MN 77 {10M.3.7,237-259} Mahasakuludayi Sutta – Discurso a Sakuludayo

El Buda enseña a un grupo de ascetas ambulantes las razones por las cuales sus discípulos lo veneran y lo consideran como su guía.

[Leer en pali]

Nota de Bosque Theravada: La numeración entre corchetes [] corresponde al sistema de Nanamoli-Boddhi, mientras que la de las llaves {} al sistema de World Tipitaka Edition. Los títulos de las secciones entre corchetes [] provienen de Bhikkhu Bodhi (1995) y no forman parte del texto original.

[1] {237} Esto he escuchado: en una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en Rajagaha en el parque Veluvana donde las ardillas van en busca de comida.

[2] En esta ocasión, un número de bien conocidos ascetas errantes estaba morando en la Arboleda de los Pavos Reales, que era el parque de los ascetas errantes: Annabhara, Varadhara y el asceta mendigante Sakuludayin, al igual que otros bien conocidos ascetas errantes.

[3] En esta ocasión, de mañana temprano, el Bienaventurado se vistió y, tomando su cuenco y el hábito exterior, entró a Rajagaha en búsqueda de limosnas. Entonces, surgió en él este pensamiento: «es todavía demasiado temprano para buscar las limosnas en Rajagaha. ¿Qué tal si voy junto al asceta errante Sakuludayin, a la Arboleda de los Pavos Reales, al parque de los ascetas errantes?»

[4] Así que el Bienaventurado fue a la Arboleda de los Pavos Reales, al parque de los ascetas errantes. En esta ocasión, el asceta errante Sakuludayin estaba sentado junto a una gran asamblea de los ascetas errantes quienes hacían un gran tumulto y bullicio, hablando ruidosamente sobre una cantidad de temas frívolos como los cuentos sobre reyes, ladrones, ministros del estado, cuentos de guerra, de terror y de batallas, charlas acerca de las comidas y bebidas, vestimenta, camas, guirnaldas, perfumes; pláticas sobre las relaciones, viajes, pueblos, ciudades, poblados y países; charlas sobre las mujeres y sobre los héroes, chismorreo en las esquinas de las calles o en lugares donde se busca el agua; historias de espíritus, conversaciones desganadas, especulaciones acerca de la creación de la tierra o del mar, o sobre si las cosas son así o de otra manera. En esto, el asceta errante Sakuludayin vio al Bienaventurado acercándose de lejos. Habiéndolo visto, aquietó la asamblea con estas palabras: «Señores, por favor, aquietaos. Señores, por favor, no hagáis tanto ruido. He aquí, que viene acercándose a este lugar el asceta Gotama. A este venerable señor le gusta la quietud, se disciplina en la quietud y recomienda la quietud. Quizá, si encuentra a esta asamblea quieta, se le ocurra unirse a ella». Entonces, estos ascetas errantes llegaron a callarse.

[5] Y el Bienaventurado se acercó junto al asceta errante Sakuludayin, quien le dijo: «Que el venerable señor se acerque. Bienvenido sea, venerable señor. Ha transcurrido mucho tiempo desde que el venerable señor ha encontrado la oportunidad de llegar aquí por última vez. Que el venerable señor tome el asiento. He aquí, un asiento preparado».

Entonces, el Bienaventurado tomó el asiento que estaba preparado para él, mientras que el asceta errante Sukuludayin tomó un asiento más bajo y se sentó a un lado. Cuando ya estaba sentado ahí, el Bienaventurado se dirigió a él con estas palabras:

{238} «¿Por qué clase de discusión estáis sentados aquí juntos, Udayin? Y, ¿qué discusión fue ésta que ha sido interrumpida?»

[6] «Dejemos estar, venerable señor, la discusión por la cual estamos sentados aquí juntos. Venerable señor, bien puede interiorizarse de ella más tarde. En los últimos días, venerable señor, cuando los ascetas y brahmanes de los diferentes credos se han reunido juntos y se han sentado juntos en el salón de los debates, este tema ha surgido entre ellos: ‘es un beneficio para la gente de Anga y Maghada que estos ascetas y brahmanes, los que encabezan las órdenes, encabezan los grupos, enseñan a los grupos, que son bien conocidos y famosos fundadores de credos considerados por muchos santos, han llegado a Rajagaha para pasar aquí el periodo de las lluvias. Entre ellos está Purana Kassapa, la cabeza de una orden, cabeza de un grupo, que enseña a un grupo, es bien conocido y famoso fundador del credo considerado por muchos santos: él ha llegado a Rajagaha para pasar aquí el periodo de las lluvias. También, está entre ellos Makkhali Gosala… Ajita Kesakambalin… Padukha Kaccayana… Sanjaya Belatthiputta… Nigantha Nataputta, la cabeza de una orden, cabeza de un grupo, que enseña a un grupo, es bien conocido y famoso fundador del credo considerado por muchos santos: él ha llegado a Rajagaha para pasar aquí el periodo de las lluvias. También, está entre ellos el asceta Gotama, la cabeza de una orden, cabeza de un grupo, que enseña a un grupo, es bien conocido y famoso fundador del credo considerado por muchos santos: él ha llegado a Rajagaha para pasar aquí el periodo de las lluvias.

«‘Ahora bien, entre todos estos ascetas y brahmanes, los que encabezan las órdenes, encabezan los grupos, enseñan a los grupos, que son bien conocidos y famosos fundadores de credos considerados por muchos santos, ¿quién es honrado, respetado, reverenciado y venerado por sus discípulos? ¿Y cómo lo honran y respetan aquellos que viven bajo su dependencia?’

{239} «Entonces, algunos dijeron esto: ‘este Purana Kassapa, aunque sea la cabeza de una orden, cabeza de un grupo, que enseña a un grupo, es bien conocido y famoso fundador del credo considerado por muchos santos, aún así no es honrado, respetado, reverenciado ni venerado por sus discípulos; tampoco lo honran ni respetan aquellos que viven bajo su dependencia. Una vez, Purana Kassapa estaba enseñando el Dhamma a una asamblea compuesta por varias centenas de seguidores. En esta ocasión, cierto discípulo empezó a hacer el ruido diciendo: «Señores, no hagáis esta pregunta a Purana Kassapa, puesto que él no sabe de esto. Nosotros sí, lo sabemos. Preguntadnos a nosotros. Nosotros sí, os responderemos, señores.» Y sucedió que Purana Kassapa no se salió con la suya, a pesar de que haya agitado sus brazos y gimió: «¡Estaos quietos, señores! ¡No hagáis ruido, señores! Ellos no os preguntan a vosotros. Nos preguntan a nosotros y nosotros les responderemos.» En efecto, muchos de sus discípulos lo han abandonado luego de haber refutado su doctrina de esta manera: «Tú no entiendes este Dhamma y Disciplina. Yo sí, entiendo este Dhamma y Disciplina. ¿Cómo podrías tú entender este Dhamma y Disciplina? Tu camino está equivocado y el mío es correcto. Yo soy consistente y tú no. Lo que debería ser dicho al inicio, tú lo dices al final. Lo que debería ser dicho al final, tú lo dices al inicio. Aquello que con tanto cuidado habías pensado, ha sido vuelto por ti del revés. Tu doctrina ha sido refutada. Ha sido demostrado que estás equivocado. Ve y aprende mejor o desenrédate a ti mismo si puedes.» Así, Purana Kassapa no es honrado, respetado, reverenciado ni venerado por sus discípulos; tampoco lo honran ni respetan aquellos que viven bajo su dependencia. Realmente, ha sido desdeñado por el desdén manifiesto en su Dhamma.’

«Y otros dijeron esto: ‘este Makkhali Gosala… Ajita Kesakambalin… Padukha Kaccayana… Sanjaya Belatthiputta… Nigantha Nataputta, aunque sea la cabeza de una orden, cabeza de un grupo, que enseña a un grupo, es bien conocido y famoso fundador del credo considerado por muchos santos, aún así no es honrado, respetado, reverenciado ni venerado por sus discípulos; tampoco lo honran ni respetan aquellos que viven bajo su dependencia. Una vez, Nigantha Nataputta estaba enseñando el Dhamma a una asamblea compuesta por varias centenas de seguidores. En esta ocasión, cierto discípulo empezó a hacer el ruido diciendo: «Señores, no hagáis esta pregunta a Nigantha Nataputta, puesto que él no sabe de esto. Nosotros sí, lo sabemos. Preguntadnos a nosotros. Nosotros sí, os responderemos, señores.» Y sucedió que Nigantha Nataputta no se salió con la suya, a pesar de que haya agitado sus brazos y gimió: «¡Estaos quietos, señores! ¡No hagáis ruido, señores! Ellos no os preguntan a vosotros. Nos preguntan a nosotros y nosotros les responderemos.» En efecto, muchos de sus discípulos lo han abandonado luego de haber refutado su doctrina de esta manera: «Tú no entiendes este Dhamma y Disciplina. Yo sí, entiendo este Dhamma y Disciplina. ¿Cómo podrías tú entender este Dhamma y Disciplina? Tu camino está equivocado y el mío es correcto. Yo soy consistente y tú no. Lo que debería ser dicho al inicio, tú lo dices al final. Lo que debería ser dicho al final, tú lo dices al inicio. Aquello que con tanto cuidado habías pensado, ha sido vuelto por ti del revés. Tu doctrina ha sido refutada. Ha sido demostrado que estás equivocado. Ve y aprende mejor o desenrédate a ti mismo si puedes.» Así, Nigantha Nataputta no es honrado, respetado, reverenciado ni venerado por sus discípulos; tampoco lo honran ni respetan aquellos que viven bajo su dependencia. Realmente, ha sido desdeñado por el desdén manifiesto en su Dhamma.’

{240} «Pero otros dijeron esto: ‘este asceta Gotama, él es la cabeza de una orden, cabeza de un grupo, que enseña a un grupo, es bien conocido y famoso fundador del credo considerado por muchos santos. También, él es honrado, respetado, reverenciado y venerado por sus discípulos; también lo honran y respetan aquellos que viven bajo su dependencia. Una vez, el asceta Gotama estaba enseñando el Dhamma a una asamblea compuesta por varias centenas de seguidores. En esta ocasión, cierto discípulo se limpió la garganta y uno de sus compañeros en la vida santa le dio con el codo en su rodilla [para indicarle:] «Esté quieto, venerable señor, no hagas ruido. El Bienaventurado, el Maestro, está enseñando el Dhamma.» Cuando el asceta Gotama está enseñando el Dhamma a una asamblea compuesta por varias centenas de seguidores, en estas ocasiones no hay sonido emitido por sus discípulos, ni el producido por tos ni por limpiar la garganta. Porque entonces, toda esta gran asamblea está en suspenso y gran expectación: «escuchemos el Dhamma que el Bienaventurado está por enseñar». Al igual como si un hombre en el cruce de caminos estuviera extrayendo la miel pura y un gran grupo de gente lo estuviera mirando en suspenso y gran expectación, así también, cuando el asceta Gotama está enseñando el Dhamma a una asamblea compuesta por varias centenas de seguidores, en estas ocasiones no hay sonido emitido por sus discípulos, ni el producido por tos ni por limpiar la garganta. Porque entonces, toda esta gran asamblea está poseída por una gran expectación: «escuchemos el Dhamma que el Bienaventurado está por enseñar». Y aún aquellos discípulos suyos que se apartan de sus compañeros de la vida santa y abandonan el entrenamiento retornando al estilo de vida más bajo -aún ellos alaban al Maestro, al Dhamma y al Sangha; se censuran más bien a ellos mismos que a otros, diciendo: «nosotros somos los infelices y poseemos pocos méritos; pues aunque fuéramos renunciantes a la vida sin hogar en semejante Dhamma bien proclamado, no seríamos capaces la perfecta y pura vida santa por el resto de nuestras vidas.» Habiendo llegado ayudantes de monasterio o seguidores laicos, asumen o observan los cinco preceptos. Así el asceta Gotama, que es la cabeza de una orden, cabeza de un grupo, que enseña a un grupo, es bien conocido y, siendo famoso fundador del credo considerado por muchos santos, también es honrado, respetado, reverenciado y venerado por sus discípulos; como también lo honran y respetan aquellos que viven bajo su dependencia.'»

[7] {241} «Pero, Udayin, ¿cuántas cualidades ves en mí, por las cuales mis discípulos me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo mi dependencia?»

[8] «Venerable señor, yo veo en el Bienaventurado cinco cualidades por las cuales sus discípulos le honran, respetan, reverencian y veneran, y también le honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia. ¿Cuáles cinco?

«En primer lugar, venerable señor, el Bienaventurado come poco y encomienda comer poco. Esta es la primera cualidad que veo en el Bienaventurado, por la cual sus discípulos le honran, respetan, reverencian y veneran, y también le honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia.

«Además, venerable señor, el Bienaventurado se contenta con cualquier clase de hábito y encomienda haberse contentado con cualquier clase de hábito. Esta es la segunda cualidad que veo en el Bienaventurado, por la cual sus discípulos le honran, respetan, reverencian y veneran, y también le honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia.

«Además, venerable señor, el Bienaventurado se contenta con cualquier clase de la comida de las limosnas y encomienda haberse contentado con cualquier clase de comida de las limosnas. Esta es la segunda cualidad que veo en el Bienaventurado, por la cual sus discípulos le honran, respetan, reverencian y veneran, y también le honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia.

«Además, venerable señor, el Bienaventurado se contenta con cualquier clase de alojamiento y encomienda haberse contentado con cualquier clase de alojamiento. Esta es la segunda cualidad que veo en el Bienaventurado, por la cual sus discípulos le honran, respetan, reverencian y veneran, y también le honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia.

«Además, venerable señor, el Bienaventurado vive recluido y encomienda la reclusión. Esta es la segunda cualidad que veo en el Bienaventurado, por la cual sus discípulos le honran, respetan, reverencian y veneran, y también le honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia.

«Éstas son, venerable señor, las cinco cualidades, por las cuales los discípulos del Bienaventurado le honran, respetan, reverencian y veneran, y también le honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia.»

[9] {242} «Supón, Udayin, que mis discípulos me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia con este pensamiento: ‘el asceta Gotama come poco y encomienda comer poco’. Ahora bien, he aquí hay discípulos míos que viven del cuenco lleno o del cuenco llenado a la mitad, del fruto de gilva o de la mitad del fruto de vilva, mientras que algunas veces yo mismo como todo el contenido de mi cuenco o hasta más que esto. Entonces, mis discípulos que me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia con este pensamiento: ‘el asceta Gotama come poco y encomienda comer poco’, aquellos discípulos míos que viven del cuenco lleno o del cuenco llenado a la mitad, del fruto de gilva o de la mitad del fruto de vilva, podrían dejar de honrarme, respetarme, reverenciarme y venerarme, y también podrían dejar de honrarme y respetarme aquellos que viven bajo mi dependencia.

«Supón también, Udayin, que mis discípulos me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia con este pensamiento: ‘el asceta Gotama se contenta con cualquier clase de hábito y encomienda haberse contentado con cualquier clase de hábito’. Ahora bien, he aquí hay discípulos míos que visten sólo harapos deshechos o visten ropas ásperas; recolectan trapos de los cementerios, de las pilas de los desperdicios o de las tiendas, luego remiendan sus ropas y las visten, mientras que algunas veces yo mismo visto ropas que me ofrecen los hombres hogareños, ropas tan finas que un cabello de calabaza sería áspero en comparación con ellas. Entonces, mis discípulos que me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia con este pensamiento: ‘el asceta Gotama se contenta con cualquier clase de hábito y encomienda haberse contentado con cualquier clase de hábito’, aquellos discípulos míos que visten sólo harapos deshechos o visten ropas ásperas; recolectan trapos de los cementerios, de las pilas de los desperdicios o de las tiendas, luego remiendan sus ropas y las visten, podrían dejar de honrarme, respetarme, reverenciarme y venerarme, y también podrían dejar de honrarme y respetarme aquellos que viven bajo mi dependencia.

«Supón también, Udayin, que mis discípulos me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia con este pensamiento: ‘el asceta Gotama se contenta con cualquier clase de la comida de las limosnas y encomienda haberse contentado con cualquier clase de comida de las limosnas’. Ahora bien, he aquí hay discípulos míos que inquebrantablemente recorren de casa a casa para alimentarse de la comida de las limosnas, que se deleitan en recoger la comida de las limosnas; cuando se les invita a entrar a las casas, ni siquiera consienten a sentarse cuando son invitados, mientras que algunas veces yo mismo, siendo invitado, consumo comida del arroz selecto con muchas salsas y condimentos. Entonces, mis discípulos que me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia con este pensamiento: ‘el asceta Gotama se contenta con cualquier clase de la comida de las limosnas y encomienda haberse contentado con cualquier clase de comida de las limosnas’, aquellos discípulos míos que inquebrantablemente recorren de casa a casa para alimentarse de la comida de las limosnas, que se deleitan en recoger la comida de las limosnas; cuando se les invita a entrar a las casas, ni siquiera consienten a sentarse cuando son invitados, podrían dejar de honrarme, respetarme, reverenciarme y venerarme, y también podrían dejar de honrarme y respetarme aquellos que viven bajo mi dependencia.

«Supón también, Udayin, que mis discípulos me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia con este pensamiento: ‘el asceta Gotama se contenta con cualquier clase de alojamiento y encomienda haberse contentado con cualquier clase de alojamiento’. Ahora bien, he aquí hay discípulos míos que moran debajo del árbol o al aire libre, quienes no usan techos durante ocho meses [del año], mientras que algunas veces yo mismo vivo en mansiones con gabletes, emplastadas por fuera y por dentro, protegidas en contra del viento, aseguradas con cerrojos y con ventanas con postigos. Entonces, mis discípulos que me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia con este pensamiento: ‘el asceta Gotama se contenta con cualquier clase de alojamiento y encomienda haberse contentado con cualquier clase de alojamiento’, aquellos discípulos míos que moran debajo del árbol o al aire libre, quienes no usan techos durante ocho meses [del año], podrían dejar de honrarme, respetarme, reverenciarme y venerarme, y también podrían dejar de honrarme y respetarme aquellos que viven bajo mi dependencia.

«Supón también, Udayin, que mis discípulos me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia con este pensamiento: ‘el asceta Gotama vive recluido y encomienda la reclusión’. Ahora bien, he aquí hay discípulos míos que moran en el bosque, moran en los remotos lugares solitarios, quienes viven dentro de las remotas selvas y retornar al medio del Sangha cada mitad del mes para recitar Patimokkha, mientras que algunas veces yo mismo vivo rodeado de monjes y monjas, por hombres y mujeres que son mis seguidores laicos, por reyes y sus ministros, por líderes de otros credos y sus discípulos. Entonces, mis discípulos que me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia con este pensamiento: ‘el asceta Gotama vive recluido y encomienda la reclusión’, aquellos discípulos míos que moran en el bosque, moran en los remotos lugares solitarios, quienes viven dentro de las remotas selvas y retornar al medio del Sangha cada mitad del mes para recitar Patimokkha, podrían dejar de honrarme, respetarme, reverenciarme y venerarme, y también podrían dejar de honrarme y respetarme aquellos que viven bajo mi dependencia.

 

[I. La virtud superior]

[10] {243} «Sin embargo, Udayin, existen otras cinco cualidades, por las cuales mis discípulos me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia. ¿Cuáles cinco?

[11] «He aquí, Udayin, mis discípulos me aprecian por la virtud superior de esta manera: ‘el asceta Gotama es virtuoso, posee la totalidad de las virtudes’. Esta es la primera cualidad, Udayin, por la cual mis discípulos me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia.

 

[II. Conocimiento y visión]

[12] {244} «Además, Udayin, mis discípulos me aprecian por mi excelente conocimiento y visión de esta manera: ‘Cuando el asceta Gotama dice «lo sé», realmente lo sabe; cuando dice «lo veo», realmente lo ve. El asceta Gotama enseña el Dhamma a través del conocimiento directo y no sin el conocimiento directo; él enseña el Dhamma con una base sólida y no sin una base sólida; él enseña el Dhamma de manera convincente y no de manera no convincente.’ Esta es la segunda cualidad, Udayin, por la cual mis discípulos me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia.

 

[III. Sabiduría superior]

[13] {245} «Además, Udayin, mis discípulos me aprecian por mi sabiduría superior de esta manera: ‘El asceta Gotama es sabio; él posee la plenitud suprema de la sabiduría. Es imposible que él no pudiera prever las futuras implicancias de su doctrina o que no fuera capaz de refutar con razonamientos las actuales doctrinas de otros.’ ¿Qué opinas, Udayin? ¿Podrían mis discípulos estropearme o interrumpirme?» – «No, venerable señor». – «Yo no espero instrucciones por parte de mis discípulos, son mis discípulos quienes esperan mis instrucciones. Esta es la tercera cualidad, Udayin, por la cual mis discípulos me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia.

 

[IV. Las cuatro nobles verdades]

[14] {246} «Además, Udayin, cuando mis discípulos se topan con el sufrimiento, son víctimas del sufrimiento y son presas del sufrimiento, vienen junto a mí y me preguntan acerca de la noble verdad del sufrimiento. Siendo preguntado, les explico la noble verdad del sufrimiento, y satisfago sus mentes con mi explicación. Cuando mis discípulos se topan con el sufrimiento, son víctimas del sufrimiento y son presas del sufrimiento, vienen junto a mí y me preguntan acerca de la noble verdad del origen del sufrimiento… me preguntan acerca de la noble verdad del cese del sufrimiento… me preguntan acerca de la noble verdad del sendero que conduce al cese del sufrimeinto. Siendo preguntado, les explico la noble verdad del sendero que conduce al cese del sufrimiento, y satisfago sus mentes con mi explicación. Esta es la cuarta cualidad, Udayin, por la cual mis discípulos me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia.

 

[V. La manera de desarrollar los saludables estados]

[1. Las cuatro fundaciones de la atención consciente]

[15] {247} «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera de desarrollar las cuatro fundaciones de la atención conscientes. He aquí, el monje mora contemplando el cuerpo como el cuerpo -ardiente, plenamente atento y consciente- habiendo dejado atrás la codicia y la pesadumbre por el mundo. Él mora contemplando las sensaciones como las sensaciones… la mente como la mente… los fenómenos mentales como los fenómenos mentales, -ardiente, plenamente atento y consciente- habiendo dejado atrás la codicia y la pesadumbre por el mundo. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[2. Las cuatro clases de los rectos esfuerzos]

[16] «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera de desarrollar las cuatro clases de rectos esfuerzos. He aquí, el monje despierta en sí el entusiasmo por no permitir que surjan los estados insalubres que aún no han surgido; hace el esfuerzo, hace surgir la energía, ejercita su mente y se esfuerza. Además, él despierta en sí el entusiasmo por abandonar los estados insalubres que ya no han surgido; hace el esfuerzo, hace surgir la energía, ejercita su mente y se esfuerza. Además, él despierta en sí el entusiasmo por hacer que surjan los estados saludables que aún no han surgido; hace el esfuerzo, hace surgir la energía, ejercita su mente y se esfuerza. Además, él despierta en sí el entusiasmo por no permitir que desaparezcan los estados saludables que ya han surgido; hace el esfuerzo, hace surgir la energía, ejercita su mente y se esfuerza. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[3. Las cuatro bases del poder espiritual]

[17] «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera de desarrollar las cuatro bases del poder espiritual. He aquí, el monje desarrolla la base del poder espiritual dotada de la concentración debido al deseo y la formación volitiva del esfuerzo. Él desarrolla la base del poder espiritual dotada de la concentración debido a la energía y la formación volitiva del esfuerzo. Él desarrolla la base del poder espiritual dotada de la concentración debido a la mente y la formación volitiva del esfuerzo. Él desarrolla la base del poder espiritual dotada de la concentración debido a la investigación y la formación volitiva del esfuerzo. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[4. Las cinco facultades]

[18] «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera de desarrollar las cinco facultades. He aquí, el monje desarrolla la facultad de la fe, la cual conduce a la paz y al despertar. La facultad de la energía, la cual conduce a la paz y al despertar. La facultad de la atención consciente, la cual conduce a la paz y al despertar. La facultad de la concentración, la cual conduce a la paz y al despertar. La facultad de la sabiduría, la cual conduce a la paz y al despertar. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[5. Los cinco poderes]

[19] «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera de desarrollar las cinco podres. He aquí, el monje desarrolla el poder de la fe, el cual conduce a la paz y al despertar. El poder de la energía, el cual conduce a la paz y al despertar. El poder de la atención consciente, el cual conduce a la paz y al despertar. El poder de la concentración, el cual conduce a la paz y al despertar. El poder de la sabiduría, el cual conduce a la paz y al despertar. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[6. Los siete factores del Despertar]

[20] «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera de desarrollar los siete factores del Despertar. He aquí, el monje, desarrolla la atención consciente como factor de Iluminación, a través de la reclusión, desapasionamiento, el cese y la madurez de la liberación. Él desarrolla la discriminación de los estados mentales como factor de Iluminación… la energía como factor de Iluminación… el arrobamiento como factor de Iluminación… la tranquilidad como factor de Iluminación… la concentración como factor de Iluminación… la ecuanimidad como factor de Iluminación, a través de la reclusión, desapasionamiento, el cese y la madurez de la liberación. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[7. El Noble Óctuple Sendero]

[21] «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera de desarrollar el Noble Óctuple Sendero. He aquí, el monje desarrolla en el recto punto de vista, la recta intención, la recta forma de hablar, la recta acción, el recto modo de vida, el recto esfuerzo, la recta atención consciente y la recta concentración. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[8. Las ocho liberaciones]

[22] {248} «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera de desarrollar las ocho liberaciones. Provisto de formas, uno ve las formas. Ésta es la primera liberación. No percibiendo las formas internamente, uno ve las formas externamente. Ésta es la segunda liberación. ón. es la primera liberacilas formas. Pensando: ‘esto es bello’, uno intenta solamente esto. Ésta es la tercera liberación. Habiendo trascendido completamente la percepción de la forma, con la desaparición de la percepción de la resistencia, al no atender a la percepción de la diversidad y pensando ‘el espacio infinito’, uno entra y permanece en la dimensión del espacio infinito. Ésta es la cuarta liberación. Habiendo trascendido completamente la dimensión del espacio infinito, pensando ‘la conciencia infinita’, uno entra y permanece en la dimensión de la conciencia infinita. Ésta es la quinta liberación. Habiendo trascendido completamente la dimensión de la conciencia infinita, pensando ‘no hay nada’, uno entra y permanece en la dimensión de la nada. Ésta es la sexta liberación. Habiendo trascendido completamente la dimensión de la nada, uno entra y permanece en la dimensión de la ni percepción ni la no-percepción. Ésta es la séptima liberación. Habiendo trascendido completamente la dimensión de la ni percepción ni la no percepción, uno entra y permanece en el cese de la percepción y la sensación. Ésta es la octava liberación. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[9. Las ocho bases de la trascendencia]

[23] {249} «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera de desarrollar las ocho bases de la trascendencia. Percibiendo las formas internamente, uno ve las formas externamente: limitadas, bellas y feas. Y trascendiendo las formas, uno percibe esto: ‘conozco y veo’. Ésta es la primera base de la trascendencia [1]. Percibiendo las formas internamente, uno ve las formas externamente: inconmensurables, bellas y feas. Y trascendiendo las formas, uno percibe esto: ‘conozco y veo’. Ésta es la segunda base de la trascendencia. No percibiendo las formas internamente, uno ve las formas externamente: limitadas, bellas y feas. Y trascendiendo las formas, uno percibe esto: ‘conozco y veo’. Ésta es la tercera base de la trascendencia [2]. No percibiendo las formas internamente, uno ve las formas externamente: inconmensurables, bellas y feas. Y trascendiendo las formas, uno percibe esto: ‘conozco y veo’. Ésta es la cuarta base de la trascendencia. No percibiendo las formas internamente, uno ve las formas externamente: azules, de color azul, azules en apariencia y azules en luminosidad. Al igual que la flor de lino, la cual es azul, de color azul, azul en apariencia y azul en luminosidad, o como la tela alisada de Benares, la cual en ambos lados es azul, de color azul, azul en apariencia y azul en luminosidad, así también, no percibiendo las formas internamente, uno ve las formas externamente: azules, de color azul, azules en apariencia y azules en luminosidad. Y trascendiendo las formas, uno percibe esto: ‘conozco y veo’. Ésta es la quinta base de la trascendencia. No percibiendo las formas internamente, uno ve las formas externamente: amarillas, de color amarillo, amarillas en apariencia y amarillas en luminosidad. Al igual que la flor kannikara, la cual es amarilla, de color amarillo, amarilla en apariencia y amarilla en luminosidad, o como la tela alisada de Benares, la cual en ambos lados es amarilla, de color amarillo, amarilla en apariencia y amarilla en luminosidad, así también, no percibiendo las formas internamente, uno ve las formas externamente: amarillas, de color amarillo, amarillas en apariencia y amarillas en luminosidad. Y trascendiendo las formas, uno percibe esto: ‘conozco y veo’. Ésta es la sexta base de la trascendencia. No percibiendo las formas internamente, uno ve las formas externamente: rojas, de color rojo, rojas en apariencia y rojas en luminosidad. Al igual que la flor hibisco, la cual es roja, de color rojo, roja en apariencia y roja en luminosidad, o como la tela alisada de Benares, la cual en ambos lados es roja, de color rojo, roja en apariencia y roja en luminosidad, así también, no percibiendo las formas internamente, uno ve las formas externamente: rojas, de color rojo, rojas en apariencia y rojas en luminosidad. Y trascendiendo las formas, uno percibe esto: ‘conozco y veo’. Ésta es la séptima base de la trascendencia. No percibiendo las formas internamente, uno ve las formas externamente: blancas, de color blanco, blancas en apariencia y blancas en luminosidad. Al igual que la estrella de la mañana, la cual es blanca, de color blanco, blanca en apariencia y blanca en luminosidad, o como la tela alisada de Benares, la cual en ambos lados es blanca, de color blanco, blanca en apariencia y blanca en luminosidad, así también, no percibiendo las formas internamente, uno ve las formas externamente: blancas, de color blanco, blancas en apariencia y blancas en luminosidad. Y trascendiendo las formas, uno percibe esto: ‘conozco y veo’. Ésta es la octava base de la trascendencia. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[10. Los diez kasinas]

[24] {250} «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera de desarrollar las diez bases de los kasinas. Uno contempla la base del kasina de la tierra por encima, por debajo, de un lado a otro, no dividido e inconmensurable. Otro contempla la base del kasina del agua… kasina del fuego… kasina del aire… kasina azul… kasina amarillo… kasina rojo… kasina blanco… kasina del espacio… kasina de la consciencia por encima, por debajo, de un lado a otro, no dividido e inconmensurable. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[11. Los cuatro jhanas]

[25] {251} «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera de desarrollar los cuatro jhanas. He aquí, totalmente aislado de los placeres sensuales, aislado de los perjudiciales estados mentales, el monje entra y permanece en el primer jhana, el cual está acompañado por el pensamiento aplicado y el pensamiento sostenido, por el arrobamiento y felicidad, nacidos del aislamiento. Y hace que todo su cuerpo esté impregnado, bañado y colmado de este arrobamiento y felicidad nacidos del aislamiento, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no sea impregnado por el arrobamiento y felicidad, nacidos del aislamiento. Al igual que un hábil especialista en preparar baños o su aprendiz, se adiestra en verter el polvo del baño dentro del cuenco del latón, amasándolo una y otra vez con el agua, creando una bola de polvo del baño, saturada, suficientemente húmeda e impregnada por fuera y por dentro, sin que caiga de ella una sola gota, así también el monje, impregna, baña y colma su cuerpo con el arrobamiento y felicidad nacidos del aislamiento, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no fuera impregnado por el arrobamiento y felicidad, nacidos del aislamiento.

[26] «Además, al calmar el pensamiento aplicado y el pensamiento sostenido, el monje entra y permanece en el segundo jhana, que posee la tranquilidad interior y unificación de la mente; libre del pensamiento aplicado y pensamiento sostenido, lleno de arrobamiento y felicidad nacidos de concentración. Y hace que todo su cuerpo esté impregnado, bañado y colmado de este arrobamiento y felicidad nacidos de concentración, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no sea impregnado por el arrobamiento y felicidad, nacidos de concentración. Al igual que un lago con aguas manantiales, sin afluentes del este ni oeste, del norte ni sur, cuando recibe abundantes lluvias, sus aguas, que brotan desde adentro, se mezclan con estas aguas frescas, de manera tal que las mismas impregnan e invaden todo el lago, sin que quede una sola parte no impregnada por las aguas frescas, así también el monje, impregna, baña y colma su cuerpo con el arrobamiento y felicidad nacidos de concentración, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no sea impregnado por el arrobamiento y felicidad, nacidos de concentración.

[27] «Además, con la desaparición del arrobamiento, el monje permanece ecuánime, atentamente consciente y con clara comprensión, experimentando felicidad a través de su cuerpo; él entra y permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘Él es ecuánime, atentamente consciente, es uno que encontró la morada placentera’. Y hace que todo su cuerpo esté impregnado, bañado y colmado de esta felicidad despojada del arrobamiento, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no sea impregnado por la felicidad despojada del arrobamiento. Al igual que una laguna que tiene flores de loto azules, rojas y blancas que han nacido del agua, han crecido en el agua y no hay ni una sola flor que ha crecido fuera del agua, de modo que todas estas flores de loto azules, rojas y blancas están impregnadas, bañadas y colmadas con las aguas frescas, así también el monje, impregna, baña y colma su cuerpo con la felicidad despojada del arrobamiento, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no sea impregnado por esta felicidad despojada del arrobamiento.

[28] «Además, con el abandono del placer y de la pena, con la previa desaparición de la alegría y el desplacer, el monje entra y permanece en el cuarto jhana, que es ni doloroso ni placentero y que comprende la purificación de la atención consciente a través de la ecuanimidad. Él se sienta, impregnando su cuerpo con la mente pura y brillante, de manera tal, que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no sea impregnado por esta mente pura y brillante. Al igual que un hombre que estuviera sentado cubierto de pie a cabeza con una ropa blanca, de tal manera que no quedara parte alguna de su cuerpo al descubierto, así también, el monje permanece sentado cubriendo completamente su cuerpo con la mente pura y brillante, no quedando lugar alguno en todo su cuerpo que no sea cubierto por esta mente pura y brillante. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[12. Conocimiento perspicaz]

[29] {252} «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera de discernir así: ‘este cuerpo mío es material, compuesto de los cuatro elementos primarios, nacido de padre y madre, nutrido con arroz y avena, es impermanente, friccionado, sujeto a disolución y dispersión. Y esta mi conciencia está ligada a este cuerpo y depende de él.’ Como si se tratara de una piedra preciosa perfectamente pulida de sus ocho lados, clara, brillante, sin defecto, admirable en todos los aspectos, colgada de un cordón azul, amarillo, rojo, blanco o anaranjado. Si algún hombre, dotado de una buena vista, la tomara en su mano y la inspeccionara diría lo siguiente: ‘Esta piedra preciosa está perfectamente pulida de sus ocho lados, es clara, brillante, sin defecto y admirable en todos los aspectos. Está colgada de un cordón azul, amarillo, rojo, blanco o anaranjado.’ De la misma manera, el monje, con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia el conocimiento y la visión. Entonces, discierne así: ‘Este cuerpo mío es material, compuesto de los cuatro elementos primarios, nacido de padre y madre, nutrido con arroz y avena, es impermanente, friccionado, sujeto a disolución y dispersión. Y esta mi conciencia está ligada a este cuerpo y depende de él.’ De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[13. El cuerpo hecho por la mente]

[30] {253} «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera de crear, a partir de este cuerpo, otro cuerpo, dotado de forma, hecho por la mente, completo en todas sus partes, con ninguna de sus facultades inferior a éste. Como si un hombre desvainara un junco y dijera: ‘Éste es el junco y ésta es la vaina. El junco es una cosa y la vaina otra, aunque el junco haya salido de la vaina’. O, como si un hombre desvainara su espada de la funda y dijera: ‘Ésta es la espada y ésta es la funda. La espada es una cosa y la funda otra, aunque la espada haya salido de la funda’. O, como si un hombre sacara a una serpiente de su vieja piel y dijera: ‘Ésta es la serpiente y ésta es su vieja piel. La serpiente es una cosa y la vieja piel otra, aunque la serpiente haya salido de su vieja piel’. De la misma manera, el monje, con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia la creación del cuerpo mental. A partir de este cuerpo, crea otro cuerpo, dotado de forma, hecho por la mente, completo en todas sus partes, con ninguna de sus facultades inferior a éste. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[14. Diferentes clases de poderes sobrenaturales]

[31] {254} «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera de ejercer diferentes clases de poderes sobrenaturales: siendo uno, se convierte en muchos y siendo muchos, se convierte en uno. Aparece y desaparece. Sin impedimento alguno, traspasa las paredes, terraplenes y montañas, como si fueran aire. Se zambulle dentro de la tierra, como si fuera agua. Camina sobre el agua sin hundirse, como si fuera tierra seca. Sentado con piernas cruzadas, atraviesa los aires como si fuera un pájaro sobre el viento. Con su mano toca y, hasta da palmadas al sol y la luna, así es de imponente y poderoso. Ejercita la influencia de su cuerpo hasta los mundos del Brama. Como un hábil alfarero o su aprendiz, sabe dar muchas formas a la arcilla bien preparada y convertirla en diferentes clases de recipientes cerámicos de acuerdo a sus deseos; o como un hábil tallista de marfil o su aprendiz, sabe trabajar el marfil bien preparado de acuerdo a sus deseos; o como un hábil orfebre o su aprendiz, sabe hacer de oro bien preparado los artículos que de acuerdo a sus deseos -así también, el monje, con su mente concentrada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia varios poderes sobrenaturales. Siendo uno sólo, se convierte en muchos… Ejercita la influencia de su cuerpo hasta los mundos del Brama. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[15. Elemento del oído divino]

[32] {255} «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera, por la cual con el oído divino, purificado y que supera el de los seres humanos, escuchan a ambas clases de sonidos: los divinos y los humanos, provenientes de lejos o de cerca. Como un hombre viajando a lo largo de la carretera, puede escuchar los sonidos de los timbales, pequeños tambores, conchas, címbalos e instrumentos de percusión, y discernir: ‘Éste es el sonido de los timbales, éste de los pequeños tambores, éste de conchas, éste de címbalos y éste de los instrumentos de percusión’. De la misma manera, he proclamado a mis discípulos la manera, por la cual, con el oído divino, purificado y que supera el de los seres humanos, escuchan a ambas clases de sonidos: los divinos y los humanos, provenientes de lejos o de cerca. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[16. Entendiendo la mente de otros]

[33] {256} «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera de entender la mente de otros seres y de otras personas, habiendo abarcado sus mente con las suyas propias. Así, ellos conocen la mente afectada por la pasión, como mente apasionada, y la mente sin pasión, como la mente liberada de la pasión. Conocen la mente afectada por la aversión, como la mente con aversión, y la mente sin aversión, como la mente liberada de aversión. Conocen la mente afectada por la falsa ilusión, como mente mal ilusionada, y la mente sin falsa ilusión, como la mente liberada de la falsa ilusión. Disciernen la mente restringida como tal y saben cuándo la mente está dispersa. Cuando una mente está expandida, la reconocen como expandida y cuando está estrecha, saben que está estrecha. A una mente destacada, la reconocen como destacada y una mente corriente, la reconocen como tal. Saben cuándo la mente está concentrada y cuando no lo es, en ambos casos lo disciernen correctamente, como también cuando la mente está liberada y cuando no. Como una mujer, un hombre o un muchacho preocupado por su apariencia, examina cuidadosamente el reflejo de su propio rostro en el brillante espejo o en el tazón con agua pura, sabiendo discernir lunares o motas de las partes libres de manchas, así también, yo he proclamado a mis discípulos la manera de entender la mente de otros seres… Saben cuándo la mente está concentrada y cuando no lo es, en ambos casos lo disciernen correctamente, como también cuando la mente está liberada y cuando no. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[17. Recuerdos de las vidas pasadas]

[34] {257} «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera de recordar las diferentes clases de sus vidas pasadas., es decir, de un nacimiento, dos nacimientos, tres nacimientos, cuatro, cinco, diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, cien, mil, cien mil nacimientos, muchos eones de las contracciones cósmicas, muchos eones de las expansiones cósmicas, muchos eones de las contracciones y expansiones cósmicas, recordando: ‘En aquel entonces, mi nombre era así, mi linaje era éste y provenía de ésta casta; me alimentaba de ésta clase de alimento experimentaba ésta y aquella clase de alegrías y penas y he vivido ésta cantidad de años. Habiendo terminado mi vida ahí, me he reconectado allá, donde mi nombre era… Habiendo terminado mi vida ahí, me he reconectado aquí’. De esta manera, se acuerdan de diferentes clases de sus vidas pasadas, con sus condiciones y detalles. Como si un hombre saliera de su pueblo para irse al otro, y luego saliera de aquel para irse a uno nuevo y diferente y finalmente volviera a su casa. Entonces, podría tener este pensamiento: ‘Salí de mi pueblo natal y me fui a este otro pueblo. Ahí estuve parado de esta manera, estuve sentado así, hablé de esta forma y permanecí en silencio de esta manera. Salí de este pueblo y me fui a aquel otro pueblo diferente, donde estuve parado de esta manera, estuve sentado así, hablé de esta forma y permanecí en silencio de esta manera. Finalmente, salí de aquel otro pueblo diferente y volví a casa’. De esta misma manera, he proclamado a mis discípulos la manera de recordar las diferentes clases de sus vidas pasadas., es decir, de un nacimiento… se acuerdan de diferentes clases de sus vidas pasadas, con sus condiciones y detalles. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[18. El ojo divino]

[35] {258} «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera, por la cual, a través del ojo divino, purificado y que sobrepasa el humano, ven la muerte de los seres y su reaparición, discerniendo si su destino es inferior o superior, hermoso u horrible, afortunado o desafortunado, de acuerdo al kamma de cada uno. Conocen de esta manera: ‘Estos seres, que obraron mal con su cuerpo, con su habla o con su mente, los que injuriaban a los nobles, mantenían los incorrectos puntos de vista y asumían acciones resultantes de estos erróneos puntos de vista, al quebrarse su cuerpo, después de la muerte, han reaparecido en el plano de las penurias, de mal destino, en los reinos bajos, en el infierno. Pero aquellos seres, que obraron bien con su cuerpo, con su habla o con su mente, los que no injuriaban a los nobles, mantenían los correctos puntos de vista y asumían acciones resultantes de estos correctos puntos de vista, al quebrarse su cuerpo, después de la muerte, han reaparecido en el buen destino, en el mundo celestial’. De esta manera, a través del ojo divino, purificado y que sobrepasa el humano, ven la muerte de los seres y su reaparición, discerniendo si su destino inferior o superior, hermoso u horrible, afortunado o desafortunado, de acuerdo a su kamma. Como si un hombre, que tuviera una buena vista, estuviera parado en la cima de un edificio en el centro de su ciudad y observara la gente entrando en la casa y saliendo de ella, caminando a lo largo de la calle y gente sentada en la plaza central. Entonces, podría tener este pensamiento: ‘esta gente entra y sale de la casa, camina a lo largo de la calle y está sentada en la plaza central’. De la misma manera, he proclamado a mis discípulos la manera, por la cual, a través del ojo divino, purificado y que sobrepasa el humano, ven la muerte de los seres y su reaparición… A través del ojo divino, purificado y que sobrepasa el humano, ve la muerte de los seres y su reaparición, discerniendo si su destino es inferior o superior, hermoso u horrible, afortunado o desafortunado, de acuerdo a su kamma. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

 

[19. La destrucción de las impurezas]

[36] {259} «Además, Udayin, yo he proclamado a mis discípulos la manera, por la cual, a través de la realización de sí mismos con el conocimiento directo, aquí y ahora entran y moran en la liberación de la mente y la liberación a través de la sabiduría, según la cual están libres de las impurezas y que las impurezas has sido destruidas. Como si un hombre, con una buena vista, se acercara a la orilla de un cristalino, limpio e impoluto lago en medio de las montañas y, estando ahí, observara las conchas, la grava, los guijarros, como también el cardumen de los peces que nadan y descansan. Entonces, podría tener este pensamiento: ‘Este lago es cristalino, limpio e impoluto; hay en él las conchas, la grava, los guijarros, como también el cardumen de los peces que nadan y descansan’. De la misma manera, he proclamado a mis discípulos la manera, por la cual, a través de la realización de sí mismos con el conocimiento directo, aquí y ahora entran y moran en la liberación de la mente y la liberación a través de la sabiduría, según la cual están libres de las impurezas y que las impurezas has sido destruidas. De este modo, muchos de mis discípulos moran, habiendo alcanzado la consumación y la perfección del conocimiento directo.

[37] «Esta es la quinta cualidad, Udayin, por la cual mis discípulos me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia.

[38] «Estas son, Udayin, las cinco cualidades, por las cuales mis discípulos me honran, respetan, reverencian y veneran, y también me honran y respetan aquellos que viven bajo si dependencia. «

Esto es lo que el Bienaventurado dijo y el asceta errante Udayin fue satisfecho y se deleitó en las palabras del Bienaventurado.

 


NOTAS:

[1] Bhikkhu Bodhi (1995:1285) explica esta primera base siguiendo a los Comentarios de esta manera: el meditador sigue haciendo el trabajo preliminar con las formas internas, por ejemplo, el azul de los ojos, por el kasina azul, la piel, por el kasina amarillo, la sangre, por el kasina rojo, el diente, por el kasina blanco, pero el signo de concentración (nimitta) surge externamente. El hecho de «trascender» las formas consiste en alcanzar la absorción junto con la aparición del signo. La percepción «conozco y veo» es la advertencia (abhoga) que ocurre cuando el meditador emerge de este estado mental y no, mientras que el mismo dura. La segunda base de la trascendencia sólo difiere de la primera por la extensión del signo, el cual del limitado se convierte en ilimitado.

Hasta aquí, la explicación que ofrece Bhikkhu Bodhi de los Comentarios. No obstante a ella, habría que notar (1) la palabra nimitta («el signo de concentración») no aparece en el texto del sutta y, por lo general, en esta acepción, al menos, no aparece en los Nikayas, y (2) el hecho según el cual el meditador no advierte lo ocurrido mientras permanece en este estado de absorción sino después, obedece al punto de vista Theravada ortodoxo, aunque tardío, sobre las absorciones mentales (jhanas), que sostiene que a partir del primer jhana el meditador no puede percibir ni los objetos perceptibles a través de los cinco sentidos («externamente») ni los objetos mentales («internamente»).

[2] Siguiendo a los Comentarios, las bases tercera y cuarta involucran el trabajo preliminar hecho con la forma externa y con la aparición del signo (nimitta) externamente. Las restantes bases diferirían de estas dos, por la superioridad de la pureza y luminosidad de sus colores.


FUENTES:

Bhukkhu Nanamoli y Bhikkhu Bodhi (1995) «Mahasakuludayi Sutta: The Greater Discourse to Sakuludayin» en The Middle Discourses of the Buda: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Págs. 629-647.

«Mahasakuludayisutta» en World Tipitaka Edition, http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/10M/3/3.7 13 de mayo de 2008


Traducido y publicado por Isidatta para el Bosque Theravada © 2010

Edición de Bosque Theravada © 2010

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