Aparición y cese de las facultades afectivas.
[39] “Monjes, he aquí estas cinco facultades. Y, ¿cuáles son esas cinco? La facultad de placer, la facultad de dolor, la facultad de alegría, la facultad de displacer y la facultad de ecuanimidad.
“En dependencia del contacto que ha de ser experimentado como placentero, monjes, surge la facultad de placer. Estando en un estado placentero uno comprende: ‘Estoy en un estado placentero’. Y uno comprende: ‘Con el cese de aquel contacto que ha de ser experimentado como placentero, la correspondiente sensación —la facultad de placer que surge en dependencia del contacto que ha de ser experimentado como placentero— cesa y subsiste’.
“En dependencia del contacto que ha de ser experimentado como doloroso, monjes, surge la facultad de dolor. Estando en un estado doloroso uno comprende: ‘Estoy en un estado doloroso’. Y uno comprende: ‘Con el cese de aquel contacto que ha de ser experimentado como doloroso, la correspondiente sensación —la facultad de dolor que surge en dependencia del contacto que ha de ser experimentado como doloroso— cesa y subsiste’.
“En dependencia del contacto que ha de ser experimentado como alegre, monjes, surge la facultad de alegría. Estando en un estado alegre uno comprende: ‘Estoy en un estado alegre’. Y uno comprende: ‘Con el cese de aquel contacto que ha de ser experimentado como alegre, la correspondiente sensación —la facultad de alegría que surge en dependencia del contacto que ha de ser experimentado como alegre— cesa y subsiste’.
“En dependencia del contacto que ha de ser experimentado como desplaciente, monjes, surge la facultad de displacer. Estando en un estado desplaciente uno comprende: ‘Estoy en un estado desplaciente’. Y uno comprende: ‘Con el cese de aquel contacto que ha de ser experimentado como desplaciente, la correspondiente sensación —la facultad de displacer que surge en dependencia del contacto que ha de ser experimentado como desplaciente— cesa y subsiste’.
“En dependencia del contacto que ha de ser experimentado con ecuanimidad, monjes, surge la facultad de ecuanimidad. Estando en un estado ecuánime uno comprende: ‘Estoy en un estado ecuánime’. Y uno comprende: ‘Con el cese de aquel contacto que ha de ser experimentado con ecuanimidad, la correspondiente sensación —la facultad de ecuanimidad que surge en dependencia del contacto que ha de ser experimentado como ecuánime— cesa y subsiste’.
“Monjes, al igual que el calor es generado y el fuego es producido de la conjunción y la fricción de palos de fuego, y cuando estos palos son separados y puestos aparte, como resultado el calor cesa y subsiste, así también en dependencia del contacto que ha de ser experimentado como placentero… doloroso… alegre… desplaciente… ecuánime… uno comprende: ‘Con el cese de aquel contacto que ha de ser experimentado con ecuanimidad, la correspondiente sensación —la facultad de ecuanimidad que surge en dependencia del contacto que ha de ser experimentado como ecuánime— cesa y subsiste’”.
FUENTE:
Bodhi, B. (2000). The Simile of The Fire-Sticks en The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston: Wisdom Publications, (versión digital), pp. 2074.
Katthopamasuttam en Digital Pali Reader
Traducción: Anton P. Baron
Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.