La sensación de vergüenza puede ayudar a refrenarse de hacer el mal, y esto, a poner fin al sufrimiento.
[El deva dijo:]
«¿Existe en el mundo alguna persona que por la sensación de vergüenza
se refrene de hacer el mal incluso antes de que cualquiera tenga alguna ocasión de reprenderle,
como un buen caballo que no necesita ser fustigado?”
[El Bienaventurado dijo:]
“Existen pocos que se comporten siempre con atención,
que por la sensación de vergüenza se refrenen de hacer el mal
y que habiendo llegado al fin del sufrimiento,
se comporten con serenidad en un mundo confuso.”
FUENTE:
U Tin U (Myaung), Yangon.
Editado por el Comité Editorial de Tipitaka Association, Burma (Myanmar), 1998. http://www.dhammaweb.net/Tipitaka/read.php?id=190
Traducido del inglés por Albert Biayna Gea.
Publicación de Bosque Theravada, 2010.