Mara reprocha al Buda duramente porque éste se ha quedado dormido.
[7] En cierta ocasión el Bienaventurado moraba en la arboleda de los bambúes, en el Santuario de las Ardillas, cerca de Rajagaha. Entonces, cuando se hizo de noche, el Bienaventurado, habiendo pasado una gran parte de la noche caminando de un lado a otro al aire libre, lavó sus pies, entró en su morada y se recostó sobre su lado derecho en la posición del león, con una de las piernas puesta sobre la otra, atentamente consciente y con clara compresión, habiendo atendido a la idea de levantarse.
Entonces Mara, el Malvado se acercó al Bienaventurado y se dirigió a él en verso:
“¿Qué, estás durmiendo? ¿Por qué duermes?
¿Qué es esto? ¡Duermes como un infeliz!
Pensando ‘la choza está vacía’, duermes:
¿Qué es esto, duermes cuando el sol ya se levantó?”.
[El Bienaventurado:]
“Dentro de él la codicia ya no acecha,
No lo enreda ni lo lleva a ninguna parte;
Con la destrucción de todas las adquisiciones
El Iluminado duerme:
¿Por qué, esto debería preocuparte, Mara?”.
Entonces Mara, el Malvado, descubriendo: «El Bienaventurado me reconoció, el Afortunado sabe que soy yo», triste y decepcionado desapareció de allí.
FUENTE:
Bodhi, B. (2000). Sleep En The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston: Wisdom Publications, (versión digital), p. 286.
Supatisuttam en Digital Pali Reader
Traducción: Anton P. Baron
Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.