. Pero estos monjes ya están viniendo y no voy a encontrar comodidad teniéndolos agolpados aquí. ¿Qué tal si voy adelantándome a ellos?”

Entonces, el venerable Revata salió de Soreyya y fue a Samkassa. Y los monjes que eran los venerables ancianos, habiendo llegado a Soreyya, preguntaron: “¿Dónde está el venerable Revata?” A lo que les respondieron: “el venerable Revata se ha ido a Samkassa”. Entonces, el venerable Revata salió de Samkassa y fue a Kannakujja. Y los monjes que eran los venerables ancianos, habiendo llegado a Samkassa, preguntaron: “¿Dónde está el venerable Revata?” A lo que les respondieron: “el venerable Revata se ha ido a Kannakujja”. Entonces, el venerable Revata salió de Kannakujja y fue a Udumbara. Y los monjes que eran los venerables ancianos, habiendo llegado a Kannakujja, preguntaron: “¿Dónde está el venerable Revata?” A lo que les respondieron: “el venerable Revata se ha ido a Udumbara”. Entonces, el venerable Revata salió de Udumbara y fue a Aggalapura. Y los monjes que eran los venerables ancianos, habiendo llegado a Udumbara, preguntaron: “¿Dónde está el venerable Revata?” A lo que les respondieron: “el venerable Revata se ha ido a Aggalapura”. Entonces, el venerable Revata salió de Aggalapura y fue a Sahajati. Y los monjes que eran los venerables ancianos, habiendo llegado a Aggalapura, preguntaron: “¿Dónde está el venerable Revata?” A lo que les respondieron: “el venerable Revata se ha ido a Sahajati”. Entonces, los monjes que eran los venerables ancianos encontraron al venerable Revata en Sahajati.

[10] {452} En esta ocasión, el venerable Sambhuta, que vestía el áspero lienzo de cáñamo, habló así al venerable Yasa, hijo de Kakandaka: “Venerable señor, este venerable Revata es un monje muy instruido, experto en los cuatro Nikayas [4], experto en Dhamma, experto en la Disciplina, experto en las reglas Patimokkha, sabio y realizado, modesto y escrupuloso, deseoso de guardar todas las reglas de la práctica. Si nosotros preguntásemos algo al venerable Revata, el venerable Revata sería capaz de permanecer la noche entera explicando esta cuestión. Pero ahora, el venerable Revata es requerido por un monje alumno, que recita los textos sagrados. Cuando este monje termine de recitar los textos sagrados, Usted podría acercarse al venerable Revanda y preguntarle acerca de estos diez puntos”.

“Muy bien, venerable señor”, respondió el venerable Yasa, hijo de Kakandaka al venerable Sambhuta, que vestía el áspero lienzo de cáñamo. Entonces, el venerable Revata fue requerido por el monje alumno, que recitaba los textos sagrados. Acto seguido, cuando este monje hubo completado la entonación de los textos sagrados, el venerable Yasa, hijo de Kakandaka se acercó al venerable Revata. Habiéndose acercado y habiendo intercambiado cordiales saludos con el venerable Revata, se sentó a un lado, a una distancia respetuosa. Mientras estaba sentado a una distancia respetuosa, el venerable Yasa, hijo de Kakandaka habló así al venerable Revata:

“Venerable señor, ¿está permitida la práctica concerniente al ‘cuerno con la sal’?”

“¿Qué es, venerable señor, la práctica concerniente al ‘cuerno con la sal’?”

“Venerable señor, ¿está permitido llevar un cuerno con la sal, pensando: ‘Voy a usarla cada vez que algo sea insípido’?”

“No, venerable señor, esto no está permitido”.

“Venerable señor, ¿está permitida la práctica concerniente al ‘ancho de dos dedos’?”

“¿Qué es, venerable señor, la práctica concerniente al ‘ancho de dos dedos’?”

“Venerable señor, ¿está permitido comer en el tiempo incorrecto cuando la sombra ha pasado más allá del ancho de dos dedos?”

“No, venerable señor, esto no está permitido”.

“Venerable señor, ¿está permitida la práctica concerniente a ‘entre los pueblos’?”

“¿Qué es, venerable señor, la práctica concerniente a ‘entre los pueblos’?”

“Venerable señor, ¿está permitido pensar: ‘Voy a ir ahora entre los pueblos a comer la comida que no constituye sobras’ habiendo comido antes y habiendo sido satisfecho? [5]

“No, venerable señor, esto no está permitido”.

“Venerable señor, ¿está permitida la practica concerniente a las ‘residencias’?”

“¿Qué es, venerable señor, la práctica concerniente a las ‘residencias’?”

“Venerable señor, ¿está permitido realizar varios Uposathas en varias residencias ubicadas en los mismos límites?”

“No, venerable señor, esto no está permitido”.

“Venerable señor, ¿está permitida la practica concerniente al ‘consentimiento’?”

“¿Qué es, venerable señor, la práctica concerniente al ‘consentimiento’?”

“Venerable señor, ¿está permitido llevar a cabo un acto formal del Sangha incompleto, pensando ‘nosotros vamos a informar a los monjes que vendrán’?”

“No, venerable señor, esto no está permitido”.

“Venerable señor, ¿está permitida la practica concerniente a ‘lo que se acostumbra’?”

“¿Qué es, venerable señor, la práctica concerniente a ‘lo que se acostumbra’?”

“Venerable señor, ¿está permitido consentir a realizar una determinada conducta, pensando ‘esto es lo que habitualmente hace mi preceptor’ o ‘esto es lo que habitualmente hace mi maestro’?”

“Venerable señor, la práctica concerniente a ‘lo que se acostumbra’ a veces está permitida y a veces no está permitida”.

“Venerable señor, ¿está permitida la practica concerniente al ‘suero de mantequilla revuelto’?”

“¿Qué es, venerable señor, la práctica concerniente al ‘suero de mantequilla revuelto’?”

“Venerable señor, ¿está permitido tomar leche que no constituye sobras y que ya ha pasado del estado de la leche, aunque aún no se convertido en leche cuajada, cuando uno ya ha comido y quedó satisfecho?”

“No, venerable señor, esto no está permitido”.

“Venerable señor, ¿está permitida la práctica concerniente a ‘tomar el ponche no fermentado’?”

“¿Qué es, venerable señor, la práctica concerniente al ‘tomar el ponche no fermentado’?”

“Venerable señor, ¿está permitido tomar cualquier licor embriagante que no nubla la mente por no haber fermentado lo suficiente para convertirse en bebida fuerte?”

“No, venerable señor, esto no está permitido”.

“Venerable señor, ¿está permitida una pieza del paño para sentarse que no tenga bordes?”

“No, venerable señor, esto no está permitido”.

“Venerable señor, ¿están permitidos el oro y la plata?”

“No, venerable señor, esto no está permitido”.

“Venerable señor, estos monjes vajjianos que viven en Vesali han promulgado estos diez puntos en Vesali. Ven, venerable señor, vayamos por favor, a atender este problema legal antes de que el no dhamma brille y el dhamma sea disminuido; antes de que la no disciplina brille y la disciplina sea disminuida. Antes de que aquellos que hablan el no dhamma se vean fortalecidos y los que hablan el dhamma sean debilitados y antes de que aquellos que hablan la no disciplina se vean fortalecidos y los que hablan la disciplina sean debilitados.”

“Muy bien, venerable señor”, respondió el venerable Revata al venerable Yasa, hijo de Kakandaka.


NOTAS:

[1] En qué consiste cada uno de estos diez puntos está explicado más adelante en el mismo texto.

[2] Los asuras son una especie de demonios que habitan uno de los reinos bajos o estados de privación, según la cosmología budista. Rahu, es el rey de los asuras y, desde la época védica, fue asociado con los eclipses lunares y solares.

[3] Se trata de “Rupiyasikkhapada” la regla número 37 del Patomokkha, la cual se encuentra en el cuarto grupo de reglas (Nissaggiya Pacittiya, NP 18,582-586 o 1V.1.4.2.8, según la numeración del World Tipitaka Edition): “ Tomar el oro o el dinero, hacer que alguien más lo tome o consentir que sea depositado como el donativo para uno mismo, es Nissaggiya Pacittiya”.

[4] agatagama : adjetivo con el cual se designa a alguien “instruido en las cuatro colecciones del Sutta Pitaka” (Digha Nikaya, Majjhima Nikaya, Samyutta Nikaya y Angutara Nikaya).

[5] Compare Pacittiya 35: Pavaranasikkhapada (Pc 35,236-241 o 2V.1.5.4.5, según la numeración del World Tipitaka Edition): “ Comer la comida corriente o no corriente, que no constituye las sobras, luego de haber terminado la comida este mismo día más temprano, durante la cual uno ha rechazado comer más la comida corriente, es Pacittiya”.


FUENTES:

“Pathamabhanavara ” en The World Tipitaka Edition http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/4V/12/12.1 (13/05/2008)

HORNER, I.B. (2000) “The Lesser Division (Cullavagga)XII” en The Book of the Discipline: Vinaya-Pitaka. Vol. V: Cullavagga . Oxford, Pali Text Society. Págs. 407-429.


Traducido y editado por Isidatta para el Bosque Theravada, 2009

Publicación del Bosque Theravada, 2009, 2010