MN 47 {9M.5.7} Vimamsaka Sutta – El escudriñador

El Buda invita a los monjes  para que le tomen a él mismo como objeto del escudriño, con el fin de verificar si se puede, o no, aceptarlo como un ser plenamente iluminado.

[Leer en pali]

[1] {487}  Así lo he oído. En cierta ocasión, el Bienaventurado residía en Savatthi, en la arboleda de Jeta, en el parque de Anathapindika. Allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes:

 

«Monjes.» – «Sí, venerable señor» -respondieron los monjes.

 

Y el Bienaventurado les dijo:

 

[2] «Monjes, el monje con espíritu crítico, desconocedor del alcance de la mente de otro, debería examinar al Tathagata para averiguar si está o no completamente iluminado.»

 

[3] «Venerable señor, las enseñanzas tienen en el Bienaventurado su raíz, tienen al Bienaventurado como guía, tienen al Bienaventurado como refugio. En verdad que sería bueno, venerable señor, que el Bienaventurado aclarara el significado de sus palabras. Habiéndoselas escuchado, los monjes las recordarán.»

 

«Entonces, monjes, escuchad, prestad cuidadosa atención y hablaré.» – «Sí, venerable señor» -respondieron los monjes.

 

Y el Bienaventurado les dijo:

 

[5] {488} «Monjes, el monje con espíritu crítico, desconocedor del alcance de la mente de otro, debería examinar al Tathagata en lo referente a dos tipos de cualidades, las que pueden conocerse por el ojo y por el oído:

 

«‘¿Tiene o no tiene el Tathagata cualidades impuras que puedan conocerse por el ojo y por el oído?’

 

«Examinándolo de ese modo, conoce: ‘El Tathagata no tiene cualidades impuras que puedan conocerse por el ojo ni por el oído’.

 

«Luego lo examina aún más: ‘¿Tiene o no tiene el Tathagata cualidades mixtas que puedan conocerse por el ojo y por el oído?’

 

[6] «Examinándolo de ese modo, conoce: ‘El Tathagata no tiene cualidades mixtas que puedan conocerse por el ojo ni por el oído’.

 

«Luego lo examina aún más: ‘¿Tiene o no tiene el Tathagata cualidades puras que puedan conocerse por el ojo y por el oído?’ Examinándolo de ese modo, conoce: ‘El Tathagata tiene cualidades puras que pueden conocerse por el ojo y por el oído’.

 

[7] Luego lo examina aún más: ‘¿El Tathagata logró esas cualidades beneficiosas hace mucho tiempo o más bien las tiene desde hace poco?’ Examinándolo de ese modo, conoce: ‘El Tathagata logró esas cualidades beneficiosas hace mucho tiempo y no las tiene desde hace poco’.

 

[8] «Luego lo examina aún más: ‘¿Hay en este venerable monje alguno de los peligros que se dan en quien es famoso y está reconocido?’ Porque, monjes, cuando el monje no ha conseguido fama y reconocimiento no se dan esos peligros, en cambio, monjes, cuando el monje consigue fama y reconocimiento sí se dan esos peligros.

 

«Examinándolo de ese modo, conoce: ‘Este venerable monje es famoso y está reconocido pero no hay en él ninguno de esos peligros’.

 

[9] «Luego lo examina aún más: ‘¿Este venerable es moderado sin temor, no se modera por temor. ¿Es por estar libre de pasión y haberla eliminado por lo que no se entrega a los placeres de los sentidos?’

 

«Examinándolo de ese modo, conoce: ‘Este venerable es moderado sin temor, no se modera por temor, no se entrega a los placeres de los sentidos porque está libre de pasión y la ha eliminado’.

 

[10] «Monjes, si otros preguntan al monje: ‘Venerable, ¿cuáles son los hechos en que se basa el venerable para decir: «Este venerable es moderado sin temor, no se modera por temor, no se entrega a los placeres de los sentidos porque está libre de pasión y la ha eliminado»?’; para responder rectamente, monjes, el monje tendrá que responder así: ‘Este venerable, viviendo en comunidad o viviendo solo, viendo que unos van por el buen camino, otros por el malo, que unos instruyen a un grupo [y otros no], que algunos se involucran en asuntos materiales y otros no se ensucian con asuntos materiales, no desprecia a ninguno de ellos. Además, esto yo lo he escuchado de la boca del Bienaventurado y lo he aprendido del mismo Bienaventurado: «Yo soy moderado sin temor, no por temor, no me entrego a los placeres de los sentidos porque estoy libre de pasión y la he eliminado»’.

 

[11] {489} «Monjes, entonces habría que interrogar al Tathagata aún más: ‘¿Tiene o no tiene el Tathagata cualidades impuras que puedan conocerse por el ojo y por el oído?’ Monjes, al responder, el Tathagata respondería: ‘El Tathagata no tiene cualidades impuras que puedan conocerse por el ojo ni por el oído’.

 

[12] «Monjes, entonces habría que interrogar al Tathagata aún más: ‘¿Tiene o no tiene el Tathagata cualidades mixtas que puedan conocerse por el ojo y por el oído?’ Monjes, al responder, el Tathagata respondería: ‘El Tathagata no tiene cualidades mixtas que puedan conocerse por el ojo ni por el oído’.

 

[13] «Monjes, entonces habría que interrogar al Tathagata aún más: ‘¿Tiene o no tiene el Tathagata cualidades puras que puedan conocerse por el ojo y por el oído?’ Monjes, al responder, el Tathagata respondería: ‘El Tathagata tiene cualidades puras que pueden conocerse por el ojo y por el oído: estas son mi camino y estas son mi pastizal pero yo no me identifico con ellas.’

 

[14] «Monjes, merece la pena que el discípulo se acerque al maestro que dice así para escucharle predicar la Enseñanza. El maestro le predica la Enseñanza, lo más elevado y lo más sublime, lo oscuro, lo claro y sus relaciones mutuas. A medida, monjes, que el maestro va enseñando al monje de este modo, éste va perfeccionando uno a uno los estados mentales hasta llegar al conocimiento superior de esa Enseñanza.

 

«Entonces puede confiar en el maestro: ‘El Bienaventurado está completamente iluminado, la Enseñanza está bien explicada por el Bienaventurado, la Comunidad sigue el buen camino’.

 

[15] «Monjes, si otros preguntan al monje: ‘Venerable, ¿cuáles son los hechos en que se basa el venerable para decir: «El Bienaventurado está completamente iluminado, la Enseñanza está bien explicada por el Bienaventurado, la Comunidad sigue el buen camino»?’; para responder rectamente, monjes, el monje tendrá que responder así:

 

«He aquí, amigos, que me acerqué al Bienaventurado para escucharle predicar la Enseñanza, el Bienaventurado me predicó la Enseñanza, lo más elevado y lo más sublime, lo oscuro, lo claro y sus relaciones mutuas. A medida, monjes, que el maestro me enseñaba de este modo, fui perfeccionando uno a uno los estados mentales hasta llegar al conocimiento superior de esa Enseñanza. Entonces pude confiar en el Maestro: ‘El Bienaventurado está completamente iluminado, la Enseñanza está bien explicada por el Bienaventurado, la Comunidad sigue el buen camino’.

 

[16] {490} «Monjes, de aquél cuya confianza en el Tathagata se establece, arraiga y se fundamenta en estas cualidades, trazas y señales, se dice que su confianza se basa en cualidades ciertas, está arraigada en la visión, es firme y no hay asceta, brahmán, dios, Mara ni nadie en el mundo que la pueda quebrantar.

 

«Así es, monjes, como se examina al Tathagata según la Enseñanza, así se examina bien al Tathagata según la Enseñanza.»

 

Así habló el Bienaventurado, y los monjes gozaron y se complacieron con sus palabras.


 

FUENTE:

 

SOLÉ-LERIS, Amadeo y Abraham Vélez de Cea (2004) Mjjhima Nikaya: Los sermones medios del Buddha. Versión digital


Revisión y edición: Isidatta

Publicación del Bosque Theravada, 2011