SN 1,35 Ujjhanasanni Sutta – Criticones

Un grupo de devas (devatas) pretende atacar al Buda, pero termina reconociendo su error y pidiendo perdón.

 


 

[Leer en pali]

[35] En esta ocasión, el Bienaventurado estaba morando en la Arboleda de Jeta, en el Parque de Anathapindika, cerca de Savatthi. Entonces, cuando la noche estaba avanzada, un número de devatas “criticones” de imponente belleza, iluminando toda la Arboleda de Jeta, se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y se quedó a un lado.

Entonces un devata, estando en el aire, recitó este verso en la presencia del Bienaventurado:

“Si uno se muestra a sí mismo de manera diferente

Que realmente es,

Uno disfruta de cosas, como si fueran obtenidas por un ladrón,

Como si fueran ganancias de un jugador tramposo”.

[Otro devata:]

“Uno debe hablar como quisiera actuar,

No hablar como no quisiera actuar.

El sabio discierne claramente a la persona

Que no practica lo que predica”.

[El Bienaventurado:]

“No por mero hablar ni solamente por escuchar

Uno puede avanzar en este firme sendero de la práctica,

Por medio del cual los sabios, los meditadores

Son liberados de la esclavitud del Mara.

Verdaderamente el sabio no lo pretende,

Por cuanto ellos no han comprendido el camino del mundo.

Mediante el conocimiento final el sabio queda templado:

Ellos han pasado por encima del apego al mundo”.

Entonces aquellos devas, habiendo descendido a la tierra, se postraron con sus cabezas a los pies del Bienaventurado y le dijeron: “Una transgresión nos ha superado, Venerable Señor; siendo tan tontos, tan estúpidos, tan incapaces que nos hemos imaginado poder atacar al Bienaventurado. Que el Bienaventurado perdone nuestra transgresión, como los que van a moderarse en el futuro”.

Entonces el Bienaventurado mostró una sonrisa. Aquellos devatas, hallando su falta aún de mayor grado, se levantaron de allí hacia los aires. Y un devata recitó este verso en la presencia del Bienaventurado:

“Si alguien no concede el perdón

A aquellos que confiesan su transgresión,

Con la ira en el corazón, procurando el odio,

Abriga una fuerte enemistad”.

[El Bienaventurado:]

“Si aquí no hay transgresión alguna,

Si aquí no hay un andar por el mal camino,

Y las enemistades se apaciguan,

Entonces uno está aquí sin falta.

[Devata:]

“¿Para quién no hay aquí transgresión alguna?

¿Para quién no hay aquí un andar por el mal camino?

¿Quién no ha caído en la confusión?

¿Y quién es el sabio, siempre atentamente consciente?”.

[El Bienaventurado:]

“El Tathagata, el Iluminado,

Lleno de compasión por todos los seres:

Para él no hay aquí transgresión alguna,

Para él no hay aquí un andar por el mal camino,

Él es quién no ha caído en la confusión,

Y él es el sabio, siempre atentamente consciente.

“Si alguien no concede el perdón

A aquellos que confiesan su transgresión,

Con la ira en el corazón, procurando el odio,

Abriga una fuerte enemistad.

En aquella enemistad no tengo el deleite,

Así que perdono vuestra transgresión”.

 


FUENTE:

Bodhi, B. (2000). Faultfinders en The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston, EE.UU.: Wisdom Publications (versión digital), pp. 115-117.

Ujjhanasannisuttam en Digital Pali Reader


Traducción: Anton P. Baron

Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2015.