SN 42,9 Kula Sutta – Familias

Un seguidor jainista llega junto al Buda con la intención de hacerle tropezar en el debate, sin embargo es detenido en su intento y termina corrigiendo su comprensión.

 


[Leer en pali]

[9] En cierta ocasión, mientras el Bienaventurado hacía un recorrido entre los kosala junto con un gran Sangha de monjes, llegó a Nalanda y estuvo allí en la arboleda de los mangos de Pavarika, cerca de Nalanda. En aquella ocasión Nalanda se vio afectada por la hambruna y una época de escasez, con los cultivos arruinados y destruidos. Nigantha Nataputta estaba residiendo en Nalanda junto con un gran séquito de los niganthas. Entonces el jefe de clan Asibandhakaputta, discípulo laico de los niganthas, se acercó a Nigantha Nataputta, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Acto seguido Nigantha Nataputta le dijo:

“Ve, jefe de familia, refuta la doctrina del asceta Gotama. Entonces un buen reporte se propagará acerca de ti: ‘El jefe de clan Asibandhakaputta ha refutado la doctrina del asceta Gotama, es así de poderoso y majestuoso’”.

“Pero, ¿cómo, venerable señor, voy a refutar la doctrina del asceta Gotama, que es así de poderoso y majestuoso?”.

“Ve, jefe de familia, acércate al asceta Gotama y pregúntale: ‘Venerable Señor, ¿ha pronunciado el Bienaventurado los elogios de simpatía de muchas maneras hacia las familias, la protección de las familias y la compasión hacia las familias?’. Si el asceta Gotama, preguntado así por ti, te responde: ‘Sí, jefe de familia, el Tathagata ha pronunciado elogios de simpatía de muchas maneras hacia las familias, la protección de las familias y la compasión hacia las familias’, entonces le dirás: ‘Entonces, ¿por qué, Venerable Señor, hace usted un recorrido con un gran Sangha de monjes en un tiempo de hambre, en una época de escasez, cuando los cultivos están arruinados y destruidos? El Bienaventurado está practicando la aniquilación de las familias, la calamidad de las familias, la destrucción de las familias’. Cuando se le haya planteado este dilema al asceta Gotama por ti, no será capaz de salir adelante ni retroceder”.

“Bien, venerable señor”, respondió el jefe de clan Asibandhakaputta. Acto seguido se levantó, rindió homenaje a Nigantha Nataputta y, cuidando que siempre quedara a su mano derecha, se retiró de allí para acercarse al Bienaventurado. Después de rendirle homenaje al Bienaventurado, se sentó a un lado y le dijo:

“Venerable Señor, ¿ha pronunciado el Bienaventurado los elogios de simpatía de muchas maneras hacia las familias, la protección de las familias y la compasión hacia las familias?”.

“Sí, jefe de familia, el Tathagata ha pronunciado elogios de simpatía de muchas maneras hacia las familias, la protección de las familias y la compasión hacia las familias”.

“Entonces, ¿por qué, Venerable Señor, hace usted un recorrido con un gran Sangha de monjes en un tiempo de hambre, en una época de escasez, cuando los cultivos están arruinados y destruidos? El Bienaventurado está practicando la aniquilación de las familias, la calamidad de las familias, la destrucción de las familias”.

“Yo tengo memoria de noventa y nueve eones atrás, jefe de familia, pero no recuerdo ni siquiera una sola familia que haya sido destruida por medio de la ofrenda de la comida cocinada de las limosnas. Por el contrario, en cuanto a las familias ricas, con muchas riquezas y posesiones, con abundante oro y plata, con abundante propiedades y medios de subsistencia, con abundantes riquezas y granos, las mismas llegaron a ser así por medio de dádivas, por medio de la veracidad y por medio del autocontrol.

“He aquí, jefe de clan, hay ocho causas y condiciones de la destrucción de las familias. Las familias llegan a la destrucción a cuenta del rey, a cuenta de los ladrones, a cuenta del fuego, a cuenta del agua, porque no encuentran lo que han guardado, porque administran mal sus empresas, porque surge dentro de una familia un derrochador que despilfarra, disipa y malgasta sus riquezas, y por la transitoriedad, que es la octava. Estas son las ocho causas y condiciones de la destrucción de las familias. Pero, mientras existan esas ocho causas y condiciones de la destrucción de las familias, que alguien diga esto de mí: ‘El Bienaventurado está practicando la aniquilación de las familias, la calamidad de las familias, la destrucción de las familias’, si no abandona este punto de vista ni ese estado mental y, si no renuncia a este punto de vista, entonces según sus desiertos le irá, por así decirlo, caerá en el infierno [1].

Cuando se dijo esto, el jefe de clan Asibandhakaputta dijo al Bienaventurado:

“¡Excelente, Maestro Gotama! ¡Excelente, Maestro Gotama! El Maestro Gotama esclareció el Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la oscuridad, de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al Maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que a partir de ahora el Maestro Gotama me considere como su seguidor laico que ha ido por refugio de por vida”.

 


NOTA:

[1] La frase en pali es un modismo cuyo significado, según Bhikkhu Bodhi (2000, p. 1663), es oscuro. Del contexto sólo podemos deducir que a semejante persona le irá mal en el próximo renacimiento.

 


FUENTE:

Bodhi, B. (2000). Families The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya.Boston: WisdomPublications, (versión digital), pp. 1554-1555.

Kulasuttam en Digital Pali Reader


Traducción: Anton P. Baron

Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2015, 2020.