SN 41,6 Dutiyakamabhu Sutta – Segundo discurso con Kamabhu

Este es un discurso, en forma de diálogo, entre el hombre hogareño Citta y el venerable Kamabhu, sobre los diversos asuntos relacionados con las formaciones.

 


[Leer en pali]

[6] En cierta ocasión el Venerable Kamabhu moraba en la arboleda de los mangos silvestres de Macchikasanda. Entonces el hombre hogareño Citta se acercó al Venerable Kambhu, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:

“Venerable señor, ¿cuántas clases de formaciones existen?”.

«Hay tres clases de formaciones, hombre hogareño: la formación corporal, la formación verbal y la formación mental».

“Bien, venerable señor”, dijo el hombre hogareño Citta. Entonces deleitado y regocijado con la declaración del Venerable Kamabhu, le hizo otra pregunta:

«Pero, ¿qué es, venerable señor, la formación corporal, la formación verbal y la formación mental?».

«La inhalación y la exhalación, hombre hogareño, es la formación corporal; el pensamiento aplicado y sostenido es la formación verbal; la percepción y la sensación constituyen la formación mental».

“Bien, venerable señor”, dijo el hombre hogareño Citta. Entonces deleitado y regocijado con la declaración del Venerable Kamabhu, hizo otra pregunta:

«Pero, ¿por qué, venerable señor, la inhalación y la exhalación es la formación corporal? ¿Por qué el pensamiento aplicado y sostenido es la formación verbal? ¿Y por qué la percepción y la sensación constituyen la formación mental?».

«Hombre hogareño, la inhalación y la exhalación son [elementos] corporales, son estados ligados al cuerpo; es por eso que la inhalación y la exhalación es la formación corporal. Primero uno aplica el pensamiento y lo sostiene, y consecuentemente, uno irrumpe en el habla; es por eso que el pensamiento aplicado y sostenido es la formación verbal. La percepción y la sensación son estados ligados a la mente; es por eso que la percepción y la sensación constituyen la formación mental».

“Bien, venerable señor”, dijo el hombre hogareño Citta. Entonces deleitado y regocijado con la declaración del Venerable Kamabhu, hizo otra pregunta:

«Y, ¿cómo es, venerable señor, que se llega al logro del cese de la percepción y la sensación?».

«Hombre hogareño, cuando el monje logra el cese de la percepción y la sensación, no se le ocurre esto: ‘Voy a lograr el cese de la percepción y la sensación’, ‘Estoy logrando el cese de la percepción y la sensación’, ‘He logrado el cese de la percepción y la sensación’. Más bien su mente, que ha sido desarrollada previamente, lo conduce de tal manera a este estado».

“Bien, venerable señor”, dijo el hombre hogareño Citta. Entonces deleitado y regocijado con la declaración del Venerable Kamabhu, hizo otra pregunta:

«Venerable señor, cuando un monje logra el cese de la percepción y la sensación, ¿cuál de los estados cesa primero en él: la formación corporal, la formación verbal o la formación mental?».

«Hombre hogareño, cuando el monje logra el cese de la percepción y la sensación, primero cesa en él la formación verbal, luego la formación corporal y, finalmente, la formación mental».

“Bien, venerable señor”, dijo el hombre hogareño Citta. Entonces deleitado y regocijado en la declaración del Venerable Kamabhu, hizo otra pregunta:

“Venerable señor, ¿cuál es la diferencia entre alguien que ha muerto y se ha ido, y un monje que ha alcanzado el cese de la percepción y la sensación?”.

“Hombre hogareño, en el caso de alguien que ha muerto y se ha ido, la formación corporal ha cesado y se ha calmado, la formación verbal ha cesado y se ha calmado, y la formación mental ha cesado y se ha calmado; su vitalidad se ha extinguido, su calor corporal se ha disipado y sus facultades están totalmente desarticuladas. En el caso de un monje que ha alcanzado el cese de la percepción y la sensación, la formación corporal ha cesado y se ha calmado, la formación verbal ha cesado y se ha calmado, y la formación mental ha cesado y se ha calmado; pero su vitalidad no se ha extinguido, su calor corporal no se ha disipado y sus facultades son serenas. Esta es la diferencia entre alguien que ha muerto y se ha ido, y un monje que ha alcanzado el cese de la percepción y la sensación”.

“Bien, venerable señor”, dijo el hombre hogareño Citta. Entonces deleitado y regocijado con la declaración del Venerable Kamabhu, hizo otra pregunta:

«Y, ¿cómo es, venerable señor, el emerger del logro del cese de la percepción y la sensación, cuando llega a ser?».

«Hombre hogareño, cuando el monje emerge del logro del cese de la percepción y la sensación, no se le ocurre esto: ‘Voy a emerger del logro del cese de la percepción y la sensación’, ‘Estoy emergiendo del logro del cese de la percepción y la sensación’, ‘He emergido del logro del cese de la percepción y la sensación’. Más bien su mente, que ha sido desarrollada previamente, lo conduce de manera tal a semejante estado». 

“Bien, venerable señor”, dijo el hombre hogareño Citta. Entonces deleitado y regocijado con la declaración del Venerable Kamabhu, hizo otra pregunta:

«Venerable señor, cuando el monje emerge del logro del cese de la percepción y la sensación, ¿cuál de los estados surge en él primero: la formación corporal, la formación verbal o la formación mental?».

«Hombre hogareño, cuando el monje emerge del logro del cese de la percepción y la sensación, primero surge en él la formación mental, luego surge la formación corporal y, finalmente, la formación verbal».

“Bien, venerable señor”, dijo el hombre hogareño Citta. Entonces deleitado y regocijado con la declaración del Venerable Kamabhu, hizo otra pregunta:

«Venerable señor, cuando el monje emerge del logro del cese de la percepción y la sensación, ¿cuántas clases de contacto lo tocan?».

«Hombre hogareño, cuando el monje emerge del logro del cese de la percepción y la sensación, lo tocan tres clases de contacto: el contacto de la vacuidad, el contacto sin signo y el contacto sin deseo».

“Bien, venerable señor”, dijo el hombre hogareño Citta. Entonces deleitado y regocijado con la declaración del Venerable Kamabhu, hizo otra pregunta:

«Venerable señor, cuando el monje emerge del logro del cese de la percepción y la sensación, ¿hacia dónde se inclina la mente del monje, hacia dónde se ladea, hacia dónde tiende?».

«Hombre hogareño, cuando el monje emerge del logro del cese de la percepción y la sensación, su mente se inclina hacia la reclusión, se ladea hacia la reclusión y tiende hacia la reclusión».

“Bien, venerable señor”, dijo el hombre hogareño Citta. Entonces, habiéndose deleitado y regocijado en la declaración del Venerable Kamabhu, hizo una última pregunta:

“Venerable señor, ¿qué cosas ayudan a alcanzar el cese de la percepción y la sensación?”.

“Hombre hogareño, estás preguntando de último lo que debiste haber preguntado al principio, pero aún así te voy a responder. Dos cosas ayudan a alcanzar el cese de la percepción y la sensación: la serenidad y la visión perspicaz”.

 


FUENTE:

Bodhi, B. (2000). Kamabhu (2) The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the SamyuttaNikaya.Boston: WisdomPublications, (versión digital), pp. 1529-1531.

Dutiyakamabhusuttam en Digital Pali Reader


Traducción: Anton P. Baron

Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2015, 2020.