MN 123 Acchariya-abbhula Sutta – Asombroso y maravilloso

En la reunión de los monjes, el Venerable Ananda cuenta los asombrosos y maravillosos acontecimientos que precedieron y acompañaron el nacimiento del Buda.

[Leer en pali]

[1] He escuchado que en una ocasión el Bienaventurado estaba en Savatthi, en la arbolada Jeta del parque Anathapindika.

[2] En esta oportunidad, un número de bhikkhus estaba en el salón de reuniones, donde permanecían juntos una vez vueltos de su ronda en busca de donativos de comida. Después de comer, surgió entre ellos la siguiente conversación:

“¡Es maravilloso, amigos, es asombroso el tremendo poder del Tathagata! Para él, es posible saber acerca de los budas del pasado –quien alcanzó el Nibbana final, cortó la maraña de las proliferaciones, quebró el ciclo, terminó la ronda y venció todo el sufrimiento- que el nacimiento de estos Bienaventurados fue así, que sus nombres eran éstos, sus clanes se llamaban así, sus virtudes eran éstas, sus estados [de concentración] eran así, su sabiduría ésta, su permanencia [en los logros] era así y su liberación aquélla.”

Cuando esto fue dicho, el Venerable Ananda habló a los bhikkhus: “Amigos, los Tathagatas son maravillosos y sus cualidades son maravillosas. Los Tathagatas son asombrosos y sus cualidades son asombrosas.”

Sin embargo, esta conversación ha sido interrumpida por el Bienaventurado, cuando emergiendo de su meditación por la tarde, fue al salón de las reuniones y se sentó en el asiento que estaba preparado para él. En esta ocasión, se dirigió a los bhikkhus así: “Bhikkhus, sobré qué era esta conversación que tuvisteis aquí ahora? ¿Cuál fue la conversación que os fue interrumpida?”

“Aquí, venerable señor, estábamos sentados en el salón de reuniones, donde nos encontramos después de volver de la ronda en busca de donativos de comida. Fue después de comer, cuando surgió entre nosotros esta conversación: ‘Es maravilloso, amigos, es asombroso [se repite la conversación …] su liberación aquélla.’ Cuando esto fue dicho, el Venerable Ananda nos habló así: ‘Amigos, los Tathagatas son maravillosos y sus cualidades son maravillosas. Los Tathagatas son asombrosos y sus cualidades son asombrosas.’ Ésta fue la conversación, venerable señor, que fue interrumpida cuando llegó el Bienaventurado”.

Entonces, el Bienaventurado se dirigió al Venerable Ananda: “Siendo así, Ananda, explica con más detalles las maravillosas y asombrosas cualidades del Tathagata”.

[3] “Venerable señor, yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Consciente y plenamente atento, Ananda, el Bodhisatta apareció en el cielo de Tusita.’ Así que, consciente y plenamente atento, el Bodhisatta apareció en el cielo de Tusita- esto yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[4] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Consciente y plenamente atento, el Bodhisatta permaneció en el cielo de Tusita.’ Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[5] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Por espacio de una existencia entera, el Bodhisatta permaneció en el cielo de Tusita.’ Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[6] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Consciente y plenamente atento, el Bodhisatta terminó su existencia en el cielo de Tusita y descendió dentro del útero materno.’ Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[7] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Cuando el Bodhisatta terminó su existencia en el cielo de Tusita y descendió dentro del útero materno, una gran e inconmensurable luz, que sobrepasa el esplendor de los dioses, apareció en el mundo con sus divinidades, Maras y Bramas, en esta generación con sus ascetas y brahmanes, con sus príncipes y su gente. Inclusive, en el abismo del ínter espacio y la vacancia, siempre en penumbra y oscuridad, donde ni siquiera el poder del sol y de la luna es capaz de prevalecer con su luz- inclusive ahí, apareció la gran e inconmensurable luz, que sobrepasa el esplendor de los dioses. Y los seres nacidos ahí se percibían unos a otros por medio de esta luz: «Así los otros seres, realmente hubieron aparecido aquí». Y este multi-milenario sistema mundial fue sacudido, agitado y estremecido; y ahí también apareció la gran e inconmensurable luz, que sobrepasa el esplendor de los dioses.’ Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[8] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Cuando el Bodhisatta descendió dentro del útero materno, entonces cuatro jóvenes divinidades vinieron a cuidarlo y se posaron en los cuatro puntos cardinales para que ningún humano, ningún no-humano ni nadie en general, pudiera hacerle daño a él ni a su madre. Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[9] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Cuando el Bodhisatta descendió dentro del útero materno, entonces ella llegó a ser intrínsecamente virtuosa: se refrenó de matar a los seres vivos, de tomar lo que no le ha sido dado, de tener inapropiadas conductas relacionadas con placeres sensuales, de hablar incorrectamente y de tomar vinos, licores e intoxicantes, que son la base de la negligencia. Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[10] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Cuando el Bodhisatta descendió dentro del útero materno, entonces nunca más surgió en ella un pensamiento sensual concerniente a los hombres, y ella se volvió inaccesible a cualquier hombre con el pensamiento lujurioso.’ Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[11] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Cuando el Bodhisatta descendió dentro del útero materno, entonces ella obtuvo las cinco cuerdas de los placeres sensoriales y, dotada y proveída de ellas, pudo disfrutarlas por sí sola. Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[12] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Cuando el Bodhisatta descendió dentro del útero materno, entonces nunca más ella sufrió alguna clase de aflicción: fue feliz y libre de fatigas corporales. Ella vio al Bodhisatta dentro de su útero con todos sus miembros, sin que le faltara facultad alguna. Al igual que una hebra azul, amarilla, roja, blanca o marrón estuviera atada por una piedra preciosa de berilo de ocho lados y bien cortada en las aguas cristalinas, y un hombre con buena vista la tomara en su mano y examinara así: «ésta es una piedra preciosa de berilo en aguas cristalinas, de ocho lados, bien cortada, y por ella está una hebra azul, amarilla, roja, blanca o marrón»; así también, cuando el Bodhisatta descendió dentro del útero materno… ella vio al Bodhisatta dentro de su útero con todos sus miembros, sin que le faltara facultad alguna’. Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[13] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Siete días después del nacimiento del Bodhisatta, su madre murió y reapareció en el cielo de Tusita.’ Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[14] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Otras mujeres dan a luz, después de haber llevado a su hijo en el útero por nueve o diez meses [aproximadamente], pero no fue así con la madre del Bodhisatta. La madre del Bodhisatta dio a luz, después de llevarlo en su útero exactamente por diez meses.’ Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[15] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Otras mujeres dan a luz sentadas o acostadas, pero no fue así con la madre del Bodhisatta. La madre del Bodhisatta dio a luz a él de pie.’ Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[16] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Cuando el Bodhisatta salía del útero materno, primero lo recibieron los dioses y, luego, los seres humanos.’ Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[17] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Cuando el Bodhisatta salía del útero materno, no había tocado la tierra. Las cuatro jóvenes divinidades le recibieron y lo pusieron frente a su madre diciendo: «Regocíjate, princesa, el hijo de gran poder ha nacido de ti»’ Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[18] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Cuando el Bodhisatta salía del útero materno, él salió inmaculado, sin olor a agua, placenta o sangre, sin ninguna clase de impurezas, limpio e inmaculado. Al igual que una gema puesta en el vestido de Kasi no toma el olor del vestido ni el vestido toma el olor de la gema, por la pureza de ambos, así también cuando el Bodhisatta salía del útero materno, salió inmaculado, sin olor a agua, placenta o sangre, sin ninguna clase de impurezas, limpio e inmaculado’ Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[19] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Cuando el Bodhisatta salía del útero materno, dos chorros de agua fueron derramados del cielo –uno fresco y otro caliente- para bañar al Bodhisatta y a su madre.’ Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[20] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Tan pronto como el Bodhisatta hubo nacido, se paró firmemente en sus pies sobre la tierra. Luego, dio siete pasos hacia el norte, mientras que una sombrilla estaba sobre él. Así sondeó los cuatro puntos cardinales, pronunciando las palabras del Líder del Rebaño: «Yo soy el más elevado en el mundo. Soy el mejor del mundo. Soy el principal del mundo. Este es mi último nacimiento. Ahora ya no hay nuevas existencias para mí.»’ Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.

[21] “Yo aprendí esto y lo escuché de los propios labios del Bienaventurado: ‘Cuando el Bodhisatta salía del útero materno, una gran e inconmensurable luz, que sobrepasa el esplendor de los dioses, apareció en el mundo con sus divinidades, Maras y Bramas, en esta generación con sus ascetas y brahmanes, con sus príncipes y su gente. Inclusive, en el abismo del ínter espacio y la vacancia, siempre en penumbra y oscuridad, donde ni siquiera el poder del sol y de la luna es capaz de prevalecer con su luz- inclusive ahí, apareció la gran e inconmensurable luz, que sobrepasa el esplendor de los dioses. Y los seres nacidos ahí se percibían unos a otros por medio de esta luz: «Así los otros seres, realmente hubieron aparecido aquí». Y este multi-milenario sistema mundial fue sacudido, agitado y estremecido; y ahí también apareció la gran e inconmensurable luz, que sobrepasa el esplendor de los dioses.’ Esto también yo recuerdo como una maravillosa y asombrosa cualidad del Bienaventurado.”

[22] “Siendo así, Ananda, acuérdate también de esto, como de una maravillosa y asombrosa cualidad de del Tathagata: He aquí, Ananda, para el Tathagata las sensaciones son conocidas cuando surgen, cuando están presentes y cuando desaparecen; las percepciones son conocidas cuando surgen, cuando están presentes y cuando desaparecen; los pensamientos son conocidos cuando surgen, cuando están presentes y cuando desaparecen. Recuérdate de esto también, Ananda, como de una maravillosa y asombrosa cualidad de del Tathagata”.

[23] “Venerable señor, desde que, para el Tathagata, las sensaciones son conocidas cuando surgen, cuando están presentes y cuando desaparecen; las percepciones son conocidas cuando surgen, cuando están presentes y cuando desaparecen; los pensamientos son conocidos cuando surgen, cuando están presentes y cuando desaparecen- esto también voy a recordar como una maravillosa y asombrosa cualidad de del Bienaventurado”.

Esto fue lo que el Venerable Ananda dijo y el Maestro lo aprobó. Los bhikkhus, fueron satisfechos y se deleitaron en las palabras del Venerable Ananda.


FUENTE:

BHIKKHU ÑANAMOLI y BHIKKHU BODHI (2001) “Acchariya-abbhula Sutta: Wonderful and Marvellous” en The Middle Lenght Discourses of the Buda: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Págs. 979-984.


Traducido del inglés por Isidatta para Bosque Theravada © 2008

Edición de Bosque Theravada © 2008

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Revisado: 07/06/2009