SN 54,5 Dutiyaphala Sutta – Segundo discurso sobre los frutos

El Buda, a parte de enseñar los dieciséis pasos de la atención consciente en la respiración, indica cuáles son los otros siete frutos que el meditador ha de esperar.

[Leer en pali]

{981} “Monjes, la atención consciente en la respiración, cuando es desarrollada y cultivada, es beneficiosa y fructífera. ¿Y cómo, monjes, la atención consciente en la respiración debe ser desarrollada y cultivada para que sea tan fructífera y beneficiosa?

“He aquí el monje, habiendo ido al bosque, al pie de un árbol o en una choza vacía, se sienta. Habiendo cruzando las piernas, con el cuerpo enderezando, pone su atención consciente enfrente, y siempre consciente y, siempre consciente, exhala.

[i] Inhalando largo, él entiende: ‘Estoy inhalando largo’ o exhalando largo, entiende ‘Estoy exhalando largo’. [ii] Cuando inhala corto, él entiende ‘Estoy inhalando corto’ o cuando exhala corto, entiende ‘Estoy exhalando corto’. [iii] Y él se entrena así: ‘Voy a inhalar experimentado el cuerpo entero’ y se entrena así: ‘Voy a exhalar experimentado el cuerpo entero’. [iv] Él se entrena así: ‘Voy a inhalar calmando las formaciones corporales’ y se entrena así: ‘Voy a exhalar, calmando las formaciones corporales’.

[v] Él se entrena así: ‘Voy a inhalar experimentando la alegría’ y se entrena así: ‘Voy a exhalar, experimentando la alegría’. [vi] Él se entrena así: ‘Voy a inhalar experimentando el placer’ y se entrena así: ‘Voy a exhalar, experimentando el placer’. [vii] Él se entrena así: ‘Voy a inhalar experimentando las formaciones mentales’ y se entrena así: ‘Voy a exhalar, experimentando las formaciones mentales’. [viii] Él se entrena así: ‘Voy a inhalar calmando las formaciones mentales’ y se entrena así: ‘Voy a exhalar, calmando las formaciones mentales’.

[ix] Él se entrena así: ‘Voy a inhalar experimentando la mente’ y se entrena así: ‘Voy a exhalar, experimentando la mente’. [x] Él se entrena así: ‘Voy a inhalar llenando de gozo la mente’ y se entrena así: ‘Voy a exhalar, llenando de gozo la mente’. [xi] Él se entrena así: ‘Voy a inhalar concentrando la mente’ y se entrena así: ‘Voy a exhalar, concentrando la mente’. [xii] Él se entrena así: ‘Voy a inhalar liberando la mente’ y se entrena así: ‘Voy a exhalar, liberando la mente’.

[xiii] Él se entrena así: ‘Voy a inhalar contemplando la impermanencia’ y se entrena así: ‘Voy a exhalar, contemplando la impermanencia’. [xiv] Él se entrena así: ‘Voy a inhalar contemplando el desvanecimiento’ y se entrena así: ‘Voy a exhalar, contemplando el desvanecimiento’. [xv] Él se entrena así: ‘Voy a inhalar contemplando el cese’ y se entrena así: ‘Voy a exhalar, contemplando el cese’.  [xvi] Él se entrena así: ‘Voy a inhalar contemplando el renunciamiento’ y se entrena así: ‘Voy a exhalar, contemplando el renunciamiento’.

“Es de manera manera –monjes- que la atención consciente en la respiración, cuando es desarrollada y cultivada, es fructífera y beneficiosa.

“Monjes, cuando la atención consciente en la respiración ha sido cultivada y desarrollada de esta manera, siete frutos y beneficios pueden ser esperados. ¿Cuáles son estos siete frutos y beneficios?

“Uno alcanza el conocimiento final, temprano ya en esta, presente vida.

“Si uno no alcanza el conocimiento final, temprano ya en esta, presente vida, entonces uno alcanza el conocimiento final en el momento de la muerte.

“Si uno no alcanza el conocimiento final, temprano ya en esta, presente vida, ni tampoco en el momento de la muerte, entonces, con la definitiva destrucción de los cinco grilletes menores, uno alcanza el Nibbana en el intervalo [1].

“Si uno no alcanza el conocimiento final, temprano ya en esta, presente vida, ni en el momento de la muerte, ni con la definitiva destrucción de los cinco grilletes menores, alcanza el Nibbana en el intervalo, entonces, con la definitiva destrucción de los cinco grilletes menores, alcanza el Nibbana en el aterrizaje.

“Si uno no alcanza el conocimiento final, temprano ya en esta, presente vida, ni en el momento de la muerte, ni con la definitiva destrucción de los cinco grilletes menores, alcanza el Nibbana en el intervalo, ni con la definitiva destrucción de los cinco grilletes menores, alcanza el Nibbana en el aterrizaje, entonces, con la definitiva destrucción de los cinco grilletes menores, alcanza el Nibbana sin esfuerzo.

“Si uno no alcanza el conocimiento final, temprano ya en esta, presente vida, ni en el momento de la muerte, ni con la definitiva destrucción de los cinco grilletes menores, alcanza el Nibbana en el intervalo, ni con la definitiva destrucción de los cinco grilletes menores, alcanza el Nibbana en el aterrizaje, ni con la definitiva destrucción de los cinco grilletes menores, alcanza el Nibbana sin esfuerzo, entonces, con la definitiva destrucción de los cinco grilletes menores, alcanza el Nibbana con el esfuerzo.

“Si uno no alcanza el conocimiento final, temprano ya en esta, presente vida, ni en el momento de la muerte, ni con la definitiva destrucción de los cinco grilletes menores, alcanza el Nibbana en el intervalo, ni con la definitiva destrucción de los cinco grilletes menores, alcanza el Nibbana en el aterrizaje, ni con la definitiva destrucción de los cinco grilletes menores, alcanza el Nibbana sin esfuerzo, ni con la definitiva destrucción de los cinco grilletes menores, alcanza el Nibbana con el esfuerzo, entonces, con la definitiva destrucción de los cinco grilletes menores, alcanza el Nibbana en el reino de Akanittha.

“Monjes, éstos son los siete frutos y beneficios que pueden ser esperados, cuando la atención consciente en la respiración es cultivada y desarrollada de esta manera.”

NOTA DE BHIKKHU BODHI

[1] Esta tipología quíntuple de «los que no retornan» aparece también en 48:15, 24, 66; 51:26; 54:5 y 55:25. El Saratthappakasini (los Comentarios) explica el antaraparinibbayi («el que alcanza Nibbana en el intervalo») como alguien que renace en los Reinos Puros y que alcanza el arahantado durante la primera mitad del período de vida. Este tipo se subdivide en tres, dependiendo de si el arahantado se alcanza: (i) en el mismo día del renacimiento, (ii) después de que hayan pasado uno o dos eones o (iii) después de que hayan pasado cuatro eones. El upahaccaparinibbayi («el que alcanza el Nibbana en el aterrizaje») se explica como alguien que alcanza el arahantado después de pasar la primera mitad del período de vida. Para los Comentarios, el asankharaparinibbayi («el que alcanza sin esfuerzo») y el sasankharaparinibbayi («el que alcanza con esfuerzo») se convierten entonces en dos maneras en las que los dos tipos de «los que no retornan» alcanzan el objetivo. Esta explicación se origina en Puggalapaññatti págs.12-13 (comentada en el atthakattha de Puggalapaññatti, págs.198-201). Sin embargo, esta versión de los dos primeros tipos no solo descuida el significado literal de los nombres, sino que también anula la naturaleza secuencial y mutuamente exclusiva de los cinco tipos como se define en otra parte de los suttas (ver más abajo).

Si entendemos el término antaraparinibbayi literalmente, como parece que deberíamos, entonces significa alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo entre dos vidas, quizás mientras existe en un cuerpo sutil en el estado intermedio. El upahaccaparinibbayi se convierte entonces en alguien que obtiene el Nibbana «al aterrizar» o «al tomar tierra» en la nueva existencia, es decir, casi inmediatamente después de haber renacido. Los siguientes dos términos designan dos tipos que alcanzan el arahantado en el transcuro de la siguiente vida, distinguidos por la cantidad de esfuerzo que deben hacer para llegar al objetivo. El último, el uddhamsota akanitthagami, es uno que renace en sucesivos Reinos Puros, completa el período de vida completo en cada uno, y finalmente obtiene el arahantado en el reino de Akanittha, el más elevado Reino Puro.

Esta interpretación, adoptada por muchas escuelas no Theravada del budismo temprano, parece confirmarse por el Purisagati Sutta (AN IV, 70-74), en el cual el símil de la astilla en llamas sugiere que los siete tipos (incluyendo los tres tipos de antaraparinibbayi) son mutuamente exclusivos y se clasifican según la agudeza de sus facultades. Apoyo adicional viene del AN II 134, 25-29, que explica al antariparinibbaya como a alguien que ha abandonado la cadena del renacimiento (upapattisamyojana) sin haber abandonado todavía la cadena de la existencia (bhavasamyojana). Aunque los partidarios Theravadines argumentan en contra de esta interpretación del antaraparinibbayi (por ejemplo, en Kv 366), la evidencia de los suttas se inclina fuertemente a su favor. Para una discusión detallada, ver The Selfless Mind, de Peter Harvey, págs. 98-108.

AN II 155-156 establece una distinción alternativa entre el sasankharaparinibbayi y el asankharaparinibbayi: el primero alcanza el arahantado a través de la meditación en los objetos «austeros» como la asquerosidad del cuerpo, la percepción de la repulsividad de la comida, el descontento con todo el mundo, la percepción de la impermanencia en todas las formaciones, y la atención en la muerte; el último, a través de los cuatro jhanas.

Traducción de la nota: Pablo Catalán


 

FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2000) “Fruits (2)” en The Connected Discourses of the Buda: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Pág. 1768-1769.

Pathamaphalasutta” en World Tipitaka Edition, http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/14S5/10/10.1/10.1.5 13 de mayo de 2008


Traducido y editado por Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2010.