La inutilidad de los rituales externos para la purifación de la mente.
He aquí lo que yo he oído decir. Cierta vez el bhagavant [1] se encontraba en la ciudad de Gaya, en la Colina de Gaya. En esa misma ocasión, en Gaya, numerosos ascetas de cabellos en rodete en las noches frías y heladas, en el invierno, en la época de la caída de las nieves, se sumergían en el agua y emergían de ella, vertían agua sobre sus cuerpos y realizaban ofrendas en el fuego pensando: «De esta manera se consigue la purificación».
El bhagavant vio a aquellos numerosos ascetas de cabellos en rodete que en las noches frías y heladas, en el invierno, en la época de la caída de las nieves, se sumergían en el agua y emergían de ella, vertían agua sobre sus cuerpos y realizaban ofrendas en el fuego pensando: «De esta manera se consigue la purificación».
El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasión este udana [2] :
Esta gente se baña con exceso,
pero uno no se purifica con el agua;
aquél que posee la verdad y la doctrina,
ése es puro, ése es un brahmán.
NOTAS DEL BT:
[1] Se refiere al Bienaventurado, el Buda.
[2] Exclamación gozosa o emotiva
FUENTE:
“Udana: La palabra de Buda”, traducción del pali de F. Tola y C. Dragonetti.
http://www.oshogulaab.com/BUDA/TEXTOS/LISTADOLIBBUDA.htm
Publicado por el Bosque Theravada © 2009