MN 28 {9M.3.8} Mahahatthipadopama Sutta – Gran Discurso sobre el símil de la huella del elefante

El Venerable Sariputta expone las Cuatro Nobles Verdades por medio de la contemplación de los cuatro elementos y el origen dependiente de los cinco cúmulos (khandhas).

[Leer en pali]

[1] {300} Esto he escuchado. En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando cerca de Savatthi, en la Arboleda Jeta del Parque Anapathindika. Allí el Venerable Sariputta se dirigió a los monjes con estas palabras: «Amigos, monjes». – «Amigo», respondieron los monjes y el Venerable Sariputta continuó:

 

[2] «Amigos, al igual que la huella de cualquier ser que camina puede colocarse dentro de la huella de un gran elefante, hecho por el cual, la huella del gran elefante ha sido declarada como la principal entre ellas por causa de su gran tamaño, de la misma manera, todos los saludables estados están incluidos dentro de las Cuatro Nobles Verdades [1]. ¿Cuáles son estas cuatro? En la noble verdad de la insatisfacción, en la noble verdad del origen de la insatisfacción, en la noble verdad del cese de la insatisfacción y en la noble verdad del sendero que conduce al cese de la insatisfacción.

 

[3] {301} «Y, ¿qué es, amigos, la noble verdad de la insatisfacción? El nacimiento es insatisfacción, la vejez es insatisfacción, la muerte es insatisfacción; el pesar, el lamento, la pena, el dolor, la desesperanza y el sufrimiento; no obtener lo deseado es insatisfacción; en breve, los cinco cúmulos del apego son insatisfacción.

 

[4] «Y, ¿qué son, amigos, los cinco cúmulos de apego? Estos son: el cúmulo del apego de la forma, el cúmulo del apego de la sensación, el cúmulo del apego de la percepción, el cúmulo del apego de las formaciones mentales y el cúmulo del apego de la conciencia.

 

[5] «Y, ¿qué es, amigos, el cúmulo del apego de la forma? Son los cuatro grandes elementos y las formas derivadas de estos cuatro elementos.

 

«Y, ¿cuáles son estos cuatro grandes elementos? Estos son: el elemento de la tierra, el elemento del agua, el elemento del fuego y el elemento del aire.

 

[6] {302} «Y, ¿qué es, amigos, el elemento de la tierra? El elemento de la tierra puede ser tanto interno como externo. Y, ¿qué es el elemento interno de la tierra? Todo lo que internamente, perteneciendo a uno mismo, es sólido, solidificado o adherido, es decir, cabellos, vellos, uñas, dientes, piel, carne, tendones, huesos, riñones, corazón, hígado, membrana, bazo, pulmones, intestinos, mesenterio, comida sin digerir, excremento o cualquier otra cosa que internamente, perteneciendo a uno mismo, es sólida, solidificada o adherida: todo esto se llama el elemento interno de la tierra. Ahora bien, ambos -el elemento interno de la tierra y el elemento externo de la tierra- se constituyen simplemente en el elemento de la tierra. Y éste debería ser visto tal como realmente es con la correcta sabiduría así: ‘esto no es mío, esto no soy yo, esto no es mi yo’. Cuando uno ve esto tal como realmente es con la correcta sabiduría, uno llega a estar desencantado con el elemento de la tierra y hace que su mente sea desapasionada hacia el elemento de la tierra.

 

[7] «Ahora bien, llega el tiempo, en el cual el elemento del agua se ve perturbado y entonces, el elemento externo de la tierra se desvanece. Siendo que hasta este elemento externo de la tierra -así de grande como es- se manifiesta como impermanente, sujeto a la destrucción, la desaparición y el cambio, ¿cuánto más este cuerpo, que está sujeto por la codicia y dura sólo un momento? Esto no puede ser considerado como ‘yo’, ‘mío’ o ‘yo soy’.

 

[8] «De esta manera, cuando los otros abusan, injurian, regañan o acosan al monje [quien entiende este elemento tal como realmente es], él  tiene esta comprensión: ‘esta sensación dolorosa que surgió en mí ha nacido del contacto del oído. La misma es dependiente, no independiente. ¿Dependiente de qué? Dependiente del contacto. Entonces, ve que el contacto es impermanente, aquella sensación es impermanente, aquella percepción es impermanente, aquellas formaciones mentales son impermanentes y aquella conciencia es impermanente. Y su mente, habiendo hecho del elemento su apoyo objetivo, entra dentro de él y adquiere la confidencia, firmeza y  resolución.

 

[9] «Ahora bien, si los otros atacan a aquel monje de manera indeseable, inesperada y desagradable, a través del contacto con los puños, zoquetes, palos o cuchillos, él tiene esta comprensión: ‘este cuerpo de esta naturaleza ha entrado en contacto y ha sido asaltado por los puños, zoquetes, palos o cuchillos. Pero esto ha sido dicho por el Bienaventurado en su «consejo con el símil de la sierra» [2]: «Monjes, incluso si los bandidos cortasen todos vuestros miembros uno por uno salvajemente con una doble sierra, aquel, en cuya mente surgiera el odio hacia ellos, no sería portador de mi enseñanza.» Así de incansable es la energía que debería surgir en mí y así de incesante la atención consciente que debería ser establecida, para que mi cuerpo sea tranquilo y quieto, mi mente concentrada y unificada. Así que, que venga y me asalte el contacto con los puños, zoquetes, palos o cuchillos; es justamente así cómo la enseñanza del Buda ha de ser practicada.’

 

[10] «Cuando aquel monje recuerda al Buda, el Dhamma y el Sangha, si la ecuanimidad apoyada en lo saludable no llega a establecerse en él, entonces [al menos] hace surgir el sentido de la urgencia de esta manera: ‘esta es una pérdida para mí, esta no es ganancia alguna para mí, este es un mal para mí, este no es un bien para mí, que cuando recuerdo así al Buda, el Dhamma y el Sangha, la ecuanimidad apoyada en lo saludable no llega a establecerse en mí’. Al igual que una hijastra que ve a su padrastro, hace surgir en ella el sentido de la urgencia [3], así también cuando aquel monje recuerda al Buda, el Dhamma y el Sangha, si la ecuanimidad apoyada en lo saludable no llega a establecerse en él, entonces [al menos] hace surgir el sentido de la urgencia. Pero, cuando aquel monje recuerda al Buda, el Dhamma y el Sangha y la ecuanimidad apoyada en lo saludable llega a establecerse en él, entonces está satisfecho con ella. Llegado a este punto, amigos, el monje puede hacer mucho más.

 

[11] {303} «Y, ¿qué es, amigos, el elemento del agua? El elemento del agua puede ser tanto interno como externo. Y, ¿qué es el elemento interno del agua? Todo lo que internamente, perteneciendo a uno mismo, es líquido, aguado o adherido, es decir, bilis, flema, pus, sangre, sudor, grasa, lágrimas, linfa, saliva, moco, sinovia, orín o cualquier otra cosa que internamente, perteneciendo a uno mismo, es líquida, aguada o adherida: todo esto se llama el elemento interno del agua. Ahora bien, ambos -el elemento interno del agua y el elemento externo del agua- se constituyen simplemente en el elemento del agua. Y éste debería ser visto tal como realmente es con la correcta sabiduría así: ‘esto no es mío, esto no soy yo, esto no es mi yo’. Cuando uno ve esto tal como realmente es con la correcta sabiduría, uno llega a estar desencantado con el elemento del agua y hace que su mente sea desapasionada hacia el elemento del agua.

 

[12] «Ahora bien, llega el tiempo, en el cual el elemento del agua se ve perturbado. Entonces, arrastra consigo pueblos, aldeas, ciudades, distritos y países. Llega el tiempo, en el cual el elemento del agua del gran océano se hunde a cien leguas, a doscientas leguas, a trescientas leguas, a cuatrocientas leguas, a quinientas leguas a seiscientas leguas y a setecientas leguas. Llega el tiempo, en el cual el elemento del agua del gran océano se eleva a siete palmas de profundidad, a seis… a dos palmas de profundidad, a una sola palma de profundidad. Llega el tiempo, en el cual el elemento del agua del gran océano se eleva a siete brazas de profundidad, a seis… a dos brazas de profundidad, a una sola braza de profundidad. Llega el tiempo, en el cual el elemento del agua del gran océano se eleva a media braza de profundidad, a seis… a dos tallas de profundidad, sólo a una talla de profundidad, sólo a una rodilla de profundidad, sólo a un tobillo de profundidad. Llega el tiempo, en el cual el elemento del agua del gran océano no es suficiente ni siquiera para mojar un dedo. Siendo que hasta este elemento externo del agua -así de grande como es- se manifiesta como impermanente, sujeto a la destrucción, desaparición y el cambio, ¿cuánto más este cuerpo, que está sujeto por la codicia y dura sólo un momento? Esto no puede ser considerado como ‘yo’, ‘mío’ o ‘yo soy’.

 

[13-15] «De esta manera, cuando los otros abusan, injurian, regañan o acosan al monje [quien entiende este elemento tal como realmente es], él tiene esta comprensión: …(se repiten los versos del 8 a 10)… Llegado a este punto, amigos, el monje también puede hacer mucho más.

 

[16] {304} «Y, ¿qué es, amigos, el elemento del fuego? El elemento del fuego puede ser tanto interno como externo. Y, ¿qué es el elemento interno del fuego? Todo lo que internamente, perteneciendo a uno mismo, es fuego, flameante o adherido, es decir, aquello por lo cual uno está caliente, envejecido y consumado, y aquello por lo cual, aquello que se come bebe y consume, aquello que se saborea, llega a estar completamente digerido, o cualquier otra cosa que internamente, perteneciendo a uno mismo, es fuego, flameante o adherida: todo esto se llama el elemento interno del fuego. Ahora bien, ambos -el elemento interno del fuego y el elemento externo del fuego- se constituyen simplemente en el elemento del fuego. Y éste debería ser visto tal como realmente es con la correcta sabiduría así: ‘esto no es mío, esto no soy yo, esto no es mi yo’. Cuando uno ve esto tal como realmente es con la correcta sabiduría, uno llega a estar desencantado con el elemento del fuego y hace que su mente sea desapasionada hacia el elemento del fuego.

 

[17] «Ahora bien, llega el tiempo, en el cual el elemento del fuego se ve perturbado. Entonces, quema a los pueblos, las aldeas, las ciudades, los distritos y los países. Se extingue por falta de combustible solamente cuando llega a los pastos verdes, al camino, a las rocas, al agua o al espacio libre. Llega el tiempo, en el cual se esfuerzan para hacer fuego incluso para los asuntos de cocina o de una mondadura cubierta. Siendo que hasta este elemento externo del fuego -así de grande como es- se manifiesta como impermanente, sujeto a la destrucción, desaparición y el cambio, ¿cuánto más este cuerpo, que está sujeto por la codicia y dura sólo un momento? Esto no puede ser considerado como ‘yo’, ‘mío’ o ‘yo soy’.

 

[18-20] «De esta manera, cuando los otros abusan, injurian, regañan o acosan al monje [quien entiende este elemento tal como realmente es], él tiene esta comprensión: …(se repiten los versos del 8 a 10)… Llegado a este punto, amigos, el monje también puede hacer mucho más.

 

[21] {305} «Y, ¿qué es, amigos, el elemento del aire? El elemento del aire puede ser tanto interno como externo. Y, ¿qué es el elemento interno del aire? Todo lo que internamente, perteneciendo a uno mismo, es aire, aireado o adherido, es decir, los vientos que se elevan, los vientos que bajan, los vientos en el vientre, los vientos en los intestinos, los vientos que atraviesan a los miembros, la inhalación, la exhalación, o cualquier otra cosa que internamente, perteneciendo a uno mismo, es aire, aireado o adherida: todo esto se llama el elemento interno del aire. Ahora bien, ambos -el elemento interno del aire y el elemento externo del aire- se constituyen simplemente en el elemento del aire. Y éste debería ser visto tal como realmente es con la correcta sabiduría así: ‘esto no es mío, esto no soy yo, esto no es mi yo’. Cuando uno ve esto tal como realmente es con la correcta sabiduría, uno llega a estar desencantado con el elemento del aire y hace que su mente sea desapasionada hacia el elemento del aire.

 

[22] «Ahora bien, llega el tiempo, en el cual el elemento del aire se ve perturbado. Entonces, arrastra a los pueblos, las aldeas, las ciudades, los distritos y los países. Llega el tiempo, en el último mes de la temporada calurosa, en la cual están tratando de hacer el viento con el fin de abanicarse o berrear, cuando hasta las hebras de la paja en su borde no se agitan. Siendo que hasta este elemento externo del aire -así de grande como es- se manifiesta como impermanente, sujeto a la destrucción, desaparición y el cambio, ¿cuánto más este cuerpo, que está sujeto por la codicia y dura sólo un momento? Esto no puede ser considerado como ‘yo’, ‘mío’ o ‘yo soy’.

 

[23-25] «De esta manera, cuando los otros abusan, injurian, regañan o acosan al monje [quien entiende este elemento tal como realmente es], él tiene esta comprensión:… (se repiten los versos del 8 a 10)… Llegado a este punto, amigos, el monje también puede hacer mucho más.

 

[26] {306} «Amigos, al igual que cuando un espacio está encerrado por las vigas, plantas trepadoras, hierba y arcilla, llega a ser denominado ‘casa’, de la misma manera, cuando el espacio está encerrado por los huesos, tendones, carne y piel, llega a ser denominado ‘forma’.

 

[27] «Amigos, cuando internamente, el ojo está intacto pero ninguna forma externa llega a su rango, entonces, no existe el correspondiente involucramiento [de la conciencia], por lo cual tampoco existe la correspondiente clase de manifestación de la conciencia. Cuando internamente, el ojo está intacto y una forma externa llega a su rango, pero no existe el correspondiente involucramiento [de la conciencia], entonces no existe la correspondiente clase de manifestación de la conciencia. Pero, cuando internamente, el ojo está intacto y una forma externa llega a su rango, además, existe el correspondiente involucramiento [de la conciencia], entonces existe la correspondiente clase de manifestación de la conciencia.

 

[28] «La forma material, en la que llega a existir así, está incluida en el cúmulo del apego de la forma [4]. La sensación, en la que llega a existir así, está incluida en el cúmulo del apego de la sensación. La percepción, en la que llega a existir así, está incluida en el cúmulo del apego de la percepción. Las formaciones mentales, en las que llegan a existir así, están incluidas en el cúmulo del apego de las formaciones mentales. La conciencia, en la que llega a existir así, está incluida en el cúmulo del apego de la conciencia. Entonces, él tiene esta comprensión: ‘Esto realmente es así cómo llega a ser la inclusión, la reunión y  la acumulación de las cosas dentro de aquellos cinco cúmulos del apego’. Ahora bien, esto ha sido dicho por el Bienaventurado: ‘alguien que ve el origen dependiente, ve el Dhamma; alguien que ve le Dhamma, ve el origen dependiente’ [5]. Y aquellos cinco cúmulos del apego surgen de manera dependiente. El deseo, la indulgencia, la inclinación, la retención sobre la base de estos cinco cúmulos del apego son el origen de la insatisfacción. La remoción del deseo y la codicia, el abandono del deseo y la codicia por estos cinco cúmulos del apego es el cese de la insatisfacción. Llegado a este punto, amigos, el monje también puede hacer mucho más.

 

[29-30] «Amigos, cuando internamente, el oído está intacto, pero ningún sonido externo llega a su rango… Llegado a este punto, amigos, el monje también puede hacer mucho más.

 

[31-32] «Amigos, cuando internamente, la nariz está intacta, pero ningún olor externo llega a su rango… Llegado a este punto, amigos, el monje también puede hacer mucho más.

 

[33-34] «Amigos, cuando internamente, la lengua está intacta, pero ningún sabor externo llega a su rango… Llegado a este punto, amigos, el monje también puede hacer mucho más.

 

[35-36] «Amigos, cuando internamente, el cuerpo está intacto, pero ningún objeto táctil externo llega a su rango… Llegado a este punto, amigos, el monje también puede hacer mucho más.

 

[37] «Amigos, cuando internamente, la mente está intacta, pero ningún objeto mental externo llega a su rango, entonces, no existe el correspondiente involucramiento [de la conciencia], por lo cual tampoco existe la correspondiente clase de manifestación de la conciencia. Cuando internamente, la mente está intacta y un objeto mental externo llega a su rango, pero no existe el correspondiente involucramiento [de la conciencia], entonces no existe la correspondiente clase de manifestación de la conciencia. Pero, cuando internamente, la mente está intacta y un objeto mental externo llega a su rango, además, existe el correspondiente involucramiento [de la conciencia], entonces existe la correspondiente clase de manifestación de la conciencia.

 

[38] «La forma material, en la que llega a existir así, está incluida en el cúmulo del apego de la forma. La sensación, en la que llega a existir así, está incluida en el cúmulo del apego de la sensación. La percepción, en la que llega a existir así, está incluida en el cúmulo del apego de la percepción. Las formaciones mentales, en las que llegan a existir así, están incluidas en el cúmulo del apego de las formaciones mentales. La conciencia, en la que llega a existir así, está incluida en el cúmulo del apego de la conciencia. Entonces, él tiene esta comprensión: ‘Esto realmente es así cómo llega a ser la inclusión, la reunión y  la acumulación de las cosas dentro de aquellos cinco cúmulos del apego’. Ahora bien, esto ha sido dicho por el Bienaventurado: ‘alguien que ve el origen dependiente, ve el Dhamma; alguien que ve le Dhamma, ve el origen dependiente’. Y aquellos cinco cúmulos del apego surgen de manera dependiente. El deseo, la indulgencia, la inclinación, la retención sobre la base de estos cinco cúmulos del apego son el origen de la insatisfacción. La remoción del deseo y la codicia, el abandono del deseo y la codicia por estos cinco cúmulos del apego es el cese de la insatisfacción. Llegado a este punto, amigos, el monje también puede hacer mucho más.

 

Esto es lo que el Venerable Sariputta dijo y los monjes fueron satisfechos y se deleitaron en las palabras del Venerable Sariputta.


 

NOTAS:

 

[1] Bhikkhu Bodhi (2001:1220-1221) ayuda en la identificación de la estructura de este sutta de la siguiente manera:

 

– El Venerable Sariputta enumera las Cuatro Nobles Verdades (verso 2)

 

– Toma la verdad de la insatisfacción para analizarla desde los diferentes aspectos (verso 3)

 

– Entre dichos aspectos elige el último y enumera los cinco cúmulos del apego (verso 4)

 

– Selecciona el primer cúmulo, el de la forma (verso 5)

 

– Tomando a cada uno de los grandes elementos por turno, demuestra que todos tienen dos aspectos: interno y externo. El primero está seleccionado para un análisis detallado y el segundo sólo está mencionado brevemente con fines complementarios y comparativos (versos 6 y 7).

 

– Cada uno de los elementos se expone como fundamento de la penetración o meditación perspicaz al igual que una ayuda para el desarrollo de la paciencia, la fe y la ecuanimidad (versos 8 al 10).

 

– Habiendo finalizado el examen de los elementos, el Venerable Sariputta toma aquellos aspectos de las Cuatro Nobles Verdades que previamente dejó de lado. Introduce los derivados de la forma material a través de las facultades sensoriales y sus objetos (verso 27 y siguientes), los cuales relaciona luego con los demás cuatro cúmulos de la primera noble verdad. Finalmente, fija la totalidad de este complejo de ideas en relación a las otras tres nobles verdades (verso 28 y siguientes).

 

[2] Ver: MN 21,20

 

[3] En el sentido de «agradar a su padrastro», lo que agrega Bhikkhu Bodhi

 

[4] A partir de esta sección en adelante se analizan las Cuatro Nobles Verdades mediante las puertas de los sentidos. La expresión «en la que llega a existir así» (tahtabhuta) comprende el complejo entero de los factores que surgen por medio de la conciencia del ojo. A través del análisis de este complejo dentro de los cinco cúmulos, el Ven. Sariputta muestra que en cada ocasión, la experiencia sensorial está incluida dentro de la verdad de la insatisfacción (Cf. Bodhi, 2001:1223).

 

[5] De acuerdo al Bhikkhu Bodhi esta cita no se encuentra en el sutta existente alguno atribuible al Buda.


 

FUENTES:

 

Bhukkhu Nanamoli y Bhikkhu Bodhi (2001) «Mahahatthipadopama Sutta: The Greater Discourse on the Simile of the Elephant’s Footprint» en The Middle Discourses of the Buda: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Págs. 278-285.

 

«Mahahatthipadopamasutta» en World Tipitaka Edition, http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/9M/3/3.8 13 de mayo de 2008


Traducido y editado por Isidatta para el Bosque Theravada, 2010

Publicación del Bosque Theravada, 2010