Buda aprueba las declaraciones de un joven deva sobre la vida ascética.
[1] Esto he escuchado:
En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta, en el parque de
Anathapindika, cerca de Savatthi. Entonces, cuando la noche ya era avanzada, Kassapa, un
joven deva de una extraordinaria belleza, iluminando toda la arboleda de Jeta, se acercó al
Bienaventurado, le rindió homenaje, se quedó a un lado y dijo al Bienaventurado:
“El Bienaventurado ha revelado al monje, pero no las instrucciones al monje”.
“Entonces bien, Kassapa, aclara este punto por ti mismo”.
“Él debe entrenarse en aconsejar de una manera buena,
“Y ejercitarse como un asceta,
“Solo, en un asiento solitario,
Calmar la mente”.
Esto es lo que dijo el joven deva Kassapa y el Maestro lo aprobó. Acto seguido el joven deva
Kassapa, pensando “el Maestro lo aprobó”, rindió homenaje al Bienaventurado y, cuidando que
el Bienaventurado quedase siempre a su mano derecha, desapareció de allí.
FUENTE:
Bodhi, B. (2000). Kassapa (1) en The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston, EE.UU.: Wisdom Publications (versión digital), p. 181.
Pathamakassapasuttam en Digital Pali Reader
Traducción: Anton P. Baron
Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.