No importan las apariencias, sino la belleza interior.
[6] En Savatthi.
Entonces el Venerable Lakundaka Bhaddiya se acercó al Bienaventurado. Y cuando el Bienaventurado le vio llegar desde cierta distancia se dirigió a los monjes así:
“Monjes, ¿veis a aquel monje que está llegando, feo, antiestético, deforme y despreciable?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Este monje es alguien de un gran y majestuoso poder espiritual. No es fácil encontrar algún logro que este monje ya no hubiese logrado. Y él es alguien que, descubriéndola por sí mismo con el conocimiento directo, en esta presente vida, entra y permanece en la insuperable meta de la vida santa, en aras de la cual el hombre de clan correctamente abandona la vida hogareña y asume el estilo de vida sin hogar”.
Esto es lo que el Bienaventurado dijo y, habiendo dicho esto, el Afortunado, el Maestro, agregó:
“Los gansos, las garzas y los pavos reales,
Los elefantes y los ciervos manchados,
Todos, independientemente de su tamaño,
Le temen al león.
“De la misma manera entre los seres humanos,
El pequeño, pero dotado de sabiduría,
Es quien es realmente grande,
Y no un tonto con el cuerpo bien fornido”.
FUENTE:
Bodhi, B. (2000). «Lakuntaka Bhaddiya» en The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston: Wisdom Publications, (versión digital), p. 973.
«Lakundakabhaddiyasuttam», en Digital Pali Reader
Traducción: Anton P. Baron
Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015, 2019.