Un par de veloces mensajeros

Del blog «Bhikkhu Sujato responde«, por Bhikkhu Sujato.

Acabo de terminar la revisión y publicación de mi primer libro, Un par de mensajeros veloces (A swift pair of messengers). La podéis encontrar online (en inglés) aquí. De momento está solo en formato html; en los próximos días proveeré copias impresas por pedido, y versiones pdf y scribd.

Originalmente lo escribí mientras residía  en Sukhavana en Ipoh, Malasia. En aquel tiempo había muchas preguntas en la comunidad sobre estos temas, ya que la escuela de Mahasi había sido la fuerza predominante en los primeros centros de meditación malasios. A principio de los 90 tan solo el Venerable Dhammavuddho se decantó más por una práctica de samatha basada en los suttas. Después Ajahn Brahmavamso y posteriormente Pa Auk Sayadaw aparecieron en escena, con lo que estos días hay un mayor equilibrio.

Yo mismo empecé a meditar al estilo de la escuela de Mahasi, en el Wat Ram Poeng en Chieng Mai.  Allí tuve una asombrosa y transformativa experiencia y únicamente quería continuar con la práctica.

Recuerdo que cuando terminé mi primer retiro pregunté qué libros debía leer –  hasta ese momento solo había leído un libro de Dhamma, Manual para la humanidad (Handbook for Mankind) de Buddhadasa. Me sugirieron unos cuantos libros – Lo que el Buddha enseñó (What the Buddha Taught), Viendo el Camino (Seeing the Way), algunos libros sobre la técnica de Mahasi – pero realmente no me sentía satisfecho, por lo que pregunté qué era aquellos ‘suttas’ de los que había oído hablar. Observé cierta reticencia, pero me mostraron el Majjhima Nikaya y me enganchó.

Recuerdo mi confusión cuando en el the Majjhima Nikaya no pude encontrar ninguna mención de la técnica de etiquetar, los vipassana ñanas, y todos los otros aspectos de la técnica que me habían enseñado. En su lugar, había una charla constante de los llamados ‘jhanas’. Cuando pregunté sobre ellos, se me explicó que así era como el Buda había practicado, pero no lo que él recomendó a sus seguidores. Fui escéptico ante esta explicación, pero no sabía lo suficiente como para decir nada.

Más tarde, cuando fui al Wat Nanachat, continué practicando la técnica de Mahasi. Tomé un serio interés en su enfoque, y leí todo lo que pude sobre Mahasi, U Pandita, Nyanaponika, U Silananda, y otros exponentes de aquel enfoque. En mi primer retiro monástico, como anagaraka con los monjes en las selvas de Dao Dum, memoricé el Mahasatipatthana Sutta en inglés, tomando como mi guía de estudio el comentario de U Silananda. De hecho, fue en esta lectura donde realmente aprendí la técnica de Mahasi, ya que en el Wat Ram Poeng no enseñaban mucho acerca de la meditación, simplemente daban instrucciones sobre cómo meditar.

En mi ingenuidad en aquél tiempo no entendía cómo alguien podía practicar samatha – ¿acaso no sabían que era innecesario y peligroso porque te podías quedar apegado a aquella dicha? Hay, por supuesto, un maravilloso engreimiento que viene de practicar el ‘Único Camino’…

Sin embargo, gradualmente comencé a experimentar con varias prácticas de samatha. Ocurrió bajo la influencia tanto de los Suttas como también de la meditación que enseñaba la tradición del bosque. Naturalmente, la tradición del bosque no es muy dogmática en cuanto a meditación, y alienta cualquier técnica. Pero Ajahn Pasanno, que fue mi profesor por aquél entonces, mientras rechazaba la división samatha/vipassana, enseñaba de hecho anapanasati principalmente. Entonces descubrí la práctica de metta de Ajahn Mahachatchai, que se convirtió en mi práctica principal desde entonces hasta hoy día.

Después de hacer samatha, estudiar los suttas, y estar expuesto a una variedad de opiniones, mi idea propia fue evolucionando. Acepté que samatha era una práctica buena y útil. Aunque aún no estaba convencido de uno de los problemas básicos: ¿Era jhana necesario realmente para la entrada en la corriente?

Entonces me fui a vivir con Ajahn Brahm durante tres años. Obviamente había un fuerte énfasis en samatha, y mi propia práctica progresó bien allí. En la comunidad se discutía sobre estos puntos, y no había acuerdo sobre este problema básico. Aún me sentía inseguro, especialmente porque desde que llegué a Bodhinyana tenía un fuerte apego al punto de vista de los comentarios del theravada tradicional. Solo después de que se volvió obvio que en áreas importantes los comentarios se habían equivocado claramente fue que me desprendí de este apego.

La cuestión crítica fue la descripción del camino, si podía ser considerado como un ‘momento de la mente’ como afirmaban los comentarios. Los pasajes de los suttas que contradicen ésto son simplemente demasiado numerosos y demasiado explícitos como para no ser tenidos en cuenta. Si los comentarios podían estar tan equivocados en algo tan importante, ¿dónde más se habían equivocado?

Entonces me marché de Bodhinaya y terminé en Ipoh, aún sin decidir si los jhanas eran realmente necesarios. La cuestión apareció e hice más investigaciones, especialmente estudiando en detalle el clásico La meditación satipatthana vipassana: críticas y respuestas (Satipatthana Vipassana Meditation: Criticisms and Replies). Por aquél tiempo había artículos publicados por monjes malasios comtemporános, como este (en inglés) de Visuddhacara, discutiendo que había casi un consenso en que los jhanas no eran necesarios.

Consideré todas estas cosas muy cuidadosamente: realmente quería saber. Para mi el asunto no era enredarme en una controversia; todos estos diferentes maestros, a quienes yo respetaba, decían cosas bastante diferentes. Quería entender de verdad los problemas para aclararme en mi propia práctica, y también para dar consejos acertados a otros.

Repasé en detalle los argumentos en contra de la práctica samatha uno por uno, tomando lo que habían dicho los maestros vipassana y comparándolo de cerca con los suttas. Repetidas veces veía que lo que decían no era sostenido por los pasajes de los suttas que citaban; y cuanto más avanzaba con los suttas, parecía que más esencial se volvía la práctica samatha.

La idea esencial que resolvió el problema para mi fue una muy simple: cuando estuve leyendo los pasajes citados por la escuela Mahasi en apoyo de su enfoque ‘vipasana-seco’ (dry insight), me encontré intentando interpretar todos estos oscuros y únicos pequeños pasajes aquí y allá en los suttas, mientras que los pasajes centrales sobre la práctica parecían ser siempre ignorados. Reflexioné en un consejo que le dio el Vble. Nyanaponika a Ajahm Brahm: las enseñanzas centrales nunca deberían ser explicadas por pasajes menores y secundarios, especialmente los de dudosa interpretación. Se volvió más y más claro para mi que para sostener su argumento, la escuela vipassana había explicado sistemáticamente todas las enseñanzas principales sobre la práctica, utilizando el complejo marco del Abhidhamma, el cual yo ya había comprendido tiempo atrás que no estaba para nada en sintonía con los suttas.

Ésto, por supuesto, no es obvio en la superficie, ya que cuando se enseña la técnica vipassana la teoría subyacente normalmente se deja a un lado. Pero se vuelve muy aparente cuando te pones a trabajar con los aspectos básicos, como en La meditación satipatthana vipassana: críticas y respuestas.

Finalmente decidí anotar algunas de estas observaciones en el ensayo que se convirtió en Un par de veloces mensajeros. El libro fue escrito a mano, y mecanografiado por unos benefactores en Ipoh.

El borrador original tenía un capítulo donde repasé en detalle las afirmaciones de los escritores seguidores de Mahasi y los refuté punto por punto comparándolas con los Suttas. Posteriormente eliminé ese capítulo pues sentí que confrontaba demasiado. Mucho de este material encontró su lugar en el libro. Me arrepiento de ello, ya que habría aclarado mejor el conocer exactamente contra qué se está discutiendo. Pero ahora ya he perdido las referencias.

El libro final, después de mucho pulir, fue publicado por Inward Path en Penang. Se imprimieron 2000 libros; y también ha estado disponible en la web.

Quise revisar el libro, principalmente por razones de estilo: el original era demasiado formal y tenso. Me había sumergido tanto en el mundo de los suttas que casi había olvidado que para la mayoría de la gente que pudiese estar interesado en leerlo, éste sería su primer paseo por los suttas. Al revisarlo he intentado hacerlo más accesible. Se podría haber hecho mucho más, pero ésto es todo lo que puedo conseguir de momento. Debido a la presión del tiempo, decidí al comenzar la revisión que no actualizaría la investigación, solo la prosa. Así la nueva edición contiene esencialmente el mismo contenido que la primera edición, se han dejado a un lado unas cuantas complicaciones, y se han añadido algunas explicaciones más.

Desde su publicación original, samatha ha disfrutado de una especie de reaparición, y aparentemente está más de moda ahora. Ésto trae una nueva generación de problemas, claro está, que descansan en un propósito más allá de este libro.


Fuente: Sujato’s Blog, del 21/07/2010

http://sujato.wordpress.com/2010/07/21/a-swift-pair-of-messengers/



Traducido por DhammaJose © 2010 (21/08/2010)