Parte III: Los factores básicos

Del libro «37 cualidades mentales que llevan a Iluminación«, por Thanissaro Bhikkhu.

H. El discernimiento: la Recta Visión

iii. La Segunda y la Tercera Verdad {208-238}

 


Pasajes del Canon Pali

{208} De la misma forma que un árbol cortado crece de nuevo si sus raíces están firmes e intactas, de igual modo, cuando permanecen las raíces del deseo sin haber sido destruidas, el sufrimiento surge una y otra vez.

Dhp 338

{209} (En breve)

SN 42,11

{210} Codicia y su cese. «¿Y qué es, monjes, la noble verdad del origen sufrimiento? Es la avidez, la cual trae la renovación de los seres, acompañada por deleite y lujuria, que hace deleitarse en esto y aquello, es decir, la avidez por los placeres sensuales, la avidez por la existencia, la avidez por la no-existencia.

«¿Y de dónde surge esta avidez, monjes, cuando se establece? Siempre que en el mundo haya algo apetecible y agradable surge la avidez para establecerse.

«Y ¿qué es aquello que en el mundo es apetecible y agradable? El ojo es apetecible y agradable en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece; el oído.. la nariz… la lengua… el cuerpo… la mente es apetecibley agradable en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece.

«Las formas son apetecibles y agradables en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece; los sonidos.. los olores… los sabores… los objetos tangibles… los objetos mentales son apetecibles y agradables en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece.

«Los estados de consciencia del ojo son apetecibles y agradables en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece; los estados de consciencia del oído… los estados de consciencia de la nariz… los estados de consciencia de la lengua… los estados de consciencia del cuerpo… los estados de consciencia de la mente son apetecibles y agradables en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece.

«El contacto del ojo es apetecible y agradable en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece; el contacto del oído… el contacto de la nariz… el contacto de la lengua… el contacto del cuerpo… el contacto de la mente es apetecible y agradable en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece.

«La sensación surgida del contacto del ojo es apetecible y agradable en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece; la sensación surgida del el contacto del oído… del contacto de la nariz… del contacto de la lengua… del contacto del cuerpo… del el contacto de la mente es apetecible y agradable en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece.

«La percepción surgida del contacto del ojo es apetecible y agradable en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece; la percepción surgida del el contacto del oído… del contacto de la nariz… del contacto de la lengua… del contacto del cuerpo… del el contacto de la mente es apetecible y agradable en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece.

«La intención en relación a las formas es apetecible y agradable en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece; la intención en relación a los sonidos.. a los olores… a los sabores… a los objetos tangibles… a los objetos mentales es apetecible y agradable en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece.

«La avidez por las formas es apetecible y agradable en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece; la avidez por los sonidos.. por los olores… por los sabores… por los objetos tangibles… por los objetos mentales es apetecible y agradable en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece.

«La conceptualización de las formas es apetecible y agradable en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece; la conceptualización de los sonidos.. por los olores… por los sabores… por los objetos tangibles… por los objetos mentales es apetecible y agradable en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece.

«La ponderación de las formas es apetecible y agradable en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece; la ponderación de los sonidos.. por los olores… por los sabores… por los objetos tangibles… por los objetos mentales es apetecible y agradable en el mundo; es de ahí que surge la avidez y se establece. Esta es, monjes, la noble verdad del origen del sufrimiento.

«¿Y qué es, monjes, la noble verdad del cese del sufrimiento? Es el desvanecimiento completo y el cese, el abandono, el renunciamiento, el dejar ir y el rechazo de esta misma avidez.

«¿Y cómo, monjes, la avidez llega a ser abandonada y erradicada? Siempre que en el mundo haya algo tentador y agradable, la avidez por eso llega a ser abandonada y erradicada.

«Y ¿qué es aquello que en el mundo es tentador y agradable? El ojo es tentador y agradable en el mundo; la avidez por él llega a ser abandonada y erradicada; el oído.. la nariz… la lengua… el cuerpo… la mente es tentadora y agradable en el mundo; la avidez por ella llega a ser abandonada y erradicada.

«Las formas son tentadoras y agradables en el mundo; la avidez por ellas llega a ser abandonada y erradicada; los sonidos.. los olores… los sabores… los objetos tangibles… los objetos mentales con tentadores y agradables en el mundo; la avidez por ellos llega a ser abandonada y erradicada.

«Los estados de consciencia del ojo son tentadores y agradables en el mundo; la avidez por ellos llega a ser abandonada y erradicada; los estados de consciencia del oído… los estados de consciencia de la nariz… los estados de consciencia de la lengua… los estados de consciencia del cuerpo… los estados de consciencia de la mente son tentadores y agradables en el mundo; la avidez por ellos llega a ser abandonada y erradicada..

«El contacto del ojo es tentador y agradable en el mundo; la avidez por él llega a ser abandonada y erradicada; el contacto del oído… el contacto de la nariz… el contacto de la lengua… el contacto del cuerpo… el contacto de la mente es tentador y agradable en el mundo; la avidez por él llega a ser abandonada y erradicada.

«La sensación surgida del contacto del ojo es tentadora y agradable en el mundo; la avidez por ella llega a ser abandonada y erradicada; la sensación surgida del el contacto del oído… del contacto de la nariz… del contacto de la lengua… del contacto del cuerpo… del el contacto de la mente es tentadora y agradable en el mundo; la avidez por ella llega a ser abandonada y erradicada..

«La percepción surgida del contacto del ojo es tentadora y agradable en el mundo; la avidez por ella llega a ser abandonada y erradicada; la percepción surgida del el contacto del oído… del contacto de la nariz… del contacto de la lengua… del contacto del cuerpo… del el contacto de la mente es tentadora y agradable en el mundo; la avidez por ella llega a ser abandonada y erradicada.

«La intención en relación a las formas es tentadora y agradable en el mundo; la avidez por ella llega a ser abandonada y erradicada.; la intención en relación a los sonidos.. a los olores… a los sabores… a los objetos tangibles… a los objetos mentales es tentadora y agradable en el mundo; la avidez por ella llega a ser abandonada y erradicada.

«La avidez por las formas es tentadora y agradable en el mundo; esta avidez llega a ser abandonada y erradicada; la avidez por los sonidos.. por los olores… por los sabores… por los objetos tangibles… por los objetos mentales es tentadora y agradable en el mundo; esta avidez llega a ser abandonada y erradicada..

«La conceptualización de las formas es tentadora y agradable en el mundo; la avidez por ella llega a ser abandonada y erradicada; la conceptualización de los sonidos.. por los olores… por los sabores… por los objetos tangibles… por los objetos mentales es tentadora y agradable en el mundo; la avidez por ella llega a ser abandonada y erradicada.

«La ponderación de las formas es tentadora y agradable en el mundo; la avidez por ella llega a ser abandonada y erradicada.; la ponderación de los sonidos.. por los olores… por los sabores… por los objetos tangibles… por los objetos mentales es tentadora y agradable en el mundo; la avidez por ella llega a ser abandonada y erradicada. Esta es, monjes, la noble verdad del cese del sufrimiento.

DN 22

{211} “¿Y cuál es el método de los nobles que ha de ser visualizado correctamente y bien penetrado?

“Este es el caso, hombre hogareño, del noble discípulo que reflexiona así: ‘Cuando esto es, aquello es. Con el surgimiento de esto, surge aquello. Cuando esto no es, aquello no es. Con el cese de esto, cesa aquello’.

“Es decir, con la ignorancia como condición, surgen las formaciones mentales; con las formaciones mentales como condición, surge la conciencia; con la conciencia como condición, surge el nombre y la forma; con el nombre y la forma como condición, surge la séxtuple base de los sentidos; con la séxtuple base de los sentidos, surge el contacto; con el contacto como condición, surge la sensación; con la sensación como condición, surge avidez; con la avidez como condición, surge el apego; con el apego como condición, surge la existencia; con la existencia como condición, surge el nacimiento; con el nacimiento como condición, surge la vejez y la muerte, la pena, el lamento, el dolor, el pesar y la desesperanza. Éste es el origen de toda esta masa del sufrimiento.

“Pero con la total desaparición y el cese de la ignorancia, llega el cese de las formaciones mentales; con el cese de las formaciones mentales, llega el cese de la conciencia; con el cese de la conciencia, llega el cese del nombre y la forma; con el cese del nombre y la forma, llega el cese de la séxtuple base de los sentidos; con el cese de la séxtuple base de los sentidos, llega el cese del contacto; con el cese del contacto, llega el cese de la sensación; con el cese de la sensación, llega el cese de la avidez; con el cese de la avidez, llega el cese del apego; con el cese del apego, llega el cese de la existencia; con el cese de la existencia, llega el cese del nacimiento; con el cese del nacimiento, llega el cese de la vejez y la muerte, la pena, el lamento, el dolor, el pesar y la desesperanza. Éste es el cese de toda esta masa del sufrimiento.

“Este es el método de los nobles que ha de ser visualizado correctamente y bien penetrado.

AN 10,92

{212} (En breve)

SN 35,107

{213} En esta ocasión, cierto monje se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:

«Venerable señor, se dijo ‘el mundo, el mundo’. ¿De qué manera, venerable señor, se dijo ‘el mundo?'»

«Porque es desintegración, monje, se llama el mundo. Y, ¿qué es, monje, la desintegración? El ojo, monje, es desintegración, las formas son desintegración, la conciencia del ojo es desintegración, el contacto del ojo es desintegración y cualquier sensación que surge con el contacto del ojo como condición -sea placentera, dolorosa o ni placentera ni dolorosa- esto también es desintegración.

«El oído, monje, es desintegración… La nariz es desintegración… La lengua es desintegración… El cuerpo es desintegración… La mente es desintegración, los objetos mentales son desintegración, la conciencia de la mente es desintegración, el contacto de la mente es desintegración y cualquier sensación que surge con el contacto de la mente como condición -sea placentera, dolorosa o ni placentera ni dolorosa- esto también es desintegración. Porque es desintegración, monje, se llama el mundo.»

SN 35,82

{214} [Ananda:] «Amigos, cuando el Bienaventurado se levantó de su asiento y entró en su morada después de haberos ofrecido la breve síntesis sin exponeros el significado en detalle de ‘Monjes, declaro que el fin del mundo no puede ser conocido, visto ni alcanzado a través de un viaje. Aún así, monjes, también declaro que sin llegar al fin del mundo, no se puede poner el fin del sufrimiento’, yo entiendo que el significado en detalle de esta breve síntesis es la siguiente: aquello en el mundo, mediante el cual uno es el perceptor del mundo, que concibe el mundo, se llama el mundo en la Disciplina de un Noble. Y, ¿qué es amigos, aquello en el mundo, mediante el cual uno es el perceptor del mundo, que concibe el mundo? El ojo es aquello en el mundo, mediante el cual uno es el perceptor del mundo, que concibe el mundo. El oído… La nariz… La lengua… El cuerpo… La mente es aquello en el mundo, mediante el cual uno es el perceptor del mundo, que concibe el mundo. Esto en el mundo, mediante el cual uno es el perceptor del mundo, que concibe el mundo, es lo que se llama el mundo en la Disciplina de un Noble.»

SN 35,116

{215} (En breve)

SN 12,33

{216} [Sariputta:] Ahora bien, esto ha sido dicho por el Bienaventurado: ‘alguien que ve el origen dependiente, ve el Dhamma; alguien que ve le Dhamma, ve el origen dependiente’

MN 28

{217} (En breve)

SN 12,20

{218} “¿Y qué es, monjes, la existencia? He aquí, hay tres clases de existencia: la existencia en la esfera de los sentidos, la existencia en la esfera de las formas y la existencia en la esfera sin formas. Todo esto es llamado ‘la existencia’.

“¿Y qué es, monjes, el apego? He aquí, hay cuatro clases de apego: apego a los placeres sensuales, apego a los puntos de vista, apego a preceptos y prácticas, apego a la doctrina del alma. Todo esto es llamado ‘el apego’.

“¿Y qué es, monjes, la avidez? He aquí, hay seis clases de avidez: avidez por las formas, avidez por los sonidos, avidez por los olores, avidez por los sabores, avidez por los objetos táctiles, avidez por los fenómenos mentales. Todo esto es llamado ‘la avidez’.

“¿Y qué es, monjes, la sensación? He aquí, hay seis clases de sensación: sensación que surge por el contacto con el ojo, sensación que surge por el contacto con el oído, sensación que surge por el contacto con la nariz, sensación que surge por el contacto con la lengua, sensación que surge por el contacto con el cuerpo, sensación que surge por el contacto con la mente. Todo esto es llamado ‘la sensación’.

“¿Y qué es, monjes, el contacto? He aquí, hay seis clases de contacto: contacto del ojo, contacto del oído, contacto de la nariz, contacto de la lengua, contacto del cuerpo, contacto de la mente. Todo esto es llamado ‘el contacto’.

“¿Y qué es, monjes, la séxtuple base? La base del ojo, la base del oído, la base de la nariz, la base de la lengua, la base del cuerpo, la base de la mente. Todo esto es llamado ‘la séxtuple base’.

“¿Y qué son, monjes, el nombre y la forma? La sensación, la percepción, la volición, el contacto y la atención: Todo esto es llamado ‘el nombre’. Los cuatro grandes elementos y las formas que derivan de ellos, son llamados ‘forma’. Este nombre, en conjunto con esta forma, son llamados ‘el nombre y la forma’.

“¿Y qué es, monjes, la conciencia? He aquí, hay seis clases de conciencia: conciencia del ojo, conciencia del oído, conciencia de la nariz, conciencia de la lengua, conciencia del cuerpo, conciencia de la mente. Todo esto es llamado ‘la conciencia’.

“¿Y qué son, monjes, las formaciones volitivas? He aquí, hay tres clases de formaciones volitivas: formaciones volitivas corporales, formaciones volitivas verbales y formaciones volitivas mentales. Todo esto es llamado ‘las formaciones volitivas’.

“¿Y qué es, monjes, la ignorancia? No conocer el sufrimiento, no conocer el origen del sufrimiento, no conocer el cese del sufrimiento y no conocer el sendero que conduce al cese del sufrimiento. Todo esto es llamado ‘la ignorancia’».

SN 12,2

{219} (En breve)

SN 12,19

{220} (En breve)

AN 3,76

{221} He aquí lo que yo he oído decir. Cierta vez el bhagavant se encontraba en la localidad de Uruvela, en la orilla del río Nerañjara, bajo el árbol de la Iluminación, habiendo recién alcanzado la condición de buddha. En aquella ocasión el bhagavant estuvo sentado durante una semana en una misma postura pallanka experimentando la felicidad de la Liberación.

Y el bhagavant, al fin de esa semana, habiendo salido de aquel samadhi, contempló el mundo con su mirada de buddha, vio a los seres torturados por numerosos sufrimientos, consumiéndose en numerosos fuegos nacidos de la pasión, del odio, del error.

El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasión este udana:

Este mundo sumido en el sufrimiento,

dominado por la sensualidad,

proclama que su ser es dolor.

De cualquier manera que uno imagine algo

eso resulta diferente.

El mundo es inestable,

sujeto a la existencia

dominado por la existencia,

goza con la existencia.

Lo que lo hace gozar, es para él fuente de temor,

aquello por lo que teme es fuente de sufrimiento.

La vida religiosa es practicada

para librarse de la existencia.

Yo os digo que no se han liberado de la existencia ninguno de aquellos samanes o brahmanes que han sostenido que la liberación de la existencia se produce mediante la existencia. También digo que no han escapado de la existencia ninguno de aquellos samanes o brahmanes que han sostenido que con la cesación de la vida se escapa a la existencia.

Este sufrimiento se produce a causa del apego. El sufrimiento no se produce una vez destruido todo apego. Mira este mundo. La mayor parte de los seres están dominados por la ignorancia, gozan con las manifestaciones de la existencia, no se han liberado. Toda existencia en todo respecto, totalmente, es impermanente, dolorosa, sometida al cambio.

Cesa el deseo por la existencia,

en aquel que, mediante el correcto conocimiento,

ve esto de acuerdo con la verdad

y no se regocija con la cesación de la vida.

Con la completa destrucción de los deseos

se produce la total eliminación de las pasiones,

la cesación, el nirvana.

No existe reencarnación para el bhikkhu

que, desapegándose de todo,

ha alcanzado el nirvana:

Ha vencido a Mara,

ganó la batalla

y escapó a toda existencia.

Ud 3,10

{222} (En breve)

Iti 49

{223} [Visakha] «Pero, ¿por qué, señora, la inhalación y la exhalación es la formación corporal? ¿Por qué el pensamiento aplicado y sostenido es la formación verbal? Y, ¿por qué la percepción y la sensación constituyen la formación mental?»

[Hermana Dhammadinna] «Amigo Visakha, la inhalación y la exhalación son [elementos] corporales, son estados ligados al cuerpo; es por eso que la inhalación y la exhalación es la formación corporal. Primero uno aplica el pensamiento y sostiene el pensamiento, y consecuentemente, uno irrumpe en el habla; es por eso que el pensamiento aplicado y sostenido es la formación verbal. La percepción y la sensación son estados ligados a la mente; es por eso que la percepción y la sensación constituyen la formación mental.»

MN 44

{224} (En breve)

SN 12,25

{225} (En breve)

SN 12,51

{226} «Monjes, lo que uno intenta, lo que uno planifica y todo aquello hacia lo cual uno tiende, llega a convertirse en base para la conservación de la conciencia. Cuando existe esta base, existe el soporte para el establecimiento de la conciencia. Cuando la conciencia está establecida y llega a expandirse, se produce la futura renovación de la existencia, el futuro nacimiento y la vejez y la muerte, el dolor, el lamento, la pena, el displacer y la desesperanza llegan a existir. Así se origina toda esta masa del sufrimiento.

«Monjes, y si uno no intenta y si uno no planifica pero aún tiende hacia algo, esto llega a convertirse en base para la conservación de la conciencia. Cuando existe esta base, existe el soporte para el establecimiento de la conciencia. Cuando la conciencia está establecida y llega a expandirse, se produce la futura renovación de la existencia, el futuro nacimiento y la vejez y la muerte, el dolor, el lamento, la pena, el displacer y la desesperanza llegan a existir. Así se origina toda esta masa del sufrimiento.

«Pero, monjes, cuando uno no intenta, cuando uno no planifica y tampoco tiende hacia algo, no existe la base para la conservación de la conciencia. Cuando no existe esta base, tampoco existe el soporte para el establecimiento de la conciencia. Cuando la conciencia no está establecida ni llega a expandirse, no se produce la futura renovación de la existencia ni futuro nacimiento y la vejez y la muerte, el dolor, el lamento, la pena, el displacer y la desesperanza, cesan. Así cesa toda esta masa del sufrimiento.»

SN 12,38

{227} «¿Y qué es la ignorancia, cuál es el origen de la ignorancia, cuál es el cese de la ignorancia y cuál es la vía que conduce al cese de la ignorancia? El no saber acerca del sufrimiento, el no saber acerca del origen del sufrimiento, el no saber acerca del cese del sufrimiento y el no saber acerca de la vía que conduce al cese del sufrimiento – a esto se le llama ignorancia. Con el surgimiento de las corrupciones se da el origen de la ignorancia. Con el cese de las corrupciones se da el cese de la ignorancia. La vía que conduce al cese de la ignorancia no es más que este Noble Óctuple Sendero; éste es, entendimiento correcto … concentración correcta.

«Cuando un discípulo noble ha entendido así la ignorancia, el origen de la ignorancia, el cese de la ignorancia y la vía que conduce al cese de la ignorancia … él, aquí y ahora pone fin al sufrimiento. De esa forma también un discípulo noble es de entendimiento correcto … y ha llegado a este Dhamma verdadero…

«¿Y qué son las corrupciones, cuál es el origen de las corrupciones, cuál es el cese de las corrupciones y cuál es la vía que conduce al cese de las corrupciones? Existen tres corrupciones: la corrupción del deseo sensorial, la corrupción de la existencia y la corrupción de la ignorancia. Con el surgimiento de la ignorancia se da el origen de las corrupciones. Con el cese de la ignorancia se da el cese de las corrupciones. La vía que conduce al cese de las corrupciones no es más que este Noble Óctuple Sendero; éste es, entendimiento correcto, intención correcta, lenguaje correcto, acción correcta, modo de subsistencia correcto, esfuerzo correcto, atención correcta y concentración correcta.

«Cuando un discípulo noble ha entendido así las corrupciones, el origen de las corrupciones, el cese de las corrupciones y la vía que conduce al cese de las corrupciones, abandona por completo la tendencia subyacente a la sensualidad, anula la tendencia subyacente a la aversión, extirpa la tendencia subyacente a la opinión y presunción ‘yo soy’, abandonando la ignorancia y haciendo surgir el verdadero conocimiento, él, aquí y ahora pone fin al sufrimiento. De esa forma también un discípulo noble es el entendimiento correcto, cuyo entendimiento es recto, que posee perfecta confianza en el Dhamma y ha llegado a este Dhamma verdadero.»

MN 9

{228} «¿Cómo es eso, amigo Sariputta: es la vejez-y-muerte creada por uno mismo o es creada por otro, creada por ambos, por uno mismo y por otro, o surge fortuitamente no siendo creada ni por uno mismo ni por otro?»

«Amigo Kotthita, la vejez-y-muerte no es creada por uno mismo ni es creada por otro, no es creada por ambos, por uno mismo y por otro, y tampoco surge fortuitamente no siendo creada ni por uno mismo ni por otro. Más bien, con el nacimiento como condición, la vejez-y-muerte [llega a ser].

«Y, ¿cómo es eso, amigo Sariputta: es la existencia… el apego… la avidez… la sensación… el contacto… la séxtuple base de los sentidos… el nombre-y-forma creado por uno mismo o es creado por otro, creado por ambos, por uno mismo y por otro, o surge fortuitamente no siendo creado ni por uno mismo ni por otro?»

«Amigo Kotthita, el nombre-y-forma no es creado por uno mismo ni es creado por otro, no es creado por ambos, por uno mismo y por otro, y tampoco surge fortuitamente no siendo creado ni por uno mismo ni por otro. Más bien, con la conciencia como condición, el nombre-y-forma [llega a ser].

«Y, ¿cómo es eso, amigo Sariputta: es la conciencia creada por uno mismo o es creada por otro, creada por ambos, por uno mismo y por otro, o surge fortuitamente no siendo creada ni por uno mismo ni por otro?»

«Amigo Kotthita, la conciencia no es creada por uno mismo ni es creada por otro, no es creada por ambos, por uno mismo y por otro, y tampoco surge fortuitamente no siendo creada ni por uno mismo ni por otro. Más bien, con el nombre-y-forma como condición, la conciencia [llega a ser].

«Ahora bien, nosotros entendemos la declaración del Venerable Sariputta así: ‘el nombre-y-forma no es creado por uno mismo…  Más bien, con la conciencia como condición, el nombre-y-forma [llega a ser].’ También entendemos la declaración del Venerable Sariputta así: ‘la conciencia no es creada por uno mismo… Más bien, con el nombre-y-forma como condición, la conciencia [llega a ser]. Pero, ¿cómo, amigo Sariputta, debería ser visto el significado de esta declaración?»

«Bien, amigo, entonces voy a hacer un símil para ti, ya que la gente inteligente comprende el significado de la declaración a través del símil. Al igual que dos gavillas de juncos pueden estar inclinados uno hacia el otro, así también con el nombre-y-forma como condición, la conciencia [llega a ser]; con la conciencia como condición, el nombre-y-forma [llega a ser]; con el nombre-y-forma como condición, la séxtuple base de los sentidos [llega a ser]; con la séxtuple base de los sentidos, el contacto… Así es el origen de todo ese montón de insatisfacción.

«Si alguien, amigo, removiera una de estas gavillas de juncos, la otra caería; y si alguien removiera la otra, caería la primera. Así también con el cese del nombre-y-forma llega el cese de la conciencia; con el cese de la conciencia llega el cese del nombre-y-forma; con el cese del nombre-y-forma llega el cese de la séxtuple base de los sentidos; con el cese de la séxtuple base de los sentidos llega el cese del contacto… Así es el cese de todo ese montón de insatisfacción.»

SN 12,67

{229} La humanidad está encadenada a la idea

‘yo soy el que actúa”;

está adherida a la idea

‘otro es el que actúa’.

No se han dado cuenta

ni han visto que esa es la espina.

Pero no existe:

‘yo soy el que actúa”

ni ‘otro es el que actúa’,

para aquel que, cautamente,

ha visto esta espina.

La humanidad está llena de vanidad,

atada por la vanidad,

encadenada por la vanidad;

y utilizando airadas palabras

en la defensa de sus doctrinas

no escapa al ciclo de las reencarnaciones.

Ud 6,6

{230} «Monjes, con la ignorancia como condición, [llegan a ser] las formaciones mentales, con las formaciones mentales como condición, los estados de conciencia, con los estados de conciencia como condición, el nombre y la forma, con el nombre y la forma como condición, la séxtuple base de los sentidos, con la séxtuple base de los sentidos como condición, el contacto, con el contacto como condición, la sensación, con la sensación como condición, la avidez, con la avidez como condición, el apego, con el apego como condición, la existencia, con la existencia como condición, el nacimiento, con el nacimiento como condición, la vejez y la muerte, lamentación y dolor, pena, angustia y desesperanza. Éste es el origen de toda esta masa del sufrimiento.»

Cuando esto fue ducho, cierto monje dijo al Bienaventurado: «Y ¿qué es, venerable señor, la vejez y la muerte, para quién es la vejez y la muerte?»

«No es una pregunta válida», respondió el Bienaventurado. Monje, sea que uno diga ‘¿qué es la vejez y la muerte, para quién es la vejez y la muerte?’ o que diga ‘la vejez y la muerte es una cosa y alguien para quien es la vejez y la muerte, otra’, ambas aserciones tienen el mismo significado y sólo difieren en la letra. Cuando existe el punto de vista, [según el cual] ‘el alma y el cuerpo son lo mismo’, no se está viviendo la vida santa; y cuando existe el punto de vista, [según el cual] ‘el alma es una cosa y el cuerpo, otra’, tampoco se está viviendo la vida santa. Sin haber girado hacia ninguno de estos extremos, el Tathagata enseña el Dhamma del medio: ‘con el nacimiento como condición [llega a ser] la vejez y la muerte'».

«Y ¿qué es, venerable señor, el nacimiento, para quién es el nacimiento?»

«No es una pregunta válida», respondió el Bienaventurado. Monje, sea que uno diga ‘¿qué es el nacimiento, para quién es el nacimiento?’ o que diga ‘el nacimiento es una cosa y alguien para quien es el nacimiento, otra’, ambas aserciones tienen el mismo significado y sólo difieren en la letra. Cuando existe el punto de vista, [según el cual] ‘el alma y el cuerpo son lo mismo’, no se está viviendo la vida santa; y cuando existe el punto de vista, [según el cual] ‘el alma es una cosa y el cuerpo, otra’, tampoco se está viviendo la vida santa. Sin haber girado hacia ninguno de estos extremos, el Tathagata enseña el Dhamma del medio: ‘con la existencia como condición [llega a ser] el nacimiento'».

«Y ¿qué es, venerable señor, la existencia, para quién es la existencia?… ¿Qué es el apego, para quién es el apego?… ¿Qué es la avidez, para quién es la avidez?… ¿Qué es la sensación, para quién es la sensación?… ¿Qué es el contacto, para quién es el contacto?… ¿Qué son las seis bases de los sentidos, para quién son las seis bases de los sentidos?… ¿Qué es la conciencia, para quién es la conciencia?… ¿Qué es el nombre y la forma, para quién es el nombre y la forma?… ¿Qué son las formaciones mentales, para quién son las formaciones mentales?»

«No es una pregunta válida», respondió el Bienaventurado. Monje, sea que uno diga ‘¿qué son las formaciones mentales, para quién son las formaciones mentales?’ o que diga ‘las formaciones mentales son una cosa y alguien para quien son las formaciones mentales, otra’, ambas aserciones tienen el mismo significado y sólo difieren en la letra. Cuando existe el punto de vista, [según el cual] ‘el alma y el cuerpo son lo mismo’, no se está viviendo la vida santa; y cuando existe el punto de vista, [según el cual] ‘el alma es una cosa y el cuerpo, otra’, tampoco se está viviendo la vida santa. Sin haber girado hacia ninguno de estos extremos, el Tathagata enseña el Dhamma del medio: ‘con la ignorancia como condición [llegan a ser] las formaciones mentales'».

(De manera similar se tratan los requisitos neserarios para hacer desvanecer las formaciones.)

SN 12,35

{231} [Ananda:] “¡Esto es maravilloso, venerable señor, esto es asombroso, venerable señor! ¡Qué profundo es este surgimiento dependiente y qué profunda apariencia tiene! Y aún así, ¡con qué claridad puedo percibirlo!”

“No digas esto, Ananda. No digas así. Es profundo este surgimiento dependiente y tiene una apariencia profunda. Pero, es por falta del entendimiento y penetración del Dhamma, que esta generación se parece a una enredada maraña, a un nudo de la bola de cordeles, a unas cañas y juncos enmarañados, que no puede traspasar el samsara, los planos de privaciones, los planos de aflicción y el mal destino.

“Si alguien preguntara, Ananda, ‘¿hay aquí algún requisito para el surgimiento de la vejez y la muerte?’, debería respondérsele: ‘Sí, lo hay’.

“Y si alguien preguntara: ‘¿Cuál es el requisito que hace surgir la vejez y la muerte?’, debería respondérsele: ‘el nacimiento es el requisito para que surja la vejez y la muerte’.

“Si alguien preguntara, Ananda, ‘¿hay aquí algún requisito para el surgimiento del nacimiento?’, debería respondérsele: ‘Sí, lo hay’.

“Y si alguien preguntara: ‘¿Cuál es el requisito que hace surgir el nacimiento?’, debería respondérsele: ‘la existencia es el requisito para que surja el nacimiento’.

“Si alguien preguntara, Ananda, ‘¿hay aquí algún requisito para el surgimiento de la existencia?’, debería respondérsele: ‘Sí, lo hay’.

“Y si alguien preguntara: ‘¿Cuál es el requisito que hace surgir la existencia?’, debería respondérsele: ‘el apego es el requisito para que surja la existencia’.

“Si alguien preguntara, Ananda, ‘¿hay aquí algún requisito para el surgimiento del apego?’, debería respondérsele: ‘Sí, lo hay’.

“Y si alguien preguntara: ‘¿Cuál es el requisito que hace surgir el apego?’, debería respondérsele: ‘la avidez es el requisito para que surja el apego’.

“Si alguien preguntara, Ananda, ‘¿hay aquí algún requisito para el surgimiento de la avidez?’, debería respondérsele: ‘Sí, lo hay’.

“Y si alguien preguntara: ‘¿Cuál es el requisito que hace surgir la avidez?’, debería respondérsele: ‘la sensación es el requisito para que surja la avidez’.

“Si alguien preguntara, Ananda, ‘¿hay aquí algún requisito para el surgimiento de la sensación?’, debería respondérsele: ‘Sí, lo hay’.

“Y si alguien preguntara: ‘¿Cuál es el requisito que hace surgir la sensación?’, debería respondérsele: ‘el contacto es el requisito para que surja la sensación’.

“Si alguien preguntara, Ananda, ‘¿hay aquí algún requisito para el surgimiento del contacto?’, debería respondérsele: ‘Sí, lo hay’.

“Y si alguien preguntara: ‘¿Cuál es el requisito que hace surgir el contacto?’, debería respondérsele: ‘lel nombre y la forma es el requisito para que surja el contacto’.

“Si alguien preguntara, Ananda, ‘¿hay aquí algún requisito para el surgimiento del nombre y la forma?’, debería respondérsele: ‘Sí, lo hay’.

“Y si alguien preguntara: ‘¿Cuál es el requisito que hace surgir el nombre y la forma?’, debería respondérsele: ‘el estado de conciencia es el requisito para que surja el nombre y la forma’.

“Si alguien preguntara, Ananda, ‘¿hay aquí algún requisito para el surgimiento del estado de conciencia?’, debería respondérsele: ‘Sí, lo hay’.

“Y si alguien preguntara: ‘¿Cuál es el requisito que hace surgir el estado de conciencia?’, debería respondérsele: ‘el nombre y la forma es el requisito para que surja el esyado de conciencia’.

“De esta manera, Ananda, del nombre y la forma como requisito, surge el estado de conciencia; del estado de conciencia como requisito, surge el nombre y la forma; del nombre y la forma como requisito, surge el contacto; del contacto como requisito, surge la sensación; de la sensación como requisito, surge la avidez; de la avidez como requisito, surge el apego; del apego como requisito, surge la existencia; de la existencia como requisito, surge el nacimiento; del nacimiento como requisito, surge la vejez, la muerte, la pena, el dolor, el lamento, la aflicción y la desesperanza. Éste es el origen de toda esta masa del sufrimiento.

DN 15

{232} «Monjes, la conciencia llega a ser en dependencia del elemento bivalente. Y ¿cómo, monjes, la conciencia llega a ser en dependencia del elemento bivalente? En dependencia del ojo y las formas surge la conciencia del ojo. El ojo es impermanente, cambiante y se convierte en otra cosa; las formas son impermanentes, cambiantes y se convierten en otra cosa. Así, este elemento bivalente es movedizo y tambaleante, impermanente, cambiante y se convierte en otra cosa.

«La conciencia del ojo es impermanente, cambiante y se convierte en otra cosa. La causa y la condición del surgimiento de la conciencia del ojo también es impermanente, cambiante y se convierte en otra cosa. Monjes, cuando la conciencia del ojo surge a partir de una condición que es impermanente, ¿cómo podría ser permanente?

[De manera similar se trata el oído, la nariz, la lengua, el cuerpo y la mente.]

SN 35,93

{233} «Monjes, alguien que está ocupado no está liberado y alguien que se desocupa, se libera. El estado de conciencia, monjes, mientras existe, puede estar ocupado con la forma; basado sobre la forma, establecido sobre la forma, salpicado con el deleite, podría madurar, incrementar y expandirse. Además, el estado de conciencia, mientras existe, puede estar ocupado con la sensación… ocupado con la percepción… ocupado con las formaciones mentales; basado sobre las formaciones mentales, establecido sobre las formaciones mentales, salpicado con el deleite, podría madurar, incrementar y expandirse.

«Monjes, aunque alguien dijera: ‘a parte de la forma, a parte de la sensación, a parte de la percepción, a parte de las formaciones mentales puedo conocer el llegar y el desaparecer del estado de conciencia, su fin, su renacimiento, su maduración, su incremento y su expansión’ -esto es imposible.

«Monjes, si el monje hubo abandonado la codicia por el elemento de la forma, con el abandono de la codicia, está cortada la base: no existe el soporte para establecer un estado de conciencia. Además, si él hubo abandonado la codicia por el elemento de la sensación… por el elemento de la percepción… por el elemento de las formaciones mentales… por el elemento del estado de conciencia, con el abandono de la codicia, está cortada la base: no existe el soporte para establecer un estado de conciencia.

«Cuando no se establece el estado de conciencia, no hay maduración ni generación alguna, sólo liberación. Siendo liberado, está firme; estando firme, está contento y no agitado; no estando agitado, personalmente alcanza el Nibbana, y entiende: ‘el nacimiento está destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que estaba por hacer se ha realizado, y he aquí no hay más futuros estados de existencia'».

SN 22,53

{234} «Monjes, he aquí que existen estas cuatro clases de nutrientes para la conservación de los seres que ya llegaron a existir y la asistencia de aquellos que aún están por llegar a existir. Y ¿cuáles son estas cuatro? El nutriente del comestible de la comida, ordinaria y refinada; segundo, el contacto; tercero, la volición mental y cuarto, la conciencia. Éstas son, monjes, las cuatro clases de nutrientes para la conservación de los seres que ya llegaron a existir y la asistencia de aquellos que aún están por llegar a existir.

«Monjes, si existe la codicia por el nutriente del comestible de la comida, si existe el deleite y si existe la codicia, la conciencia llega a establecerse y llega a expandirse. Siempre que la conciencia llega a establecerse y llega a expandirse, descienden el nombre y la forma. Donde descienden el nombre y la forma, se expanden las formaciones mentales. Donde se expanden las formaciones mentales, está la producción de la futura renovada existencia. Donde está la producción de la futura renovada existencia, está el futuro nacimiento, la vejez y la muerte. Donde está el futuro nacimiento, la vejez y la muerte -yo declaro- esto está acompañado por el dolor, la angustia y la desesperanza.

«Imaginad, monjes a un artista o pintor que esté usando el tinte, la laca, la cúrcuma, el índigo o el carmesí para crear la figura de un hombre o de una mujer completo en todos los detalles en una tabla bien pulida, en la pared o en un lienzo. De la misma manera, si existe la codicia por el nutriente del comestible de la comida, por el nutriente del contacto, por el nutriente de la volición mental y o por el nutriente de la conciencia, si existe el deleite y si existe la codicia, la conciencia llega a establecerse y llega a expandirse. Siempre que la conciencia llega a establecerse y llega a expandirse, descienden el nombre y la forma. Donde descienden el nombre y la forma, se expanden las formaciones mentales. Donde se expanden las formaciones mentales, está la producción de la futura renovada existencia. Donde está la producción de la futura renovada existencia, está el futuro nacimiento, la vejez y la muerte. Donde está el futuro nacimiento, la vejez y la muerte -yo declaro- esto está acompañado por el dolor, la angustia y la desesperanza.

«Monjes, si no existe la codicia por el nutriente del comestible de la comida, o por el nutriente del contacto, o por el nutriente de la volición mental o por el nutriente de la conciencia, si no existe el deleite ni si existe la codicia, la conciencia no llega a establecerse ni llega a expandirse. Cuando la conciencia no llega a establecerse ni llega a expandirse, no descienden el nombre y la forma. Donde no descienden el nombre y la forma, no se expanden las formaciones mentales. Donde se expanden las formaciones mentales, no está la producción de la futura renovada existencia. Donde no está la producción de la futura renovada existencia, no está el futuro nacimiento, la vejez ni la muerte. Donde no está el futuro nacimiento, la vejez ni la muerte -yo declaro- esto está sin el dolor, sin la angustia y sin la desesperanza.

«Imaginad, monjes, a una casa o una sala con el techo de dos aguas y con las ventanas abiertas hacia el lado norte, este y oeste. Cuando se levanta el sol y el rayo de luz entra por la ventana, ¿dónde llega a establecerse?»

«En la pared del lado occidental, Venerable Señor».

«Pero, y si no habría la pared del lado occidental, ¿dónde llegaría a establecerse?»

«En la tierra, Venerable Señor».

«Y si allí no habría tierra, ¿dónde llegaría a establecerse?»

«En el agua, Venerable Señor».

«Y si allí no habría agua, ¿dónde llegaría a establecerse?»

«No se establecería en ninguna parte, Venerable Señor».

«De la misma manera, monjes, «Monjes, si no existe la codicia por el nutriente del comestible de la comida, o por el nutriente del contacto, o por el nutriente de la volición mental o por el nutriente de la conciencia, si no existe el deleite ni si existe la codicia, la conciencia no llega a establecerse ni llega a expandirse. Cuando la conciencia no llega a establecerse ni llega a expandirse, no descienden el nombre y la forma. Donde no descienden el nombre y la forma, no se expanden las formaciones mentales. Donde se expanden las formaciones mentales, no está la producción de la futura renovada existencia. Donde no está la producción de la futura renovada existencia, no está el futuro nacimiento, la vejez ni la muerte. Donde no está el futuro nacimiento, la vejez ni la muerte -yo declaro- esto está sin el dolor, sin la angustia y sin la desesperanza.»

SN 12,64

{235} (En breve)

DN 11

{236}

Donde el agua, la tierra, el fuego, el aire no encuentran donde posarse,

Allí no brilla estrella alguna, no se muestra ningún sol allí,

Allí no reluce ninguna luna, no se ve allí oscuridad.

Luego cuando el sabio, el brahmán, por la sabiduría

de su propio ser ha penetrado (en la verdad),

de la forma y de la no-forma, del placer y del dolor él está libre.

Ud 1,10

{237} Entonces, el Venerable Ananda, junto con el grupo de aquellos monjes, se acercó al Bienaventurado, al pie del auspicioso árbol sala. Habiéndose acercado, rindieron homenaje al Bienaventurado y se sentaron a un lado. Entonces, el Bienaventurado instruyó, exhortó, inspiró y regocijó a aquellos monjes con la plática del Dhamma.

En esta ocasión, en la mente de cierto monje surgió esta reflexión: “¿Cómo debería uno conocer, cómo debería uno ver, para que ocurriera inmediatamente la destrucción de las impurezas?”

El Bienaventurado, habiendo conocido con su propia mente la reflexión que surgió en la mente de aquel monje, se dirigió a los monjes con estas palabras:

“Monjes, este Dhamma ha de ser enseñando por mí discriminadamente. Los cuatro establecimientos de la atención consciente han de ser enseñados por mí discriminadamente. Los cuatro rectos esfuerzos… las cuatro bases del poder espiritual… Las cinco facultades espirituales… Los cinco poderes… Los siete factores de iluminación… El Noble Óctuple Sendero ha de ser enseñado por mí discriminadamente. Monjes, en relación al Dhamma que ha sido enseñando por mí, en la mente de cierto monje surgió esta reflexión: ‘¿Cómo debería uno conocer, cómo debería uno ver, para que ocurriera inmediatamente la destrucción de las impurezas?’

“¿Y cómo, monjes, uno debería conocer, cómo uno debería ver, para que ocurriera inmediatamente la destrucción de las impurezas?

“He aquí, monjes, alguien que es mundano y no instruido, que no dirige su mirada hacia los nobles, inepto y no disciplinado en su Dhamma, que no dirige su mirada hacia las personas superiores, inepto y no disciplinado en su Dhamma, considera la forma como el ser. Este tipo de consideración, monjes, es formación. ¿Y cuál es la fuente, cuál el origen, de qué nace y se produce esta formación? Cuando alguien que es mundano y no instruido entra en contacto a través de la sensación surgida de la ignorancia del contacto, surge la avidez: de ahí que surge aquella formación. Monjes, cuando uno conoce y ve esto, ocurre la inmediata destrucción de las impurezas.

“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser, pero considera al ser como algo que posee forma. Este tipo de consideración, monjes, es formación… (sigue como en el párrafo anterior).

“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser ni al ser como algo que posee forma, pero considera la forma como en el ser. Este tipo de consideración, monjes, es formación… (sigue como más arriba).

“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser ni al ser como algo que posee forma ni la forma como en el ser, pero considera el ser como en la forma. Este tipo de consideración, monjes, es formación… (sigue como más arriba).

“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser ni al ser como algo que posee forma ni la forma como en el ser ni el ser como en la forma, pero considera la sensación como el ser… la sensación como algo que posee forma… la sensación como en el ser… el ser como en la sensación. Este tipo de consideración, monjes, es formación… (sigue como más arriba).

“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser ni al ser como algo que posee forma ni la forma como en el ser ni el ser como en la forma ni la sensación como el ser ni la sensación como algo que posee forma ni la sensación como en el ser ni el ser como en la sensación, pero considera la percepción como el ser… la percepción como algo que posee forma… la percepción como en el ser… el ser como en la percepción. Este tipo de consideración, monjes, es formación… (sigue como más arriba).

“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser ni al ser como algo que posee forma ni la forma como en el ser ni el ser como en la forma ni la sensación como el ser ni la sensación como algo que posee forma ni la sensación como en el ser ni el ser como en la sensación ni la percepción como el ser ni la percepción como algo que posee forma ni la percepción como en el ser ni el ser como en la percepción. Pero considera las formaciones mentales como el ser… las formaciones mentales como algo que posee forma… las formaciones mentales como en el ser… el ser como en las formaciones mentales. Este tipo de consideración, monjes, es formación… (sigue como más arriba).

“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser ni al ser como algo que posee forma ni la forma como en el ser ni el ser como en la forma ni la sensación como el ser ni la sensación como algo que posee forma ni la sensación como en el ser ni el ser como en la sensación ni la percepción como el ser ni la percepción como algo que posee forma ni la percepción como en el ser ni el ser como en la percepción ni las formaciones mentales como el ser, ni las formaciones mentales como algo que posee forma ni las formaciones mentales como en el ser, ni el ser como en las formaciones mentales. Pero considera los estados de conciencia como el ser… los estados de consciencia como algo que posee forma… los estados de conciencia como en el ser… el ser como en los estados de conciencia. Este tipo de consideración, monjes, es formación. ¿Y cuál es la fuente, cuál el origen, de qué nace y se produce esta formación? Cuando alguien que es mundano y no instruido entra en contacto a través de la sensación surgida de la ignorancia del contacto, surge la avidez: de ahí que surge aquella formación. Monjes, cuando uno conoce y ve esto, ocurre la inmediata destrucción de las impurezas.

“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser… el ser como en los estados de conciencia. Pero, él mantiene el siguiente punto de vista: ‘así cómo es el ser, así es el mundo; habiendo pasado a la otra vida, seré así: permanente, estable, eterno, no sujeto a cambios’. Este tipo de punto de vista eternalista, monjes, es formación. ¿Y cuál es la fuente, cuál el origen, de qué nace y se produce esta formación? Cuando alguien que es mundano y no instruido entra en contacto a través de la sensación surgida de la ignorancia del contacto, surge la avidez: de ahí que surge aquella formación. Monjes, cuando uno conoce y ve esto, ocurre la inmediata destrucción de las impurezas.

“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser… ni mantiene el siguiente punto de vista: ‘así cómo es el ser, así es el mundo; habiendo pasado a la otra vida, seré así: permanente, estable, eterno, no sujeto a cambios’. Pero, él mantiene el siguiente punto de vista: ‘yo podría no ser y esto podría no ser para mí; así que yo no seré ni esto será para mí.’ Este tipo de punto de vista aniquilacionsita, monjes, es formación. ¿Y cuál es la fuente, cuál el origen, de qué nace y se produce esta formación? Cuando alguien que es mundano y no instruido entra en contacto a través de la sensación surgida de la ignorancia del contacto, surge la avidez: de ahí que surge aquella formación. Monjes, cuando uno conoce y ve esto, ocurre la inmediata destrucción de las impurezas.

SN 22,81

{238} (En breve)

SN 12,23