MN 148 Chachakka Sutta – Discurso del séxtuple juego de los seis

Según Bhante Vimalaramsi, “este sutta es clave para ayudar al estudiante a soltar la identificación con el Ego. Nos ayuda a realizar la verdad acerca de cómo el proceso de nuestra existencia funciona en realidad. ¡No somos lo que creemos ser!” Por eso, la traducción de este sutta fue hecha sin la acostumbrada omisión de las repeticiones, para que sea leída en voz alta, deliberadamente y considerando cada sección a medida que se avanza.

[Leer en pali]

[1] «Así he oído. En una ocasión el Bendito estaba viviendo en Savatthi en la Arboleda de Jeta, Parque Anathapinddika. Ahí él se dirigió a los monjes así: «Monjes.» – «Venerable señor,» respondieron. El Bendito dijo esto:

[2] «Monjes, debo enseñarles el Dhamma que es bueno en el principio, bueno en la mitad, y bueno en el final, con la intención y fraseo correctos; Debo revelar la vida santa que es completamente perfecta y pura, esto es, los seis grupos de seis. Escuchen y atiendan de cerca de lo que debo decir.» – «Sí, venerable señor,» respondieron los monjes. El Bendito dijo esto:

Sinopsis

[3] «Las seis bases internas deben ser comprendidas. Las seis bases externas deben ser comprendidas. Las seis clases de conciencia deben ser comprendidas. Las seis clases de contacto deben ser comprendidas. Las seis clases de sensación deben ser comprendidas. Las seis clases de ansia deben ser comprendidas.

Enumeración

[4] (i) » ‘Las seis bases internas deben ser comprendidas.’ Así fue dicho. Y con referencia a qué fue esto dicho? Están la base-del-ojo, la base-del-oído, la base-de-la-nariz, la base-de-la-lengua, la base-del-cuerpo, y la base-de-la-mente. Entonces fue en referencia a esto que fue dicho: ‘Las seis bases internas deben ser comprendidas.’ Este es el primer grupo de seis.

[5] (ii) » ‘Las seis bases externas deben ser comprendidas.’ Así fue dicho. Y con referencia a qué fue esto dicho? Están la base-de-la-forma, la base-del-sonido, la base-del-olor, la base-del-sabor, la base-de-lo-tangible, y la base-del-objeto-mental. Entonces fue en referencia a esto que fue dicho: ‘Las seis bases externas deben ser comprendidas. Este es el segundo grupo de seis.

[6] (iii) » ‘Las seis clases de conciencia deben ser comprendidas.’ Así fue dicho. Y con referencia a qué fue esto dicho? Dependiente de el ojo y las formas, la conciencia-del-ojo surge; dependiente de el oído y los sonidos, la conciencia-del-oído surge; dependiente de la nariz y los olores, la conciencia-de-la-nariz surge; dependiente la lengua y los sabores, la conciencia-de-la-lengua surge; dependiente de el cuerpo y los tangibles, la conciencia-del-cuerpo surge; dependiente de la mente y los objetos-mentales, la conciencia-de-mente surge. Entonces fue en referencia a esto que fue dicho: ‘Las seis clases de conciencia deben ser comprendidas.’ Este es el tercer grupo de seis.

[7] (iv) » ‘Las seis clases de contacto deben ser comprendidas.» Así fue dicho. Y con referencia a qué fue esto dicho? Dependiente del ojo y las formas, la conciencia-del-ojo surge; el encuentro de los tres es contacto-del-ojo. Dependiente del oído y los sonidos, la conciencia-del-oído surge; el encuentro de los tres es contacto-del-oído. Dependiente de la nariz y los olores, la conciencia-de-la-nariz surge; el encuentro de los tres es contacto-de-la-nariz. Dependiente la lengua y los sabores, la conciencia-de-la-lengua surge; el encuentro de los tres es contacto-de-la-lengua. Dependiente del cuerpo y los tangibles, la conciencia-del-cuerpo surge; el encuentro de los tres es contacto-del-cuerpo. Dependiente de la mente y los objetos-mentales, la conciencia-de-mente surge; el encuentro de los tres es contacto-de-la-mente. Entonces fue en referencia a esto que fue dicho: ‘Las seis clases de contacto deben ser comprendidas.’ Este es el cuarto grupo de seis.

[8] (v) » ‘Las seis clases de sensación deben ser comprendidas.’ Así fue dicho. Y con referencia a qué fue esto dicho? Dependiente del ojo y las formas, la conciencia-del-ojo surge; el encuentro de los tres es contacto-del-ojo; con el contacto-del-ojo como condición hay sensación-del-ojo. Dependiente del oído y los sonidos, la conciencia-del-oído surge; el encuentro de los tres es contacto-del-oído; con el contacto-del-oído como condición hay sensación-del-oído. Dependiente de la nariz y los olores, la conciencia-de-la-nariz surge; el encuentro de los tres es contacto-de-la-nariz; con el contacto-de-la-nariz como condición hay sensación-de-la-nariz. Dependiente la lengua y los sabores, la conciencia-de-la-lengua surge; el encuentro de los tres es contacto-de-la-lengua con el contacto-de-la-lengua como condición hay sensación-de-la-lengua. Dependiente del cuerpo y los tangibles, la conciencia-del-cuerpo surge; el encuentro de los tres es contacto-del-cuerpo; con el contacto-del-cuerpo como condición hay sensación-del-cuerpo. Dependiente de la mente y los objetos-mentales, la conciencia-de-mente surge; el encuentro de los tres es contacto-de-la-mente; con el contacto-de-la-mente como condición hay sensación-de-la-mente. Entonces fue en referencia a esto que fue dicho: ‘Las seis clases de sensación deben ser comprendidas.’ Este es el quinto grupo de seis.

[9] (vi) » ‘Las seis clases de ansia deben ser comprendidas.’ Así fue dicho. Y con referencia a qué fue esto dicho? Dependiente del ojo y las formas, la conciencia-del-ojo surge; el encuentro de los tres es contacto-del-ojo; con el contacto-del-ojo como condición hay sensación-del-ojo; con la sensación-del-ojo como condición hay ansia-del-ojo. Dependiente del oído y los sonidos, la conciencia-del-oído surge; el encuentro de los tres es contacto-del-oído; con el contacto-del-oído como condición hay sensación-del-oído; con la sensación-del-oído como condición hay ansia-del-oído. Dependiente de la nariz y los olores, la conciencia-de-la-nariz surge; el encuentro de los tres es contacto-de-la-nariz; con el contacto-de-la-nariz como condición hay sensación-de-la-nariz; con la sensación-de-la-nariz como condición hay ansia-de-la-nariz. Dependiente la lengua y los sabores, la conciencia-de-la-lengua surge; el encuentro de los tres es contacto-de-la-lengua con el contacto-de-la-lengua como condición hay sensación-de-la-lengua; con la sensación-de-la-lengua como condición hay ansia-de-la-lengua. Dependiente del cuerpo y los tangibles, la conciencia-del-cuerpo surge; el encuentro de los tres es contacto-del-cuerpo; con el contacto-del-cuerpo como condición hay sensación-del-cuerpo; con la sensación-del-cuerpo como condición hay ansia-del-cuerpo. Dependiente de la mente y los objetos-mentales, la conciencia-de-mente surge; el encuentro de los tres es contacto-de-la-mente; con el contacto-de-la-mente como condición hay sensación-de-la-mente; con la sensación-de-la-mente como condición hay ansia-de-la-mente. Entonces fue en referencia a esto que fue dicho: ‘Las seis clases de ansia deben ser comprendidas.’ Este es el sexto grupo de seis.

Demostración del no-yo

[10] (i) «Si alguien dice, ‘El ojo es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída del ojo es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘El ojo es mi ser.’ Así el ojo no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘Las formas son mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de las formas es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘Las formas son mi ser.’ Así el ojo no es mi ser, las formas no son mi ser.

«Si alguien dice, ‘La conciencia-del-ojo es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de la conciencia-del-ojo es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘La conciencia-del-ojo es mi ser.’ Así el ojo no es mi ser, las formas no son mi ser, la conciencia-del-ojo no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘El contacto-del-ojo es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída del contacto-del-ojo es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘El contacto-del-ojo es mi ser.’ Así el ojo no es mi ser, las formas no son mi ser, la conciencia-del-ojo no es mi ser, el contacto-del-ojo no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘La sensación-del-ojo es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de la sensación-del-ojo es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘La sensación-del-ojo es mi ser.’ Así el ojo no es mi ser, las formas no son mi ser, la conciencia-del-ojo no es mi ser, el contacto-del-ojo no es mi ser, la sensación-del-ojo no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘El ansia-del-ojo es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída del ansia-del-ojo es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘El ansia-del-ojo es mi ser.’ Así el ojo no es mi ser, las formas no son mi ser, la conciencia-del-ojo no es mi ser, el contacto-del-ojo no es mi ser, la sensación-del-ojo no es mi ser, el ansia-del-ojo no es mi ser.

[11] (ii) «Si alguien dice, ‘El oído es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída del oído es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘El oído es mi ser.’ Así el oído no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘Los sonidos son mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de los sonidos es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘Los sonidos son mi ser.’ Así el oído no es mi ser, los sonidos no son mi ser.

«Si alguien dice, ‘La conciencia-del-oído es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de la conciencia-del-oído es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘La conciencia-del-oído es mi ser.’ Así el oído no es mi ser, los sonidos no son mi ser, la conciencia-del-oído no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘El contacto-del-oído es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída del contacto-del-oído es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘El contacto-del-oído es mi ser.’ Así el oído no es mi ser, los sonidos no son mi ser, la conciencia-del-oído no es mi ser, el contacto-del-oído no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘La sensación-del-oído es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de la sensación-del-oído es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘La sensación-del-oído es mi ser.’ Así el oído no es mi ser, los sonidos no son mi ser, la conciencia-del-oído no es mi ser, el contacto-del-oído no es mi ser, la sensación-del-oído no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘El ansia-del-oído es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída del ansia-del-oído es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘El ansia-del-oído es mi ser.’ Así el oído no es mi ser, los sonidos no son mi ser, la conciencia-del-oído no es mi ser, el contacto-del-oído no es mi ser, la sensación-del-oído no es mi ser, el ansia-del-oído no es mi ser.

[12] (iii) «Si alguien dice, ‘La nariz es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de la nariz es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘La nariz es mi ser.’ Así la nariz no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘Los olores son mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de los olores es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘Los olores son mi ser.’ Así la nariz no es mi ser, los olores no son mi ser.

«Si alguien dice, ‘La conciencia-de-la-nariz es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de la conciencia-de-la-nariz es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘La conciencia-de-la-nariz es mi ser.’ Así la nariz no es mi ser, los olores no son mi ser, la conciencia-de-la-nariz no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘El contacto-de-la-nariz es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída del contacto-de-la-nariz es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘El contacto-de-la-nariz es mi ser.’ Así la nariz no es mi ser, los olores no son mi ser, la conciencia-de-la-nariz no es mi ser, el contacto-de-la-nariz no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘La sensación-de-la-nariz es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de la sensación-de-la-nariz es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘La sensación-de-la-nariz es mi ser.’ Así la nariz no es mi ser, los olores no son mi ser, la conciencia-de-la-nariz no es mi ser, el contacto-de-la-nariz no es mi ser, la sensación-de-la-nariz no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘El ansia-de-la-nariz es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída del ansia-d-la-nariz es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘El ansia-de-la-nariz es mi ser.’ Así la nariz no es mi ser, los olores no son mi ser, la conciencia-de-la-nariz no es mi ser, el contacto-de-la-nariz no es mi ser, la sensación-de-la-nariz no es mi ser, el ansia-de-la-nariz no es mi ser.

[13] (iv) «Si alguien dice, ‘La lengua es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de la lengua es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘La lengua es mi ser.’ Así la lengua no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘Los sabores son mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de los sabores es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘Los sabores son mi ser.’ Así la lengua no es mi ser, los sabores no son mi ser.

«Si alguien dice, ‘La conciencia-de-la-lengua es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de la conciencia-de-la-lengua es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘La conciencia-de-la-lengua es mi ser.’ Así la lengua no es mi ser, los sabores no son mi ser, la conciencia-de-la-lengua no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘El contacto-de-la-lengua es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída del contacto-de-la-lengua es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘El contacto-de-la-lengua es mi ser.’ Así la lengua no es mi ser, los sabores no son mi ser, la conciencia-de-la-lengua no es mi ser, el contacto-de-la-lengua no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘La sensación-de-la-lengua es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de la sensación-de-la-lengua es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘La sensación-de-la-lengua es mi ser.’ Así la lengua no es mi ser, los sabores no son mi ser, la conciencia-de-la-lengua no es mi ser, el contacto-de-la-lengua no es mi ser, la sensación-de-la-lengua no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘El ansia-de-la-lengua es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída del ansia-de-la-lengua es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘El ansia-de-la-lengua es mi ser.’ Así la lengua no es mi ser, los sabores no son mi ser, la conciencia-de-la-lengua no es mi ser, el contacto-de-la-lengua no es mi ser, la sensación-de-la-lengua no es mi ser, el ansia-de-la-lengua no es mi ser.

[14] (v) «Si alguien dice, ‘El cuerpo es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída del cuerpo es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘El cuerpo es mi ser.’ Así el cuerpo no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘Los tangibles son mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de los tangibles es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘Los tangibles son mi ser.’ Así el cuerpo no es mi ser, los tangibles no son mi ser.

«Si alguien dice, ‘La conciencia-del-cuerpo es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de la conciencia-del-cuerpo es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘La conciencia-del-cuerpo es mi ser.’ Así el cuerpo no es mi ser, los tangibles no son mi ser, la conciencia-del-cuerpo no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘El contacto-del-cuerpo es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída del contacto-del-cuerpo es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘El contacto-del-cuerpo es mi ser.’ Así el cuerpo no es mi ser, los tangibles no son mi ser, la conciencia-del-cuerpo no es mi ser, el contacto-del-cuerpo no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘La sensación-del-cuerpo es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de la sensación-del-cuerpo es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘La sensación-del-cuerpo es mi ser.’ Así el cuerpo no es mi ser, los tangibles no son mi ser, la conciencia-del-cuerpo no es mi ser, el contacto-del-cuerpo no es mi ser, la sensación-del-cuerpo no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘El ansia-del-cuerpo es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída del ansia-del-cuerpo es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘El ansia-del-cuerpo es mi ser.’ Así el cuerpo no es mi ser, los tangibles no son mi ser, la conciencia-del-cuerpo no es mi ser, el contacto-del-cuerpo no es mi ser, la sensación-del-cuerpo no es mi ser, el ansia-del-cuerpo no es mi ser.

[15] (vi) «Si alguien dice, ‘La mente es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de la mente es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘La mente es mi ser.’ Así la mente no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘Los objetos-mentales son mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de los objetos-mentales es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘Los objetos-mentales son mi ser.’ Así la mente no es mi ser, los objetos-mentales no son mi ser.

«Si alguien dice, ‘La conciencia-de-la-mente es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de la conciencia-de-la-mente es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘La conciencia-de-la-mente es mi ser.’ Así la mente no es mi ser, los objetos-mentales no son mi ser, la conciencia-de-la-mente no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘El contacto-de-la-mente es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída del contacto-de-la-mente es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘El contacto-de-la-mente es mi ser.’ Así la mente no es mi ser, los objetos-mentales no son mi ser, la conciencia-de-la-mente no es mi ser, el contacto-de-la-mente no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘La sensación-de-la-mente es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída de la sensación-de-la-mente es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘La sensación-de-la-mente es mi ser.’ Así la mente no es mi ser, los objetos-mentales no son mi ser, la conciencia-de-la-mente no es mi ser, el contacto-de-la-mente no es mi ser, la sensación-de-la-mente no es mi ser.

«Si alguien dice, ‘El ansia-de-la-mente es mi ser’ eso no es aceptable. El alza y caída del ansia-de-la-mente es vista y comprendida, y debido a que su alza y caída son discernidas, le seguiría: ‘Mi ser se alza y cae.’ Es por eso que no es aceptable que alguien diga, ‘El ansia-de-la-mente es mi ser.’ Así la mente no es mi ser, los objetos-mentales no son mi ser, la conciencia-de-la-mente no es mi ser, el contacto-de-la-mente no es mi ser, la sensación-de-la-mente no es mi ser, el ansia-de-la-mente no es mi ser.

El originamiento de la identidad

[16] «Ahora, monjes, este es el camino que lleva al originamiento de la identidad. Uno considera al ojo así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera las formas así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera la conciencia-del-ojo así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera el contacto-del-ojo así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera la sensación-del-ojo así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera el ansia-del-ojo así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’

[17] «Uno considera al oído así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera los sonidos así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera la conciencia-del-oído así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera el contacto-del-oído así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera la sensación-del-oído así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera el ansia-del-oído así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’

[18] «Uno considera la nariz así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera los olores así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera la conciencia-de-la-nariz así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera el contacto-de-la-nariz así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera la sensación-de-la-nariz así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera el ansia-de-la-nariz así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’

[19] «Uno considera la lengua así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera los sabores así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera la conciencia-de-la-lengua así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera el contacto-de-la-lengua así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera la sensación-de-la-lengua así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera el ansia-de-la-lengua así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’

[20] «Uno considera al cuerpo así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera los tangibles así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera la conciencia-del-cuerpo así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera el contacto-del-cuerpo así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera la sensación-del-cuerpo así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera el ansia-del-cuerpo así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’

[21] «Uno considera la mente así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera los objetos-mentales así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera la conciencia-de-la-mente así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera el contacto-de-la-mente así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera la sensación-de-la-mente así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’ Uno considera el ansia-de-la-mente así: ‘Esto es mío, esto soy, esto es mi ser.’

El Cese de la Identidad

[22] «Ahora, monjes, este es el camino que lleva al cese de la identidad. Uno considera al ojo así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera las formas así: ‘‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera la conciencia-del-ojo así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera el contacto-del-ojo así: ‘‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera la sensación-del-ojo así: ‘‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera el ansia-del-ojo así: ‘‘‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’

[23] «Uno considera al oído así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera los sonidos así: ‘‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera la conciencia-del-oído así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera el contacto-del-oído así: ‘‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera la sensación-del-oído así: ‘‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera el ansia-del-oído así: ‘‘‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’

[24] «Uno considera la nariz así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera los olores así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera la conciencia-de-la-nariz así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera el contacto-de-la-nariz así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera la sensación-de-la-nariz así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera el ansia-de-la-nariz así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’

[25] «Uno considera la lengua así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera los sabores así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera la conciencia-de-la-lengua así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera el contacto-de-la-lengua así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera la sensación-de-la-lengua así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera el ansia-de-la-lengua así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’

[26] «Uno considera al cuerpo así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera los tangibles así: ‘‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera la conciencia-del-cuerpo así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera el contacto-del-cuerpo así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera la sensación-del-cuerpo así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera el ansia-del-cuerpo así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’

[27] «Uno considera la mente así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera los objetos-mentales así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera la conciencia-de-la-mente así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera el contacto-de-la-mente así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera la sensación-de-la-mente así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’ Uno considera el ansia-de-la-mente así: ‘Esto no es mío, esto no soy, esto no es mi ser.’

Las Tendencias Subyacentes

[28] (i) «Monjes, dependiente del ojo y las formas, la conciencia-del-ojo surge; el encuentro de los tres es contacto-del-ojo; con el contacto-del-ojo como condición surge [una sensación-del-ojo] sentida como placentera o dolorosa o ni placentera ni dolorosa. Cuando uno es tocado por una sensación-del-ojo placentera, si uno se deleita en ella, le da la bienvenida, y permanece agarrándose a ella, entonces la tendencia subyacente a la avidez se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-del-ojo dolorosa, si uno se aflige, se apesadumbra y lamenta, solloza golpeándose el pecho y se consterna, entonces la tendencia subyacente a la aversión se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-del-ojo ni placentera ni dolorosa, si uno no entiende como es en realidad el originamiento, la desaparición, la gratificación, el peligro, y el escape en relación a esa sensación-del-ojo, entonces la tendencia subyacente a la ignorancia se sitúa en uno. Monjes, que uno ponga aquí y ahora fin al sufrimiento sin abandonar la tendencia subyacente a la avidez por la sensación-del-ojo placentera, sin abolir la tendencia subyacente a la aversión hacia la sensación-del-ojo dolorosa, sin extirpar la tendencia subyacente a la ignorancia en relación a la sensación-del-ojo ni placentera ni dolorosa y sin despertar el verdadero saber – esto es imposible.

[29] «Monjes, dependiente del oído y los sonidos, la conciencia-del-oído surge; el encuentro de los tres es contacto-del-oído; con el contacto-del-oído como condición surge [una sensación-del-oído] sentida como placentera o dolorosa o ni placentera ni dolorosa. Cuando uno es tocado por una sensación-del-oído placentera, si uno se deleita en ella, le da la bienvenida, y permanece agarrándose a ella, entonces la tendencia subyacente a la avidez se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-del-oído dolorosa, si uno se aflige, se apesadumbra y lamenta, solloza golpeándose el pecho y se consterna, entonces la tendencia subyacente a la aversión se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-del-oído ni placentera ni dolorosa, si uno no entiende como es en realidad el originamiento, la desaparición, la gratificación, el peligro, y el escape en relación a esa sensación-del-oído, entonces la tendencia subyacente a la ignorancia se sitúa en uno. Monjes, que uno ponga aquí y ahora fin al sufrimiento sin abandonar la tendencia subyacente a la avidez por la sensación-del-oído placentera, sin abolir la tendencia subyacente a la aversión hacia la sensación-del-oído dolorosa, sin extirpar la tendencia subyacente a la ignorancia en relación a la sensación-del-oído ni placentera ni dolorosa y sin despertar el verdadero saber – esto es imposible.

[30] «Monjes, dependiente de la nariz y los olores, la conciencia-de-la-nariz surge; el encuentro de los tres es contacto-de-la-nariz; con el contacto-de-la-nariz como condición surge [una sensación-de-la-nariz] sentida como placentera o dolorosa o ni placentera ni dolorosa. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-nariz placentera, si uno se deleita en ella, le da la bienvenida, y permanece agarrándose a ella, entonces la tendencia subyacente a la avidez se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-nariz dolorosa, si uno se aflige, se apesadumbra y lamenta, solloza golpeándose el pecho y se consterna, entonces la tendencia subyacente a la aversión se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-nariz ni placentera ni dolorosa, si uno no entiende como es en realidad el originamiento, la desaparición, la gratificación, el peligro, y el escape en relación a esa sensación-de-la-nariz, entonces la tendencia subyacente a la ignorancia se sitúa en uno. Monjes, que uno ponga aquí y ahora fin al sufrimiento sin abandonar la tendencia subyacente a la avidez por la sensación-de-la-nariz placentera, sin abolir la tendencia subyacente a la aversión hacia la sensación-de-la-nariz dolorosa, sin extirpar la tendencia subyacente a la ignorancia en relación a la sensación-de-la-nariz ni placentera ni dolorosa y sin despertar el verdadero saber – esto es imposible.

[31] «Monjes, dependiente de la lengua y los sabores, la conciencia-de-la-lengua surge; el encuentro de los tres es contacto-de-la-lengua con el contacto-de-la-lengua como condición surge [una sensación-de-la-lengua] sentida como placentera o dolorosa o ni placentera ni dolorosa. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-lengua placentera, si uno se deleita en ella, le da la bienvenida, y permanece agarrándose a ella, entonces la tendencia subyacente a la avidez se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-lengua dolorosa, si uno se aflige, se apesadumbra y lamenta, solloza golpeándose el pecho y se consterna, entonces la tendencia subyacente a la aversión se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-lengua ni placentera ni dolorosa, si uno no entiende como es en realidad el originamiento, la desaparición, la gratificación, el peligro, y el escape en relación a esa sensación-de-la-lengua, entonces la tendencia subyacente a la ignorancia se sitúa en uno. Monjes, que uno ponga aquí y ahora fin al sufrimiento sin abandonar la tendencia subyacente a la avidez por la sensación-de-la-lengua placentera, sin abolir la tendencia subyacente a la aversión hacia la sensación-de-la-lengua dolorosa, sin extirpar la tendencia subyacente a la ignorancia en relación a la sensación-de-la-lengua ni placentera ni dolorosa y sin despertar el verdadero saber – esto es imposible.

[32] «Monjes, dependiente del cuerpo y los tangibles, la conciencia-del-cuerpo surge; el encuentro de los tres es contacto-del-cuerpo; con el contacto-del-cuerpo como condición surge [una sensación-del-cuerpo] sentida como placentera o dolorosa o ni placentera ni dolorosa. Cuando uno es tocado por una sensación-del-cuerpo placentera, si uno se deleita en ella, le da la bienvenida, y permanece agarrándose a ella, entonces la tendencia subyacente a la avidez se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-del-cuerpo dolorosa, si uno se aflige, se apesadumbra y lamenta, solloza golpeándose el pecho y se consterna, entonces la tendencia subyacente a la aversión se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-del-cuerpo ni placentera ni dolorosa, si uno no entiende como es en realidad el originamiento, la desaparición, la gratificación, el peligro, y el escape en relación a esa sensación-del-cuerpo, entonces la tendencia subyacente a la ignorancia se sitúa en uno. Monjes, que uno ponga aquí y ahora fin al sufrimiento sin abandonar la tendencia subyacente a la avidez por la sensación-del-cuerpo placentera, sin abolir la tendencia subyacente a la aversión hacia la sensación-del-cuerpo dolorosa, sin extirpar la tendencia subyacente a la ignorancia en relación a la sensación-del-cuerpo ni placentera ni dolorosa y sin despertar el verdadero saber – esto es imposible.

[33] «Monjes, dependiente de la mente y los objetos-mentales, la conciencia-de-mente surge; el encuentro de los tres es contacto-de-la-mente; con el contacto-de-la-mente como condición surge [una sensación-de-la-mente] sentida como placentera o dolorosa o ni placentera ni dolorosa. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-mente placentera, si uno se deleita en ella, le da la bienvenida, y permanece agarrándose a ella, entonces la tendencia subyacente a la avidez se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-mente dolorosa, si uno se aflige, se apesadumbra y lamenta, solloza golpeándose el pecho y se consterna, entonces la tendencia subyacente a la aversión se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-mente ni placentera ni dolorosa, si uno no entiende como es en realidad el originamiento, la desaparición, la gratificación, el peligro, y el escape en relación a esa sensación-de-la-mente, entonces la tendencia subyacente a la ignorancia se sitúa en uno. Monjes, que uno ponga aquí y ahora fin al sufrimiento sin abandonar la tendencia subyacente a la avidez por la sensación-de-la-mente placentera, sin abolir la tendencia subyacente a la aversión hacia la sensación-de-la–mente dolorosa, sin extirpar la tendencia subyacente a la ignorancia en relación a la sensación-de-la-mente ni placentera ni dolorosa y sin despertar el verdadero saber – esto es imposible.

El Abandono de las Tendencias Subyacentes

[34] «Monjes, dependiente del ojo y las formas, la conciencia-del-ojo surge; el encuentro de los tres es contacto-del-ojo; con el contacto-del-ojo como condición surge [una sensación-del-ojo] sentida como placentera o dolorosa o ni placentera ni dolorosa. Cuando uno es tocado por una sensación-del-ojo placentera, si uno no se deleita en ella, no le da la bienvenida, y no permanece agarrándose a ella, entonces la tendencia subyacente a la avidez no se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-del-ojo dolorosa, si uno no se aflige, no se apesadumbra y no se lamenta, no solloza golpeándose el pecho y no se consterna, entonces la tendencia subyacente a la aversión no se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-del-ojo ni placentera ni dolorosa, si uno entiende como es en realidad el originamiento, la desaparición, la gratificación, el peligro, y el escape en relación a esa sensación-del-ojo, entonces la tendencia subyacente a la ignorancia no se sitúa en uno. Monjes, que uno ponga aquí y ahora fin al sufrimiento abandonando la tendencia subyacente a la avidez por la sensación-del-ojo placentera, aboliendo la tendencia subyacente a la aversión hacia la sensación-del-ojo dolorosa, extirpando la tendencia subyacente a la ignorancia en relación a la sensación-del-ojo ni placentera ni dolorosa y despertando el verdadero saber – esto es posible.

[35] «Monjes, dependiente del oído y los sonidos, la conciencia-del-oído surge; el encuentro de los tres es contacto-del-oído; con el contacto-del-oído como condición surge [una sensación-del-oído] sentida como placentera o dolorosa o ni placentera ni dolorosa. Cuando uno es tocado por una sensación-del-oído placentera, si uno no se deleita en ella, no le da la bienvenida, y no permanece agarrándose a ella, entonces la tendencia subyacente a la avidez no se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-del-oído dolorosa, si uno no se aflige, no se apesadumbra y no se lamenta, no solloza golpeándose el pecho y no se consterna, entonces la tendencia subyacente a la aversión no se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-del-oído ni placentera ni dolorosa, si uno entiende como es en realidad el originamiento, la desaparición, la gratificación, el peligro, y el escape en relación a esa sensación-del-oído, entonces la tendencia subyacente a la ignorancia no se sitúa en uno. Monjes, que uno ponga aquí y ahora fin al sufrimiento abandonando la tendencia subyacente a la avidez por la sensación-del-oído placentera, aboliendo la tendencia subyacente a la aversión hacia la sensación-del-oído dolorosa, extirpando la tendencia subyacente a la ignorancia en relación a la sensación-del-oído ni placentera ni dolorosa y despertando el verdadero saber – esto es posible.

[36] «Monjes, dependiente de la nariz y los olores, la conciencia-de-la-nariz surge; el encuentro de los tres es contacto-de-la-nariz; con el contacto-de-la-nariz como condición surge [una sensación-de-la-nariz] sentida como placentera o dolorosa o ni placentera ni dolorosa. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-nariz placentera, si uno no se deleita en ella, no le da la bienvenida, y no permanece agarrándose a ella, entonces la tendencia subyacente a la avidez no se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-nariz dolorosa, si uno no se aflige, no se apesadumbra y no se lamenta, no solloza golpeándose el pecho y no se consterna, entonces la tendencia subyacente a la aversión no se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-nariz ni placentera ni dolorosa, si uno entiende como es en realidad el originamiento, la desaparición, la gratificación, el peligro, y el escape en relación a esa sensación-de-la-nariz, entonces la tendencia subyacente a la ignorancia no se sitúa en uno. Monjes, que uno ponga aquí y ahora fin al sufrimiento abandonando la tendencia subyacente a la avidez por la sensación-de-la-nariz placentera, aboliendo la tendencia subyacente a la aversión hacia la sensación-de-la-nariz dolorosa, extirpando la tendencia subyacente a la ignorancia en relación a la sensación-de-la-nariz ni placentera ni dolorosa y despertando el verdadero saber – esto es posible.

[37] «Monjes, dependiente de la lengua y los sabores, la conciencia-de-la-lengua surge; el encuentro de los tres es contacto-de-la-lengua con el contacto-de-la-lengua como condición surge [una sensación-de-la-lengua] sentida como placentera o dolorosa o ni placentera ni dolorosa. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-lengua placentera, si uno no se deleita en ella, no le da la bienvenida, y no permanece agarrándose a ella, entonces la tendencia subyacente a la avidez no se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-lengua dolorosa si uno no se aflige, no se apesadumbra y no se lamenta, no solloza golpeándose el pecho y no se consterna, entonces la tendencia subyacente a la aversión no se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-lengua ni placentera ni dolorosa, si uno entiende como es en realidad el originamiento, la desaparición, la gratificación, el peligro, y el escape en relación a esa sensación-de-la-lengua, entonces la tendencia subyacente a la ignorancia no se sitúa en uno. Monjes, que uno ponga aquí y ahora fin al sufrimiento abandonando la tendencia subyacente a la avidez por la sensación-de-la-lengua placentera, aboliendo la tendencia subyacente a la aversión hacia la sensación-de-la-lengua dolorosa, extirpando la tendencia subyacente a la ignorancia en relación a la sensación-de-la-lengua ni placentera ni dolorosa y despertando el verdadero saber – esto es posible.

[38] «Monjes, dependiente del cuerpo y los tangibles, la conciencia-del-cuerpo surge; el encuentro de los tres es contacto-del-cuerpo; con el contacto-del-cuerpo como condición surge [una sensación-del-cuerpo] sentida como placentera o dolorosa o ni placentera ni dolorosa. Cuando uno es tocado por una sensación-del-cuerpo placentera, si uno no se deleita en ella, no le da la bienvenida, y no permanece agarrándose a ella, entonces la tendencia subyacente a la avidez no se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-del-cuerpo dolorosa, si uno no se aflige, no se apesadumbra y no se lamenta, no solloza golpeándose el pecho y no se consterna, entonces la tendencia subyacente a la aversión no se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-del-cuerpo ni placentera ni dolorosa, si uno entiende como es en realidad el originamiento, la desaparición, la gratificación, el peligro, y el escape en relación a esa sensación-del-cuerpo, entonces la tendencia subyacente a la ignorancia no se sitúa en uno. Monjes, que uno ponga aquí y ahora fin al sufrimiento abandonando la tendencia subyacente a la avidez por la sensación-del-cuerpo placentera, aboliendo la tendencia subyacente a la aversión hacia la sensación-del-cuerpo dolorosa, extirpando la tendencia subyacente a la ignorancia en relación a la sensación-del-cuerpo ni placentera ni dolorosa y despertando el verdadero saber – esto es posible.

[39] «Monjes, dependiente de la mente y los objetos-mentales, la conciencia-de-mente surge; el encuentro de los tres es contacto-de-la-mente; con el contacto-de-la-mente como condición surge [una sensación-de-la-mente] sentida como placentera o dolorosa o ni placentera ni dolorosa. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-mente placentera, si uno no se deleita en ella, no le da la bienvenida, y no permanece agarrándose a ella, entonces la tendencia subyacente a la avidez no se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-mente dolorosa, si uno no se aflige, no se apesadumbra y no se lamenta, no solloza golpeándose el pecho y no se consterna, entonces la tendencia subyacente a la aversión no se sitúa en uno. Cuando uno es tocado por una sensación-de-la-mente ni placentera ni dolorosa, si uno entiende como es en realidad el originamiento, la desaparición, la gratificación, el peligro, y el escape en relación a esa sensación-de-la-mente, entonces la tendencia subyacente a la ignorancia no se sitúa en uno. Monjes, que uno ponga aquí y ahora fin al sufrimiento abandonando la tendencia subyacente a la avidez por la sensación-de-la-mente placentera, aboliendo la tendencia subyacente a la aversión hacia la sensación-de-la–mente dolorosa, extirpando la tendencia subyacente a la ignorancia en relación a la sensación-de-la-mente ni placentera ni dolorosa y despertando el verdadero saber – esto es posible.

Liberación

[40] «Viendo así, monjes, un noble discípulo bien-enseñado se deshechiza del ojo, se deshechiza de las formas, se deshechiza de la conciencia-del-ojo, se deshechiza del contacto-del-ojo, se deshechiza de la sensación-del-ojo, se deshechiza del ansia-del-ojo.

«Se deshechiza del oído, se deshechiza de los sonidos, se deshechiza de la conciencia-del-oído, se deshechiza del contacto-del-oído, se deshechiza de la sensación-del-oído, se deshechiza del ansia-del-oído.

«Se deshechiza de la nariz, se deshechiza de los olores, se deshechiza de la conciencia-de-la- nariz, se deshechiza del contacto-de-la-nariz, se deshechiza de la sensación-de-la-nariz, se deshechiza del ansia-de-la-nariz.

«Se deshechiza de la lengua, se deshechiza de los sabores, se deshechiza de la conciencia-de-la-lengua, se deshechiza del contacto-de-la-lengua, se deshechiza de la sensación-de-la-lengua, se deshechiza del ansia-de-la-lengua.

«Se deshechiza del cuerpo, se deshechiza de los tangibles, se deshechiza de la conciencia-del-cuerpo, se deshechiza del contacto-del-cuerpo, se deshechiza de la sensación-del-cuerpo, se deshechiza del ansia-del-cuerpo.

«Se deshechiza de la mente, se deshechiza de los objetos-mentales, se deshechiza de la conciencia-de-la-mente, se deshechiza del contacto-de-la-mente, se deshechiza de la sensación-de-la-mente, se deshechiza del ansia-de-la-mente.

[41] «Estando deshechizado, se des-apasiona. A través de la des-pasión [su mente] es liberada. Cuando es liberada, ahí viene el saber: ‘Está liberada.’ Él entiende: ‘El nacimiento está destruido, la vida santa se ha vivido, lo que debió hacerse se hizo, no hay más vuelta a ningún estado de ser.’»

Eso es lo que el Bendito dijo. Los monjes estuvieron satisfechos y deleitados en las palabras del Bendito. Ahora, mientras este discurso era declarado, por medio del no apego, las mentes de sesenta monjes fueron liberadas de las contaminaciones.


FUENTE: Bhikkhu Ñanamoli y Bhikkhu Bodhi “The Middle Length Discourses of the Buddha: A Translation of the Majjhima Nikaya”. Boston, Wisdom Publicactions. Págs. 1129-1136.

© 1995 Bhikkhu Bodhi


Traducción del inglés © 2003 Centro de Meditación Dhamma Sukha

Edición © 2008 Bosque Theravada


Revisión: 07/06/2009 (Isi)