MN 39 {9M.4.9} Mahaassapura Sutta – Gran discurso en Assapura

El Buda aclara el significado de “las cosas que hacen a uno recluso” mediante un discurso que cubre los diferentes aspectos de la práctica monástica.

TABLA DE CONTENIDOS:

Los súbtítulos provienen de la edición Nanamoli-Bodhi

[Leer en pali]


 

[Escenario]

[1] {415} Esto he escuchado. En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en el país de los angas, en una de sus ciudades de nombre Assapura. Allí el Bienaventurado se dirigió a los monjes con estas palabras: “Monjes”.  -“Sí, venerable señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:

[2] “’Reclusos, reclusos’, monjes, así es cómo la gente os percibe a vosotros. Y cuando se os pregunta ‘¿quiénes sois?’, vosotros pretendéis responder que sois reclusos. Siendo que así es cómo se os percibe y que esto es lo que pretendéis ser, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘vamos a comprometernos a practicar aquellas cosas que hacen a uno recluso y que hacen a uno bramán [1], de modo que la manera de cómo nos percibe la gente sea verdadera y nuestra pretensión, genuina; y así también, el servicio de aquellos que nos ofrecen los hábitos, la comida de las limosnas, el lugar de descanso y las medicinas, sea para ellos beneficioso y fructífero; además, nuestro renunciamiento no sea vano, sino que fructífero y fértil’.

[La conducta y el modo de vida]

[3] {416} “¿Y cuáles son, monjes, aquellas cosas que le hacen a uno recluso y que le hacen a uno bramán? Monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘Vamos a estar dotados de la vergüenza y del miedo de hacer el mal’ [2]. Además, monjes, deberíais pensar así: ‘Nosotros estamos dotados de la vergüenza y del miedo de hacer el mal. Tanto es suficiente, tanto ha de ser hecho, la meta de la reclusión ha de ser alcanzada, he aquí no hay nada más que hacer para nosotros’, y así deberíais descansar satisfechos en esto. Monjes, os comunico y os declaro esto: vosotros que buscáis el estado de reclusión, no caigáis antes de la meta de la reclusión, cuando aún quedan cosas por hacer.

[4] {417} “¿Y qué más debe ser hecho, monjes? Monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘nuestra conducta corporal debe ser purificada, limpia y abierta, libre de imperfecciones y restringida, y no nos elogiaremos a nosotros mismos ni despreciaremos a otros en consideración a esta purificada conducta corporal’. Además, monjes, deberíais pensar así: ‘Nosotros estamos dotados de la vergüenza y del miedo de hacer el mal, y nuestra conducta corporal ha sido purificada. Tanto es suficiente, tanto ha de ser hecho, la meta de la reclusión ha de ser alcanzada, he aquí no hay nada más que hacer para nosotros’, y así deberíais descansar satisfechos en esto. Monjes, os comunico y os declaro esto: vosotros que buscáis el estado de reclusión, no caigáis antes de la meta de la reclusión, cuando aún quedan cosas por hacer.

[5] {418} “¿Y qué más debe ser hecho, monjes? Monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘nuestra conducta verbal debe ser purificada, limpia y abierta, libre de imperfecciones y restringida, y no nos elogiaremos a nosotros mismos ni despreciaremos a otros en consideración a esta purificada conducta verbal’. Además, monjes, deberíais pensar así: ‘Nosotros estamos dotados de la vergüenza y del miedo de hacer el mal, nuestra conducta corporal ha sido purificada y nuestra conducta verbal ha sido purificada’. Tanto es suficiente, tanto ha de ser hecho, la meta de la reclusión ha de ser alcanzada, he aquí no hay nada más que hacer para nosotros’, y así deberíais descansar satisfechos en esto. Monjes, os comunico y os declaro esto: vosotros que buscáis el estado de reclusión, no caigáis antes de la meta de la reclusión, cuando aún quedan cosas por hacer.

[6] {419} “¿Y qué más debe ser hecho, monjes? Monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘nuestra comportamiento mental debe ser purificado, limpio y abierto, libre de imperfecciones y restringido, y no nos elogiaremos a nosotros mismos ni despreciaremos a otros en consideración a este purificado comportamiento mental’. Además, monjes, deberíais pensar así: ‘Nosotros estamos dotados de la vergüenza y del miedo de hacer el mal, nuestra conducta corporal ha sido purificada, nuestra conducta verbal ha sido purificada y nuestro comportamiento mental ha sido purificado’. Tanto es suficiente, tanto ha de ser hecho, la meta de la reclusión ha de ser alcanzada, he aquí no hay nada más que hacer para nosotros’, y así deberíais descansar satisfechos en esto. Monjes, os comunico y os declaro esto: vosotros que buscáis el estado de reclusión, no caigáis antes de la meta de la reclusión, cuando aún quedan cosas por hacer.

[7] {420} “¿Y qué más debe ser hecho, monjes? Monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘nuestro modo de vida debe ser purificado, limpio y abierto, libre de imperfecciones y restringido, y no nos elogiaremos a nosotros mismos ni despreciaremos a otros en consideración a este purificado modo de vida’. Además, monjes, deberíais pensar así: ‘Nosotros estamos dotados de la vergüenza y del miedo de hacer el mal, nuestra conducta corporal ha sido purificada, nuestra conducta verbal ha sido purificada, nuestro comportamiento mental ha sido purificado y nuestro modo de vida ha sido purificado’. Tanto es suficiente, tanto ha de ser hecho, la meta de la reclusión ha de ser alcanzada, he aquí no hay nada más que hacer para nosotros’, y así deberíais descansar satisfechos en esto. Monjes, os comunico y os declaro esto: vosotros que buscáis el estado de reclusión, no caigáis antes de la meta de la reclusión, cuando aún quedan cosas por hacer.

[Restricción de los sentidos]

[8] {421} “¿Y qué más debe ser hecho, monjes? Monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘vamos a resguardar las puertas de las facultades sensoriales. Habiendo visto la forma con el ojo, no vamos a aferrarnos a ella, ni a su signo ni a sus rasgos. Ya que si dejamos la facultad del ojo incauta, los malos e insalubres estados de codicia y aflicción pueden invadirnos, pero si resguardamos la facultad del ojo, estaremos encargados de restringir la facultad del ojo. Habiendo escuchado el sonido con el oído… Habiendo olido el olor con la nariz… Habiendo probado el sabor con la lengua… Habiendo tocado las cosas tangibles con el cuerpo… Habiendo conocido los objetos mentales con la mente, no vamos a aferrarnos a ellos, ni a su signo ni a sus rasgos. Ya que si dejamos la facultad de la mente incauta, los malos e insalubres estados de codicia y aflicción pueden invadirnos, pero si resguardamos la facultad de la mente, estaremos encargados de restringir la facultad de la mente’. Además, monjes, deberíais pensar así: ‘Nosotros estamos dotados de la vergüenza y del miedo de hacer el mal, nuestra conducta corporal ha sido purificada, nuestra conducta verbal ha sido purificada, nuestro comportamiento mental ha sido purificado, nuestro modo de vida ha sido purificado y resguardamos las puertas de las facultades sensoriales’. Tanto es suficiente, tanto ha de ser hecho, la meta de la reclusión ha de ser alcanzada, he aquí no hay nada más que hacer para nosotros’, y así deberíais descansar satisfechos en esto. Monjes, os comunico y os declaro esto: vosotros que buscáis el estado de reclusión, no caigáis antes de la meta de la reclusión, cuando aún quedan cosas por hacer.

[Moderación en la comida]

[9] {422} “¿Y qué más debe ser hecho, monjes? Monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘vamos a moderarnos en la comida. Reflexionando sabiamente, vamos a tomar la comida no como entretenimiento ni para embriagarnos, tampoco con el fin de embellecer nuestros cuerpos o volvernos más atractivos, sino solamente para resistir y dar continuidad a este cuerpo, para poner fin a la incomodidad y así, entregarnos a la vida santa, pensando: «de esta manera pondré fin a las viejas sensaciones [de incomodidad] sin que aparezcan sensaciones nuevas, y podré vivir confortablemente, en plena salud y libre de culpa»’. Además, monjes, deberíais pensar así: ‘Nosotros estamos dotados de la vergüenza y del miedo de hacer el mal, nuestra conducta corporal ha sido purificada, nuestra conducta verbal ha sido purificada, nuestro comportamiento mental ha sido purificado, nuestro modo de vida ha sido purificado, resguardamos las puertas de las facultades sensoriales y nos moderamos en la comida’. Tanto es suficiente, tanto ha de ser hecho, la meta de la reclusión ha de ser alcanzada, he aquí no hay nada más que hacer para nosotros’, y así deberíais descansar satisfechos en esto. Monjes, os comunico y os declaro esto: vosotros que buscáis el estado de reclusión, no caigáis antes de la meta de la reclusión, cuando aún quedan cosas por hacer.

[Estar vigilante]

[10] {423} “¿Y qué más debe ser hecho, monjes? Monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘vamos a dedicarnos a ser vigilantes. Durante el día, mientras caminamos hacia adelante o cuando retornamos y cuando estamos sentados, vamos a purificar nuestra mente de los pensamientos obstructivos. Durante la primera vigilia de la noche, mientras caminamos hacia adelante o cuando retornamos y cuando estamos sentados, vamos a purificar nuestra mente de los pensamientos obstructivos. Durante la mediana vigilia de la noche, mientras nos acostamos sobre el lado derecho, en la posición del león, con un pie puesto sobre el otro, conscientes y plenamente atentos, notaremos en nuestra mente el tiempo de levantarse. Una vez comenzada la última vigilia de la noche, mientras caminamos hacia adelante o cuando retornamos y cuando estamos sentados, vamos a purificar nuestra mente de los pensamientos obstructivos’. Además, monjes, deberíais pensar así: ‘Nosotros estamos dotados de la vergüenza y del miedo de hacer el mal, nuestra conducta corporal ha sido purificada, nuestra conducta verbal ha sido purificada, nuestro comportamiento mental ha sido purificado, nuestro modo de vida ha sido purificado, resguardamos las puertas de las facultades sensoriales, nos moderamos en la comida y nos dedicamos a ser vigilantes’. Tanto es suficiente, tanto ha de ser hecho, la meta de la reclusión ha de ser alcanzada, he aquí no hay nada más que hacer para nosotros’, y así deberíais descansar satisfechos en esto. Monjes, os comunico y os declaro esto: vosotros que buscáis el estado de reclusión, no caigáis antes de la meta de la reclusión, cuando aún quedan cosas por hacer.

[Atención consciente y clara comprensión]

[11] {424} “¿Y qué más debe ser hecho, monjes? Monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘vamos a estar dotados de la atención consciente y clara comprensión. Vamos a actuar plenamente conscientes mientras caminamos hacia delante y cuando retornamos; vamos a actuar plenamente conscientes mientras miramos hacia adelante y cuando miramos atrás; vamos a actuar plenamente conscientes mientras extendemos nuestros miembros y cuando los doblamos; vamos a actuar plenamente conscientes mientras vistamos nuestros hábitos amarillos y llevamos nuestros hábitos externos y cuencos; vamos a actuar plenamente conscientes mientras comemos, bebemos, consumamos alimentos y saboreemos; vamos a actuar plenamente conscientes mientras defequemos y orinemos; vamos a actuar plenamente conscientes mientras caminemos, estemos de pie, sentados, acostados, mientras estemos despertándonos y mientras hablemos o guardemos silencio’. Además, monjes, deberíais pensar así: ‘Nosotros estamos dotados de la vergüenza y del miedo de hacer el mal, nuestra conducta corporal ha sido purificada, nuestra conducta verbal ha sido purificada, nuestro comportamiento mental ha sido purificado, nuestro modo de vida ha sido purificado, resguardamos las puertas de las facultades sensoriales, nos moderamos en la comida, nos dedicamos a ser vigilantes y estamos dotados de la atención consciente y clara comprensión’. Tanto es suficiente, tanto ha de ser hecho, la meta de la reclusión ha de ser alcanzada, he aquí no hay nada más que hacer para nosotros’, y así deberíais descansar satisfechos en esto. Monjes, os comunico y os declaro esto: vosotros que buscáis el estado de reclusión, no caigáis antes de la meta de la reclusión, cuando aún quedan cosas por hacer.

[Abandonando los impedimentos]

[12] {425} “¿Y qué más debe ser hecho, monjes? He aquí, monjes, el monje concurre a los lugares de residencia solitarios: al bosque, debajo del árbol, a una montaña, una cañada, la cueva de la ladera, al cementerio, la espesura de la jungla, al aire libre o al montículo de paja.

[13] “Habiendo retornado de su ronda de búsqueda de la comida de las limosnas y habiéndose alimentado, se sienta con la piernas cruzadas, enderezando su cuerpo, y establece la atención consciente enfrente. Habiendo abandonado la codicia mundana, mora con la mente libre de la codicia. Habiendo abandonado la animadversión, mora con la mente libre de la animadversión, compasivo por el bienestar de todos los seres vivos; purifica su mente de animadversión y odio. Habiendo abandonado la pereza y el letargo, mora con la mente libre de la pereza y el letargo, percibiendo la luz, consciente y plenamente atento; purifica su mente de la pereza y el letargo. Habiendo abandonado la inquietud y la intranquilidad, mora sin agitación con la mente internamente pacífica; purifica su mente de la inquietud y la intranquilidad. Habiendo abandonado la duda, mora más allá de la duda, sin perplejidad acerca de los provechosos estados; purifica su mente de la duda.

[14] {426} “Imaginad, monjes, a un hombre que toma un préstamo y se dedica a su negocio y su negocio prospera de manera tal que puede devolver todo el dinero y aún le queda para mantener a su esposa. Entonces, cuando lo considera, está contento y lleno de alegría. O, imaginad, monjes, a un hombre afligido por una grave enfermedad, sufriendo, no encontrando sabor en la comida, con su cuerpo debilitado, pero que después, se recupera de la aflicción, saborea la comida y su cuerpo vuelve a ser fuerte. Entonces, cuando lo considera, está contento y lleno de alegría. O, imaginad, monjes, a un hombre preso, encarcelado en la prisión, que luego sale libre de la prisión, salvo y seguro, y sin haber perdido sus propiedades. Entonces, cuando lo considera, está contento y lleno de alegría. O, imaginad, monjes, a un hombre esclavo, que no siendo independiente sino dependiente de otros, incapaz hacer lo que quiera, recupera luego su libertad, se vuelve independiente, no dependiendo de los demás, se convierte en un hombre libre que puede ir por doquier. Entonces, cuando lo considera, está contento y lleno de alegría. O, imaginad, monjes, a un hombre con muchas riquezas y posesiones que sigue un camino que atraviesa el desierto, pero que luego cruza el desierto, salvo y seguro, sin haber perdido sus propiedades. Entonces, cuando lo considera, está contento y lleno de alegría. De la misma manera, monjes, mientras que estos cinco impedimentos no están abandonados dentro de uno mismo, el monje los ve como la deuda, la enfermedad, la prisión, la esclavitud y la ruta que atraviesa el desierto, respectivamente. Pero, cuando estos cinco impedimentos están abandonados dentro de uno mismo, el monje los ve como la liberación de la deuda, la salud, la liberación de la prisión, la liberación de la esclavitud y el lugar seguro.

[Los cuatro Jhanas]

[15] {427} “Habiendo abandonado estos cinco impedimentos, las impurezas mentales que debilitan la sabiduría, totalmente aislado de los placeres sensuales, aislado de los perjudiciales estados mentales, él entra y permanece en el primer jhana, el cual está acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido, por el arrobamiento y felicidad, nacidos de la reclusión. Y hace que todo su cuerpo esté impregnado, bañado y colmado de este arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no sea impregnado por el arrobamiento y felicidad, nacidos de la reclusión. Al igual que un hábil especialista en preparar baños o su aprendiz, se adiestra en verter el polvo del baño dentro del cuenco del latón, amasándolo una y otra vez con el agua, creando una bola de polvo del baño, saturada, suficientemente húmeda e impregnada por fuera y por dentro, sin que caiga de ella una sola gota, así también el monje, impregna, baña y colma su cuerpo con el arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no fuera impregnado por el arrobamiento y felicidad, nacidos de la reclusión.

[16] {428} “Además, al calmar el pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana, que posee la tranquilidad interior y unificación de la mente; libre del pensamiento aplicado y sostenido, lleno de arrobamiento y felicidad nacidos de concentración. Y hace que todo su cuerpo esté impregnado, bañado y colmado de este arrobamiento y felicidad nacidos de concentración, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no sea impregnado por el arrobamiento y felicidad, nacidos de concentración. Al igual que un lago con aguas manantiales, sin afluentes del este ni oeste, del norte ni sur, cuando recibe abundantes lluvias, sus aguas, que brotan desde adentro, se mezclan con estas aguas frescas, de manera tal que las mismas impregnan e invaden todo el lago, sin que quede una sola parte no impregnada por las aguas frescas, así también el monje, impregna, baña y colma su cuerpo con el arrobamiento y felicidad nacidos de concentración, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no sea impregnado por el arrobamiento y felicidad, nacidos de concentración.

[17] {429} “Además, con la desaparición del arrobamiento, permanece ecuánime, atentamente consciente y con clara comprensión, experimentando felicidad a través de su cuerpo; entra y permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘Él es ecuánime, atentamente consciente, es uno que encontró la morada placentera’. Y hace que todo su cuerpo esté impregnado, bañado y colmado de esta felicidad despojada del arrobamiento, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no sea impregnado por la felicidad despojada del arrobamiento. Al igual que una laguna que tiene flores de loto azules, rojas y blancas que han nacido del agua, han crecido en el agua y no hay ni una sola flor que haya crecido fuera del agua, de modo que todas estas flores de loto azules, rojas y blancas están impregnadas, bañadas y colmadas con las aguas frescas, así también el monje, impregna, baña y colma su cuerpo con la felicidad despojada del arrobamiento, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no sea impregnado por esta felicidad despojada del arrobamiento.

[18] {430} “Además, con el abandono del placer y de la pena, con la previa desaparición de la alegría y la pena, entra y permanece en el cuarto jhana, que es ni penoso ni placentero y que comprende la purificación de la atención consciente a través de la ecuanimidad. Él se sienta, impregnando su cuerpo con la mente pura y brillante, de manera tal, que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no sea impregnado por esta mente pura y brillante. Al igual que un hombre que estuviera sentado cubierto de pie a cabeza con una ropa blanca, de tal manera que no quedara parte alguna de su cuerpo al descubierto, así también, el monje permanece sentado cubriendo completamente su cuerpo con la mente pura y brillante, no quedando lugar alguno en todo su cuerpo que no sea cubierto por esta mente pura y brillante.

[Los tres conocimientos]

[19] {431} “Cuando su concentrada mente está de esa manera purificada, brillante, impecable, libre de contaminación, flexible, maleable, estable y lograda en la concentración, la dirige hacia el conocimiento de recordar las vidas pasadas. Recuerda sus múltiples vidas pasadas, es decir, un nacimiento, dos nacimientos, tres nacimientos, cuatro nacimientos, cinco nacimientos, diez nacimientos, veinte nacimientos, treinta nacimientos, cuarenta nacimientos, cincuenta nacimientos, cien nacimientos, mil nacimientos, cien mil nacimientos, muchos eones de contracción cósmica, muchos eones de expansión cósmica, muchos eones de contracción y expansión cósmica; recuerda: ‘Allí tuve tal nombre, pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal era mi alimento, tal mi experiencia del placer y la pena, tal el final de mi vida, y falleciendo en aquel estado, surgí de nuevo allí. Allí, tuve tal nombre, pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal era mi alimento, tal mi experiencia del placer y dolor, tal el final de mi vida. Falleciendo en aquel estado, surgí de nuevo allí’. Así recuerda sus múltiples vidas pasadas en sus modos y detalles. Al igual que un hombre que sale de su pueblo para irse al otro, y luego sale de aquel para irse a uno nuevo y diferente y finalmente vuelve a su casa. Entonces, él puede tener este pensamiento: ‘Salí de mi pueblo natal y me fui a este otro pueblo. Ahí estuve parado de esta manera, estuve sentado así, hablé de esta forma y permanecí en silencio de esta manera. Salí de este pueblo y me fui a aquel otro pueblo diferente, donde estuve parado de esta manera, estuve sentado así, hablé de esta forma y permanecí en silencio de esta manera. Finalmente, salí de aquel otro pueblo diferente y volví a casa’. De la misma manera el monje recuerda sus múltiples vidas pasadas… Así recuerda sus múltiples vidas pasadas en sus modos y detalles.

[20] {432} “Y cuando su concentrada mente está de esa manera purificada, brillante, impecable, libre de contaminación, flexible, maleable, estable y lograda en la concentración, la dirige hacia el conocimiento de la muerte y resurgimiento de los seres. Ve -por medio del ojo divino, purificado y que supera al ojo humano- a los seres muriendo y reapareciendo, y discierne cuáles son los inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados, de acuerdo a sus acciones: ‘Estos seres -que estaban dotados de la conducta inapropiada de cuerpo, discurso y mente, que insultaban a los nobles, sostenían opiniones incorrectas y emprendían acciones bajo la influencia de opiniones incorrectas- con la desintegración del cuerpo, después de la muerte, han reaparecido en el plano de la privación, en el destino malo, en los reinos inferiores, en el infierno. Pero estos seres -que estaban dotados de la conducta apropiada de cuerpo, discurso y mente, que no insultaban a los nobles, que sostenían opiniones correctas y emprendían acciones bajo la influencia de opiniones correctas- con la desintegración del cuerpo, después de la muerte, han reaparecido en buenos destinos, incluso en el mundo celestial’. Así -por medio del ojo divino, purificado y que supera al ojo humano- ve a los seres morir y reaparecer, y discierne cuáles son los inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados, de acuerdo a sus acciones. Al igual que un hombre de buena vista, que está parado entre dos edificios con puertas y observara la gente entrando a las casas y saliendo de ellas, caminando y paseando por ahí, de la misma manera, el monje, por medio del ojo divino, purificado y que supera al ojo humano, ve a los seres muriendo y reapareciendo, y discierne cuáles son los inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados, de acuerdo a sus acciones.

[21] {433} “Y cuando su concentrada mente está de esa manera purificada, brillante, impecable, libre de contaminación, flexible, maleable, estable y lograda en la concentración, la dirige hacia el conocimiento de la destrucción final de las impurezas mentales. Directamente conoce tal como es en realidad: ‘Esto es la insatisfacción’; directamente conoce tal como es en realidad: ‘Este es el origen de la insatisfacción’; directamente conoce tal como es en realidad: ‘Este es el cese de la insatisfacción’; directamente conoce tal como es en realidad: ‘Este es el camino que conduce al cese de la insatisfacción; directamente conoce tal como es en realidad: ‘Estas son las impurezas mentales’; directamente conoce tal como es en realidad: ‘Este es el origen de las impurezas mentales’; directamente conoce tal como es en realidad: ‘Este es el cese de las impurezas mentales’; directamente conoce tal como es en realidad: ‘Este es el camino que conduce al cese las impurezas mentales’.

“Su mente, conociendo de este modo y viendo de este modo, es liberada de las impurezas de la sensualidad, liberada de las impurezas del devenir, liberada de las impurezas de la ignorancia. Con la liberación, viene el conocimiento: ‘Esta es la liberación’. Y él discierne así: ‘El nacimiento está destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que tenía que ser realizado ha sido hecho. No hay nada más que surja en este mundo’.

“Al igual que un lago en un escondrijo montañoso, es claro, limpio e inalterado, de manera tal que un hombre de buena vista que esté parado en la orilla puede ver las conchas, la grava, las piedritas, al igual que los peces nadando y descansando, y puede pensar así: ‘he aquí que este lago es claro, limpio e inalterado; y he aquí las conchas, la grava, las piedritas y los peces nadando y descansando’. Así también, monjes, el monje directamente conoce tal como es en realidad: ‘Esto es la insatisfacción’… Y él discierne así: ‘El nacimiento está destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que tenía que ser realizado ha sido hecho. No hay nada más que surja en este mundo’.

[El Arahant]

[22] {434} “Monjes, semejante monje es llamado ‘recluso’, ‘el brahmán’, ‘uno que ha sido lavado’, ‘uno que ha alcanzado el conocimiento’, ‘el santo erudito [3] ’, ‘el noble’, ‘el arahant’.

[23] “¿Y cómo, monjes, el monje es un recluso? Él ha aquietado los malos y perjudiciales estados que obstaculizan, causan renacimiento de los seres, producen aflicción, maduran en sufrimiento, conducen a futuros nacimientos, vejez y muerte. Es así, monjes, cómo el monje es un recluso.

[24] “¿Y cómo, monjes, el monje es un brahmán? Él ha expulsado los malos y perjudiciales estados que obstaculizan, causan renacimiento de los seres, producen aflicción, maduran en sufrimiento, conducen a futuros nacimientos, vejez y muerte. Es así, monjes, cómo el monje es un brahmán.

[25] “¿Y cómo, monjes, el monje es uno que ha sido lavado? Él ha sido lavado de los malos y perjudiciales estados que obstaculizan, causan renacimiento de los seres, producen aflicción, maduran en sufrimiento, conducen a futuros nacimientos, vejez y muerte. Es así, monjes, cómo el monje es uno que ha sido lavado.

[26] “¿Y cómo, monjes, el monje es uno que ha alcanzado el conocimiento? Él ha conocido a los malos y perjudiciales estados como los que obstaculizan, causan renacimiento de los seres, producen aflicción, maduran en sufrimiento, conducen a futuros nacimientos, vejez y muerte. Es así, monjes, cómo el monje es uno que ha alcanzado el conocimiento.

[27] “¿Y cómo, monjes, el monje es un santo erudito? Los malos y perjudiciales estados que obstaculizan, causan renacimiento de los seres, producen aflicción, maduran en sufrimiento, conducen a futuros nacimientos, vejez y muerte, corren lejos de él. Es así, monjes, cómo el monje es un santo erudito.

[28] “¿Y cómo, monjes, el monje es un noble? Los malos y perjudiciales estados que obstaculizan, causan renacimiento de los seres, producen aflicción, maduran en sufrimiento, conducen a futuros nacimientos, vejez y muerte, están muy lejos de él. Es así, monjes, cómo el monje es un noble.

[29] “¿Y cómo, monjes, el monje es un arahant? Los malos y perjudiciales estados que obstaculizan, causan renacimiento de los seres, producen aflicción, maduran en sufrimiento, conducen a futuros nacimientos, vejez y muerte, están muy lejos de él. Es así, monjes, cómo el monje es un arahant.”

Esto es lo que el Bienaventurado dijo y los monjes estuvieron satisfechos y se deleitaron en las palabras del Bienaventurado.


NOTAS

[1] Bhikkhu Bodhi (2001:1234) explica que la palabra “brahmán” hay que entender aquí en el sentido de un arahant, cuyos atributos se pueden leer en el Mulapariya Sutta (MN 1) en la sección del “Arahant – 1) http://www.bosquetheravada.org/index.php?option=com_content&task=view&id=389&Itemid=429#arahant1 .

[2] Vergüenza (hiri ) y el miedo de hacer el mal (ottappa ) son dos cualidades que se conocen en el budismo como “guardianes del mundo” y sirven como fundamento de la moral. La vergüenza se caracteriza por el disgusto que produce el mal, es dominada por el sentido de auto-respeto y se manifiesta a así misma como conciencia. El miedo de hacer el mal tiene como característica el pavor por el mal, es dominado por el cuidado por las opiniones de los demás y se manifiesta a sí mismo como temor por cometer malas acciones (Cf. Bodhi, 2001:1234-1235).

[3] Sotthiya (srotriya , en sánscrito) es la palabra con la que se designaba al brahmán versado en los Vedas y en los conocimientos sagrados.


FUENTES:

“Mahaassapurasutta” en World Tipitaka Edition http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/9M/4/4.9 (13/05/2008).

BHIKKHU ÑANAMOLI y BHHIKHU BODHI (2001) “Maha-Assapura Sutta: The Greater Discourse at Assapura” en The Middle Length Discourses of the Buddha: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Págs. 362-371.

THANISSARO BHIKKHU [en línea] Maha-Assapura Sutta: The Greater Discourse at Assapura . http://www.accesstoinsight.org/tipitaka/mn/mn.039.than.html (07/06/2009).


Traducido y editado por Isidatta para el Bosque Theravada, 2009

Publicación del Bosque Theravada, 2009, 2011