Del libro «37 cualidades mentales que llevan a Iluminación«, por Thanissaro Bhikkhu.
A. La fe o la confianza
Pasajes del Canon Pali
{115} Una vez se sentó allí, el Venerable Ananda le dijo al Bendito, «Esto es la mitad de la vida santa, señor: amistad admirable, compañerismo admirable, camaradería admirable».
«No diga esto, Ananda. No lo diga. La amistad admirable, el compañerismo admirable, la camaradería admirable es en la actualidad la totalidad de la vida santa. Cuando un monje tiene personas admirables como amigos, compañeros y camaradas, se puede esperar que él desarrolle y persiga el noble óctuple sendero .
«¿Y cómo un monje que tiene personas admirables como amigos, compañeros y camaradas, desarrolla y persigue el noble óctuple sendero ? Existe el caso donde un monje desarrolla la correcta visión dependiente del aislamiento, dependiente del desapasionamiento, dependiente de la cesación, resultando en el abandono. Él desarrolla la correcta resolución dependiente del aislamiento, dependiente del desapasionamiento, dependiente de la cesación, resultando en el abandono. Él desarrolla el correcto discurso dependiente del aislamiento, dependiente del desapasionamiento, dependiente de la cesación, resultando en el abandono. Él desarrolla la acción correcta dependiente del aislamiento, dependiente del desapasionamiento, dependiente de la cesación, resultando en el abandono. Él desarrolla el sustento correcto dependiente del aislamiento, dependiente del desapasionamiento, dependiente de la cesación, resultando en el abandono. Él desarrolla el correcto esfuerzo dependiente del aislamiento, dependiente del desapasionamiento, dependiente de la cesación, resultando en el abandono. Él desarrolla la atención correcta dependiente del aislamiento, dependiente del desapasionamiento, dependiente de la cesación, resultando en el abandono. Él desarrolla la correcta concentración dependiente del aislamiento, dependiente del desapasionamiento, dependiente de la cesación, resultando en el abandono. Así es como un monje que tiene personas admirables como amigos, compañeros, y camaradas desarrolla y persigue el noble óctuple sendero.
«Y por esta línea de razonamiento uno puede conocer cómo la amistad admirable, el compañerismo admirable, la camaradería admirable son en realidad la totalidad de la vida santa: Dependiendo de mí, como amigo admirable, los seres sujetos al nacimiento han ganado la liberación del nacimiento, los seres sujetos al envejecimiento, han ganado la liberación del envejecimiento, los seres sujetos a la muerte, han ganado la liberación de la muerte, los seres sujetos a la pena, lamentación, dolor, angustia y desesperación, han ganado la liberación de la pena, lamentación, dolor, angustia y desesperación. Es por esta línea de razonamiento que uno puede conocer cómo la amistad admirable, el compañerismo admirable, la camaradería admirable son en realidad la totalidad de la vida santa”.
{116} “Venerable señor, he aquí que podrían surgir diferentes asuntos concernientes al Dhamma. Podría suceder que el Bienaventurado tomara una posición y el Sangha de los monjes, otra. Pero cualquiera que fuese la posición del Bienaventurado, yo tomaría la misma. Recuérdese el Bienaventurado de mí como de alguien que posee semejante fe en el Bienaventurado.
“Venerable señor, he aquí que podrían surgir diferentes asuntos concernientes al Dhamma. Podría suceder que el Bienaventurado tomara una posición y el Sangha de los monjes y el Sangha de las monjas, otra… el Sangha de los monjes, el Sangha de las monjas y los seguidores laicos, otra… el Sangha de los monjes, el Sangha de las monjas, los segadores laicos y las seguidoras laicas, otra. Pero cualquiera que fuese la posición del Bienaventurado, yo tomaría la misma. Recuérdese el Bienaventurado de mí como de alguien que posee semejante fe en el Bienaventurado.
“Venerable señor, he aquí que podrían surgir diferentes asuntos concernientes al Dhamma. Podría suceder que el Bienaventurado tomara una posición y el Sangha de los monjes, el Sangha de las monjas, los segadores laicos, las seguidoras laicas y el mundo entero con sus devas, Mara y Brama, esta generación con sus ascetas y brahmines, sus devas y seres humanos, otra. Pero cualquiera que fuese la posición del Bienaventurado, yo tomaría la misma. Recuérdese el Bienaventurado de mí como de alguien que posee semejante fe en el Bienaventurado.”
[Entonces, el Bienaventurado dijo:] “Cuando él se expresa de esta manera, Godha, ¿qué podrías decir acerca del sakya Mahanama?”
“Cuando él se expresa de esta manera, venerable señor, nada puedo decir acerca de Mahanama excepto que esto es bueno y favorable”
{117} Consejo a los laicos. “Y, ¿qué son las buenas amistades? Aquí, Vyagghapajja , en cualquier pueblo o mercado que un cabeza de familia resida, él se asocia, dialoga, se relaciona con cabezas de familia o hijos de cabezas de familia, sean jóvenes de buena cultura, o mayores de buena cultura, llenos de fe (saddha ), llenos de virtud (sila ), llenos de caridad (caga), llenos de sabiduría (pañña ). Actúa siempre de acuerdo con la fe de los fieles, con la virtud de los virtuosos, con la caridad de los caritativos, con de la sabiduría de los sabios. Éstas son las buenas amistades.”
{118} «El amigo dotado de tres cualidades es digno de para que uno se asocie con él. ¿Cuáles tres? Él regala lo que es dificil de regalar, hace lo que es dificil de hacer y soporta lo que es dificl de soportar. El amigo que esté dotado de estas tres cualidades es digno de para que uno se asocie con él.»
AN 3,130
{119} Monjes, estos tres son señalados por los grandes hombres sabios. ¿Cuáles son? Monjes, hacer ofrendas es señalado por los grandes hombres sabios. Monjes, irse y abandonar el hogar es señalado por los grandes hombres sabios. Monjes, atender a la madre y al padre es señalado por los grandes hombres sabios. Estos tres son señalados por los grandes hombres sabios.
{120} “¿Y en qué consiste, monjes, el tesoro de la generosidad? Este es el caso, monjes, del discípulo de un noble que viviendo en el hogar, con la conciencia purificada de la mancha de la tacañería, con la generosidad liberadora y con la mano abierta, se deleita en ser magnánimo, es sensible a los ruegos y se deleita en repartir limosnas En esto consiste, monjes, el tesoro de la generosidad.
{121} “Monjes, si los seres conocieran, como yo conozco, los frutos de dar y de compartir, no estarían disfrutando de la comida sin compartirla, ni tampoco la mancha de la tacañería obsesionaría sus corazones. Aún si se tratara del último trozo, del último bocado, ellos no comerían sin haberlo compartido, si es que habría alguien [que necesitara] recibirlo. Sin embargo, monjes, siendo que los seres no conocen, como yo conozco, los frutos de dar y de compartir, entonces ellos disfrutan de la comida sin compartirla y la mancha de la tacañería obsesiona sus corazones.”
{122} “Monjes, los brahmines y los hombres hogareños son muy provechosos para vosotros, ya que os proveen los hábitos amarillos y los cuencos, la comida de las limosnas, el alojamiento y los requisitos de la medicina en vuestras enfermedades. Y vosotros, monjes, también sois muy provechosos a los brahmines y los hombres hogareños, ya que los enseñáis el Dhamma admirable desde el principio, admirable en el medio y admirable al final –tanto la forma como el espíritu- proclamando la plenitud de la vida santa completamente pura. De esta manera, monjes, la vida santa es vivida en esta mutua dependencia, con el fin de cruzar las torrentes y poner, completamente, fin al sufrimiento”.
Los hombres hogareños y los renunciantes, ambos de la misma forma,
Dependiendo uno del otro, alcanzan
El verdadero Dhamma, la insuperable liberación del cautiverio.
De los hombres hogareños, los renunciantes reciben
El hábito amarillo, los medios de vida, la cama y el asiento,
La protección de las inclemencias.
Mientras, dependiendo de estos renunciantes, los hombres hogareños, amantes del hogar,
Tienen fe en el discernimiento de los nobles Arahants,
Absortos en jhana, practicantes del Dhamma,
Y [de esta manera] recorren el camino que lleva a buen destino:
{123} «Monjes, os quiero explicar el no Gran Hombre y el Gran Hombre, escuchad con mucha atención. Monjes, ¿Quién es el no Gran Hombre? Es desagradecido y desconsiderado. Monjes, debería comprenderse perfectamente que el desagradecimiento y la desconsideración son menospreciables. Es completamente la esfera del no Gran Hombre. Monjes, ¿Quién es el Gran Hombre? Es agradecido y posee consideración hacia los otros. Monjes, debería comprenderse perfectamente que ser agradecido y considerado hacia los otros es noble. Es completamente la esfera del Gran Hombre.
«Monjes, os digo que no podéis recompensar a dos personas. ¿Cuáles son? Son la madre y el padre. Monjes, si hubierais llevado a vuestro padre y a vuestra madre en vuestra espalda y vivido cien años y mientras tanto hubierais limpiado y realizado masajes en sus cuerpos mientras ellos pierden orines y excrementos, no les hubierais retornado aún toda la gratitud que ellos os mostraron. Aunque les ofrecierais toda la riqueza y los convirtierais en gobernantes de la tierra, tampoco entonces no les hubierais retornado la gratitud mostrada hacia vosotros porque ellos os han dado mucho más. Ellos os alimentaron cuando no podíais caminar y os mostraron el mundo. Si vuestra madre y vuestro padre no poseen la fe y vosotros se la infundís, si son miserables y los convertís en benevolentes y si nos son sabios y los hacéis sabios, habréis mostrado gratitud a vuestra madre y a vuestro padre, es más que suficiente.»
{124} “Monjes, aquellas familias, cuyas madres y cuyos padres son venerados en el hogar por los hijos, son consideradas como si vivieran con el Brama. Las familias, cuyas madres y cuyos padres son venerados en el hogar por los hijos, son consideradas como si vivieran con los devas. Las familias, cuyas madres y cuyos padres son venerados en el hogar por los hijos, son consideradas como si vivieran con los mejores maestros. Las familias, cuyas madres y cuyos padres son venerados en el hogar por los hijos, son consideradas como si vivieran con los que son dignos de donativos. El nombre de ‘Brama’, monjes, se designa a su padre y a su madre. El nombre de ‘deva’, monjes, se designa a su padre y a su madre. El nombre de ‘mejor maestro’, monjes, se designa a su padre y a su madre. El nombre de ‘digno de donativos’, monjes, se designa a su padre y a su madre. ¿Y por qué razón? Porque, monjes, la madre y el padre son muy provechosos para sus hijos: los cuidan, los nutren y los introducen al mundo”.
Madre y padre son llamados “Brama”, “el mejor maestro”,
“Digno de donativos”; son compasivos
Hacia sus familias y sus hijos. Por eso el sabio
Debe venerarlos y rendirles honores,
Proveerles comida y bebida, la vestimenta y la cama,
Ungir sus cuerpos, bañar y lavar sus pies.
Ofreciendo estos servicios a sus padres,
El sabio es alabado ya en esta vida
{125} “Monjes, aquel primer punto de la ignorancia no es evidente, así que uno podría decir: ‘la ignorancia no estaba antes; ella llegó a ser’. Ésta declaración ha sido hecha, monjes. Sin embargo, esto sí es evidente, monjes: la ignorancia está condicionada, teniendo su origen en esto o aquello. La ignorancia, monjes, yo declaro, tiene su nutrimento. Ella no está sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de la ignorancia? ‘Los cinco obstáculos’, debe ser la respuesta. Yo declaro, monjes, que los cinco obstáculos también tienen su nutrimento y ellos no están sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de los cinco obstáculos? ‘Las tres incorrectas formas de práctica’, debe ser la respuesta. Yo declaro, monjes, que las tres incorrectas formas de práctica también tienen su nutrimento y ellas no están sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de las tres incorrectas formas de práctica? ‘La no restricción de los facultades sensoriales’, debe ser la respuesta. Yo declaro, monjes, que la no restricción de las facultades sensoriales también tiene su nutrimento y ella no está sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de la no restricción de las facultades sensoriales? ‘La falta de un atento discernimiento’, debe ser la respuesta. Yo declaro, monjes, que la falta de un atento discernimiento también tiene su nutrimento y ella no está sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de la falta de un atento discernimiento? ‘La inapropiada consideración’, debe ser la respuesta. Yo declaro, monjes, que la inapropiada consideración también tiene su nutrimento y ella no está sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de la inapropiada consideración? ‘La incredulidad’, debe ser la respuesta. Yo declaro, monjes, que la incredulidad también tiene su nutrimento y ella no está sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de la incredulidad? ‘El hecho de no escuchar el verdadero Dhamma’, debe ser la respuesta. Yo declaro, monjes, que el hecho de no escuchar el verdadero Dhamma también tiene su nutrimento y esto no está sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento del hecho de no escuchar el verdadero Dhamma? ‘El hecho de no servir al recto hombre’, debe ser la respuesta.
“Así monjes, cuando el hecho de no servir al recto hombre se realiza, se realiza también el hecho de no escuchar el verdadero Dhamma. Cuando se realiza el hecho de no escuchar el verdadero Dhamma, se realiza también la incredulidad. Cuando se realiza la incredulidad, se realiza también la inapropiada consideración. Cuando se realiza la inapropiada consideración, se realiza también la falta de un atento discernimiento. Cuando se realiza la falta de un atento discernimiento, se realiza también la no restricción de las facultades sensoriales. Cuando se realiza la no restricción de las facultades sensoriales, se realizan también las tres incorrectas formas de práctica. Cuando se realizan las tres incorrectas formas de práctica, se realizan también los cinco obstáculos. Cuando se realizan los cinco obstáculos, se realiza también la ignorancia. Este es el nutrimento de la ignorancia, monjes, ésta su realización.
“Al igual, monjes, que cuando una copiosa lluvia cae sobre la montaña, el agua corre hacia abajo por las pendientes, llenando primero las fisuras de la montaña, sus grietas y hendeduras, y cuando éstos rebosan, llenan luego los pequeños charcos, y cuando éstos rebosan, llenan a los estanques más grandes, los cuales, cuando rebosan, llenan a los pequeños ríos, y cuándo éstos rebosan, llenan a los ríos grandes, para que finalmente, estos grandes ríos rebosantes, llenen el mar, el gran océano –siendo éste el nutrimento del gran océano y su realización- de la misma manera, monjes, cuando el hecho de no servir al recto hombre se realiza, se realiza también el hecho de no escuchar el verdadero Dhamma… Cuando se realizan los cinco obstáculos, se realiza también la ignorancia. Este es el nutrimento de la ignorancia, monjes, ésta su realización.
“La liberación a través del conocimiento, monjes, yo declaro, tiene su nutrimento. Ella no está sin nutrimento. ¿Y cuál es monjes, el nutrimento de la liberación a través del conocimiento? ‘Los siete factores de iluminación’, debe ser la respuesta. Yo declaro, monjes, que los siete factores de iluminación también tienen su nutrimento y ellos no están sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de los siete factores de iluminación? ‘Los cuatro fundamentos de la atención consciente’, debe ser la respuesta. Yo declaro, monjes, que los cuatro fundamentos de la atención consciente también tienen su nutrimento y ellos no están sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de los cuatro fundamentos de la atención consciente? ‘Las tres rectas formas de práctica’, debe ser la respuesta. Yo declaro, monjes, que las tres rectas formas de práctica también tienen su nutrimento y ellas no están sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de las tres rectas formas de práctica? ‘El control de las facultades sensoriales’, debe ser la respuesta. Yo declaro, monjes, que el control de las facultades sensoriales también tiene su nutrimento y él no está sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento del control de las facultades sensoriales? ‘El atento discernimiento’, debe ser la respuesta. Yo declaro, monjes, que el atento discernimiento también tiene su nutrimento y él no está sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento del atento discernimiento? ‘La apropiada consideración’, debe ser la respuesta. Yo declaro, monjes, que la apropiada consideración también tiene su nutrimento y ella no está sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de la apropiada consideración? ‘La fe’, debe ser la respuesta. Yo declaro, monjes, que la fe también tiene su nutrimento y ella no está sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de la fe? ‘El hecho de escuchar el verdadero Dhamma’, debe ser la respuesta. Yo declaro, monjes, que el hecho de escuchar el verdadero Dhamma también tiene su nutrimento y esto no está sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento del hecho de escuchar el verdadero Dhamma? ‘El hecho de servir al recto hombre’, debe ser la respuesta.
“Así monjes, cuando el hecho de servir al recto hombre se realiza, se realiza también el hecho de escuchar el verdadero Dhamma. Cuando se realiza el hecho de escuchar el verdadero Dhamma, se realiza también la fe. Cuando se realiza la fe, se realiza también la apropiada consideración. Cuando se realiza la apropiada consideración, se realiza también el atento discernimiento. Cuando se realiza el atento discernimiento, se realiza también la restricción de las facultades sensoriales. Cuando se realiza la restricción de las facultades sensoriales, se realizan también las tres rectas formas de práctica. Cuando se realizan las tres rectas formas de práctica, se realizan también los cuatro fundamentos de la atención consciente. Cuando se realizan los cuatro fundamentos de la atención consciente, se realizan también los siete factores de iluminación. Cuando se realizan los siete factores de iluminación, se realiza también la liberación a través del conocimiento. Este es el nutrimento de la liberación a través del conocimiento, monjes, ésta su realización.
{126} “Monjes, existen estas ocho condiciones, ocho causas que conducen a la adquisición de la sabiduría aún no conquistada, que es la base de la vida santa, y, al haberla conquistado, conducen a su desarrollo aún más alto, a la abundancia y su realización completa. ¿Cuáles ocho?
“Monjes, este es el caso del monje que mora en cercanías del Maestro como su aprendiz, o al lado de algún respetable compañero en la vida santa, en el cual ha sido establecido un fuerte sentido de la conciencia, el miedo de culpa, el amor y el respeto. Esta es, monjes, la primera condición, la primera causa que conduce a la adquisición de la sabiduría aún no conquistada, que es la base de la vida santa, y, al haberla conquistado, conduce a su desarrollo aún más alto, a la abundancia y su realización completa.
[ “¿Y en qué consiste, monjes, el tesoro del avergonzamiento? Este es el caso, monjes, del discípulo de un noble que siente vergüenza de obrar mal, siente vergüenza de hablar mal y siente vergüenza de pensar mal. En esto consiste, monjes, el tesoro del avergonzamiento.
“¿Y en qué consiste, monjes, el tesoro del temor de obrar mal? Este es el caso, monjes, del discípulo de un noble que siente temor de obrar mal, siente temor de hablar mal y siente temor de pensar mal. En esto consiste, monjes, el tesoro del temor de obrar mal.]
“Morando en cercanías del Maestro como su aprendiz o al lado de algún respetable compañero en la vida santa, en el cual ha sido establecido un fuerte sentido de la conciencia, el miedo de culpa, el amor y el respeto, él se acerca de tanto en tanto a su maestro preguntando e inquiriendo de él de esta manera: ‘¿Cuál es el significado de esto?’ Por lo cual, estos venerables señores le revelan lo que es oculto, le explican lo que es oscuro y disipan sus dudas en muchas de las cuestiones perplejas. Esta es, monjes, la segunda condición, la segunda causa que conduce a la adquisición de la sabiduría aún no conquistada, que es la base de la vida santa, y, al haberla conquistado, conduce a su desarrollo aún más alto, a la abundancia y su realización completa.
“Habiendo escuchado el Dhamma, él se esfuerza practicando dos clases de reclusión: la reclusión del cuerpo y la reclusión de la mente. Esta es, monjes, la tercera condición, la tercera causa que conduce a la adquisición de la sabiduría aún no conquistada, que es la base de la vida santa, y, al haberla conquistado, conduce a su desarrollo aún más alto, a la abundancia y su realización completa.
“Luego, él practica la virtud y la vida restringida de acuerdo al Patimokkha; es perfecto en su conducta y en sus costumbres, viendo el peligro de la falta aún más pequeña. Se somete y se entrena a sí mismo en la práctica de los preceptos. Esta es, monjes, la cuarta condición, la cuarta causa que conduce a la adquisición de la sabiduría aún no conquistada, que es la base de la vida santa, y, al haberla conquistado, conduce a su desarrollo aún más alto, a la abundancia y su realización completa.
“Él es muy docto, retiene lo que aprende y escucha, acumula el saber sagrado. Cualquier enseñanza que es hermosa desde el comienzo, hermosa en el medio, hermosa al final -tanto en su forma como en el significado- que proclama la vida santa y que es entera y completamente pura, él la escucha con frecuencia, la retiene y la considera cuidadosamente, la acumula, la examina en su mente y llega a profundo entendimiento de esta teoría. Esta es, monjes, la quinta condición, la quinta causa que conduce a la adquisición de la sabiduría aún no conquistada, que es la base de la vida santa, y, al haberla conquistado, conduce a su desarrollo aún más alto, a la abundancia y su realización completa.
“Viviendo con determinación, persistentemente abandona las acciones demeritorias y cultiva las buenas. Es firme, sólido en su esfuerzo, productivo en su deber correspondiente a las acciones meritorias. Esta es, monjes, la sexta condición, la sexta causa que conduce a la adquisición de la sabiduría aún no conquistada, que es la base de la vida santa, y, al haberla conquistado, conduce a su desarrollo aún más alto, a la abundancia y su realización completa.
“Además, en medio del Sangha no se ocupa de parloteo ni habla de cosas infantiles; más bien, habla él mismo del Dhamma o pregunta a otros sobre la doctrina; tampoco es negligente con el noble silencio. Esta es, monjes, la séptima condición, la séptima causa que conduce a la adquisición de la sabiduría aún no conquistada, que es la base de la vida santa, y, al haberla conquistado, conduce a su desarrollo aún más alto, a la abundancia y su realización completa.
“Además, permanece contemplando el surgimiento y el declive de los cinco componentes ( khandhas ) del apego, pensando: ‘tal es la forma, tal es su surgimiento, tal es su declive; tal es la sensación, tal es su surgimiento, tal es su declive; tal es la percepción, tal es su surgimiento, tal es su declive; tal es la construcción mental, tal es su surgimiento, tal es su declive; tal es el estado de la conciencia, tal es su surgimiento, tal es su declive’. Esta es, monjes, la octava condición, la octava causa que conduce a la adquisición de la sabiduría aún no conquistada, que es la base de la vida santa, y, al haberla conquistado, conduce a su desarrollo aún más alto, a la abundancia y su realización completa.
{127} Si uno encuentra un hombre sabio,
quien como un descubridor de tesoros te señala tus defectos
y te llama la atención sobre los mismos,
debe asociarse con tal persona.
Uno irá bien y no mal en la compañía de esta persona.
{128} “Monjes, existen cinco gratificaciones, producto de la fe, que un hombre laico proveniente de buena familia puede esperar. ¿Cuáles cinco?
“Monjes, cuando la gente buena y sabia del mundo muestra compasión a alguien, la muestra, en primer lugar, a personas que tienen fe y no a las que carecen de ella. Cuando visitan las casas, en primer lugar, visitan a las personas que tienen fe y no a las que carecen de ella. Cuando aceptan las ofrendas, en primer lugar, las aceptan de las personas que tienen fe y no de las que carecen de ella. Cuando enseñan el Dhamma, la enseñan primero a las personas que tienen fe y no a las que carecen de ella. Las personas que tienen fe, al desintegrarse sus cuerpos, después de la muerte, resurgirán en el lugar de buen destino, en el plano de felicidad.
“Éstas son, monjes, las cinco gratificaciones, producto de la fe, que un hombre laico proveniente de buena familia puede esperar.
“Al igual que una gran higuera que se eleva por encima del suelo de una agradable campiña, es como el cielo para todas las aves del alrededor, así también, un hombre laico proveniente de buena familia que tiene fe, es como el cielo para muchos: para los monjes, monjas, seguidores laicos y segadoras laicas.”
Una majestuosa higuera, cuyas ramas
Abundan en frutos y hojas verdes,
Con tronco y raíces sólidos,
Sirve para que las aves encuentren el reposo.
En este deleitoso lugar, hacen sus nidos.
Aquellos que buscan la sombra, la encuentran
Y los que buscan frutos, hallan el alimento.
Lo mismo sucede con la persona realizada en la virtud y la fe,
La que es modesta, sensible, amable, amigable y apacible.
A ella llegan los que están libres de las contaminaciones,
Los que fueron liberados de la pasión, de la aversión y falsa ilusión;
Los que constituyen el inconmensurable campo de méritos para el mundo.
Ellos la enseñan el Dhamma que disipa todo el sufrimiento.
Y cuando lo entienda, queda libre de las contaminaciones,
{129} “Monjes, cuando una mujer, discípula de un noble, crece en las cinco áreas del crecimiento, adquiere lo esencial, adquiere lo mejor y adquiere la excelencia del cuerpo. ¿Cuáles cinco? Ella crece en la fe, en la virtud, en el aprendizaje, en la generosidad y en la sabiduría. Cuando una mujer, monjes, discípula de un noble, crece en estas cinco áreas del crecimiento, adquiere lo esencial, adquiere lo mejor y adquiere la excelencia del cuerpo.”
Creciendo en la fe y en la virtud,
En la sabiduría, generosidad y aprendizaje,
La virtuosa discípula laica,
Adquiere aquí y ahora,
Lo esencial, dentro de sí misma.
{130} Para el discípulo que tiene fe en el mensaje del Maestro y vive penetrándolo, es propio este principio: ‘El Bienaventurado es el Maestro, yo soy el discípulo. Él es el que sabe, no yo’. Para el discípulo que tiene fe en el mensaje del Maestro y vive penetrándolo, el mensaje del Maestro lo nutre y le da salud. Para el discípulo que tiene fe en el mensaje del Maestro y vive penetrándolo, es propio este principio: ‘Con alegría podría dejar que se seque la carne y la sangre de mi cuerpo, dejando solamente la piel, los tendones y los huesos, pero si no alcanzo lo que debe ser alcanzado mediante la firmeza humana, humana persistencia y humano esfuerzo, entonces no habrá descanso para mí’. Para el discípulo que tiene fe en el mensaje del Maestro y vive penetrándolo, uno de estos dos frutos puede ser esperado: el conocimiento penetrante aquí y ahora o -si aún le quedara algún remanente del apego- el no-retorno.
MN 70