Dos sakyas discuten sobre los rasgos que debe poseer un discípulo que ha alcanzado la corriente (sotapanna). El asunto lo llevan al Buda y aunque el debate no se resuelve explícitamente, resalta la importancia de la fe en este camino.
En Kapilavatthu. En esta ocasión, un sakya de nombre Mahanama se acercó a otro sakya de nombre Godha para preguntarle: “¿Cuántos rasgos, Godha, tiene que poseer un individuo para que lo consideres como el que entró en la corriente, como alguien que no está más destinado al mundo bajo, cuyo destino es fijo, que tiene la iluminación como destino?”
“Cuando un individuo posee tres rasgos, Mahanama, yo lo considero como aquel que entró en la corriente, como alguien que no está más destinado al mundo bajo, cuyo destino es fijo, que tiene la iluminación como destino. ¿Cuáles son estos tres rasgos? He aquí, Mahanama, el noble discípulo posee la fe inquebrantable en el Buda de esta manera: ‘El Bienaventurado es un Arahant plenamente iluminado, dotado de una conducta y conocimiento perfectos, él es el Benefactor, el Conocedor de los Mundos, el Incomparable Maestro de los seres humanos destinados a ser dóciles, Maestro de los seres humanos y los devas, el Iluminado y el Bienaventurado’.
“También, Mahanama, él posee la fe inquebrantable en el Dhamma, de esta manera: ‘El Dhamma del Bienaventurado está bien proclamado, manifiesto aquí y ahora, un Dhamma que no demora [en tener resultados], atractivo para ser investigado, conducente a la liberación y que cada sabio ha de comprender por sí mismo’.
“También, Mahanama, él posee la fe inquebrantable en el Sangha, de esta manera: ‘El Sangha de los discípulos del Bienaventurado está correctamente orientado, recto en su conducta, prudente y diligente, del cual se dijo que está compuesto por cuatro pares de seres humanos, por ocho tipo de personas. El Sangha de los discípulos del Bienaventurado es digno de recibir ofrendas, hospitalidad, honra y veneración. Constituye un insuperable campo de méritos para el mundo.’
“Cuando un individuo posee estos tres rasgos, Mahanama, yo lo considero como aquel que entró en la corriente, como alguien que no está más destinado al mundo bajo, cuyo destino es fijo, que tiene la iluminación como destino. Pero, Mahanama, ¿Cuántos rasgos tiene que poseer un individuo para que tú lo consideres como el que entró en la corriente, como alguien que no está más destinado al mundo bajo, cuyo destino es fijo, que tiene la iluminación como destino?”
“Cuando un individuo posee cuatro rasgos, Godha, yo lo considero como aquel que entró en la corriente, como alguien que no está más destinado al mundo bajo, cuyo destino es fijo, que tiene la iluminación como destino. ¿Cuáles son estos cuatro rasgos? He aquí, Godha, el noble discípulo posee la fe inquebrantable en el Buda… en el Dhamma… en el Sangha… Además, Godha, él posee la virtud querida por los nobles: inquebrantable, recta, pura, inmaculada, liberadora, alabada por los sabios, desapegada, conducente a la concentración.
“Cuando un individuo posee estos cuatro rasgos, Godha, yo lo considero como aquel que entró en la corriente, como alguien que no está más destinado al mundo bajo, cuyo destino es fijo, que tiene la iluminación como destino.
“Espera, Mahanama, espera: solamente el Bienaventurado sabría si este individuo posee o no estas virtudes”.
“Ven, Godha; deberíamos acercarnos al Bienaventurado. Una vez que estemos en presencia del Bienaventurado, deberíamos contarle este asunto a él”.
Entonces, el sakya Mahanama y el otro sakya Godha, se acercaron al Bienaventurado y, rindiéndole homenaje, se sentaron a un lado. Después, Mahanama relató al Bienaventurado lo ocurrido y continuó:
“Venerable señor, he aquí que podrían surgir diferentes asuntos concernientes al Dhamma. Podría suceder que el Bienaventurado tomara una posición y el Sangha de los monjes, otra. Pero cualquiera que fuese la posición del Bienaventurado, yo tomaría la misma. Recuérdese el Bienaventurado de mí como de alguien que posee semejante fe en el Bienaventurado.
“Venerable señor, he aquí que podrían surgir diferentes asuntos concernientes al Dhamma. Podría suceder que el Bienaventurado tomara una posición y el Sangha de los monjes y el Sangha de las monjas, otra… el Sangha de los monjes, el Sangha de las monjas y los seguidores laicos, otra… el Sangha de los monjes, el Sangha de las monjas, los segadores laicos y las seguidoras laicas, otra. Pero cualquiera que fuese la posición del Bienaventurado, yo tomaría la misma. Recuérdese el Bienaventurado de mí como de alguien que posee semejante fe en el Bienaventurado.
“Venerable señor, he aquí que podrían surgir diferentes asuntos concernientes al Dhamma. Podría suceder que el Bienaventurado tomara una posición y el Sangha de los monjes, el Sangha de las monjas, los segadores laicos, las seguidoras laicas y el mundo entero con sus devas, Mara y Brama, esta generación con sus ascetas y brahmines, sus devas y seres humanos, otra. Pero cualquiera que fuese la posición del Bienaventurado, yo tomaría la misma. Recuérdese el Bienaventurado de mí como de alguien que posee semejante fe en el Bienaventurado.”
[Entonces, el Bienaventurado dijo:] “Cuando él se expresa de esta manera, Godha, ¿qué podrías decir acerca del sakya Mahanama?”
“Cuando él se expresa de esta manera, venerable señor, nada puedo decir acerca de Mahanama excepto que esto es bueno y favorable” [1] .
[1] Aunque el asunto con el cual los dos sakyas se fueron junto al Bienaventurado no ha sido explícitamente resuelto, Bhikkhu Bodhi sugiere (2000:1957) que el testimonio de la fe de Mahanama, expresado con tanta intensidad, parece confirmar su calidad del noble discípulo e inclinar la balanza hacia la posición que él sostenía.
FUENTES:
“Godhasakkasutta” en The World Tipitaka Edition http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/14S5/11/11.3/11.3.3 (13/05/2008)
Bhikkhu Bodhi (2000) “Godha” en The Connected Discourses of the Buda: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Págs. 1809-1811.
Traducido y editado por Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2009.