2. Bodhisattadhammata {7D.1.2,17-32} – La naturaleza del Bodhisatta

Del DN 14 {7D.1,1-91} Mahapadana Sutta – Gran discurso sobre el linaje

[Leer en pali]

[1.17.] {17} «Y así, monjes, el Bodhisatta Vipassi, consciente y plenamente atento, terminó su existencia en el cielo de Tusita y descendió dentro del útero materno, conforme a las leyes del Dhamma.

{18} «Y de acuerdo a las leyes del Dhamma, cuando el Bodhisatta terminó su existencia en el cielo de Tusita y descendió al útero materno, una gran e inconmensurable luz, que sobrepasa el esplendor de los dioses, apareció en el mundo con sus divinidades, Maras y Brahmas, en esta generación con sus ascetas y brahmanes, con sus príncipes y su gente. Inclusive, en el abismo del inter-espacio y la vacancia, siempre en penumbra y oscuridad, donde ni siquiera el poder del sol y la luna es capaz de prevalecer con su luz- inclusive ahí, apareció la gran e inconmensurable luz, que sobrepasa el esplendor de los dioses. Y los seres nacidos ahí se percibían unos a otros por medio de esta luz: ‘Así los otros seres, realmente hubieron aparecido aquí’. Y este multi-milenario sistema mundial fue sacudido, agitado y estremecido; y ahí también apareció la gran e inconmensurable luz, que sobrepasa el esplendor de los dioses.

{19} «Y de acuerdo a las leyes del Dhamma, cuando el Bodhisatta descendió dentro al útero materno, entonces cuatro jóvenes divinidades vinieron a cuidarlo y se posaron en los cuatro puntos cardinales para que ningún ser humano, ningún ser no-humano ni nadie en general, pudiera hacerle daño a él ni a su madre.

[1.18.] {20} «Y de acuerdo a las leyes del Dhamma, cuando el Bodhisatta descendió al útero materno, ella llegó a ser intrínsecamente virtuosa: se refrenó de matar a los seres vivos, de tomar lo que no le ha sido dado, de tener inapropiadas conductas relacionadas con placeres sensuales, de hablar incorrectamente y de tomar vinos, licores e bebidas embriagantes, que propician la negligencia.

[1.19.] {21} «Y de acuerdo a las leyes del Dhamma, cuando el Bodhisatta descendió al útero materno, ella nunca más surgió en ella un pensamiento sensual concerniente a los hombres, y se volvió inaccesible a cualquier hombre con el pensamiento lujurioso.

[1.20.] {22} «Y de acuerdo a las leyes del Dhamma, cuando el Bodhisatta descendió al útero materno, ella obtuvo las cinco cuerdas de los placeres sensoriales y, dotada y provista de ellas, pudo disfrutarlas por sí sola. Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[1.21.] {23} «Y de acuerdo a las leyes del Dhamma, cuando el Bodhisatta descendió al útero materno, entonces nunca más ella sufrió alguna clase de aflicción: fue feliz y libre de fatigas corporales. Vio al Bodhisatta dentro de su útero con todos sus miembros, sin que le faltara facultad alguna. Al igual que una hebra azul, amarilla, roja, blanca o marrón estuviera atada por una piedra preciosa de berilo de ocho lados y bien cortada en las aguas cristalinas, y un hombre con buena vista la tomara en su mano y examinara así: ‘ésta es una piedra preciosa de berilo en aguas cristalinas, de ocho lados, bien cortada, y por ella está una hebra azul, amarilla, roja, blanca o marrón’; así también, cuando el Bodhisatta descendió al útero materno… ella vio al Bodhisatta dentro de su útero con todos sus miembros, sin que le faltara facultad alguna’.

[1.22.] {24} «Y de acuerdo a las leyes del Dhamma, siete días después del nacimiento del Bodhisatta, su madre murió y reapareció en el cielo de Tusita.

[1.23.] {25} «Y de acuerdo a las leyes del Dhamma, otras mujeres dan a luz, después de haber llevado a su hijo en el útero por nueve o diez meses [aproximadamente], pero no fue así con la madre del Bodhisatta. La madre del Bodhisatta dio a luz, después de llevarlo en su útero exactamente por diez meses.

[1.24.] {26} «Y de acuerdo a las leyes del Dhamma, otras mujeres dan a luz sentadas o acostadas, pero no fue así con la madre del Bodhisatta. La madre del Bodhisatta dio a luz de pie.’ Esto también lo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[1.25.] {27} «Y de acuerdo a las leyes del Dhamma, cuando el Bodhisatta salía del útero materno, primero lo recibieron los dioses y luego los seres humanos.’ Esto también lo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[1.26.] {28} «Y de acuerdo a las leyes del Dhamma, cuando el Bodhisatta salía del útero materno, no había tocado la tierra. Las cuatro jóvenes divinidades le recibieron y lo pusieron frente a su madre diciendo: «Regocíjate, princesa, el hijo de gran poder ha nacido de ti»’ Esto también lo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[1.27.] {29} «Y de acuerdo a las leyes del Dhamma, ‘Cuando el Bodhisatta salía del útero materno, salió inmaculado, sin olor a agua, placenta o sangre, sin ninguna clase de impurezas, limpio e inmaculado. Al igual que una gema puesta en el vestido de Kasi no toma el olor del vestido ni el vestido toma el olor de la gema, por la pureza de ambos, así también cuando el Bodhisatta salía del útero materno, salió inmaculado, sin olor a agua, placenta o sangre, sin ninguna clase de impurezas, limpio e inmaculado’ Esto también lo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[1.28.] {30} «Y de acuerdo a las leyes del Dhamma, cuando el Bodhisatta salía del útero materno, dos chorros de agua fueron derramados del cielo -uno fresco y otro caliente- para bañar al Bodhisatta y a su madre.’ Esto también lo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[1.29.] {31} «Y de acuerdo a las leyes del Dhamma, ‘Tan pronto como el Bodhisatta hubo nacido, se paró firmemente en sus pies sobre la tierra. Luego, dio siete pasos hacia el norte, mientras que una sombrilla estaba sobre él. Así sondeó los cuatro puntos cardinales, pronunciando las palabras del Líder de Rebaño: «Yo soy el más elevado en el mundo. Soy el mejor del mundo. Soy el principal del mundo. Este es mi último nacimiento. Ahora ya no hay nuevas existencias para mí.»’ Esto también lo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[1.30.] {32} «Y de acuerdo a las leyes del Dhamma, cuando el Bodhisatta salía del útero materno, una gran e inconmensurable luz, que sobrepasa el esplendor de los dioses, apareció en el mundo con sus divinidades, Maras y Bramas, en esta generación con sus ascetas y brahmanes, con sus príncipes y su gente. Inclusive, en el abismo del ínter-espacio y la vacancia, siempre en penumbra y oscuridad, donde ni siquiera el poder del sol y de la luna es capaz de prevalecer con su luz- inclusive ahí, apareció la gran e inconmensurable luz, que sobrepasa el esplendor de los dioses. Y los seres nacidos ahí se percibían unos a otros por medio de esta luz: «Así los otros seres, realmente hubieron aparecido aquí». Y este multi-milenario sistema mundial fue sacudido, agitado y estremecido; y ahí también apareció la gran e inconmensurable luz, que sobrepasa el esplendor de los dioses.