El Buda usa la analogía del cazador de ciervos para dar a conocer a los monjes los obstáculos que tendrán que enfrentar en su esfuerzo por escaparse del control del Mara.
[1] {261} Esto he escuchado. En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en la Arboleda Jeta del Parque de Anathapindika cerca de Savatthi. Estando allí, se dirigió a los monjes de esta manera: «Monjes». – «Sí, venerable señor», respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
[2] «Monjes, el cazador de venados no coloca el cebo para el rebaño de venados con esta intención: ‘que el rebaño de venados disfrute del cebo que he colocado aquí para que ellos vivan largo tiempo, sean bellos y aguanten [el hambre] mucho tiempo’. Más bien, el cazador de venados coloca el cebo para el rebaño de venados con esta intención: ‘los venados del rebaño van a comer la comida incautamente, mientras estén caminando entre el cebo que he colocado aquí. Al hacerlo así, se van a embriagar; al estar embriagados caerán en la negligencia; siendo negligentes, voy a poder hacer con ellos lo que quiera en medio de este cebo.’
[3] {262} «Y los venados del primer rebaño comieron la comida incautamente, mientras estuvieron caminando entre el cebo que ha colocado allí el cazador. Al hacerlo así, se embriagaron; al estar embriagados cayeron en la negligencia; siendo negligentes, el cazador pudo hacer con ellos lo que quiso en medio de este cebo. Fue así cómo los venados del primer rebaño fallaron en estar libres del poder y el control del cazador.
[4] {263} «Entonces, los venados del segundo rebaño consideraron esto: ‘los venados del primer rebaño, al actuar de esta manera poco precavida, fallaron en estar libres del poder y el control del cazador. ¿Qué tal si esquivamos esta comida del cebo; esquivando este temible placer, entramos al bosque para vivir allí?’. Acto seguido hicieron esto. Sin embargo, cuando llegó el último mes de la época del calor, cuando escaseó el pasto y el agua, sus cuerpos se redujeron y se volvieron extremadamente demacrados, por lo cual perdieron sus fuerzas y energías. Cuando estaban así, sin fuerzas y energía, retornaron a aquel mismo cebo que colocó allí el cazador. Así que comieron aquella comida incautamente, mientras estuvieron caminando entre el cebo que ha colocado allí el cazador. Al hacerlo así, se embriagaron; al estar embriagados cayeron en la negligencia; siendo negligentes, el cazador pudo hacer con ellos lo que quiso en medio de este cebo. Fue así cómo los venados del segundo rebaño también fallaron en estar libres del poder y el control del cazador.
[5] {264} «Entonces, los venados del tercer rebaño consideraron esto: ‘los venados del primer rebaño, al actuar de esta manera poco precavida, fallaron en estar libres del poder y el control del cazador. Los venados del segundo rebaño, al considerar cómo los venados del primer rebaño fallaron en estar libres del poder y el control del cazador, al planificar y hacer lo que hicieron con la precaución de irse a vivir en el bosque, también fallaron en estar libres del poder y el control del cazador. ¿Qué tal si hacemos nuestra morada dentro del rango del cebo del cazador? Al hacerlo así, podremos comer la comida incautamente, pero sin la necesidad de estar caminando entre el cebo que ha colocado allí el cazador. Al hacerlo así no nos embriagaremos; al no estar embriagados no caeremos en la negligencia; no siendo negligentes, el cazador no podrá hacer con nosotros lo que quiera en medio de este cebo. Acto seguido hicieron esto.
«Sin embargo, el cazador y sus seguidores consideraron esto: ‘estos venados del tercer rebaño son astutos y mañosos como magos y hechiceros: comen el cebo colocado aquí sin que sepamos el lugar de donde vienen y adonde van. ¿Qué tal si colocamos alrededor de este cebo que tenemos acá un gran círculo con vallas de mimbre? Entonces, quizá podremos ver el lugar de la morada de este tercer rebaño y descubrir su escondite.’ Acto seguido, hicieron así y vieron el lugar de la morada de este tercer rebaño y descubrieron su escondite. Fue así cómo los venados del tercer rebaño también fallaron en estar libres del poder y el control del cazador.
[6] {265} «Entonces, los venados del cuarto rebaño consideraron esto: ‘los venados del primer rebaño, al actuar de esta manera poco precavida, fallaron en estar libres del poder y el control del cazador. Los venados del segundo rebaño, al considerar cómo los venados del primer rebaño fallaron en estar libres del poder y el control del cazador, al planificar y hacer lo que hicieron con la precaución de irse a vivir en el bosque, también fallaron en estar libres del poder y el control del cazador. Y los venados del tercer rebaño, al considerar cómo los venados del primer rebaño y también los del segundo rebaño fallaron, al planificar y hacer lo que hicieron con la precaución de establecer su morada dentro del rango del cebo del cazador, también fallaron en estar libres del poder y el control del cazador. ¿Qué tal si establecemos nuestra morada en el lugar donde el cazador y sus seguidores no pueden ir? Al hacerlo así, podremos comer la comida incautamente, pero sin la necesidad de estar caminando entre el cebo que ha colocado allí el cazador. Al hacerlo así no nos embriagaremos; al no estar embriagados no caeremos en la negligencia; no siendo negligentes, el cazador no podrá hacer con nosotros lo que quiera en medio de este cebo.’ Acto seguido hicieron esto.
«Entonces, el cazador y sus seguidores consideraron esto: ‘estos venados del cuarto rebaño son astutos y mañosos como magos y hechiceros: comen el cebo colocado aquí sin que sepamos el lugar de donde vienen y adonde van. ¿Qué tal si colocamos alrededor de este cebo que tenemos acá un gran círculo con vallas de mimbre? Entonces, quizá podremos ver el lugar de la morada de este tercer rebaño y descubrir su escondite.’ Acto seguido, hicieron así pero no pudieron ver el lugar de la morada de este cuarto rebaño ni descubrieron su escondite. Entonces, el cazador y sus seguidores consideraron esto: ‘si nosotros espantamos a estos venados del cuarto rebaño, podría suceder que una vez espantados, den aviso a otros y, de esta manera, este lugar con el cebo que colocamos aquí quede desierto de los rebaños de venados. ¿Qué tal si tratamos a este cuarto rebaño de venados con indiferencia?’ Y así lo hicieron, y fue de esta manera cómo los venados del cuarto rebaño llegaron a estar libres del poder y el control del cazador.
[7] {266} «Monjes, os he ofrecido este símil para transmitiros un significado. Y el significado es este: ‘el cebo’ es el término para describir las cinco cuerdas de los placeres sensuales. ‘El cazador’ es el término que describe al Mara, el Malvado. ‘Los seguidores del cazador’ es el término para describir a los seguidores del Mara. Y ‘el rebaño de venados’ es el término que describe a los reclusos y brahmanes.
[8] {267} «Ahora bien, los reclusos y brahmanes de la primera clase son los que comieron la comida incautamente, mientras estaban caminando entre el cebo y las cosas materiales del mundo que ha colocado allí el Mara. Al hacerlo así llegaron a embriagarse; al estar embriagados cayeron en la negligencia; siendo negligentes, el Mara pudo hacer con ellos lo que quiso en medio de este cebo y las cosas materiales del mundo. Fue así cómo los reclusos y brahmanes de la primera clase fallaron en estar libres del poder y el control del Mara. Estos reclusos y brahmanes, digo yo, son iguales que aquellos venados del primer rebaño.
[9] {268} «Por otro lado, los reclusos y brahmanes de la segunda clase consideraron esto: ‘aquellos reclusos y brahmanes de la primera clase, al actuar de esta manera poco precavida, fallaron en estar libres del poder y el control del Mara. ¿Qué tal si esquivamos esta comida del cebo y las cosas materiales del mundo; esquivando este temible placer, entramos al bosque para vivir allí?’ Entonces ellos hicieron esto y empezaron a alimentarse solamente de las verduras o el mijo, del arroz salvaje o granos, del musgo o el arroz salvado, de la escoria de arroz o el arroz hervido, de la harina de sésamo o el estiércol de vaca. Vivieron de las raíces del bosque y de las frutas, alimentándose de las frutas caídas.
«Sin embargo, cuando llegó el último mes de la época del calor, cuando escaseó el pasto y el agua, sus cuerpos se redujeron y se volvieron extremadamente demacrados, por lo cual perdieron sus fuerzas y energías. Cuando estuvieron así, sin fuerzas y energía, perdieron su entrega mental; y sin la entrega mental retornaron a aquel mismo cebo que colocó allí el Mara y a aquellas cosas materiales del mundo. Así que comieron aquella comida incautamente, mientras estuvieron caminando por ahí; al hacerlo así, se embriagaron; al estar embriagados cayeron en la negligencia; siendo negligentes, el Mara pudo hacer con ellos lo que quiso en medio de este cebo y las cosas materiales del mundo. Fue así cómo los reclusos y brahmanes de la segunda clase fallaron en estar libres del poder y el control del Mara. Estos reclusos y brahmanes, digo yo, son iguales que aquellos venados del segundo rebaño.
[10] {269} «Los reclusos y brahmanes de la tercera clase consideraron esto: ‘aquellos reclusos y brahmanes de la primera clase, al actuar de esta manera poco precavida, fallaron en estar libres del poder y el control del Mara. Aquellos otros reclusos y brahmanes de la segunda clase, al considerar cómo los reclusos y brahmanes de la primea clase fallaron en estar libres del poder y el control del Mara, al planificar y hacer lo que hicieron con la precaución de irse a vivir en el bosque, también fallaron en estar libres del poder y el control del Mara. ¿Qué tal si hacemos nuestra morada dentro del rango del cebo que puso aquí el Mara y las cosas materiales del mundo? Al hacerlo así, podremos comer la comida incautamente, pero sin la necesidad de estar caminando entre el cebo que ha colocado allí el Mara y las cosas materiales del mundo. Al hacerlo así no nos embriagaremos; al no estar embriagados no caeremos en la negligencia; no siendo negligentes, el Mara no podrá hacer con nosotros lo que quiera en medio de este cebo y las cosas materiales del mundo.’ Entonces ellos hicieron esto.
«Sin embargo, ellos llegaron a sostener los diversos puntos de vista como ‘el mundo es eterno’ y ‘el mundo no es eterno’; ‘el alma y el cuerpo son lo mismo’ y ‘el alma es una cosa y el cuerpo, otra’; ‘el Tathagata existe después de la muerte’ y ‘el Tathagata no existe después de la muerte’; ‘después de la muerte el Tathagata tanto existe como no existe’ y ‘después de la muerte el Tathagata ni existe ni no existe’. Fue así cómo los reclusos y brahmanes de la tercera clase fallaron en estar libres del poder y el control del Mara. Estos reclusos y brahmanes, digo yo, son iguales que aquellos venados del tercer rebaño.
[11] {270} «Los reclusos y brahmanes del cuarto rebaño consideraron esto: ‘los reclusos y brahmanes de la primera clase, al actuar de esta manera poco precavida, fallaron en estar libres del poder y el control del Mara. Los reclusos y brahmanes de la segunda clase, al considerar cómo los reclusos y brahmanes de la primera clase fallaron en estar libres del poder y el control del Mara, al planificar y hacer lo que hicieron con la precaución de irse a vivir en el bosque, también fallaron en estar libres del poder y el control del Mara. Y los reclusos y brahmanes de la tercera clase, al considerar cómo los reclusos y brahmanes de la primera clase y también los de la segunda clase fallaron, y al planificar en estar libres del poder y el control del Mara, al planificar y hacer lo que hicieron con la precaución de establecer su morada dentro del rango del cebo que el Mara colocó por ahí y las cosas materiales del mundo, también fallaron en estar libres del poder y el control del Mara. ¿Qué tal si establecemos nuestra morada en el lugar donde el Mara y sus seguidores no pueden ir? Al hacerlo así, podremos comer la comida incautamente, pero sin la necesidad de estar caminando entre el cebo que ha colocado allí el Mara y entre las cosas materiales del mundo. Al hacerlo así no nos embriagaremos; al no estar embriagados no caeremos en la negligencia; no siendo negligentes, el Mara no podrá hacer con nosotros lo que quiera en medio de este cebo y las cosas materiales del mundo.’ Entonces ellos hicieron esto y fue así cómo los reclusos y brahmanes de la cuarta clase llegaron a estar libres del poder y el control del Mara. Estos reclusos y brahmanes, digo yo, son iguales que aquellos venados del cuarto rebaño.
[12] {271} «Y, ¿dónde es que el Mara y sus seguidores no pueden ir, monjes? He aquí, monjes, totalmente apartado de los placeres sensuales, apartado de los perjudiciales estados mentales, el monje entra y permanece en el primer jhana, el cual está acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido, el arrobamiento y felicidad, nacidos de la reclusión. De este monje se dice que ha enceguecido al Mara, que ha llegado a ser invisible para el Malvado, privando el ojo del Mara de esta oportunidad.
[13] «Además, al calmar el pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana, que se caracteriza por la tranquilidad interior y unificación de la mente; libre del pensamiento aplicado y sostenido, lleno de arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración. De este monje también se dice que ha enceguecido al Mara, que ha llegado a ser invisible para el Malvado, privando el ojo del Mara de esta oportunidad.
[14] «Además, con la desaparición del arrobamiento, permanece ecuánime, con la atención consciente y clara comprensión, experimentando la felicidad en su cuerpo; entra y permanece en el tercer jhāna, del cual los nobles declararon: ‘es ecuánime, atentamente consciente; es alguien que encontró una morada placentera.’ De este monje se dice que ha enceguecido al Mara, que ha llegado a ser invisible para el Malvado, privando el ojo del Mara de esta oportunidad.
[15] «Además, con el abandono del placer y la pena, con la previa desaparición de la alegría y el displacer, entra y permanece en el cuarto jhāna, que no es doloroso ni placentero y se caracteriza por la purificación de la atención consciente a través de la ecuanimidad. De este monje se dice que ha enceguecido al Mara, que ha llegado a ser invisible para el Malvado, privando el ojo del Mara de esta oportunidad.
[16] «Trascendiendo completamente las percepciones de las formas sensoriales, con la desaparición de la percepción de la resistencia, no atendiendo a las percepciones de la diversidad, pensando ‘el espacio infinito’, entra y permanece en la esfera del espacio infinito. De este monje se dice que ha enceguecido al Mara, que ha llegado a ser invisible para el Malvado, privando el ojo del Mara de esta oportunidad.
[17] «Trascendiendo completamente la esfera del espacio infinito, pensando ‘la conciencia infinita’, entra y permanece en la esfera de la conciencia infinita. De este monje se dice que ha enceguecido al Mara, que ha llegado a ser invisible para el Malvado, privando el ojo del Mara de esta oportunidad.
[18] «Trascendiendo completamente la esfera de la conciencia infinita, pensando ‘no hay nada’, entra y permanece en la esfera de la nada. De este monje se dice que ha enceguecido al Mara, que ha llegado a ser invisible para el Malvado, privando el ojo del Mara de esta oportunidad.
[19] «Trascendiendo completamente la esfera de la nada, entra y permanece en la esfera de la ni-percepción-ni-la-no-percepción. De este monje se dice que ha enceguecido al Mara, que ha llegado a ser invisible para el Malvado, privando el ojo del Mara de esta oportunidad.
[20] «Trascendiendo completamente la esfera de la ni-percepción-ni-la-no-percepción, entra y permanece en el cese de la percepción y la sensación. Y sus contaminaciones son destruidas mediante la visión con sabiduría. De este monje se dice que ha enceguecido al Mara, que ha llegado a ser invisible para el Malvado, privando el ojo del Mara de esta oportunidad y ha trascendido el apego a este mundo.»
Esto es lo que dijo el Bienaventurado y los monjes fueron satisfechos y se deleitaron en las palabras del Bienaventurado.
FUENTES:
Bhukkhu Nanamoli y Bhikkhu Bodhi (2001) «Nivapa Sutta: The Bait» en The Middle Discourses of the Buda: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Págs. 247-252.
«Nivapasutta» en World Tipitaka Edition, http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/9M/3/3.5 13 de mayo de 2008
Traducido y editado por Isidatta para el Bosque Theravada, 2011
Publicación del Bosque Theravada, 2011