Unos jóvenes brahmanes estudiantes con su maestro, se impresionan al ver al Buda meditando sólo en el bosque.
[18] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando entre los kosalas, en cierto matorral del bosque. En aquella ocasión un grupo de muchachos brahmanes, estudiantes de cierto brahmán del clan de Bharadvaja, se acercó a aquel matorral del bosque para recolectar madera. Habiéndose acercado, vieron al Bienaventurado sentado, con sus piernas cruzadas, manteniendo el cuerpo erecto y habiendo puesto su atención consciente enfrente. Habiéndolo visto, se acercaron al brahmán del clan de Bharadvaja y le dijeron:
“Mira, maestro, deberías saber que en tal y tal matorral del bosque un asceta está sentado con sus piernas cruzadas, manteniendo el cuerpo erecto y habiendo puesto su atención consciente enfrente”.
Acto seguido el brahmán del clan de Bharadvaja, junto con aquellos muchachos brahmanes, se fue a aquel matorral del bosque y vio al Bienaventurado con sus piernas cruzadas, manteniendo el cuerpo erecto y habiendo puesto su atención consciente enfrente. Entonces se acercó al Bienaventurado y se dirigió a él en verso:
“Habiendo entrado en el vacío y desolado bosque,
En lo profundo del bosque, donde asechan muchos terrores,
Con un cuerpo inmóvil, estable, encantador,
¡Qué bellamente meditas!
En el bosque donde no hay canciones ni sonidos musicales,
Un solitario sabio ha restaurado los bosques.
Esto me parece una maravilla: cómo moras
Con la mente dichosa solo en el bosque.
Supongo que tu deseo es el supremo triple cielo,
La compañía de los señores del mundo divino.
Por eso te apoyas en el desolado bosque:
Practicas aquí la penitencia para alcanzar al Brahma”.
[El Bienaventurado:]
“Cualquiera que fueran los muchos deseos o deleites,
Todos están atados a múltiples elementos,
Los anhelos surgidos de la raíz de lo desconocido:
Yo los demolí a todos junto con sus raíces.
Soy sin deseos, desapegado, desenganchado;
Mi visión de todas las cosas ha sido purificada.
Habiendo alcanzado lo auspicioso —la suprema iluminación—
Con autoconfianza, brahmán, medito solo”.
Cuando se dijo esto, el brahmán del clan de Bharadvaja dijo al Bienaventurado:
“¡Excelente, Maestro Gotama! ¡Excelente, Maestro Gotama! El Maestro Gotama esclareció el Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la oscuridad, de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al Maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere como su seguidor laico que ha ido por refugio de por vida a partir de ahora”.
FUENTE:
Bodhi, B. (2000). The Wood Gatherers en The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston: Wisdom Publications, (versión digital), pp. 408-409.
Katthaharasuttam en Digital Pali Reader
Traducción: Anton P. Baron
Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.