MN 24 Rathavinita Sutta – Discurso sobre los carros de relevo

El Venerable Punna Mantaniputta explica a Sariputta que el logro último de la vida santa, el Nibbana final, ha de ser alcanzado mediante los siete estados de purificación.

 

[Leer en pali]

[1] Esto he escuchado.

En cierta ocasión el Bienaventurado moraba en Rajagaha, en la arboleda de los bambúes, donde van las ardillas en busca de la comida.

[2] Entonces, un número de monjes provenientes de la tierra natal [del Bienaventurado] [1], donde habían pasado la época de las lluvias, fueron junto al Bienaventurado y, rindiéndole homenaje, se sentaron a un lado. Entonces, el Bienaventurado les preguntó:

«Monjes, ¿quién de mi tierra natal es estimado por lo monjes de ahí, por los compañeros de la vida santa, de esta manera: ‘Teniendo pocos deseos en sí mismo, habla a los monjes acerca de la disminución de los deseos; contento por sí mismo, habla a los monjes acerca del contentamiento; recluido él mismo, habla a los monjes acerca de la reclusión; separado de la sociedad, habla a los monjes acerca de la separación de la sociedad; enérgico él mismo, habla a los monjes acerca del surgimiento de la energía; habiendo alcanzado la virtud por sí mismo, habla a los monjes acerca de alcanzar la virtud; habiendo alcanzado por sí mismo la concentración, habla a los monjes acerca de alcanzar la concentración; habiendo alcanzado por sí mismo la sabiduría, habla a los monjes acerca de alcanzar la sabiduría; habiendo alcanzado por sí mismo la liberación, habla a los monjes acerca de alcanzar la liberación; habiendo alcanzado por sí mismo el conocimiento y la visión de la liberación, habla a los monjes acerca de alcanzar el conocimiento y la visión de la liberación; él es el único que aconseja, informa, instruye, urge, eleva y regocija a sus compañeros en la vida santa’?». 

«Venerable Señor, el Venerable Punna Mantaniputta es estimado así en la tierra natal [del Bienaventurado] por lo monjes de ahí, por los compañeros de la vida santa» [2].

[3] En esta ocasión, el Venerable Sariputta estaba sentado cerca del Bienaventurado. Entonces surgió en el Venerable Sariputta el siguiente pensamiento:

«Esto es una ganancia para el Venerable Punna Mantaniputta, es una grandiosa ganancia para él que sus sabios compañeros en la vida santa lo alaben así en la presencia del Maestro. Quizá, alguna vez podríamos encontrarnos con el Venerable Punna Mantaniputta y tener con él alguna conversación».

[4] Entonces, cuando el Bienaventurado llegó a estar en Rajagaha el tiempo que quiso, se puso en camino para recorrer los estados de Savatthi. Y, recorriendo estos estados, finalmente llegó a Savatthi y estableció su residencia en la Arboleda de Jeta, en el Parque de Anathapindika.

[5] Y el Venerable Punna Mantaniputta escuchó:

«El Bienaventurado llegó a Savatthi y estableció su residencia en la Arboleda de Jeta, en el Parque de Anathapindika».

Entonces, el Venerable Punna Mantaniputta ordenó su lugar de descanso y, tomando su hábito exterior y cuenco, se puso en camino para recorrer los estados de Savatthi. Y, recorriendo estos estados, finalmente llegó a Savatthi y fue la Arboleda de Jeta del Parque de Anathapindika para ver al Bienaventurado. Después de rendir homenaje al Bienaventurado, se sentó a un lado y el Bienaventurado lo instruyó, urgió, elevó y regocijó con una plática del Dhamma. Entonces, el Venerable Punna Mantaniputta, instruido, urgido, elevado y regocijado por la plática del Dhamma del Bienaventurado, deleitado y regocijado en las palabras del Bienaventurado, se levantó de su asiento y, después de rendir homenaje al Bienaventurado y cuidando que el Bienaventurado quedara siempre a su mano derecha, se fue de ahí hacia la Arboleda del Hombre Ciego para permanecer ahí durante el día. 

[6] Entonces, cierto monje fue junto al Venerable Sariputta y le dijo:

«Amigo Sariputta, el monje Punna Mantaniputta, del cual siempre has hablado elogios, fue instruido, urgido, elevado y regocijado por una plática del Dhamma del Bienaventurado; y después de haberse deleitado y regocijado en las palabras del Bienaventurado, se levantó de su asiento y, después de rendir homenaje al Bienaventurado y cuidando que el Bienaventurado quedara siempre a su mano derecha, se fue de ahí hacia la Arboleda del Hombre Ciego para permanecer ahí durante el día».

[7] Entonces, el Venerable Sariputta recogió rápidamente su estera y siguió de cerca al Venerable Punna Mantaniputta, manteniendo su cabeza a la vista. Entonces, el Venerable Punna Mantaniputta entró a la Arboleda del Hombre Ciego y se sentó al pie de un árbol. También, el Venerable Sariputta entró a la Arboleda del Hombre Ciego y se sentó al pie de un árbol.

[8] Entonces, cuando llegó la tarde, el Venerable Sariputta emergió de la meditación, se fue junto al Venerable Mantaniputta e intercambió con él cordiales saludos. Cuando terminaron las cortesías y amables charlas de bienvenida, se sentó a un lado y dijo al Venerable Punna Mantaniputta:

[9] «¿Se vive la vida santa bajo nuestro Bienaventurado, amigo?».

«Sí, amigo».

«Pero, amigo, ¿se vive la vida santa bajo el Bienaventurado con el propósito de la purificación de la virtud?».

«No, amigo».

«Entonces, amigo, ¿se vive la vida santa bajo el Bienaventurado con el propósito de la purificación de la mente?».

«No, amigo».

«Entonces, amigo, ¿se vive la vida santa bajo el Bienaventurado con el propósito de la purificación del punto de vista?».

«No, amigo».

«Entonces, amigo, ¿se vive la vida santa bajo el Bienaventurado con el propósito de la purificación mediante la superación de la duda?».

«No, amigo».

«Entonces, amigo, ¿se vive la vida santa bajo el Bienaventurado con el propósito de la purificación mediante el conocimiento y la visión de lo que es el sendero y de lo que no es el sendero?».

«No, amigo».

«Entonces, amigo, ¿se vive la vida santa bajo el Bienaventurado con el propósito de la purificación mediante el conocimiento y la visión del camino?».

«No, amigo».

«Entonces, amigo, ¿se vive la vida santa bajo el Bienaventurado con el propósito de la purificación mediante el conocimiento y la visión?».

«No, amigo» [3]

[10] «Amigo, siendo preguntado: ‘¿se vive la vida santa bajo el Bienaventurado con el propósito de la purificación de la virtud?’, respondiste, ‘no, amigo’. Y preguntado: ‘¿se vive la vida santa bajo el Bienaventurado con el propósito de la purificación de la mente… con el propósito de la purificación del punto de vista… con el propósito de la purificación mediante la superación de la duda… con el propósito de la purificación mediante el conocimiento y la visión de lo que es el sendero y de lo que no es el sendero… con el propósito de la purificación mediante el conocimiento y la visión del camino… con el propósito de la purificación mediante el conocimiento y la visión?’, respondiste, ‘no, amigo’. Entonces, amigo, ¿con qué propósito, amigo, se vive la vida santa bajo el Bienaventurado?». 

«Amigo, es con el propósito del Nibbana final sin apego, que se vive está vida santa bajo el Bienaventurado».

[11] «Pero, amigo, ¿es el Nibbana final sin apego la purificación de la virtud?».

«No, amigo».

«Entonces, amigo, ¿es el Nibbana final sin apego la purificación de la mente?».

«No, amigo».

«Entonces, amigo, ¿es el Nibbana final sin apego la purificación del punto de vista?».

«No, amigo».

«Entonces, amigo, ¿es el Nibbana final sin apego la purificación mediante la superación de la duda?».

«No, amigo».

«Entonces, amigo, ¿es el Nibbana final sin apego la purificación mediante el conocimiento y la visión de lo que es el sendero y de lo que no es el sendero?».

«No, amigo».

«Entonces, amigo, ¿es el Nibbana final sin apego la purificación mediante el conocimiento y la visión del camino?».

«No, amigo».

«Entonces, amigo, ¿es el Nibbana final sin apego la purificación mediante el conocimiento y la visión?».

«No, amigo». 

[12] «Amigo, siendo preguntado: ‘¿es el Nibbana final sin apego la purificación de la virtud’, respondiste: ‘no, amigo’. Entonces, amigo, preguntado: ‘¿es el Nibbana final sin apego la purificación de la mente… la purificación del punto de vista… la purificación mediante la superación de la duda… la purificación mediante el conocimiento y la visión de lo que es el sendero y de lo que no es el sendero… la purificación mediante el conocimiento y la visión del camino… la purificación mediante el conocimiento y la visión?’, respondiste: ‘no, amigo’. Entonces, amigo, ¿cómo debería considerarse esta declaración?». 

[13] «Amigo, si el Bienaventurado hubiese descrito el Nibbana final sin apego, como la purificación de la virtud, tendría que describir algo —que aún está acompañado por el apego— como el Nibbana final sin apego. Si el Bienaventurado hubiese descrito el Nibbana final sin apego como la purificación de la mente… la purificación del punto de vista… la purificación mediante la superación de la duda… la purificación mediante el conocimiento y la visión de lo que es el sendero y de lo que no es el sendero… la purificación mediante el conocimiento y la visión del camino… la purificación mediante el conocimiento y la visión, tendría que describir algo —que aún está acompañado por el apego— como el Nibbana final sin apego. Y si el Nibbana final sin apego, se pudiese obtener sin estos estados, entonces una persona común y corriente podría obtener el Nibbana final, ya que una persona común y corriente no está en posesión de esos estados.

[14] «Para explicar cómo es esto, amigo, voy a usar un símil, ya que un hombre sabio entiende el significado de una declaración mediante el significado de un símil. Supón que el rey Pasenadi de Kosala, mientras estaba viviendo en Savatthi tuvo que atender un urgente asunto, por el cual tuvo que viajar a Saketa, y que entre Savatthi y Saketa le estaban aguardando siete carruajes reales listos para ser montados. Entonces, el rey Pasenadi de Kosala, habiendo salido de Savatthi por la puerta secreta del palacio, montó el primer carruaje real, con el cual llegó a donde estaba el segundo carruaje real; entonces, desmontando el primer carruaje real, montó el segundo carruaje real, con el cual llegó a donde estaba el tercer carruaje real… a donde estaba el cuarto carruaje real… a donde estaba el quinto carruaje real… a donde estaba el sexto carruaje real… a donde estaba el séptimo carruaje real, con el cual llegó a la puerta secreta del palacio en Saketa. Entonces, una vez arribado a la puerta secreta del palacio en Saketa, sus amigos y conocidos, sus parientes y sus cercanos le preguntaron: ‘Gran rey, ¿ha llegado usted desde la puerta secreta del palacio de Savatthi hasta la puerta secreta del palacio de Saketa en este carruaje real?’. Entonces, ¿qué debería responder el rey Pasenadi para que su respuesta fuese correcta?». 

«Para que su respuesta estuviera correcta, amigo, él debería responder lo siguiente: ‘Mientras estaba viviendo en Savatthi tuve un asunto urgente, por el cual tenía que viajar a Saketa, y entre Savatthi y Saketa me estaban guardando siete carruajes reales listos para ser montados. Entonces, habiendo salido de Savatthi por la puerta secreta del palacio, monté el primer carruaje real, con el cual llegué a donde estaba el segundo carruaje real; entonces, desmontando el primer carruaje real, monté el segundo carruaje real, con el cual llegué a donde estaba el tercer carruaje real… a donde estaba el cuarto carruaje real… a donde estaba el quinto carruaje real… a donde estaba el sexto carruaje real… a donde estaba el séptimo carruaje real, con el cual llegué a la puerta secreta del palacio en Saketa’. Para que su respuesta fuese correcta, amigo, él debería responder así». 

[15] «De la misma manera, amigo, la purificación de la virtud es para alcanzar la purificación de la mente; la purificación de la mente es para alcanzar la purificación del punto de vista; la purificación del punto de vista es para alcanzar la purificación mediante la superación de la duda; la purificación mediante la superación de la duda es para alcanzar la purificación mediante el conocimiento y la visión de lo que es el sendero y de lo que no es el sendero; la purificación mediante el conocimiento y la visión de lo que es el sendero y de lo que no es el sendero es para alcanzar la purificación mediante el conocimiento y la visión del camino; la purificación mediante el conocimiento y la visión del camino es para alcanzar la purificación mediante el conocimiento y la visión; la purificación mediante el conocimiento y la visión es para alcanzar el Nibbana final sin apego. Es con el propósito del Nibbana final sin apego que se vive está vida santa bajo el Bienaventurado». 

[16] Cuando esto fue dicho, el Venerable Sariputta preguntó al Venerable Mantaniputta:

«¿Cuál es el nombre del Venerable Señor y cómo le conocen sus compañeros de la vida santa?». 

«Mi nombre es Punna, amigo, y mis compañeros de la vida santa me conocen como Mantaniputta».

«¡Esto es maravilloso, amigo! ¡Es realmente grandioso! Cada una de estas profundas preguntas han sido respondidas, punto por punto, por el Venerable Punna Mantaniputta como por un instruido discípulo que comprende correctamente la Dispensación del Maestro. Esta es una ganancia para sus compañeros en la vida santa, es una gran ganancia para ellos el poder ver y honrar al Venerable Punna Mantaniputta. Incluso si transportasen al Venerable Punna Mantiputta en un cojín sobre sus cabezas, para sus compañeros en la vida santa esto sería una ganancia, una gran ganancia para ellos el haber encontrado la oportunidad de ver y honrar al Venerable Punna Mantiputta. Y para nosotros también ha sido una ganancia, una gran ganancia, el poder ver y honrar al Venerable Punna Mantiputta». 

[17] Cuando esto fue dicho, el Venerable Mantaniputta preguntó al Venerable Sariputta:

«Y, ¿cuál es el nombre del venerable señor y cómo le conocen sus compañeros de la vida santa?». 

«Mi nombre es Upatissa, amigo, y mis compañeros de la vida santa me conocen como Sariputta».

«Amigo, realmente no sabíamos que estábamos hablando con el Venerable Sariputta, el discípulo que es como el Maestro mismo [4]. Si supiéramos con quién estábamos hablando, no diríamos tantas cosas. ¡Esto es maravilloso, amigo! ¡Es realmente grandioso! Cada una de estas profundas preguntas fueron planteadas, punto por punto, por el Venerable Sariputta como por un instruido discípulo que comprende correctamente la Dispensación del Maestro. Esta es una ganancia para sus compañeros en la vida santa, es una gran ganancia para ellos el poder ver y honrar al Venerable Sariputta. Incluso si transportasen al Venerable Sariputta en un cojín sobre sus cabezas, para sus compañeros en la vida santa esto sería una ganancia, una gran ganancia para ellos el haber encontrado la oportunidad de ver y honrar al Venerable Sariputta. Y para nosotros también ha sido una ganancia, una gran ganancia, el poder ver y honrar al Venerable Sariputta». 

Fue de esta manera cómo ambos se regocijaron, uno al otro, en sus buenas palabras.


 

NOTAS:

[1] La especificación entre corchetes ha sido sacada de los Comentarios. La tierra natal del Buda fue Kapilavatthu, a los pies de Himalaya.

[2] El Ven. Punna Mantaniputta perteneció a la familia brahmánica y fue ordenado por el Ven. Anna Kondanna en Kapilavatthu, donde continuó residiendo hasta decidirse a visitar al Buda a Savatthi. Luego, fue declarado por el Buda como el monje más eminente entre los predicadores del Dhamma (Nanamoli/Bodhi, 2001:1214).

[3] Bhikkhu Bodhi (2002:1214-1215) llama la atención en este momento, que estas siete purificaciones (satta visuddhi), si bien aparecen con dos adicciones en otro lugar del Canon (DN 33), resulta curioso que las mismas no son analizadas en ningún otro lugar de los Nikayas, más aún, que del diálogo de estos dos grandes discípulos del Buda se desprende que se trataba de unas categorías doctrinales. Este séptuple esquema ha sido tomado, luego, por Buddhaghosa en su Visuddhimagga, donde define estos estados de purificación en términos de concentración y meditación perspicaz.

[4] «Como el Maestro en sí mismo», según los Comentarios es la alabanza más grande que se puede decir de un discípulo.


 

FUENTES:

Bhikkhu Nanamoli y Bhikkhu Bodhi (2001) «Rathavinita Sutta: The Relay Chariot», en The Middle Discourses of the Buda: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Págs. 240-245.

«Rathavinitasutta», en World Tipitaka Edition, http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/9M/3/3.4, 13 de mayo de 2008.


Traducción: Anton P. Baron

Edición: Anton P. Baron y Federico Angulo

Publicación de Bosque Theravada, 2010, 2019.