El Buda ofrece el símil de la tortuga, que explica por qué el Mara se cansa y deja en paz a los que vigilan las puertas de sus facultades sensoriales.
[240] «Monjes, en el pasado, en el transcurso de la tarde, una tortuga estaba buscando comida a lo largo de la orilla de un río. Esa misma tarde un chacal también buscaba comida a lo largo de la orilla del mismo río. Cuando la tortuga visualizó al chacal buscando comida desde cierta distancia, escondió sus miembros y cuello dentro de su caparazón, permaneciendo quieta y en silencio.
«El chacal, que también había visto a la tortuga buscando comida desde cierta distancia, se acercó y esperó junto a ella pensando: ‘Cuando esta tortuga extienda uno de sus miembros o el cuello, voy a atraparla en el momento, sacarla fuera y comérmela’. Sin embargo, como la tortuga no extendió ninguno de sus miembro ni tampoco el cuello, el chacal, al no tener acceso a ella, perdió el interés en ella y se fue de ahí.
«De la misma manera, monjes, Mara, el Malvado, constante y continuamente se encuentra cerca de vosotros, pensando: ‘Quizá tenga acceso a él a través del ojo, del oído, de la nariz, de la lengua, del cuerpo o de la mente’. Por eso, monjes, vigilad las puertas de las facultades sensoriales. Habiendo visto la forma con el ojo, no os aferréis ni a su signo ni a sus rasgos, ya que si dejaseis la facultad del ojo desguarnecida, los malos e insalubres estados de codicia y desagrado podrían invadiros. Practicad la manera de restringirla, vigilad la facultad del ojo y comprometeos a restringir la facultad del ojo. Además, habiendo escuchado el sonido con el oído… habiendo olfateado el olor con la nariz… habiendo degustado el sabor con la lengua… habiendo sentido el objeto táctil con el cuerpo… habiendo conocido el objeto mental con la mente, no os aferréis ni a su signo ni a sus rasgos. Ya que, si dejaseis la facultad de la mente desguarnecida, los malos e insalubres estados de codicia y desagrado podrían invadiros. Practicad la manera de restringirla, vigilad la facultad de la mente y comprometeos a restringir la facultad de la mente.
«Monjes, cuando permanecéis vigilando las puertas de las facultades de los sentidos, Mara, el Malvado, al no tener acceso a vosotros, perderá el interés en vosotros y os dejará, así como el chacal dejó a la tortuga».
Recogiendo los pensamientos de la mente,
Como la tortuga recoge sus miembros dentro del caparazón,
Independiente, no acosando a nadie, plenamente saciado,
El monje no debería censurar a nadie.
FUENTES:
Bhikkhu Bodhi (2000) «The Simile of the Tortoise» en The Connected Discourses of the Buda: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Págs. 1240-1241.
«Kummopamasutta» en World Tipitaka Edition, http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/13S4/1/1.4/1.4.4/1.4.4.3 13 de mayo de 2008
Traducción: Anton P. Baron
Edición: Anton P. Baron y Federico Angulo
Publicación de Bosque Theravada, 2010, 2020.