Tres clases de comunidades monásticas.
[95] “Monjes, he aquí estas tres clases de comunidades. Y, ¿cuáles son esas tres? La comunidad de los primeros, la comunidad dividida y la comunidad armoniosa.
(i) “Y, ¿cómo es, monjes, la comunidad de los primeros? He aquí, en esta clase de comunidad los monjes ancianos no llevan una vida de lujo ni laxa, sino que descartan el retroceso y se inclinan hacia la reclusión; despiertan la energía para alcanzar lo aún no alcanzado, llegar a lo aún no llegado y descubrir lo aún no descubierto. Y la segunda generación sigue su ejemplo: ellos tampoco llevan una vida de lujo ni laxa, sino que descartan el retroceso y se inclinan hacia la reclusión; también despiertan la energía para alcanzar lo aún no alcanzado, llegar a lo aún no llegado y descubrir lo aún no descubierto. A esta se le llama una comunidad de los primeros.
(ii) “Y, ¿cómo es, monjes, la comunidad dividida? He aquí, la comunidad en la cual los monjes llegan a discutir y pelear, caen en disputas y se apuñalan unos a otros con palabras hirientes, se llama una comunidad dividida.
(iii) “Y, ¿cómo es, monjes, la comunidad armoniosa? He aquí, la comunidad en la cual los monjes moran en concordia, armoniosamente, sin disputas, mezclados como leche y agua, viendo a los demás con miradas afectivas, se llama una comunidad armoniosa.
“Monjes, cuando los monjes moran en concordia, armoniosamente, sin disputas, mezclados como leche y agua, viendo a los demás con miradas afectivas, en esta ocasión se genera mucho mérito. En esta ocasión los monjes moran en una morada divina, es decir, en la liberación de la mente a través del gozo altruista. Cuando alguien tiene el gozo, surge el arrobamiento. El cuerpo de alguien, con la mente arrobada, llega a estar tranquilo. Alguien, cuyo cuerpo está tranquilo, siente el placer. La mente de alguien, que siente el placer, llega a concentrarse.
“Así como, cuando está lloviendo y la lluvia cae con gruesas gotas en la cima de la montaña, el agua fluye a lo largo de la ladera y llena las hendiduras, barrancos y arroyos; y éstos cuando se colman, llenan a su vez las charcas; y éstas, cuando se colman, llenan a su vez los lagos; y éstos cuando se colman, llenan a su vez los arroyos; y éstos cuando se colman, llenan a su vez los ríos; y éstos cuando se colman, llenan el gran océano; de la misma manera, cuando los monjes moran en concordia, armoniosamente, sin disputas, mezclados como leche y agua, viendo a los demás con miradas afectivas, en esta ocasión se genera mucho mérito. En esta ocasión los monjes moran en una morada divina, es decir, en la liberación de la mente a través del gozo altruista. Cuando alguien tiene el gozo, surge el arrobamiento. El cuerpo de alguien, con la mente arrobada, llega a estar tranquilo. Alguien, cuyo cuerpo está tranquilo, siente el placer. La mente de alguien, que siente el placer, llega a concentrarse.
“Estas son, monjes, las tres clases de comunidades”.
FUENTES:
Bhikkhu Bodhi (2012). “Assemblies” en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston, USA: Wisdom Publications. Versión digital. Pp. 196-197.
“Parisasuttam” en Digital Pali Reader
Traducido por Anton P. Baron
Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2016.