MN 121 Culasuññata Sutta – El corto discurso sobre vacuidad

En este sutta, el Buda, instruye al Venerable Ananda sobre la práctica que lleva a “entrar dentro de la vacuidad”, que es la entrada a la liberación.

[Leer en pali]

He oído que en una ocasión el Bendito estaba en Savattthi en el Monasterio del Este, en el Palacio de la Madre de Migara. Luego en la noche, el Venerable Ananda, saliendo de su retiro, se dirigió al Bendito y, a su llegada, después de haberse postrado ante él, se sentó a un lado. Una vez sentado allí, le dijo al Bendito: “En una ocasión, cuando el Bendito estaba entre los Shakyas en un pueblo de los Shakya llamado Nagaraka, allí –junto con el Bendito- he escuchado esto, aprendido esto: ‘Ahora permanezco completamente en una morada vacía’. ¿Lo escuché correctamente, lo aprendí correctamente, le presté atención correctamente, lo recordé correctamente?”

[El Buddha]: “Sí, Ananda, lo escuchó correctamente, lo comprendió correctamente, le prestó la atención correcta, lo ha recordado correctamente. Ahora, así como antes, permanezco plenamente en una morada vacía. Así como este Palacio de la Madre de Migara está vacío de elefantes, ganado, y yeguas, vacío de oro y plata, vacío de asambleas de mujeres y hombres, y sólo existe este no-vacío – la unidad basada en la comunidad de monjes-; aún así, Ananda, un monje –sin prestar atención a la percepción [1] de la aldea, sin prestar atención a la percepción del ser humano- presta atención a la unidad basada en la percepción de la naturaleza. Su mente se complace, encuentra satisfacción, calma, y complacencia en sus percepciones de la naturaleza”.

“Él entiende que ‘Independientemente de las perturbaciones que existiesen basadas en la percepción de la aldea, no están presentes. Independientemente de las perturbaciones que existiesen basadas en la percepción del ser humano, no están presentes. Sólo existe este mínimo de perturbación: la unidad basada en la percepción de la naturaleza’. Él entiende que: ‘Este modo de percepción está vacío de la percepción de la aldea. Este modo de percepción está vacío de la percepción del ser humano. Sólo existe este no-vacío: la unidad basada en la percepción de la naturaleza’. Así lo considera vacío de lo que no está ahí. Lo que quede, él lo entiende como presente: ‘Existe esto’. Así pues, su entrada al vacío, está de acuerdo con la realidad, está sin distorsión de significado, y es pura”.

La Percepción de la tierra

“De nuevo, Ananda, el monje –que no presta atención a la percepción del ser humano, que no presta atención a la percepción de la naturaleza- presta atención a la unidad basada en la percepción de la tierra. Su mente se complace, encuentra satisfacción, calma, y complacencia en su percepción de la tierra. Tal como la piel de un toro se estira libre de arrugas con cientos de estacas, aún así –sin prestar atención a todas las arrugas y los huecos, a los barrancos de los ríos, a las zonas de tocones y espinas,  las irregularidades escarpadas de esta tierra- él presta atención a la unidad basada en la percepción de la tierra. Su mente se complace, encuentra satisfacción, calma, y complacencia en su percepción de la tierra”.

“Él entiende que: ‘Independientemente de las perturbaciones que podrían existir basadas en la percepción del ser humano, no están presentes. Sin importar las percepciones que podrían existir basadas en la percepción de la naturaleza, no están presentes. Sólo existe este mínimo de perturbación: la unidad basada en la percepción de la tierra’. Él entiende que ‘Este modo de percepción está vacío de la percepción del ser humano. Este modo de percepción está vacío de la percepción de la naturaleza. Sólo existe este no-vacío: la unidad basada en la percepción de la tierra. Así lo considera como vacío de lo que no está ahí. De lo que permanece, él entiende que: ‘Existe esto’. Así pues, su entrada al vacío, está de acuerdo con la realidad, está sin distorsión de significado, y es pura”.

La Infinidad del Espacio

“De nuevo, Ananda, el monje –no presta atención a la percepción de la naturaleza, que no presta atención a la percepción de la tierra- presta atención en la unidad basada en la percepción de la dimensión de la infinidad del espacio. Su mente se complace, encuentra satisfacción, calma, y complacencia en su percepción de la dimensión de la infinidad del espacio”.

“Él entiende que: ‘Independientemente de las perturbaciones que podrían existir basadas en la percepción de la naturaleza, no están presentes. Independientemente de las perturbaciones que podrían existir basadas en la percepción de la tierra, no están presentes. Sólo existe este mínimo de perturbación: la unidad basada en la percepción de la dimensión de la infinidad del espacio’. Él entiende que: ‘Este modo de percepción está vacío de la percepción de la naturaleza. Este modo de percepción está vacío de la percepción de la tierra. Sólo existe este no-vacío: la unidad basada en la percepción de la dimensión de la infinidad del espacio’. Así lo considera como vacío de lo que no está ahí. De lo que permanece, él entiende como presente: ‘Existe esto’. Así pues, su entrada al vacío, está de acuerdo con la realidad, está sin distorsión de significado, y es pura”.

La Infinidad de la Conciencia

“De nuevo, Ananda, el monje –que no presta atención a la percepción de la tierra, que no presta atención a la percepción de la dimensión de la infinidad del espacio- presta atención a la unidad basada en la percepción de la dimensión de la infinidad de la conciencia. Su mente se complace, encuentra satisfacción, calma, y complacencia en su percepción de la dimensión de la infinidad de la conciencia”.

“Él entiende que: ‘Independientemente de las perturbaciones que podrían existir basadas en la percepción de la tierra, no están presentes. Independientemente de las perturbaciones que podrían existir basadas en la percepción de la infinidad del espacio, no están presentes. Sólo existe un mínimo de perturbación: la unidad basada en la percepción de la dimensión de la infinidad de la conciencia’. Él entiende que: ‘Este modo de percepción está vacío de la percepción de la tierra. Este modo de percepción está vacío de la percepción de la dimensión de la infinidad del espacio. Sólo existe este no-vacío: la unidad basada en la percepción de la dimensión de la infinidad de la conciencia’. Así lo considera como vacío de lo que no está ahí. De lo que permanece, él entiende como presente: ‘Existe esto’. Así pues, su entrada al vacío, está de acuerdo con la realidad, está sin distorsión de significado, y es pura”.

La Nada

“De nuevo, Ananda, el monje –que no presta atención a la percepción de la dimensión de la infinidad del espacio, que no presta atención a la percepción de la dimensión de la infinidad de la conciencia- presta atención a la unidad basada en la percepción de la dimensión de la nada. Su mente se complace, encuentra satisfacción, calma, y complacencia en su percepción de la dimensión de la nada”.

“Él entiende que: ‘Independientemente de las perturbaciones que podrían existir basadas en la percepción de la dimensión de la infinidad del espacio, no están presentes. Independientemente de las perturbaciones que podrían existir basadas en la percepción de la dimensión de la infinidad de la conciencia, no están presentes. Sólo existe un mínimo de perturbación: la unidad basada en la percepción de la dimensión de la nada’. Él entiende que: ‘Este modo de percepción está vacío de la percepción de la dimensión de la infinidad del espacio. Este modo de percepción está vacío de la percepción de la dimensión de la infinidad de la conciencia. Sólo existe este no-vacío: la unidad basada en la percepción de la dimensión de la nada’. Así lo considera como vacío de lo que no está ahí. De lo que permanece, él entiende como presente: ‘Existe esto’. Así pues, su entrada al vacío, está de acuerdo con la realidad, está sin distorsión de significado, y es pura”.

Ni percepción ni no-percepción

“De nuevo, Ananda, el monje –que no presta atención a la percepción de la dimensión de la infinidad de la conciencia, que no presta atención a la percepción de la dimensión de la nada- presta atención a la unidad basada en la dimensión de ni percepción ni no-percepción. Su mente se complace, encuentra satisfacción, calma, y complacencia en la dimensión de ni percepción ni no-percepción”.

“Él entiende que: ‘Independientemente de las perturbaciones que podrían existir basadas en la percepción de la infinidad de la conciencia, no están presentes. Independientemente de las perturbaciones que podrían existir basadas en la percepción de la dimensión del vacío, no están presentes. Sólo existe un mínimo de perturbación: la unidad basada en la percepción de ni percepción ni no-percepción’. Él entiende que: ‘Este modo de percepción está vació de la percepción de la dimensión de la infinidad de la conciencia. Este modo de percepción está vacío de la percepción de la dimensión de la nada. Sólo existe este no-vacío: la unidad basada en la dimensión de ni percepción ni no-percepción’. Así lo considera como vacío de lo que no está ahí. De lo que permanece, él entiende como presente: ‘Existe esto’. Así pues, su entrada al vacío, está de acuerdo con la realidad, está sin distorsión de significado, y es pura”.

Concentración sin señal

“De nuevo, Ananda, el monje –que no presta atención a la percepción de la dimensión de la nada, que no presta atención a la percepción de la dimensión de ni percepción ni no-percepción- presta atención a la unidad basada en la concentración sin señal de la atención. Su mente se complace, encuentra satisfacción, calma, y complacencia en su concentración sin señal de la atención”.

“Él entiende que: ‘Independientemente de las perturbaciones que podrían existir basadas en la percepción de la dimensión de la nada, no están presentes. Independientemente de las perturbaciones que podrían existir basadas en la percepción de la dimensión de ni percepción ni no-percepción, no están presentes. Sólo existe un mínimo de perturbación: esa conectada con las seis esferas sensoriales, dependiente de este mismo cuerpo con vida como de su condición’. Él entiende que: ‘Este modo de percepción está vacío de la dimensión de la nada. Este modo de percepción está vacío de la percepción de la dimensión de ni percepción ni no-percepción. Sólo existe este no-vacío: ese conectado con las seis esferas sensoriales, dependiente de este mismo cuerpo con vida como su condición’. Así lo considera como vacío de lo que no está ahí. De lo que permanece, él entiende como presente: ‘Existe esto’. Así pues, su entrada al vacío, está de acuerdo con la realidad, está sin distorsión de significado, y es pura”.

La Liberación

“De nuevo, Ananda, el monje –que no presta atención a la percepción de la dimensión de la nada, que no presta atención a la percepción de la dimensión de ni percepción ni de no-percepción- presta atención a la unidad basada en la concentración sin señal de la atención. Su mente se complace, encuentra satisfacción, calma, y complacencia en su concentración sin señal de la atención”.

“Él entiende que: ‘Esta concentración sin señal de la atención es producida y creada mentalmente’. Y entiende que: ‘Lo que es producido y creado mentalmente es no-permanente y está sujeto a la cesación’. Para él –conociendo así, viendo así- la mente es liberada de la contaminación la sensualidad, de la contaminación del ser, de la contaminación de la ignorancia. Con la liberación, existe el conocimiento, ‘Está liberado’. Él entiende que ‘El nacimiento se ha agotado, la vida santa se ha realizado, el cometido se ha alcanzado. Ya no hay algo más para este mundo’.

“Él entiende que: ‘Independientemente de las perturbaciones que podrían existir basadas en la contaminación de la sensualidad, de la contaminación del ser, de la contaminación de la ignorancia, no están presentes. Y sólo existe este mínimo de perturbación: el que está unido con las seis esferas sensoriales, dependiente de este mismo cuerpo con vida como su condición’. Él entiende que: ‘Este modo de percepción está vacío de la contaminación de la sensualidad, de la contaminación del ser, de la contaminación de la ignorancia. Y sólo existe este no-vacío: el que está unido a las seis esferas sensoriales, dependiente de este mismo cuerpo con vida como su condición’. Así lo considera como vacío de lo que no está ahí. Lo que permanece, él lo entiende como presente: ‘Existe esto’. Así pues, su entrada al vacío, está de acuerdo con la realidad, está sin distorsión de significado, y es pura – elevada y sin par”.

“Ananda, independientemente de los meditadores y sacerdotes que hayan entrado en el pasado y permanecido en un vacío que era puro, elevado, y sin par, todos entraron y permanecieron en este mismo vacío que es puro, elevado, y sin par. Independientemente de los meditadores y monjes que en el futuro entrarán y permanecerán en un vacío que será puro, elevado, y sin par, todos ellos entrarán y permanecerán en este mismo vacío que es puro, elevado, y sin par. Independientemente de los meditadores y monjes que actualmente entran y permanecen en un vacío que es puro, elevado, y sin par, todos ellos entran y permanecen en este mismo vacío que es puro, elevado, y sin par”.

“Por lo tanto, Ananda, ustedes deberían entrenarse: ‘Nosotros entraremos y permaneceremos en el vacío que es puro, superior, e insuperable’”.

Esto es lo que el Bendito dijo. Agradecido, el Venerable Ananda se regocijó en las palabras del Bendito.


 

Traducido del pali por Bhikkhu Thanissaro © 1997

Traducido al español por Upasika © 2008

Edición de Bosque Theravada © 2008

Para libre distribución. Esta obra se puede volver a publicar, formatear, imprimir y redistribuir por medio de cualquier soporte, siempre y cuando no sea para los fines lucrativos. Es el deseo del autor, sin embargo, que dicha publicación y distribución sea accesible a todo publico sin restricciones algunas, como también toda traducción u otra obra derivada sea señalada como tal.

 


 

[1] O: nota mental. Ver también: AN 9.42