El Buda explica cómo se llega a ser “alguien que alcanzó el logro supremo”.
[1] He escuchado que en una ocasión el Bienaventurado estaba morando en Savatthi, en la arbolada Jeta, en el parque de Anathapindika. Al mismo tiempo, el asceta errante Uggahamana Mandikaputta estaba morando en el parque de Mallika, cerca del árbol Tinduka, donde estaba el salón de los debates filosóficos. Y un gran número de los seguidores de los ascetas errantes estaba ahí, con unos trescientos ascetas errantes.
[2] Entonces, el carpintero Pañcakanga salió de Savatthi al mediodía con el fin de ver al Bienaventurado. Pero después se le ocurrió este pensamiento: “Este aún no es el tiempo apropiado para ver al Bienaventurado, pues todavía él está recluido. Tampoco este es el tiempo apropiado para ver a los monjes que son dignos de estima, pues ellos también todavía están recluidos. ¿Qué tal si voy al parque de Mallika junto al asceta errante Uggahamana Mandikaputta?”. Y entonces se fue al parque de Mallika.
[3] En esta ocasión, el asceta errante Uggahamana estaba sentado rodeado de una gran cantidad de ascetas errantes que estaban haciendo un enorme griterío, hablando fuerte y ruidosamente sobre temas carentes de sentido, como las conversaciones sobre los reyes, los ladrones, los ministros, el ejército, los peligros, las batallas, la comida, la bebida, las vestimentas, las camas, las guirnaldas, los perfumes, la parentela, los vehículos, los pueblos, las ciudades, los países, las mujeres, los héroes, las calles, los bienes, la muerte, los juegos, el origen del mundo, el origen del océano y conversaciones sobre si las cosas existen o no existen.
Entonces, cuando Uggahamana Mandikaputta visualizó al carpintero Pañcakanga acercándose a este lugar, aquietó esta asamblea de la siguiente manera: “Señores, por favor, aquietaos. Señores, por favor, no hagáis tanto ruido. He aquí, que viene acercándose a este lugar el carpintero Pañcakanga, quien es el discípulo del asceta Gotama, uno de sus discípulos laicos vestidos de blanco que viven en Savatthi. A estos venerables señores les gusta la quietud, ellos se disciplinan en la quietud y recomiendan la quietud. Quizá, si él encuentra a esta asamblea quieta, se le ocurra unirse a ella”. Entonces, los ascetas errantes llegaron a callarse.
[4] Mientras tanto, el carpintero Pañcakanga se acercó a Uggahamana e intercambió con él cordiales saludos. Cuando estos cordiales saludos y las amables palabras de bienvenida llegaron a su fin, se sentó a un lado y el asceta errante Uggahamana le dijo:
[5] “Carpintero, cuando un hombre posee estas cuatro cualidades, yo lo considero como a alguien que se ha auto-realizado en lo que es saludable, que es perfecto en lo que es saludable, como a un asceta que es invencible y que ha alcanzado el supremo logro. ¿Cuáles son estas cuatro cualidades? Este es el caso del individuo que no realiza las malas acciones a través de su cuerpo, no se expresa a través de un lenguaje incorrecto, no tiene malas intenciones y no se gana la vida de mala manera. Cuando un hombre posee estas cuatro cualidades, yo lo considero como a alguien que se ha auto-realizado en lo que es saludable, que es perfecto en lo que es saludable, como a un asceta que es invencible y que ha alcanzado el supremo logro.”
[6] Entonces, el carpintero Pañcakanga, no aprobó ni desaprobó las palabras del asceta errante Uggahamana. Sin haber aprobado ni tampoco desaprobado las palabras del asceta errante Uggahamana, se levantó de su asiento y salió de ahí pensando: “Voy a aprender el significado de este discurso en presencia del Bienaventurado”.
[7] Entonces se fue junto al Bienaventurado y, después de rendirle homenaje, se sentó a un lado y relató al Bienaventurado todo lo ocurrido con el asceta errante Uggahamana. Acto seguido, el Bienaventurado dijo:
[8] “Si esto fuera así, carpintero, un joven y tierno párvulo acostado boca abajo sería alguien que se ha auto-realizado en lo que es saludable, que es perfecto en lo que es saludable, sería un asceta invencible que ha alcanzado el supremo logro, según el discurso del asceta errante Uggahamana. Pues para un joven y tierno párvulo acostado boca abajo, ni siquiera existe todavía la noción del ‘cuerpo’, así que ¿cómo podría él realizar alguna mala acción a través del cuerpo más allá del mero hecho de menearse? Para un joven y tierno párvulo acostado boca abajo, ni siquiera existe todavía la noción del ‘habla’, de modo que ¿cómo podría él expresarse a través de un lenguaje incorrecto más allá del mero balbuceo? Para un joven y tierno párvulo acostado boca abajo, ni siquiera existe todavía la noción de la ‘intención’, de modo que ¿cómo podría él tener malas intenciones más allá del mero enfurruñamiento? Para un joven y tierno párvulo acostado boca abajo, ni siquiera existe todavía la noción del ‘modo de ganarse la vida’, de modo que ¿cómo podría él ganarse la vida de mala manera más allá del mero succionar el pecho materno? Si esto fuera así, carpintero, un joven y tierno párvulo acostado boca abajo sería alguien que se ha auto-realizado en lo que es saludable, que es perfecto en lo que es saludable, sería un asceta invencible que ha alcanzado el supremo logro, según el discurso del asceta errante Uggahamana.
“Cuando un hombre posee estas cuatro cualidades, carpintero, yo no lo considero como a alguien que se ha auto-realizado en lo que es saludable, ni que es perfecto en lo que es saludable, ni como a un asceta que es invencible y que ha alcanzado el supremo logro, sino como a alguien que está al mismo nivel de un joven y tierno párvulo acostado boca abajo. ¿Cuáles son estas cuatro cualidades? Este es el caso del individuo que no realiza las malas acciones a través de su cuerpo, no se expresa a través de un lenguaje incorrecto, no tiene malas intenciones y no se gana la vida de mala manera. Cuando un hombre posee estas cuatro cualidades, carpintero, yo no lo considero como a alguien que se ha auto-realizado… sino como a alguien que está al mismo nivel de un joven y tierno párvulo acostado boca abajo.
[9] “Carpintero, cuando un hombre posee estas diez cualidades, yo lo considero como a alguien que se ha auto-realizado en lo que es saludable, que es perfecto en lo que es saludable, como a un asceta que es invencible y que ha alcanzado el supremo logro. [Pero antes que nada,] yo digo que esto tiene que ser comprendido así: ‘Estas costumbres son perjudiciales’; y así ‘Estas son las causas de las costumbres perjudiciales’; y así: ‘Las costumbres perjudiciales cesan por completo aquí’; y así: ‘Uno que practica en este camino, está practicando el camino del cese de las costumbres perjudiciales’. Y también yo digo que esto tiene que ser comprendido así: ‘Estas costumbres son saludables’; y así ‘Estas son las causas de las costumbres saludables’; y así: ‘Las costumbres saludables cesan por completo aquí’; y así: ‘Uno que practica en este camino, está practicando el camino del cese de las costumbres saludables’. Además yo digo que esto también tiene que ser comprendido así: ‘Estas intenciones son perjudiciales’; y así ‘Estas son las causas de las intenciones perjudiciales’; y así: ‘Las intenciones perjudiciales cesan por completo aquí’; y así: ‘Uno que practica en este camino, está practicando el camino del cese de las intenciones perjudiciales’. Finalmente, yo digo que esto también tiene que ser comprendido así: ‘Estas intenciones son saludables’; y así ‘Estas son las causas de las intenciones saludables’; y así: ‘Las intenciones saludables cesan por completo aquí’; y así: ‘Uno que practica en este camino, está practicando el camino del cese de las intenciones saludables’.
[10] “¿Y qué son las costumbres perjudiciales? Las acciones perjudiciales realizadas a través del cuerpo, las acciones perjudiciales verbales y las perjudiciales formas de ganarse la vida. Éstas son las costumbres perjudiciales.
“¿Y cómo se originan estas costumbres perjudiciales? Su origen se ha revelado: debería decirse que se originan en la mente. ¿En qué clase de la mente? Aunque la mente es múltiple, variada y de diferentes aspectos, aquí se trata de la mente afectada por la avidez, el odio y la falsa ilusión. Así se originan estas costumbres perjudiciales.
“¿Y dónde estas costumbres perjudiciales cesan por completo? Su cese se ha revelado: es aquí donde el monje abandona la conducta perjudicial realizada a través del cuerpo y desarrolla la conducta saludable a través del cuerpo; él abandona las acciones verbales que son perjudiciales y desarrolla las acciones verbales saludables; él abandona la conducta perjudicial a través de la mente y desarrolla la conducta mental saludable; él abandona las perjudiciales formas de ganarse la vida y se gana la vida rectamente. Es aquí, dónde estas costumbres perjudiciales cesan por completo.
“¿Y cómo, él que practica en este camino, está practicando el camino del cese de las costumbres perjudiciales? Es el caso del monje, que genera el deseo para que no surjan en él los perjudiciales estados mentales que aún no surgieron; se esfuerza en esto, persiste en esto, lo intenta de todas formas y se mantiene firme en este intento. También, él genera el deseo de abandonar los perjudiciales estados mentales que ya surgieron… Él genera el deseo para que surjan los saludables estados mentales que aún no surgieron… Él genera el deseo para que permanezcan, continúen, no desaparezcan, se incrementen y se desarrollen los saludables estados mentales que ya surgieron; se esfuerza en esto, persiste en esto, lo intenta de todas formas y se mantiene firme en este intento. Él que practica en este camino así, está practicando el camino del cese de las costumbres perjudiciales.
[11] “¿Y qué son las costumbres saludables? Las acciones saludables realizadas a través del cuerpo, las acciones saludables verbales y las saludables formas de ganarse la vida. Éstas son las costumbres saludables.
“¿Y cómo se originan estas costumbres saludables? Su origen se ha revelado: debería decirse que se originan en la mente. ¿En qué clase de la mente? Aunque la mente es múltiple, variada y de diferentes aspectos, aquí se trata de la mente no afectada por la avidez, el odio ni la falsa ilusión. Así se originan estas costumbres saludables.
“¿Y dónde estas costumbres saludables cesan por completo? Su cese se ha revelado: es aquí donde el monje es virtuoso, pero él no se identifica con su virtud, y él la entiende tal cual realmente es: como la liberación de la mente y la liberación a través de la sabiduría. Es aquí, dónde estas costumbres saludables cesan por completo.
“¿Y cómo, él que practica en este camino, está practicando el camino del cese de las costumbres saludables? Es el caso del monje, que genera el deseo para que no surjan en él los perjudiciales estados mentales que aún no surgieron… Él genera el deseo de abandonar los perjudiciales estados mentales que ya surgieron… Él genera el deseo para que surjan los saludables estados mentales que aún no surgieron… Él genera el deseo para que permanezcan, continúen, no desaparezcan, se incrementen y se desarrollen los saludables estados mentales que ya surgieron; se esfuerza en esto, persiste en esto, lo intenta de todas formas y se mantiene firme en este intento. Él que practica en este camino así, está practicando el camino del cese de las costumbres saludables.
[12] “¿Y qué son las intenciones perjudiciales? Las intenciones de los deseos sensuales, intenciones de animadversión e intenciones de crueldad. Éstas son las intenciones perjudiciales.
“¿Y cómo se originan estas intenciones perjudiciales? Su origen se ha revelado: debería decirse que se originan en la percepción. ¿Qué clase de percepción? Aunque la percepción es múltiple, variada y de diferentes aspectos, aquí se trata de la percepción de los deseos sensoriales, percepción de la animadversión y percepción de la crueldad. Así se originan estas intenciones perjudiciales.
“¿Y dónde estas intenciones perjudiciales cesan por completo? Su cese se ha revelado: es aquí donde el monje, aislado de los placeres sensuales, aislado de los perjudiciales estados mentales, entra y permanece en el primer jhana, el cual está acompañado por el pensamiento aplicado y el pensamiento sostenido, con el arrobamiento y el placer nacidos del aislamiento. Es aquí, dónde estas intenciones perjudiciales cesan por completo.
“¿Y cómo, él que practica en este camino, está practicando el camino del cese de las intenciones perjudiciales? Es el caso del monje, que genera el deseo para que no surjan en él los perjudiciales estados mentales que aún no surgieron… Él genera el deseo de abandonar los perjudiciales estados mentales que ya surgieron… Él genera el deseo para que surjan los saludables estados mentales que aún no surgieron… Él genera el deseo para que permanezcan, continúen, no desaparezcan, se incrementen y se desarrollen los saludables estados mentales que ya surgieron; se esfuerza en esto, persiste en esto, lo intenta de todas formas y se mantiene firme en este intento. Él que practica en este camino así, está practicando el camino del cese de las intenciones perjudiciales.
[13] “¿Y qué son las intenciones saludables? Las intenciones del renunciamiento, intenciones de la no-animadversión e intenciones de la no-crueldad. Éstas son las intenciones saludables.
“¿Y cómo se originan estas intenciones saludables? Su origen se ha revelado: debería decirse que se originan en la percepción. ¿Qué clase de percepción? Aunque la percepción es múltiple, variada y de diferentes aspectos, aquí se trata de la percepción del renunciamiento, percepción de la no-animadversión y percepción de la no-crueldad. Así se originan estas intenciones saludables.
“¿Y dónde estas intenciones saludables cesan por completo? Su cese se ha revelado: es aquí donde el monje, al calmar el pensamiento aplicado y pensamiento sustentado, entra y permanece en el segundo jhana, el cual se caracteriza por la auto-confianza y la unificación de la mente, sin el pensamiento aplicado y el pensamiento sustentado, pero con el arrobamiento y el placer nacidos de la concentración. Es aquí, dónde estas intenciones saludables cesan por completo.
“¿Y cómo, él que practica en este camino, está practicando el camino del cese de las intenciones saludables? Es el caso del monje, que genera el deseo para que no surjan en él los perjudiciales estados mentales que aún no surgieron… Él genera el deseo de abandonar los perjudiciales estados mentales que ya surgieron… Él genera el deseo para que surjan los saludables estados mentales que aún no surgieron… Él genera el deseo para que permanezcan, continúen, no desaparezcan, se incrementen y se desarrollen los saludables estados mentales que ya surgieron; se esfuerza en esto, persiste en esto, lo intenta de todas formas y se mantiene firme en este intento. Él que practica en este camino así, está practicando el camino del cese de las intenciones saludables.
[14] “Ahora bien, carpintero, ¿cuáles son estas diez cualidades que un individuo debe poseer, para que yo lo considere como a alguien que se ha auto-realizado en lo que es saludable, que es perfecto en lo que es saludable, como a un asceta que es invencible y que ha alcanzado el supremo logro? Es el caso del monje que posee el recto entendimiento de alguien que está más allá de la instrucción [1] , la recta intención de alguien que está más allá de la instrucción, la recta forma de hablar de alguien que está más allá de la instrucción, la recta acción de alguien que está más allá de la instrucción, la recta forma de vida de alguien que está más allá de la instrucción, el recto esfuerzo de alguien que está más allá de la instrucción, la recta atención consciente de alguien que está más allá de la instrucción, la recta concentración de alguien que está más allá de la instrucción, el recto conocimiento de alguien que está más allá de la instrucción y la recta liberación de alguien que está más allá de la instrucción. A éste, yo lo considero como a alguien que se ha auto-realizado en lo que es saludable, que es perfecto en lo que es saludable, como a un asceta que es invencible y que ha alcanzado el supremo logro.”
Esto es lo que fue dicho por el Bienaventurado y el carpintero Pañcakanga fue satisfecho y se alegró en las palabras del Bienaventurado.
NOTA:
[1] “Alguien más allá de la instrucción” (asekha ) es un arahant.
FUENTES:
BHIKKHU ÑANAMOLI y BHHIKHU BODHI (2001) “Samanamandika Sutta: Samanamandikaputta” en The Middle Length Discourses of the Buddha: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Págs. 648-653.
“Samanamandikasuttam” en Chattha Sangayana , CD-Rom, versión 3.
THANISSARO BHIKKHU [en línea] Samana-Mundika Sutta: Mundika the Contemplative. http://www.accesstoinsight.org/tipitaka/mn/mn.078.than.html (18/06/2006)
Traducido y publicado por Isidatta para el Bosque Theravada © 2009
Edición de Bosque Theravada © 2009
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Revisado: 07/06/2009 (Isi)