El destino del monje que elimina los tres grilletes y practica los jhanas.
[94] “Monjes, al igual que en el otoño, cuando el cielo es claro y sin nubes, el sol asciende al cielo y disipa toda la oscuridad del espacio, brillando, resplandeciendo e irradiando, así también cuando el inmaculado y libre de polvo Dhamma surge en el noble discípulo, entonces junto con él surge también la visión, y el noble discípulo abandona los tres grilletes: el punto de vista sobre la existencia personal, la duda y el apego a los ritos y las ceremonias.
“Más tarde, cuando se aparta de dos estados —el anhelo y la animadversión— entonces, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, entra y permanece en el primer jhana, que consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido. Si el noble discípulo tuviera que morir en esta ocasión, monjes, he aquí no habría más grillete alguno que lo hiciese retornar a este mundo” [1].
NOTA:
[1] Normalmente esta frase denota a quien alcanza el estado de no-retorno, sin embargo, los Comentarios explican que aquí se trata del que no retorna mediante el jhana (jhanaanagami), es decir, alguien que entra-en-la-corriente o una-vez-retorna, pero que ha alcanzado el jhana. Por más que este practicante aún no eliminó los dos grilletes —del deseo sensual y la animadversión—, al obtener el jhana está destinado a renacer el reino de la forma y alcanzar allí el Nibbana, sin tener que renacer en la esfera sensorial (cf. Bodhi, 2012, p. 991).
FUENTES:
Bhikkhu Bodhi (2012). “Autumn” en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston, USA: Wisdom Publications. Versión digital. P. 196.
“Saradasuttam” en Digital Pali Reader
Traducido por Anton P. Baron
Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2016.