MN 104 {11M.1.4,41-54} Samagama Sutta – Discurso en Samagama

El Buda establece los procedimientos disciplinarios para guiar el Sangha y asegurar su funcionamiento armonioso después de su partida. Adicionalmente, ofrece los seis principios de cordialidad.

[Leer en pali]

La numeración entre corchetes [] corresponde al sistema de Nanamoli-Boddhi, mientras que la de las llaves {} al sistema de World Tipitaka Edition

[1] {41} Esto he escuchado: en una ocasión, el Bienaventurado estaba morando entre los Sakyans, en Samagama.

[2] Justo en esta época, Nigantha Nataputta [1] acababa de morir en Pava. Y una vez muerto, los Niganthas se han dividido en dos grupos, que peleaban, discutían, se atacaban y se agredían mutuamente con palabras ofensivas: «tú no entiendes ni el Dhamma ni la Disciplina, yo sí»; «¡¿cómo ibas a poder entender tú, el Dhamma y la Disciplina?!»; «tu camino está totalmente equivocado y el mío, correcto»; «yo soy consistente, mientras que tú no lo eres»; «tú dijiste como último, aquello que debería ser dicho primero y dijiste primero, lo que debería ser dicho último»; «lo que por tanto tiempo mantuviste en tu pensamiento, ya ha sido refutado»; «tu argumento ha sido derrocado, estás derrotado»; «escóndete y salva tu doctrina, escápate de esto, si puedes». Uno podría pensar que los Niganthas, los discípulos de Nataputta, se están matando unos a otros. Hasta los discípulos laicos, vestidos de blanco, estaban disgustados, desplacientes y repelidos cuando vieron que su Dhamma y Disciplina fue proclamado de semejante mala manera, expuesto de forma tan poco edificante, y tan poco eficiente para calmar las pasiones, habiendo sido proclamado por alguien que no fue plenamente despierto, y más aún ahora, cuando su sustento se ha ido, sin árbitro alguno.

[3] {42} Entonces, el novicio Cunda, quien pasó las Lluvias en Pava, se fue a Samagama para ver al Venerable Ananda. Al llegar ahí, intercambió con él cordiales saludos y se sentó a un lado. Una vez sentado ahí, se dirigió al Venerable Ananda con estas palabras: «Venerable señor, he aquí que Nigantha Nataputta justo acaba de morir en Pava… [a continuación repite literalmente toda la historia] … y más aún ahora, cuando su sustento se ha ido, sin árbitro alguno».

El Venerable Ananda respondió: «Bien, Cunda, eso es algo que merece ser relatado al Bienaventurado. Vayamos a decírselo a él.» «Bien, venerable señor», respondió Cunda.

[4] Entonces, el Venerable Ananda y el novicio Cunda fueron junto al Bienaventurado. Una vez llegados ahí, se postraron ante él, lo saludaron cordialmente y se sentaron a un lado. Una vez sentados ahí, el Venerable Ananda se dirigió al Bienaventurado con estas palabras: «Venerable señor, he aquí este novicio Cunda, quien pasó las Lluvias en Pava, se fue junto a mí y me relató esto: ‘Venerable señor, he aquí que Nigantha Nataputta justo acaba de morir en Pava… [se repite toda la historia] … y más aún ahora, cuando su sustento se ha ido, sin árbitro alguno.’ Entonces, he pensado, venerable señor: ‘ojalá no surja semejante disputa en el Sangha cuando el Bienaventurado se haya ido. Esta clase se disputa sería dolorosa y desafortunada para muchos, sería una pérdida, dolor y sufrimiento para los dioses y seres humanos.'»

[5] {43} «¿Qué opinas, Ananda, acerca de las cosas que os he enseñado, después de tener de ellas el conocimiento directo -es decir: los cuatro establecimientos de la atención consciente, las cuatro clases de esfuerzos, las cuatro bases del poder espiritual, las cinco facultades, los cinco poderes, los siete factores del despertar, el Óctuple Noble Sendero-,  has visto, Ananda, aunque sea dos monjes que tuvieran disparidad de criterios acerca de ello?»

«No, venerable señor. No he visto ni siquiera a dos monjes que tuvieran disparidad de criterios acerca de esas cosas. La gente, venerable señor, vive respetando la enseñanza del Bienaventurado, sin embargo, la misma podría, luego de la muerte del Bienaventurado, crear disputas en el Sangha acerca del sustento de la vida o sobre el Patimokkha. Semejantes disputas serían dolorosas y desafortunadas para muchos, significarían una pérdida, dolor y sufrimiento para los dioses y seres humanos [2]

«Las disputas acerca del sustento de la vida o sobre Patimokkha serían insignificantes, Ananda. Pero si surgieran, dentro del Sangha, disputas acerca del camino y el sendero [3], éstas disputas sí, Ananda, serían dolorosas y desafortunadas para muchos, significarían una pérdida, dolor y sufrimiento para los dioses y seres humanos.»

[6] {44} «Ananda, existen seis raíces de las disputas. ¿Cuáles seis? He aquí, Ananda, el monje está enfadado y resentido. Este monje vive irrespetuosamente e indiferente hacia el Maestro, el Dhamma y el Sangha y no realiza el entrenamiento. El monje que vive irrespetuosamente e indiferente hacia el Maestro, el Dhamma y el Sangha y no realiza el entrenamiento, crea disputas dentro del Sangha, las cuales podrían ser dolorosas y desafortunadas para muchos, significar una pérdida, dolor y sufrimiento para los dioses y seres humanos. Ahora bien, si ves semejante raíz de la disputa, sea en ti mismo o externamente, deberías hacer el esfuerzo para abandonar esta misma insana raíz de la disputa. Y si no ves semejante raíz de la disputa, ni en ti mismo ni externamente, deberías practicar de tal manera, que esta insana raíz de la disputa, no estalle en el futuro. En eso consiste, Ananda, el abandono de esta insana raíz de la disputa; en eso consiste, Ananda, el hecho de no hacer estallar esta insana raíz de la disputa en el futuro.

[7-11] {45} «Además, Ananda, el monje es despreciativo e insolente… envidioso y avaro… mentiroso y fraudulento… tiene malos deseos e incorrectos puntos de vista, los cuales sostiene tenazmente y no renuncia a ellos fácilmente. Este monje vive irrespetuosamente e indiferente hacia el Maestro, el Dhamma y el Sangha y no realiza el entrenamiento. El monje que vive irrespetuosamente e indiferente hacia el Maestro, el Dhamma y el Sangha y no realiza el entrenamiento, crea disputas dentro del Sangha, las cuales podrían ser dolorosas y desafortunadas para muchos, significar una pérdida, dolor y sufrimiento para los dioses y seres humanos. Ahora bien, si ves semejante raíz de la disputa, sea en ti mismo o externamente, deberías hacer el esfuerzo para abandonar esta misma insana raíz de la disputa. Y si no ves semejante raíz de la disputa, ni en ti mismo ni externamente, deberías practicar de tal manera, que esta insana raíz de la disputa, no estalle en el futuro. En eso consiste, Ananda, el abandono de esta insana raíz de la disputa; en eso consiste, Ananda, el hecho de no hacer estallar esta insana raíz de la disputa en el futuro. Éstas son, Ananda, las seis raíces de la disputa.

[12] {46} «También, Ananda, existen estas cuatro clases de litigios. ¿Cuáles cuatro? Litigio por causa de la disputa, litigio por causa de la acusación, litigio por causa de la ofensa y litigio concerniente a procesos. Éstas son las cuatro clases de litigios.

[13] «Además, Ananda, existen estas siete clases de finiquito de los litigios. Para finiquitar y apaciguar los litigios cuando aparecen: podrá indicarse la eliminación del litigio a través de la confrontación; podrá indicarse la eliminación del litigio haciendo cuenta de la memoria; podrá indicarse la eliminación del litigio haciendo cuenta de la demencia pasada; podrá indicarse la eliminación del litigio como efecto de la toma de consciencia sobre la ofensa; podrá indicarse la eliminación del litigio a través de la opinión de la mayoría; podrá indicarse la eliminación del litigio a través del pronunciamiento del mal carácter en contra de alguien; podrá indicarse la eliminación del litigio cubriéndolo con el pasto.

[14] {47} «¿Y cómo es, Ananda, la eliminación del litigio a través de la confrontación? He aquí, el monje está disputando de esta manera: ‘éste es el Dhamma’, o ‘éste no es el Dhamma’, o ‘ésta es la Disciplina’, o ‘ésta no es la Disciplina’. Estos monjes deberían reunirse todos en concordia. Entonces, habiéndose reunido, deberían hacer hablar las pautas del Dhamma. Una vez que se haya hecho hablar las pautas del Dhamma, se debe finiquitar el litigio examinando lo que está de acuerdo con ellos. Esta es la manera de la eliminación del litigio a través de la confrontación.

[15] {48} «¿Y cómo es, Ananda, la eliminación a través de la opinión de la mayoría? Si aquellos monjes no pueden finiquitar el litigio en su lugar de morada, deberían ir a un lugar donde mora un número mayor de monjes. Ahí, deberían reunirse todos en concordia. Entonces, habiéndose reunido, deberían hacer hablar las pautas del Dhamma. Una vez que se haya hecho hablar las pautas del Dhamma, se debe finiquitar el litigio examinando lo que está de acuerdo con ellos. De acuerdo a la opinión de la mayoría. Esta es la manera de la eliminación del litigio a través de la opinión de la mayoría.

[16] {49} «¿Y cómo es, Ananda, la eliminación del litigio haciendo cuenta de la memoria? He aquí, el monje reprocha a otro monje por esta u otra ofensa grave, que envuelve parajika o es limítrofe a parajika [4]: ‘¿recuerda, el venerable señor, haber cometido ésta u otra ofensa grave que envuelve parajika o es limítrofe a parajika?’ Y si él responde: ‘no, no recuerdo, amigo, haber cometido ésta u otra ofensa grave que envuelve parajika o es limítrofe a parajika.’ En este caso se debe finiquitar el litigio pronunciando el recuento de la memoria. Ésta es la eliminación del litigio haciendo cuenta de la memoria. Y de esta manera se llega a finiquitar algún litigio aquí a través de la eliminación del litigio haciendo cuenta de la memoria.

[17] {50} «¿Y cómo es, Ananda, la eliminación del litigio haciendo cuenta de la demencia pasada? He aquí, el monje reprocha a otro monje por esta u otra ofensa grave, que envuelve parajika o es limítrofe a parajika [4]: ‘¿recuerda, el venerable señor, haber cometido ésta u otra ofensa grave que envuelve parajika o es limítrofe a parajika?’ Y él responde: ‘no, no recuerdo, amigo, haber cometido ésta u otra ofensa grave que envuelve parajika o es limítrofe a parajika.’ A pesar de la negación el primero sigue presionando al segundo: ‘¿Realmente, el venerable señor debe recordar bastante bien haber cometido ésta u otra ofensa grave que envuelve parajika o es limítrofe a parajika?’ Y el otro responde: ‘me he vuelto loco, amigo, estaba fuera de mis cabales. Y mientras estuve loco, dije e hice muchas cosas inapropiadas de un asceta. Pero no los recuerdo, estuve loco mientras las hacía’. En este caso se debe finiquitar el litigio pronunciando el recuento de la demencia pasada. Ésta es la eliminación del litigio haciendo cuenta de la demencia pasada. Y de esta manera se llega a finiquitar algún litigio aquí haciendo cuenta de la demencia pasada.

[18] {51} «¿Y cómo es, Ananda, la eliminación del litigio como efecto de la toma de consciencia sobre la ofensa? He aquí, el monje, sea reprobado o no reprobado, recuerda la ofensa, la exterioriza y la revela. En este caso, debería ir junto a un monje mayor y, después de haber arreglado su hábito en uno de sus hombros, debería rendirle homenaje, postrándose a sus pies. Entonces, sentado sobre sus tacones, con las palmas de sus manos juntas, debería decir: ‘venerable señor, he cometido esta u otra ofensa, la cual confieso’. El otro debería preguntar: ‘¿Lo puedes ver?’ – ‘Sí, lo veo.’ – ‘¿Vas a practicar la restricción en el futuro?’ – ‘Sí, voy a practicar la restricción en el futuro’. Éste es el efecto de la toma de consciencia sobre la ofensa. Y de esta manera se llega a finiquitar algún litigio aquí como efecto de toma de consciencia sobre la ofensa.

[19] {52} «¿Y cómo es, Ananda, la eliminación del litigio a través del pronunciamiento del mal carácter en contra de alguien? He aquí, el monje reprocha a otro monje por esta u otra ofensa grave, que envuelve parajika o es limítrofe a parajika: ‘¿recuerda, el venerable señor, haber cometido ésta u otra ofensa grave que envuelve parajika o es limítrofe a parajika?’ Y él responde: ‘no, no recuerdo, amigo, haber cometido ésta u otra ofensa grave que envuelve parajika o es limítrofe a parajika.’ A pesar de la negación, el primero sigue presionando al segundo: ‘¿Realmente, el venerable señor debe recordar bastante bien haber cometido ésta u otra ofensa grave que envuelve parajika o es limítrofe a parajika?’ Y el otro responde: ‘Amigos, realmente, no recuerdo, haber cometido ésta u otra ofensa grave que envuelve parajika o es limítrofe a parajika, sin embargo, recuerdo, amigos, haber cometido ésta u otra ofensa menor’. A pesar de la negación, el primero sigue presionando al segundo: ‘Realmente, el venerable señor debe recordar bastante bien haber cometido ésta u otra ofensa grave que envuelve parajika o es limítrofe a parajika‘ Y el otro responde: ‘Amigos, si siendo no preguntado, he reconocido haber cometido ésta u otra ofensa menor, ¿por qué, al ser preguntado, no iba a reconocer haber cometido ésta u otra ofensa grave que envuelve parajika o es limítrofe a parajika?’ Y el primero le dice: ‘Amigo, si no hubieses sido indagado, no hubieses reconocido haber cometido esta ofensa menor; entonces, ¿por qué, al estar indagado, tendrías que reconocer haber cometido ésta u otra ofensa grave que envuelve parajika o es limítrofe a parajika? Realmente, el venerable señor debe recordar bastante bien haber cometido ésta u otra ofensa grave que envuelve parajika o es limítrofe a parajika.‘ Entonces, el otro responde: ‘Realmente recuerdo, amigos, haber cometido ésta u otra ofensa grave que envuelve parajika o es limítrofe a parajika. Estaba bromeando, estaba delirando cuando dije que no recordaba haber cometido ésta u otra ofensa grave que envuelve parajika o es limítrofe a parajika’. Éste es el pronunciamiento del mal carácter en contra de alguien. Y de esta manera se llega a finiquitar algún litigio aquí a través del pronunciamiento del mal carácter en contra de alguien.

[20] {53} «¿Y cómo es, Ananda, la eliminación del litigio cubriéndolo con el pasto? [5] He aquí, numerosos monjes están involucrados en riñas, peleas, sumergidos en disputas, por lo cual, ellos podrían decir o hacer cosas impropias de un asceta. Estos monjes deberían reunirse todos en concordia. Entonces, habiéndose reunido, el monje sabio de entre los monjes de un bando, sentados de un lado, debería levantarse de su asiento y, luego de haberse arreglado su hábito en uno de sus hombros, debería levantar las manos con las palmas juntas, y llamar por una promulgación del Sangha, de esta manera: ‘Que los venerables señores me escuchen. Mientras hemos sido involucrados en riñas, peleas, sumergidos en disputas, hemos dicho y hecho cosas impropias de un asceta. Si esto fuese aprobado por el Sangha, entonces por el bien de estos venerables señores y por el mío propio, en el medio del Sangha voy a confesar, a través del método de cubrir con el pasto, cualquier ofensa de estos venerables señores y las mías propias, excepto aquellas que requieren de censuras serias o se relacionan con el laicado’ [6].

«Por otro lado, el monje sabio de entre los monjes del otro bando, sentados del otro lado, debería levantarse de su asiento y, luego de haberse arreglado su hábito en uno de sus hombros, debería levantar las manos con las palmas juntas, y llamar por una promulgación del Sangha, de esta manera: ‘Que los venerables señores me escuchen. Mientras hemos sido involucrados en riñas, peleas, sumergidos en disputas, hemos dicho y hecho cosas impropias de un asceta. Si esto fuese aprobado por el Sangha, entonces por el bien de estos venerables señores y por el mío propio, en el medio del Sangha voy a confesar, a través del método de cubrir con el pasto, cualquier ofensa de estos venerables señores y las mías propias, excepto aquellas que requieren de censuras serias o se relacionan con el laicado’ Esto es cubrir con el pasto. Y de esta manera se llega a finiquitar algún litigio aquí, cubriendo con el pasto.

[21] {54} «Ananda, existen estos seis principios de cordialidad que crean amor y respeto, que conducen a la cohesión y no a las disputas, a la concordia y unidad. ¿Cuáles seis?

«He aquí, el monje realiza actos corporales del amor universal benevolente hacia sus compañeros de la vida santa, tanto en público como en privado. Éste es el principio de cordialidad que crea amor y respeto, que conduce a la cohesión y no a las disputas, a la concordia y unidad.

«Además, Ananda, el monje realiza actos verbales del amor universal benevolente hacia sus compañeros de la vida santa, tanto en público como en privado. Éste también es el principio de cordialidad que crea amor y respeto, que conduce a la cohesión y no a las disputas, a la concordia y unidad.

«Además, Ananda, el monje realiza actos mentales del amor universal benevolente hacia sus compañeros de la vida santa, tanto en público como en privado. Éste también es el principio de cordialidad que crea amor y respeto, que conduce a la cohesión y no a las disputas, a la concordia y unidad.

«Además, Ananda, el monje disfruta de las cosas en común con los compañeros virtuosos de la vida santa. Éste también es el principio de cordialidad que crea amor y respeto, que conduce a la cohesión y no a las disputas, a la concordia y unidad.

«Además, Ananda, el monje mora, tanto en público como en privado, poseyendo en común con los compañeros virtuosos de la vida santa aquellas virtudes que son inquebrantables, rectas, puras y sin mancha, liberadoras, comentadas por el sabio, no malinterpretadas y conducentes a la concentración. Éste también es el principio de cordialidad que crea amor y respeto, que conduce a la cohesión y no a las disputas, a la concordia y unidad.

«Además, Ananda, el monje mora, tanto en público como en privado, poseyendo en común con los compañeros virtuosos de la vida santa aquellos puntos de vista que son nobles y emancipadores, que llevan a alguien que los pone en práctica y que actúa de acuerdo con ellos, a la completa destrucción del sufrimiento. Éste también es el principio de cordialidad que crea amor y respeto, que conduce a la cohesión y no a las disputas, a la concordia y unidad.

«Éstos son, Ananda, los seis principios de cordialidad que crean amor y respeto, que conducen a la cohesión y no a las disputas, a la concordia y unidad.

[22] «Ananda, si se entiende y practica estos seis principios de cordialidad, ¿podría visualizarse forma de hablar alguna, trivial o grosera, que no podría ser resistida?» «No, venerable señor». «Entonces, Ananda, entiende y practica estos seis principios de cordialidad, los cuales serán para tu beneficio y felicidad por largo tiempo.»

Esto es lo que dijo el Bienaventurado y el Venerable Ananda fue satisfecho y se regocijó en las palabras del Bienaventurado.


NOTAS:

[1] En el Canon Pali se designa con este nombre a Vardhamana Mahavira (aprox. 540-568 a. e. c.) el líder del jainismo. El mismo, aparece en varias ocasiones en el Canon, pero siempre como un personaje con características peyorativas.

[2] El término «Patimokkha», de etimología incierta, se usa para indicar el código básico de las reglas de la práctica monástica y los discursos, en los cuales el Buda enseñó estos principios (ver el resumen de Patimokkha). Por otro lado, como señala Bhikkhu Bodhi (1995:1311), aún ya durante la vida del Buda han surgido estas disputas, como por ejemplo, en caso de los monjes de Kosamba (MN 48).

[3] Se refiere al Óctuple Noble Sendero y a los restantes seis conjuntos de factores que llevan al despertar, los cuales el Buda lista en el verso anterior (más sobre estos bodhipakkhiyadhamma se puede ver aquí).

[4] Parajika es el grupo de ofensas más graves del Vinaya y consiste en cuatro reglas, cuyo trasgresor automáticamente deja de ser monje y queda inhabilitado para poder llegar a serlo otra vez. Las ofensas que están en el limítrofe de parajika son las trece reglas sanghadisesa, que requieren de la participación formal del Sangha en todo el proceso punitivo.

[5] Bhikkhu Bodhi (1995:1312) señala que a esta clase de finiquito se recurre cuando el Sangha ha sido involucrada en la disputa, a lo largo de la cual, los monjes han cometido una serie de faltas menores. Siendo que, la persecución de dichas faltas sólo prolongaría el conflicto, las ofensas quedan blanqueadas a través del procedimiento descrito en el sutta.

Los Comentarios, por su parte, comparan este método con cubrir el excremento con la hierba, para eliminar su mal olor.

[6] Las ofensas «que requieren de censuras serias» son las parajika y sanghadisesa, mientras que las que «se relacionan con el laicado» son los casos, en los cuales los monjes injurian o menosprecian a los laicos (Cf. Bodhi, 1995:1313).


FUENTES:

Bhukkhu Nanamoli y Bhikkhu Bodhi (1995) «Samagama Sutta: At Samagama» en The Middle Discourses of the Buda: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Págs. 853-860.

«Samagamasutta» en World Tipitaka Edition, http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/11M/1/1.4 13 de mayo de 2008


Traducido y publicado por Isidatta para el Bosque Theravada © 2010

Edición de Bosque Theravada © 2010

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