Capítulo Primero: ¿Por qué estudiar y practicar el Dhamma?

Una serie de tres charlas del Venerable Buddhadasa Bhikkhu, en las cuales explica los pasos de la meditación en la respiración (anapanasati).

El Dhamma y los secretos de la vida
Los cuatro aspectos del Dhamma
Desarrollando la vida más allá de dukkha
El tipo de anapanasati que necesitamos
Cuatro cosas que tenemos que contemplar

Primer nivel: cuerpo carnal y cuerpo de la respiración
Segundo nivel: nuestros amos las sensaciones
Tercer nivel: la mente sutil
Cuarto nivel: realizando el dhamma supremo

 

Antes de contestar a esta pregunta, necesitamos comprender el significado del «Dhamma», para profundizar después en los motivos de estudiarlo y practicarlo.

 

El Dhamma y los secretos de la vida

Una definición del «Dhamma» sencilla de entender es: «el secreto de la naturaleza que ha de ser comprendido para conseguir desarrollar la vida hasta el más elevado provecho».

Desarrollar la vida hasta el más alto nivel significa alcanzar un tipo de vida libre de todo problema y de todo sufrimiento (dukkha), es decir libre de cualquier cosa que puedan significar las palabras «problema» y «dukkha».

El esclarecimiento de la palabra «secreto» es importante para la comprensión del tema. Si no conocemos el secreto de algo, somos incapaces de practicarlo con éxito y obtener los más elevados resultados y los mayores beneficios de ello. Por ejemplo, los progresos en la exploración del espacio exterior y los desarrollos de la energía nuclear, sólo han sido posibles gracias a la comprensión de algunos secretos de estas cosas. De la misma forma para conducir la vida a su más alto desarrollo, es necesario conocer sus secretos.

La vida, especialmente en el contexto del «Dhamma», es un asunto de la naturaleza (Dhamma-jati). Esta palabra Pali «Dhamma-jati» quizás no corresponda exactamente a la española «naturaleza», pero son suficientemente parecidas. Entended que designa algo que existe en sí mismo, por sí mismo, y tiene su propia ley. Este significado de naturaleza no está opuesto al hombre, tal como lo entienden algunos occidentales, sino que incluye al hombre y todo lo que el experimenta. Tenemos que entender el secreto de la naturaleza de la vida, es decir entender el «Dhamma».

 

Los cuatro aspectos del Dhamma

El Dhamma de la vida posee cuatro significados:

1.-La naturaleza en sí

2.-La ley de la naturaleza

3.-El deber que ha de ser realizado en relación a esta ley de la naturaleza.

4.-Los frutos o beneficios que aparecen al realizar este deber.

Tened siempre en mente estos cuatro significados relacionados entre sí. Investigad por favor esta Verdad en vuestro interior, en este cuerpo y mente que imagináis ser vosotros mismos. En cada uno de nosotros se encuentran varias naturalezas que componen un cuerpo, un ser. Estas son regidas por la ley de la naturaleza. Y existe el deber (la tarea) que debe ser realizado correctamente para y por todas las cosas, de acuerdo con la ley de la naturaleza. Finalmente, están los resultados de la realización de este deber. Si el deber es realizado correctamente, el resultado será el bienestar, la tranquilidad, el sentirse contento, cómodo, a gusto. Sin embargo, si el deber es realizado incorrectamente, el resultado será dukkha: insatisfacción, ansiedad, dolor, frustración. Aún en este nivel preliminar, observad por favor con cuidado y ved claramente que en cada uno de nosotros están estos cuatro aspectos del Dhamma o de la naturaleza.

Cuando hayamos investigado por completo estos cuatro significados de la naturaleza, veremos que la vida está sólo compuesta por ellos. Pero por ahora, tenemos que entenderlos correctamente y en su totalidad. No hemos penetrado todavía el secreto de lo que llamamos vida, ni descubierto el secreto del Dhamma. Somos por lo tanto incapaces de practicar hasta alcanzar el más completo beneficio de la vida. Tomémonos pues el tiempo necesario para estudiar las palabras «Dhamma» y «secreto de la vida». Descubriremos así la forma correcta de practicar.

 

Desarrollando la vida más allá de dukkha

Tenemos que considerar también la frase «desarrollando la vida». Es otro secreto que no conocemos. Cuando hablamos de desarrollar la vida, no sabemos muy bien lo que queremos decir, hasta que punto la vida puede ser verdaderamente desarrollada. No nos damos cuenta de que los más altos niveles son accesibles a la humanidad, y no tenemos pues mucho interés en conocer los secretos de la vida que nos permitan alcanzarlos. Tenéis que tomar conciencia del increíble desarrollo que puede alcanzar la vida, y estar especialmente interesados en él.

En este nivel de principiante, nos centramos en el principio básico de que «desarrollar la vida» significa «hacer que la vida progrese hasta el más alto nivel», es decir más allá de todos los problemas y «dukkha», más allá de todos los posibles significados y grados de estas dos palabras. Para los que nunca han oído la palabra «dukkha», podemos intentar traducirla por «sufrimiento, insatisfacción, conflicto, agitación o todas las cosas que perturban la vida». «Dukkha» es de lo que estamos huyendo constantemente. Es lo que interfiere con una vida de calma y bienestar. Es todo lo que interfiere con la perfección espiritual. La vida alcanza su más alto nivel cuando es desarrollada más allá de todo «dukkha».

Ahora bien, ciertas personas no son siquiera conscientes de sus propios problemas. No entienden lo que es «dukkha», bien sea en sus propias vidas o en términos generales. Se miran a sí mismos y dicen: » No tengo ningún problema, todo está bien». Aceptan todas sus penas y dificultades como normales y ordinarias. ¿Somos nosotros también así? Necesitamos mirar con mucho detalle y seriedad en nuestras propias vidas, para ver si realmente hay algo que se pueda llamar «problema». ¿Hay «dukkha»?, ¿Existe cualquier cosa insatisfactoria o perturbadora respecto a la vida? Este tipo de preguntas son necesarias cuando venimos a un sitio como Suan Mokkh. Si no habéis mirado dentro de vosotros mismos, si no sois conscientes de ningún problema, si no sentís «dukkha», es que no sabéis lo que estáis haciendo aquí o cual es vuestro motivo para estudiar el «Dhamma». Por favor, mirad estas cosas llamadas «problemas» y «dukkha» con atención y claridad antes de seguir adelante.

Cuando hablamos de desarrollar la vida, podemos distinguir cuatro aspectos. El primer aspecto es prevenir la aparición de cosas peligrosas para la vida. El segundo es deshacerse y destruir cualquier cosa peligrosa que ya haya aparecido. El tercero es producir cosas que sean útiles y saludables para la vida. El cuarto es mantener y preservar este tipo de actitudes para que puedan seguir creciendo. En conjunto tenemos estos cuatro aspectos (prevenir nuevos peligros, deshacerse de los viejos peligros, crear actitudes saludables y mantener y acrecentar todo lo beneficioso) que constituyen lo que llamamos «desarrollar la vida». Desarrollar la vida es nuestro deber. Tenemos que tomar conciencia de que es nuestro deber, para que pueda ocurrir.

Para llevar a cabo este desarrollo, tenemos que poseer cuatro «dhammas» [1] muy importantes, cuatro herramientas del «Dhamma». Estas cuatro herramientas del «Dhamma» son: «sati» (atención, el estar muy atento o muy consciente de todo lo que ocurre), «sampajañña» (sabiduría práctica o comprensión rápida que permite actuar correctamente), «pañña» (sabiduría, saber, conocimiento) y «samadhi» (concentración). El disponer de estas cuatro herramientas nos permitirá desarrollar la vida.

La práctica del «vipassana» o desarrollo de la mente tiene por objeto en un primer nivel, el enriquecer y acrecentar estas cuatro herramientas del «Dhamma», haciendo así posible el desarrollo de nuestras vidas. Tenemos pues que poner interés en el estudio del desarrollo de estas cuatro herramientas imprescindibles.

 

El tipo de anapanasati que necesitamos

Existe gran variedad de técnicas de desarrollo mental o «vipassana», para cultivar la mente. Pero entre todas las que hemos encontrado, la mejor se llama «anapanasati-bhavana», el cultivo de la atención con la inspiración y la expiración. Esta es la práctica que describiremos en detalle en los capítulos siguientes.

El significado completo y correcto de «anapanasati-bhavana» es tomar una verdad o realidad de la naturaleza y observarla, investigarla y examinarla minuciosamente en la mente, con cada inspiración y cada expiración. La atención con la respiración nos permite pues contemplar toda verdad natural fundamental, manteniendo la conciencia de cada inhalación y exhalación.

Este estudio es muy importante y de gran valor. Si aspiramos a conocer la verdad en relación a algo, debemos fijarnos en ello para contemplarlo, examinarlo, analizarlo y estudiarlo de todo corazón, cada vez que inspiramos y expiramos. Déjenme repetir que debemos trabajar sobre nuestro objeto continuamente. Aquí «continuamente» significa «con cada inspiración y expiración». Inspirando, conoced este objeto. Expirando, conoced este objeto. Inspirando y expirando, entendedlo. Esto es absolutamente necesario, así como extremadamente saludable, para desarrollar el suficiente conocimiento de lo que debe ser comprendido. Esta forma de «estudio» aporta una transformación de la mente-corazón [2], o si se prefiere, de la vida interior.

En realidad, el significado de «Anapanasati» es bastante amplio y general. Quiere decir «acordarse con sati de cualquier cosa mientras se inspira y se expira». Imaginad que estáis pensando en vuestro hogar en algún país extranjero mientras inhaláis y exhaláis conscientemente; o en vuestra madre, esposa, marido, hijos o familia, mientras inspiráis y expiráis. Esto, se podría llamar también «Anapanasati», pero no es el objeto de la práctica. Lo que necesitamos es recordar el «Dhamma», o sea, las verdades naturales que liberan la mente del sufrimiento de «dukkha». Tomad estas verdades para trabajar sobre ellas en la mente todo lo necesario, hasta conseguir la liberación de nuestros problemas y eliminar «dukkha». En otras palabras, adquirid las cuatro herramientas del «Dhamma» mencionadas anteriormente. Este tipo de «Anapanasati» es el más útil.

 

Cuatro cosas que tenemos que contemplar

Esto nos conduce a la pregunta siguiente: ¿Qué cosas son las convenientes, las correctas y necesarias para ser utilizadas como objetos de contemplación cada vez que inhalamos y exhalamos? La respuesta es los secretos de lo que llamamos «kaya» (cuerpo), los secretos de los «vedana» (sensaciones), los secretos de la mente «citta» y los secretos de lo que llamamos «Dhamma». Los secretos de estas cuatro cosas deben ser traídos a la mente, para ser contemplados y estudiados.

Estas cosas son lo suficientemente importantes para vosotros, para que os acordéis de sus nombres en Pali ya que su significado no corresponde siempre exactamente a las traducciones que se les pueden dar. Para vuestra propia claridad de entendimiento y futuras referencias, acordaos de estas palabras: «kaya», «vedana», «citta» y «Dhamma». Recordadlos como nuestros cuatro temas de estudio más importantes. Tenemos que utilizar estas cuatro cosas mucho más que cualquier otro tipo de «objetos» para entrenar y desarrollar la mente, porque estas cuatro cosas ya existen en nosotros y son las fuentes de todos los problemas de nuestras vidas. Como no las entendemos y no podemos regularlas [3], se convierten en las cosas que conducen al sufrimiento. Es pues absolutamente necesario distinguir claramente y entender estas cuatro cosas: cuerpo, sensaciones, mente y «Dhamma».

 

Primer nivel: cuerpo carnal y cuerpo de la respiración

Examinemos ahora estas cuatro cosas por separado, empezando por «kaya». La palabra Pali «kaya» significa literalmente «grupo» y puede ser empleada para cualquier colección de cosas. En este caso «kaya» significa específicamente los grupos de cosas que componen en conjunto, un cuerpo físico de carne y hueso.

Tenéis que ver por vosotros mismos, de qué están hechos estos cuerpos. ¿Qué órganos hay y cuántos son?, ¿Qué tipos de elementos?, ¿Qué tipos de partes y componentes aparecen dentro de un cuerpo? Existe además un componente muy importante que alimenta el resto del cuerpo: la respiración. La respiración es también llamada «kaya» porque es un grupo de varios elementos. Estudiaremos de qué está compuesto el cuerpo físico y cómo se relaciona con la respiración.

El «cuerpo de la respiración» es muy importante porque como podemos ver, mantiene la vida en el resto del cuerpo. Aquí está la relación crucial que tenemos que estudiar. El cuerpo físico, no puede ser regulado directamente. Esto está fuera de nuestras habilidades. Pero existe una manera de controlarlo y de regularlo: es indirectamente utilizando la respiración. Si actuamos de cierta manera sobre un cuerpo (la respiración), esto provocará cierto efecto sobre el otro cuerpo (carnal). Por esta razón cogemos la respiración como objeto de nuestro entrenamiento. Supervisar o dirigir la respiración hasta cierto grado, equivale a regular o controlar el cuerpo carnal hasta ese mismo grado. Esta relación os aparecerá más claramente cuando hayáis practicado hasta ese específico nivel de «Anapanasati».

En las primeras etapas de la práctica, las relacionadas con el «kaya» (cuerpo), estudiamos la respiración de una manera especial. Tomamos nota de cada tipo de respiración que aparece y estudiamos cómo es cada una. Respiraciones largas, respiraciones cortas, respiraciones apacibles, respiraciones violentas, respiraciones rápidas y lentas: tenemos que conocerlas todas. Conoced la naturaleza propia de cada una, sus características y sus funciones.

Observad qué influencia tienen los distintos tipos de respiración sobre el cuerpo. La respiración posee una gran influencia sobre el resto del cuerpo físico y su influencia tiene que ser percibida claramente. Observad las dos partes de la relación hasta que os parezca obvio que están interconectadas y son inseparables. Ved como el «cuerpo de la respiración» condiciona y modifica el estado del cuerpo carnal. Esta es la primera etapa.

Estudiad especialmente la respiración. Conoced las características de todas sus diferentes formas. Veréis entonces que está conectada al cuerpo físico, lo que os permitirá «regularlo» gracias a la regulación de la respiración.

El sentido de estas primeras etapas de la práctica es conocer los secretos del «kaya», el cuerpo. Sabemos que el «cuerpo de la respiración» o la respiración, es lo que condiciona el cuerpo físico. Este importante secreto puede ser utilizado para descubrir otros secretos del cuerpo, como el hecho de que podemos utilizar la respiración para progresar en el dominio del cuerpo. Nadie puede sentarse aquí y relajar su cuerpo directamente, pero descubriremos que podemos relajar el cuerpo calmando la respiración. Si la respiración es apacible, el cuerpo carnal se relajará. Así es como podemos controlar el cuerpo indirectamente. Sabemos además que hay alegría, felicidad y otros beneficios saludables en el apaciguamiento de la respiración y del cuerpo.

 

Segundo nivel: nuestros amos las sensaciones

Una vez entendidos los secretos del «kaya», pasamos a los secretos de los «vedana». Los «vedana» tienen el más alto poder e influencia sobre los seres humanos, sobre todas las cosas vivas. Mis palabras os sorprenderán, pero os diré que el mundo entero -animales, humanos y todos los seres vivos- dependen de los «vedana». Están todos bajo el poder de las «sensaciones». Esto os parecerá gracioso e increíble, así que examinarlo por vosotros mismos. Es un hecho que toda nuestra especie es forzada a obedecer por los «vedana». Cuando hay «sukha-vedana» (sensaciones agradables) intentamos obtener más sensaciones de este tipo. Las sensaciones agradables tiran siempre de la mente en cierta dirección y condicionan ciertos tipos de actividad. «Dukkha-vedana» (sensaciones desagradables) afectan a la mente e influencian la vida en dirección opuesta, pero siguen conduciendo a todo tipo de reacciones habituales y mecánicas. La mente lucha con ellas y las transforma en problemas que provocan «dukkha». Las sensaciones tienen un inmenso poder sobre nuestros actos. El mundo entero está bajo el control de estos «vedana», aun habiendo otros factores involucrados también. Por ejemplo, aunque «tanha» (fuerte deseo) puede controlar la mente, él mismo ha sido condicionado anteriormente por sensaciones. Los «vedana» tienen pues la más poderosa influencia sobre toda nuestra mente. Tenemos que entender los secretos de los «vedana».

Voy a decir algo de lo que podéis reíros si queréis: «Si somos capaces de dominar los «vedana», seremos capaces de dominar el mundo». Podremos controlar el mundo, cuando podamos controlar las sensaciones a voluntad. Ahora bien, nadie está interesado en controlar los «vedana» y el mundo está pues fuera de un adecuado control. ¿Habéis visto todas las crisis y problemas que aparecen constantemente? Las guerras, el hambre, la corrupción, la contaminación, todas estas cosas son actividades que provienen de nuestro fracaso, en controlar las sensaciones desde el principio. Si quisiéramos controlar las sensaciones, podríamos controlar el mundo. Esto es algo que debéis considerar.

De acuerdo con las palabras del Buda, todas las causas de lo que ocurre en el mundo tienen su origen en los «vedana». Las incontables actividades aparecen en el mundo por la manera en que percibimos los «vedana», que nos fuerza a desear y a actuar en relación a estos deseos. Incluso las creencias tales como la reencarnación y el renacimiento son condicionadas por los «vedana». Si creemos en ello, viajaremos alrededor del ciclo del «samsara», los ciclos del nacimiento y de la muerte, del cielo y del infierno. Todo tiene su origen en las «sensaciones». Controlar los «vedana» es controlar el origen, la fuente, el lugar de nacimiento de todas las cosas. Esto muestra hasta qué punto es necesario comprender estas sensaciones correctamente y por completo. Entonces seremos capaces de controlarlas y sus secretos no nos volverán a engañar, ni a llevarnos a hacer locuras de nuevo.

Existen tres puntos principales que entender en relación a los «vedana». Primero, comprender los «vedana» en sí-mismos, las cosas que provocan sensaciones en la mente, que la mente siente. Segundo, saber como los «vedana» condicionan «citta», la mente-corazón. Estos excitan la mente provocando pensamientos, recuerdos, palabras y actos. Conoced estas reacciones en cadena de la mente. Tercero, descubrid que podemos controlar la mente gracias al control de los «vedana», de la misma manera que el cuerpo carnal es controlado por la regulación de la respiración. Entonces seremos capaces de adiestrar la mente por el correcto dominio de las sensaciones que la condicionan. Estos son los tres secretos de las «vedana».

1. Comprender las sensaciones mismas.

2. Conocer las cosas que las sensaciones condicionan (provocan) en la mente.

3. Conocer entonces como controlar estas cosas que las sensaciones condicionan lo que equivale a controlar las sensaciones mismas.

Estas son las tres cosas importantes que entender sobre los «vedana».

Visto que el primer y el segundo nivel de la práctica siguen el mismo principio, puede ser útil compararlos. En el nivel que concierne al cuerpo, descubrimos qué es lo que condiciona al cuerpo carnal, para luego estudiarlo hasta conocerlo en gran detalle. Estudiamos como la respiración condiciona al cuerpo y como regulándola, podemos controlar el cuerpo. Este es nuestro medio de tranquilizar y apaciguar el cuerpo. En lo que respecta a la mente, está condicionada por las sensaciones. Controlando los «vedana» para que no condicionen la mente o la condicionen de manera saludable, somos capaces de calmar la mente. Vemos pues como el primer nivel que concierne al cuerpo y el segundo que estudia los «vedana», se rigen por el mismo principio básico y son paralelos en su método de práctica.

 

Tercer nivel: la mente sutil

Primero practicamos para conocer los secretos del «kaya». Segundo, para conocer los secretos de los «vedana». Cuando dominamos completamente los dos primeros niveles, practicamos para descubrir los secretos de «citta» (la mente). La mente es el director y el líder de la vida. La mente guía y el cuerpo no es más que el instrumento que es guiado. Si queremos dirigir nuestra vida por el camino correcto, tenemos que entender «citta» (la mente) correctamente hasta ser capaces de controlarla. Esto requiere un estudio especial, porque lo que llamamos «mente» es muy sutil, complejo y profundo. No la podemos ver con nuestros ojos, se necesita algo especial para «verla». Con una atención (Sati) bien desarrollada y entrenada, este estudio está dentro de nuestras capacidades, pero es necesario hacer un esfuerzo especial. ¡No perdáis coraje ni abandonéis! Todos somos capaces de estudiar la «citta» y de descubrir sus secretos.

Es imposible conocer la «citta» directamente. No se puede «tocar» o contactar con ella directamente. Es sin embargo posible conocerla a través de sus pensamientos. Si sabemos cómo son los pensamientos, sabremos cómo está la mente. Haciendo una analogía con el mundo material, no podemos conocer la electricidad en sí, sino que la descubrimos a través de sus propiedades: corriente, voltaje, potencia, etc. Ocurre lo mismo con la mente. No podemos experimentarla directamente pero podemos experimentar sus propiedades, los pensamientos diversos. ¿Cuántos tipos distintos de pensamientos aparecen cada día, cuántos niveles de pensamientos surgen? Observad estos diferentes pensamientos. Así es como podemos conocer la «citta», en un primer término.

Empezamos nuestro estudio de la mente observando qué tipo de pensamientos tiene. ¿Son sus pensamientos correctos o incorrectos?, ¿Puros o impuros? , ¿Piensa esta mente de forma correcta o incorrecta, buena o desviada? Observad hasta entender la mente a través de todos los tipos de pensamientos que pueda tener. Descubrid poco a poco, que la naturaleza (dhamma-jati) de la mente es así. A este nivel, debido a nuestro entrenamiento sobre el «kaya» y los «vedana», somos capaces de dirigir la mente como lo necesitemos. Se puede hacer pensar la mente de distintas formas o dejarla quieta. Podemos hacer que la mente esté satisfecha, o incluso insatisfecha si así lo queremos. La mente puede experimentar distintos tipos de alegría y felicidad. Y puede ser aquietada, calmada y concentrada de distintas maneras y en diversos grados. Finalmente, la mente puede ser liberada. Hacemos que suelte, que deje irse las cosas que habían provocado amor, odio y apego. La mente está liberada de todas estas cosas.

Esta es la lección sobre los secretos de la mente que tenemos que practicar en este tercer nivel de «anapanasati-bhavana».

Conoced todos los distintos tipos de «citta». Sed capaces de hacer que la mente sea feliz y esté satisfecha. Luego forzar [4] la mente a pararse y quedarse quieta. Finalmente, haced que la mente suelte todos sus apegos. Forzadla [4] a soltar. La mente, deja ir cosas a las que se había apegado y las cosas que se habían apegado a la mente la sueltan. Esto es lo que hay que hacer para completar el tercer nivel de «Anapanasati».

 

Cuarto nivel: realizando el dhamma supremo

Tras aprender los secretos del cuerpo, de las sensaciones y de la mente, llegamos al cuarto nivel que concierne al «Dhamma». Como se ha dicho anteriormente, «Dhamma» es la naturaleza en todos sus sentidos. Ahora, tomamos la verdad de todas estas cosas, la verdad última de todas las naturalezas, como objeto de estudio. Esto es lo que entendemos por «estudiar el Dhamma». Es estudiar la verdad, el hecho que constituye el secreto supremo de la naturaleza. Gracias a este conocimiento, podemos vivir la vida de la mejor manera posible. Debemos estudiar el secreto de la verdad que controla la vida, la verdad de «aniccam, dukkham, anatta, suññata y tathata».

«Aniccam»: todo fenómeno condicionado es impermanente y en constante fluir.

«Dukkham»: todo fenómeno condicionado es inherentemente incapaz de satisfacer nuestros deseos.

«Anatta»: todas las cosas carecen en realidad de «ego» o de alma.

«Suññata»: todo está vacío de cualquier tipo de «ego», alma, de «yo» o «mío».

«Tathata»: el «simplemente esto», el «esto es» de todas las cosas.

Juntos forman la Verdad Ultima. Tenemos que observar estas cosas hasta que sean plenamente realizadas de manera que la mente no vuelva a perder nunca más su camino. Cuando la mente entienda esta verdad de toda realidad, no volverá a cometer errores y se mantendrá por sí misma en el camino de lo correcto.

Puede pareceros divertido que toda Verdad -«aniccam», «dukkham», «anatta», «suññata» – desemboque en «tathata», que la Verdad Ultima de todo el universo no sea más que «esto es lo que hay» o «nada más que esto». En tailandés «tathata» es traducido por «sólo esto». Es más difícil en español: «sólo esto, solamente así, tal cual es». ¿No es acaso divertido? Toda Verdad acaba reduciéndose a las típicas y ordinarias palabras «todo es simplemente así». Las cosas no son vistas como buenas o malas, acertadas o equivocadas, ganancia o pérdida, derrota o victoria, virtud o pecado, felicidad o sufrimiento, teniendo o echando en falta, positivo o negativo, cuando vemos «tathata», el «Dhamma» más elevado. El más alto «Dhamma» está aquí mismo en «simplemente esto», más allá de todo sentido de lo positivo y de lo negativo, más allá de todo optimismo o pesimismo, más allá de toda dualidad. Esto es el final. La Verdad por descubrir en el cuarto nivel de la práctica de «Anapanasati» es el secreto de la naturaleza que dice que todas las cosas no son «nada más que esto», «simplemente esto».

Ver el «Dhamma» suficientemente es el primer paso. Ahora veremos que la mente empieza a «soltar», a deshacer sus apegos. Estos apegos se irán disolviendo. Experimentaremos esto hasta la etapa donde el apego desaparece. Una vez el apego desaparecido, la etapa final es experimentar que «la mente es libre, todo es libre». Sin embargo los textos utilizan la palabra «devolver». El Buda dijo que al final lo devolvemos todo. El significado de esto es que hemos sido ladrones durante toda nuestra vida, tomando las cosas de la naturaleza como «yo» o como «mías». Hemos sido estúpidos y sufrimos por ello. Ahora, nos hemos vuelto sabios y somos capaces de «soltar» y «devolver» las cosas. Lo devolvemos todo a la naturaleza y no volveremos a «robar» nunca nada. En esta última etapa de la práctica tomamos conciencia de: «¡Oh!, todo esto es de la naturaleza y no mío». Entonces podemos devolvérselo todo.

La última etapa termina de esta divertida manera. Termina dejando de ser ladrones, libres de todos y cada uno de los efectos e influencias del apego. La última etapa del desarrollo de «Anapanasati» termina aquí. Aprender el secreto del «Dhamma» es saber que no hay que apegarse a nada, no vale la pena apegarse a nada y por lo tanto no nos apegamos. Todo está liberado. El caso está cerrado. Hemos terminado.

Si elegimos dar a esto un nombre, lo podemos llamar «emancipación», «liberación» o «salvación». Parece que todas las religiones tienen el mismo objetivo y lo nombran con palabras similares. Para nosotros, el significado descrito -terminar con el apego y devolverlo todo a la naturaleza- es nuestra manera de entender la «emancipación». Otras religiones pueden dar otros sentidos a esta palabra. Para el Budismo, la emancipación significa liberarse de todos los tipos y formas de apego, viviendo entonces más allá del mundo. Aunque nuestros cuerpos estén en este mundo, nuestras mentes están más allá. Todos nuestros problemas desaparecen pues. Así es como se desarrolla la vida hasta su máximo potencial, utilizando este método de práctica que consta de cuatro niveles y dieciséis etapas. Existen muchos más detalles que considerar pero los dejaremos para más adelante.

Hoy hemos descrito los grandes rasgos de lo que ocurre en este tipo de práctica. Con esta base debería ser más sencillo practicar cada etapa a medida que vamos llegando a ella. Acabemos pues aquí la charla de hoy.